El temor se siente en el ambiente, con voz fuerte comienzo a dar ordenes para que todos hagan su trabajo y tengamos el menos daño posible. Intento no dejar a nadie en paz para que no piense en lo que nos esta pasando, intento no pensar nada para no transmitir mi nerviosismo a los demás telepaticamente. Colaboro con los demás para que vean que somos uno y que estamos juntos en esto.
Se siente el primer trastavilleo del decenso, la velocidad es incontrolable y cuando siento que la situación esta por encima de nosotros ordenos que se aseguren, que se protejan, entonces me aseguro a mi lugar, el cinturon de seguridad, pero veo que una chica (no recuerdo el nombre, será la velocidad o el temor de algo malo) esta de pie, sostenida de una puerta. La llamo y le doy mi lugar, ella se niega y se lo ordeno con voz fuerte, tanto que todo el puente de mando me escucha y voltean, le abrocho el cinturon a dicha chica que con sus ojos llenos de lagrimas me toma de la mano de tal manera que siento dolor y ese mismo dolor me hace reaccionar y se me ocurre...





espero este bien esto, je.