Yo también creo que, de ser posible el viaje atrás en el tiempo, no se habría modificado el futuro. Pero no creo en el establecimiento de una nueva línea temporal, porque eso indicaría la posibilidad de infinitos mundos, cada uno con su propio hilo particular, y mi mente estrecha no lo concibe. Sí que creo en la inmutabilidad de lo ya transcurrido. Esto me lleva a no poder creer que alguien que viaja al pasado pudiera regresar. Pues, si regresa quince segundos antes de la hora a la que había partido, habrá dos tíos en el mismo edificio, y si lo hace veinte veces, en un minuto tendremos a veinte tíos exactamente iguales. No creo en la creación de la materia a partir de la nada, y eso es lo que sucedería. Porque además, si cada uno de ellos llevara cien euros en el bolsillo, cuando se reúnan todos habría dos mil, salidos sólo del tiempo. Menudo negocio se podría montar.
Me ha gustado siempre pensar en esto: si fuera posible viajar atrás, pero no regresar, podría ser echado al traste el argumento de cambiar el futuro, porque el viaje al pasado del sujeto estaría incluído en la historia incluso antes de nacer. Si, por ejemplo, un tío viaja al pasado con la misión de matar a Hitler en la Primera Guerra Mundial, y en cuanto desaparece los que se quedan ven que nada ha cambiado en los libros de historia, sería porque en los libros no se reflejó nunca a aquel soldado callado, al que nadie vio sacar una pistola y apuntar a su, por entonces, desconocido compañero de bigotillo, y al que le cayó una granada en el culo. Lo que sí dirían, a lo mejor como anécdota, es que una granada cayó cerca de Hitler y mató a un compañero.
Con esto quiero decir: nadie puede asegurar que no se ha viajado atrás en el tiempo, ni por tecnología ni por accidente. Pero se podrían organizar misiones, por ejemplo, de observación de una época, tipo Caballo de Troya pero sin la vuelta del general, en la que la información recogida se guarde con muchísima seguridad y en un lugar determinado e inaccesible (el espacio, por ejemplo) para que sólo esta gente del futuro tenga acceso a ella, cuando llegue la hora. Así no habría paradojas, pues el tiempo no se podría cambiar. Igual mandas a un tío a proteger a Kennedy, y luego resulta que fue él mismo quien lo disparó, y si no hubieran existido nunca los viajes en el tiempo, no habría sucedido nada y ahora sería un abuelete. Lo que ya ha sucedido es inmutable, sólo eso es seguro.