Nos encontramos ante un dilema debido a que la gente no suele calificar las propuestas presentadas para la revista.
Vamos, que si no hay participación democrática para elegir contenidos, tengo que acabar discriminando a mi bola y hacer la criba según mis gustos.
Sí, sé que tenéis confianza en mi criterio, pero no quiero que la revista se convierta en una extensión más de mi persona.
Os pido un esfuercito para que vosotros también tengáis representación en la revista; vuestro singular espacio.
En cuanto a la maquetación, este número es más personal que los anteriores y su concepción de base es distinta. Digamos que en los otros me regí por cánones populares establecidos, y en cambio ahora opto por hacer algo más original y acorde a los tiempos que corren. Espero que os sorprenda el resultado, pero necesito un poco de vuestra ayuda para acabar de rubricar el trabajo.