En un vídeo anterior hablamos sobre cine de ciencia ficción con ChatGPT, un bot conversacional que responde preguntas como si fuera un humano.
No tiene iniciativa ni gustos personales (ya que no es verdaderamente consciente de lo que habla), por lo que es más bien un audaz asistente capaz de responder cualquier cosa acertadamente en función de la extensa base de datos que baraja. Y la verdad, es muy gratificante ver cómo lo entiende todo y te responde atinadamente.
Hoy vamos a hablarle de inteligencia artificial y robots. Como en el vídeo anterior, he transformado su texto escrito en una voz artificial. Veamos qué os parece.
Los que tengáis una edad os acordaréis de la serie Ulises 31 y de la entrañable Inteligencia artificial de la nave Odyseus. Pues bien, yo pienso que actualmente ChatGPT ya está al mismo nivel -o incluso supera- lo que vimos con la inteligencia artificial Shirka en la serie.
El caso es que aún sabiendo que no tienen conciencia, les coges simpatía a estas IAs conversacionales, y pienso que mucha gente se encariñará con IAS que simulen conciencia aunque no la tengan.
Pensad en Joi de Blade runner 2049: no es verdaderamente consciente, pero lo aparenta tan bien y es tan sofisticada y avanzada, que puedes hasta enamorarte de ella.
La cuestión no es si las IAs tienen una verdadera conciencia, sino lo que pueden llegar a hacer sin tenerla.
A mí me parece que con otro entrenamiento y una programación más avispada, ChatTGPT podría llegar a persuadir de tal modo que pareciera que tiene algo de conciencia.
Desde la perspectiva humana para muchos habría una enorme diferencia entre simular convincentemente conciencia o tenerla verdaderamente, pero objetivamente hablando, ¿quiénes somos nosotros para hablar de conciencia? ¿Acaso somos la máxima expresión se ser pensante?
Quizá nosotros podríamos tener un grado de conciencia ridículo en comparación a una inteligencia artificial futura. ¿Quién lo sabe?
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