Efecto placebo: el poder terapéutico de la mente

Sí, estoy totalmente de acuerdo con esto, la mente tiene el poder de la curación.

Las endorfinas son poderosas herramientas en los procesos curativos.

Los españoles tenemos como ejemplo el caso del doctor Fernando Asuero, este señor era otorrinolaringólogo y descubrió que estimulando el nervio trigémino, introduciendo unas barrillas por la nariz, pues que luego el cerebro descargaba una gran cantidad de endorfinas, que asombrosamente sanaban a las miles de personas que acudían a él.

Pero es que además es posible que estas endorfinas regulen el sistema inmunológico, y de alguna manera todavía desconocida para la ciencia, lo dirijan de forma que pueda combatir toda clase de enfermedades, incluso al cáncer.

Hoy día, algunos tipos de cáncer se están tratando, provocando una reacción auto inmune alas células cancerigenas.

El poder de la sugestión es considerable, lo podemos ver cuando un faquir se atraviesa la lengua sin sangrar, o cuando una madre levanta un camión para salvar a su hijo.

Algún día controlaremos esta fuerza, y podremos hacer cosas verdaderamente asombrosas.

Incluso llego más allá, me refiero al poder de la mente sobre la materia, digamos que con el poder de nuestra mente podemos cambiar, al menos un poco, la realidad.

Y con esto dejo un camino a la reflexión, para que todos pensemos que algunas cosas pasan por que creemos que pueden pasar.

Aunque en esto hay una cosa extraña, a mí me pasa lo contrario, cuando digo que va a pasar algo malo nunca pasa, sin embargo en ocasiones me sorprende algo malo, por que nunca pensé en ello.

No sé, parecen casualidades, pero es como si de alguna manera inconscientemente me protegiera al predecir un determinado hecho dañino, pero cuando pasa algo inesperado, si tiene que pasar algo malo, pasa sin más, claro que no se trata de poner los medios para que ese hecho malo no pase, digamos que en estas ocasiones estoy a merced de la suerte, es simplemente que cuando pienso que va a pasar lo peor que uno pueda pensar, luego nunca pasa nada y todo queda en un pequeño susto.

Extraño, cuanto menos esto es extraño.

Esto me recuerda, a cuando era niño y empezaba a pensar con todas mis fuerzas en la lluvia, en las nubes descargando toneladas de agua, en las calles de mi ciudad inundadas, en ríos que corren por las aceras, en sótanos anegados, en mi mente veía las imágenes de estos hechos, luego me dolía la cabeza y me sentía extraño, no sé, como mareado, más tarde aparecían nubes de la nada, y caía una tormenta de verano de esas que hacen historia y que ningún hombre del tiempo había predicho……