Madre mía, qué pena. No creo que pueda ver este documental…

Ahora bien, dejando a parte la crueldad de los métodos, pienso que no somos quién para criticar. Aquí también vivimos en una sociedad en la que los animales son tratados como productos (comida, mascotas, ropa,…). Tenemos un montón de granjas en las que se crían animales en condiciones de vida lamentables, únicamente para nuestro consumo. Y pese a ello, la mayoría de nosotros no sólo comemos carne, sinó que muchas veces tiramos la comida.

Ahora bien, cuando se toca a un delfín en vez de a un pollo o a un cerdo, entonces es una salvajada…