Si vamos a hacer una comparativa rigurosa entre un organismo cuya existencia y evolución ya lleva miles de millones de años, y unas estructuras robóticas que hace poco más de medio siglo que existen, lo esperado sería que en todo, ganase lo orgánico.
Aquí el tema es el potencial que parecen tener las máquinas. Si hablamos, por ejemplo, de nanobots capaces de reparar a nivel celular (pongamos dentro de 15-25años), los androides futuros pueden tener una réplica muy competente en cuanto a mantenimiento estructural (como ocurre con los organismos biológicos).
Para mi, lo formidable es que con tan poco tiempo, actualmente ya ejecuten tareas mucho mejor que nosotros.
No me cabe la menor duda que acabaremos insertándonos componentes artificiales (ya que si ahora están para suplir deficiencias, con el tiempo estarán para aumentar las capacidades humanas).
Tomemos conciencia de la situación por un instante;
Las máquinas en la actualidad, nos permiten volar, circular rápidamente mediante automóviles (o trenes, autobuses, barcos, submarinos...), comunicarnos a distancia y en una multiplicidad de formatos pasmosa (Tv, internet, telefonía móvil, holografía, hipertexto...), generar ondas de radio, registrar cantidades inmensas de datos de lo más variados procedentes del espacio, estudiar galáxias que están a millones de años luz de distancia, observar el comportamiento de bacterias y multitud de microorganismos diversos, inseminar artificialmente, clonar mamíferos, utilizar electricidad, calefacción, aire acondicionado, poner en órbita estaciones espaciales, sondas, satélites de telecomunicaciones, Gps de posicionamiento, lavar platos y untilizar microondas para preparar alimentos (y refrigeradores para conservarlos), generar gran variedad de instrumentos musicales electrónicos, calcular y hacer todo tipo de simulaciones (genéticas, cosmológicas, económicas, demográficas, sociales...etc), diagnosticar y curar enfermedades, poder realizar vacunas y medicamentos, permitir oír a sordos de nacimiento, sanar miopía con cirugía láser, dotar de cierta autonomía a parapléjicos, prótesis para andar, marcapasos, utensilios para multitud de finalidades... etc.
Nuestra sociedad, ya depende por completo de estas recientes máquinas. Y nuestro futuro, parece depender absolutamente también de ellas. Y si algo parece claro hasta el momento, es que las máquinas cada vez son más capaces de hacer lo que antaño era considerado terreno reservado a lo Humano. Y no solamente eso, lo cierto es que biológicamente, no podríamos tener el conocimiento que tenemos, si no las utilizamos; Porque
las máquinas, hacen miles de cosas que un humano biológico no puede hacer.
Así pues, cambio esa lista capciosa por esto otro;
Un humano, biológicamente no puede:
Detectar infrarojos, rayos x, gamma (y el largo elenco de frecuencias tanto visuales como auditivas, que las máquinas nos ofrecen gracias a sus detectores artificiales), correr como un tren, volar como un avión, propulsarse lo suficiente como para salir de la atmósfera (e incluso del sistema solar; la voyager ya lo ha hecho), adentrarse en la atmosfera de Júpiter para recabar datos, agujerear kilómetros de hielo o tierra sin utilizar taladros y maquinaria específica, sumergirse hasta las profundidades marinas, calcular casi al instante, ganarle a un programa al ajedrez, generar hologramas, reproducir ningún formato electrónico, hacer un zoom visual para llegar a ver una molécula (e incluso fotografiarla), escribir un nombre átomo por átomo, acelerar partículas, ejerecer simulaciones de modelos complejos, realizar resonancias magnéticas, calibrar electromagnetismo con precisión, realizar estimulación magnética transcraneana (EMT), ni estimulación magnética transcraneal profunda, obtener imágenes obtenidas a través de tomografía computerizada por emisión de un solo fotón (
SPECT), desarrollar diagramas algorítmicos de flujos que representan los procesos neuronales, detectar la actividad cerebral previa a un movimiento, memorizar con precisión, seguir las indicaciones de alguien a partir de las señales eléctricas que transmite el cerebro, descubrir la palabra en la que esta pensando una persona gracias a resonancias magnéticas, ejecutar una orden a partir del pensamiento de otro y un casco (ASIMO lo hace), comunicarnos en el rango de ondas de
radiofrecuencia (ASIMO también lo hace), utilizar un hogar virtual controlado sólo por el pensamiento (utilizando la actividad eléctrica cerebral que es registrada por un equipo de electroencefalografía EEG ), generar un rayo láser, realizar un escáner de TRM (tomografía por resonancia magnética), ni hacer una
espectroscopia de resonancia magnética nuclear, ni medir campos de
radiofrecuencia (RF) que se usan para alterar el alineamiento de la magnetización, causando que los núcleos de hidrógeno produzcan un campo magnético rotacional detectable por el escanner, etc, etc, etc... Y esto sigue, se alarga, y cada vez se complica más...
Sólo las máquinas pueden hacer todos estos trabajos.
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