Como siempre he dicho, yo de literatura puedo hablar más bien poco.
Pero en mi otra afición, la música, constato claramente como hay grupos que se forran y son realmente excrementales, y sin embargo, otra mucha gente realmente superdotada y con propuestas interesantísimas, se mueren de hambre y no los conoce ni dios.

Al final quizá vamos a tener que considerar una inquietante realidad; el márketing, el masivo dinerillo aportado por mecenas de turno y una intensiva publicidad abusiva, es lo que hace una estrella.

Ya vimos ese ejemplo de Kiko Rivera, un tipo completamente inútil para cantar pero que ya vende más que Adele (colocándose en los puestos más altos de las listas de ventas de este país).