Jake tenía razón, en el momento de la verdad sólo nos acordamos de aquellas mujeres con las que no nos acostamos. Estoy jugandome el pellejo y sin embargo no puedo evitar pensar en ello. Sólo la cutrez de mis equipos parece traerme a la realidad. no puedo liberarla de la invernación sin antes golpear sin contemplaciones el panel de control de su capsula. Casi puedo notar en mi nuca cómo llegan esos malditos, ni siquiera la despertaré, la arrastraré al compartimento secreto que tantas vecez he tenido que usar. Allí en silencio, si se dan por satisfecho despues de desvalijar mi nave, quizás tengamos una oportunidad y decidan irse sin malgastar un misil para enviar mi nave al infierno.