Ufología, los OVNIS (¿Ciencia o Pseudociencia?) La ufología vive una nueva Edad de Oro con el respaldo de aficionados, famosos y numerosas publicaciones que han convertido el misterio en un suculento negocio. John Humphreys, responsable de los efectos especiales de la película "Charlie y la fábrica de chocolate", reconoció ser el autor del famosos video del caso Roswell, y que la “autopsia” en realidad implicaba a un “muñeco de látex relleno de hígados de pollo". Esto no ha hecho ni mella en la fe de los fanáticos.
Fue ese mismo acontecimiento el que me llevó a comprar cada mes y durante más de siete años revistas del tipo de Año/Cero, Enigmas (del hombre y del universo) o Más allá (de la ciencia). Era muy joven (tendría catorce añetes), y estaba empezando a sentir curiosidad por ese fenómeno social que debe tener más de invención transgeneracional que de realidad empírica y ajena a la nuestra. Pero es bastante divertido unirse a toda esa multitud de creyentes e investigadores y vivir pendiente de cuanto suceso misterioso se produzca en el orbe. Y levantar la mirada al cielo constantemente por si se tiene suerte.
El primer pecado de la humanidad fue la fe; la primera virtud, la duda.
buen artículo borg. Yo no me creo nada de esas patrañas.Como bien dices,ni siquiera SETI dice haber encontrado extraterrestres a día de hoy...
Mientras no se presente una prueba contundente, estamos en las mismas, creer o no creer. Creo haber visto por ahí, en la web, algunas imágenes de naves (fotografías) tomadas a cientos de kilómetros por el telescopio espacial de la NASA. Estaban algo distorsionadas, pero si fueran reales, ya se podría ir atando algún cabo. Desde que el ser humano tiene conciencia de vivir en una esfera que se encuentra contenida en un espacio plagado de otras esferas, se ha preguntado si hay algo más allá de lo que puede ver, imaginar, concluir. Es un fenómeno social normal de un primate, el estar pendiente del entorno ante depredadores cercanos, y como solo nos depredamos entre nosotros (por lo general, en las grandes ciudades no estamos expuestos más que a nosotros mismos; (descontando accidentes puntuales con bestias feroces ya sean acuáticas o terrestres). Entonces, ¿qué hacemos? Miramos hacia el espacio sideral, como queriendo ver un reflejo mejorado de nuestra propia raza, un humano más evolucionado, un hermano mayor, que nos saque de nuestra ignorancia y nos muestre el camino a seguir. Un ser a todas luces superior, que nos quite de encima el cáncer, el sida y cuanta otra enfermedad incurable haya, que nos lleve a pasear por el cosmos, nos muestre su planeta de origen, nos enseñe sus costumbres, nos muestre sus fabulosas e hipermodernas ciudades, nos degrane el misterio de la vida y nos diga de qué está compuesto el misterio de la existencia. Eso sí, en el camino, que por favor no nos destruya, conquiste, asesine ni haga nada de esas cosas que nos producen las más agudas fobias mundanas, debilidad adaptativa de supervivencia primate que sale a relucir cada vez que alguien dice: ¡Hey miren Un Alien!
Última edición por Emisario; 20-Jan-2013 a las 16:58
Creer en Ovnis es más factible y creible que creer en Dios. Así que ya me direis. Yo sí creo, sólo espero a que algún día tengamos pruebas de ello. (pruebas, no borrones fotográficos) Y una pregunta: ¿Podríamos tener ya pruebas ocultadas por los gobiernos? Creo que si, no por que haya evidencias de extraterrestres, sino por que las hay y muchas de la mal intencionalidad de las instituciones.
"Más sabe el diablo por viejo que por diablo" pero"El que nace lechón muere cochino"
Iniciado por nekoland Y una pregunta: ¿Podríamos tener ya pruebas ocultadas por los gobiernos? Creo que si, no por que haya evidencias de extraterrestres, sino por que las hay y muchas de la mal intencionalidad de las instituciones. No creo que los gobiernos pudieran ocultar el fenómeno ovni, de existir realmente. Y es cuanto menos sospechoso que, con la tecnología actual, las pruebas de avistamientos sean tan condenadamente cutres y de calidad paupérrima. Por no hablar de la legión de astrónomos aficionados que escudriñan el cielo diariamente, y que nunca han encontrado nada. Mira, hay que ser realista, si una organización como SETI, tan a favor de la vida extraterrestre y con recursos, reconoce que no ha encontrado todavía nada, hay que plantearse seriamente la posibilidad de que este fenómeno tiene más de marketing y de negocio sensacionalista, que fundamento.
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