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Hielo
Aprovecho este improductivo día en el trabajo para (¡y estamos a jueves, mañana tocará maratón de tetris!) para comentar esta novela como había prometido antes.
¡En verdad la disfruté mucho! hacía tiempo que no me entusiasmaba tanto una novela (al menos contemporánea) y si buen se puede encontrar laguna errata comprensible, su calidad a espantado mis prejuicios sobre la materia.
Aunque la experiencia de leerla en el móvil no fue grata, ¡es incomodo! Y para los últimos capítulos la descargué en la tablet de mi hermana, y fue otra cosa… Cuando pueda compraré una.
Sobre la historia en sí, me es algo difícil hablar de ella sin caer en spoilers, ya que muchas cosas que parecen intrascendentes tiene un porqué en su desenlace. Pero a rasgos generales, es muy humana, muy visual (hay algunas partes que estimulan mucho la imaginación) y con un final muy interesante, por su mensaje y por un efecto que consigue genera en el lector (o al menos consiguió conmigo). Hay intriga política, asesinatos, un amor “real” sin aspiraciones “hollywoodiense” y buen trasfondo social, pero contados de una manera muy diferente en su enfoque a lo que solemos encontrar. Digamos que cumple con ser un buen thriller.
La tecnología, el futuro que nos muestra, es sin duda lo mejor. Me resultó muy creíble, y asombroso. La sociedad en sí es como una versión “peor” de la que ya vivimos, pero los nuevos “gadgets” son fabulosos.
Hay de todo en verdad, desde coches de conducción automática, que pueden pasar a manual tras un soplo en un pitillo del tablero que mide el nivel de alcoholemia, hasta unos tatuajes que se mueven por el cuerpo basados en una tecnología muy curiosa y que creo posible. Pero lo que más destaca a mi entender es la presencia de las impresoras 3D en la vida cotidiana (aquí las llaman volumétricas, aunque quizás la idea podría haberse explotado más) y la nanotecnología aplicada a las comunicaciones y la sanidad.
Las personas ya no cargan con móviles, mp3 y portátiles. En simbiosis con los nanobots de su organismo (en la novela le dicen nobots, palabra simpática) el individuo se convierte en un “gadget” recibiendo al información directo a su cerebro, que se manifiesta como sonidos, imágenes, sensaciones táctiles y olfativas… Lo que el autor muestra en materia de comunicaciones, cine, video juegos y demás y ocio en general derivado de esta tecnología me ha dejado obnubilado, y creo que este concepto puede profundizarse mucho más…
Otra cosa a destacar; es el protagonista, un tipo muy sencillo que se ha quedado “descatalogado de la existencia”, con gustos, valores y necesidades validas hoy en día pero que en el futuro de la novela ya son anacrónicas (él mira películas clásicas y en un trozo mencionan varias de ciencia ficción muy antiguas que he reconocía con cierto orgullo, ya que me encanta el género).
En definitiva, una experiencia muy buena que recomiendo con ganas (habrá gente a la que no le guste, porque por fortuna no somos todos iguales) Y tal vez lo mejor sea hacer lo que yo: bajar el primer capítulo de su web, y luego comprarlo si gusta lo leído (aunque lo mejor de la obra no está allí, pero es un buen preámbulo para el trasfondo de la sociedad y la tecnología)…
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