Encuentro con un ████
Mena
Lo más impactante de encontrarse cara a cara con un ████, no es el encuentro en sí mismo —que, de hecho, sí es muy impactante—, sino el no saber qué o quién está frente a uno.
Y si, para colmo, te apunta con un arma al tiempo que amenaza despídete de tu miserable vida, sucio humano terrícola —pese a no tenerse ni la más remota idea de cómo se comunica un ████, ni qué lenguaje usa, ni, menos, por dónde lo hace—, el impacto alcanza niveles de shock. Eso, claro está —y nadie podría no estar de acuerdo conmigo—, si realmente un ████ está frente a ti, que realmente un ████ está frente a ti apuntando a tu cabeza con un arma, y que realmente un ████ está frente a ti apuntando a tu cabeza con un arma mientras te amenaza —lo mismo podría tratarse de un acto de cortesía—.
Este gran problema podría tener su origen en la infinita incertidumbre que existe en torno al primerísimo encuentro con un ████, acontecimiento producido en una fecha y lugar indeterminado de nuestro giro galáctico —lo mismo podría tratarse de ayer a la vuelta de la esquina—. Muchos escriturarios y miembros del Centro llegan al extremo de poner en duda el mismísimo hallazgo.
Ahora, como plan extremo, se ha propuesto barrer con todos los ████: una especie de solución final sin, se espera y se ruega, desagradables resacas.
Se debe reconocer que la excelente idea cuenta con el apoyo unánime, irrestricto e incondicional de toda la humanidad, terrícola o no, a pesar de algunos detalles por resolver tales como el no saber nada de nada sobre los ████ y, por lo tanto, hacer impracticable su persecución, captura y exterminio —lo mismo podría salirnos el tiro por la culata y ser nosotros los extintos—.
Una encrucijada sin solución a la vista y que nos obliga, de modo inexorable, a vivir en el temor constante de despertar y encontrarnos cara a cara con un ████ apuntándonos con un arma y diciendo despídete de tu miserable vida, sucio humano terrícola —lo mismo podría ser el sol dando en los ojos de uno a través de la ventana—.
