¿Quienes somos y qué nos diferencia de las máquinas?

Rescato este post que hice para otro hilo, con la intención de profundizar en los argumentos y reflexiones que contiene, y al mismo tiempo reabrir un debate que me parece muy interesante y vigente.
Espero que os apuntéis a la charla!

Un humano es una máquina que funciona según sus engranajes y acorde a sus funcionalidades. Tener gustos es algo que conlleva nuestra condición biológica (y que tengamos unos gustos y no otros, depende solamente de la estructuración génica heredada).
Por tanto, que una máquina tenga o no gustos, solo depende de si se le programan unos gustos a los que ajustar su comportamiento.

En cuanto a preferencias en general, pues más de lo mismo;
Podemos pensar en máquinas sin gustos ni preferencias, o en máquinas diseñadas para tener precisamente gustos y preferencias. Nuestro comportamiento como humanos se ve tan condicionado por los gustos que cada uno tiene, que tendimos a interiorizar que eso es algo propio de la persona (y dado por una especie de alma o impromta que cada uno de nosotros tiene; nuestro verdadero Yo), pero sin embargo, nuestros gustos son meramente el reflejo estadístico de una serie de combinaciones entre genes dominantes y recesivos, que según la química que los dispone se autoregulan propiciando variaciones de comportamiento e influjos sociales en incesante interacción.
Somos pues el resultado de programas génicos que todavía no conocemos lo suf¡ciente como para manipularlos a nuestro antojo.
Pero sin embargo, en un futuro no será extraño poder cambiar nuestros gustos y condición humana; y los misticismos otorgados a almas y demás señas de identidad espiritual, entrarán a formar parte de la ciencia (un conocimiento más profundo sobre lo que somos y cómo funcionamos, y en el que cada vez queda menos cabida a almas identitarias sino a procesos medibles que nos hacen ser como somos).

Creer o no el algo, amar, etc, son procesos químicos en el que juegan distinto papel distintas variables (todas explicables, y en las que no hay cabida al espiritualismo místico). Que un hombre se sienta atraído por una mujer (y viceversa), es un comportamiento regulado por nuestra química, preferencias físicas, base de datos que barajamos, etc (Todo cosas concretas que se ciñen a programaciones de distinto calado).

De momento, una máquina no puede crear otra máquina sin ayuda humana y programarla para que se comporte como un ser humano. Y como humanos, nosotros tampoco podemos sin ayuda de máquinas, generar un ser vivo diseñado íntegramente en el laboratorio.

Lo que quiero decir con todo esto, y reconozco que es algo contraintuitivo, es que todo ser humano con conciencia ha sido programado; A nivel superficial por sus semejantes (educación, roles sociales, política, religión, etc), y a nivel más profundo, de forma más arbitraria y sutil (pero no por ello menos importante); programación génica basada en selección natural.

No podemos decir que una máquina no tiene gustos ni preferencias y nosotros sí, y quedarnos tan anchos. En todo caso podemos decir que los gustos o apetitos de comportamiento humano social, no están presentes en ningún androide actual (hasta que se los programemos, del mismo modo como la selección natural nos ha programado los nuestros).

En definitiva, un humano o una máquina meramente responde según su programación. Ni más ni menos.
Un humano responde al código de programación genético.

Algunos escritores y filósofos (Mircea Eliade) hablan del "funesto don de la renuncia del ser humano" :pensandomucho:

Efectivamente lo que es casi un estigma, el resignarno por ejemplos ser esclavos, estar en paro, no tener futuro, etcétera es precisamente nos distingue como humanos. :atento:

El "don (envenenado) de la renuncia" puede hacer que aunque tengamos mucha sed y estemos delalnte de un manantial de agua cristalina no bebamos por la razón que sea. Clásico ejemplo es el ayuno por motivos religiosos.

Es díficil pensar que un animal o un robot ayune o tengan tan desarrollados este "don".

Cita:

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Iniciado por oriafontan

Efectivamente lo que es casi un estigma, el resignarno por ejemplos ser esclavos, estar en paro, no tener futuro, etcétera es precisamente nos distingue como humanos. :atento:

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Puedo imaginarme muchos futuros probables en los que las máquinas tengan esos mismos problemas...

Cita:

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Iniciado por oriafontan

El "don (envenenado) de la renuncia" puede hacer que aunque tengamos mucha sed y estemos delalnte de un manantial de agua cristalina no bebamos por la razón que sea. Clásico ejemplo es el ayuno por motivos religiosos.

Es díficil pensar que un animal o un robot ayune o tengan tan desarrollados este "don".

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Amigo oria, podríamos decir que las personas, por diversas razones, hacen lo que hacen por alguna razón (y las razones requieren de programaciones; experiencias y normas).
Una persona "que ha sido programada" (sociocultural y genéticamente) para ser muy religiosa, seguirá los preceptos y normas que esa disciplina impone (como un robot que sigue las reglas que le impone su programación normativa).

Como humanos, necesitamos que nos programen para poder funcionar (genética y socialmente).

Fijarse que, al igual que un robot, no podemos cambiar de opinión y comportamiento arbitrariamente cuando nos apetezca. Para cambiar nuestras ideas y hábitos, requerimos que algo "programe" nuestros datos cerebrales, los reconfigure, y se impregnen de nuevas ideas (datos distintos a los que tenemos, y que pueden propiciar un cambio de opinión; una variación en la programación).
Pero en verdad, no elegimos libremente como deseamos funcionar (más bien nuestro funcionamiento es el que es debido a la genética, y los datos que baraja nuestro cerebro y su forma de procesarlos).

Un cambio de opinión en mi, solamente será posible si la intereacción con los demas (nuevos datos que barajará mi cerebro), propician una rumbo de pensamiento distinto al actual> Mi base de datos cambia, y por ende, lo hace mi sitema operativo (modo de funcionar de mi cerebro).
Es algo claramente automatizado y nada misterioso.

En verdad, haces lo que haces debido a las predisposiciones genéticas (una información codificada - o sistema operativo-, de información que determina como será el "recipiente sensitivo" y cómo va a funcionar), y el influjo social (que llena la base de datos de nuestro cerebro a partir de experiencias vividas;datos de software que programan y actualizan permanentemente el sistema operativo).

Como humanos estamos igualmente condicionados, al igual que los androides, por los datos primigenios que configuraron y vertebraron nuestro cuerpo (un cuerpo que tiene unas limitaciones, capacidades, predisposiciones, y modo de funcionar concretos; mediante un código de programación, en nuestro caso, genético)

No podemos elegir nuestra condición (al igual que un robot). Debemos aceptar nuestra condición biológica heredada por el programa genético.
La otra alternativa es la vida artificial (colofón final previo paso por una era cyborg).

Todos los datos que "engrasen" y hagan funcionar la maquinaria biológica, serán programaciones en forma de datos vividos, experiencias compartidas, normas asimiladas, conocimiento empollado, etc...
Es decir; simples memorizaciones y asociaciones que como todo robot, hacemos constantemente gracias al sistema operativo que usamos; basado en la mera repetición de ensayo y error.

Perdonen mi "mecanicismo conceptual", pero como siempre digo, somos como biorobots (funcionamos bajo las mismas premisas de los robots, pero nuestro soporte es biológico y no artificial).

Nuestra estructuración parte un codigo genético (o programa de funcionamiento básico). Y nos actualizamos permanentemente mediante programaciones de distinto calado (datos y experiencias; en definitiva normas sociales).
Todo es mecánico y cada acción humana se corresponde a una causa medible explicable (programada)

Y así, somos androides (porque un humano no es humano sin programación genética dada por selección natural; y no es elegible), y a la vez, programamos otros androides humanos semejantes (mediante educación y normas de comportamiento; programas de software en permanente actualización).

Humanos que programan otros humanos, y androides que programan otros androides... No veo la diferencia, y solo el tiempo dirá si llegaremos a eso.

Os animo a participar en este hilo; el tema me parece muy interesante y muy propio de un foro de ciencia ficción... :animo::animo2:

Cita:

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Iniciado por aprenderelfuturo.blogspot.com

(...) Según Stephen Downes, lo que llamamos conocimiento es el reconocimiento de un patrón de relaciones en un conjunto de eventos neuronales. (...)nuestros pensamientos pudieran no tener sentido, pudiera no existir el yo humano, el motor que nos hace creativos día con día, el ser cada uno diferente, vivir emociones y fracasos, esperanzas e ilusiones, ser buenos o malos, tener significado en nuestras vidas. Si nuestro pensamiento y aprendizaje responde a un reconocimiento automático de patrones en la red neuronal, nuestro pensamiento tiene entonces una razón materialista, es producto físico, reside en algo biológico, en nuestra red neuronal, no existe propiamente el yo humano, somos robots, robots biológicos, autómatas biológicos (...)

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Fuente: http://aprenderelfuturo.blogspot.com...os-robots.html
:apunta:

Amigos, no resulta nada fácil encontrar textos y pensadores que defiendan mi postura. Por lo general (y es la moda y queda bien), la tendencia es gritar a los cuatro vientos que no somos como robots (y ser considerado un robot, es poco menos que un insulto; y de muy mal gusto...)

Sea como sea, me pregunto... ¿Y qué tendría de malo actuar como un robot? (Estaríamos libres de culpa y remordimientos, ya que actuaríamos condicionados por una programación ajena a nosotros mismos y que nos hace hacer lo que hacemos)

En este sentido, y citandome a mi mismo -valgame la redundancia- en un artículo del portal dedicado al funcionamiento cerebro comentaba;

Cita:

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Iniciado por Resolviendo los misterios del cerebro (3)

El problema de la libertad es que está íntimamente ligada a la responsabilidad, la culpabilidad, la imputabilidad y el pecado. Este último es la base de las tres religiones abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islamismo. El concepto de culpabilidad es también la base del derecho penal internacional.
Francis Crick, considerado uno de los científicos más importantes del siglo XX por su descubrimiento, junto a James Watson, de la estructura molecular del ADN, en su obra “La búsqueda científica del alma: una revolucionaria hipótesis para el siglo XXI”, defiende la inexistencia del libro albedrío, así como la reducción de todo lo que consideramos la identidad humana a un simple paquete de neuronas y de conexiones entre éstas. Según este enfoque, ¿cómo podrían juzgarse las acciones humanas?
Esto explica por qué en Alemania, algunos especialistas en derecho penal están reclamando la revisión del código penal para adecuarlo a los resultados de la neurociencia. Evidentemente seguiremos encarcelando a aquéllos que violen las reglas, pero lo que sí va a cambiar, será la imagen que tenemos tanto de esos criminales, como de nosotros mismos. La idea sería tomar conciencia que las personas no pueden por ellas mismas cambiar su condición (y por tanto, esas crispadas reacciones de odio a lo “linchamiento”, no proceden). Es decir, constatado el desequilibrio social que pueda manifestar un individuo, por mera perpetuación armónica de la especie, tiene que ser tratado (mediante aislamiento y reinserción, en caso que se pueda). Lamentablemente, hay personas que por su genética, fisiología cerebral, y experiencias vividas, no parece que puedan ser reeducadas (y este es el gran problema).

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GRAN TEMA... :ansioso:
... que no interesa a nadie :lloro:
:solitud:

Es un tema espinoso que la gente elude;a nadie le gusta pensar que podría ser y actuar como un robot.
Yo no tengo claro que actuemos como máquinas,pero sí pienso que todo responde a explicaciones físicas y medibles,y no a espiritualidades divinas.:gracias: