Os cuento una historia metafórica sobre la amistad. Un barco se encontraba en plena tempestad y su única salvación consitía en un viejo faro abandonado. Todos los habitantes del pueblo - pensaba el capitán- son amigos míos así que alguno subirá al viejo faro y nos indicará el camino. Pero subir al faro era un riesgo y todos encontraron alguna excusa para no arriesgarse. Antes de hundirse - inevitablemente chocó contra los arrecifes- el capitán pensó: Ningún amigo se arriesgó por mí, si alguien hubiera subido habría sabido que era un amigo de verdad. En el pueblo no tenía ningún amigo ahora me doy cuenta. Si a alguien le interesa podemos debatir sobre la amistad.
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