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más que una colisión, será una lenta danza gravitacional que culminaría con una fusión espectacular. La Vía Láctea y Andrómeda (...) se están acercando porque están ligadas gravitacionalmente, a una velocidad de 480.000 km/h. (...) contrariamente a lo que podría pensarse, se traspasarán perpendicularmente la una a la otra sin que prácticamente ninguna de las estrellas de una choque con las de la otra. Luego de cientos de millones de años, ambas galaxias irán perdiendo sus espiraladas formas iniciales, fundiéndose en un monstruo bastante elíptico.
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