La Luna, nuestro plateado satélite, está colonizado por casi dos millones de personas que viven entre túneles, casas excavadas en la roca y construcciones verticales. Es una sociedad corporativista feudal, donde 5 grandes familias controlan los recursos y la riqueza del astro. Cuanto más abajo más poder y riqueza y, por tanto, más protección ante la radiación. Donde, además, hay que pagar para respirar, por supuesto.
La luna es un entorno hostil que ofrece probabilidades muy altas de morir y diferentes maneras de hacerlo. La nueva sociedad lunar no se rige por las mimas normas que la sociedad terrestre. Ambas premisas hacen que vivir sea un desafío diario lleno de constantes peligros y enemigos.
La trama sucede en torno a la familia Corta, de origen brasileño, con su matriarca Adriana Corta a la cabeza de la familia y de la empresa. El punto de ignición de la guerra entre las diferentes familias o corporaciones sucede con el intento de asesinato de uno de los hijos de la matriarca. A partir de aquí, intentar averiguar quién ha sido y por qué será el tema principal de la novela acompañado de las subtramas que se desarrollan en torno a cada miembro de la familia Corta. Y este es todo el argumento que desvelamos.
En la novela, nos encontramos una consistente idea de por qué la sociedad lunar es como es y de cómo esas familias adquirieron el poder y el control de los recursos. Sin llegar a ser ciencia ficción dura, no faltan algunos conceptos físicos clave muy bien explicados e inventos y tecnología ficticios con un toque de realismo de nuestro presente, por ejemplo, ayudantes virtuales con inteligencia artificial contenidos en una pequeña joya, llamados familiares o impresoras 3D de donde se pueden obtener todo tipo de objetos como vestidos o puñales.
En cuanto a los personajes, son estereotipos bien definidos y con una evolución clara y lógica. El peso de la novela se lo lleva la matriarca de la familia que nos cuenta mediante flashbacks la historia de la luna y su familia, momento en el cual nos sentimos más sumergidos en la novela y nuestra mente visualiza todos los detalles que nos narra. Hay que destacar además, el resto de personajes femeninos pues se percibe claramente el protagonismo que poseen y el papel fundamental que realizan en la historia.
Con sus 400 páginas, este libro es una sucesión de elementos constante. Donde el romance se mezcla con la traición; la acción y la adrenalina con la descripción del entorno; la construcción de una amistad con la trama política; y el sexo está presente, como no podía ser de otra manera en una nueva sociedad. En definitiva, es una narración activa, amena y en ocasiones adictiva. Este es el primer tomo de una trilogía y su final, aunque no es conclusivo, nos dejará satisfechos con la novela y, obviamente, con ganas de leer la continuación.
¿Pero merece la pena leerlo? Honestamente, sí. Es un libro de ciencia ficción muy ligera y entretenida, apto para la gran mayoría de lectores jóvenes y adultos, incluidos los que rehúyen de los conceptos físicos. Los grandes lectores de ciencia ficción verán similitudes con otras novelas del género, en nuestro caso y salvando la gran distancia, con la saga Dune, por su lucha de familias.
En resumen, una obra basada en una sociedad corporativista lunar donde encontramos a 5 familias y una guerra entre ellas pero con diferentes normas de juego. Que nos ofrece entretenimiento con sus personajes estereotipos y con ganas de que leer la segunda parte de esta trilogía.