¿Cuál fue el primer videojuego que tuviste?

Corría el año 1988, y yo tenía catorce años. Y después de haberme adentrado (como todo niño de mi edad que se precie), a las rudas maquinitas esas de un solo juego, me compraron el ordenador amiga 500 (todo sea dicho de paso, una máquina infernal que solo podían permitirse los hogares con cierto poder adquisitivo).

Y lo recuerdo a la perfección: Mi primer juego fue el Return to genesis, un videojuego endiabladamente rápido, que me pareció condenadamente difícil en su momento.

No habituado a ese joystick y con un scroll rapidísimo en comparación a lo que había jugado hasta el momento, este videojuego despertó en mí tanta fascinación como cierta impotencia al ver lo que me costaba progresar.

El juego iba de pasarse mundos fascinantes, mientras rescatas a unos científicos y vas sorteando y eliminando enemigos. Tal premisa, como no, me cautivo completamente...

Las pantallas me costaban minutos de sufrimiento y dedicación, y no eran sencillas de finalizar (o al menos, a mí no me lo parecieron en su momento). Y la nave no acumulaba nuevas partes ni se agrandaba (como era el standard de la época), pero sí tenía algunas de las mejoras de rigor en este tipo de juegos: disparo hacia atrás, disparo triple, inmunidad, etc.

Todas estas configuraciones se elegían desde una pantalla en la que cada científico, proveía de tales capacidades a la nave. ¡Incluso una de ellas representaba la autodestrucción de la nave! Una locura original pero nada agradable, cuando emocionado probabas lo que habías escogido y veías como tu nave explotaba sin remisión. Una vez aprendías que ese científico te hacía esa mala jugada, obviamente ya no lo usabas más.

Return to Genesis podría haber rivalizado con cualquier máquina recreativa de la época, pero su inusual puesta en escena y enfoque lo hacían una rareza del género.

En conclusión, una forma espléndida de empezar en el mundillo de los videojuegos, y que además trataba un género, el de los shooters de naves espaciales, que siempre fue mi preferido.

Del mismo año, el 1988 (aunque lo adquirí tiempo después), se lanzó el magnífico Sidewinder para amiga 500 (uno de mis juegos preferidos de naves espaciales).
En esta ocasión el scroll era vertical (y he de decir, no sé porqué, que siempre preferí este formato al scroll horizontal).
Además tenía la inusual particularidad que la pantalla hábil era mayor de lo que cabía en pantalla, lo que añadía dificultad a su juego.
En este videojuego la nave tampoco iba agrandándose y ni siquiera, había apenas mejoras visibles en la configuración de la misma, pero tanto los gráficos como el sonido eran una auténtica locura.

El sonido de las explosiones así como su aspecto, eran los mejores que jamás he visto en un juego de estas características y época.
Otro aspecto a destacar era la gran cantidad de proyectiles que podía disparar tu nave.
Si los comparamos con el Terra Cresta, recreativa que lo petó 3 años antes (o con cualquiera de los arcades de este tipo de la época), la diferencia es abismal.

Hablando de semejanzas con el Terra cresta, este mismo año (el 1988), se lanzó el Hybris para amiga 500.
Todos los aspectos típicos que hacían de este tipo de juegos un éxito, se unieron en este magnífico título que rivalizaba (sino superaba), a las adictivas recreativas del momento.

La premisa, más allá de de las explicaciones más o menos ocurrentes de turno, era de sobra conocida: avanzar por unos niveles y decorados fantástico-futuristas, eliminando a todo ser viviente mientras vas mejorando tu nave sobremanera. Un juegazo.

Un año más tarde, el 1989, el famosísimo R-Type fue lanzado también para amiga 500.
Grandísimo juego, sin duda, pero a mí siempre me puso muy nervioso que el decorado te matase al más mínimo contacto.

Esto, añadido al scroll horizontal (que como digo, no era santo de mi devoción), no hicieron de este juego uno de mis preferidos, pero hay que reconocerle su mérito (porque tuvo mucho renombre y éxito).

Pero hubo otro juego llamado Katakis (del 1988, más desconocido y que también cayó en mis manos), que fue un calco absoluto del R-Type.
Desconozco si hubieron demandas de plagio, pero el caso es que se puso a la venta y tuvo también su recorrido.

Al igual que el R-Type y la mayoría de juegos de este estilo, el jugador debía eliminar oponentes sin descanso para llegar a varios jefes finales.

Como era la norma en todos los juegos de ese momento (y como podéis suponer), la versión de amiga 500 aplastaba a sus rivales en cuanto a velocidad, gráficos y sonido.

Otro juego que me marcó mucho fue el Battle Squadron del 1989 (secuela de Hybris): un juego típico de naves en el que también mejoras tu nave y los disparos progresan, pero que tenía la particularidad de poderse jugar con dos personas a la vez (y lo más increíble, es que mantenía los frames y frenética jugabilidad pese a ello).

Pues muy bien. Estos juegos (y otros), causaron impacto en mí a mi tierna edad.
Ellos fuero el motivo por el que empecé a programar mis propios videojuegos (mayormente de naves).