Hasta los años 90, se pensaba que el universo está en expansión a un ritmo decreciente debido a la atracción mutua entre galaxias.

Pero se descubrió que en realidad, el universo se expande a una velocidad cada vez mayor. La idea del Big Bang lleva a confusión, sobre todo cuando se la compara con una explosión. Desde un minúsculo punto se creó el espacio-tiempo, y no ha parado de expandirse desde entonces. Pero esa expansión no se da desde un punto central donde empezó el big bang, sino en todas partes. Podríamos decir que si imaginásemos una plantilla cuadriculada que dividiera todo el universo, la expansión se da en todas las cuadriculas (cada celda se agranda), y no desde un punto central hacia el exterior.

 

Pero en realidad, no sabemos por qué el universo se expande (ya que según los cálculos gravitacionales de galaxias y demás, no encaja tal comportamiento). Por eso hemos convenido en llamar energía oscura, a la causante de tal expansión (aunque no se haya observado nunca). La energía oscura aporta prácticamente el 68% de la masa-energía total del universo, según los cálculos para que nuestro modelo funcione.

Bien... ¿Pero se expande el sistema solar?
En cierto modo sí, pero no por esa fuerza de expansión provocada por la energía oscura.
Nuestra galaxia posee una fuerza gravitacional local, que contrarresta la expansión acelerada del universo. Andrómeda se acerca a nosotros, por ejemplo, y eso es debido a que el sistema gravitatorio local entre ambas, es más fuerte que el de expansión.

Eso quiere decir que en nuestra escala, en nuestro Sistema Solar (e incluso en nuestra galaxia), no tiene efecto la expansión del universo.
Eso es así porque la masa que tiene la Vía Láctea es tan grande, que anula ese efecto de expansión.

En el universo tenemos distintas interacciones, la gravitatoria, la electromagnética, la nuclear débil y la nuclear fuerte. La expansión del universo no puede superar esas “fuerzas” o interacciones (al menos, durante muchísimo tiempo; en el lejano futuro, quien sabe).

El efecto de la expansión tiene un valor muy pequeño, y sólo se puede poner de manifiesto cuando hay mucho espacio de por medio. En espacios pequeños, lo que los físicos llaman localmente (como en el tamaño típico de un átomo o del sistema solar o de una galaxia), sus efectos son despreciables frente al resto de interacciones (y por eso las cosas no se expanden debido a ello).
Pese a ello, se cree que nuestra galaxia se expande a una velocidad de 500 m/s (principalmente debido a que se forman estrellas en las afueras de la galaxia).

Ahora mismo, si los átomos por ejemplo se expandieran, llegaría un momento en que los electrones y los núcleos no se atraerían los suficiente y la materia no sería posible.
Sin embargo, la órbita de la Tierra y las del resto de planetas sí están aumentando con respecto al Sol (pero no es por la expansión del universo).
Para poder entenderlo, hay que saber primero que la fuerza que nos mantiene a nosotros donde estamos, es la fuerza gravitacional del Sol (y eso es así, porque él solo tiene más del 99% de la masa del sistema solar).

Como la masa del Sol cada vez es menor, eso influye en la órbita de la Tierra y otros planetas: se está produciendo un crecimiento en las órbitas de los planetas que lo rodean.
El sol está perdiendo masa, sí,  y lo hace por dos motivos. Por una parte, está el proceso nuclear que tiene lugar en su interior y por el que el hidrógeno se convierte en helio, y además, por los vientos estelares que también provocan una pérdida de masa solar.

Es una pérdida que a efectos prácticos no debe preocuparnos, pero sí provoca que la órbita de la Tierra se expanda aproximadamente dos centímetros al año.
Como la masa del Sol es cada vez un poco menor, el efecto gravitacional que produce en la Tierra también es un poco menor (y hace que esta se aleje de su estrella).
Así que sí hay una expansión en nuestro sistema solar, ínfima, pero no está relacionada con la expansión del universo, sino con la gravitación.

También sabemos que la Luna se está distanciando de la Tierra, a razón de 3,78 centímetros por año.
Lo sabemos gracias al alunizaje del programa Apolo 11 de la NASA, porque dejaron en el satélite unidades retro-Reflectoras repletas de pequeños espejos.
Ahora podemos apuntar a la Luna con pulsos láser, y medir la distancia Tierra-Luna de forma muy precisa. Los astrónomos lo han estado haciendo durante casi 50 años.
Desde ese entonces, han estado lanzando rayos láser hacia ella pera llevar un registro exacto de en cuánto se está alejando la Luna de nosotros. La distancia media entre la Tierra y la Luna es de  384.317,20 Kilómetros.
Parece poco, pero hoy, la Luna está 18 veces más lejos que hace unos 4.500 millones de años.

Este alejamiento se debe a que la fricción entre la superficie de la Tierra y la enorme masa de agua que está sobre ella, hace que con el tiempo, la Tierra gire un poco más lentamente sobre su eje.
La Tierra y la Luna están unidas por un abrazo gravitacional. Entonces, a medida que el movimiento de la Tierra se ralentiza, se acelera el de la Luna. Y cuando algo que está en órbita se acelera, esa aceleración lo empuja hacia afuera.

Que la Luna se aleje, afecta a nuestro planeta de varias maneras. Para empezar, a medida que la Tierra gira más lentamente, los días se hacen más largos. Pero no os preocupéis, estamos hablando de dos milisegundos por cada cien años.
Pero esto puede tener un efecto devastador sobre la Tierra a la larga (porque los inviernos se harán mucho más fríos, y los veranos mucho más cálidos). Pero todavía queda mucho para que nos afecte: los cambios son demasiado sutiles, como para que podamos ser testigos de ellos.

Pero con el paso del tiempo, la Luna podría escaparse de la Tierra (y no habría vida, tal y como la conocemos). Sin embargo, y aunque es difícil calcular a estos extremos, probablemente antes el Sol se expandirá hasta convertirse en una gigante roja (y se tragará en el proceso, a la Tierra y la misma Luna).

Dicho esto, tampoco hace falta preocuparse... aún faltan cerca de cinco mil millones de años para que esto suceda.

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Soy un amante de la ciencia ficción y la tecnología, y en esta web publico mis obras futuristas. Gracias por la visita y recordad: ¡Futuro, es ahora!