Crítica de la película Oxígeno de Netflix
Una mujer despierta encerrada en el interior de una sofisticada cámara criogénica, llena de cables, tubos y monitores de tecnología avanzada. No recuerda quién es ni cómo ha terminado encerrada allí, pero un fallo técnico indica que se le acaba el oxígeno. Esto convierte su estancia allí en una lucha a contrarreloj por la supervivencia en la que deberá descubrir quién es y, sobre todo, encontrar una manera de salir de ese ataúd tecnológico.