El mapa del cerebro nos hará inmortales

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A largo plazo, podremos vivir para siempre. Incluso después de morir, nuestro genoma y nuestro mapa mental sobrevivirán. Podremos resucitar sensaciones y recuerdos.

Sí, sí, sí, el sueño de muchas personas es vivir para sierre, pero el sueño de muchas otras es todo lo contrario.

Mucha gente sueña con la liberación que supone la muerte.

Para liberarse del dolor físico o sentimental, o para descansar.

Cuando nos hacemos mayores, cuando envejecemos, vemos las cosas de otra manera, con los años entendemos qué cosas son las importantes.

Y la locura, y vivir una y otra vez y para toda la eternidad las misma cosas, sufriendo los mismos desengaños.

No sé, no sé, para aquellas personas vividoras que solo piensan en pasarlo bien, bebiendo, comiendo y haciendo el amor, de fiesta en fiesta, ¡puede!, para las personas románticas pesimistas o con fuertes lazos emocionales a personas que ya se fueron, quizás esto de la vida eterna no sirva..........

Obviamente, vivir más años solo cobra sentido cuando pretendes alargar algo que te agrada. Y que te agrade o no, dependerá del grado de satisfacción y capacidad para ser feliz que tengas.
Ya se ha constatado como la felicidad/ infelicidad guarda estrecha relación con determinada fisiología cerebral. Determinado órgano, físicamente más grande o más pequeño, condicionará tus niveles de felicidad de por vida.
Más allá de condicionantes sociales, la felicidad depende básicamente de nuestra genética (y en el portal he publicado varios artículos en ese sentido). Esto explica porqué hay personas que se sienten felices con muy poco, y otras que por más que tengan o hagan, no alcanzan satisfacción personal y se sienten permanentemente infelices.
No creo que pase demasiado tiempo hasta que se pueda estimular externamente el cerebro para hacer que las personas sean felices (independientemente de cualquier otra consideración). Ya se ha probado la estimulación remota en determinadas zonas cerebrales para proporcionar placer en ratas, y el resultado es completamente satisfactorio; y presumiblemente, aplicable plenamente en humanos en un futuro cercano.
Muchas personas piensan que la felicidad es algo meramente ligado a tus actividades (y aconsejan hacer esto o lo otro, en función de su experiencia y lo que a ellos les resulta). Pero la felicidad no depende de filosofadas burdas en plan "mira en positivo y la vida te sonreirá", ni cosas parecidas. Es una configuración mental cerebral determinada en grandísima media por tu fisiología (pues es el mecanismo que convierte estímulos externos variopintos, en estados de ánimo determinados). Los estímulos externos por si solos, no significan nada. Uno o te dirá que nadar es maravilloso, otro que leer un libro es estupendo y quita todos los males... Pero todas estas recomendaciones han de filtrarse por tu fisiología, gustos, genética, etc. Las recetas milagrosas no son aplicables a todas las personas (pues diferimos fisiologica y neuronalmente).
Siendo un poco optimista, yo pienso que en un par de décadas se habrán solucionado los cuadros depresivos y más aún; la gente podrá ser feliz con solo quererlo. Como digo, la tecnología ya existe (solo falta aplicarla en humanos, resueltos los temas éticos de turno).
:gracias:

Me parece muy bien que un día se invente una pastilla o un circuito electrónico que se implante en el cerebro, para hacer a todo ser humano feliz quiera o no quiera.

Creo que esto es algo como la lobotomía.

Yo no quiero ser un vegetal sonriente.

Yo quiero ser felizmente infeliz, y quiero disfrutar de mi infelicidad, por raro que esto parezca, ya que mi pesimismo me caracteriza como persona, y me hace especial.

Es muy contradictorio, ¡claro!, todo mi ser es contradictorio porque soy humano.

Muchas veces expreso mi descontento por algo, pero en realidad no busco una solución a mis problemas, solo necesito desahogarme, necesito sentir que alguien me comprende.

Además, sin momentos tristes no podría apreciar realmente los momentos felices.

Puedo llorar viendo una película romántica o una tragedia griega, o pasarlo mal viendo un film de terror o montado en una montaña rusa, pero estas cosas de algún modo me hacen disfrutar.

Muchas veces vivimos anécdotas desagradables, pero con el tiempo cuando los recordamos nos reímos mucho.

A veces cuando pasamos un mal trago, miramos atrás y la risa nos sale de dentro, como un resorte, y también muchas veces en medio de un funeral o cuando parece que todo nos sale mal, ¡no podemos parar de reír!, jajajajaja.....