La respuesta que le di a una persona que decía que hasta que no fundas tu propia empresa, no eres libre ni feliz con tu vida porque trabajas para otros y blablablá:

El mantra de emprender de siempre. Mira, para mí una vida ideal es, de lunes a viernes, dedicar como máximo 8 horas al trabajo, 8 horas al sueño, 4 horas a tu familia-amigos, 2 horas a tus aficiones/pasatiempos, y 2 horas a algún curso, estudio o investigación. Y los sábados y domingos, pues dormir 8 horas y perder el tiempo haciendo nada si se quiere. ¿Y sabes qué? Muy difícilmente emprender te va a poder permitir hacer todo eso. Cuando eres empresario, no tienes más vida que la empresa o las empresas. Las 24 horas y 365 días del año tienes que estar al pie del cañón. Adiós comidas familiares, adiós pasar tiempo con tus hijos, adiós jugar a ese videojuego que tanto te gusta o leer ese libro que tenías pendiente, etc, etc. Así hasta que consigas que la empresa o las empresas vayan solas (hacer que sean rentables) o puedas contratar a alguien para delegar y así puedas ya por fin tener tiempo libre para ti. Y, ¿Sabes qué? Eso es jodidamente complejo; tan complejo que, para mí, no vale la pena mi esfuerzo. A no ser que provengas de familia poderosa, emprender, para mí, no vale la pena. Aunque sea en algo que te apasione. Es más, yo creo que ninguna pasión vale tanto la pena como para dedicarse a ella a tiempo completo y sacrificar a amigos, familia, pasatiempos, etc. Es lo que pienso.