El yo es ilusorio; vivimos en una realidad virtual

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El yo sería una construcción ilusoria que aísla al sujeto de su entorno, haciéndole creer que tiene una autonomía que no es real. Muy probablemente, nuestro cerebro crea la experiencia del yo a partir de una multitud de experiencias. Hoy sabemos que todo lo que experimentamos se procesa en patrones de actividad neural que conforman nuestra vida mental. Y no tenemos ninguna conexión directa con la realidad exterior. Vivimos, pues, en una realidad virtual. Los colores, los sonidos, los gustos y los olores no existen ahí afuera, sino que son atribuciones de nuestra mente.

Esto no es del todo cierto, los olores o los sabores por ejemplo. Podemos decir que sí existen las moléculas en suspensión que son detectadas por el bulbo olfativo, pero es la interpretación de las señales del cerebro lo peculiar, y es que lo que hace que algo nos huela o sepa bien es simplemente una interpretación del cerebro, digamos que lo nutritivo nos sabe o huele bien y lo perjudicial nos sabe o huele mal, así los alimentos más nutritivos suelen ser los más sabrosos y los alimentos venenosos o en estado de putrefacción, son nauseabundos.

Pero aquí está la cuestión, y es que hay alimentos que resultan apetitosos en unos países y en otros no, digamos que cuando probamos algo nuevo tardamos un tiempo en aceptarlo y por eso, al principio nos resultan repulsivos. También nosotros los humanos percibimos el más o el menos de algo, por comparativa, es decir, que si nunca has probado el jamón de pata negra, te puede parecer lo más sabroso del mundo los gusanos que viven en la madera, y mira que nunca los he probado.

Muchos físicos dicen que la luz es invisible, y que en realidad lo que vemos es solo una interpretación del cerebro, digamos que las imágenes se forman gracias al efecto fotoeléctrico de la luz, es necesario que los fotones desplacen electrones para que un tipo de células de la retina, manden la señal a través del nervio óptico al cerebro, luego en el cerebro son procesadas estas señales, los ojos humanos no funcionan muy bien, en el ojo hay puntos ciegos, y también las imágenes son en dos dimensiones y están invertidas.

Pero esto no quiere decir que lo de ahí fuera sea solo una ilusión, porque es de lógica pensar que si un organismo percibe el mundo en el que vive, de forma totalmente errónea, no tardar dará mucho en desaparecer, es muy simple, ponemos como ejemplo a los locos, los locos no ven la realidad tal como la vemos los cuerdos, por tanto, los locos pueden cometer imprudencias que más tarde o temprano, y les llevarán a la muerte, y si mueren de forma temprana no podrán transmitir sus genes.

Luego para que una especie sobreviva en el tiempo, es necesario que perciba lo más eficientemente la realidad.

Y nosotros como humanos tenemos una ventaja frente al resto de los seres vivos, y es que podemos anticiparnos a los acontecimientos.

Voy a poner otro ejemplo, ponemos unas ratas en un laberinto, las ratas con el paso del tiempo terminarán aprendiendo como atravesar el laberinto, son muy listas estas ratas, pero si ponemos a un humano, je, je, je, el humano ni siquiera intentaría memorizar el laberinto, porque se daría cuenta de que está dentro de un experimento o una prueba científica, y pensaría que le podría pasar algo, no tardaría mucho tiempo en buscar la manera de escapar, el humano miraría arriba y se daría cuanta de que hay unos seres que le están observando mientras anotan algo, la diferencia es que las ratas solo perciben el laberinto no la verdadera magnitud de los hechos.