La historia es como la mesa del doctor Caster en el relato: un galimatías. Se aborta (no se pierde, como indica el título) una operación de suplantación de personalidad por el “descontrol neurológico” (no por depresión) que la experimentación científica provoca en el protagonista, una especie de James Bond, llamado Daniel San. Sí: llamado como Ralph Macchio en “Karate Kid”, el de “dar cera, pulir cera”.
Si he entendido bien, y sin saber qué relación tiene con la misión principal, el protagonista es enviado posteriormente a Slium, un planeta al que no se puede “llegar allí, aterrizar y saludar”, ya que está habitado por “una raza bastante primitiva y “muy inestable mentalmente”.
Como se ve, en el relato todo el mundo parece estar mal de la cabeza.
Daniel San no va precisamente solo. Integra una expedición formada por “cien mil doscientos cincuenta integrantes”. Ni uno más ni uno menos.
En este punto, ahora sí, aparece la “depresión agresiva” (como consecuencia del “descontrol neurológico, supongo) descrita en una larga parrafada llena de términos médicos. También se menciona, como cierre, “el objetivo en nuestra misión”: la “Invasión silenciosa a… Convivencia”.
¿Alguien ha entendido algo?. Yo tampoco. Los elementos de la narración están “ordenados” de tal manera que no permiten seguir un hilo coherente. Y el aspecto formal no es mucho mejor. A continuación indico una serie de correcciones antes de abandonar (¡me rindo!) por
agotamiento:
Uso mejorable de los signos de puntuación.
Faltan acentos.
“calado en sudor”. Mejor “sudoroso”.
“no era capaz de construir ningún razonamiento”. Mejor “era incapaz de razonar”.
“la noche de verano”. Mejor “la noche estival”.
“el negro del asfalto”. Mejor “la negrura del asfalto”.
“colocar su mente en el equilibrio adecuado”. Mejor “equilibrar su mente”.
Cambio injustificado de los tiempos verbales.
“Con el (sin acento) aviso de llegada”.
“mañana estarás en Madrid, España. (…) estoy preparado para dejar el ambiente propicio de la base y enfrentarme a ese clima tan extremo”. ¿El clima de España es extremo?. Afortunadamente, los millones de turistas que nos visitan no piensan lo mismo.
“Recuerda que eres un eslabón de la cadena del que depende nuestra raza”. Mejor “recuerda que eres el eslabón del que depende la cadena de nuestra raza”.
“Los ojos enrojecidos de Dan no dejan de escrutarle, si el desconocido no levanta la vista del suelo tendrá una oportunidad de salvar su existencia”. Mejor “los ojos enrojecidos de Dan ESCRUTAN al desconocido: éste salvará la vida si no levanta la vista del suelo”.
“creerse en superioridad”. Mejor “creerse superior”.
“Dan ha interpretado el desafío, las mandíbulas prensan sus dientes y los latidos de su corazón ascienden hasta sus ojos”. Mejor “Dan acepta el desafío. Tensa las mandíbulas y sus dientes rechinan. La tensión late en sus ojos”.
“120 segundos más tarde”. Mejor “Dos minutos más tarde”. Todo con letras y simplificando.
“un tipo fornido y musculoso con más pinta de guardaespaldas que de conductor”. Mejor “un tipo fornido y musculoso con aspecto de guardaespaldas”. Sobra “más (…) que de conductor”.
Cambio injustificado de tiempos verbales. Induce a confusión.
“apartamento de la calle Princesa”. No es necesario repetir “de la calle Princesa” cada vez que se hace referencia al apartamento.
Uso de abreviaturas en lugar de sustantivos. “Sr.” Por “señor”.
“-Veo que se ha modificado la presencia del representante de la Familia Real.
- Efectivamente Sr., el Rey no quiere perderse ningún sarao”.
Mejor:
“-Veo que se confirma la asistencia del Rey.
-Efectivamente, señor: Su Majestad adora las fiestas”.
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