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Tema: Marina

  1. #1
    Meteorito Avatar de Blasero1
    Fecha de Ingreso
    18-April-2013
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    197

    Marina

    Marina estaba sentada en el taburete alto, apoyada en la barra de pizarra oscura que iluminaban las medusas eléctricas y adornaban los relieves de gran detalle de algas luminiscentes. Sostenía entre sus manos el vaso de tubo con licor ambarino mientras el camarero, humanoide con cabeza de pez payaso, atendía a la variopinta clientela, la ondina de cabellos largos rojizos, profundos ojos violetas y rasgos delicados, la miraba fijamente.
    -¡Payaso! ¡Qué eres un payaso! -señalaba al camarero y reía.
    -¡No deberías beber tanto! -reprendía la ondina- ¿No puedes dedicar tus días libres a otra cosa?
    -Ahórrate los sermones, pescadilla -daba una palmada, entre risas.
    -No te pases, bicho raro…
    -Perdona -rodeaba el cuello de cisne con sus brazos y descansaba su frente en la de su amiga acuática-, he tenido una semana horrible en el trabajo de la pizzería. He atendido a todos los clientes, maleducados, de la cuidad sumergida -lloriqueaba-, además, me intentaron atracar en un pedido a domicilio y tuve que desenfundar el arma para ahuyentar a los delincuentes. Sí, soy un bicho raro, para colmo la replica sintética de un ser humano, atrapada en esta dimensión acuática y renegada a un trabajo miserable cuando en mi mundo curse varias licenciaturas.
    -¡De eso nada! -contesto la ondina de figura estilizada y escamas plateadas. Siempre bebes de más y sueltas la misma verborrea. No eres del espacio ni dimensión desconocida, ni de ese planeta Tierra que sólo existe en tu imaginación, eres hija de una ballena-manta.
    -El cetáceo gigantesco me engulló con el banco de peces, tras el accidente de mi Nave de Exploración. Durante el letargo inducido en la cápsula criogénica, se averió la computadora cuántica de abordo e inutilizó los aparatos del navegador estelar, desviando el rumbo del túnel de gusano en que viajaba, justo hacia un agujero negro que me transportó hasta aquí; un mundo líquido, comparable al tamaño del Sol terrícola. En absoluto soy la hija del mar, sino una defecación de metro sesenta -enmudecía al verse reflejada en la superficie brillante y esmaltada, de colores agradables y vivos, entre el mueble con la caja registradora y estanterías coralinas repletas de botellas, tras la barra. Alzó el vaso y propinó un generoso trago a su salud-, porque gracias al sistema salvavidas del traje de astronauta, el animal no me pudo digerir y desperté, no sé cuanto tiempo después, en la zona anfibia del centro de acogida de inmigración de esta megalópolis coralina.
    -Señoritas -interrumpía el encargado con cabeza de tiburón martillo, de dentadura afilada y ojos oscuros, dejando una botella con otros dos vasos-, ¿os puedo presentar a unos amigos que están a punto de entrar al local?
    -¿Qué te parece? -animaba la ondina- Algo de diversión nos vendría bien, somos jóvenes y prometemos. Así podríamos hacer ronda de locales nocturnos, por cuenta de sus amigos.
    -Ahí llegan -indicó a la compuerta metálica abriéndose, cuando fue a saludar al conocido de morfología crustácea que le reclamaba del extremo de la barra. Entonces hicieron acto de presencia dos musculosos tritones, bien parecidos y mejores vestidos que después de buscar con la mirada entre el gentío caminaron hacia ellas. Sin embargo, pasaron de largo para saludar a las ondinas hermosas que esperaban igualmente en la barra, cerca de Marina y su amiga.
    -¡Señoritas, estamos aquí! -reclamaba la atención el enorme renacuajo de ojos saltones, erguido sobre sus patas traseras apenas alcanzaba la altura del mostrador.
    -Somos “los amigos” del encargado del establecimiento -se presentó.
    -¡Joder, si son dos putos sapos, y encima, van desnudos! -voceó. Transcurrido el lapso de la sorpresa y el desencanto, ambas comenzaron a reír.
    -¿Qué es un “sapo”? -preguntó uno.
    -¿Y “desnudos”? -a su vez cuestionó el otro.
    -No todas las criaturas marinas van vestidas. Hay especies que no saben de ropa ni moda, en estas aguas cálidas -recordó la ondina- Pero si es lo más feo que he visto, en mucho tiempo.
    -No hemos cruzado el arrecife de coral para hacer amigos en esta parte de la cuidad. Queremos cobrar los favores sexuales que pagamos por adelantado al señor tiburón -expuso malhumorado, a la vez que su lengua bífida relamía los labios gruesos.
    -Cierto -afirmó su igual-, dijo que resultaríamos plenamente satisfechos por la experiencia.
    -¿Eso ha dicho el muy desgraciado? ¿Pero quién narices se cree? ¡Esperar aquí! -les ordenó Marina.
    Marina apurando la consumición, se abría paso entre la clientela concurrida de la barra. Continuó por el público peculiar aglomerado junto al escenario de esponjas y conchas marinas, dónde el músico acompañaba a la sirena hermosa. Cuando estuvo en primera fila, frente al grupo, la vibración del instrumento electrónico produjo un intenso cosquilleo en la espalda que subió despacio hasta la nuca. Atrapada por la voz melancólica, así como por el fulgor azulado que desprendían los ojos de la cantante, llegó a su mente el pensamiento del cielo terrestre y sumido en el sentimiento, tan agridulce que hizo suyo, Marina empezó a mover las caderas sinuosas. Gracias a que su piel hubo sintetizado la cualidad escamosa, bailaba sin esfuerzo alguno, adelantándose al movimiento de su vestimenta y cabello en el agua. Se convirtió entonces en la marioneta de la sirena y se dejó llevar, por los hilos invisibles del embrujo.
    Marina, momentos después retomaba su vida y abandonaba el lugar. Llegó a un recodo en penumbras de la gigantesca caracola, custodiado por dos forzudos crustáceos con las pinzas cruzadas.
    -¿El aseo, por favor? -la miraron de soslayo sin prestar mayor atención, ni siquiera la palparon las antenas. Marina apretó el puño y sobresaliendo los nudillos de aleación metálica, lanzó un rapidísimo puñetazo al tórax de uno de ellos.
    Antes de que la criatura pudiera reaccionar, la onda expansiva despedazaba su caparazón y se extendía por el resto de su coraza biológica. Al instante, dejaba al descubierto la enclenque figura de segmentos y Cefalonia. La fuerza centrífuga que Marina imprimió en el golpe, además hizo que el crustáceo saliera despedido del sitio y girando, se estrellara contra la techumbre espirilada para rebotar en el suelo.
    -¿Me concedes este baile? -pidió Marina. Y así, comenzó la danza con la música de fondo. El otro crustáceo mantis, en un principio atacó con sus tenazas perforadoras. Marina dando pasos cortos, esquivó los apéndices espinosos. A continuación, la criatura desplegó el segundo par de apéndices torácicos. Y Marina se desvaneció ante los impactos de los brazos desarrollados como garrotes.
    -¡Muere! -gritó la criatura acuática. En cuatro rapidísimos movimientos, los puños de Marina y las tenazas se estrellaron a medio camino.
    -¿Me disculpas? -aprovechó el lapso de tiempo para arreglar el mechón que había escapado del adorno del peinado. El crustáceo con los ojos sobre los tallos móviles la miró con furia. Pero en el amago de atacar de nuevo, las pinzas se desmenuzaron, exceptuando una que quedó maltrecha. Marina, acto seguido le agarró una antena y arrancó de cuajo- ¡Abre la puerta del despacho de tu jefe!
    La criatura mantis dio varios toques en la compuerta. En cuanto se abrió, lo empujó dentro de la habitación y cerró tras de sí.
    -¡Señores! -Marina saludó entonces al humanoide con cabeza de tiburón sentado en la silla con las botas encima del escritorio, protegido por sus matones con armas de energía- ¡Muchachos! -igualmente a los secuaces del fondo, amontonando los fajos contabilizados de créditos por la máquina, encima de la mesa cálcica, asimismo, otros se dedicaban a guardar bolsitas de polvo brillante en varios bolsones. Por casualidades del destino era día de reunión y en la mesa para jugar, bajo la lámpara lumínica, el principal proveedor de droga de Coralia “la cabeza de pez león” y sus distribuidores “las morenas”, también el jefe de policía y un concejal elegantemente vestido, apostaban a las cartas.
    -¡Magnífico espectáculo! -se puso en pie- Señores, les presento a nuestra nueva adquisición y su amiga -señaló en el monitor la imagen de la ondina, que esperaba con los dos enormes renacuajos en la barra concurrida.
    -¡No somos propiedad de nadie! -gritó, alto y claro- Y si nos vuelves a molestar, volveré a buscarte -afirmó, antes de dar media vuelta.
    -¿Y qué me dices del Depósito de Cuerpos? -voceó, el dueño del local.
    Marina se detuvo en el sitio, a punto de pulsar la apertura de la compuerta. Se retiró. Ahora recordaba sus primeros años como humana en el planeta de líquido. Al ser de especie desconocida, recibió la categoría y el trato como inmigrante ilegal, sin reconocer derecho alguno. No tuvo acceso a la sanidad y educación. Tampoco trabajo digno, al carecer de documentación. Se dedicó a vagabundear y mendigar por las calles sumergidas, vestida con el traje acuático de calidad pésimo que la dieron en la beneficencia, por muchos años, hasta que la Asistencia Social la colocó en la limpieza del alcantarillado de la cuidad coralina. Pudo alquilar un apartamento en la barrera de coral, cerca de las aguas abismales. También comprar tanto un traje submarino y óptimo cómo asistir a clases académicas privadas. Pasó su tiempo libre en las bibliotecas, en busca de conocimientos y referencias a la Vía Láctea, sin resultado. A pesar de mejorar su status social, contrajo numerosas enfermedades, algunas de ellas crónicas a causa de los alimentos y del entorno medioambiental. Cinco años después de su llegada al planeta líquido, cumplidos los treinta años terrestres, decidió sacar un crédito del banco. Así, invirtió parte de los créditos en su hospitalización. Antes de alquilar la cámara de criogénica y dormir en las instalaciones privadas de la empresa de Depósito de Cuerpos, el dinero restante cumplió el propósito de fabricar una copia artificial "mejor" de sí misma.
    -Si no te conviertes en mi “empleada”, los muchachos hoy mismo harán una visita a tu amiga. Luego podrían ir al Depósito y destrozar tu cámara -expuso-. Y eso significaría que jamás regresarás al cuerpo original, o al contrario, si te matara aquí mismo, perderías tu "alma" y conocimientos acumulados, por siempre. Sólo despertarían un cuerpo en estado vegetal, carente de recuerdos o la memoria de quién fue ¡así que baila y desnúdate para nosotros! ¡Luego, la ondina y tú subiréis a una de las habitaciones con los renacuajos! ¡Está claro! -gritó, escupiendo saliva entre los dientes cómo cuchillos.
    -No, por favor… -imploró temblorosa y comenzó a desabrocharse los botones de la blusa de tirantes. Se quitó la fina de cota de malla, mostrando el sostén de encaje negro. Deshizo el peinado y agitando el cabello largo oscuro con las manos, la rodearon todos los presentes en la sala. Después, agarró la cintura del ajustado pantalón corto y con movimientos de caderas, éste cayó a los tobillos, descubriendo la prenda íntima de lencería.
    -¿Pero…? -exclamó el encargado, cuando la figura de Marina desapreció y en su lugar flotaba una esfera translúcida.
    -¡Miserables! -exclamó Marina, oculta en las contramedidas electrónicas y camuflaje óptico, se apoyaba en el exterior de la compuerta, limándose las uñas-. El proyector que lancé dentro con el fortachón, ya ha cumplido su función -susurró-, es hora de activar el servicio de limpieza.
    La esfera irradió dos veces energía y a la tercera, la onda de plasma desintegró la materia orgánica de la sala, como si jamás hubiera existido.
    -Querida amiga -dijo al volver a la barra y sentarse en el taburete, con los enormes renacuajos desfallecidos por el alcohol-, es hora de marchar y continuar la fiesta en otro local...
    Última edición por Blasero1; 12-Mar-2017 a las 00:47

  2. #2
    Admninistrador Avatar de Admin
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    Respuesta: Marina

    No me ha convencido.
    Me parece un tanto caótico y se me hace demasiado largo. Es embrollado para mi gusto, y hay que prestar atención en demasía (pues te lías un poco con los diálogos).
    Aunque yo estoy muy condicionado por mi talante sintetizador; las frases de mis relatos son muy cortas y directas.

  3. #3
    Meteorito Avatar de Blasero1
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    Respuesta: Marina

    Gracias por la lectura y el comentario!!!!

  4. #4
    Cometa Avatar de incursora
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    Respuesta: Marina

    Es cierto que cuesta de seguir los diálogos al principio. No obstante, me ha gustado, tiene mucho significado y me he puesto en el lugar de la protagonista. Además, sabía que el principio no es lo que parece, aún previsible, me ha agradado el final.

    ¡Saludos!

  5. #5
    Meteorito Avatar de Blasero1
    Fecha de Ingreso
    18-April-2013
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    197

    Respuesta: Marina

    Graciaaaaaaaassss!!!! Cuesta lo suyo hacer los diálogos, es hablar contigo mismo sin que lo parezca, o algo por el estilo?????? Felices vacaciones!!!

  6. #6
    Cometa Avatar de José Luis
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    Respuesta: Marina

    Hasta donde he leído, la historia resulta ser la versión psicodélica de “Bob Esponja”.

    Uso mejorable de los signos de puntuación.

    Faltan acentos.

    “en la barra de pizarra oscura ILUMINADA POR las medusas (sin “bio”) eléctricas QUE adornaban los DETALLADOS relieves de algas luminiscentes”.

    “Aferraba entre sus manos el vaso”. ¿Por qué lo aferraba?. ¿Tenía miedo de que se lo quitasen?. Mejor “sostenía”.

    “semana horrible de trabajo”. Mejor “semana horrible EN EL trabajo”.

    Faltas de ortografía: “Abordo”.

    Ideas afines expuestas en orden incorrecto. Induce a confusión.

    “dijo que RESULTaríamos plenamente satisfechos”.

    “por la melancólica voz, así como POR el fulgor azulado”.

    “Gracias a que su piel hubo sintetizado la cualidad escamosa, bailaba sin esfuerzo alguno, adelantándose al movimiento de su vestimenta y cabello en el agua. Se convirtió entonces en la marioneta de la sirena y se dejó llevar, por los hilos invisibles del consentimiento”.
    Mejor “bailaba sin esfuerzo alguno gracias a las sintetizadas escamas de su piel, arrastrando bajo el agua su vestimenta y cabellos. Se convirtió entonces en marioneta de la sirena, y se dejó llevar por los hilos invisibles de su embrujo”.

    “ni siquiera LE palparon las antenas”.

    Nudillos… ¡¿”de aleación”?!.

    “puñetazo AL tórax”.

    “Antes DE que la criatura pudiera reaccionar, la onda expansiva despedazaba su caparazón y se extendía al resto DE SU coraza orgánica”.

  7. #7
    Meteorito Avatar de Blasero1
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    18-April-2013
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    Respuesta: Marina

    Bop Esponja, mola!!!!
    Última edición por Blasero1; 31-Aug-2013 a las 10:03

  8. #8
    Meteorito Avatar de Blasero1
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    18-April-2013
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    Respuesta: Marina

    Hice algunos cambios

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