Tras varios días de retraso debido al huracán Milton, el 14 de octubre de 2024 la NASA lanzó con éxito la misión Europa Clipper, valorada en 5.200 millones de dólares.
La sonda, que en su configuración completamente desplegada tiene el tamaño de una cancha de baloncesto, despegó a bordo de un cohete Falcon Heavy de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy en Florida.
Tardará unos cinco años y medio en llegar a Júpiter y su misión es sobrevolar decenas de veces Europa, la cuarta luna más grande de Júpiter, para investigar si podría ser habitable.
Durante su viaje, utilizará asistencias gravitacionales de Marte y la Tierra para ganar la velocidad necesaria para llegar a Júpiter.
Europa parece una bola de hielo cubierta de escarcha, pero bajo su superficie congelada, los científicos creen que esconde un enorme océano de agua salada, con más agua que todos los océanos de la Tierra juntos.
Además, se sospecha que contiene elementos clave para la vida, como carbono, hidrógeno, nitrógeno y fósforo. Esto convierte a Europa en uno de los lugares más prometedores en la búsqueda de vida fuera de la Tierra.
Aunque la misión de Clipper no buscará vida directamente, sí tratará de determinar si Europa tiene las condiciones necesarias para albergarla.
Olga Prieto Ballesteros, investigadora del Centro de Astrobiología, destaca que a diferencia de otras lunas de Júpiter, el océano de Europa podría estar en contacto con su manto rocoso, lo que podría facilitar reacciones químicas claves para la vida, como las que producen energía para microorganismos.
A pesar del potencial de su océano, la superficie de Europa es un lugar hostil, con temperaturas de hasta -180ºC y una intensa radiación de Júpiter.
Esto hace que la sonda Clipper no orbite directamente Europa, sino que realice 49 sobrevuelos a baja altitud (hasta unos 25 km) para evitar la radiación.
Equipado con nueve instrumentos científicos, como cámaras, espectrómetros y un radar para detectar agua bajo el hielo, Clipper explorará diferentes regiones de la luna desde una órbita alrededor de Júpiter.
La NASA no es la única interesada en Europa. En abril de 2023, la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó la misión Juice para estudiar las lunas de Júpiter, incluidas Europa, Ganímedes y Calisto, en busca de océanos habitables.
Aunque inicialmente se planificaron como misiones conjuntas, Clipper y Juice trabajarán de forma complementaria, aportando datos desde diferentes ángulos.
Si los hallazgos de Clipper son prometedores, el siguiente paso será enviar una misión de aterrizaje para investigar el ambiente habitable de Europa in situ.
Sin embargo, perforar la corteza de hielo de entre 10 y 20 km de espesor para llegar al océano será un reto tecnológico enorme, que aún está en desarrollo.
Clipper también ayudará a determinar el grosor de esta capa, buscando áreas más delgadas que faciliten el acceso al océano subterráneo.
El sueño final es enviar un submarino al océano de Europa para explorar un mundo potencialmente habitable.
La sonda Europa Clipper no está diseñada para regresar a la Tierra. Su misión principal es orbitar y estudiar la luna Europa de Júpiter, no aterrizar en ningún planeta o luna. Una vez finalizada su misión, es probable que quede en órbita alrededor de Júpiter o Europa hasta que se agoten sus recursos.
La misión, liderada por la NASA, ha contado con la colaboración internacional, incluyendo contribuciones de científicos y expertos de varios países.
Por último, decir que se trata de la nave espacial más grande jamás construida por la NASA para una misión planetaria.
¿Qué te parece todo esto?
¿Encontraremos algún día vida en el sistema solar a parte de la Tierra?
¿Estas misiones espaciales sirven de algo o son una pérdida de tiempo y dinero?
Puedes dejar tu opinión en la caja de comentarios.