Bien, bien, pero no tienen en cuenta la cantidad de escritores que, sin tener peregrina idea del asunto, se hacen millonarios con sus cagadas. Ténganlo presente, también.
Qualquiera diría que por saber escribir esplendorosamente, ya tienes el éxito asegurado. Influyen muchas mierdas (y en la mayoría de los casos, que poco tienen que ver con la calidad de tu trabajo).