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  1. #31
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Nicky (XII)

    (31) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Nicky (XII)

    Andre y Nicky estaban sentados a la mesa junto a la ventana del Starbucks. Nicky no lo estaba pasando bien porque no quería mirar por la ventana a la caja de los paraguas. Se suponía que serían discretos, como Simon indicó; y ella no quería mirar a Andre. La conversación llegó a su fín tan rápidamente que no habìa sido necesaria mucha molienda.

    Andre se sentaba allí, sorbiendo su chocolate con la banda traslúcida de su tatuaje alrededor de su muñeca, inusualmente visible. Ella sólo le había echado un vistazo antes. Los huesecillos y ligamentos se deslizaban adelante y atrás mientras inclinaba su copa.

    -"Hermano, sabía que se tatuaría el cuerpo entero así," dijo él, viendo hacia dónde miraba Nicky.

    Nicky asintió. Avergonzada de haber sido descubierta, miró de nuevo hacia la caja que rezaba: "¡Desperdicios Tilley: ¡Pruebe un paraguas orgánico!"

    Al fín, se giró y dijo,

    -"Debe de haber tenido una apariencia única."

    Él resopló.

    -"Oh sí. El Gran Hermano también. El guardaespaldas de Jah Pimp era amigo de mi hermana. Una vez, en una barbacoa en nuestro patio trasero, se quitó la camisa. Asustó a todo el mundo."

    Nicky imaginó ver pedazos de perrito caliente masticados cayéndole por el esófago trasparente hasta la panza.

    - "Debe de haber sido impactante."

    Ella vió a alguien por la calle sacar un paraguas, mirarlo y dejarlo otra vez en la caja.

    - "¡Maldición!" dijo Nicky.
    "Si son grátis, ¡por el amor de dios!"

    Andre sonrió.

    -"Son de apariencia extraña. Y parece que no va a llover."

    Entones, una persona agarró uno de camino al TrenCeleste y otros dos se sirvieron ellos mismos.

    - "Tan pronto como lo hace una persona..." dijo Andre.

    JK había tenido la idea de hacer paraguas portadores de esporas y Simon había querido ver cuál era el mejor método de reparto. Andre y Nicky los fueron entregando mano por mano, lo que se le daba bien a Nicky. Se había quedado levantada casi toda la noche, esclavizada sobre el HornoFácil haciendo paraguas de muestras.

    Tras unos segundos, Nicky apartó la mirada de la ventana, escaneó el café para ver si ellos atraían la atención.

    No que ella pudiera ver. Ella y Andre no eran de las parejas más inocuas pero un glamuroso y ruidoso trío atraía la mayoría de las miradas. Miró a su tatuaje.

    -"¿Y porqué se lo hizo? ¿En el cuerpo entero?" preguntó ella.

    Se encogió de hombros.

    -"Decía que fue porque la gente blanca iba a quedarse mirándole de todos modos así que, les daría algo que mirar."

    -"Ah," dijo Nicky sintiéndose extraña y blanca.

    -"Pero..." Andre tamborileó sus dedos sobre la mesa. "También fue sólo para mostrar que tenía empleo. Ese modificador corporal..." negó con la cabeza. "Dinero serio."

    La mesa para tres próxima a ellos estaba hablando sobre mods corporales.

    -"Rachel, si lo quieres, ¡pues hazlo! ¿Cuál es el problema?"

    Nicky se preguntó si su conversación había sido espoleada por la suya con Andre.

    -"¿Sientes aquí que la gente se queda mirándote?" preguntó Nicky.

    -"Sí, se quedan mirando..." la cabeza de Andre se inclinó y quedó pensativo. "Pero es diferente. Hay menos miedo aquí. Más curiosidad. En Detroit miraban como si supieran. Saben de lo que se trata...les robarías, les matarías a la mínima oportunidad... que eres, probablemente u africano perezoso. Y mierdas de esas."

    Nicky sintió una punzada con el "africano perezoso." Era una de las frases favoritas de su padre. Era su opinión de que a ellos les hiría mucho mejor si los "africanos perezoso" desfasaran sus gobiernos y entraran en el programa. "Nos harán daño a todos," decía tras terminar el presupuesto familiar. Él nunca culpaba directamente a los africanos por su punzante asignación pero la insinuación estaba allí.

    -"¿Crees que...sería mejor en Frisco?" dijo ella y de inmediato se arrepintió de decirlo.

    Él soltó un bufido.

    -"¿Que crees tú?"

    -"Bueno, me refiero que...puedes escoger la apariencia que quieras en
    Frisco."

    Andre alzó las manos.

    -"¿Cuántos amigos negros pueden permitirse mudarse a Frisco? E incluso siendo un negro rico, no puede, simplemente, cambiar. Todos sus contactos de negocios saben que es negro. Todos sus amigos saben que es negro. Si cambia, todo el mundo pensaría que se avergüenza de quién es."

    Ella asintió y miró a Andre.

    -"Si tuviera dinero para ir a Frisco, Iría a Detroit."

    Andre se rió: "Tú no quieres ir a Detroit. Créeme."

    Nicky se encogió de hombros, feliz de que él estuviera riendo ahora.

    -"No sólo Detroit. Por todos sitios. Halifax. Miami."

    -"Oh," dijo Andre. "¿Sabes lo que cuesta volar a Miami? ¡Unos $10,000!"

    -"¿En serio?"

    -"Sí," dijo Andre. "Mi tía vive allí, me enteré de eso por mi madre. Sólo porque los ricos agotan el combustible de volar por el espacio,

    -¿Cómo voy a pagar esa cantidad de dinero?'"

    Se rieron lo bastante alto como para atraer la atención de los tres charlatanes de al lado. Uno de ellos les dió una mirada de "hablad más bajo".

    -"Hey, Andre," dijo la voz de Simon.

    -"Sí," dijo Andre a su reloj.

    -"Ya hemos terminado aquí." dijo Simon. "¿Cómo váis vosotros?"

    Andre miró a Nicky como diciendo "¿de qué está hablando este tío?

    - "No estamos haciendo nada. Vosotros los entregábais en mano y nosotros vigilabámos."

    -"Ya ya. OK bueno pues contad vuestras unidades y nos encontraremos en casa de Nicky, ¿de acuerdo?"

    -"Sí."

    Nicky dió unos cuantos sorbos más de café y salieron caminando tras coger los abrigos. Andre no tenía abrigo, sólo un jersey de punto.

    - "¿Y si llueve?" preguntó ella señalando a su jersey.

    -"Abriré mi paraguas," dijo él con acento inglés.

    Estaban en mitad de la carretera cuando deacubrieron que no habían nada que contar. Los paraguas se habían acabado.

    Se dirigieron a las escaleras del TrenCeleste. Mientras esperaban en la plataforma, Nicky quiso preguntarle cómo se sentía por la tensión entre los jamaicanos y africanos, pero justo ahora, la cara de André estaba plácida y expectante y ella no quiso remover las aguas.

    -"Sabes," dijo él. "Apuesto que tardaron más entregándolos en mano." sonrió. "Se lo dije a Simon pero no me creyó. El chico piensa que puede encantar el mundo."

    -"¿Ah, sí?" dijo Nicky sonriendo.

    -"Demonios, sí. Es ridículo. La otra noche estábamos trabajando en una obra y un guarda de seguridad nos vió entrar en el callejón, nos gritó y empezó a correr. Metí las latas en la mochila y me alejé caminando rápido y veo que Simon se queda allí de pie, esperando con la sonrisa en la cara."

    Nicky podía imaginarlo.

    -"¿Qué hiciste?"

    -"Le agarré por el pelo y lo saqué a rastras."

    -"¿Se enfadó?"

    -"No cuando vió que el tipo tenía una pistola. Él sabe que no se puede discutir con eso."

    Nicky esperó que fuese un táser pero no preguntó.

    -"¿No hay guardas de seguridad en Detroit?"

    Andre la miró como si estuviera loca.
    -"Pues claro que hay. Por eso tuvo tantos problemas allí, arruinando todos esos anuncios de Ford. Si Paul no hubiera pagado sus fianzas, la furgoneta le hubiera cogido. Seguro. Estarìa trabajando en turnos de 14-horas en alguna tienda en algún lugar mientras hablamos."

    * * * * *
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  2. #32
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Doug (IX)

    (32) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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    ************************************

    Doug (IX)

    El primer sonido que escuchó Doug fue el crujir de la madera. La media luz de la sala en la que estaba le permitía ver una cuantas figuras oscuras pero se las arregló para salir de la hamaca en la que estaba tumbado. Una vez en el suelo, notó que el balanceo sólo provenía de la hamaca. Localizando una fina línea de luz que surgía de la puerta, se abrió camino hasta ella y buscó el pomo al tacto.

    Se abrió hacia una cubierta de popa bajo un cielo azul listado de nubes.

    -"Cielo santo. Todo parece tan real."

    Doug se hizo sombra sobre los ojos por la repentina luz y notó algo extraño con su mano. Antes de que pudiera registrarlo totalmente, vió dos esqueletos tumbados sobre la cubierta, uno mayor que otro.

    -("Bueno, esto es algo terrible."), pensó cerrando la puerta tras él.

    Al sonido de la puerta, la cabeza del esqueleto pequeño giró y chilló horriblemente.

    -"¡Olivia!" dijo el esqueleto mayor incorporándose sobre los codos y apoyándole una mano en el hombro.

    -"No."

    -"Pero es, es... " dijo el pequeño esqueleto señalando a Doug con su diminuta mano huesuda, temblando de terror exagerado. "¡Un esqueleto!"

    Doug miró su cuerpo bastante seguro de que carecía de carne. Dió golpes con su pie huesudo en la cubierta y hacían un sonido cliqueante.

    -("Jesus.")

    -"Esto es que hemos recibido demasiado sol aquí," dijo el esqueleto de Cheryl.

    Su mandíbula oscilaba arriba y abajo con cada palabra, no como una animación sino de un modo más realista.

    -"Parece que has tomado demasiado el sol" dijo Doud, su voz le sonaba totalmente normal.

    Olivia rompió a reir.

    -"Estás gracioso, Papá."

    Doug mirò sus huesos largos y blanqueados. Hizo la ola, aplaudió y luego, hizo la pose de El Corredor. Olivia gritaba por la risa. En mitad de un movimiento de baile, él se tropezó con una tabla suelta y cayó. No sintió dolor hasta que Cheryl gritó.

    ("Hoy es un día de muchos gritos."), pensó Doug mientras se levantaba empujándose con un brazo y gateaba sobre sus pies. El otro brazo se había salido del codo y yacía sobre la cubierta.

    -"Mamá, esto no es real," dijo Olivia.

    Cheryl estaba mirando a Doug a través de los huesos de sus dedos y todo el cuerpo tenso.

    Doug trató de mover el miembro perdido y el hueso saltó por la cubierts como un pez terrorífico. Doug hizo que le diera un pulgar arriba y las manos de Cheryl cayeron lentamente de su cara.

    Él se levantó y recogió su brazo, incapaz de resistirse a saludar a Cheryl con él, que le esperaba con los brazos cruzados.

    -"El hueso de la mano conecta al heso del codo..." cantó él mientras lo colocaba en su sitio y esperaba lo mejor.

    Un fantasma pequeñito con maletín de doctor apareció y le echó un vistazo al brazo, lo examinó y dijo: "$75."

    Absorto, Doug asintió. El Doctor abrió su maletín y se puso a trabajar. Un segundo después de zumbante actividad, el Doctor osciló el dedo hacia él y desapareció.

    -"¿A qué estás asintiendo, Doug?" preguntó Cheryl ansiosamente.

    -"A nada, nada," dijo Doud mientras movía el brazo. "Como nuevo. Chico, menudo barco tenemos, ¿eh?"

    Caminó hasta el borde de la cubierta y miró por encima, observando la olas ondular y brillar. Estaba impresionado con el nivel de aleatoriedad, que era también evidente en las velas que se sacudían por encima.

    Trató de recordar los términos náuticos que había aprendido de pequeño en las simulaciones navales.

    ("¿Cuál era babor y cuál estribor?"), no pudo acordarse así que, señaló a la copa que encumbraba uno de los masivos mástiles.

    -"Ése es el nido del cuervo. Es donde se quedaba el vigía para anunciar tierra."

    Paseó hacia el frontal del barco con las manos estrechadas a la espalda. Sin mirar, se giró hacia su hija, que estaba cerca de sus talones golpeándose la barbilla con el dedo.

    - "Me pregunto si esa sirena aún está atada al frontal del barco?"

    -"¡Sirena!" dijo Olivia.

    Ella se inclinó sobre el borde, Cheryl corrió para cogerla por la muñeca mirando a Doug con dos agujeros negros.

    -"¡Hey, hay una sirena allí! Aunque es de madera." miró a su padre. "¿cómo lo sabías?"

    -"Oh, tu papá sabe un par de cosas sobre barcos," dijo Doud fingiendo el pavoneo de un capitán. "Me voy a mi puesto," dijo caminando hacia una pequeña cabina que contenía el timón.

    -"¿Podemos nadar luego?" le preguntó Olivia a Cheryl.

    Doug miró atrás...Cheryl ya estaba negando con el cráneo. Él quedó aliviado, había algo con el agua que le aterrorizaba. No había forma de que hubieran programado un entorno tan infinito. Estaba seguro de que cualquier persona que cayera dentro de esa aleatoriedad nunca sería encontrada de nuevo.

    -"Seguramente hay tiburones," dijo Cheryl.

    La cabina tenía escaleras que conducían abajo. Había un olor almizclado bajo la cubierta que Doug apreciaba incluso sin nariz de igual modo que veía una lámpara de aceite sin la ventaja de globos oculares.

    -"Los tiburones no comen esqueletos," se burló Olivia.

    Doug encendió la lámpara y abrió las trampillas del techo para que entrase luz. Se sentó al escritorio poniendo los pies huesudos sobre la mesa.

    Cheryl emitió un sonido de asombro. Había visto un gran libro forrado en cuero y lo abrió.

    -"Ése es el diario del Capitán," dijo Doud, "y yo soy..."

    -"Shh," dijo Cheryl. "28 de Marzo, 2036: La familia Patterson, Doug, Cheryl, y Olivia, están en el final de su largo viaje hacia Frisco. Dentro de cuatro horas llegarán a puerto."

    -"Cuatro horas," se quejó Olivia. "Buu."

    Ella se alejó caminado del escritorio y gravitó por un gran espejo oval adornado con marco de plata.

    -"Oh, hay algo apareciendo," dijo Cheryl.

    Un sonido de arañazos surgía del libro.

    -"Olivia descubrió el espejo mágico."

    -"¡Tengo piel!" dijo ella.

    El pequeño esqueleto estaba inclinando el espejo así y asá.

    Doug y Cheryl fueron hacia el espejo y comprobaron que el reflejo mostraba a los tres como seres humanos andróginos de pelo rubio y vestidos con monos blancos.

    -"¿De qué te ries?" dijo la andrógina Cheryl. "Tú estás igual de raro."

    -"Se mira la parte que quieres cambiar," dijo Olivia. "Mirad a vuestros ojos."

    Ellos lo hicieron y mientras Olivia inclinaba el espejo, los iris cambiaban de azul a blanco y negro carbón. Doug se apartó del espejo y los dos esqueletos le miraron.

    Doug bajó la vista hacia sus brazos andróginos.

    -"¿Aún tengo los ojos negros?"

    Los esqueletos le examinaron y asintieron, volviendo rápidamente al espejo. Doug volvió al escritorio y se sentó, disfrutando del sentimiento de la carne de nuevo sobre sus huesos. Hojeó el diario del Capitán pero al no encontrar nada nuevo, subió las escaleras.

    No había gran cosa en la pequeña cabina salvo el timón así que, salió a la cubierta y observó el horizonte. Era un poco ondulante por el calor pero no había indicios de tierra. Tampoco le importó. Se inclinó sobre la barandilla y alzó la vista al cielo, disfrutándolo aún más por lo diferente que sería si hubieran venido con un paquete Bronce o Plata. Los espacios muertos no esenciales como el cielo estarían cubiertos de anuncios comerciales...las nubes, al menos, serían logos. La audible agitación realista del agua sería reemplazada con fragmentos de nuevas canciones pop.

    Respiró el aire salino con satisfacción, relajado como no lo había estado en semanas. Meses. Sintió que algo se derretía dentro de su pecho.

    -"¿De que te ries?" preguntó Cheryl al salir.

    -"De esas mejillas."

    Cheryl las tocó auto-conscientemente.

    - "Siento que voy a probar algo diferente. Normalmente me cambiaría el estilo del pelo pero quiero a mi pelo tal como es."

    -"Igual que yo," dijo Doud y se inclinó para besarla.

    Cheryl se inclinó poniendo distancia.

    - "Eeee."

    -"¿Qué quieres decir con eeee?"

    Cheryl le empujó hacia la escalera.

    - "Es como besar a Undra Massimos. Ves a ponerte algo más Doug."

    -"Creí que querías probar algo nuevo." dijo cogiéndola por la cintura y acercándola.

    Ella le esquivó.

    -"¡No...así de... nuevo!" dijo ella.

    Doug levantó las manos en señal de rendición y bajó por la escalera.

    ("No así de nuevo"), pensó Doug cariñosamente. ("Así es Cheryl hasta la T. Todas las opciones del mundo y ella elige esas mejillas.")

    -"OK, ¡he terminado!" dijo una diminuta mujer india con traje de danza del vientre.

    Iluminó a Doug con una brilliante sonrisa blanca cuando pasaba a su lado. Aturdido, él la observó subir la escalera y vió que Olivia tenía la misma estatura que antes pero con una dotación alarmantemente madura. Sin palabras, apartó la mirada y se dejó caer en la silla del Capitán.

    Oyó el disgusto de Cheryl con alivio, feliz de que uno de ellos fuera capaz de reaccionar. Los gritos vagaron por todo el barco.

    ("Gracias a dios que ella actua tan conservadora como yo.")

    Se levanto y caminó hacia el espejo, haciendo muecas al andrógino de quijada blanda del espejo.

    ("Puedo mirar a cualquier sitio que quiera cambiar. Debo ser un buen ejemplo para Olivia en este asunto.")

    Lo moderno ganó, aunque sólo por defecto; y él empezó por sus dedos, dándose las mismas manos de pianista que nunca había aplicado a ese arte.

    Minutos después, lo puso todo al estilo Doug salvo el pelo. Había miles de longitudes y variaciones de color pero iban desde el corte cepillo hasta totalmente calvo. Nada por en medio. Buscó otros estilos que fueran conspícuos por su ausencia. Los peinados morenos saltaban desde un corto estilo afro hasta una melena masivamente cómica, especialmente diseñada para gente blanca en las fiestas. Doug decidió que lo que no podía llevar era la bien mantenida pero larga melena afro preferida por los africanos.

    Era curioso que los rebeldes locales como los Palancas Inofensivas ya se habían convertido en héroes mientras que sus aliados extranjeros era aún terroristas inmencionables.

    Se sentó frente al espejo como un hombre calvo durante unos minutos. Parecía que le habían rapado la orla de monje en señal de vergüenza. No le pareció bien así que, con un suspiro, escogió el pelo largo.

    Subió la escalera y fue a buscar al resto. El sol empezaba a ponerse. Encontró a Cheryl sentada sobre un gran montón de sacos blancos al lado de proa.

    -"¿Es ese Doug bajo todo ese pelo?" dijo ella palmeando el lugar a su lado.

    Doug miró los sacos sntes de sentarse. Había pintura gastada en ellos que decía: "Harina sin Refinar de Samuelson".

    -"Mmmm, mmm. La cena está servida."

    Cheryl se frotó la cabeza llena de pelo.

    -"Nop, No me gusta. Apariencia muy anti-Doug. ¿Crees que hay tijeras en este barco?"

    -"Lo dudo," dijo él consciente de tono neutro.

    Ella bajó la vista hacia los sacos de harina.

    -"¿Tienes hambre, Olivia?" gritó Cheryl al cielo.

    -"No," la brusca respuesta llegó desde el nido del cuervo.

    -"Tampoco es que haya comida aquí," dijo Cheryl con voz más animada.

    Doug reconoció aquéllo como una de las veces que Cheryl les mantenía a todos a flote y decidió ponérselo a ella más fácil. Apoyó la cabeza en su regazo y se estiró sobre los sacos de harina.

    -"Voy a cerrar los ojos un rato, Cher."

    -"¿Por cuánto rato?" vino la voz del nido del cuervo.

    Doug comprobó su reloj.

    -"Unas horas más, cariño," dijo él.

    -"Tienes mucho tiempo para escoger algo que llevar,". canturreó Cheryl a Olivia.

    No hubo respuesta.

    -"No vamos a dejar este barco contigo llevando esa pinta,"
    dijo Cheryl como una afirmación constatada, rascando el cuello de Doug.

    Doug cerró los ojos confiando en que la marea le ayudaría a solucionar su enmarañada bola de sentimientos, liberar los hilos de gratitud de los de la ansiedad.

    Abrió los ojos. Cheryl había encontrado su propio sitio en los sacos de harina y cuando él se sentó vió el brillo de sus ojos en la oscuridad.

    Ella se sentó también.

    -"En verdad que no se puede dormir," dijo ella claramente sorprendida. "Recuerdo haber oído eso y pensar: Ya, claro. Sólo espera hasta que tenga un día en el que esté corriendo por ahí todo el tiempo, recogiendo a Olivia, cocinando..." Se detuvo. "Es extraño."

    Él la envolvió con el brazo.

    -"Ya nos acostumbraremos," dijo él sintiéndose recargado y fuerte de nuevo.

    Se levantó, tomó la mano de Cheryl y caminaron juntos por el borde del barco. La luna y las estrellas eran cosas espectaculares, ligeramente mayores que en la vida. Cada cráter era distinto. Doug se preguntó si habían puesto el cartel en la Luna, ¿la Luna de Frisco también lo tendría?.

    Cheryl notó hacia donde miraba y dijo.

    -"Un tiempo atrás tuve una pesadilla en la que Frisco era todo dibujos animados. La Luna tenía esa cara realmente fea, esa cara de queso verde." Ella se rió.

    -"¿Estabas preocupada por Frisco?"

    Esto era difícil de absorber. Él siempre había asumido que ella, como todo el mundo, estaba emocionada por la mudanza.

    -"No preocupada" dijo ella. "Sólo un poco...no lo sé. Es un gran ajuste. Una nueva fase en la historia humana y todo eso."

    * * * * *
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  3. #33
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Doug (IX) (Continuación)

    (33) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Doug (IX) (Continuación)

    Doug asintió vagamente, recordando que el alto concepto de la mejora se había sedimentado sobre mensajes graduales de marketing... tratos especiales, niveles financieros bajos, nuevas características, más opciones. Él mismo no había considerado, en realidad, lo que sería desde entonces. Incluso cuando la posibilidad había caído sobre él, aún podía perderla y destruir las expectativas de su familia en el proceso, él no había estado visualizando el cuadro entero. Sobre este barco, los últimos meses parecían manchar de gris una juerga innecesaria de aterrorizada autocompansión. Doug estaba sorprendido y decepcionado de sí mismo.

    -"Quiero decir. . . se acabó el dormir. Se acabó esperar a que salga Flo antes de poder jugar," continuó Cheryl.

    -"Ah, Flo, Ni siquiera me despedí." dijo Doud.

    No echaría de menos el periodo de su esposa pero echaría de menos su indigesto y tímido apodo; y lo hambrienta de sexo que ella estaba después.

    -"¿Que es lo estás deseando aquí?", dijo Cheryl immediatamente. "Trabajar. Salir de casa y entrar en el mundo real. No puedo esperar."

    -"¿En serio?" dijo Doud sorprendido por su vehemencia.

    -"Oh cariño," dijo ella. "Estaba tan aburrida. ¿Te acuerdas de ese día en el centro comercial? ¿cuando estabas contándome ese sin sentido del paquete Plata? Estuve a punto de volverme loca. He estado bastante poco con Olivia, también, el último ratito." le miró culpablemente. "He estado actuando ausente en general."

    Él le peinó el cabello recordando la útima vez que tuvieron sexo...pensó que ella parecía más dura, menos lúdica de lo normal.

    -"Bueno. me alegro de oirte decir eso. Creí que era yo."

    -"Lo siento," dijo ella apretando la cara en el pecho de Doug.

    -"No lo sientas." dijo Doud deseando.poder confesar también.

    Se sentaron allí, meciéndose hacia atrás y adelante.

    -"Ésto es raro," dijo Cheryl. "Estoy llorando pero no estoy abochornada." Se secó los ojos. "¿Hinchada?"

    Doug miró.

    -"Nop."

    -"¿Crees que Olivia se instalará aquí?" dijo su esposa.

    Doug percibió por el tono de su voz que Cheryl consideraba la desobediencia de Olivia su fracaso como madre. Su miedo y culpabilidad le impedían pensar con lucidez, creativamente.

    Pero él era capaz de éso. Doug miró por el lado del barco. Ligeras curvas de luz centelleaban sobre la superficie. Parecía que se movían más rápido, que daba un sentido de urgencia al problema.

    -"¿Porque escogió ese cuerpo, crees tú?"

    -"Es por ese estúpido vídeo," dijo Cheryl. "Por Pole Position. Había una parte donde el cantante entraba en él con una bailarina del vientre. ¿Bailame Todo? Algo así. Estaba haciendo la cena la semana pasada y ella lo vió, al menos, una docena de veces. Sabía que debería haberle dicho algo."

    -"Hmm," dijo Doud empezando a sonreir.

    -"No es gracioso, Doug," dijo Cheryl. "Estamos en un lugar totalmente diferente. Nadie nos conoce. Ella parece tan diferente...¡nadie diría siquiera que somos una familia!"

    -"Yo sé lo que hacer," dijo él.

    Minutos después de ponerse de acuerdo, se dirigieron a la base del nido del cuervo.

    -"Olivia," dijo Doud.

    -"Qué."

    -"Sabes que tu físico no es apropiado para una chica de tu edad y tamaño," dijo él con voz razonable.
    Hubo una pausa.

    -"Y qué."

    -"Que tu madre y yo creemos que no deberías empezar en tu nueva escuela con un cuerpo así. Además de que los chicos se reirán de tí."

    -"Me dan igual los chicos estúpidos."


    -"También está el hecho de que tu madre está preocupada de que la gente no piense que somos una familia porque no te pareces en absoluto."

    No hubo respuesta.

    Doug continuó.

    -"Todo lo que queremos que hagas es que tengas un cuerpo que sea normal para una chica de tu edad. En tu 15° cumpleaños te dejaremos llevar los pechos que quieras."

    -"¡15!" llegó la réplica burlona del nido del cuervo. "¡Faltan seis años! ¿Y si las chicas de mi edad ya tienen pechos grandes?"

    Doug miró a Olivia.

    -"Bueno, si más de la mitad de tu clase tiene...ese tipo de cuerpo, entonces vale. Simplemente no queremos que vayas en tu primer día así."

    Hubo silencio. Luego: -"10."

    -"14."

    -"12."

    -"13. Y ése es el tope, Olivia."

    Hubo silencio y and Doug estaba satisfecho. Él empezarìa extra alto, sabiendo que ella era la hija de su padre. 13 era normal, de todos modos. Segundos después, Olivia bajó sin mirarles y fue bajo la cubierta.

    Cuando regresó, tenía el físico de una niña de nueve años. El disfraz de bailarina del vientre había encogido apropiadamente.

    -"Los sentía raros, de todas formas," dijo ella desafiante.

    -"Aún es... " Cheryl hizo un gesto hacia la cara de Olivia que comunicaba el color de piel.

    Sin responder, Doug llevó a Cheryl abajo al espejo y se hicieron algunos ajustes ellos mismos. Cuando salieron, Olivia estaba de rodillas sobre los sacos de harina, mirando el amanecer por un telescopio. Parecía una niña de nuevo, con una mirada desinteresada que evitaba mirarles deliberadamente.

    Ella hizo una toma doble.

    -"Pensé que era una mulata al principio," dijo ella. "Bueno, ahora sabrán que somos una familia."

    Doug puso su brazo marrón indú al lado del de Olivia.

    -"Coincidencia perfecta."

    -"¿De dónde has sacado el telescopio?" preguntó Cheryl.

    -"Estaba en el nido del cuervo," dijo ella, sopesándolo. Apoyó las piernas sobre los sacos, perfectamente plácida. Doug sintió un brote de orgullo: aún tenía el don para resolver problemas creativos. El arte de comprometerse y mantener feliz al cliente.

    -"Apesta un poco," dijo Olivia entregándoselo a su madre. "Ni siquiera amplìa la imagen."

    Cheryl lo miró desde un sentido y luego, desde el otro. Giró el extremo.

    Doug observó a su esposa en el sol, su pelo negro y su piel marrón brillaban.

    -"Creo que veo algo," dijo Cheryl. "Tierra."

    * * * * *

    El tranvía campanilleó y se lanzó hacia adelante sacándolos de los muelles. Doug echó una mirada atrás hacia su barco y apreció la majestuosidad entre todas las chalupas y lanchas ammarradas allì. El hombre de cuello de buey que lo había amarrado le había felicitado pese a que llegaban inmigrantes Oro durante todo el día.

    Mientras empezaban una estrecha colina alineada con casas y tiendas, un guía turístico permanecìa de pie en el pasillo.

    -"Bueno," dijo, "parece que tenemos hoy muchos amigos Plata... ¿Todos venís mediante paquetes grátis?" Un par asintieron. "Bien por vosotros, una compra increíble."

    El guía turístico era un imponente gordo de mejillas rojas. La colección de pasajeros estrellas de cine parecían incómodos...demasiado emocionados por su nueva belleza, demasiado atentos al personaje del guía. Doug miró a su familia y pensó que destscaban de los tipos Plata por su recato en la elección de apariencia.

    -"¡Bienvenidos. ..a. ..Frisco!" dijo el guía turístico grandilocuentemente y hubo una explosión de aplausos. "La mayoría de vosotros sabe que fue creado como medida de emergencia tras los terremiotos pero desde esa época ha habido incontables trillones de dólares invertidos en él para asegurar que tiene la mejor realidad que el dinero puede comprar."

    Un tipo sentado delante de Doug soltó una carcajada al ver algo fuera de la ventana. El guía turístico lo notó y sonrió.

    -"Aquellos de vosotros con paquetes Oro o Platino tenéis relojes con un botón lateral. Si os gustan los anuncios, como a este hombre, podéis girarlo hacia la izquierda y ver lo que ve la gente de Plata y Bronce."

    Doug lo hizo y las ventanas de las pintorescas casas mostraban un anuncio de Budweiser diminuto de tres segundos de una rubia dando un exprimiendo el trasero de un gordo. Doug miró al guía turístico y vió que su uniforme oscuro formal era un montaje multicolor de docenas de logos.

    El tranvía estaba en la cresta de la colina.

    -"Un experimento sin igual en la sinergia corporativa, Frisco es una colección de nodos diferentes sólo limitados por la imaginación."

    Desde aquél punto aventajado, Frisco yacía ante ellos como un colorido paraiso de colinas, un El Dorado con el puente Golden Gate, al fín, dorado.

    Doug trató de recordar las últimas imágenes que había visto de San
    Francisco, algunos noticias sobre cómo los nuevos servidores de Usted que se construían en la ciudad en ruinas eran capaces de resistir movimientos tectónicos y cualquier otro truco desagradable de la Madre Naturaleza.

    -"Estas unidades podían caer al mar y seguir on-line," había dicho el técnico y Doug recordó su mandíbula golpeada y el abollado casco como el de un bombero; por alguna razón, con el mismo siniestro heroismo...pero no recordaba las imágenes de la ciudad tras él. Las imágenes de Frisco habían suplantado a las de San Francisco en la consciencia pública. Como cuandp la hija de una estrella de cine se hace más popular que su madre...fama, libre de pudge o envejecimiento.

    Había dos o tres dead ringers por estrellas de cine en torno a Doug.

    - "¿No es ésa Kathleen Depp?" le murmuró a su esposa y ella le dió un codazo.

    Ella siempre encontraba de mal gusto señalar el mal gusto. Ambas, ella y Olivia, miraban obedientemente por la ventana.

    -"Allí está la iglesia que vimos," dijo ella a Olivia, señalando la misteriosa estructura blanca. No tenía cruz pero no había error de su significancia.

    Cuando los jadeos y frotados de nuca de los pasajeros del tranvía disminuyeron, el guía turístico golpeó una palanca y el tranvía continuó su camino.

    Volviendo la vista a la ventana frontal, continuó su discurso: "Esta es la Calle Nuevo Castro," dijo y el tranvía ganó velocidad como en una montaña rusa.

    Esta parte de la ciudad estaba llena de vida, a diferencia de las fachadas de las tiendas camimo arriba. Había gente paseando por las aceras, mirando menus delante de restaurantes, curioseando los escaparates de las tiendas repletas de ropa. Doug notó que los maniquís eran iguales que en la vida real, a pesar de que allí se podía crear tan fácilmente uno viviente como uno de cara vacía.

    Suspiros de horror y dedos señalando atrajeron su atención hacia un anciano que luchaba por cruzar la calle directamente delante del tranvía. Al fín, comprendió, el guía turístico miró alrededor y saltó a la acción. Si cuerpo se estiraba mientras goleaba la palanca de parada y hubo un terrible rechinar mientras el tranvía frenaba.

    Doug lo observó con un interés profesional...las gafas del anciano estampándose contra la ventana del tranvia, la mirada agonizante del guía turístico, los nudillos blancos de la estrella de cine falsa delante suya.

    Olivia le miró mareada y aburrida. Cheryl, mientras tanto, apartó la mirada del anciano y se lamió el labio mirando a Doug. Doug
    comprobó sus relojes. Olivia, como él, tenían los relojes configurados en Bronce mientras que Cheryl estaba en Oro. Doug giró su botón.

    "...creme brulee." estaba diciendo el guía turístico, todo rastro de agonía había desaparecido de su cara. "Los mejores chefs del mundo. Sólo porque no necesita comer no significa que no pueda regalarse un banquete." El anciano no se encontraba ya a la vista.

    Doug miró a lo que el guía turístico estaba asintiendo. Era un restaurante de bastante buena apariencia con un pequeño letrero: el Festín de Midas. Los pasajeros delante de Doug se estaban riendo de nuevo y él puso el reloj a Bronce. Un club fue reemplazado por una tienda de lotería...

    ("¡Sáquele una Loto más a la Vida!")

    ...y el anciano reapareció más adelante atendido por bonitas enfermeras que le habían puesto un catéter de Coca-Cola en el brazo. Había un pequeño helicóptero blanco en la carretera con las aspas girando lentamente

    Le llevaron caminando hasta un lado de la carretera y antes de regresar a su cóptero uno de ellas le puso un par de gafas de Piedra De Riñón en la cara para reemplazar las antiguas.El guía turístico sakudó a las enfermeras cuando despegaron y puso el tranvía en marcha de nuevo. Cuando pasaron rodando por el anciano, le saludó.

    -"¿Porqué le están saludando?," decía Olivia indignada. "¡Si no es real!

    -"¿Quién no es real, cariño?" preguntó Cheryl mirando alrededor.

    -"La gente Bronce recibe un anuncio para mirones," resumió Doug.

    -"Ah," dijo Cheryl sin interés. "Deberíamos acordarnos de dónde está este restaurante, cariño."

    Doug asintió, sorprendido de que su esposa aún pensara geográficamente. Se giró hacia Olivia.

    -"¿Cuándo supiste que era un anuncio?"

    -"Justo cuando lo ví," dijo Olivia abriendo y cerrando su telescopio. "¿Porqué iba alguien a andar así?
    Aquí no hay gente vieja."

    Doug asintió, orgulloso. El desprecio por los anuncios de pacotilla y la gente que se los tragaba enteros eran la semilla de una carrera en marketing.

    ("Mucho más estable que la caza de tendencias.") pensó mientras la ansiedad de volver al trabajo le sorbía el cerebro.

    Al menos, Chan ya no podía burlarse de edad. Pero incluso sin estómago, aún sentía que las mariposas empezaban a revolotear.

    -"Teletraspórtese a un restaurante como Lucky y podrá cenar con Mafioso justo antes de que empiece la guerra de tartas...y apueste qué banda ganará." estaba diciendo el guía turístico cuando el tranvía rodó pasando un cartel luminoso.

    Dos hombres con sobrero salieron de un Viejomóbil negro y entraron. El último llevaba un estuche de violín y les disparó una oscura mirada justo antes de entrar en el restaurante.

    -"Ésto me recuerda a algo..." dijo Cheryl. "...Disneylandia."

    -"Bueno, yo no podría saberlo," se quejó Olivia.

    La culpabilidad se filtró por la cara de Cheryl. El pasado año, cuando Paula, la amiga de Olivia, se fue allí, ellos no podían permitírse enviarla.

    Doug sonrió. "¿Prefieres ir de visita allí o vivir aquí?"

    -"Ambos," dijo Olivia.

    Doug sonrió y alborotó el pelo de Olivia.

    -"Pide lo imposible, negocia a partir de ahí." le dijo él.

    Segundos después, Olivia giró la cabeza y escuchó algo que Doug no podía ver. Él pasó a Bronce y una pequeña niña con coletas y pantalones cortos apareció en el pasillo.

    -"...Además, la Disneylandia de Frisco tiene bueno-bueno-bueno tántas bonitas actuaciones como las de Pole Position y Underwhere," estaba diciendo con ojis brillantea de emoción, su piel era tan oscura.como la de Olivia. Ella no miró a Doug.

    ("Ah mierda"), pensó él sorprendido de lo rápido que eran los capta-drones en localizar palabras clave como Disneylandia.

    ("Tengo que hacer algo rápido o nunca oiré el final de ésto.")

    -"¿No es bonito, Cheryl? Olivia tiene una amiga imaginaria."

    Olivia lo oyó pero no reconoció tal hecho.

    -"Pensé que hablar con gente falsa era bobo," dijo él con ligereza con una mueca.

    Ella giró el botón a Oro dándole una mirada de molestia.

    El guía turístico acababa de señalar el zoo de mascotas y el Mundo de la Ciencia.

    -"Y ésto es sólo un aperitivo de las atracciones en Frisco," dijo él echando el freno. "Podéis salir aquí o continuar hasta los distritos residenciales y de negocios. Recordad, aquellos de vosotros con paquetes que permiten el portado podéis simplemente decirle a vuestro reloj el destino."

    Algunos salieron y Olivia se estiró en el asiento. Una pareja se consultaron el uno al otro y luego desaparcieron. Era menos desconcertante de lo que Doug había inaginado. Más gente subió y Olivia tuvo que dejar espacio.

    -"¿Porqué no se teletrasportan allí, simplemente?" preguntó a Cheryl en un susurro.

    -"Soko tienen algunos portes al día," respondió murmurando Cheryl.

    -"Todos a bordo" dijo el regordete guía turístico acomodándose en el asiento del conductor y agarrando la palanca.

    Con un "clang" y "yank", el tranvía aceleró y el entorno se volvió un borrón de rayas de luz y color. Doug apreciaba el hecho de que ésto transmitía un sentido de la cantidad de lugares y cosas emocionantes que hacer sin tener, realmente, que crearlas.

    Los colores se diluían lentamente mientras el tranvía. se detenía en el distrito de negocios. A diferencia de la calle Nuevo Castro, este lugar sólo tenía unas cuantas personas caminando entre edificios que se estiraban hacia el cielo más alto de lo que el ojo podía ver. Doug supuso que la mayoría de la gente que venía aquí se portaba de lugar a lugar.

    -"Éste es el distrito de negocios," dijo el guía turístico.

    -"Os veo a las dos esta noche," dijo Doud rozando mejillas extrañas con sus labios camino a la salida.

    Otro hombre, vestido mucho más apropiadamente que Doug, salió delante de él. Doug, deseando no haber llevado un atuendo casual, caminó por la acera y miró atrás cómo su familia le observaba.
    Sonriendo, alzó una mano de despedida y caminó con propósito en la misma dirección del otro hombre hasta que el tranvía se había desvanecido de la vista.

    Su sonrisa cayó y le preguntó una dirección al hombre a su lado.

    * * * * *
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  4. #34
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    (34) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Eileen (VIII)

    El conector espinal de Eileen le picaba pero ella resistió la urgencia de rascárselo y mantuvo las manos en el volante. El traje no estaba hecho para sentarse... correr, sí; saltar, seguro, pero algo en el ángulo al sentarse estiraba el material de forma incómoda. Ella no quiso tocsrlo y arriesgarse a desconectarlo. Sospechaba que la desconexión súbita del flujo de drogas y electricidad prodría matarla.

    ("¿Qué pasará cuando encuentre a Jeremy?")

    Se movió en el asiento y trató de pensar en otras cosas.

    Aunque al principio estaba un poco nerviosa de conducir, había estado bien desde que había seguido la furgoneta de Usted por la autopista. Estaba bastante relajada. Había pasado una década, al menos, desde que se encontró frente al volante por última vez.

    ("¿Como era esa canción? ¡Nunca-se-olvida, cómo-conducir!" Algo así.")

    Conduciendo por la autopista, casi deseó que la furgoneta de Usted acelerara un poco. ni siquiera cambiaba de carril. Basado en su regularidad, su traje eataba ahora 90% seguro de que era autopilotada, lo que tenía sentido. Pasó bajo otro peaje preguntándose si la cámara que le cobraría a la dueña del vehículo también mantendría el registro de la localización de Eileen.

    ("Nada como conducir con música."),

    Pensó por un segundo hacer que el traje le pinchara alguna canción pero no pudo recordar ninguna específica. La camioneta tenía radio así que, la encendió y la puso a buscar emisoras. Se paró en una de canciones antiguas que tocaba una que le sonaba familiar y la bloqueó. No sabía el nombre de la banda pero le gustaban las guitarras.

    ("Se oyen con tan poca frecuencia estos días. ¿Cuál era esa banda que Jeremy solía escuchar? ¿Clon Dron? Sonaba como cuernos vikingos, tan negativa...")

    Resolvió que una vez lo trajese de vuelta le mostraría tipos diferentes de müsica. Jungla de Balasperdidas, por ejempko, la banda sonora de su juventud. Aunque cuando su padre había sacado sus viejos CDs y le había mostrado las fotos arrugadas y amarillentas de conciertos punk, era todo en vano. A ella no le podía importar menos.

    La furgoneta de Usted hacía camino hacia la rampa de salida y
    Eileen se sorprendió de descubrir que ya estaban en New West. Había buscado casas aquí hace años pero le había parecido demasiado lejos por aquel tiempo, demasiado suburbano. Aunque, ciertamente, había crecido de forma agradable con muchas tiendas por las calles y comunidades de buen aspecto y con poco tráfico. Se preguntó si había cometido un error al comprar esa propiedad en la ciudad, quizá Jeremy hubiera conocido a chicos diferentes en vez de esos jugadores online...

    Escuchó un golpeteo metálico desde atrás. Mientras se aplicaba una dosis de adrenalpro y aceleraba al 500%, su traje le informó que se vehículo había sido disparado 18 veces desde un helicóptero en rápida aproximación. Había miy poco tráfico en la carretera, cosa que Eileen agradecía. Abrió la puerta y se colgó de ella viendo cómo aparecían en la ventana de la cabina flores de impacto de bala que caían a sus pies en el suelo de la camioneta. Se estaba moviendo muy rápido, de modo que el traje tomó el control de los impulsos nerviosos de los músculos de la pierna apropiada

    Había empezado un pequeño incendio en la cabina y para cuando soltó la puerta, una nube negra rizaba el asiento de plástico. Tenía sus piernas aceleradas un poco. Eran borrosas como si estuviera montada en una alfombra mágica. Corrió frente a la camioneta hacia el carril por donde había entrado la furgoneta de Usted.

    El traje le suminstraba las imáenes del cóptero por detrás que aún disparaba a la camioneta con ráfagas de ametralladora. El logo de Ford tenía un emblema al ladi del anuncio de un jokey sobre el nuevo paquete de seguridad: ¿Le han robado el coche Ford últimamente?

    Supuso que tendría suerte si no era uno de esos nuevos freelancers: no habrían enviaro un pájaro remoto, no habrían malgastado balas en el suelo de la camioneta.

    Manteniendo la posición de la furgoneta, fue capaz de reducir lo bastante para tomar control manual de sus piernas. Oyó el crujido y, luego, la explosión de la camioneta. Confió en que no hubiera nadie cerca aunque eso era preocupación, realmente, del hekicópotero.

    Se concentró en la furgoneta que hacía un giro en una calle bastante transitada. Le pidió al trajec la proximidad de cualquier oficina de Usted y le indicó que había una algunos bloques más allá. No valía la pena ir por los techos de los edificios así quez, zigzagueó por las calles. No podía evitar ser vista, no a plena luz del día y en una calle llena de compradores como ésta, pero moviéndose erráticamente podía evitar ser vista dos veces. Era un procedimiento de emergencia del entrenamiento que había recibido: la gente querrá creer que están viendo ilusiones.

    Lo estaba haciendo bien hasta que vió el indicador de energía baja parpadear. Entonces se detuvo y observó el pequeño icono de una batería hueca centelleando en la esquina de su visual.

    Un chico joven con gafas de francotirador la señaló a sus amigos y ella empezó a correr con piernas torpes al no estar en automático.

    La fuente de energía era baja. Peligrosamente baja y el traje no funcionaba con pilas. Ella era la fuente de energía. Casi había usado su marchito cuerpo del todo.

    ("¿Cuánto tiempo hasta que...?")

    No pudo preguntar al traje. Su manual de operaciones no tenía descrito ningún icono de energía. Era algo que los agentes jóvenes no necesitaban saber. Se obligó a concentrarse, a seguir en movimiento, ampliando la imagen del callejón en el que la furgoneta estaba entrando ahora marcha atrás con el continuo biip, biip, biip.

    Este callejón tenía un pequeño rellano casi imperceptible salvo por una pirámide de cajas. Las cajas de Usted, le dijo el traje, eran del mismo tamaño y color que las que ella había visto anteriormente. La oficina de The New West era muy similar a la oficina de Vancouver, con diferentes ladrillos adosados a sus vecinos. Ella pensó que los representantes, que estaban asintiendo animadamente a los clientes, tenían diferente estilo de peinado pero no quiso preguntar al traje una comparación.

    Por la calle había una alcoba con una puerta negra y un pequeño letrero la identificaba como un portal de juegos conectado a Frisco. Se detuvo en ella para atraer menos la atención. Las rampas de la furgoneta salieron bloqueando la vista del callejón. Eileen revisó sus opciones: aquello era, obviamente, otra recogida y ella necesitaba conservar su energía. No podía seguirla a pie. No podía robar otro coche sin un gasto considerable de recursos.

    ("¡Céntrate! Eileen, so boba vieja, ¡céntrate!")

    Las rampas volvían adentro y la furgoneta puso el motor en marcha.

    ("No puedo perder el objetivo.")

    Eileen esperó hasta que las ruedas empezaran a acelerar. Una vez que se había despejado el callejón, saltó sobre su parachoques y escaneó las puertas traseras en busca de una grieta.

    ("Nada.")

    Escaneó de nuevo aumentado la imagen.


    ("Nada. Literalmente nada")

    No había puertas. Las grietas aparentes en el metal blanco sólo tenían un centímetro de profundidad.

    Eileen se subió al techo, se tumbó mirando hacia el cielo y pensó que estaba a punto de morir.

    La pequeña batería parpadeaba incluso con los ojos cerrados.

    * * * * *

    La señal de aviso no le llegó a Paul en forma de un icono de batería. Supuso que era algún flotador digital en su extremo. Él estaba, después de todo, observando el progreso de Eileen en la superficie de una piscina de agua. Al otro extremo, la gente paseaba por el jardín de la iglesia meditabunda y serena.

    La señal de aviso de Paul llegó cuando la furgoneta de Usted entró en la rampa de autopista hacia Vancouver, Paul sintió un nudo en el estómago.

    ("Simplemente, está transportando entre las dos oficinas.")

    Abrió una conexión.

    -"Aquí Paul. Mira, es como sospechábamos...la furgoneta es un señuelo."

    -"Hooolaaa Paaaaul," dijo Eileen.

    Si no supiera que ella estaba tumbada sobre el techo de la furgoneta, habría pensado que estaba borracha.

    -"Lo siento," continuó ella más normal. "Es que había reducido velocidad para conservar energía. Tu información no resutó ser muy buena."

    -"Lo sé, lo sé pero teníamos que seguir hasta saberlo con seguridad. Voy a compensarte ésto, Eileen. He recibido una buena pista sobre el escondite," mintió, "Pero necesito algo de tiempo para comprobarlo. ¿Hay algún lugar donde puedas ir mientras tanto?"

    Hubo un sonido extraño.

    - "Oh, claro..." dijo ella haciendo el sonido extraño de nuevo.

    Paul percibió que la risa de ella sonaba extraña por el filtro digital del traje.

    -"Vale, estupendo Eileen," dijo él. "Aguanta firme." esperó un segundo pero ella no dijo nada más. "Hablaremos pronto."

    Él desconectó. Ella sonaba enferma.

    - "Mierda," siseó él y un transeunte vestido de monje alzó una ceja.

    * * * * *
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  5. #35
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Paul (VI)

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    ************************************

    Paul (VI)

    -"Lo siento," dijo Paul incluso aunque estaba bastante seguro de que el monje era parte del decorado. Mientras veía la figura alejarse con las manos a la espalda, su pelo le hizo pensar en Doug.

    ("¿Porqué había ido a la oficina de Usted y se había marchado después? ¿Vió algo allí dentro que lo asustó?)

    Nunca hubiera imaginado que Doug dejara pasar una oportunidad para ir a Frisco. Le necesitaba aquí para seguir docenas de piatas que él no podía atender personalmente. Estaba a punto de perder su ventaja.

    Entre eso y derrochar tiempo con el señuelo de Usted, lo único que había ido bien era la Operación Paraguas, como Simon la llamaba.

    ("Esa es lo bueno de las tácticas variadas."), pensó Paul desconectando la piscina.

    Las señales de la autopista que Eileen había visto, alguien tendría que trabajar eventualmente wn ellas. Como con los monos y las máquinas de escribir. Simon había informado de la entrega de cerca de mil paraguas y Nicky confirmaba la correspondiente explosión de flora. Evidentemente, Tilley se llevaba el crédito de ello, afirmando que un compromiso con el entorno siempre había sido parte de su propuesta de misión. Eso estaba bien. Si los resultados preliminares de las semillas eran la mitad de precisos, Vancouver sería una selva urbana a tiempo para el simposium.

    ("Hay tantas cosas que hacer. Aún así, valdrá la pena...el 150 cumpleaños debería ser especial.")

    Paul caminó por el frontal de la iglesia pensando.

    ("Conseguir otro proveedor de bicicletas, Ver cómo despejar las vías del TrenCeleste. Informar al equipo de Budapest...oh mierda, y a los bolivianos.")

    -"Nota mental," dijo Paul y su pequeño angel apareció sobre su hombro con su pose emplumada.

    - "Budapest y Bolivia," dijo caminando por las grandes dobles puertas.

    Su voz hacía un pequeño eco en el pasillo. Otro monje que rellenaba el agua bendita, le dió la misma mirada. Esta vez no se molestó en disculparse, sólo encontró un banco próximo y se sentó.

    Se podría pensar que dado que se habían molestado en hacer un templo para ellos mismos, también harían un par de monjes diferentes en lugar de "cortar y pegar".

    Paul miró a la gente que poblaba la iglesia preguntándose si les importaba. Eran Friscanos medios, 20-30 en apariencia, vestidos con los atuendos que habían generado para el día. Había más mujeres que hombres pero lo que había de inusual en ellos era que ninguno tenía la mano en la oreja atendiendo llamadas. En la iglesia no había servicio de comunicación.

    Otro monje cortar-y-pegar pasó caminando con una copa en la mano y la ira de Paul aumentó de nuevo. Había una infinidar de entornos infinitamente variados en la Tierra y los creadores de Frisco pintaban sobre ellos figuritas de palo.

    -"Wow, parece que estás de buen humor," dijo una voz a su lado.

    Un joven con gafas de sol y amplia sonrisa se sentó en el banco. "¿Quién se ha muerto?"

    -"Nosotros," dijo Paul.

    -"Oh no," dijo con voz de luto, su cara decayó como una fruta madura ante la cara de Paul.

    ("El chico era listo pero, ¿hasta dónde llegaba?")

    -"¿Qué piensas cuando ves éso?" dijo Paul señalando a los dos monjes, uno en el altar y el otro limpiando una ventana.

    -"Que el que hizo las texturas era un maldito vago." dijo Jeremy empujando las gafas de sol de nuevo hacia su nariz. "Pero así es aquí, tío. No sólo con las texturas. Es la arquitectura y la seguridad. Por eso hay tantos agujeros para las ratas como nosotros."

    Paul le miró, esperando que hubiera cambiado su cara de zombie por la de una rata, pero su cara volvió a ser normal.

    -"Sólo pereza, ¿eh?"

    -"Bueno," suspiró Jeremy. "Vale, Es así. Tengo un amigo que hace texturas para personajes ambientales. Hace maravillas y siempre recurren a él. Quieren, digamos, 75 por día, de modo que no tiene tiempo en los detalles. Los hace con molde. Ha echo algunos hombres sepia salvajes para un ambiente en Atlantis."

    -"Así que no es sólo pereza," confirmó Paul.

    -"No, también es la corporación maligna que le oprime." dijo Jeremy en tono de mofa.

    -"¿Crees en el mal?" dijo Paul sin sorpresa.

    Jeremy cruzó los brazos.

    - "No. Pero tú sí."

    Paul rió un poco. Quedó en silencio durante un rato, luego, miró a su alrededor.

    -"¿No sientes que es como en una película de gansters: ¿Crees en el Mal?" dijo él, alargando la A.

    Jeremy resopló. "Sí, por eso teníamos que encontrarnos aquí. Es dramático."

    Hubo algo en la forma que dijo dramático que llamó la atención de Paul; había un entusiasmo allí que perforaba su velo fatigado.

    -"No es que las corporaciones sean malvadas. Son sólo aburridas."

    Jeremy sonrió. "Muy cierto."

    Paul sentía que estaba avanzando, rozando los muros del pasillo que podía conducirle a la confianza de Jeremy.

    -"Pero aburridas en sentido serio. Me gusta la variedad. Más allá de eso...tengo la teoría de que la diversidad es algo realmente importante. Quizá más importante que el bien o el mal. Cuanto menos diversidad, menos elecciones tenemos, menos métodos para encontrar la felicidad."

    Jeremy se encogió de hombros.

    -"Supongo..."

    Paul se detuvo ahí. Recordó el discurso que Jeremy le había dado en el Infierno de Frankestein y trató de olvidar que era un niño de 12 años.

    -"Las corporaciones tienen un velado interés en reducir la diversidad dado que funcionan con más beneficios cuando pueden masificar sus productos, culturales o de otro tipo. Dicen que deberíamos suprimir nuestras texturas, que el código biológico es demasiado erróneo. Que es hora de rascarlo y empezar de cero. Pero quizá no son errores sino ¿características?"

    Jeremy asintió pensativo.

    - "Los errores pueden convertirse en características...así pasa con los clones, también. Tengo...una sensibilidad al estímulo. Puedo, por así decirlo, apagarme si recibo demasiado. Pero también me permite concentrarme y por eso soy tan bueno haciendo código. Pensaban que era algo biológico, algo en la región cerebral de Lee así que, no me preocupaba ser sobre-estimulado cuando me mejoré."

    Paul parecía interesado.

    -"¿Y?"

    Miró alrededor para dar a algo de espacio a Jeremy. Algunas personas habían entrado y había tres monjes idénticos en la sala.

    -"Vine de Bronce porque es grátis. Tenía un generador de clave para mejorar a Oro pero, ya sabes, hay muchos anuncios."

    Paul asintió.

    -"Ahora me gustan, no soy del tipo rebelde de 20." dijo mirándole con una sonrisilla., "Pero hay muchos anuncios. Pasé mi primer día en el mirador. Lo pasaba bien...es como, ya sabes, cuando comes muy buena comida y quieres seguir comiendo. Era así. Miraba el agua y había una ola de Coca-Cola en ella. Oh sí. Entraba en un bar y la canción de la cerveza era impresionante. Tomaba algunos cacahueteZ y el sabor me recordaba a una Budweiser."

    -"Los cacahueteZ tienen ese efecto, a veces," dijo Paul sonriendo.

    -"Bueno, ya, vale," dijo quitándose las gafas y rascándose la nariz. "Pero éra como...bueno, quizá sólo tenía sed."

    -"Tienes un bulto en la nariz," dijo Paul impresionado.

    -"Obra de Fobos," dijo Jeremy extendiendo los brazos como si todo su cuerpo fuese un traje hecho a medida. "Él es increíble. Te hablaré de Fobos después," dijo encarando a Paul.

    La gente estaba de pie en torno a ellos y se levantaron también. La música empezó y Paul vió a un grupo de monjes reuniéndose atrás.

    Cuando miró a Jeremy, se había puesto las gafas.

    (...)


    "...la tierra prometida a la que la gente siente aún la necesidad de buscar significado..., pues ofrece algo más allá de los cinco sentidos," decía uno de los monjes con cara radiante.

    Paul vió que el orador tenía una toga blanca mientras que la del resto era gris.

    -"¿Qué es ésto?" preguntó Paul.

    -"La IA que opera Frisco generó esta espiritualidad," dijo Jeremy. "Usan algún algoritmo de necesidad humana.
    Falso, si me preguntas."

    Una caja blanca con el logo de Usted fué llevada hasta el altar. El monje de blanco la alzó delante suya.

    -"Un precioso objeto sin entrada ni salida..."

    Jeremy exhaló ruidosamente.

    - "Hacen lo mismo siempre. Parlotean sobre la estúpida caja un rato y luego te muestran que no hay nada en ella. Normalmente cambio a Bronce cuando las cosas son tan aburridas," dijo Jeremy. "Pero éste es el único lugar donde no hay diferencia."

    -"Ah," dijo Paul notando que los constructores de este sitio, de Frisco, eran conscientes de la importancia del silencio.

    A cierto nivel, sabían que la constante barrage de anuncios era algo de lo que escapar y él notó la inconsistencia. Y había algo sobre la caja que le recordaba a...

    ("¡la furgoneta!")

    La furgoneta blanca que Eileen estaba siguiendo.

    ("Wow. Eso daba miedo. ¿Podía la IA tener un simbolismo o estética, un gusto por su cuenta?")

    Miró a los monjes y al resto de la gente.

    -"¿Están aquí todas estas personas por el servicio?"

    -"Probablemente, no," dijo Jeremy. "Al final hay unos minutos en los que se puede pedir a los monjes que se hagan cambios en Frisco. A mí no me gusta rogar... " dejó de hablar al notar la mirada de ira de su compañero de banco. "Da igual," murmuró mirando a Paul. "¿Quieres...quieres venir conmigo? ¿A mi casa?"

    Paul asintió, encandilado por su torpeza.

    -"Pórtanos a 3ffe:b00:cl8:l:290:27ff:fel7:fc0f," dijo Jeremy. "¿De acuerdo?"

    Arriba en el altar, el monje estaba partiendo la caja en dos como si estuviera partiendo pan.

    -"¿Estás de acuerdo?"

    -"Sí."

    * * * * *

    Estaban en un pequeño vestíbulo. Jeremy, treinta centímetros más bajo e, inconfundiblemente, siendo él mismo; dejó caer su regordete trasero sobre una silla y cogió el receptor del fono. Era una modelo de botón pero por la velocidad que pulsaba los números, estaba acostumbrado a usarlo. Ignoró a Paul completamente unos segundos.

    -"Oh, hola," dijo una mujer tras Paul. "¡Debes de ser uno de los amigos de Jeremy!"

    Una mujer bajita y briosa estaba de pie en el umbral sujetando un plato de galletas.

    Paul, tratando de reconciliar esta Eileen de pelo canoso con la asesina de traje negro, cogió una.

    -"Soy Falsabuela. ¿Venis a jugar a algunos juegos?"

    -"Uh..."

    Jeremy colgó el fono con un golpe.

    -"¡Jeremy!" le riñó Eileen.

    Él suspiró.

    -"Perdón, Falsabuela." Cogió un puñado de galletas y sonrió. "Nos vamos arriba a jugar juegos."

    -"Eso pensaba," dijo ella mirando a Paul con un brillo en el ojo.

    Nervioso aún por Eileen, siguió a Jeremy escaleras arriba. Dió un mordisco a la galleta que resultó insípida y dura.

    La puerta del dormitorio de Jeremy tenía un letrero brillante, que decía: "¡Sólo JugadoreZ!"; y una tarjeta de hotel para las puertas colgada del pomo. Jeremy la giró en la posición de "No Molestar" y mantuvo la puerta abierta.

    Paul asintió y entró.

    Jeremy cerró la puerta tras él.

    - "¡Quédate un rato... quédate
    para siempre!" dijo Jeremy con una bien ensayada voz maligna mientras pasaba delante de Paul. Dejó las galletas en una cesta papelera y se sentó delante de su cubo-espacio encendiendo la fuente de alimentación de una patada.

    ("Claramente, el señor de su dominio.")

    Alguien llamó a la puerta.

    "Uh ¡entra Falsabuela! "

    La puerta de abrió y Falsabuela entró con un plato de galletas.

    - "Pensé que vosotros, chicos, podríais querer unas cuantas más"

    Paul sonrió.

    -"No gracias, Falsabuela," dijo Jeremy.

    Ella salió herida pero con una sonrisa.

    Jeremy suspiró y cerró la puerta.

    - "Sólo estoy demasiado bien."

    Se tiró en el sillón con todo el peso del mundo bajo él. Extrajo un archivo de código y jugueteó con èl.

    -"Todos los detalles son perfectos. Pero podría haber hecho las galletas un poco mejores, al menos."

    Paul sonrió levemente.

    ("Déjale hablar.")

    -"Originalmente, hice mi habitación un poco mayor de lo que era en realidad pero luego, la cambié. Ella lo notó. En verdad, me dejé una cosa."

    Se levantó y abrió la puerta del armario. Llamas, gritos y una horrible olor explotaron del Infieno.

    - "Para cuando trabajo mucho en ello. Debería cerrarlo, en realidad. Lo vendimos el otro día por una cantidad boba de dinero."

    -"Siempre es agradable tener una puerta trasera." dijo Paul ignorando el bragging.

    -"Lo cerraré cuando ella llegue. Quiero que todo sea exacto, perfecto. Por cierto," dijo Jeremy tímido,
    "No he invertido demasiado tiempo en Falsabuela. Ella no es así para nada..."

    ("No sabes ni la mitad del asunto"), pensó Paul suprimiendo una sonrisa.

    -"Ella es..." la voz de Jeremy encontró un obstáculo, sus nasales se hincharon y giró el pedazo de código.

    En cuestión de segundos, las manos de
    Jeremy habían pasado de estrujarlo a modelarlo suavemente en un polígono. Cuando volvió la mirada, su cara mostraba una sonrisa serena que tranquilizó a Paul.

    -"Ella es muy diferente. Una mujer asombrosa."

    Paul, simplemente ajustó su humor manualmente. Paul lo había intentado la primera vez que llegó pero no le gustaba la sensación.

    ("Tenlo en cuenta, Oculto mis sentimientos."), reflexionó Paul.

    -¿Es a quién estabas llamando cuando llegamos aquí?"

    Jeremy giró el código y lo dividió en dos antes de responder.

    -"Sí."

    -"Pero ella no responde."

    -"Creo que... ella prodría haberse... ido de vacaciones." Jeremy jugueteaba el código en las manos.

    -"Oh," dijo Paul, esperando.

    Guardó el código en el almacenamiento y miró resentido a Paul.

    -"Mira," dijo Jeremy. "Si desease dejarte que vinieras al barco pirata, ¿la escontrarías por mí?"

    -"¿Encontrarla?"

    -"Bueno... tampoco es que esté escondida en algún sitio. Lo peor que podría haber ocurrido es que se cayera o..." el obstáculo de nuevo. "Yo podría volver pero les lleva al menos dos semanas para procesar la maldita solicitud..."

    Paul asintió.

    -"¿Y si se encuentra algo en el viaje...?"

    -"El botín será repartido equitativamente," dijo Jeremy.

    -"Entonces, trato hecho," dijo Paul suavemente. "Tengo varios agentes en Vancouver que pueden investigarlo."

    -"Probablemente no sea..."

    -"Nada, pero es mejor investigarlo."

    Jeremy había sacado de nuevo el código y lo masajeaba.

    -"Gracias."

    * * * * *

    -"Estupendo, has vuelto," dijo Chan segundos de teleportarse. "Esa misión del culto durmiente ha resultado cosas increibles."

    -"Súper, pero dáselo a Ryan. Lo veré antes de la reunión del Lunes," dijo Paul sentado a su mesa.

    ("Ahora, vete.")

    -"Aparentemente, se inducen una especie de éstasis, ven visones. Un sueño común de que trabajan en una línea de montaje de una fábrica y hay un tipo loco por ahí hablando de lo simbólico, de cómo nos hemos esclavizado a las máquinas..."

    Paul estaba asintiendo tratando de mantener la calma.

    - "Claro, vale, interesante. Sólo dáselo a Ryan."

    Chan le miró tan vacío de emoción que Paul pensó que dejaría activado su mezclacaras.

    - "Tenemos que movernos sobre èsto," dijo Chan. "El 7% ha oído sobre ello y el 0.1% lo practica. Tenemos que hacer más estudios ahora o no podremos superar a la competencia."

    Paul miró a Chan hasta que el joven apartó la mirada.

    -"Correré ese riesgo, David."

    Chan desapareció.

    ("Pique port. Pobre peep.")

    Ryan apareció con sonrisa de disculpa.

    -"Alguien quiere verte."

    -"¿Quién?"

    Ryan se encogió de hombros.

    -"Entró desde la calle."

    Paul le dió a su asistente una oscura mirada.

    -"Bueno pues no puedo..."

    Se abrió la puerta y un delgado indú entró.

    -"Hola, Sr Harris."

    -"¿Doug?" dijo Paul al reconocer la voz.

    Doug asintió.

    Ryan sonrió y desapareció con su moviento de gato de Cheshire.

    -"¡Estaba justo pensando en tí! ¡Bienvenido a Frisco, Patterson!" Paul se levantó rodeó el escritorio para darle un abrazo a su empleado más veterano.

    ("¿Cómo demonios has llegado hasta aquí?"), pensó Paul mientras palmeaba la espalda de Doug.

    -"Gracis," dijo Doug, un poco incómodo por la cálida acogida sin precedentes.

    Paul le examinó.

    -"¿Cuándo llegaste?"

    -"Nuestro barco amarró hace una hora."

    -"Ah."

    ("¿Quizá volvió a la oficina de Usted? Pero me habrían avisado...")

    -"Bueno, aquí estás."

    Paul se volvió a sentar a su mesa y sacó un documento.

    - "Y justo a tiempo, también."

    Doug simplemente asintió.

    -"¿Viniste en vagón?"

    -"Aajá."

    -"Bien. Te da mejor sentido del lugar, en vez de portarse todo el rato. A Olivia debe de haberle encantado, ¿no?" afirmó Paul conscientemente.

    -"Bueno..." dijo Doug inclinando la cabeza. "Ella es... más difícil de sorprender hoy en día. Ya conoces a los pre-adolescentes."

    Paul rió como lo hacía la persona de Harris.

    -"¡Más me vale! ¡Nos vamos a pique si no lo hiciera."

    Doug estaba sonriendo pero su mirada era distante.

    ("Jesús. Ni Jeremy ni Eileen saben la mitad de lo que está pasando en la vida del otro y ahora Doug parece saber demasiado. Hacer de padre, suerte que yo..."), Paul dejó desvanecer el pensamiento.


    -"Sólo quiero agradecerle," dijo Doug. "Por darme el espacio para...atar los cabos sueltos en casa. La mayoría de la gente me habría despedido."

    Paul asintió solemne y notó que Doug tenía pelo largo. Decidió no comentar nada sobre ello y miró el documento que había sacado, fingiendo estudiarlo.

    -"¿Qué sabes sobre los piratas, Doug?"

    -"Los de los ordenadores o los del yo-jo-jó?"

    Paul alzó la vista, sonrió: "Ambos."


    * * * * *
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  6. #36
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    (36) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Nicky (XIII)

    Las puertas del ascensor se abrieron.

    -"Ustedes no están autorizados a estar en esta planta," les dijo una voz que sonaba como si tuviera una resfriado. "La Seguridad va en camino."

    Nicky miró a JK cuando salieron al pasillo.

    JK sonrió. "Ya, como si Abrir la Puerta de Emergencia hiciera Sonar la Alarma, también," dijo tras leer el letrero de la puerta que había abierto.

    Un horrible chirrido hizo a Nicky pensar que el letrero iba en serio.
    Su corazón dió un salto pero resultó ser sólo las viejas visagras. Entraron hacia una sala con escaleras y empezaron a subir. Nicky observó las baldosas de marfíl

    -"Jesús, hasta la escalera es de alta clase. ¿Cómo sabéis de este lugar?"

    -"Yo vivía aquí antes con mis amigos... ¿hace tres años? Ellos vivían en otra casa antes de irse a Frisco."

    Llegaron al final de la escalera y él encontró un problema para abrir la puerta.

    - "No me digas que la han cerrado con llave..."

    Se abrió un poco y, luego, empujó con el hombro.

    ("La primera vez que le veo usar esos músculos."), pensó Nicky mientras la puerta se abría y derribaba a JK hacia el interior.

    La escalera, iluminada con gusto como estaba, se llenó de luz natural. JK se levantó en el umbral con las manos a la cintura de su mono de jardinero, curioseando.

    -"Sip," dijo él mirando atrás hacia
    Nicky con reflejos solares en sus gafas. "Apuesto a que encontrarás ésto bastante inspirador."

    Nicky entró a un parque increíblemente grande que estaba en la azotea del edificio. Mirando a la puerta, vió lo que la estaba bloqueando: uno de los arbustos de JK, ahora parcialmente arrancado. Paseando por ahí con JK, vió que no era el único.

    -"Wow," dijo ella quitándose los zapatos "¿Plantas aquí?"

    ("Mmmm, cesped").

    -"¡Nop!" dijo JK, buscando en su bolsa. "Estos son los hijos de la Operación Paraguas. Quizá el local de fiestas. Buen aire, buen terreno, buen viento..."

    Sacó algunas bolsas de muestras.

    - "Yo voy a podar un poco pero tú deberías comprobar esos árboles de allí."

    Nicky se dirigió hacia la dirección que él indicó, viendo eventualmente los árboles de los que hablaba. Estaban casi todos camuflados por las matas y ramas de JK pero, más allá de eso, no sabía porqué él quería que ella los viera. Apoyó una mano en una rama gruesa.

    ("Nunca me he podido resistir a un buen árbol.")

    Dejó los zapatos en la base y trepó torpemente. Se alegró de tener plantas callosas que rwflejaban que la última vez que había subido a un árbol no tenía esa ventaja.

    ("¿Dónde fue?. Probablemente, en en el Lago Trout antes de que lo vallaran.")

    A medio camino encontró un asiento cómodp entre las ramas. Desde arriba pudo ver que el parque no era tan grande, sólo tenía un plano estudiado para dar esa impresión. Desde allí, también pude ver que las filas de atrapahumos y las zonas adjacentes parecían helechos.

    Balanceó los pies vigorosamente y hubobun repetino movimiento em la base del árbol que atrajo su atención. Un mapache tan grande como un perro y tan valiente, tenía sus patas apotadas en la base del tronco como si no pudiera decidirse a subir o seguir su camino.

    -"Hola ahí abajo." dijo Nicky confiando en que sus zapatos no le pareciesen interesantes.

    Sin interés por conversar, saltó al suelo con audible sonido de sus patas. Cuando desapareció tras un arbusto, ella soltó un grito de deleite

    -"¡Lo he visto!" llamó a JK.

    ("¿Cómo demonios subirá hasta aquí arriba?") se preguntó ella.

    Resultaba difícil imaginarlo escalando la brillante torre que ella había visto en su camino ascendente.

    -¡Un mapache!

    No habìa visto a uno de esos ladronzuelos desde la infancia aunque, por aquel entonces, no les tenía aprecio. Le amargaba que los arroñeros hubieran sobrevivido mientras que su Shamus había desaparecido junto con el resto de los gatos. Su maestra le había pillado una vez tirando piedras a un mapache en un callejón.

    -"Uno bufó a Shamus una vez," le había explicado malhumorada al director de la escuela.

    -"Bueno, los mapaches no lo mataron," le había explicado el director, experto en lidiar con niños con el sindrone de Furia Felina. "Nosotros lo hicimos." Nicky no había estado interesada en la explicación sobre que la raza de gatos afectivos y sin uñas tan populares también resultaban ser susceptibles a cierta enfermedad genética.

    -"Yo quería uno con uñas," había dicho Nicky mirando a la pantalla de ¡Las Bicicletas Matan!. "Pero, en vez de eso, mi mamá me consiguió uno de los otros."

    -"Bueno, claro," dijo él con amplia sonrisa. "Ella, sin duda, apreciaba sus cortinas."

    It had put Nicky off pets for a long time and probably onto
    genetics. Even now, she didn't view what she made as pets, and
    she never made two identical.

    -"Nota mental: mapaches delbtamaño de osos," le dijo a su reloj.

    ("Eso costará mucho pero no soy yo quien paga.")

    -"Osos del tamaño de ardillas," añadió sonriendo para sí.

    -"¡Te dije que te inspiraría!" dijo JK desde abajo.

    -"Los osos serán divertidos...nunca he podido permitirme los genomas de alto precio."

    -"Oh, seguramente no habrá licencias para ellos. Pagamos por los materiales en bruto, nada más. Bueno, la plantilla del paraguas fue llevado un poco en secreto. Creo que buscaron a alguien en Noruega para hacerlo. Una escultora de orgánico. Bueno, ¿cuál has visto?"

    -"¿Qué escultora?" dijo Nicky confusa.

    -"Qué mapache."

    -"¿Hay más de uno?" ella buscó con la mirada en el arbusto por el que había desaparecido.

    JK estaba de pie investigando aldo en el suelo.

    -"Hay toda una banda. Podrían ser familia aunque no he visto ningún bebé."

    A Nicky le gustó eso.

    -"Banda. Banda de mapaches."

    JK se sentó.

    -"¿No es genial, Nicholas? ¿Que estemos haciendo todo ésto en vez de sólo sentarnos por ahí en galerías de arte?"

    Nicky sintió una cierta emoción.

    -"O sentarnos por ahí en las jaulas de nuestros salones, hablando..."

    -"Me alegré tanto de que quisieras unirte," dijo JK. "Sabía que Paul lo tenía en mente desde el principio."

    -"Yo pensaba qe sólo me quería como una tècnica de laboratorio," dijo Nicky. "No tenía ni idea... aún no me lo creo."

    -"Es porque no te fijas en las intenciones. No eres una lectora de intenciones. Tú vas directa hacia adelante," dijo él tocándose la frente y señalando hacia adelante.

    ("Excepto cuando estoy vendiendo a los turistas."), pensó ella visualizando sus perros cobaya.

    -"Voy a tomar estas muestras para analizarlas y hacer un segundo lote de semillas que combinen estas plantas fértiles con las que atraen a los insectos."

    -"Atractivas a los insectos, ¿eh? ¿Bulbos modelados?"

    -"Na. Huelen a carne podrida. No quise usarlos en la fiesta,"

    -"¡Oh, basil! ¡Ah! ¿Son éso rosas? Hey, ¿es un cadaver lo que huelo?" imaginó Nicky, en voz alta.

    JK se rió.

    -"Mmmm..." Se lamió los labios.

    -"Así que, piensas poner las semillas más apestosas y las más promiscuas..."

    -"Pre-cisamente." Se tumbó y miró a Nicky. "Munca he podido hacer polinización cruzada con mis plantas...siempre surgían dificultades."

    -"Y yo nunca he podido permitirme dejar libres a mis animales. Siempre he tenido que venderlos. Éso no se parece mucho al arte, más bien a la costura."

    JK asintió y miró al arbusto. La mata se movió pero no salió nada.

    - "Es curioso. Puedo ver el parque como solía ser y como es ahora. Un lugar decorado cuidadosamente para la gente que podía permitírselo. Aún me gusta. Solía venir aquí de noche y oler las plantas."

    -"Yo he conseguido mi dosis de clorofila al pasar por Acres Placenteros," dijo Nicky viendo algo en una rama superior del árbol.

    Ella se puso de pie con cuidado e investigó. ResultO ser un montón de hojas viejas pero le recordaban a in nido que había visto una vez...¿o lo había visto en una película?

    -"Pájaros," le dijo al reloj.

    Nicky se agachó sobre su rama y se dejó caer a tierra. JK le indicó la salida con la barbilla y ella estuvo de acuerdo.

    -"Los pájaros son buenos," dijo JK. "Reparten las semillas."

    -"Mis animales no son simples medios para tus hierbas," replicó Nicky.

    -"¡Ja!" dijo JK.

    Cuando descendían en el ascensor, Nicky le preguntó a JK si había visto mucho a Andre y Simon.

    -"¿Aún no se han quedado a vivir en tu casa?" JK respondió sorprendido.

    -"En realidad, no." dijo Nicky decidiedo que un ocasional revolcón no contaba.

    Caminaron por el vestíbulo vigilado por agresivos letreros y cámaras de seguridad. Fuera del edificio había una furgoneta aparcada.

    -"Wow, el barrio va derecho al infierno," dijo JK. "Nunca se hubieran atrevido a conducir esa furgoneta hasta aquí hace un año."

    Había un par de guardas de seguridad hablando con un hombre handrajoso. Cuando ellos pasaron al lado, Nicky pensó que había algo familiar en él.

    -"Doug Patterson," entonaba la mujer. "Su deuda la ha comprado Microsoft América. ¿Puede pagarla hoy?"

    Él la observaba con expresión vacía y, de pronto, Nicky dejó de caminar.

    -"Tú eres aquél tipo de la fiesta, el borracho que habló conmigo," dijo ella mirándole a la cara y a la calva.

    Él se giró hacia la voz pero sus ojos estaban ausentes.

    El guarda corrió rápidamente junto al resto.

    -"En ese caso, Microsoft América ha solicitado que sea recolocado a una fábrica de su elección para empezar a trabajar. Gracias por su colaboración."

    Llevaron a Doug hasta el interior de la furgoneta y él no hizo ni un sonido. El guarda de seguridad que llevaba gafas de sol señaló el camino durante un momento y luego, apartó la mirada.

    -"¿Parece que es conocido tuyo?" dijo JK mientras de alejaban caminando.

    -"Definitivamente era el tipo que conocí en tu fiesta...¿no lo viste tú con la..." se señaló la coronilla.

    -"No, pero," se encogió de hombros. "Oí que mi amiga Kerry estuvo allí y tampoco la ví."

    -"No, era él, recuerdo su nombre. Doug. Hablamos sobre las montañas." Ella oyó cómo la furgoneta arrancaba detrás ellos.

    -"Supongo que él sólo estaba paseando..."

    -"No, él estaba con alguien más. Una chica que ví por ahí. Y él vestìa como si viniera del trabajo."

    -"Quizá fue despedido. Las compañías tienen que reducir plantilla para
    Frisco," dijo JK. "O eso he oído. En.realidad, he oIdo que los días de trabajo de 20 horas son la norma para muchos Friscanos. Cuatro horas de ocio y de vuelta la faena."

    -"Ah," dijo ella mirando hacia atrás.

    La furgoneta era ahora diminuta y desapareció al doblar una esquina.

    * * * * *
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  7. #37
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Nicky (XIII) (Cont.)

    (37) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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    ************************************

    Nicky (XIII) (Continuación)

    Nicky se acostumbró a tabajar con su pequeño jefe bastante pronto.

    -"¿Seguro que no te importa?" estaba diciendo Paul.

    Él se había instalado en el cubo-espacio con un sillón confortable y una pequeña chimenea.

    -"Claro que estoy segura." dijo Nicky, retorciendo y anudando el lince de silicio en el que estaba trabajando en otro cubo.

    Habían dividido el gran cubo en dos pequeños a unos metros del mostrador del laboratorio. Ella estaba teniendo problemas con el estómago de los linces.

    ("Es bueno tener compañía.")

    Sobre la última semana o así, las visitas de Paul habían llegado a ser cada vez más proactivas. Al principio, le ponía nerviosa tenerlo por ahí. A ella le preocupaba que pudiera arruinar el trato, pero le entretenían tanto las conversaciones que ese sentimiento se fue disipando eventualmente.

    -"Me alegro de oirte decir eso,", dijo Paul. "Normalmente, pasó el rato en los bares de Frisco. Sólo por rodearme de gente pero nunca he sido una persona de ir a los bares."

    Nicky asintió.

    -"Se que ésto suena un poco raro pero estar contigo me serena. Me reúno con muchas personalidades que me alteran. Hablar contigo me tranquiliza."

    Nicky miró al hombrecillo de dentro del cubo.

    -¿Es que soy un...sedante? "Pues vaaaale. Intenta no dormirte."

    -"No lo tomes en el mal sentido," dijo él agitando la mano.

    -"¿No puedes ajustar tu humor automáticamente?" dijo ella haciendo un gesto de mover una palanca.

    -"Bueno, sí, pero... tiene un efecto acumulativo extraño en tu... espíritu. En mi experiencia, creo que sólo puedo hablar libremente contigo. Han pasado algunos años."

    Nicky guardó los datos del lince, configuró su dieta a vegetariana y lo puso a funcionar.

    Lo observó crecer, desplegando los músculos atrofiados y comprobó el tiempo cuando murió. Era bastante mediocre.

    -"Y bueno... ¿qué ha cambiado?"

    Él había estado escaneando un documento amarillo.

    -"¿Hmm?"

    Nicky configuró un programa de simulación con mil linces y el cubo-espacio se dividió en subcubos. Mil pequeños bebes comenzaron a crecer. Era más lento así pero tendría mejores estadísticas. Tener a Paul en el cubo también ralentacizaba un poco el proceso pero no le importó.

    -"¿Qué ha cambiado para que sientas que puedes hablar libremente?"

    -"Bueno, durante años, a finales de los 20, había genuino peligro en hacer lo que yo hacía. La gente desaparecía, las corporaciones estaban nerviosas y tan deseosas de actuar como un general en la reserva. Mi táctica era diferente de la de tu tío, requería que dedicara mucho tiempo a establecerme y distinguirme en la compañía donde trabajaba."

    -"¿De qué era tu compañía?" preguntó Nicky.

    -"De seguridad de datos."

    Nicky reconocía una respuesta preparada en cuanto la oía, ella misma tenía unas cuantas propias.

    - "¿Que cambió para hablar libremente?" dijo ella sin apartar la mirada de su trabajo.

    Paul se inclinó hacia adelante en.su asiento y apoyó los codos en las rodillas.

    - "Yo he..." se detuvo, titubeó de frustación.

    -"Oh, para ya," dijo Nicky. "No me lo digas si no quieres."

    -"La verdad es...no he tenido que ejercitar este tipo de secretismo durante años. Sólo es un hábito. Tampoco es que tenga caza-tendencias acampados fuera de mi casa. Los Infiltrados se han vuelto míticos."

    -"Casi suena como si te diera pena."

    -"Bueno, hubo una emoción y camadería. Yo trabajaba con gente y los últimos diez años no he hecho sino mover dinero de un lado a otro."

    -"Hora del Curry" dijo el reloj de Nicky.

    - "Espera un poco," dijo ella a ambos, a Paul y al reloj.

    Bajó la escalera tratando de pensar en Paul como otro invitado más de la casa. Respondió a la puerta y cogió la caja de cartón esperando a que la chica repartidora le mostrara la placa de pago.

    ("Claro que quizá él me lo está contando porque no soy importante.")

    -"Perdón, soy nueva," dijo la chica ofreciéndole a que Nicky tocara.

    Normalmente, pedir comida a domicilio era una novedad esquisita para Nicky, pero ahora tenía prisa por cerrar la puerta.

    -"Gracias por elegir Hora del Curry."

    Ella asintió y cerró la puerta.

    Cuando volvió al laboratorio, los linces eran abuelos. Puso la caja sobre el mostrador y la abrió. Se puso a comer en silencio mirando de vez en cuando a Paul que parecía enfrascado en lo que fuera que estaba leyendo. Cuando estaba usando el último trozo de pan para mojar en la salsa, los linces murieron y el ordenador entonó la marcha funebre.

    Paul alzó la vista y rió.

    -"Oh, ¿Qué has pedido?"

    -"Curry especial."

    -"Ah.." dijo. "¿Cocinas algo?"

    -"¿Desde cero? No, en verdad, no. Demasiado caro. Normalmente recojo las cenas en el Camino Seguro."

    -"A mí me solía gustar cocinar. Nunca se me dió muy bien..." agitó los dedos delante de su cara. "Me encanta cortar ajo. El olor se queda en mis dedos el día entero."

    Nicky se preguntó a qué se parecìa el ajo. Los recuerdos de Paul le evocaban a su padre, que se quejaba hasta que mamá cocinó una vez a la semana. Ella odiaba los Domingos. Nunca había conectado con los dos antes pero Paul probablemente tenía la misma edad que su padre.

    Se concentró en los datos de los linces. Las simulaciones, de media, habían vivido casi tanto como el primero. Funcionaban biológicamente como herbívoros pero...

    ("¿Su agresividad era innata o aprendida?")

    -"Bueno, parece que hemos conseguido un diseño funcional de lince vegetariano," dijo ella. "Les he dejado las uñas."

    -"¡Bien, bien!" entonó Paul. "¿Y son nativos de esta área?"

    -"No, al menos no ésta generación. Los locales rechazan el estómago."

    -"¡Aún así, linces! ¿Puedes imaginarlo? Vienes a este lugar en el extremo del mundo, un lugar del que es difícil oir hablar, a la sombra de una montaña. Viajas alrededor de él en un vagón ligero, mirando hacia abajo a una ciudad sobrecogida por plantas de todo tipo. De noche, echas un vistazo a unos ojos que brillan en un arbusto, que saltan antes dr que sepas lo que está pasando."

    Nicky sonrió, atormentada por la visión y su entusiasmo.

    -"¿Te refieres al TrenCeleste?"

    -"Sí...¿sabías que es el único sistema de transporte público funcional de la costa oeste?"

    -"¿Por eso va a suceder aquí?"

    -"Es una de las razones...he vivido aquí demasiados años, no se olvida," dijo él. "Me mudé aquí en los '20s."

    -"¿Desde dónde?" Nicky guardó el lince y despejó las cajas de comida usando la bolsa para limpiar las mijagas.

    -"Antes de eso vivía en Nueva York. Pasé dos años trabajando con un grupo sobre detalles de los espacios públicos. Acabó mal."

    Nicky estaba trabajando con la herramienta de esterilizado en forma de varita mágica por el mostador. Cuando llegó hasta el cubo de Paul, dijo: "Discúlpeme," como si pasase una aspirado bajobsus.pies.

    -"¿Y qué pasó?" preguntó Nicky.

    -"Bueno, la mujer con la que vivía era una bibliotecaria de la Biblioteca Pública. Había trabajado allí durante un año cuando se anunció la compra de Barnes & Noble. Fue el final de su mundo."

    -"¿La despidieron?" preguntó Nicky navegando por la lista de animales en progreso.

    -"Bueno, sí, pero eso no fue el problema. Fue...más que esa biblioteca en particular era una de las últimas públicas que quedaban. Habían pensado que las ciudades grandes tuvieran una, al menos, apoyada por donaciones individuales...pero las donaciones de caridad bajaron antes de que pudieran suscribirse. Obviamente, las bibliotecarias más sensibles se especializaron como buscadoras de datos o vendedoras de libros y para cuando se vendió la biblioteca de Nueva York, aquellos que permanecieron eran corazones duros."

    -"Y tu...esta mujer no era una de las sensibles,"
    dijo Nicky tratando de recordar lo que sabía sobre bibliotecas. Recordaba ver un thriller histórico en el que el asesino era un bibliotecario pero ella nunca lo adivinó porque era muy educado.

    ("¿Tenía la película algo que ver con el alquiler de libros?")

    -"No, Ana no era sensible. Ella...recuerdo una vez...que estábamos en la frontera de Canada y los Estados Unidos, cuando aún sólo había una. El guarda nos preguntó tantas preguntas, para los estándares de Anna, que ella sacó medio cuerpo por la ventanilla del coche y empezó a preguntarle: ¿Porqué la gente lo pasa peor cruzando la frontera que en un vertedero con peligro biológico?. Ese tipo de cosas." dijo con risa triste. "Acabaron mandándonos de vuelta a casa."

    Nicky sonrió, aunque no entendió la anécdota. Se preguntaba si esta Anna tendría problemas con ella por hacer animales. Recordó haber visto algo sobre el movimientol anti-Frankenstein. Aunque le gustó la idea de alguien que sacaba el cuerpo por la ventanilla del coche y hablaba tan descarademente.

    - "¿Qué le...? no tienes que decírmelo si no quieres pero...¿qué pasó con ella?"

    Paul no estaba escuchando, estaba navegando por un directorio.

    -"Ni siquiera tengo una foto para mostrarte," dijo en el mismo tono melancólico. "¿Qué ocurrió? Bueno. Los Bibliotecarios, los que quedaron, estaban bastante conprometidos. Hicimos una petición al NYPL con manifestaciones públicas...delante de los dos leones para tener imágenes bonitas que mostrar a los medios. Despotricamos contra Barnes & Noble y cuando eso no funcionó, arruinamos sus tiendas."

    -"¿Tú destrozaste tiendas?" dijo Nicky, alarmada por el modo casual con el que lo había dicho.

    -"No todas." dijo Paul. "Sólo la media docena que habían abierto cerca de la biblioteca. Tenían su misma arquitectura, las mismas lámparas y mesas de lectura..."

    -"Wow, eso ha cambiado..." dijo Nicky, pensando en la última visita que había hecho a Medios B&N para comprar una película como regalo de cumpleaños para su madre. No recordaba haber visto ninguna sección de libros.

    -"Claro que ha cambiado. Sólo fueron así hasta que la gente se olvidó de cómo eran las bibliotecas. Como el precio depredatorio: una vez que la competencia está fuera del camino, los precios se disparan. Ahora la gente la recuerda como reliquias de otra era, algo fuera de lugar en el mundo. Que es justo como trataron la muerte de Anne, como una tagedia al estilo clásico, la historia de una mujer nacida en el tiempo equivocado. Pero era una afirmación, no una tragedia. El cuadro de ella caída entre los leomes con los brazos extendidos y la sangre manando de las venas abiertas de sus muñecas. Incluso murió con el pelo canoso atado en una moño. En su intento de ser Todas las Bibliotecarias, supongo."

    Nicky había parado totalmente lo que estaba haciendo. La parte sobre la sangre hizo que el curry le diera unas vueltas en el estómago pero pudo visualizar la imagen, por alguna razón, en blanco y negro. El pelo de Anne pareciendo una peluca en su cuerpo joven.

    -"Se rieron de su pelo en un programa de debates," dijo Paul suspirando.

    -"Eso es horrible," dijo Nicky, deseando poder mirar la cara de Paul.

    -"Se puso todo fuera de contexto y pareció ridículo," dijo él. "Incluso ese gesto tan bello."

    -"Y la gente es bastante estúpida sobre el pelo, para empezar."
    dijo Nicky. "Me encontré a un tipo que se estaba quedando calvo y que no quería arreglárselo. Yo pensé que quedaba bonito. Pero, evidentemente, la gente del trabajo se reía de él sobre ello."

    Nicky pensó incluso que quizá había sido despedido por eso.

    -"Huh. Sí, Conozco a alguien así. Doug es el último calvo del mundo. Yo le respeto por eso."

    El corazón de Nicky dió un salto. Recordó con atención recorriendo la escena de hoy.

    -"El tipo calvo que conozco ha sido recogido hoy por una furgoneta. Estoy casi segura de que era el mismo tipo. Parecía bastante absorto. Le llamaron Doug algo."

    -"¿Qué? No Doug Patterson."

    -"¡Sì! Doug Patterson. Ese era el nombre."

    Paul se levantó: "¿Dónde encontraste a Doug?"

    -"En una fiesta. En realidad, era una fiesta de JK... "

    -"¿Se han llevado a Doug una furgoneta de deudor? Pero si él está..."

    -"Bueno...se llevaron a un Doug. Estará de camino a una fábrica de Microsoft América ahora mismo."

    -"Su cuerpo, tal vez." dijo Paul caminando y perdido en pensamientos.

    Nicky obsevó al diminuto hombre andar adelante y atrás murmurándose cosas y volvió a sus experimentos. Cuando volvió la mirada, ya se había ido.

    * * * * *
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  8. #38
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    (38) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Doug (X)

    Para cuando llegó a casa, Cheryl era de raza blanca. Doug no dijo nada sobre el asunto, simplemente miró su nuevo apartamento. Era del mismo tamaño y apariencia que su casa en Vancouver pero con una habitación extra. Doug miró dentro.

    -"Me imagino que ésto puede ser el estudio," estaba diciendo Cheryl que miraba junto a él.

    La habitaciòn tenía paredes cristalinas semi opacas, un cubo diáfano.

    -"Recibe mucha luz." bromeó Doug.

    -"Prueba a tocar las paredes," dijo ella a modo de demostración.

    Cuando ella movía los dedos por la superficie, ésta cambiaba el espectro de color.

    -"La casa entera era así cuando llegamos. Parecía algo sacado de una película de ciencia ficción," dijo Cheryl.

    Doug pensó brevemente en cuántas cosas de Frisco se inspiraban, o quizá limitaban, por ese género.

    -"Has trabajado mucho," dijo Doud, asintiendo a su esposa apreciativamente mientras salían de la habitaciòn.

    -"Me imagino que dejaré esa habitaciòn para tí," dijo Cheryl. "Si resulta que no la usamos mucho, podemos borrarla. Reducirá nuestra mensalidad en...," consultó una página que surgió en el aire. "...$542."

    Doug asintió, un poco aturdido y se sentó en el sofá.

    -"Esta aplicación doméstica es verdaderamente fácil de usar," dijo Cheryl arrugándola hacia la nada. "Aparecen los números y se tiene acceso a las cuentas y haces recomendaciones."

    Doug asintió, sintiéndo que se bloqueaba.

    -"¿Y bien? ¿Cómo fue en la oficina? ¿Recibiste la bienvenida del héroe?"

    -"Sí. Es que todo...hay mucho que procesar," dijo Doud acurrucándose en el sofá. Era más blando y mucho más limpio que el viejo. "Así que, se acabó la limpieza aquí, ¿eh?" dijo él, no muy seguro de dónde empezar con el tema del trabajo.

    -"No," dijo Cheryl. "Aunque el manual dice que se tiene que desfragmentar cada cierto tiempo o puede haber problemas. Es sólo un interruptor, lo hice hoy."

    -"¿Problemas?"

    -"Sólo problemas. Un poco ominoso, ¿no?"

    Doug se forzo a reir.

    -"Sólo demasiado, no hay mucho tiempo para cocinar y limpiar. Envié mi currículum hoy. Presumo que los viejos bastardos me querrán de vuelta pero tendré que renegociar mi salario. Me admitirán si no tengo otras ofertas. Además, al mirar las finanzas... será mejor que toquemos el suelo corriendo."

    Doug sabía que debería sentirse aliviado pero, en vez de eso, sentía que su entusiasmo se hundía.

    -"No vamos tan mal. Tú puedes tomarte un tiempo para acostumbrarte a todo ésto. Relájate."

    -"Relájate tú," dijo Cheryl. "He tenido el culo sentado durante el último año, Doug."

    Doug asintió. sabía que había sido difícil para ella. Él solo quería...algún sitio a donde ir que no estuviese tan fijado en los negocios.
    -"¿Dónde está Olivia?" dijo él de repente pensando en la pequeña chica con las piernas colgando que había dejado atrás en Vancouver. Rudamente, su cerebro le recordó su nueva y no bienvenida madurez.

    La sonrisa de Cheryl era agridulce.

    - "Está en su habitaciòn. Ha tenido un día bastante duro." suspiró. "Oh, me siento horrible pero me alegro de que lo hiciera."

    -"¿Qué pasó?" dijo Doud sentándose en el sofá.

    -"Llegó llorando. Dijo que todo iba bien hasta que alguien le preguntó porqué era, ya sabes, indú. Cuando ella le dijo que era a causa de ese vídeo de Pole Position, ellos se rieron y empezaron a burlarse. Evidentemente," se encogió de hombros, "Pole Position sólo había sido el capricho de la semana pasada. Así que, se mofaron de ella, bailaron alrededor suyo y le hicieron monadas imitando al cantante..."

    -"Oh. Bueno, eso explica porqué estás... " se pellizcó su propia piel.

    -"Sí," dijo Cheryl. "Pensé que le haría sentirse mejor."

    -"Yo no me la cambio." dijo Doud. "Es un éxito en la oficina. Harris piensa que va conmigo, que parezco un Rajá Imperial. Singh, el de contabilidad, es ahora mi mejor amigo."

    Una criatura con forma de clip apareció bajo el sofá cuando dijo Harris y tocó su, cómicamente sobredimensionado, reloj.

    -"¡Tres horas hasta la próxima reunión con el Sr. Harris! dijo en sotto voce. Doug la ignoró.

    -"De algún modo, sabía que esa sería tu actitud," dijo Cheryl con mirada resignada. "Ella quiere cambiar de colegio."

    -"¡Absolutamente no!" se enfadó Doug.
    -"¿Porqué?" dijo Olivia, apareciendo de repente allí de pie. Estaba sollozando, abrazada a un pomposo oso Barra de Azúcar. Parecía incluso más joven de lo que era en Vancouver pero Doug estaba demasiado enojado para tener simpatía.

    -"No puedes lloriquear, simplemente... porque no puedes, señorita,"
    dijo Doud. "¡A tu cuarto!"

    La cara de Olivia mudó del desafío a la miseria y al desafío de nuevo. Al fín, rompió a llorar. El oso colgaba lánguido de su pequeño puño.

    Cheryl le lanzó a Doug LA mirada y cuando Doug volvió la vista, un panel de nivel apareció sobre la cabeza de Olivia marcado como Sobrecarga de Humor Parental. Con los ojos, Cheryl deslizó hacia abajo los niveles de rabia y tristeza. Las lágrimas de Olivia se secaron.

    -"Cariño," dijo Doud. "Continúa. Estaré listo en un minuto."

    Ella le parpadeó con sus grandes ojos azules y desapareció.

    -"Está siendo manipuladora," dijo Cheryl.

    -"Contigo hacen dos," contraatacó Doug.

    Cheryl se encogió de hombros.

    -"Se estaba poniendo histérica."

    -"Estaba llorando. ¿Y de dónde ha sacado ese oso de peluche? El paquete Oro se suponía que era libre de anuncios."

    -"Vino con la cama," dijo Cheryl.

    -"Estupendo," dijo Doug sarcástico. "Me voy al estudio."

    Cerró la puerta y se sentó en mitad de la habitaciòn. Al menos, allí se estaba en silencio. Doug abrió su panel de humor. Su enfado estaba, según aquéllo, peligrosamente alto pero estaba cayendo en pequeñas cantidades. Respiró y lo observó caer.

    Minutos después, salió y subió las escaleras. Llamó a la puerta de Olivia. No hubo respuesta y, segundos después, la abrió de todos modos. El creciente barullo de música pop le sacudió pero él osó entrar y cerrar la puerta.

    ("Si uno ya no tiene tímpanos, ¿porqué duelen?") se preguntó Doug.

    Olivia apagó la música pero no alzó la vista de lo que estaba leyendo.

    -"¿Qué es éso?" preguntó Doug.

    -"Podìas habérmelo dicho." dijo Olivia. "Seguramente también te reías de mí."

    -"¿Que yo podía habértelo dicho? ¿Sobre lo de Pole Position, quieres decir?"

    -"Creí que eras un caza-tendencias," dijo ella amargamente. "Podías, al menos, habérselo contado a tu propia hija."

    -"Pero yo no trato con detalles específicos, cariño, yo sólo analizo tendencias..."

    -"Lo que sea," dijo ella volviendo a su documento."

    Doug miró el texto brillante. Parecía poesía o algo así pero, cuando lo leyó, supo que eran letras de canciones.

    -"Sí, bajo la piel somos todos iguales, baby. Pórtate hasta aquí y baila conmigo,... " leyó en voz alta hasta que Olivia lo minimizó.

    -"Estoy estudiando," dijo ella, cruzando los brazos. "Éste es el grupo de moda. Ojos Reptilianos."

    -"¿Tienen ojos de apariencia rara?" preguntó Doug bromeando consigo mismo.

    -"Aún no he visto el vídeo," dijo ella mirándole.

    -"Bueno, estarás a la última para mañana," dijo Doud. "¿Te vas a molestar con fruslerias como los deberes escolares?"

    -"Tengo toda la noche," dijo Olivia. "La escuela no empieza hasta las ocho."

    -"Suerte tienes," dijo Doud. "Yo tengo que volver en un par de horas."

    Ella se encogió de hombros. "Al menos no tienes que volver para ver a los chicos más malvados del mundo."

    Doug suspiró, sonrió, le zarandeó el hombro suavemente, pensó sobre cómo Chan había hecho bromas sobre su tinte dérmico."

    -"¿Porqué Papi?" dijo ella. "Odio esta escuela, ¿Puedo..."

    Él negó con la cabeza, se obligò a mirarla a los ojos.

    -"Tienes que ser fuerte, Olive. Hay chicos así en todas las escuelas."

    -"Ya, pero...si pudiera empezar de nuevo, yo... " vió cómo la cabeza de Doug negaba lentamente. "No puedo esperar hasta que consiga un trabajo. Estoy tan harta de aquì. Una de las chicas de la escuela ya tiene su propio apartamento."

    Doug, fingiendo que no lo había herido, se levantó.

    - "Hazme saber cuándo tengas habilidades de marketing." dijo con una leve sontisa. "Te ayudaré a escribir el currículum."

    * * * * *

    Las nuevas llegadas estaban agrupándose en torno al muelle. Un cargamento entero había llegado minutos antes...afortunamente, después de que Doug hubiera encontrado a Harris y al pirata.

    -"Me preguntaba cómo llega hasta aquí la gente Plata y Bronce,"
    dijo Doud señalando hacia el muelle. "Son un montón."

    -"También hay típicos Estaño," dijo el pirata. "Echa un vistazo a Mini y Maxi allí."

    Le indicó con la barbilla a un hombre de, al menos, tres metros de altura con un diminuto compañero montado sobre sus hombros.

    - "Siempre hay algún bufón que maxifica la opción de altura. Creo que..."

    Lo que fuera que el pirata pensaba se perdió entre las campanillas de los tranvías que se acercaban y el creciente rugido de la multitud.

    -"Yo casi prefiero la...actitud festiva," decía Harris cruzado de brazos. Estaba escaneandp a la gente con avidez. "Mirad a esa persona allí con piel de reptil. Eso no estaba disponible cuando yo llegué aquí."

    -"Es alguna promoción," dijo el pirata. "Una banda de chicos. Te dan un album grátis."

    -"¿Ojos Reptilianos?" preguntó Doug.

    -"Sí," dijo el pirata un poco reluctante de admitirlo.

    -"No llevas ni un día aquí y ya estás por encima de las tendencias," dijo Harris. "Te dije que era el mejor que tengo," le dijo al pirata.

    A pesar de ser consciente del ego de su jefe, Doug sintió el pecho más ligero.

    El pirata gruñó, sin mostrarse impresionado.

    -"Éste esJeremy, Doug... es nuestro último y el más grande. Ha.profundizado bastante con la esena Cracker en Frisco y te llevará a un asalto de datos de lo más desafiante." miró a Doug arqueando una ceja. "¿Estás listo para ello?"

    ("Con un discurso así, realmente quieres que vaya...")

    Él asintió.

    "Es mejor que el infierno de quedarme sentado a mi mesa..."

    -"De acuerdo, entonces, os dejaré a los dos con vuestra aventura." dijo Harris guiñando un ojo a Jeremy y desapareció.

    Solo con el fornido hombre, Doug estaba un poco intimidado. El pirata era una caricatura de virilidad: pecho peludo sobresaliendo del cuello de la camisa, los biceps estirando el tejido, una daga saliendo de una funda a la cintura.

    Jeremy lo pilló mirándola y sacó la daga que relucía al sol. Se afeitó algunos pelos del antebrazo.

    -"Bonita, ¿eh?" dijo. "La original no lo hacìa pero hice algunaos cambios. Ni siquiera tenía parche."

    Doug estaba sorprendido.

    -"¿Sin parche?. ¿Qué es un pirara sin un parche?"

    -"¡Exacto!" Jeremy enfundó la daga. "Sólo un marinero sucio, básicamente."

    -"Pero decidiste no llevar pata de palo." dijo Doud.

    Jeremy le mostró una sonrisa de queja.

    -"Eso ya es demasiado. Venga ya, soy un pirata joven."

    Doug se preguntó cuán joven era. En.realidad tampoco le importaba pero trató de adivinarlo de todos modos. Él reaccionaba como un chico en una pandilla de chicos pero sabìa mucho más sobre piratas que un chico medio...

    ("podría ser sólo un chico no medio."), pensó simplificando.

    -"Bien, vamos a que nos sellen los pasaportes," dijo Jeremy estirándo su cuerpo inclinado lánguidamente contra el edificio. "Quítate el reloj o sospecharán. No reciben muchos novatos en la oficina de pasaportes."

    Caminaron hacia una pequeña cabaña situada en una parte de los muelles.

    Doug miró su reloj y se lo quitó.

    - "Supongo que no necesitaremos cambiar a Plata o Bronce."

    Jeremy le dió una mirada de enfado.

    - "Ni siquiera lo necesitas para éso. Sólo es porque RistReloj es parte del consorcio. Planean añadirle nuevas funciones algún día pero quieren que la gente se acostumbre a él por ahora. ¿No has visto lo inútil que es? Todo lo que es: un control de volumen. No se puede cambiar de emisora, sólo el volumen."

    Doug asintió. Jeremy tenía razón.pero sentía su muñeca rara sin él.

    Había alguien más en la oficina de pasaporte.

    -"Me dijeron la semana pasada que podría partir esta semana." estaba.diciendo una mujer de mediana edad "Mi tía está en el hospital."

    Un hombre de unos cincuenta con sobrero de pico levantó un dedo.

    "Estoy accediendo al audio de su última visita," dijo con tono tranquilo. Luego, la voz diferente de su reloj dijo: "Hay un tiempo de procesamiento mientras su cuerpo se recupera y se revive, una semana para Platino, dos semanas para el resto de paquetes."

    Luego, el oficial dijo con la voz de la mujer: "Bien, eso estaría bien."

    El oficial de pasaporte sonrió educadamente al terminar la grabación.

    -"Aquí dice que tiene paquete Plata."

    La mujer resopló y se marchó.

    -"Tenga un buen día," gritó el hombre tras ella. "Siguiente."

    Sus ojos tranquilos examinaron a Doug y Jeremy.

    Jeremy puso un pasaporte sobre el mostrador y buscó en.los bolsillos mientras el oficial lo recogía.

    -"Me marcho." dijo Jeremy, sacando un pequeño control remoto con un botón. "Y no hay nada que usted pueda hacer para evitarlo."

    La sonrisa del oficial nunca se alteraba.

    - "Puede haber un tiempo de procesado de una a dos semanas..."

    Jeremy pulsó el botón y sonrió.

    El oficial selló su pasaporte.

    -"De uno a dos segundos." dijo y extendió la mano hacia Doug. "Pasaporte."

    Para su mayor sorpresa, Doug lo tenía ya en su mano. Se lo pasó al hombre que gesticulaba de impaciencia.

    -"¿Ves ahora porqué no se necesita el reloj?" dijo el oficial mientras le sellaba el pasaporte. "El Poder la Mente..."

    -"Me estoy sintiendo un poco cansado," dijo Jeremy en el tono tranquilo y mesurado del oficial. "La oficina de pasapprte se cierra por mantenimiento."

    El oficial le lanzó de vuelta el pasaporte a Doug, cogió el remoto de la mano inerte de Jeremy y apretó el botón. La mano de Jeremy se disparó y recuperó el remoto de la mano del oficial.

    -"Vámonos," dijo Jeremy saliendo.

    Doug miró atrás hacia el oficial cuya sonrisa estaba, lentamente, volviendo a su cara.

    * * * * *
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  9. #39
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    (39) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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    ************************************

    Doug (X) (Continuación)

    Caminaron hacia el muelle. Otro tranvía distante anunciaba su salida con la campanilla. El muelle estaba bastante despejado ahora y el SS Nuevo Mundo se alejaba deslizándose en el mar. Había un barco arribando y Doug escaneó el horizonte mirando lo que parecía un barco pirata.

    -"Allá vamos," dijo Jeremy.

    Media docena de hombres esperaba al mismo barco. Llevaban camisas a rayas y el pelo alborotado por el viento.

    - "Por su propia seguridad, por favor, no interfiera con el proceso de atraque," decía uno de los hombres.

    Jeremy le mostró al hombre su pasaporte y él asintió. Caminó hacia otro hombre y ambos colocaron la rampa pasarela. Doug imitó a Jeremy.

    Tras colocarla, el hombre dijo.

    - "Vuelvan pronto, Doug Patterson y Jeremy Ellis."

    Jeremy lo ignoró totalmente pero Doug le dió las gracias mientras caminaba por la pasarela.

    Jeremy fue directo bajo la cubierta y Doug le siguió. Para cuando entró al camarote del capitán, Jeremy ya estaba de rodillas. Algo en el modo en que Jeremy espiaba por la claraboya le dijo que era un chico joven.

    -"Sólo están allí de pie...¿porqué no están...?" el cuerpo de Jerem se relajó. "Vale, ya están desatando el barco." Miró a Doug con una sonrisa burlona. "Fiuu."

    -"Fiuu."

    Jeremy miró por la claraboya de nuevo.

    -"Ha estado cerca. Casi me vuelvo loco cuando el tipo de pasaportes se desconectó...seguro que investigan el asunto."

    -"Ese dispositivo que tienes es bastante interesante." dijo Doud.

    Jeremy se encogió de hombros.

    -"Aún así, casi la fatidiamos."

    -"¡Eso habría sido horrible!"

    -"En serio."

    -"¡Hibiera tenido que volver a la oficina!"

    Jeremy puso los ojos en blanco.

    -"El trato con Paul se habría fastidiado, también. Sé que sólo estás aquí para asegurarse de coger su parte del botín. Supongo que está demasiado ocupado para venir personalmente. Cosa que me alegra mientras mantenga su parte del acuerdo."

    -"Ah," dijo Doud, fingiendo una sonrisa mientras recordaba las palabras de Harris.

    ("Quiero que te empapes de cada palabra de jerga, cada valor, cada matiz subcultural. Este asunto de los ReplicanteZ va a ser un pelotazo. No quiero asustarle así que, le he dicho que quiero participar en algunos datos que está robando. No creo que sean valiosos pero actúa como si los quisieras de verdad, muestra decepción si no los consigues.")

    Cuando el muelle empezó a retroceder, Doug se sentó en una hamaca y miró a su alrededor. Era idéntico en cada detalle al barco en el que había venido: el espejo, el escritorio falso del capitán, el óxido en los bordes de las claraboyas... Parecía como si hubiese pasado mucho tiempo desde que había llegado allí pero no podría ser más de un día.

    ("No dormir destruye el concepto del tiempo.")

    Jeremy se había instalado en el escritorio. Tenía girado su parche y estaba trayendo código que flotaba en el aire. Le recordó a Doug la primera vez que había visto a la gente trabajar con código en un cubo-espacio, lo parecido a la escultura que resultaba. Doug se preguntó porqué Jeremy no había hecho su parche transparente.

    ("Quizá el disfraz no estaba hecho para el mundo exterior, quizá estaba destinado a subrayar la identidad misma del pirata. O quizá no se le había ocurrido.")

    Jeremy emitió un sonido de irritación, desenfundó la daga y la puso sobre la mesa. Mientras hacía ésto, percibió que Doug le estaba mirando.

    - "¿Qué?"

    -"¿Cuál es el plan, Capitán?" dijo Doud.

    Jeremy volvió al código.

    -"El plan es...que me dejes en paz un par de minutos para comprobar ésto."

    -"vale, vaale," dijo Doud, paseando hacia fuera de la habitación. Subió la escalera hasta la cubierta. El olor de la sal y los graznidos de las gaviotas le relajó, le hizo sentirse en control aunque era Jeremy quien dirigía el show. Era un sentimiento familiar, casi acogedor.

    Quería que Jeremy se sintiese en su elemento para poder observar y aprender. El ego que había perdido sería recuperado con intereses cuando desplegara los detalles de una subcultura fresca para sus clientes. Pero era importante ser sutil. Cheryl a menudo le acusaba de empezar la casa por el tejado.

    Cuando era joven, pensaba que éso hacían todos en el mundo de los negocios. Se acordó del incidente con Lauden.

    -"Le dije a nuestro contacto que aguantaríamos hasta la semana que viene antes de vender los datos," le había dicho Lauden.

    La subcultura en cuestión había sido un grupo de chicos que coleccionaban discos DVD. Una artística banda que creìa que había belleza en las grabaciones degeneradas y gorjeantes, que intercambiaba cables y unidades reproductoras tan grandes como maletines.

    -"Hay una gran convención el próximo fin de semana y no quieren ir con prisas con la prensa."

    Doug recordó haber asentido.

    ("¿Se supone que tengo que creer que ha puesto meses de investigación en ésto y está dispuesto a arriesgar que sea captado por otra agencia por lo que le ha dicho un contacto?")

    Doug se había convencido de que Lauden estaba listo para irse a otra agencia. Aunque Doug no había hecho mucho del trabajo, éso no excusaba que Lauden le hiciera parecer idiota. Él había estado ocupado estableciéndose en la oficina más que ayudando a su compañero. Eso apestaba, sí, pero Lauden tampoco se había quejado.

    Así que, para cuando la reunión del Viernes tuvo lugar, Doug había pasado la noche del Jueves imprimiendo el informe. Le había sido grata la solidez de aquéllo cuando Harris había mirado a Lauden y él había sacado el informe de su maletín y lo había puesto con un golpe sobre la mesa.

    Los ojos de Lauden habían crecido por la sorpresa, su boca se había abierto, pero todas las miradas estaban sobre Doug.

    -"Los Riperos. Retro-moda,
    caballeros," había empezado él. "No es fácil de que se vuelva un beneficio inmediato, pero será suficiente para cubrir el coste de la larga carrera. ¿Recordáis la locura por las pantallas convexas de hace unos años? ¿Las que hacían la imagen más 'cálida'?"

    Él los tuvo a todos en el bolsillo, entonces. Lauden no había dicho nada.
    ¿Pero que iba a decir él? ¿Que estaba sentado sobre una propiedad suya? Hubiera sido despedido allí mismo. Su boca permaneció sellada durante toda la reunión. De hecho, no le volvió a dirigir la palabra durante tres años, después de aquello.

    Tampoco es que Doug lo hubiera notado. Tuvo una buena carrera de diez años sin obstáculos. Era sólo que se aproximaba a la treintena y había sido un año de malas pistas.

    ("Por no mencionar a ese chico psicópata que había lanzado bolas incendiarias en mi coche...")

    Tras el ataque, tuvo un par de semanas en el hospital para contemplar las paredes. Lauden había ido a verle junto con la banda de amigos del trabajo y aquello le hizo reafirmar su juicio original sobre su compañero de trabajo.
    Aparentemente, había sido muy firme en aguantar el informe.

    Pero, ¿porqué? Al final, era beneficio de todos que una subcultura fuese anunciada en los medios principales. Una subcultura aislaba una parte vibrante de la experiencia humana y lo que todo caza-tendencias hacía era ponerla a disposición de las masas.

    Ese Lauden se tomó las quejas lo bastante en serio como para violar el protocolo convenciendo a Doug de que él era un débil mental peligroso.

    Doug tuvo la misma impresión cuando recordó la cara de ira en la cara del chico incendiario.

    ("Pero se tiene que romper algunos huevos.") pensó inclinando el codo sobre la barandilla y mirando la silueta de Frisco.

    ("Microsoft no había construído Frisco escuchando las quejas de la gente, ¿verdad?. Demonios, mira las pirámides...")

    La sombra de Jeremy, alargada sobre las tablas de madera, distrajo a Doug de sus pensamientos. Jeremy colocó un pequeño objeto en el mástil del barco. Era rechoncho y dorado y a Doug le recordaba una marmita.

    -"Ok," dijo Jeremy tomando aire.

    -"¿Vamos a empezar a usar el timòn para desviarnos hacia el borde del mundo algún día?" dijo Doud. "Le dije a mi esposa que estaría en casa para la cena."

    -"No, el timón de estos barcos cutres no funciona,"
    dijo Jeremy. "Funcionan electrónicamente."

    -"Oh, sè que no funcionan pero pensé que harías algunas de tus modis," dijo Doud soltando jerga casualmente.

    -"Ya lo hemos hecho. Pronto, cuando lo gires fuera de curso, arreciará el viento. Intentamos también ir ppr debajo pero no hay nada salvo arrecifes."

    -"¿Habéis ido...bajo el agua?" dijo Doud, horrorizado ante la idea de entrar voluntariamente en el vacío. "¿Y qué hay?"

    Jeremy cambió de idea y puso el objeto dorado al otro lado del mástil.

    -"Ni una maldita cosa. Bajamos con submarinos, usamos bots para explorar el maldito fondo entero. Pensamos que habría algo, una pérdida de tiempo. Nos llevó una semana entera."

    -"¿Y ahora?"

    -"Ahora lo intentamos...por arriba.", dijo examinando el objeto dorado.

    Doug le pinchó, desesando saber en qué demonios se estaba metiendo.

    - "¿Y esa marmita va a..."

    -"Es una lámpara."

    Doug asintió, confiando en que las habilidades de código de Jeremy fuesen mejores que las de su arte visual.

    - "¿Y esa lámpara va a hacer qué, exactamente?"

    -"Bueno, me llevaría todo el día explicarte lo que va hacer, exactamente."

    Se estaba poniendo nerviosamente cortante. Frotó el objeto una veces y lo puso sobre las tablas de madera.

    - "Basta decir que nos llevará donde queremos ir."

    Doug miró el rudo boceto de lámpara, el humo surgía de la boquilla y empezó a preocuparse.

    -"No le hará nada serio al barco, ¿verdad?" dijo él, oyendo cómo crecía el ávido borboteo del agua, como si anticipase una comida.

    -"Relájate," estava diciendo Jeremy pero sonaba lejano.

    El humo era blanco de baja resolución y llenó rápidamente su campo visual.

    ("Al menos no me hace toser.")

    El blanco del humo aumentó sin gradientes pero su cuerpo enteró era tan perfectamete visible que Doug pensó que estaba flotando. Ésto, añadido al miedo y la irritación, estaba empezando a provocarle náuseas.

    ("Todo está en tu cabeza, Patterson, recuerda. No tienes cuerpo.")

    A pesar de todo, sus tripas se revolvieron.

    -"Perdón por ésto," vino la voz de Jeremy. "No sabía que el proceso tardaría tanto. En las simulaciones sólo eran una bocanada de humo y empezaba."

    -"¿Porqué la has hecho para que suelte humo? ¿Qué hay de malo con la maldita barra de progreso?" gritó Doug.

    -"Barra de progreso," se burló Jeremy. "De acuerdo, abuelo."

    Doug se mordió la lengua.

    ("Será mierdecilla")

    -"Espero que no esté congelado..." la voz de Jeremy había disminuido su engreimiento.

    ("¿Congelado?")

    El estómago de Doug dió un vuelco.

    ("¿Con quién demonios me envía Harris...? no puede romper el sistema, ¿verdad? ¿Qué me hará a mí un sistema roto?")

    Antes de que el pánico llegase a histeria, abrió su panel de humor y deslizó hacia abajo sus niveles de miedo.

    (" Oh dios eso está mejor.")

    Antes de cerrarlo, su entorno empezó a fundirse en negro como una televisión pasada de moda y su miedo ascendió de muevo.

    ("Estoy saltando a por mi propia sombra."), pensó enfadado.

    Doug, ahora bastante calmado, se interesó en ver que cuando su ira subía, su miedo bajaba.

    -"Bueno..." dijo él, mirando alrededor.

    El barco aún era el barco y el mar aún era el mar. Respiró de alivio. Buscó a Jeremy y lo vió alzando la vista al cielo con una sonrisa en la cara. Con algo de urgencia, Doug siguió la vista y vió una bandera negra.

    ("La Jolly Roger.")

    -"Dios, qué terrorífico," dijo Doud, notando que en vez de huesos había dos tubos de ensayo.

    -"¿Tenemos que hacer todo ésto?"

    -"Súbe el barco," le gritó Jeremy a la bandera y Doug vió el ojo de la calavera hacer un guiño.

    - "Quizá es mejor que te sientes." dijo Jeremy.

    Doug observó a Jeremy mientras se sentaba sobre las gastadas tablas. Abrió la boca para hablar y una ráfaga repentina de aire lo tumbó junto a Jeremy. Luchando por erguirse usando los codos, intentó mirar qué demonios estaba pasando.

    El modo en que las velas se movían al principio le hizo pensar que estaban rotas y que saldrían volando pero el ritmo cambió a un compás repetitivo que impulsaba al barco.

    ("Son alas. Ha hecho que las velas actüen como alas.")

    -"¿No has notado que no hay aviones ni reactores en Frisco?" , dijo Jeremy.

    -"Uh... no, en realidad no."


    ("Llevo aquí un total de treinta horas así que, perdóneme el señor si no he hecho el examen de opciones de transporte.")

    -"Eso es porque no quieren que nos asomemos a ver los áticos."

    -"¿A qué altura subimos?" preguntó Doug, mirando al, quizá ilimitado, cielo.

    -"Tan alto como podamos," dijo Jeremy. "Tan alto como lo hayan construído."

    Se elevaron durante un buen ratillo. Doug miraba por el lateral. El vago borrón de tirrra se hacía cada vez más pequeño.

    -"¿Crees que aún estamos subiendo?"

    -"No," dijo Jeremy. "Hemos pasado ese conjunto de nubes tres veces," dijo él. "Estoy bastante seguro de que hemos alcanzado el bucle, pero vamos a comprobarlo." Jeremy señaló y la bandera guiñó de muevo.

    Mientras se aproximaban, las nubes parecían bloques de baja resolución pero, cuando se acercaron más, Doug vió que no eran nubes en absoluto sino inmensas masas de cajas blancas interconectadas. Jeremy lanzó una escalera de cuerda para bajar a la bizarra estructura.

    -"Muy bien, tú defiende el fuerte aquí." dijo Jeremy emocionado.

    Doug asintió, aliviado. Aguantó la escala mientras Jeremy descendìa. El pirata piso suavemente con un pie la estructura encajada, la comprobó y bajó sobre ella. Doug notó su corazón en la garganta al imaginar a Jeremy cayendo hasta el océano.
    Jeremy estaba botando arriba y abajo sobre la nube.

    -"Sólido," gritó

    -"A mi no me parece sólido," gritó Doug en respuesta.

    Jeremy se sentó y arrancó una de las cajas de la estructura.

    - "Cielo santo."

    Doug miró hacia abajo.

    -"Cielo santo qué."

    -"¿Ves estos flujos de datos?" dijo Jeremy con voz trémula y chillona. "¡cielo santo santísimo!"

    -"Lo que veo es a tí mirando una caja blanca."

    Jeremy emitió un sonido de enojo.

    Doug le observó durante un rato. Sabía que esos locos del código podían pasar horas y horas conbsus.cosas sin apenas descansar para comer o dormir.

    ("Y ahora que no se tiene que dormir o comer, puedes estarte aquí por muuucho tiempo, Patterson.")

    (...)

    Se sentó sobre cubierta apoyado en un lado. Tuvo una idea interesante. Una idea muy interesante, de hecho.

    -"Hey, Jeremy, me estaba preguntando..."

    Una caja apareció por el borde y cayó al lado de Doug.

    -"Telepórtate hasta tu jefe con éso," gritó la voz distraída de Jeremy. "Puedes dsrme las gracias luego."

    -"Bueno, uh. . . ¿me puedes prestar ese aparatito que usaste con el tipo de pasaportes?" preguntó Doug preparado para la negativa.

    En su lugar, el pequeño remoto negro voló hacia su otro lado. Doug lo recogió y leyó la etiqueta que había en él:

    "El Botón OV oo".

    * * * * *
    Última edición por Artifacs; 30-May-2018 a las 16:14
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    (40) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Paul (VII)

    Paul estaba sentado a su mesa onservando la caja.

    Al mirar el flujo de datos, vió una caja estallando con información, una oposición densa y frenética del sereno contenedor.

    Él empezó a recogerla y, pensando como un hombre de organización, su mente se tambabaleó ante la ingenuidad de las operaciones de Usted.

    Una vez que la persona tenía su mente copiada digitalmente en la tienda de Usted, sus cuerpos físicos con cerebros en bioestasis recibían instrucciones a través de sus relojes para salir caminando de la oficina y rondar al azar por la ciudad.

    Paul estaba asombrado del siguiente paso pues las furgonetas de deudores se enviaban automáticamente con solicitudes de recogida de esas personas. No sólo era un uso brillante de la ya existente infraestructura, sino también mostraba una increíble comprensión de la naturaleza humana. El equipo de recogida confundiría la bioestasis con demencia y el público en general simplemente asumiría que habían más personas sin hogar estos días.

    Los cuerpos eran un producto potencial del proceso y la IA había descubierto un medio rentable de utilizar esos activos.

    ("Pero el hecho que supiera que no podía transportarlos directamente hasta las fábricas...éso era bastante ingenioso.") pensó Paul con cierta aprensión.

    -"Paul," dijo Chan, apareciendo de pie de pronto ante él. "¿Has tenido ocasión de mirar el archivo de los Soñadores?"

    Él resistió la urgencia de cubrir la caja blanca.

    - "Fuera de aquí."

    Los ojos de Chan cayeron hacia la caja blanca.

    -"¡Nunca se transporta nadie directamente a mi oficina! ¡Fuera de aquí!" rugió Paul.

    Chan se desvaneció, asustado.

    Aunque sabía Chan no podía haber comprendido lo que era la caja, el incidente le recordó a Paul lo importante que era la información. La reputada oferta de Usted, que incluía negar la entrega de cualquier información concerniente a sí misma, era una salvaguarda muy buena pero asumía que el único motivo que la gente tenía era un motivo lucrativo. Y ése es sólo uno de muchos.

    Otra salvaguarda era que los datos de la caja sólo detallaban operaciones que señalaban al centro de control. El conocimiento maestro real de los datos se interrumpía desde la red, sólo acesible mediante interfaz física. Y pocas personas tendrían la habilidad para conseguir este acceso.

    Paul, no obstante, era una de ellas. Inició una llamada.

    -"Eileen," dijo él tratando de contener la temblorosa emoción de su voz. "Sé dónde están los cuerpos."

    Eileen estaba cansada de todo aquéllo.

    Ella sabía que se debía en parte a que estaba funcionando en modo de baja energía, pero sus emociones no estaban demasiado desincronizadas con su perezoso cuerpo. Había estado aturdida desde el descubrimiento de que las furgonetas de Usted eran señuelos que recorrían un circuito interminable de una oficina a otra para enviar y recoger absolutamente nada.

    Podía haberse rendido, entonces. Podía haber rezado y tirado del conector espinal pero Paul la había convencido de aguantar un poco más.

    ("Y ahora navego el lento barco hacia el Infierno.")

    Era un hovercraft, en realidad, y llevaba en él un día. Al menos, gracias al avión y la camioneta había podido ahorrar energía. Pero el hovercraft botaba lo justo para convencer al traje de que estaba en un peligro pptencial y mantenía a Eileen llena de estimulantes.

    ("¿Porqué le hice caso?")

    Paul había presentado argumentos convincentes.

    ("Dijo que estaba tras la pista de la localización real. Dijo que era vital que siguiera el plan o los bastardos que habían raptado a Jeremy escaparían una y otra vez.")

    El hovercraft dió otro saltó y envió una punzada de dolor a la espalda de Eileen. Parte de su cerebro registraba que había algo diferente en ese salto.

    ("¿algo más seco?")

    Se levantó como pudo y miró de nuevo por la ventana. No había nada, por lo que sabía podría incluso estar en Vancouver o podía estar agarrada al techo de la furgoneta de Usted.

    -"je je," bromeó.

    Tras casi una semana de estasis bajo el puente donde Paul la había despertado, su voz había perdido la sinceridad inicial de su ruego de que siguiese conectada. Él sonaba ahora como un hombre de negocios, el matiz de emoción le preocupaba.

    No parecía el tipo de hombre que se excitaba. Le había dicho que se preparara para el transporte y, cinco minutos después, una gran camioneta negra se había detenido junto al puente y abría las puertas traseras.

    Desde estonces, había estado dentro de una caja u otra, con el traje como única compañía. El traje podía decirle varias cosas: la latitud y longitud exactas, que aquél hovercraft tenía veinte años de servicio y era autopilotado y que sus propias reservas de energía eran críticas. Eileen se acostumbró a la batería parpadeante en la esquina, ya no la veía conscientemente. Estaba aturdidamente sorprendida de no estar muerta aún. Le recordó una vez en un viaje de carretera con un coche de gasolina. Ella y su prima habían parado en la única gasolinera que quedaba en Ohio y...

    Se rió un poco al recordarlo. Deseaba que Jeremy estuviera allí para divertirse con la historia.

    ("Habría puesto los ojos en blanco, debido a su edad, pero habría pensado de era divertido.")

    -"Agente." dijo el traje.

    ("¿Me he imaginado eso?")

    -"¿Hola?" dijo ella.

    -"Estás cerca de tu destino, agente," dijo Paul.

    Sonaba incluso más reservado de lo normal. No le gustó que ya no la llamara por su nombre. Era como si tratase de poner distancia entre ellos.

    ("Como si se preparase para perderme.")

    -"De acuerdo, Paul," dijo ella usando su nombre deliberadamente.

    -"Por favor, sé profesional y evita usar nombres. Te acompañaré todo el camino, veré lo que tú ves. También tengo a un experto conmigo, un experto en burlar sistemas de seguridad. Tenemos que seguir sus instrucciones al pie de la letra o no completaremos tu misión."

    -"¿Encontraré a ...?"

    -"Alcanzarás tu objetivo principal," dijo él interrumpiéndola.

    No hubo ninguna otra comunicación hasta que el hovercraft se detuvo. Ella abrió la escotilla y salió hacia la oscuridad. Saltó de la máquina al suelo rocoso y escaneó los 360 grados de la zona. Había una estructura muy iluminada a medio kilómetro al noroeste.

    -"Dirígite hacia éso." dijo Paul.

    Eileen empezó a correr a velocidad normal confiando en que Paul no le pidiese más.

    "Tus coordenadas apenas son exactas," dijo ella para distraerle.

    Él no respondió.

    Debería estar contenta de haber salido del hovercraft pero no sentía gran cosa acerca de nada. Notó una ténue familiaridad en la aproximación: el terreno y la instalación iluminada le recordaron a sus misiones en África.

    ("Pensé que nunca iría allí sola.")

    Identificó un pequeño edificio, un autobús y la silueta de una estructura que no pudo reconocer. Pidió al traje que investigara posibilidades.

    -"Boeing Spaceliner 2031-AU," le dijo.

    ("¿Qué demonios estaba haciendo un transporte espacial allí?")

    -"Ahora salta esa verja y pon ruta de abeja hacia el transporte espacial." dijo la voz de Paul.

    Ella podía oirle consultando a alguien más.

    - "No sabemos qué tipo de seguridad esperar así que, procede con extrema precaución."

    Ella sonrió al oir las palabras, le recordaron al chiste de que "procede con extrema precaución" es el código para "extermina con extremo daño."

    Aceleró caundo se acercaba a la verja. Siempre había sido buena saltando verjas.

    El traje absorbió fácilmente la descarga eléctrica: apenas era suficiente para matar a un animal pequeño. El cable rizado en la cima le pareció un toque puramente decorativo. Saltó al otro lado y quedó en posición de combate como si esperase múltiples objetivos.

    ("Dejo sanos los huesos siempre que puedo.")

    Se encaminó hacia el Spaceliner, estaba un poco asustada por la ausencia de centinelas. El traje escaneó en busca de movimientos humanos pero el único sonido era el "chit chit chit" de sus pies sobre la grava mientras corría. Llegó a la cola del Spaceliner, confiando en que las tres toberas gigantes no explotasen a la vida, otro protencial peligro que el traje le alertaba.

    -"No está programado para volar hasta dentro de media hora." dijo Paul, viendo la alerta. "¡Allí! ¿ves las escaleras? Sube por ellas."

    Eileen se puso a ello. En vez de la pasarela acordeón que ponían normalmente, habìa una escalera con ruedas que llegaba al suelo. Rodeó la escalera comprobando que no había nadie y esprintó hacia arriba. Una luz fluyó por la puerta abierta del Spaceliner.

    Instintivamente, se impulsó sobre su último paso y rodó a través de la puerta aterrizando con las palmas en el suelo. La parte de ella que estaba segura de la trampa y que esperaba las balas atravesándola quedó decepcionada.

    -"Relájate. Pasa a velocidad normal. ¿Agente? Relájate."

    Eileen sintió su pecho inflarse y colapsar, inflarse y colapsar, escuchando el sonido de su respiración en el proceso. Al principio pensó que estaba alucinando, que su sueño esporádico le gastaba una broma y que su traje también estaba en ella. Le mostraba objetivos por todos lados, dibujando puntos de mira sobre la gente tan rápidamente como podía procesar. El Spaceliner entero estaba lleno de gente sentada en sus asientos.

    -"¡Agente! Relájate. No pueden verte."

    Eileen se quedó donde estaba, quieta y en silencio. Era cierto que nadie la miraba. Era cierto que nadie parecía agitado por la figura de traje negro y cara pintada que había entado rodando por la puerta.

    Se levantó despacio.

    Apagó la insistente señal del traje de que los matara a todos. Los puntos de mira eran tan densos que tenía problemas para ver las caras. Los pasajeros estaban bien vestidos, sus caras estaban relajadas. Si estuviera viendo ésto por la TV, Eileen no habría notado nada inusual.

    -"Tendría que haber un asiento libre...33A," dijo Paul. "Allí está. Ves hacia él."

    Eileen caminó por el pasillo. El 33A era un asiento de ventanilla. El 33B estaba ocupado por una señora de unos cuarenta años con el pelo peinado a la moda. Se quedó allí esperando a que la mujer hiciera algo pero no hacía nada salvo respirar y mirar hacia el frente.

    -"Entra de una vez, agente. Aprieta el culo y siéntate en el asiento."

    ("Dios, cómo odio a los ejecutivos con micrófono.")

    Pero hizo lo que le decía, pasando sobre las rodillas de la señora y tratando de entender los complicados arneses. Nunca había montado en uno de esos transportes espaciales pero que la maldijeran si iba a esperar a que Paul le dijera cómo hacerlo.

    Resultaba que era bastante obvio: Pestaña A en el zócalo B con una vuelta en C y un lazo alrededor de D.

    Tan pronto lo tuvo ajustado, la puerta de la aeronave siseó hasta cerrarse.

    -"¡Fantástico! Buen trabajo, agente," dijo Paul riendo. "Qué suspense oh dios... Vale, a partir de aquí funciona en automático."

    Nada ocurrió durante un rato, sólo el sonido de los motores encendiéndose. Ella miró a sus amigos pasajeros, la vista no era muy distinta de la de un vuelo medio. Todo el mundo miraba al frente.

    -"Bienvenidos al vuelo 0001 desde Nunavut," dijo Paul. "Este es un vuelo directo al almacén de cuerpos que orbita la Tierra. Aquellos que sean máquinas asesinas cibernéticas se les pide que se desconecten hasta que las luces del cinturón de seguridad se apaguen. Tristemente, no hay película durante el vuelo puesto que sus cerebros están bloqueados en bioestasis. Pero esperamos que se diviertan con las Líneas Espaciales Usted."

    Para cuando Paul hubo acabado de bromear, Eileen asumió que él sabía exactamente lo que iba a pasar una vez había embarcado, pero ahora ya no estaba tan segura.

    * * * * *

    -"Vale. mira allí a la izquierda..." dijo él. "Espera, no. Mira a la derecha, éso parece un terminal, allí abajo."

    Eileen se detuvo.

    -"No tienes un mapa."

    -"No, nosotros... "

    -"Qué estás buscando," dijo ella.

    -"Si tenemos acceso al terminal, podemos buscar quién está almacenado aquí," dijo él sonando nervioso.

    ("Maldita sea. Esto me huele a traición.")

    -"Esa caja, abajo en el pasillo " continuó él.

    Eileen le preguntó al traje y éste identificó la caja con grandes letras rojas como un Almacén para Mantenimiento.

    -"Ah," dijo la voz de Paul, molesta.

    Eileen le pidió al traje que buscase sumistradores de datos y una luz ténue se iluminó dentro de la pared. Siguió el camino hasta la luz y, tras unos giros por un laberinto blanco para ratas, se encontró de frente con un terminal.

    -"Aquí está tu terminal," dijo ella. "¿Necesitas conexión directa?"

    Pausa.

    -"Sí."

    Ella arrancó el teclado...

    ("No es necesario, las contraseñas que se usan en estas estaciones llevaría días introducirlas por teclado.")

    ...y metió su dedo índice en el zócalo.

    -"Parchéalo a tu hacker," dijo ella mientras su vista se distorsionaba un segundo por la nueva conexión.

    "Fantástico. Eres una profesional." dijo entusiasmado.

    -"Lo sé," disparó ella. Aún estaba molesta de correr por ahí sin un mapa. "¿Ha entrado ya tu hacker?"

    Pausa.

    -"No"

    Más silencio.

    -"No, dice que llevará un ratillo. Agente, después de recuperar los datos sobre la meta de tu misión, tendremos que ponerlos en práctica."

    -"Sí", tradujo ella.

    Una vez que supieran que Jeremy eataba allí, aún tendría que encontrarle.

    -"Tiene sentido usar este tiempo para hacer un poco de reconocimiento, ¿no crees?"

    -"Lo creo," dijo ella, satisfecha por el tono de Paul.

    -"Si retrocedes el camino hasta el muelle de atraque, podemos ver lo que ocurre con las nuevas llegadas. Cómo se almacenan y demás."

    Ella ya estaba corriendo: "De acuerdo."

    Eileen pensó que hubiera sido mejor hacerlo desde el principio pero Paul empezó a darle direcciones tras el atraque de la aeronave.

    Regresó a la sala octogonal donde habían aterrizado. La puerta del Spaceliner estaba sellada así que, caminó pasillo abajo por donde sus dóciles amigos de viaje habían caminado en filas. Llegó hasta un umbral y miró. El traje compensó de inmediato el nivel de oscuridad interior e identificó cuatro objetivos tumbados en camas individuales situadas en cada pared.

    Continuando por el pasillo, encontró otra sala idéntica. Le recordaba a habitaciones de motel: sin detalles pero en las que aún se podía vivir.

    El estilo no combinaba con la esplendorosa imagen de los "resorts" de la estación espacial pero los huéspedes no se quejaban. Eileen recordó haber querido visitar un "resort" espacial cuando era adolescente. Había visto una emisión de la MTV que abría con imágenes de un "resort" con temas de rock de fondo. La gravedad parecía un poco desajustada: el VJ que entrevistaba a Prince no paraba de flotar por ahí. Eileen dejó de querer ir cuando supo que habían estabilizado la gravedad.

    ("Ésa era la parte divertida.")

    Un hombre desnudo salió corriendo de una habitación.

    ("Bueno, quizá aún quede algo divertido después de todo.")

    Persiguió sus firmes nalgas pasillo abajo. Le alcanzó y corrió junto a él. Tendría unos cuarenta y era muy apuesto pese a la expresión neutra de su cara. Ella bajó la vista hacia su asunto, que botaba libremente a cada zancada.

    -"Venga, venga, agente," dijo Paul.

    Eileen había olvidado que Paul seguía allí, viendo lo que ella veía.
    ("¡Qué vergüenza!")

    Miró hacia adelante. El pasillo terminaba en una pared de vidrio con puertas. A travès del cristal, Eileen vió más gente desnuda corriendo. Le pareció reconocer a alguien que estaba en su vuelo pero no podía saberlo con certeza sin ver las ropas.

    Siguió al hombre por la puerta hasta la pista de carrera. Ésta rodeaba una inmensa sala donde gente desnuda de todo tipo se ejercitaba de un modo sudoroso y metódico. Evitando a los corredores, observó que un anciano en una máquina de pesas tiraba de una maneta hasta que no podía tirar más y, luego, caminaba hasta otra máquina y se sentaba.

    Oyó reirse a Paul. :"Ésto es brillante. Poniendo a la gente a hacer deporte. ¡Qué perfecta optimización de coste!"

    -"¿Estás de broma?" dijo Eileen. "El Spaceliner, la estación...¡ésto cuesta millones!"

    -"Ya, pero éstos son sólo los Platino, los clientes de élite. Tienen al resto de cuerpos generando suficiente dinero para hacer diez estaciones como ésta."

    Algo sobre aquél asunto la incomodaba y Eileen trató de averiguar lo que era mientras observaba a la gente. Cada cierto tiempo, alguien dejaba la pista y alguien dejaba la sala de pesas. Nadie esperaba ocioso su turno.

    Caminó hacia el lado opuesto de la sala donde había una puerta.

    Su entorno pareció desvanecerse de pronto. Ella acabó tendida en el suelo y uno de los corredores estuvo a punto de pisarla.

    -"Agente, ¿qué ha sido éso?", dijo Paul.

    Eileen sabía lo que era.

    ("Mi batería.")

    Pero estaba tan cerca que no estaba segura de que Paul lo supiera.

    - "No lo sé."

    -"Quizá deberías volver al termimal. Quizá tienen defensas que no has detectado."

    Ella volvió y cruzó las puertas de cristal evitando a tres corredores que entraban. La resolución empezó a parpadear y confió en que Paul no lo percibiera. Se sentía avergonzada de lo débil que estaba.

    -"Sal de ahí, agente. Podrían tener un campo en esa habitación que está afectando a tu traje."

    Ella corrió de vuelta al pasillo. El problema de imagen surgió de nuevo pero no era muy evidente entre las paredes blancas.

    -"Tiene sentido que tengan otras medidas defensivas. Esperábamos sólo centinelas araña o algo parecido," zumbaba Paul en su oído.

    Eileen sabía más que él. Cuanto más dinero tenía una operación y más energía, tantas menos medidas de seguridad necesitaban. Ése déspota en Hawaii, por ejemplo, tenía arañas mecánicas gigantes que habían aterrorizado y cautivado a los medios pero él era débil. Esa fue la única vez que las había visto. Sólo eran armas más grandes y amenazadoras que dependían de la habilidad de sus operadores.

    -"Con barrigas blandas que podías patear con la bota.", dijo ella recordando la satisfacción de mandar dos de ellas al vertedero.

    ("Tuviste una carrera bastante buena, Eileen.")

    Su visión estaba haciendo ahora cosas muy extrañas y un aviso rojo estaba parpadeando:

    APAGADO DEL SISTEMA.

    Pero ella ya estaba justo delante del terminal y pudo meter el dedo en el conector usando el tacto.

    Sintió la onda a través de ella como se siente una ligera brisa cuando estás enfermo. Aún podía oir la voz de Paul pero se interrumpía. Estaba muy cansada pero sabía que sólo le esperaba dolor. Una vez que el traje estuviera inactivo, el abuso acumulativo al que había sometido su vieja y marchita cáscara calaría hasta sus huesos y, probablemente, los fundiría.

    No podía mantener la cabeza erguida de forma constante. El traje había dejado de suministrarle drogas. Ya podía sentir el dolor en sus articulaciones.

    ("El dolor está llegando, rodando por la vía sin sonar el silbato.")

    Se sentó contra la pared deslizándose para mantener el dedo en el zócalo.

    ("¿Qué harán con mi cuerpo?")

    Tuvo la imagen de su cuerpo rígido apoyado en la máquina de pesas, con sus manos en las manetas, a punto de caer y romperse mientras la oscuridad corría hacia ella.


    * * * * *
    Última edición por Artifacs; 31-May-2018 a las 10:24
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