Supongamos por uninstante, que estamos relamente solos en el universo. Que la vida orgánica solamente aparece en nuestro diminuto planeta y que en la inmensiadad del cosmos somos la excepción por excelencia...

Si eso fuera sí, ¿qué implicaciones teológicas tendría? ¿Cobrarían más sentido las religiones, o todavía sería explicable científicamente tal inusual evento?