La verdad es que ya vemos en que manos está la editorial Glénat, penoso..

Pero, como se puede contestar semejante chorrada y a que viene eso de "Printed in Cuenca" estamos hablando de un hombre que hace negocio no sólo en su feudo catalán sino en el resto de España. Es como los políticos que nos toman por subnormales.

La imagen de la editorial Glenat no puede ser peor, y encima su "dirigente" parece que se enorgullece e incluso se atreve a decir que las inquietudes de un de sus clientes (cada vez tiene menos, seguro) le parece una chorrada y que se mofa de otras regiones (los castellano manchegos deben adorar la editorial Glenat) considerándolas como terrenos de caza y putiferio.

Penoso y muy necesario la difusión de estas actitudes, que tal vez entre todos consiguamos atenuar.