Bueno ya me acabé tu novela y voy hacer un crítica lo más exhaustiva que pueda, siempre desde el cariño y el respeto que me mereces;


A pesar de no ser propio de mi generación siempre me ha gustado mucho el cine negro. Recuerdo la escena de Perdición (Double Indemnity) de cómo Barbara Stanwyck seduce a un incauto Fred MacMurray a la par que nos seduce y nos atrapa en igual medida. Y esa es la esencia de unos buenos personajes que te interesen, que te involucres en su historia, como de forma magistral retrataba Bill Wilder. Y creo que es una de las aspiraciones del autor.

En la novela de Raúl Frías los personajes están muy mediatizados por sus vivencias y gustos literarios y cinematográficos. Incluso el propio nombre del protagonista Gabriel Dumas. Y en un pasaje de la novela un interlocutor lo confunde con Alejandro Dumas. Como para enfatizar las fuentes en las que se va a inspirar el relato. Gabriel no pretende ser Alejandro.

La historia arranca con una presentación muy clásica. Un escenario de un supuesto crimen. Han asesinado a Giorgio Musca, pero no hay cadáver, sólo evidencias que así ha sido. Por supuesto, no puede faltar la bella y desconsolada mujer que no se explica lo sucedido. En toda esta vorágine y como por casualidad se cuela el protagonista, Gabriel dumas, presentado como caballero de fortuna. Un término o definición ya de por sí, muy anacrónico.

La trama se va complicando a la par que se van presentando diferentes personajes que nos van aclarando poco a poco a lo que se va enfrentar el protagonista. Nada menos que a encontrar el Santo Grial y unos malvados templarios que parecen no quererle bien.

Las alusiones literarias son continuas, tal vez demasiadas. En un punto de la historia nos lleva de forma directa al mundo de Emilio Salgari y al género de aventuras, en principio muy alejado al policiaco.

En la investigación se le cruza de forma insistente un joven y bella mujer que aparece y desaparece de forma repetida. Dándole cierto toque de misterio, al no saber sus intenciones, aunque se intuyen son benévolas para Dumas.

El autor cambia de forma intencionada de género la historia y lo que parecía una novela policíaca se convierte en una novela de género fantástico con la inclusión de la Atlántida y un viaje que evoca de forma explícita a Julio Verne o de forma implícita un desenlace al estilo H. Rider Haggard.


Por tanto estamos ante una obra llena de citas implícitas y explicitas de los gustos del autor en lo referente a la literatura y al cine. Unos personajes bastante ricos en matices que hacen que nos gusten o los odiemos según nuestras apetencias.

En relación a la trama. Ciertamente es el punto débil de la novela al estar carente de cualquier originalidad y ser muy previsible en su desarrollo. Tal vez, lastrado por una excesiva influencia literaria que nos impide ver una verdadera capacidad de invención que, sin duda, tiene el autor.

Sin embargo, hay pasajes en la novelas de bastante mérito y muy cinematográficos. Además de tener un estilo muy pulcro, clásico y escrito con gran profesionalidad.

En conclusión, me ha parecido un libro muy entretenido, pero nada original que se equivoca al hacerlo demasiado fantástico y que acaba como muchas películas de hoy en día, con la sensación que con esos mimbres se podría haber hecho mejor.

Creo que hará pasar un buen rato a sus lectores, porque se merece al menos tener gente que durante un rato se evada en sus páginas y nos transporte a las viejas historias de piratas como a lo mejor del cine negro.