SALMO 23, EL JINETE PÁLIDO.
Eastwood se percató de la fuerza del salmo 23 y lo uso para el genial principio de su película el jinete pálido, y es que aunque uno no sea religioso la belleza del salmo es incuestionable.
Dios escucha la plegaria de la chica y manda un jinete pálido, no es negro ni blanco; las cosas son más complicadas pero hace Justicia porque pone las cosas en su sitio que es una definición bastante exacta de lo que es justo vaya, dar a cada uno lo que le corresponde (Aristóteles)
(1b) El Señor es mi pastor;
nada me falta.
2 En verdes praderas me hace descansar,
a las aguas tranquilas me conduce,
3 me da nuevas fuerzas
y me lleva por caminos rectos,
haciendo honor a su nombre.
4 Aunque pase por el más oscuro de los valles,
no temeré peligro alguno,
porque tú, Señor, estás conmigo;
tu vara y tu bastón me inspiran confianza.
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