SUSURROS…

No soy más que fantasmas,
cuando la luna te lleva.

Descalza, atravieso montañas
de dudas difusas
e ingrávidas respuestas.

En el recuerdo de la esencia
se dibujan, nítidos,
sonrisas y juegos
que, imperturbables,
una y otra vez regresan.

El frío de los glaciares,
se agolpa irreverente
donde nace profundo
el horizonte del misterio.

Te llamo tímidamente,
y en el susurro herido
de tu nombre,
me pierdo.