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15-May-2018, 20:05
Jim Munroe: "Todos de Silicio"
Bajo licencia Creative Commons Attribution-
NonCommercial-ShareAlike License. (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/)
Originalmente publicado por No Media Kings and Four Walls Eight
Windows in 2002.
Original Title: "Everyone in Silico" (https://archive.org/stream/EveryoneInSilicoJimMunroe/Everyone%20in%20Silico%20-%20Jim%20Munroe_djvu.txt)
Traducción casera: Sirius
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Paul (I)

Cuando Paul se sentó en el banco, el joven se movió un poco a un lado pero sin mirarle. Su mirada estaba fija en algo en el cielo.

Paul cruzó los brazos y miró abajo hacia la vía.

El joven hizo un ruído leve. Paul le miró y, luego, siguió la vista del joven hacia arriba. Todo lo que Paul veía eran los relucientes edificios del distrito de negocios de Frisco, varios de ellos se estiraban más alto de lo que el ojo podía registrar.

-"Sí, los han construido grandes aquí," dijo Paul. "No sólo rascan el cielo, continuan arriba para siempre."

El joven le miró por primera vez. La cara de Paul era un borrón indistinguible de facciones, su traje era de corte a la moda.

-"Oh..." dijo el joven mirando arriba de nuevo. "No, estaba mirando el anuncio." Señaló al cielo vacío.

Paul giró el dial de su reloj y en el cielo azul apareció un hombre gigante corriendo por un bosque con seis latas de Pepsi atadas en la cabeza. Los edificios oscurecían parte del anuncio.

El hombre se detuvo, sacó una lata y la abrió.

- "Ah, sí," dijo Paul.

Notó movimiento a su izquierda, un panda gigante con traje aterrizaba en un paracaídas. Paul reconoció al panda como la mascota de una compañía de seguros. Giró el botón de su reloj y tanto el panda como la Pepsi desaparecieron. El joven le estaba mirando.

-"Así que vosotros, tíos, aún lleváis el mezcla-caras, incluso aquí,"

Paul se encogió de hombros:

- "Te acostumbras. Igual que con las corbatas."

El joven miró su propia corbata.

- "Cierto. Nunca pensé que me acostumbraría," dijo retorciéndola como en un nudo "Pero te acostumbras."

Paul dió una carcajada, miró abajo hacia la vía. Lejos en la distancia había un vagón casi demasiado pequeño para verlo.

-"Si no te importa que te pregunte," dijo el joven.

Paul volvió a mirarle, su rostro era una agitación de caras, un cifrado.

-"Uh, no es asunto mío," dijo el joven. "Pero..." , señaló el reloj de Paul. "Si eres Platino, ¿porqué viajas en vagón?"

-"Oh," Paul se rió. "Simplemente me divierte. Me despeja la cabeza. Me da tiempo para pensar."

-"Ya veo," dijo el joven, la vacía mirada en su cara claramente comunicaba lo contrario.

Paul comenzó a mirar de nuevo al vagón que se acercaba.

-"En realidad soy Plata," disparó el joven.

Paul miró de nuevo al joven, que estaba alisando su pelo moreno.

-"Mucha gente asume que soy Bronce porque viajo en vagón. Pero es sólo porque no puedo portarme. Hay un problema técnico."

-"¿De verdad?" dijo Paul. "Es una pena." Se levantó del banco y el joven saltó también.

-"Sí, mira ésto. Trataré de portarme a casa," dijo el joven. "Observa."

El joven se volvió una silueta negra de sí mismo. En los bordes de la silueta, la luz y la imagen se doblaban hacia dentro.

-"¡Wow!" dijo Paul dando un paso atrás. "Eso pinta mal."

El joven regresó con cara agitada.

- "Lo sé. Aunque sólo ocurre cuando trato de portarme. Por lo demás, estoy bien. Dicen que se arreglará pronto."

Paul asintió.

El vagón se detuvo y las puertas se abrieron.

* * * * *
Nicky (I)

Nunca era bueno trabajar con el estómago vacío pero Nicky lo había aplazado hasta el punto en el que no habìa otra opción.

"Al menos, sólo estoy hambrienta. No hambrienta y empapada", pensó Nicky mientras rondaba la Avenida Comercial, dando la bienvenida al sol en su cara como a un amigo largo tiempo perdido. La temporada lluviosa había acabado: Vancouver por fín se había quitado la capa de abrigos grises invernales y la fila de tiendas y restaurantes parecía más limpia, más nueva, reflejando la pequeña sonrisa de Nicky.

-"¡Nicholas!" dijo alguien que salía de la Via Segura.

-"Hey, JK," dijo Nicky girándose. "¿Pequeñas compras?"

JK levantó sus voluminosas bolsas mientras se alejaba.

-"Grandes compras. Tengo que irme. Me gusta tu nuevo peinado. Parece un pulpo sentado en la cabeza."

Nicky sonrió y meneó sus finas coletas.

-"Bueno, gracias, Joseph Kindertoy."

Trató de no embobarse mirando sus compras cuando le despedía con la mano.

En el primer Starbucks que vió reconoció a algunas chicas, de modo que las saludó y siguió su camino. En cambio, el Starbucks un bloque más allá parecía despejado así que sostuvo su reloj sobre la placa de pago gastada hasta que la puerta emitió el zumbido de apertura.

Dando un silencioso respiro de alivio, lanzó sus cosas sobre una mesa cercana a la ventana y fue hacia el mostrador. Mientras la máquina llenaba su taza, observó el bullicio de la gente que pasaba. La primavera estaba por todas sus caras, tan obvia y alegre como la mermelada de fresa.

Nicky puso azúcar y dos cubitos de leche en el café y observó la puerta. La mayoría eran turistas ya que los chicos de la Avenida preferían la tienda de ropa por la que había pasado. El vapor de su taza se enroscó y se fusionó brevemente en el logo de Starbucks, luego se disipó.

Una pareja enmascarada de más edad entró y miró tentativamente la cafetería. Nicky se lanzó hacia el reloj en busca de algo para leer. Encontró un artículo sobre el uso de CorteFácil para la unión de anfibios e hizo que el reloj lo proyectara sobre la mesa en vez de hacerlo en su retina. Tras un minuto, vió que la pareja estaba en el mostrador esperando a que un par de chicos terminaran de llenar sus boles de sopa. Eran tan ruidosos como su ropa.

Los chicos, al fín tocaron la placa de pago con sus relojes, balanceándolos tras el pago en un ademán superficial.

-"¡La próxima vez, pregúntale dónde está su cuerpo!" dijo el chico camino a la puerta y sus amigos de gorras rojas explotaron en carcajadas que hicieron al hombre enmascarado dar un breve paso atrás, asegurar su máscara con la mano, recobrar la compostura de sus hombros y fingir que estaba frotándose la cara.

Nicky se estiró para oir lo que el hombre le decía a la mujer en voz baja. Notó que él tocaba la placa de pago con sus dedos. Nicky sonrió para sí.

"Forrado de dinero".

Sólo el completo indigente y el fabuloso multimillonario lo hacían sin relojes.

Tras apretar casualmente una pelota negra contra la mesa adyacente a ella, Nicky se inclinó lejos de ella y volvió absorta al artículo. La mujer permaneció durante un segundo con los "lattes" clásicos, manteniéndolos alejados de su delantal blanco y estudió la habitación antes de saludar al hombre sentado en la mesa de al lado de Nicky.

"Bien.", pensó Nicky, dando un golpecito a un gráfico de una proteína de ADN de su artículo y fingiendo leerlo con interés.

Notó un movimiento en su bolso y el ritmo cardíaco de Nicky se disparó súbitamente. Moviendo sus piernas despacio, colocó un pie en la abertura del bolso y luego el otro. Pudo sentir el tirón contra el lado de su zapato.

"Olvídalo mierdecilla", pensó Nicky, "No eres la única que tiene hambre."

Echó una mirada nerviosa a la pareja mientras dejaban sus abrigos sobre sus sillas, parecían estar cómodos. El hombre incluso se quitó la máscara a pesar de los cloqueos desaprovadores de la mujer. Tenía una mandíbula cuadrada y labios carnosos que apretaba contra sus dedos de marfil. Ella se había pintado las uñas en espejo y el fingía mirarse en ellas. Ella le dió un golpe y soltó una risita.

Nicky, sin mirar adelante, levantó sus pies. Por un segundo no ocurrió nada y, luego, justo cuando estaba considerando dar una patada al bolso, un borrón marrón había reptado por la pierna del hombre y se había lanzado hacia su mesa antes de que la pareja registrara lo que estaba pasando.

Afortunadamente, la máscara de la mujer silenció su grito porque incluso así era molesto a los oídos de Nicky. Nicky agarró al animal marrón contra su pecho y le metió disimuladamente una bolita negra en la boca.

- "Lo siento, señora. No sé cómo ha salido, el bolso estaba cerrado..."

La máscara del hombre era negra sobre la cara y un halo empezó a generarse alrededor de los dos. Nicky golpeó con un dedo la cabeza del pequeño bulldog de cara de arcilla y le murmuró reproches. El animal, sin embargo, mostraba completa paz con la pelota en la boca y contemplaba a la pareja con ojos melosos.

-"Oh, qué preciosilla... criatura," dijo la mujer, manteniendo la mano en alto. "Apaga esa cosa boba, Alex," dijo.

El halo desapereció.

- "Perdón," dijo Alex tanto a Nicky como a la mujer. "Es que..."

Nicky bajó la mirada y siguió acariciando al bulldog.

-"Es que nada. Es un paranoico," dijo la mujer llevando, reluctantemente, la mirada del bulldog hacia Nicky. "Ha visto demasiadas noticias. Le pido disculpas por su grosería." Miró de nuevo al bulldog. "¿Puedo..."

Nicky la miró: "Continúa, ruégamelo".

-"¿Puedo... sostenerlo?" dijo ella.

-"Sostener-LA," expresó Nicky con firmeza, como si le importara.

La mujer se reclinó, un poco abatida. Nicky notó las líneas alrededor de sus ojos y le preocupó haberla presionado demasiado.

-"¿Puedo sostener...la?" dijo ella al fín.

Nicky hizo pausa de efecto, bajó la mirada hacia la criaturita y, luego, extendió lentamente las manos.

"¡Oh... oh, es una juguetona... oh!", dijo la mujer, sus exclamaciones resonaban en su máscara. La pequeña bulldog trataba de saltar de sus manos para subirse en su delantal y coger con sus patitas el diseño de cruz roja que estaba impreso en él.

-"¡Demonios, eh, con cuidado Simone!," dijo Alex, sus ojos observaban tanto a la encantada cara de Simone como a la perrita. Nicky notó cómo las emociones desaparecían del rostro del hombre y pensó, no por primera vez, que algunas parejas podrían estamparse "Sin Infancia" en sus frentes.

La perrita estaba mordisqueando su dedo y Simone estaba deleitada con ello.

- "Oh, Alex, mira. Cree que mi dedo es un hueso."

-"Je je," respondió Alex mirando a Nicky con ojo asesino. Tras esto, Nicky estiró su mano para coger la perrita y la reluctante Simone se la devolvió.

-"Tan cariñosa..."

-"¿De dónde la has sacado?" dijo Alex tratando de sonar conversacional y dando un sorbo de café.

-"La construí." dijo Nicky.

-"¿Con qué?" dijo Alex dudoso.

-"¿Conoce esos kits Hazlo-Tú-Mismo?".
Simone asintió.

-"Tuve uno de esos cuando era niña. El mío no funcionaba..."

-"Ninguno funcionaba," dijo Alex. "Siempre salía algo mal... desastres."

-"Cierto," coincidió Nicky. "Ella salió en mi cuarto intento. La cultivé como un bonsai. Me llevó la mejor parte de un año. Incluso así, fue cosa de suerte, pura chiripa. Ese es su nombre, en realidad: Chiripa."

"Chiripa, oh, qué mono," murmuró Simone y miró a Alex.

Nicky dejó que la perrita le mordiera el dedo e intentó no perder los nervios. Pensó en las enormes bolsas de alimentos de JK y forzó una sonrisa.

- "Sí... he visto cultivar a un tigre como un bonsai por diez mil y tampoco era tan único. En realidad, parecía un gato."

-"Diez mil dólares, ¿eh?" dijo Alex, casi para sí mismo. Miró a Simone. "No veo que se pague más de cinco..."

Nicky frució el ceño ostensiblemente mientras una alegre melodía de cajas registradoras tintineaban en su cabeza.

Para cuando volvió a su casa, el sol estaba cayendo tras las montañas. En la tenue luz, aún podía descubrir que su puerta delantera había sido iluminada con...

"¿Puede permirse No Mejorar? ¡Hágalo por Usted!"

...pero Nicky ignoró el gigante bloque de letras y entró dentro. Tuvo que deslizar su reloj dos veces antes de que se rompiera la correa.

"Barato pedazo de mierda"

Entró en la cocina y sacó sus compras, metiendo las bolsas vacías en un espacio entre la repisa y la pared. Recordó que había silenciado el reloj cuando había entrado en el Starbucks. Comprobó los mensajes. Uno era de su mamá e inducía la familiar punzada de mamá-culpable. El resto era spam que sus filtros no capturaban, uno de ellos anunciaba la última generación de filtros spam.
Se detuvo por un segundo para debatir si debía o no llamar a su mamá ahora. Decidió que no quería que la cuestión quedara en el aire mientras estuviera en el laboratorio y sabía que cuanto más esperara, mayor probabilidad habría de que su mamá apareciese husmeando. Ella sabría que ya estaba en casa, sabría que Nicky había recibido el mensaje. Ella seguía con intención de desactivar la habilidad de su mamá para rastrear la posición de su reloj pero sabía que eso significaría una tormenta de mierda dramática. Si necesitaba permanecer irrastreable, siempre podía quitárselo y dejarlo en casa, como hacía cuando iba al instituto.

Permanecía de pie en su cocina, paralizada por la indecisión. Miró la comida de la compra, desapetecible desde que se hubiera comido casi un paquete entero de los Sandwich de Fixin camino a casa. Observó a una mosca dar un bucle y aterrizar en la tapa de la basura. La comprobó:

"Tres cuartos llena. Bueno, si está atrayendo moscas es mejor deshacerse de ella..."

Ató la bolsa y la levantó del cubo, comprobando por un segundo si había algún goteo. Mientras dejaba la casa recordó que el contenedor cerraba en 15 minutos, de modo que caminó por la tabla hasta la acera balanceando la bolsa. La puesta de sol alargaba su sombra, dándole el aspecto de un zombie tambaleante saliendo de caza.

Admiró una gran casa antigua pintada de amarillo canario. Era parecida a la suya, cien años de edad al menos, un camino se alejaba de la acera para compensar el hecho de que había sido construída en una pendiente. A Nicky le encantó el estilo, le hacía sentir como si viviera a bordo de un barco pirata.

"Lástima que la inundación de False
Creek no hubiera ocurrido aquí.", pensó Nicky sacrílegamente. "Seguro que estas cosas flotan."

Llegó al contenedor, fue directa hacia lo alto de la escalera y soltó la bolsa sobre la cinta. Costó $8,343, de modo que sostuvo su reloj frente a la placa de pago hasta que oyó "Ding" y la cinta se puso en marcha.

-"Mmm, ¡Gracias!" La voz resonó en el depósito vacìo mientras la cinta mugrienta movía la bolsa hacia unas negras fauces.

Se encaminó hacia la puerta, feliz de abandonar el apestoso y, de algún modo, terrorífico lugar. La voz grabada sonaba más hambrienta de lo habitual incluso cuando había poca gente esperando en fila allí. Esperó incoscientemente por el...

"¡Esto está delicioso!"

...grabado para sonar cuando empujara la puerta.

En vez de eso, un...

-"¡Piii-yuuu! ¿No desearía que se pudiera decir, simplemente, Basura Vacía?"

...siguió a Nicky calle abajo.

La linea "¡Hágalo por Usted!" se había cortado al cerrar la puerta.

Olisqueó sus manos: "bien"; y miró de nuevo al gran icono de cubo verde de basura brillando a media luz. Mientras iba a casa a través de las calles vacías, se sintió un poco solitaria. Desde que se mudó aquí, la mayoría de las chicas de su edad que no habían dejado Vancouver se habían mudado a apartamentos alrededor de la Avenida Comercial, pero Nicky sentía que mudarse a la Avenida, aunque ocupada de gente, hubiera sido vivir en una especie de negación. Además, no había forma alguna de que ella pudiera permitirse tanto espacio allí.

Escuchó ruídos cuando entró a casa y recordó que no había dado de comer a las chiripas. Nicky entró al salón y miró dentro de la caja de chiripas. Dos de ellas estaban durmiendo pero el otro hacía todo lo que podía por despertarlas.

-"¿Cómo-estás-mi-boletillo-de-carne?" dijo Nicky con su mejor imitación de voz de bebé de Simone mientras rebuscaba en la bolsa de Comida para Criaturas. Dió de comer al que estaba alborotando, jadeando con sus grandes ojos curiosos y las otras dos parpadearon despiertas.

-"Oh, vale, ahora estáis despiertas. ¿Dónde estábais cuando yo llegaba de compras?"

Las chiripas la miraron y empezaron a gimotear.

Arrojó dentro de la caja otras dos pelotitas y enrolló la bolsa de comida. Comprobando la hora, decidió adelantar trabajo antes de que llegara JK, de modo que subió a la tercera planta.

Echó un vistazo en el espejo a su nuevo corte de pelo.

"¿Parezco una idiota con este peinado? se preguntó.

Había llevado el pelo hasta los hombros durante años y necesitaba un cambio pero, medio sospechaba que lo había hecho para marcar dramáticamente el fin de una relación.

"Kathy hubiera odiado este peinado", pensó vertiginosamente.

En la escalera de la planta de arriba, se subió a una silla de madera, empujó la ventanilla y tiró de la bien lubricada escalera que conducía al laboratorio.

Las luces se encendieron gradualmente cuando bajó la ventanilla. Levantó la vista hacia el tragaluz cubierto y la ventana con algo de lástima pues pensaba que estaría oscuro a estas horas. Recordó su emoción por el tragaluz cuando encontró la casa por primera vez, imaginando que era perfecto para un dormitorio. Pero Kathy se quejaba de tener que bajar escalando en mitad de la noche para ir al aseo.

"Es un inconviente pero, aún así, sería genial despertarse bajo el sol."
De modo que, en su lugar, aquí acabó el laboratorio. Cuando Kathy terminó por mudarse a Frisco, Nicky no tenía tiempo de molestarse en sacar todo el equipo del laboratorio.

Lo que había empezado como una pequeña operación con un HornoFácil y una mesa vibratoria se había expandido bastante en unas cuantas cosas.

* * * * * *
CONTINUARÁ

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16-May-2018, 12:12
(2) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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Nicky (II)

Soldada contra el techo inclinado había una larga estantería plateada con toneladas de vasos y viales y otras antigüedades para las que Nicky tenía debilidad. La configuración de su ordenador también estaba desactualizada aunque estable, como el resto de su equipo. Había recogido todo eso cuando el departamento de genética quedó desfasado.

Ella denominaba su actividad experimentos de silicio. Dos habían nacido vivos. Uno era una chiripa de tres cabezas llamada Cerberus y el otro tenía un único ojo en mitad de la frente. Se había concentrado en la chiripa Cíclope primero, sin mayor satisfacción que la de que conseguía pestañear con normalidad. La última versión había nacido con una pestaña estropeada. Consultó a la chiripa Cerberus. No le iba muy bien, sólo una de las tres cabezas respiraba con normalidad.

Aumentó la visión sobre los órganos y puso al ordenador en diagnóstico. El corazón brillaba en rojo, al 125% del ritmo normal. Esta vez, los pulmones estaban dentro de los parámetros normales aunque todavía un poco fuera del límite. Nicky suspiró.

"Quizá tres cabezas no sean mejor que una..."

Volvió al Cíclope y le presentó diferentes estímulos. El modelo chiripa ladraba felizmente cuando le presentaba pelotas de comida, compañeros sexuales y caricias. A Nicky le pareció bien, de modo que descompiló al perro en sus ingredientes engendradores.

Para liberar algo de memoria, volvió a la mascota enferma y la borró. El ordenador, como siempre hacía cuando borraba, emitió un gritito. Sólo era algo mórbido que los programadores de CortaFácil habían puesto pero a Nicky siempre le recordaba la primera vez que lo oyó.

Había sido en la primera semana de clases, cuando todos estaban entrenando con el equipo. Su profesora, una pequeña asiática sin pelos en la lengua, estaba mostrándoles cómo se usaban los programas de silicio:

"Bien, cuando era niña aún trabajábamos con la carne. Nada de esas mierdas de simulación por ordenador. Usábamos fertilización in vitro, siendo muy muy cuidadosos. Pero las cosas iban mal y, cuando lo hacían, tenías que coger a la criaturita enferma y sacrificarla."

La profesora borró el experimento actual y el ordenador gritó. Ella sonrió al pequeño grupo de estudiantes sobresaltados.

-"Novatos," se mofó.

Mientras Cho era empujada por ellos hacia la siguiente pieza de equipo, Nicky notó que los lóbulos de sus orejas estaban temblando.

Nicky recordó estar más sorprendida por los altamente modificados lóbulos de la profesora Cho que del propio grito. Nunca había visto "Club Kickers" en la vida real. La temprana modificación corporal que pulsaba con sonido estaba pasada de moda desde hacía más de 20 años. Tras superar el shock, Nicky decidió que era valiente. Aún más tarde, pensó que daba pistas sobre porqué Cho permanecía en genética cuando había cesado de ser científicamente relevante. Simplemente, a Cho no le importaba lo que pensaba la gente.

Al final del segundo año de Nicky, su departmento se cerró y Nicky pidió cita para ver a Cho,
supuestamente, en busca de dirección sobre qué corriente tomar ahora.

Cho estaba trabajando sobre un experimento de silicio de un caballo tri-pulmonar cuando Nicky entró. Saludó a Nicky con una silla e hizo algunos ajustes más antes de cerrar el caballo.

Mientras pestañeó, Cho se reclinó en su silla y balanceó su cabeza.

-"Estoy algo sorprendida de verte aquí," había dicho Cho.


Nicky simplemente miró la sonrisilla de la profesora, tratando de no mirar sus lóbulos danzarines.

-"Me parecías más ser alguien que sabía lo que quería hacer," continuó Cho. "La gente que ha estado en esta oficina últimamente es un desastre. Pero esto lleva ocurriendo desde hace mucho tiempo. No ha habido ningún empleo en genética desde hace una década... excepto empleos docentes. Tenemos suerte de que la escuela permita a sus alumnos transferir algunos de sus créditos. Cuando las artes se desfasaron, ni siquiera les daban eso."

Nicky se preguntó por la actitud defensiva de la profe.

"¿Era a causa de haber estado tratando con alumnos enfadados toda la semana o era la reacción reflejo del profesional sabelotodo?"

Decidió abandonar la persecución:

-"¿Qué va a pasar con el equipo del laboratorio?"

Cho parecía que no lo había considerado.

-"Está demasiado desactualizado para usarlo en cualquier otro departamento," pensó en voz alta. "Lo harán chatarra, supongo."

Manteniendo una cara neutra, Nicky dijo:

- "Tengo un par de experimentos que me gustaría terminar y no tengo acceso a nada parecido."

Cho asintió, sus ojos frios de repente. Se tocó el puente de la nariz.

-"Hmm. Sí, bueno... Me pondría yo misma en riesgo si algo no ortodoxo les ocurriera..."

De pronto, Nicky estuvo muy contenta de no haber hablado nunca con Cho sobre asuntos personales.

-"He visto los precios de equipos usados y son demasiado caros. Voy a tener que mudarme como están las cosas."

-"Mi situación tampoco es muy buena," dijo Cho incómoda. "¿Tus padres?"

-"Me han cerrado el grifo," dijo Nicky prefiriendo no elaborar.

Algo en Cho se desinfló.

-"Sí, a mí también. No hay empleos en un mundo digital para nosotras, obreras de la obscena carne," murmuró. "Arquitectura de Información, señorita, eso es lo que te sugiero."

-"Ya," dijo Nicky tratando de mantener un tono respetuoso. "Eso es lo que mi mamá dijo."

Unas semanas después, Nicky tenía un laboratorio completamente funcional en el ático. Un poco lento, pero era un sistema estable con Genoma 2035 instalado. El HornoFácil fue sencillo de conseguir, se acabó lo de tener que enviar fuera sus experimentos para compilarlos. Y si los vasos y tubos de ensayo que había obtenido hacían un poco ruidosa la casa, al menos le daban un sentido de historia.

Tampoco era historia antigua. Le recordaban a su primer año, trabajando junto a otros alumnos hasta tarde tarde tarde para terminar un experimento. Alguien, inevitablemente, terminaba cocinando algo en alguno de ellos para romper la tensión.

"Y había mucha, con el estrés del tiempo de entrega, el equipo limitado y los egos."

Hasta el punto, por el incentivo, de que alguien llegaba del laboratorio de química y ponía un vaso humeante de algo sabroso y narcótico a la vista de todo el mundo.

Pensar en aquellas largas noches y jodidas mañanas hacía sentir a Nicky una ola de nostalgia. Para combatir lo solitaria que se sintió de repente, pidió al ordenador una música rápida y melódica. Inició una nueva chiripa Cerberus y empezó a trabajar en sus órganos, ocultando todo excepto el problema de pulmón y corazón.

"Quizá podría conseguir un poco más de espacio deshaciéndome del bazo..."

Pocas horas después, su reloj habló:

-"Hey, Nicky, Estoy en la puerta."

-"Oh, hey JK. Bajo en un segundo."

Una escalera y tres vuelos de escalones después, ella podía ver la gran silueta de JK enmarcada en el encaje de la ventana acortinada junto a la puerta.

-"Perdona, llego tarde," dijo JK mientras entraba.

Él miró por la casa a su modo característico, deteniéndose y fisgando intencionadamente en cada pequeño espéctaculo.

-"No hay gran cosa, He estado reduciendo mi laboratorio."

-"Tío, tienes recibidor. Desearía tener un recibidor," dijo JK buscando un lugar para colgar su bici.

Nicky la recogió de sus manos y arqueó una ceja mientras la colgaba en un perchero para abrigos, diciendo:

- "¿Tenías mucha prisa o algo?"

JK sonrió.

-"Na. Sólo me apetecía pedalear."

Nicky sacudió la cabeza camino a las escaleras.

-"Eres un loco temerario, JK."

Él se encogió de hombros.

-"Ya no es peligroso. ¿Quién va atropellarme ahora...? Tío, tienes un salón. Yo quiero un salón," dijo JK cuando pasó por él.

Nicky no podía resistirse a exibir el amplio espacio girando con los brazos extendidos.

- "Tienes que mudarte a Strathcona, hijo."

-"Tu pelo queda estupendo cuando giras así." dijo JK riendo.

Subieron al ático y, mientras JK comprimía sus hombros a través del agujero, Nicky despejaba algunos platos del HornoFácil. Cogió uno vacío y lo sostuvo sobre él.

Él se sentó sobre la repisa plateada y curioseó dentro. Cogió una cajita de metal de un bolsillo interior, sacó algunas semillas de ella y, mientras las colocaba dolorosamente en los compartimentos del contenedor, Nicky se preguntó porqué no se deshacía de los músculos cuando estaba, constantemente, tratando con cosas diminutas.

"Y si iba a gastar dinero en modificadores corporales, ¿porqué no corregía primero su visión?"

Pero al verle concentrado en la tarea, Nicky decidió que no quería preguntar. Era más interesante, en cierto modo, no saber.

Él cerró la caja con un "click" y se la pasó a ella. Ella la metió en el HornoFácil y lo configuró en Sólo Orgánicos.

- "No necesitas copiar también la caja, ¿verdad?"

JK negó con la cabeza.

-"Nop. Los metí ahí de forma que estén lo bastante separados. La última vez los dejé sueltos, hubo muchos que se fusionaron juntos."

-"¿Es bastante con cien de cada?"

JK se lamió los labios, parecía dolorido.

-"Eso sería estupendo pero no sé cuánto extra tienes..."

Nicky le cortó alzando la mano.

- "Tranquilo, tengo la máquina cargada a tope. Y mis proyectos son únicos-en-su-especie más que producidos en masa así que no necesito mucho."

Ella puso a funcionar la máquina.

-"La tarea llevará unos ocho minutos," dijo el HornoFácil. "y usará menos del 1% del toner restante."

-"¿Ves?" dijo Nicky. "Voy a por una taza de té. ¿Quieres una?"

* * * * *
CONTINUARÁ

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16-May-2018, 12:40
(3)Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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Nicky (III)

El rostro de JK perdió su ansiosa apariencia.

-"¡Ah!" dijo asintiendo y escarbando en su bolsa. Pocos segundos después sacaba un tarro lleno de hojas oscuras. "¡He traído té!"

Nicky, a medio camino en la escalera, miró el tarro y alzó una interrogante ceja. JK simplemente sonrió y se puso el tarro bajo el brazo, la siguió hasta el salón y llegaron a la cocina.

Nicky ya estaba cogiendo una tetracaja Conde Gris de Starbucks.

-"Oh, venga ya," dijo JK, destapando el tarro y sacando una hoja. "Sólo necesito una tetera de agua hirviendo y, luego, tendremos té."

-"Lo siento, no hay tetera," dijo Nicky con una sonrisa, golpeando la caja contra la encimera y pelándola para abrirla. Puso dos tazas junto a ella y cuando una espiral de vapor se deslizó fuera de la abertura, se sirvió una para ella. Miró hacia él para ver si quería una y él asintió derrotado, retorciendo la tapadera de vuelta al tarro.

-"Oh, venga." Ella le tendió la taza festoneada de globos con la frase...

"Lordy lordy look who's forty!"
("Señorito señorito mira quién tiene cuarenta años")

...y la posó de golpe sobre su hombro. "Recuerda lo que pasó la última vez que tomé una de tus pociones de hierbas."

La cara de JK se agrietó en una traviesa sonrisa.

-"Dijiste que querías emborracharte," dijo. "Si no hubiera sido tras el barril de cerveza habrías estado bien."

Nicky dejó su silencio como respuesta, aunque estaba realmente complacida de haberse salvado de lo que fuera que él trataba de tomar. Se acomodó en el gran sillón acolchado y estiró las piernas. JK puso el té sobre la mesa del café y metió un dedo en la caja de las chiripas.

-"¿Y aún haces pasar estos perros cobaya como bonsais caninos?" dijo JK.

-"Sip," dijo Nicky, dando un sorbo de té y reposando la taza en su barriga. "Ahí es a dónde me dirigía cuando te ví en la Avenida hoy, en verdad. Me rentó bastante para el próximo mes."

-"Genial," dijo JK, luchando a dedo con la criaturita. "¿Y nunca se las quedan y vuelven?"

Nicky se encogió de hombros.

-"La persona común no sabe la diferencia entre una simple unión perro cobaya y un bosai. Salvo la extensión de vida y la fuerza de la mandíbula, no hay mucho que decir que los diferencie. Además, siempre vendo a turistas, así que siempre sé que tomarán un avión muy pronto y se las confiscarán."

-"Ya, la Avenida apesta a turistas hoy en día. Mucha gente haciendo un recorrido final antes de que mejoren. Piezas fáciles."

Nicky dió otro sorbo y miró al techo ornamental, manchado de humedad pero aún grandioso.

-"Sí. Me siento algo mal por ello pero no hay daño real. Si tienen dinero para volar o mejorar pueden permitirse apoyar la cultura local."

-"Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas," murmuró
JK. "¿Les puedo dar de comer hojas de té?"

-"No, so loco, tienen una dieta muy estricta." Nicky dejó de mirar el techo y miró directamente a JK. "Aunque el asunto es, no creo que estos sean tiempos desesperados. Llevo viviendo de este engaño medio año. Pero..." Apoyó la cabeza de nuevo. "Sólo por que soy lo bastante lista para encontrar modos de vivir decentemente en este mundo de mierdecilla no significa que el mundo no sea mierdecilla."

JK se giró desde la caja y pasó una manó por su melena:

-"Bueno," comenzó, con una hoja sobresaliendo de su boca, la chupaba pensativamente. "No es que las cosas vayan a empeorar. En ciertos sentidos... están mejorando. Son más fáciles, al menos. Menos fastidiosas. Es sólo que el mundo está...perdiendo relevancia."

Tiró de la hoja fuera de los labios y la dejó caer dentro de la taza.

-"No quiero que acabes flipado en el suelo de mi salón," avisó Nicky. "Esta es una casa respetable."

-"En serio, es sólo té, Nicky," dijo JK. "De la India."

-"¿Cómo has conseguido un puñado de materia orgánica bruta?" le retó ella. "¿De tu club de pedidos por correo?"

-"No del correo, ya no," dijo vagamente.

-"Su tarea se ha completado," dijo el reloj de Nicky. "¿Le gustaría que...?"

Nicky lo hizo callar con un golpecito y dejó el té en la mesa.

-"Yo lo cogeré, tú quédate aquí."

Se abrió camino hasta el ático, abrió el HornoFácil y sacó con cuidado las gavillas de semillas. Con apenas derrames, consiguió deslizar la mayoría de ellas dentro del contenedor original, confiando en que era eso lo que JK quería; y selló la tapa. Luego, retomó el camino abajo, diciéndole al sistema que guardara cambios y se apagara solo y sintiendo que su cuerpo se quejaba mientras bajaba del laboratorio. Estaba demasiado cansada para trabajar más por esa noche. El té le había fallado.

JK estaba de vuelta con la caja, mirando a las chiripas.

-"¿Quieres una? ¡Sólo diez de los grandes!" irrumpió Nicky mientras le entregaba el contenedor.

-"Fantástico," dijo él mirando dentro.

-"Sí, la máquina no divide por color," dijo Nicky. "Tendrás que hacerlo a mano."

-"No creerías el estrés que ésto me ahorra, Nicky, eres un angel."

-"¿No un pulpo?" dijo Nicky, tirando de sus coletas.

-"Da lo mismo," rió JK. "En serio, la última vez tuve que ir a la de Kinko."

-"No tienen HornoFácil allí," dijo ella.

JK asintió. "Lo sé, pero hacen duplicación orgánica. Solo que estuve increíblemente nervioso todo el tiempo, asumiendo que me harían rellenar un formulario de intención de uso."

-"¿Y qué vas a hacer con ellas, a todo esto?" dijo Nicky confiando en parar las olas de gratitud antes de constituyeran un tsunami.

-"Otra fiesta nueva de cultivo. Espero que puedas venir a ésta."

-"Bueno, yo espero que me avises de ésta," dijo Nicky golpeándole en su gran pecho.

-"Lo sé, perdón por aquello."

-"Mmm-hmm."

-"Pero ahora eres prácticamente una patronizadora. Así que te enviaré las coordenadas."

-"Excelente," dijo Nicky amagando un bostezo.

JK cogió su mochila de donde la había dejado al lado del sofá y la abrió. Buscó al tacto algo allí y lo sacó.

-"Oh sí."

Sacó una pequeña holomoneda y la lanzó al suelo. Un unicornio surgió de ella y trotó en un círculo, se detuvo, pareció notar a Nicky y dijo en un tono gimoteante...

-"¡Venga a ver el show de Mike Narc!"

JK estaba alejando el contenedor.

-"Me figuré que trabajabas en temas similares..."

Nicky alzó un hombro.

-"Má-o-meno."

La invitación al show era ahora una gran mujer flotante que entonaba la hora y lugar.

- "Le conocí una vez y me chocó..."

Ella miró a JK:

-"¿Conoces a Mike?"

JK hizo el gesto del dedo para "un poco".

-"No sé. Quizá vaya," dijo Nicky recogiendo el proyector de la moneda.

-"Es un poco arrogante," dijo JK poniéndose la mochila.

Se rieron de su vehemencia.

-"Aunque podría deberse al hecho de que trabajamos en territorios similares," admitió Nicky.

JK movió la cabeza. "Aunque es tan diferente, en términos de trato."

Nicky estrechó la boca, asintió. "Eso creo."

JK miró la hora. "Cielo santo, tengo que pirarme." Se encaminó hacia la puerta. "¡Nos vemos!"

Nicky se giró y caminó hasta el salón, cogió el tarro del té. "No, sin esto no te vas."

-"¡Mierda!" dijo JK inclinando un hombro para abrir la mochila. "No puedo olvidar éso. Vale nos vemos ahora de verdad," JK abrió la puerta y salió.

-"Hasta luego," dijo Nicky y cerró la puerta.

No fué hasta que hubo regresado del salón con la tazas vacías cuando descubrió la bici, aún colgando del gancho para los abrigos.

* * * * *
CONTINUARÁ

Artifacs
17-May-2018, 11:57
(4) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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Doug (I)


Doug aleteaba por los números de nuevo, sus largos dedos se movían espasmódicamente.

("Nop. No hay forma de hacerlo.")

Suspiró e inclinó la cabeza para apoyarla contra la palma de la mano, dejándola allí como una bola de cristal sobre una almohada de seda.

Y aunque no le daba ninguna respuesta, la cabeza de Doug era, de algún modo, como una bola de cristal: la cima calva de su cabeza relucía suavemente, anillada por una orla de monje bien cuidada. Su oblonga cara encajaba con su actual estado depresivo: la miseria de unos finos labios acompañada por un fino bigote.
Doug se levantó, se estiró y miró por su ventana.

A través de un pequeño trozo cuadrado de 30 cm de lado, podía ver las montañas. Sólo las cumbres pero eso era suficiente. No tenía ni idea de cómo el trozo se había desgastado, ni porqué permanecía sin arreglar. Había considerado decírselo a alguien pero no era que sus jefes hicieran dinero de los tableros que cubrían el exterior de los edificios. Eso era competencia del dueño del edificio.

Daba un poco de miedo, no obstante, ese espacio de anuncio principal se había dejado desperdiciar. Era la indicación más clara que Doug había tenido de que las cosas estaban realmente cambiando, de la emigración o como fuera que los inventores de retruécanos la llamaran estos días. Realmente.
debería haber sabido eso, por supuesto, pero Doug había sentido que su preocupación por tales asuntos disminuía de forma creciente con los años, un gotera que era incapaz de arreglar.

Miró su reloj. Doce menos cuarto.

("Mierda.")

Se reclinó en su silla. Dió golpecitos en los reposabrazos, miró a su trozo de cielo. Contempló la hoja de finanzas que flotaba ante él en su cuboespacio.

("Oh, que le den. Está bastante cerca.")

Se levantó apartando la hoja extendida y se abrió paso a codazos dentro de su abrigo negro. Se encaminó a salir por la puerta comprobando su reloj para ver si tenía bastante para ir al Pilar.

("Maldición. No hay bastante para una comida decente y propina.")

Paseando entre la gente en el pasillo, ocultaba su decepción.

("Joder, cómo odio el día antes de la paga.")

— "Hola, Gloria."

-"Almuerzos tempranos para los ejecutivos."

("Chismosa") — "Bueno. No estamos todo el día de chismorreo al teléfono, así que necesitamos un descanso adecuado."

-"Ja ja."

("¿Qué estoy haciendo, boxeando con la secretaria?")

-"¡Doug! ¿Cómo te va eso compinche?."

-"Manteniendo, Mike, ya sabes cómo lo hago." ("¡No! no subas al ascensor ah mierda") -"...y qué, ¿a dónde sales?"

-"Al Pilar. Nunca tengo bastante de esa cosa, piñata de kelp. ¿Y tú?"

("Es paella, idiota.) - "Oh, McDonald's."

- "¿McDonald's?"

("No actúes como si nunca hubieras oído hablar de él, so gordo bastardo") — "Claro. Me obligo a mí mismo una vez por semana al menos. Mantiene mi oreja pegada al suelo."

-"Hmm."

-"Todo es la misma comida, me refiero. El Pilar es un McComedor." ("Dios, eso fue desesperado").

-"Cierto, cierto. Bueno, vigila esos McNuggets, ja ja."

-"¡Ja! Nunca los toco." ("¿Pueden estas puertas abrirse más despacio?)

-"Bueno, cuídate."

Mientras el ascensor barría fuera a Mike hacia el centro comercial subterráneo, Doug pescaba en su bolsillo en busca de un pañuelo. Se impulsó a través de las puertas, vagamente, giratorias hacia un día bastante agradable, pero Doug tenía su pañuelo de puntos-polka firmemente presionado en la boca mientras se dirigía hacia los arcos dorados.

Captó un fogonazo de sus montañas entre dos masivos edificios y casi tropezó con un anciano que cargaba una bolsa de basura de aspecto bastante húmedo.

-"Que De Dén," le dijo el anciano a través de los labios hinchados y Doug se avino con un movimiento de cabeza y salió de la nube de olor tan rápido como fue posible.

El signo de McDonald's brillaba por encima, rezando de forma imprecisa:

"Servidos a 99 Billones."

Se había congelado ahí desde que Doug había estado vivo e incluso él había escrito un ensayo sobre ello para una clase de historia corporativa.

- "Obviamente, existía la consideración práctica del coste relacionado con la adición de nuevos espacios para números mayores," había escrito él a los gallitos adolescentes de nativa auto-seguridad. "Y estaba también la numeración de los '90s y '00s a considerar. Una reacción de último suspiro contra el modelo de crecimiento ilimitado. Así que los escalones superiores de McDonald's se sentaban firmes, sabiendo que ya habían declarado sus opiniones: que todo el mundo adora sus hamburguesas asadas a la llama."

De pie en la fila, el olor grasiento le recordó que no estaban asadas a la llama en absoluto. Él había perdido marcas por eso, aunque había recibido altas marcas por el análisis. Eso es lo importaba desde que estuvo seguro, incluso entonces, de que su futuro yacía en la caza de tendencias.

Doug pulsó con el pulgar por una hamburguesa y patatas fritas, teniendo que apretar el gastado icono de fritas dos veces antes de quedar registrado. Presionó su reloj contra la placa de pago y lo mantuvo allí. Se emitió un "ding" de aprobación y al alivio que Doug sintió por ello le siguió rápidamente el auto-desprecio. Preocupado sobre el coste del almuerzo en Mickey Dee's...

La bandeja se deslizó hacia él. La recogió y se dirigió a una mesa vacía rodeada por otras mesas vacías, tan lejos de un grupo de jóvenes como pudo llegar. Un Doug
Patterson más joven habría tratado de llegar un poco más cerca, escuchar la conversación y hacer notas mentales de la jerga, pero Doug Patterson con 37 desenvolvió su hamburguesa y los observaba con aburrida indiferencia fortificada por la precaución.

-"Pero las dos pistas se estaban uniendo, vale. bueno-bueno-bueno, yo le digo... como" el chico dió una calada, "Vamos, mierdecilla. Tú querías hacer una carrera, pues corramos." tenía enormes vacíos entre los dientes y la total atención de su personal. "Unoveinte-unocuarenta-unos/xZy. . . el jodido no paraba, le concederé eso. Debería haber pensado. Acabó chafado como la pantalla del Macy. ¿Totalmente?" dió otra calada y soltó un flujo de humo a su dedo pistola, escuchó a su personal hacer ruídos de impresión. "Mi Camaro no tuvo ni un rasguño."

Una de las chicas, de unos nueve años, gritó. Luego, se quedó quieta, llevando las rodillas al pecho: "Oh mira, bueno-bueno-bueno, esta es mi fantasmada, alar-ma."

-"Verifícalo. Que te den, so...¡Lárgate! Vete y verifíca. La pasada noche. Granville con la Séptima." El chico cruzó los brazos, grandes como en los dibujos animados a causa de su chaqueta hinchada blanca y estiró su barbilla. "¡Vete! Pareces estúpida."

La chica habló exageradamente a su reloj "Lista de fallecidos. "

-"¿Dije yo que había muerto? No, no lo hice..."

-"Cancela. ¿Ocurrió un accidente de coche ayer en Granville con la Séptima?"

El chico y la chica se clavaron la mirada mientras esperaban, sonsacando las risitas del resto. Al fín, el reloj verificó un accidente. El chico extendió sus manos hacia afuera, con una sonrisa con dientes vacíos en la cara: -"Y eso es... "

-"¿Coches involucrados con esta colisión?" continuó la chica, su cara era un estudio en marco redondo sobre la inocente curiosidad.

-"Dos coches, un Camaro Extremis y un Lightfoot, fueron remolcados del lugar."

Un chico se cubrió la cara con las manos, gimiendo, y los sonidos de hilaridad mísera inducida abatieron al fanfarrón de dientes vacíos.

-"Tocado," pronunció la chica con un leve indicio de sonrisa en sus labios.

-"¿A quién le importa?, llevé ese Camaro hasta... como unos doscientos cuarenta" comenzó.

Cantinela: "Tocado"

-"Ah, Gano dinero todo el tiempo", dijo el chico levantándose y moviéndose hacia el mostrador.

-"¿Cuántos cargos de remolcado se han pagado?" preguntó la chica a su reloj mientras él se alejaba.

-"Cero dólares." Risas. "Aumentando un 13% de interés por año."

Uno de los chicos se levantó y llamó:

-"¡Tú, Cero! ¡Tráeme una hamburguesa, maderfaker!" Luego pareció ver a Doug. "Bueno-bueno-bueno, fisgón cobardica. ¿Te gusta ésto?" Señaló a la tableta de abdominales en su cuerpo pre-púber, visible a través de una camiseta transparente.

Doug negó con la cabeza y miró a otro lado terminando su burger y empezando con las fritas. Vació el paquete en la bandeja y las llenó de ketchup, concentrándose en sus movimientos, deseando alejar la atención sobre él como un convicto en escapada se aleja del foco en el patio.

Doug levantaba puñados de fritas hasta su boca en un esfuerzo de comer más rápido con disimulo. Sólo así podía engullir el derivado de patata tan rápido y alzó la vista para ver al chico dientes vacíos yendo hacia él cuando volvía del mostrador.

-"Bueno-bueno-bueno," dijo el chico, sacando un paquete de canutos y deslizándolo a su lado. Dió lumbre al canuto y a Doug un rápido examen, pausando en su extensa coronilla calva. Doug se dió cuenta de que lo que había pensado que eran huecos eran dientes tatuados de negro.

-"¿Cómo te va, tío?"

-"Bien." Doug elevó sus ojos hacia los del chico pero éste ya estaba mirando a sus amigos que hablaban entre ellos. Sólo la chica estaba en verdad prestando atención. Doug seguía segando su pila de patatas fritas.

-"¿Sabes, tío?," dijo el chico. "Estos Marlboros son muy suaves. Es una mezcla perfectamente equilibrada de tabaco y marihuana que atesta un golpe mientras mantiene el sabor."

-"En serio," dijo Doug, feliz de que el chico sólo estuviera haciendo publicidad en vez de cualquier otra cosa. "Marlboros, dices," dijo con voz de interés, recogiendo lo último de ketchup con la última de sus fritas.

-"¡Sí! ¿Porqué no pruebas uno?"

Doug cogió uno de los canutos del paquete verde y blanco y lo puso sobre su bandeja:

-"Gracias."

-"Sí, Marlboros. Los Marlboros son..." el chico estaba comprobando su reloj.

("Inútil"), pensó Doug:

-"¿Sabroso?" sugirió. "¿Con un efecto que dura todo el día?"

-"Bueno-bueno-bueno, con-un-efecto-que-dura-todo-el-día," dijo el chico, más a su reloj que a Doug.

Un segundo después:

-"Joder. ¿Porqué no me llevo nada por ésto?"

Doug se levantó. "Tendría que habértelo dicho antes. Deberìas haberme ofrecido también un encendedor."

El chico buscó en su bolsillo.

-"No fumo, pero te llevas algunos dólares extra por ofrecer un encendedor," vació la bandeja en la papelera, el cigarrillo se quedó pegado durante un segundo antes de obedecer a la gravedad.

-"¿Porqué has tirado el canuto?," dijo el chico amargamente.

-"Ya no son tendencia." dijo Doug, caminado lejos de allí, sacando el pañuelo del bolsillo y quitándose la grasa de los dedos.

-"¿Qué demonios sabes tú sobre tendencias?," balbuceó el chico, "Tío calvo."

Doug salió empujando la puerta, oyó al chico gritar:

-"¡Dinero, Alia, hora de hacer dinero!" mientras se reunía al grupo.

Por la ventana, vió una escena: el chico de la chaqueta blanca mostraba a alguien el saldo bancario en su reloj; ese alguien parecía desdeñoso; la chica de los rizos contemplaba al chico de dientes vacíos con rostro tan plácido y vago como el de una víbora segundos antes de atacar. Había algo en su cara que le recordaba a su propia hija y Doug salió caminando rápidamente, tratando de distanciarse de ese pensamiento.

Tras llevar el pañuelo hasta su nariz, decidió guardarlo en el bolsillo.

("Mejor aire sin filtrar que aire filtrado con grasa de patatas fritas.")

Mientras sorteaba a los indigentes que ensuciaban las aceras, recordó un artículo que había leído el día anterior sobre Frisco: supuestamente, algunos indigentes habían sido introducidos en localizaciones seleccionadas "para facilitar la transición psicológica." Doug pensó que el artículo entero lo había, probablemente, inventado Usted por razones de marketing, pero aún así...él podría haberlo admirado excepto que era incapaz de pensar sobre Frisco sin que una bola de ansiedad viva girara en su estómago.

Y, naturalmente, había un anuncio en el asensor que le hizo pensar sobre ello. El logo de Usted latía de vida:

- "Si ya se hubiera mejorado, no tendría que perder el tiempo en esta estúpida caja. Horas de su vida pasan enviando su carne de un lugar a otro, representando miles de pérdidas..."

Doug emitió un sonido de rabia.

El anuncio de Usted tomó otra forma:

-"¿Problemas de impulsos agresivos? Todos los tenemos pero, ¿no sería genial si pudiera controlar sus emociones y, simplemente, relajarse? Con el paquete Plata de Usted..."

Una señal de estremecimiento de Doug transformó el anuncio de nuevo:

-¿Se siente deprimido? ¿Sus días tristes reducen su productividad? Si..."

-"¡Cállate," dijo Doug en tono tan neutro como pudo.

El anuncio hizo una pausa durante un segundo y Doug casi pensó que le había escuchado. Pero no:

-"¿Harto de anuncios bombardeándole en cada segundo de cada día? ¡Conseguir el paquete Oro de Usted hace que los anuncios sean opcionales!"

Las puertas se deslizaron para abrirse y el anuncio le animó mientras salía:

-"¡Hágalo por Usted!"

El tono de guitarra reverberó hasta que las puertas se cerraron piadosamente.

Doug retomó el camino a su oficina por el recibidor, sintiéndose más derrotado de lo que estaba cuando salió. Apenas se había sentado cuando un hombre de pelo corto blanco asomó la cabeza del umbral de una oficina:

- "¿Preparado para las dos en punto, deporte?" preguntó a Doug.

-"¡Será a las dos en punto!" disparó en respuesta Doug confiando en haber usado un tono cordial.

Se levantó y cerró la puerta tras él. Su Puerta. El, y el único, resultado de la expansión de la compañía, que, al menos, ese idiota de Stevens había dejado libre dos meses atrás.

("Stevens no era tan malo")

Se recriminó Doug mientras volvía detrás de su escritorio. Más que tener que compartirla con él era como enviar el mensaje:

-"Él ya no era merecedor de su propia oficina a los ojos de la gerencia. Ya no era el joven tiburón que había sido en su mejor tiempo, sacando tantos datos como ellos necesitaban."

("Ah, fue mala suerte.")

El hecho de que él había estado allí desde el principio del asunto Ripper, de que se había deslizado tan fácilmente dentro de la comunidad allí...

("Demonios, de que había comenzado en Vancouver. Fue mala suerte.")

Pero había estado bien durante, al menos, diez fáciles años en la compañía, años en los que sus palabras se recogían como frutas sagradas cuando caían de sus labios.

Doug comprobó su agenda para ver sobre lo que Lauden quería hablar.

("Tendencias de Consumo, Tabaco.")

Lauden era un tradicionalista y quería algo bueno con lo que alimentar a Philip Morris para mantenerlo como cliente aunque hubieran serios problemas con las transiciones actuales.

("Se cómo te sientes, Phil, viejo amigo.")

Pensó Doug mientras escaneaba la conversación que había tenido con el chico en el McDonald's.

Sólo había dos o tres pedazos que podía usar pero, él estaba en la mayoría de ellos. Trabajó en su análisis, feliz de concentrarse en algo durante un rato y, muy pronto, la cabeza blanca puntiaguda de Lauden se asomó. Doug asintió, se levantó, devolvió la información de vuelta a su reloj y siguió a Lauden por el pasillo.

-"Bueno, le he pedido al chico nuevo que trabaje en esto," dijo Lauden con su cara neutra.

Doug sintió que algo desagradable le atravesaba, algo que no podía aún identificar.

-"Maldición. ¿Puede empeorar este día?".

-"Oh, cálmate, Patterson. ¡Te solía gustar una buena pelea!"

Doug se mordió la lengua.

("Eso era antes de que la oficina central comenzara a contratar escoria de las calles.")

Miró a la cara pastosa de Lauden, que no revelaba nada.

-"Quiero decir, al menos entre tú y yo había algo interesante en ello."

-"Ja ja," dijo Lauden manteniendo la puerta abierta para él.

("Oh genial. No sólo el chico nuevo sino también el jefe.")

Doug rodeó la mesa y sonrió a su jefe.

-"¡Sr. Harris!"

El Sr. Harris se levantó y sacó su mano para estrecharla. Doug casi cae en ello, pero:

-"Oh no, nada de eso viejo bastardo," dijo Doug parando cerca de caer en la trampa, moviendo el dedo a Harris.
Doug había percibido algo demasiado simétrico en el pelo de su jefe.

-"¿Cómo lo has sabido?" dijo Harris, "¿Es por la resolución?"

-"Dios, no," dijo Doug escogiendo un asiento frente al jefe y dos más allá del chico, cuyas emanaciones de desprecio ya casi podía sentir.

-"La resolución es fan-diver-tas-tica. Mejorar va con usted, señor. No, era sólo que sabía que usted no había entrado en el edificio."

-"Parece muy buena desde donde estoy, también. Derechos al grano," dijo Harris golpeando la mesa.

-"Wow, el sonido de esta configuración es muy ñam," dijo el chico.

("Dios, no ha pasado ni un minuto y ya está soltando jerga."), una parte del cerebro de Doug se enfureció.

El chico vestía, como era habitual, al último estilo del conjunto de 12-17 años, su cara era tan fresca que parecía sin cocinar.

-"Bueno, me alegra verle señor," dijo él. Y era cierto, parcialmente.

Harris era el único cazador de tendencias con el que Doug podía hablar sobre algo más que tendencias, alguien con el que podía hablar de altos conceptos y teoría. Pero también sabía que Harris se estaba impacientando.

-"Muy bien, bueno..." comenzó Lauden. "¿Que tienes para nosotros, Doug?"

Doug empezó a sacar archivos, agradeciendo silenciosamente a los dioses por su escasez.

-"He reunido pequeños datos sobre la materia," dijo mirando sus notas. "No sé si vamos en la dirección correcta con nuestra asunción de que fumar es una tendencia en declive. Podríamos estar precipitándonos."

-"Mira, todos los estudios hasta ahora han mostrado que está en fase terminal," comenzó el chico en un tono que a Doug le sonó ensayado. "No hay peligro-appeal, ni vice-appeal. El mono listo dice que va a desaparecer. Philip ha tenido una larga carrera, es hora de cerrar la tienda."

-"Nuestro trabajo no es aconsejarle sobre operaciones," dijo Lauden.

-"Estamos aquí para analizar el Coeficiente de Tendencia Actual de sus productos y producir datos útiles para nuestro cliente. El CTA es el único factor en su decisión."

El tono protector que Lauden estaba usando con el chico asustó a Doug.

* * * * *
CONTINUARÁ

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17-May-2018, 12:04
(5) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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Doug (II)

-"Un varón de 12-17 años me ofrece un Ganja Lites de Marlboro." Doug inició el audio clip de su reloj, entregando transcritos de la sesión.

-"Ese es uno de los reclamos más pobres que he oido nunca..." se burló el chico.

Doug fingió que no le había oído ya que, más o menos, coincidía con ello.

- "Sabemos que las demografías adolescentes son de "muy" a "extremedamente" propensas a productos con los que no se asocian fuertemente. Y el sujeto era, claramente, el líder de su grupo social."

Esa última parte era mentira, la chica de los rizos era la Alfa, el chico, como mucho, era el Beta; pero ho había forma de saberlo a partir del audio.

Fue como si Lauden leyera su mente.

- "¿Esto se grabó bajo condiciones de trabajo de campo controladas?"

("Maldito Traidor"), pensó Doug.

-"Bueno..."

-"No creo que haya alguna duda sobre la validez de la investigación de Doug Patterson," dijo el Sr. Harris con una risilla. "La cuestión es: ¿qué podemos llevar al cliente con ésto?"

Por el rabillo del ojo, Doug percibió al chico frotarse las manos y asintiendo sabiamente. Doug apretó los dientes por un segundo, fingiendo navegar por sus notas.

- "El vice-appeal y el peligro-appeal no funcionan con clientes mejorados. Pero la gente también fuma para hacer algo más con sus manos, para diferenciarse de la multitud, para hacer una pausa
introspectiva, para puntualizar su personalidad con virutas de humo..."

-"¿Qué haces, copiar lo escrito aquí?" balbuceó el chico.

-"... y eso no cambiará cuando el mercado se mejore. Miradlo de esta forma: el hecho de que su producto sea letal no matará a la industria. Esta transición no es un bloqueo de carretera, es un golpe de velocidad."

Este último trozo era una frase favorita del Sr. Harris y fue recompensado con un suave gruñido de su jefe mientras cerraba sus notas.

Lauden le respaldó. -"Ese es un análisis relevante."

Harris asintió con ojos hieráticos.

El chico estaba sonriendo cuando repasaba la transcripción. Luego se aclaró la garganta.

-"Sujeto A: ¿Qué demonios sabes tú sobre tendencias?, Tío calvo."

Tanto Lauden como Harris soltaron una carcajada. Otro día cualquiera, Doug habría tenido más energía pero hoy tenía que luchar incluso para esbozar una fina sonrisa.

-"Eres una pequeña piraña, ¿verdad?" dijo el Sr. Harris con una sonrisa torcida.

-"Muy pequeña," añadió Doug con tono neutro.

-"Oh, desenreda, ¿quieres?," dijo el chico con una risa vaga que decía: Te tengo contra las cuerdas."Estos viejos. Lo primero que se va es su sentido del humor. Uh, bueno, lo segundo" dijo indicando el pelo.

Más carcajadas de Harris. Lauden bajó la vista hacia la mesa.

-"Acabemos con esto," dijo Harris. "Doug, realmente capto lo que has indicado. Pero hay que considerar la reputación de la agencia. Nos estarìamos poniendo en una posición muy vulnerable si fuérámos la única voz que disiente. El sentimiento que capto de Philip es que están realmente reteniendo sus operaciones de tabaco hasta que puedan encontrar algo para añadir a su rama que sea viable en Frisco."

Doug asintió, algo aturdido por lo mal parado que había salido y en tantos frentes.

-"Me gustaría investigar sobre eso, señor," decía el chico con toda la burla ausente en su voz, todo profesional. "Mis propios hallazgos estaban más en esa línea que los de Patterson."

La sonrisa del Sr. Harris mostró que había notado el peloteo del chico pero asintió con aprobación:

-"¿Porqué no empiezas con eso ahora. Habla con Lauden la próxima semana... Martes, lo más tarde."

Doug se levantó con los otros dos y fue hacia la puerta.

-"Doug..." el Sr. Harris estaba de pie ahora. "¿Cómo vas? ¿Listo para mudarte pronto? Las cosas se están calentando en Frisco..."

Doug asintió sin saber qué decir, tratando de no caminar más rápido que los otros dos.

Harris frunció el ceño.

-"Par..." comenzó Doug, en verdad atragantado, "...un par de cabos sueltos."

Estaba ya en la puerta. Cogió el pomo y tiró despacio de él. "Estaré allí tan pronto como pueda."

Harris asintió levemente.

Doug cerró la puerta con un "clic". Cuando se giró, Lauden y el chico recorrían el pasillo charlando. Lauden miró atrás una vez, le lanzó una mirada de: "Hey, ¿qué puedo hacer?" y desapareció dentro de una oficina.

El TrenCeleste aún estaba bastante lleno en hora punta. Mientras se deslizaba por su pista monorrail, Doug miraba por la ventana un sistema ferroviario aún màs antiguo. Un tren engastado de vagones que parecían latas tiradas a un lado.

("¿Era eso una moda?"), pensó Doug viendo un tejido verde oliva en el patio. Probablemente alguna especie de desperdicio. Era difícil de imaginar a nadie viviendo en el raso, teniendo que llevar una máscara todo el tiempo.

Siguió mirando por la ventana aunque no habìa mucho que ver con la luz atenuándose rápidamente. Era mejor que mirar los anuncios, especialmente desde que la mayoría de ellos eran de paquetes de Usted. Afortunadamente, eran sólo anuncios de banda ancha, incapaces de transformarse con tanta gente a bordo.

Doug cerró los ojos y deseó estar en casa, trataba de imaginarse en el asiento de su sedán, lo intentaba pero fallaba... el parloteo de los anuncios era justo un poco más alto que el traqueteo del TrenCeleste y arruinaba el efecto.

("La muerte y los anuncios."), pensó en un esfuerzo de ahogar su irritación en la filosofía de las dos constantes de nuestra sociedad de libre mercado. ("Quizá los anuncios son más constantes, si mejorar es todo para lo que se es...")

El TrenCeleste entró en una curva cerrada que hizo saltar a Doug y se agarró a la barra con mayor firmeza. Captó a un chico mirándole y le devolvió la mirada hasta que percibió que el adulto que acompañaba al niño le miraba con igual rudeza. El adulto, no obstante, cuando se encontró con la ceja arqueada de Doug, miró hacia otro lado. Tampoco es que no hubiera visto a un hombre calvo nunca. El chico, al menos, tenía una excusa.

Él miró hacia otra parte. Sabía que la mayoría de la gente consideraba su decisión de no regenerar su pelo como excéntrica, en el mejor de los casos, y como negligente, en el peor de ellos, pero hasta que vendió su coche no había tenido que enfrentarse a esta situación diaria. Ahora, con el mierdecilla del trabajo que había llamado su atención sobre su falta de pelo, Doug sintió que su credibilidad desaparecía en la erosión.

Tampoco es que nunca hubiera dudado de que tendría un indisputable buen aspecto intemporal. Incluso cuando se había dado cuenta de porqué había escogido este estilo, el mismo ya no le daba fé, aunque el descubrimiento hubiese sido por otras razones.

Su padre había muerto. De eso ya hacía la mejor parte de un año y él había tenido que ir a verle al hospital después del trabajo. La habitación de olor agrio era lo bastante grande para contener la maquinaria de soporte vital y una silla, sobre la que Doug había pasado muchas visitas de una hora. Desde el segundo ataque, su padre no había sido muy comunicativo. Bueno, no hablaba; y a Doug le dejaba en sus propios pensamientos que, a menudo, se extraviaban en averigùar cuánto le costaba por segundo mantener vivo al decadente hombre.

-"...vete..." había dicho su padre. Sus ojos, aberturas reumáticas, estaban cerrados para Doug.

Tras un momento de complicado shock, Doug se había lamido los labios y respondido: -"...¿tú quieres que me vaya?"

-"¿Porqué te fuiste Pá?" jadeó el viejo.

-"No me he ido, Papá," había respondido Doug.

-"Pá, ¿porque te fuiste?"

Esa había sido la conversación màs coherente que habían tenido en meses. Pero no fue hasta que pasaron por todas las cosas tras el funeral que Doug descubrió que su delirante padre le había confundido con su abuelo.

-"Cariño," había dicho Cheryl entrando en el sótano. Ella se había encargado de separar del montón decadente de fotos impresas las que valía la pena escanear. "¿Este es familiar tuyo?"

Él había mirado en la caja que estaba clasificando y había cogido la foto de Cheryl. Su abuelo estaba en mitad de un solo de saxofón, con aspecto suave y elegante. La sólida cabeza redonda con una bien cuidada orla de monje tenía sustancia, dignidad.

-"Sí..." había dicho él. "No la he visto en años."

Cuando la había visto, él era un niño. No había reconocido los rasgos de familia al principio, asumió que era de alguien famoso. Cuando su padre le había contado quién era, el glamour del descubrimiento le había emocionado. Las descripciones abruptas y de rechazo de su padre, simplemente, habían profundizado el misterio.

El TrenCeleste se detuvo en la Calle Main. El Mundo Científico y un montón de gente salió, incluyendo a la familia de mirones. Doug tomó un asiento e ignoró al niño que le señalaba por la ventana y que, naturalmente, atraía la atención de aquellos que acaban de entrar.

("Rufián.") Doug sintió su mandíbula apretarse y se forzó a relajarla.

Aparentemente, él apretaba los dientes al dormir según su dentista; y a veces se preguntaba si esto indicaba ansiedades tan profundas que sólo emergían en los sueños. Tomó nota mental de preguntar a su dentista si esto se había incrementado, ahora que sus ansiedades vagaban libremente por su conciencia a todas horas del día.

Harto de ver el centelleo de las luces adelante y atrás fuera de la ventana, sus ojos rondaron curiosos a los otros viajeros. Todos, excepto algunos pocos, estaban viendo vídeos emitidos por sus relojes. La mujer de mediana edad frente a él estaba particularmente inmersa, con su boca levemente "in ágape". Pestañeó y Doug captó una visión invertida de pornografía tipo-sobre-tipo que se emitía hacía las retinas de la mujer. Bajó la vista rápidamente a su propio reloj.

("Eso te pasa por fisgonear, Doug, viejo amigo.")

No seleccionó nada para ver puesto que ya estaba cerca de casa y había perdido esa, aparentemente, habilidad psíquica que los habituales del TrenCeleste tenían para prevenirles de pasarse su parada. Cuando era joven, por supuesto, la había tenido, así como una misteriosa capacidad para predecir dónde aparecería el siguiente asiento libre. Había perdido un montón de instintos desde entonces.

Desde que entró en su primer coche a los 17, un vehículo propio del prodigio de la agencia y vendió su coche antes de que el culo quedara totalmente fuera del mercado a los treinta y siete, no había ocurrido gran cosa. Veinte años habían pasado en una cómoda, aunque no rica en emociones, burbuja. Oh, había tenido sus momentos: el nacimiento de su hija, la muerte de su padre, excelentes contratos y, mayormente, esos pequeños momentos acoplados con la seguridad habían sido suficiente estímulo para él y Cheryl. Pero ahora, esa seguridad era tan baja como su cuenta corriente y se preguntaba si había vivido una vida demasiado conservadora. . .

La puertas se abrieron, sobresaltándolo.

("¿Era ésta?, ¡Sí!")

Salió afuera y se movió con la corriente a través de las plataformas. Unos cuantos bajaron la escalera aquí, buscando sus máscaras antes de salir a la noche, pero Doug paseó por un camino demarcado. Le encantaba el camino de cristal, especialmente de mañana cuando relucía con el sol, con las nubes encima, a salvo del torrente del tráfico inferior. Le encantaba cómo, si llegabas a tiempo, se podía ver el TrenCeleste planeando desde las colinas y llegar justo a tiempo para dejarte en la parada. Había algo que Doug encontraba intensamente satisfactorio en aquello: le ayudaba a iluminar la amargura que sentía por la pérdida de su coche.

("Quizá pueda comprarme uno usado. Ese chico dijo que consiguió un Camaro por $150.")

Pero Cheryl había estado esperando mudarse desde Agosto, cuando vendieron los coches y entendería la compra de otro como una prueba de que se quedarìan en la ciudad. Ella, entonces, querría también un coche para ella y Olivia. Probablemente otro de esos ridículos SUVs 6x6 que seguían cultivando cada año. Doug
podía contarle que era un coche inútil sin protección pero la madre que había en ella miraría el frágil cuerpo de Olivia y optarìa por el marco reforzado de titanio.

Doug caminó dentro del vestíbulo del condominio y esperó el ascensor. En la superficie reflectante de las puertas, observó su ligeramente arrugado traje con desaprobación. Otra señora algo familiar se unió a su desvelo de ascensor antes de que pudiera plancharse un poco el traje.

-"Parece como si pasara mi vida entera dentro de estas cosas," dijo la señora.

-"Mmm," dijo Doug.

El ascensor llegó. En el trayecto, un anuncio de Usted comenzó un exagerado bostezo.

-"¿Hay algo más aburrido que transportar su carne de un lugar a otro?"

-"¡Nop!" dijo alegre la señora, riéndose de ella misma.

Doug puso una educada sonrisa y la miró, confiando en que ella sólo fuera habladora. Observó el indicador de planta esperando a que apareciera su número. El anuncio siguió zumbando.

Al fín, el ascensor deceleró. Justo cuando se abrieron las puertas, tanto el anuncio como la señora dijeron:

-"¡Hágalo por Usted!"

La pomposidad de su tono y el falso tono del anuncio se combinaron de forma nauseabunda, pero Doug no se giró. Sabía exactamente lo que vería: esa mirada mitad disculpa mitad satisfacción.

Aunque ella era, probablemente, una freelancer, incluso los hombres reclamo profesionales tenían esa mirada. No era vergüenza real pero era efectiva desactivando la ira. Excepto que Doug no estaba tan enfadado como aturdido.

Doug caminó por el pasillo absorbiendo la experiencia, filtrándola. Tratando de ignorar el sudor frío que había brotado de su frente, el gusto metálico en su boca. El hecho de que había ocurrido en su edificio era mala señal.

("¿Cómo había entrado ella aquí?", ¿Podría ser en verdad una residente?")

Las cosas se estaban volviendo desesperadas.

Quedó de pie frente a la 1712, preguntándose si debería contárselo a Cheryl. Sujetó el pomo, esperó a que las cerraduras se abrieran, un pensamiento corrió por su mente.

("Tenemos que salir de aquí.")

* * * * *
CONTINUARÁ

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17-May-2018, 12:18
(6) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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Eileen (I)

La ancianita estaba de pie junto al fono, ligeramente encorvada con su oído en el receptor. El vestíbulo era sombrío, con motas de polvo visibles en los débiles haces de luz.
("Realmente deberían pasar la aspiradora por esa alfombra.") pensó Eileen vagamente.

Pensó haber oído un "click", pero no, aún era la tonadilla de espera. Suspiró y rodeó la silla acolchada de cretona al lado del fono. Descendió sobre la silla, aún escuchando atentamente.

La música terminó.

-"¿Hola?" dijo Eileen.

Sonó la siguiente canción. Eileen suspiró. Odiaba usar el fono, Jeremy era quien siempre hacía ese tipo de cosas. Siempre le gustaba usar el fono, acceder a los sitios, conectarse a cosas... incluso antes de que supiera hablar jugaba con ese fono de juguete. Ella sonrió al pensar en él sosteniendo el receptor con sus dos manos regordetas, babeando sobre los números. Por supuesto, quizá era eso lo que metió en este problema en primer lugar...

-"Servicio Técnico de Usted," dijo una voz un poco aburrida. "¿Puede darme su número de pasaporte, por favor?"

Eileen tuvo que pensar por un momento lo que el hombre quería.

("¿Pasaporte de servicio de Usted?")

-"Bueno, hola. No estoy segura de hablar con la persona correcta..."

"¿Cuál es su número de pasaporte, madam?"

-"¿Mi pasaporte canadiense? No pensé que usaban esos... "

-"El número de pasaporte emitido con su compra de Usted, madam, no el documento oficial sino un número de referencia que usamos para servirla mejor."

-"No he comprado nada. Tengo una pregunta sobre... "

-"No hay problema, madam, la pondré con nuestro sistema FAQ."

-"Yo sólo...¿Hola?" Eileen oyó la música de espera de nuevo, seguida por una grabación animada.

-"Bienvenida a nuestro sistema de Cuestiones Preguntadas con Frecuencia. Si tiene un navegador instalado, inícielo ahora, de lo contrario, pulse uno ahora."

Eileen se inclinó adelante y picoteó en el gastado botón.

-"Si tiene una pregunta sobre nuestras ofertas especiales en paquetes de Usted, pulse uno. Si tiene problemas en la mejora, pulse dos. Si ha mejorado con éxito y tiene dificultades para ajustarse a su nueva realidad, pulse tres."

Eileen suspiró, tratando de recordar qué número había pulsado antes en su llamada anterior.

("¿Era el tres?").

Probó con el dos.

-"Si tiene muchos problemas, por favor, venga en persona a nuestra oficina de... Vancouver... en... 783 Calle Robson."

La dirección la dijo una voz diferente.

-"Pulse uno para..."

Eileen colgó el fono.

("783 Robson.")

Eso estaba bastante cerca y le vendría bien un paseo de todos modos.
Le llevó un rato encontrar el sombrero, incluso aunque lo había embutido bajo la manga como siempre. Mientras rebuscaba con las llaves, recordó cómo Jeremy siempre se quejaba por el retraso, diciendo que ella debería instalarse cerraduras táctiles. Ella siempre le respondía que eran demasiado caras, aún cuando la verdadera razón era una película que había visto en la que el villano le cortaba el dedo a alguien para abrir una puerta.

("No gracias, me quedo con mis llavecitas.")

Sienpre era así entre ellos: Jeremy empujándola hacia el futuro. A ella no le importaba. Era lo que los jóvenes hacían, asumían que lo más nuevo implicaba mejorado, veían el brillo, no el incendio. Pero Eileen era más lista.

Comenzó a bajar el camino, inhalando de su tubo de oxígeno de vez en cuando. Las casas de esta parte de la ciudad eran majestuosas viejas ruinas, no diferentes de sus ocupantes. Llegó hasta la puerta y saludó en la garita de guardia, las ventanas eran opacas pero sabía que Jack estaba allí dentro.

("O Helen, uno de los dos, no importa.")

Extendió la palma y pasó por las puertas giratorias, ignorando la voz de ordenador:

-"Adios, Eileen Ellis."

Había algunos taxis fuera de la puerta, como siempre buscó uno que no estuviera ocioso y entró. Lanzó al resto feas miradas.

("¿Qué sentido tenía, exceptuando a los coches de la comunidad, tener una docena de tragones de gasolina allí fuera vomitando humo justo en el exterior de la puerta?")

Recordó, mientras se aproximaba a los ronroneantes coches, que no quedaba gasolina que tragar y que eran todos recargables.

("Aún así, un desperdicio de energía."), se instruyó a sí misma mientras se montaba en el coche, colocando su bolso junto a ella. Había un siseo de estática.

-"¿A dónde?"

Eileen pestañeó. ("Dónde")

-"Calle Robson." ("¿Cuál era el número?") "Uh..."

Siseo, pop.

-"Perdón, ¿qué dice?"

No podía recordar el número. Se quedó mirando el altavoz, no quería decirselo.

-"Sí, otra vez, una de las dóciles ancianitas de Sunset Beach ha olvidado adónde iba."

-"Las oficinas de Usted de la Calle Robson," balbuceó ella de pronto, confiando que él supiera dónde estaba.

El taxi se puso en marcha. Eileen suspiró aliviada. Decidió que iba a apuntar algunas notas cuando estuviera relajada sobre lo que preguntaría a esa gente de Usted. Abrió su bolso gris algo estropeado; ella sabía que debería comprar uno nuevo pero no podía molestarse y ¿a quién trataba de impresionar de todos modos?; y sacó un bloc de notas.

Lo encendió y apuntó algunas notas:

1. ¡¡¡Dónde está mi nieto!!!

Paró ahí. Ésa era la cuestión, y ni si quiera era una cuestión pues ella, más o menos, sabía la respuesta. De modo que la borró y empezó de nuevo.

"Porqué Deberían Devolverme A Mi Nieto

- Es demasiado joven (¡12 años!)
- es fácilmente impresionable.
- es mi nieto."

Eso era todo, pero Eileen pensó que las razones eran bastante convincentes. El taxi paró en el bordillo y ella sacó su tarjeta del bolso. Era un taxi nuevo y acababa de instalarse la placa de pago.

-"¿Chófer?" dijo ella meneando la tarjeta.

La ranura se deslizó, se abrió y una joven en sus veintipocos le entregó el lector de tarjetas.

"¡Oh!" dijo Eileen, pasando la tarjeta de débito. "Pensé que era usted... sonaba como un hombre."

-"Mmm," dijo la chica. "Modulador de voz. Menos atracos así."

-"Oh," dijo Eileen, devolviéndole el lector. "Siento el problema. Siempre le digo a mi nieto: lo único que quiero que mi reloj sepa es la hora!"

La taxista sonrió, puso el lector bajo el asiento y ajustó el elástico de su coleta.

-"Tenga cuidado, señorita," dijo Eileen mientras se deslizaba fuera del coche. "Podía haberte cortado la garganta tan fácil como corto una empanada."

La sonrió y dió un portazo.

("Oh, tengo mi...oh sí, justo aquí.") pensó dando golpecitos al bolso.

El taxi se marchó, dejándola delante de un escaparate. La fachada era elegante en blanco y azul, con "Tecnologías Usted" en tipografía reafirmante pequeña. Tomó aire y entró en el edificio.

El interior era una lujosa habitación alfombrada con grandes escritorios, un joven estaba reclinado en una redonda silla giratoria plateada mientras hablaba con una joven y atractiva pareja. Un hombre de más edad estaba
concluyendo sus asuntos en otro escritorio y casi choca con Eileen cuando se despedía camino a la puerta.

-"Oh..." dijo Eileen.

-"¡Pardon me!" dijo el viejo. Cuando miró a Eileen, le brillaron los ojos. "Justo a tiempo para paisanos como nosotros, ¿eh?"

-"Bueno," dijo Eileen, pero el hombre ya la había pasado de largo.

"Te veo por ahí," dijo él con una carcajada que a Eileen no le gustó.

La mujer que había atendido al viejo caminó hasta Eileen. Su pelo estaba peinado en un estiloso moño y pasador que lo mantenía en su sitio. Su rostro era fresco e inquisitivo.

-"¿Puedo ayudarla, madam?" dijo.

("Qué chica adorable."), pensó Eileen. ("Se parece a Mary cuando era más joven."). "Bueno, sí," comenzó. "Quizá deberíamos sentarnos," dijo Eileen indicando el escritorio.

La silla para visitantes no era tan lujosa pero parecía terriblemente cómoda. La mujer asintió, se deslizó rodeando la mesa hasta su asiento y ambas se sentaron.

-"Dígame. ¿En qué puedo ayudarla?", dijo la mujer con ojos serios.

A Eileen le alegró que fuera una mujer. Los hombres solían despachar con facilidad, especialmente a alguien de su edad.

-"Mi nieto..." , se detuvo antes de escupirlo todo.

Recordó las notas que había hecho y empezó a buscarlas en el bolso.

-"Mi nieto ha desaparecido.¡Ah!", sacó el bloc de notas.

La joven miró el bloc y luego a
Eileen.

-"Bueno, eso es terrible... ¿ha ocurrido hace mucho?"

-"No, sólo unos días. Pero recibí una nota de tu oficina. He tratado de ponerme en contacto con él en la dirección que me distéis pero no responde nadie. Él mencionó algo sobre ser libre..."

La joven se reclinó un poco y asintió.

-"Entiendo. Bueno, tenenos una oferta de prueba de productos no vinculante, pero la persona ha de regresar por su propia voluntad.", se detuvo y dejó que se procesara lo dicho. "¿Entiende? Si no lo hacen, se les carga por el tiempo."

Eileen negó con la cabeza:

-"Eso no es propio de Jeremy."

-"Seguro que no... ¿puede pasar la mano sobre la mesa, madam? Necesitamos una muestra para la comparación de ADN." Eileen obedeció.
La joven hizo una pausa de un segundo, sus ojos se movían arriba y abajo.

- "Madam, no encuentro ningún descendiente suyo en el sistema."

Eileen sonrió incómoda.

-"No es mi nieto en realidad, supongo."

-"Madam, seguro que sabe que no podemos..."

-"¿Puede buscar por clones?"

La joven abrió los ojos del todo.

Eileen inclinó la barbilla.

-"Yo lo llamo mi nieto porque es más fácil de explicar."

("Y de tratar con reacciones como la tuya. Me pregunto qué harías tú con millones de dólares y sin útero.")

La joven parpadeó de pronto.

-"Aquí lo tenemos. Jeremy Ellis."

Eileen asintió aliviada.

-"¿Me distéis la dirección de contacto equivocada en la nota, quizá?"

Lenta negación con la cabeza.

-"No... eso es correcto. Dice que él llegó hace seis días... transferido inmediatamente a el Cielo de JugadorZ... y luego nada. Sin transferencias, sin solicitud de datos, sin pistas de ninguna clase."

-"¡Oh sí! He oído sobre el Cielo de los Jugadores de Juegos, él quería tanto..." Eileen se detuvo cuando vió lo confundida que parecía la joven.

-"Nunca he visto... madam, ¿podría esperar un momento? Debería preguntar a mi jefe sobre ésto."

Se tocó la oreja nerviosamente y desapareció.

Eileen se dió cuenta de que había estado hablando con un holograma. Se sintió estúpida por no haberlo notado.

("Desde luego, un lugar como éste no usaría ayuda en carne. Será mejor que este jefe sepa...")

La joven regresó con su cara recompuesta. Un pequeño hombre aún más joven que ella permanecía de pie a su lado.

-"Aquí lo tiene, madam, él la ayudará." Luego se esfumó en un pestañeo.

El pequeño se deslizó con cuidado en la silla y Eileen notó lo natural que parecía.

("Seguro que practican eso."), pensó.

-"Soy Gerald, y usted es...?"

-"Eileen. Eileen Ellis. Mi... chico..."

-"Estoy al corriente de su situación, Sra. Ellis." se frotó la barbilla. "Deseo que pudiera decir que es única."

-"¿La desaparición de un chico pequeño no es única?" dijo Eileen inclinándose hacia adelante.

-"Bueno, primero de todo, Sra. Ellis," dijo el pequeño, juntando los labios. "Jeremy no es un chico pequeño. Está autorizado a todos los productos de consumo dirigidos a la demográfica de 12—17." La fijó con sus ojos azules. "Y él estuvo de acuerdo con el contrato."

-"Nadie lee esas cosas," disparó Eileen. "Ellos sólo pulsan el botón de Aceptar."

-"Aún así, Jeremy aceptó a una hora de prueba del paquete Bronce y cuando no se desconectó tras ese tiempo, fué registrado automáticamente como usuario activo y se le cargará como tal."

-"Bueno. Yo quiero que vuelva." Eileen sintió tensarse la piel de sus mejillas.

El pequeño suspiró.

-"Sra. Ellis... aquí tenemos un montón de quejas por personas desaparecidas o personas supuestamente desaparecidas. Normalmente, maridos y esposas. Y nosotros decimos que, si no se carga a una cuenta compartida, no hay nada que realmente podamos hacer. En su caso, si quiere podemos parar los pagos pero, son en verdad extraordinariamente razonables. ¡Es prácticamente grátis!."

Eso era extraño.

- "¿Porqué es... tan barato?"

El pequeño sonrió y empezó un discurso ensayado.

"El paquete Bronce está subsidiado por un número de patronizadores corporativos por ser un sistema de intercambio de envío de estímulos, promoción de rico."

Eileen se abrió camino a través de todo eso, descifrándolo.

-"Quiere decir... que tiene anuncios."

-"Bueno, sí. Es mucho más dinámico que lo tradicional..."

Eileen sintió un sudor manar bajo sus brazos.

-"¡No puede tenerlos...no puede tener anuncios!."

La pareja de la mesa de al lado se levantó, parecía feliz. El hombre moreno examinó a Eileen, su sonrisa decayó un poco cuando notó su agitación. Siguió a su novio rubio afuera.

El pequeño la observaba, debatiendo hazarosamente si el tiempo del decoro había expirado.

Eileen tomó un gran aliento y trató de calmarse.

"Debido a un problema de cuando...nació... Jeremy tiene una extrema sensibilidad al estímulo. Incluso tiene que llevar gafas especiales cuando juega a los juegos."

El pequeño asintió.

-"El contrato que aceptó claramente expone que cualquiera con un trastorno médico..."

-"Ha caído en coma antes," dijo Eileen. "¿Y si está en coma...allí dentro?"

-"El contrato..."

Eileen simplemente lo miró.

Él se detuvo.

- "Madam, Tengo que pedirle que se vaya. No hay nada que yo pueda hacer sobre el asunto. Cuando su nieto quiera ponerse en contacto, lo hará."

Ella le miró, depositó las palabras con tanto esmero como pudo:

-"Dónde está su cuerpo."

-"Ya sabe que, por razones de seguridad, la localización del cuerpo de nuestros clientes es un tema de lo más confidencial... "

-"Dónde."

El pequeño susurró algo y luego alzó las manos en súplica.

-"Madam, me temo que voy a tener que contactar con el equipo de seguridad si no abandona las premisas inmediatamente. Siento sinceramente los problemas entre usted y su...su..."

-"¡¡Mi nieto!!" gritó Eileen.

El pequeño dió un paso atrás y desapareció.

Eileen miró las otras mesas y vió que también estaban vacias. Estaba sola. Miró al bloc de notas que aún sujetaba en su mano y lo guardó despacio en el bolso.

Se levantó, caminó por la oficina vacía y empujó la puerta para salir, sintiendo como si cada célula de su cuerpo la estuviera arrastrando hacia el suelo. En el exterior, había un ocaso amarillo grisáceo y llamó a un taxi. A mitad de la calle, una cubo-furgoneta se abrió súbitamente y hombres de seguridad con uniformes antidisturbios se apilaron fuera. Cargaron dentro de la oficina de Usted justo cuando entró en el taxi. Los observó moler el lugar y el bolso parecía demasiado pesado en su regazo.

("Jeremy.")

* * * * *
CONTINUARÁ

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17-May-2018, 15:35
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Eileen (II)

A la mañana siguiente, Eileen se levantó y tanteó el caminó hasta el baño.

("Irse a la cama cuando aún hay luz, levantarse cuando no haya luz.")

Estaba a mitad del alivio natural cuando recordó a Jeremy. Le golpeó con fuerza, un centelleo helado, segundos antes de que empezara a orinar de nuevo.

Estaba sentada allí, sitiendo las frías baldosas aún a través de sus callosas plantas. Le hizo recordar cómo Jeremy pensaba que ella era inhumana porque él no conseguía hacerle cosquillas en los pies, no importaba el empeño que pusiera, mientras que él gritaba y aullaba con el más ligero roce.

Fue la memoria de su risa la que al fín la sacó del trance. Inclinó la cabeza y dejó que las lágrimas cayeran sobre sus piernas, un doloroso sonido que salía de sus labios. Cerró los ojos con fuerza, con más fuerza...luego, se secó y se levantó.

- "Estúuupida," dijo, sus senos se hincharon instantáneamente. Se echó agua fría en la cara y se contempló en el espejo.

("No seas estúpida, Eileen.")

Bajó las escaleras entre tambaleos y se preparó una taza de té. Olvidó agitarlo primero y sabía muy débil. Se preguntó por milésima vez...

("¿Cuál es el problema con las bolsas de té?. ¿Porqué tenían que inmiscuirse, esas compañías, en cosas que era mejor dejarlas en paz?")

Incluso con su antiguo empleo había sido así. Ella había tenido unas cuantas misiones que, obviamente, habían sido pobremente estudiadas, desastrosas, lo bastante para que ella dejara de leer los periódicos. Se suponía que las misiones ayudaban a esas personas en sus largas carreras, que las ayudaban a adaptarse al mercado mundial eliminando las manzanas malas, pero con más frecuencia que menos, la violencia se extendía como un incendio forestal. Si creías lo que leías.

Para cuando la cafeína entró a patadas, Eileen ya había generado una ira cardíaca. Y luego, la golpeó, por supuesto. Se obligó a terminar el té antes de levantarse y hacer camino hasta el fono.

El número de su compañera de trabajo le saltó a la mente de inmediato y no estaba redirigido a ninguna nueva dirección elegante, dos buenos presagios.

Eileen aún estaba sorprendida por la voz al otro lado.

-"¿Quién es?"

-"Soy. . . Eileen. Eileen Ellis."

-"¡Eileen!" chilló Mary. "¡Oh dios mío! ¡Han pasado años...décadas! ¿Cómo...cómo estás?" su excitación inicial era ahora una curva descendente hacia la precaución.

-"Estoy bien. Pero... Bueno, es una larga historia. Quizá podamos vernos pero... necesito preguntarte algo ahora mismo. Mary..."

Los ojos de Eileen estaban cerrados con fuerza, tanto por el polvo como por la tensión.

"...¿Todavía tienes tu traje?"

* * * * *

Eileen mojó su galleta en lo que quedaba del té y dió un mordisco, escuchando con intención a la glamurosa mujer de azul sentada frente a ella.

-"...e incluso si él vuelve, no lo querría de vuelta. Le enseñaría la puerta tan rápido que la cabeza le daría vueltas." dijo Mary.

Eileen sacudió la cabeza. La camarera se acercó para ofrecer té y Mary tomó un poco más, sonriendo brillantemente a la camarera.

("Aún tiene sus miradas."), pensó Eileen sorprendida de que los años apenas la habían marchitado, apenas habían rayado su pelo de blanco. El pelo de Eileen se había vuelto blanco unos diez años atrás.

La camarera se movió hacia su copa pero Eileen puso una mano tapándola para detenerla y la camarera se marchó.

-"Oh, estás mejor sin ese...capullo," dijo Eileen.

Escogió las palabras con cuidado pues Mary se tomaba ofensas bastante rápido. Le hubiera contado historias de horror sobre un hombre "de un día" que luego vuelve a tí para convencerte del siguiente.

("Mientras que él volviera con tus buenos libros.")

-"Bueno..." dijo Mary. "Nunca se conoce a un tipo..." , perdió su mirada traviesa cuando vió el rostro de Eileen. "Mejor sin ellos. Como dicen en la compañía, ¿XY-incordio?"

(NdT: Intraducible juego de palabras. <XYbother> suena a: <¿Ex?, ¿porqué molestarse?>)

Se rió de su propio chiste y Eileen sonrió, si acaso por ver a su vieja amiga en buena forma.

-"Nunca entendí porqué querías un chico. Cuando lo oí, dije: ¿Qué? ¿Ha ido algo mal?" estaba riendo de nuevo y la sonrisa de respuesta de Eileen era ahora mucho más débil.

Eileen estaba pensando en aquel clon replicado que la aconsejó, con tono aburrido, que la alteración de género incrementaría las probabilidades de imperfección. Ellos no lo llamaban defectos. Se preguntó si eso podía estar relacionado con los ataques a causa de estímulos.

-"Me imaginé que tendría más ventajas como un hombre," dijo Eileen.

-"Bueno, ¿y cómo está?" dijo Mary.

-"Bien, bueno," dijo Eileen con culpabilidad, cogiendo la última galleta y cambiando de asunto.

-"Éste es realmente un hotel precioso."

-"Sí, ¿no es grandioso?" dijo Mary mirando alrededor del casi vacío salón comedor, al suelo redondo de un edificio en forma de coliseo. "Se puede oler la historia. Solía ser una librería o algo así. Terriblemente caro...pero vuelvo a Vancouver tan raramente... ¡tienes que venir de visita! Las islas son tan cosmopolitas ahora... no es Frisco, pero ¡lo intentamos!"

-"Quizá cuando resuelva mis asuntos," dijo Eileen.

-"Te he traído lo que me pediste, por cierto," dijo Mary.

Eileen había visto la bolsita de inmediato, pero sonrió agradecida

-"Gracias."

La camarera pasó zumbando y Mary bajó la voz: "La dejaré aquí cuando me vaya..."

-"Estupendo." Eileen hizo una pausa. "¿Cómo es que lo tienes después de...?"

Mary sonrió sin diversión. -"Bueno. Eso es toda una historia. ¿Te acuerdas cuando congelaron mis bonificaciones...debido a que mi máscara estaba 'dañada'?"

Eileen lo recordaba. Mientras que la mayoría de los operativos se ponían cualquier adorno con impresiones de luz retirables, ella había dibujado las suyas con, entre otras cosas, lápiz de labios.

-"Bueno, estaba tan enfadada. ¡Necesitaba ese bonus! Así que lo escondí y les dije que lo había destruído. Se volvieron locos pero yo ya había pagado por él y no podían desembarcarme. Y ahora están siendo disueltos por las corporaciones matriz y están demasiado ocupados tratando de salvar sus empleos como para molestarse en seguirme a todos lados."

Eileen sintió un poco de náusea pensando en el riesgo que Mary había corrido. Trató de cubrirla sorbiendo té pero notó que sus manos le temblaban un poco.

-"Había planeado venderlo...recuperar el dinero del bonus que me habían fastidiado. Pero..." Mary se encogió de hombros expansivamente. "Supongo que una vez que me instalé en mi vida normal ya no quería hacerlo, ya sabes, volver a... eso. Me iba bien con Larry en aquél tiempo... así que, simplemente lo guardé. ¡Oh!", se tapó la boca. "¡Escucha ésto!. Larry, un año antes de que le echara, lo encuentra en el fondo de una caja en algún sitio. Lo saca y dice que estoy ocultándole secretos. Se enfrenta conmigo con él en la mano. Dice: no puedo creer que nunca me dijeras que eras una... ¡submarinista!"

Eileen soltó una risita.

-"¡Una submarinista! Fue un alboroto. Estuve a punto de matarme a mí misma tratando de no reir. Estaba tan asustada de tener que contarle todo el asunto..."

-"Oh, eso no tiene sentido." dijo Eileen, sorbiendo su té.
"Ningún sentido en absoluto."

-"Exactamente." Mary miró a Eileen con una sonrisa triste. "Me alegra tanto charlar contigo, Eileen. Perdona si te estoy calentando la oreja."

-"No lo estás. Estás siendo sólo Mary."

Mary sonrió y sus ojos aterrizaron sobre la bolsa con el traje.

-"Por favor, se cuidadosa, Eileen. Me sentiría demasiado culpable si algo llegara a pasar. ¡Oh! Y no conectes con el satélite, hagas lo que hagas. Estoy segura de que eso haría saltar todo tipo de alarmas." Sus manos se agitaron como demostración . "¿Me llamarás cuando hayas acabado con lo que sea que vas a hacer? ¿Así sabré que estas OK?"

Eileen asintió. Quería devolverle el traje, de todos modos. "¿Tendrás el mismo número?"

-"Bueno, si es... si no, habrá un servicio de redirección." Los ojos de Mary cayeron y se movieron por el mantel.

-"¿Te vas?" dijo Eileen triste.

-"Bueno... claro. Durante las próximas semanas hay un especial para seniors. No consideras seriamente...quedarte."

Eileen no lo había considerado. Desde sus asuntos con Jeremy, la idea de confiar en Usted no era ciertamente atractiva. Ella no esperaba quedarse realmente...simplemente había asumido que se irían cuando llegara la hora.

No había considerado quedarse, pero todas esas presunciones sobre lo que ella quería, cómo actuaría, le hacían querer hundir sus talones.

-"Supongo que no pienso realmente nada a parte de arreglar mis asuntos," dijo para simplificar las cosas.

Mary asintió y le brindó una sonrisa.
-"Así que...¿es cierto que no vas a decirme para que lo necesitas?"

Eileen se movió en su asiento incómoda y dió un sorbo al té que ya no estaba allí.

-"Dime ésto, oh misteriosa," dijo Mary arqueando la ceja. "¿Es por un hombre?"

Eileen pensó, decidió que, de hecho, era cierto y asintió.

Mary miró sobre su hombro.

-"Bueno," dijo ella con tono de conspiración. Indicó con la cabeza hacia el paquete. "No sería la primera vez que este traje sale del retiro para tratar con la infidelidad de un mierdecilla."

* * * * *
CONTINUARÁ

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18-May-2018, 11:41
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Paul (II)

Los dos hombres estaban de pie sobre el pequeño montículo, juntos y con las manos en los bolsillos.

El más alto llevaba pantalones azules hasta las rodillas y una camisa de golf sin botones. El otro iba exageradamente vestido, sosteniendo su chaqueta blazer en el ángulo del brazo mientras exponía su argumento. Era difícil estar seguro de ésto porque ambos llevaban borrones donde deberían estar sus caras pero por su lenguaje corporal, el más alto parecía más interesado en observar a los chicos jugar.

-"Ahora mira, eso es de lo que te estoy hablando," dijo el alto señalando con un dedo carnoso a las caras borrosas de los chicos. "Ésta es la segunda vez que ese chico ha caído en el mismo exacto lugar. Este picnic ni siquiera tiene un ritmo de bucle decente."

-"Paul, venga, sabes que tenemos un presupuesto limitado para esas cosas...."

-"Pero ni siquiera lo intentáis. Vuestro corazón no os va en ello. Para vosotros es todo trabajo-trabajo-trabajo. Mírate, Al...llevas la corbata puesta, ¡Venga ya!"

-"Es que... tengo una reunión después," Al balbuceó, borrando su corbata y soltándose el cuello de la camisa. "¿Mejor?"

-"Patético," dijo Paul, girando alrededor y mirando a los adultos en enjambre en torno a la barbacoa.

-"Me refiero a que estamos en la industria de la cultura, somos a quienes los ordinarios 'Joe' buscan para sazonar sus vidas. ¿Y ésta es la mejor recreación que se os ocurre?"

Al alzó la mano al cielo.

- "¿De qué estás hablando? Es un día precioso. ¡Mira esas nubes!. Esas nubes de alta calidad, Paul. No hay posibilidad de que llueva."

-"¡Exactamente lo que digo!" dijo Paul, llevando su mano para apuntar al hombre más bajo. "No hay ppsibilidad de nada. ¿Dónde están las hormigas, Al?", negó con la cabeza. "Te cito el picnic de Branders, eso ya era algo. Tenía algunos terroristas que aparecían y disparaban con todo. La gente gritaba, corría por todos lados." soltó una carcajada.

Al emitió un sonido amargo. "Ooh, eso de mal gusto. Especialmente a la luz de la Masacre Exxon..."

-"Creativo. Eso es lo que es. Todo el mundo se cagó en los pantalones incluso aunque sabían que no podían matarlos. Todo lo que requirió fue unos cuantos hologramas a los que les perforaban las cabezas para acceder a ese temor. Está en nuestro hardware, incluso si sólo somos software."

-"Bueno, recuerdo un tiempo en el que no teníamos que llevar mezcla-caras," dijo Al. "No es de mí época, pero es cierto."

-"Bueno, el borde afilado a veces. devuelve el corte," dijo Paul con una cómoda carcajada.

Al negó con la cabeza y se rió.

-"Eso es lo que admiro de tí, Paul...puedes darle la vuelta a todo. Hacer que terroristas locos parezcan que nos mantienen atentos. Nuestra empresa, por otro lado, ha estado en la base de la industria más tiempo de lo que has estado vivo y, por eso, creo que formaríamos un gran equipo para ir tras la cuenta de Usted."

-"Oh, ¡buen señor! ¡Tú también no, Al,!" dijo Paul, haciendo un gesto de tirarse del pelo que fue oscurecido por el mezcla-caras.

-"¡No me digas que también vas a la caza del ganso salvaje!"

Al se giró hacia otro lado, parecía al borde de rendirse. Luego se giró hacia Paul.

"No es la caza del ganso salvaje. Es la mayor cuenta individual en la historia de los negocios."

-"Ni siquiera me creo que las operaciones de Usted sean generadas por una inteligencia artificial, Al. Todo es un engaño para convecer a los usuarios finales de que todo es alto secreto y totalmente seguro. Pero aunque no sea un engaño, ¿no te das cuenta de que es la misma vieja historia? En los viejos tiempos, retaban a los chicos a hackear su código y los chicos pasaban años buacando formas de entrar para que la compañía arreglara los parches."

Al soltó una carcajada.

-"Creo que es un poco diferente ahora, Paul. Nuestra profesión contiene a los mejores analistas culturales y recolectores de datos sobre la Tierra."

-"Usted hace que agotemos nuestros recursos para, simplemente, darles información sobre las operaciones que ya conocen y nos prometen un trato exclusivo confidencial a cambio," dijo Paul. "Luego supongo que no puedes."

Un fono flotó a medio aire entre ellos pero Al no lo notó y empezó a decir algo. Paul alzó la mano.

-"Tengo una llamada."

Se giró levemente a un lado, alzando una mano en forna de fono hacia su oreja. La conexión fue inmediata.

La voz era un gorjeo debido a su paso por varios filtros.

-"Está pasando algo en la oficina de Usted de la Calle Robson. ¿Quieres que lo compruebe?"

-"Definitivamente, Cariño, a las ocho suena perfecto."

-"OK, contacta conmigo cuando estés solo. Tendré más info entonces."

Click.

-"Tenías razón en querer perderte este picnic, Hun" continuó Paul examinando la forma deprimida de Al. "Estos amigos nos saben cómo divertirse.", fingió una carcajada.

Al alzó una tímida mano de despedida y volvió a la barbacoa.

-"Muy bien, cariño," le dijo Paul a nadie. "Sí, me acordaré."

Solo en el montículo, se llevó las manos a la espalda y observó a los.chicos. Cuando uno de ellos tropezó y se peló la rodilla por tercera vez, desapareció dejando al niño con su eterno destino.

* * * * *

Artifacs
18-May-2018, 11:45
(9) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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Nicky (IV)

Nicky fue a la inauguración una hora después de la hora inicial que rezaba en la invitación. Entró en la brillantemente iluminada Galería de Molson para caer de inmediato en el fuego cruzado de miradas. Nicky se movió hacia el arte. Sujetaba la bici de JK plegada frente a ella, donde era menos obvia, en un intento de minimizar su nivel de extravagancia. Sentía las patitas de su pequeña criatura reptando por la espalda de su chaqueta vaquera.

("Quizá traer al gecko había sido demasiado.")

Miró al holo en la caja. Era una caverna, una mina subterránea, a juzgar por los pequeños vagones.

-"Bueno, ya sabes cómo son. Tienes suerte de salir de ahí con la cabeza intacta," dijo alguien detrás de Nicky.

Alguien más respondió en un tono demasiado bajo para oirlo. Nicky se inclinó adelante para examinar la caja que mostraba figuritas que excavaban los muros de la caverna.

("¿Enanos?")

-"Creo que tienes razón," dijo la primera voz, que era leve pero distinguida. "Él es de ese tipo. Demasiado joven para tener la intensidad, pero está mirando a tus cosas con mucho interés."

Nicky miró atrás. El tipo con la voz distinguida tenía pelo largo gris a lo afro en el que había metido gafas de sol de espejo.

El que susurraba era el artista...

("Mike no se qué...")

...que parecía nervioso. Nicky se alejó antes de que Mike la reconociera, aunque fuera improbable con su nuevo pelo extraño.

Había una barra con un guapo barman. Miró la lista de precios:

$10 por una Coke
$15 por un Molson Ex,
$17 por Evian,
$20 por un Tropicana

Y casi consideró tomarse un OJ, visto que acababa de cobrar.

("Puedo conseguir una caja entera de lo mismo en el Camino Seguro"), pensó. ("Compraré algo camino a casa.")

Se marchó de la barra, devolviéndole una sonrisa nerviosa al barman y preguntándose qué tipo de ropa llevaría cuando no vestía su uniforme de traje y camiseta. Se imaginó a sí misma preguntándoselo y una emoción de terror la atravesó.

Se estacionó a sí misma delante de otra caja. Ésta era la que salía en la invitación...el unicornio trotando alrededor de la alarmada mujer de pechos imponentes. Nicky notó que el artista había pasado más tiempo concentrado en los erectos pezones de la princesa que en la cabeza entera del unicornio. Típico. Aunque no había hecho mal trabajo en la materia.

-"¿Con quién te identificas más?" dijo una voz familiar.

Nicky se giró para descubrir a un hombre de mediana edad que nunca había visto antes. Ella suspiró para sus adentros mientras miraba la inexpresiva contemplación del tipo.

("JK, ¿dónde demonios estás?")

-"Uh... con nadie." miró hacia atrás y, presintiendo que él no iba a marcharse, le retó: "¿Y usted?"

-"Probablemente el unicornio," dijo él con una sonrisa que dejaba suelta la severidad que su corto pelo gris le daba a sus facciones. "Me siento más... liberado que estresado estos días."

-"¿Piensa que los unicornios son libres?" dijo Nicky sin intención alguna, sólo genuínamente sorprendida.

-"Bueno, mira a ése," dijo él. "Trotando por todo el lugar."

-"Está ansioso. Constantemente en movimiento. Atrapado," dijo Nicky, pescando al gecko de la solapa de su chaqueta justo antes de que cayera sobre su manga. "Condenado," dijo mientras devolvía al gecko encima de su hombro. "Y ella, probablemente, tiene algo que ver en ello, con su exagerada rutina de damisela-en-peligro. Ella es la hostigadora, probablemente."

El hombre soltó una carcajda.

-"Huh, voy a por otra bebida." dijo agitando su botella vacía. "¿Quieres una?"

-"Claro," dijo Nicky imaginando que puesto que él no había tomado el giro obvio de la virgen-unicornio, serviría de compañía hasta que llegase JK.

Escaneó la sala, que se había llenado un poco con los sospechosos usuales desde que había llegado. Captó la vista de una alta rubia al otro lado de la sala y la saludó con la mano.

-"No gracias" dijo Mike con voz crispada de repente que llenaba toda la sala. Se inclinó adelante y metió una tarjeta de negocios negra en el bolsillo del blazer de un joven. El joven sonrió tristemente y salió de la galería. Mike, cuya burla no se había transformado del todo en una sonrisa, volvió con sus amigos. Su colega del pelo afro le apretó el hombro y asintió con aprobación.

El zumbido de la galería se incrementó notablemnte y Nicky intentó no ponerse furiosa. Se movió a la caja siguiente sin absorber nada.

-"¿Qué fue aquello?" dijo el hombre de pelo corto, que había regresado con una cereza para ella.

-"Gracias," dijo Nicky, tomando un abrupto trago de la botella helada sin mirarla siquiera. "Eso fue el primer paso del baile conocido como Éxito Artístico."

-"¿Qué...quién era el estirado?" preguntó el hombre de pelo corto.

-"Reclutador. Probablemente freelance. Ofreciéndose a representar a Mike como creativo."

-"¿Y él le rechazó?" dijo el hombre incrédulo con las cejas levantadas. "Wow."

-"No. Sí," dijo Nicky dando otro trago a la botella, saboreándola esta vez. "Ahhhh... es tan falso y estúpido."

Ambos miraron la caja por un momento. Representaba a un hombre tendido sobre una tabla.

-"¿Cómo tiene ésto éxito si él..."

Nicky suspiró: "Es sólo el primer movimiento. Si un artista no rechaza la primera oferta lo bastante vehementemente, entonces el asunto no es real. El cazador de tendencias pierde el interés."

-"Ah," dijo el hombre de pelo corto. "Difícil-de-conseguir."

Observaron cómo una proyección astral luchaba por salir del hombre sobre la tabla y volaba hacia afuera. El hombre de pelo corto se echó hacia atrás y leyó el título de la obra.

- "Há-Goeth-lo por Usted." soltó una carcajada.

Nicky hizo rodar los ojos.

Él notó su reacción: "Oh vamos, ¡es divertido!"

-"Es fácil" dijo Nicky ceñuda.

-"Bueno," dijo él señalando la obra con su botella, "No todo tiene que ser difícil. Es como... un comentario. Sobre cómo hemos obtenido la capacidad de hacer algo con lo que hemos soñado durante siglos."

-"Para que sigan diciéndonos algo," Nicky iba decir algo sobre magia negra que rebotaba dentro de su cabeza pero que no salía fuera. "Pero... me refiero, ¿porqué ser un artista si todo lo que vas a hacer es eco?"

-"¡Whoa!" dijo el hombre de pelo corto. "Sólo soy un mono de código, madam. ¿Qué sé yo de eso? Vamos a preguntarle a este tipo," dijo él llamando a la puerta.

JK acababa de entrar caminando, mostrando una gran sonrisa mientras saludaba a algunas personas. Vió a Nicky y al hombre de pelo corto, les saludó con la mano y se abrió paso hacia ellos.

Nicky miró al hombre de pelo corto a través de sus ojos rasgados.

- "¡Hey! ¿conoces a JK?"

Él se encogió de hombros inocentemente.

JK tuvo una breve charla con Mike, luego cogió las gafas de sol reflectantes del tipo con el pelo a lo afro y se las puso. Su dueño le examinó y le dió la aprobación con una mano de OK. JK al fín, llegó hasta ellos.

-"¡Chase! ¡Nicky!" dijo. "¡Os habéis encontrado!"

Nicky observó su enfado derretirse en los espejos gigantes de la cara de JK.

-"Bueno, no había demasiadas pelo-pulpos cargando bicicletas..." dijo Chase.

Nicky chasqueó la lengua: -"Esas gafas de sol..."

-"¿Me quedan bien?" dijo él, su sonrisa se hizo máyor.

-"¡Y de qué manera!," dijo Nicky, sintiendo que su humor abandonaba la concéntrica espiral negra.

-"Me gustaría poder ver algo con ellas," dijo él mirando por la sala.

Se las quitó y regresó a su cara normal, golpeándose en el ojo con el agarre mientras lo hacía.

Chase alzó una ceja: "¿Qué tienes pensado, hombre?"

-"¿Vosotros queréis ir...a algún sitio?" dijo JK, saludando a alguien.

-"¡Aajá!" dijo Nicky.

Chase se encogió de hombros: -"OK.¿Dónde?"

JK les mostró los pulgares y comenzó a caminar hacia la salida. Ambos le siguieron mientras él abría paso por la sala, ahora densa de humanidad. Nicky le dió a Chase una sonrisa de coraje. Sintiendo que parecía un poco fastidiado por la agitada conversación de JK, respondió por él.

-"A algún lugar interesante, probablemente."

Para cuando llegaron allí, era bastante tarde.

-"Esto es perfecto," dijo JK indicando la extensión de asfalto.
"Vamos a quedarnos un rato."

Estaban en la sombra del Mundo de la Ciencia. Una gigante esfera estaba colocada sobre el borde del acceso de entrada. Su estructura reflectante estaba dividida en triángulos mediante armazones metálicos. Nicky recordó la primera vez que había entrado allí, cuán decepcionada había quedado por las formas de caja regulares de los edificios que contenía. Pero las maravillosas exposiciones pronto la distrajeron.

JK estaba desplegando su bici entre el siseso de las ruedas y los "clicks" de las articulaciones que ponía en su sitio.

-"¿Os acordáis de venir aquí de niños?" dijo ella.

-"Aajá" dijo JK. "Me acuerdo de que una vez estuve aquí en una excursión de clase." Se montó en la bici y empezó a pedalear alrededor. "Tenían aquello donde podías experimentar cómo era ser una semilla. Como el ciclo de crecimeinto. Te metías en esa caja de gelatina..."

Chase, sentado en el asfalto blando, se inclinó hacia atrás sobre las palmas de las manos y sonrió: "¿Gelatina? Oh, ¿te refieres a esa cosa de biomasa?"

Nicky observaba a JK adelante y atrás en círculos que parecían a punto del colapso: "¿Estás seguro de que sabes ir en esa cosa?"

JK la ignoró: "Sí, gelatina de biomasa. Engañaba a tu cuerpo haciéndolo pensar que eras otra cosa. Era un poco sucia pero nos encantaba.."

Nicky se rindió, se sentó en el suelo y cruzó las piernas. Recordó algo que la había interesado mucho en el Mundo de la Ciencia, pero no consiguió ponerle ni un dedo encima.

("¿Una rueda de colores? No, un prisma.")

Un prisma gigante que colgaba de las vigas, refractando. Todos los colores desde el blanco. El negro no, pues era ausencia de color.

-"Algo parecido ví en Toronto," dijo Chase. "El Centro de la Ciencia, creo que lo llamaban. Original Real." Rieron un rato por eso. "Bueno, mejora al Mundo de la Ciencia II, supongo."

-"Mundo de la Ciencia II: Regreso al Laboratorio," dijo Nicky. A JK le gustó y Nicky sintió que su enfado de antes por ser ignorada se evaporaba.

-"¿De Toronto?" preguntó ella a Chase. JK pedaleó hacia el borde del agua.

Chase negó con la cabeza: "Nop. A una hora, más o menos, en las afueras. Más cerca de Montreal, en verdad." estaba haciendo huellas dactilares en el asfalto. Alzó la vista hacia ella. "¿De dònde eres?"

-"New West," dijo ella tratando de no mirar cómo JK se subía al bordillo con la bici. "¡Oh hombre!"

Chase se giró para ver lo que ella estaba mirando. JK estaba alejado sobre la bici que rodaba ágilmente por el borde de fuente de agua. Sus amplios hombros formaban una silueta absurda.

Chase sonrió y se encogió de hombros.

-"Ya ni siquiera está sobre el asalto, es sólo hormigón que recorre el agua..." dijo Nicky. ("¿Y si se cae al agua?") "Estas cosas me ponen nerviosa."

Se concentró en el gecko, que estaba inclinado fuera de su chaqueta para pasar la lengua por el suelo.

-"Ah, no son tan peligrosas después de todo. Soy un tipo viejo, por eso recuerdo cuàndo se puede aún pedalear con ellas. Los chicos se caen de ellas a todas horas... sólo era en los anuncios cuando se caían bajo las ruedas de algún convoy de camiones que pasaba."

Nicky se sintió con naúseas recordando un anuncio de ese tipo donde una mujer iba en su bici con una silla de bebé hacia el tráfico. Era a cámara lenta...esperabas totalmente que sería alcanzada de pleno...tirada al suelo y ella y su bebé brutalmente despachurrados. En lugar de eso, un coche se desvíaba para evitarla y causaba un montón de tres coches apilados y ella se marchaba sin un rasguño. Terminaba con un plano detalle de la ventana de uno de los coches donde alguien luchaba por salir justo antes de que explotase.

Chase vió la mirada en su cara: "Quiero decir, la gente monta en ellas desde cien años antes de que se salieran esos anuncios."

("La gente hacía un montón de cosas estúpidas"), pensó Nicky. Deseaba cambiar de tema. Ese anuncio le había dado pesadillas durante añosm.

-"Las bicis son buena diversión," continuó Chase. "¿Cierto, JK?"

JK apareció montando sobre una sola rueda. Se equilibró allí durante un segundo y luego, con un rápido movimiento de su talón, golpeó la palanca que la desmontaba. Aterrizó sobre sus pies en lo que Nicky tuvo que admitir que fue un bonito movimiento limpio.

-"¿Dónde has aprendido a hacer eso?" dijo ella.

-"¿Dónde aprendería yo cualquier cosa?". dijo JK sonriendo.

-"Todo el mundo solía saber montar en bici," dijo Chase. "Pero el tráfico tenìa tanta mala gente que siempre se metía accidentes o colisiones... era o cambiar la industria del automóvil o hacer un montón de anuncios terroríficos de servicio público..."

Nicky se encogió de hombros. Había oído historias conspiratorias toda su vida, había sido una fan del género cuando tenía, como, 12 años. Todo el asunto del aire parecía exagerado también. Empezó a picarle los ojos tras algunas horas en el exterior, era verdad, pero tenía alergias.

Mientras oía los siseos y clicks de la bici de JK, Chase preguntó:, "¿No hay partes pequeñas ahí dentro? ¿Ni siquiera en el mecanismo de pliegue?"

JK negó con la cabeza: "Nop. Los checos son genios en mecánica sencilla. ¿Quieres probar?"

Chase declinó.

-"¿Nicky?" preguntó JK.

Nicky estaba a punto de rehusar cuando oyó una carcajada apagada de Chase. Una potente mezcla de contrariedad y molestia la forzó a ponerse en pie.

-"Sí, vale."

JK sonrió deleitado, desenrolló la bici con un golpe de su muñeca y ajustó la altura.

Nicky dejó al gecko en el bolsillo. Estaba casi quieto como si supiera lo que iba a suceder. Levantó la pierna sobre la barra agarrándose a un puñado de la camisa de JK para equilibrarse, puso los pies en los pedales y se sentó.

Luego, apretando los dientes y aceptando el posible accidente fatal, pedaleó.

¡Woble woble woble recto recto recto recto recto!

Nicky sentía la victoria alzarse desde su barriga, tan real como el aire nocturno en su rostro. Se mantuvo alejada de ellos, sonriendo mientras oía sus vitores y condujo alrededor de la estructura del Mundo de la Ciencia.

Había luces por toda la entrada y por el distrito comercial. Eran lo bastante brillantes como para navegar fácilmente pero, cuando rodeaba la esfera, se hizo decididamente oscuro. Alzó la vista a la ladera de la colina, mayormente de casas residenciales, y trató de averiguar si habían menos luces ahora que un año atrás...

* * * * *

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18-May-2018, 11:53
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Nicky (V)

("Mierda, ¿es eso un poste?")

Nicky se desvió demasiado y la bici cayó encima de ella.

-"Joder..." dijo luchando para liberarse de esa estúpida cosa.

Había caído con la cadera primero pero el asfalto había amortiguado el choque. Se levantó rápidamente y miró atrás para ver si estaba a distancia visual de los chicos. Quedaban ocultos por la curva.

("Bien.")

Caminó con la bici en la misma dirección en la que estaba pedaleando. Su cadera estaba bien, probablemente ni magullada, aunque su cara aún ardía. Recordó un incidente en segundo grado cuando un compañero de clase la había empujado al suelo. El guardia de seguridad del patio de juegos sólo le dió una lección de historia sobre que el suelo del patio era duro como la piedra cuando él era pequeño. Obviamente, había olvidado el pinchazo de humillación que las nuevas sustancias elásticas eran incapaces de reducir.

Era un largo camino que rodear, así que Nicky decidió volver al caballo. Un poco más tentativa que como lo había sido con su primer molesto intento fallido. A pesar de todo, fue capaz de pedalear en una línea recta. Esta vez, mantuvo los ojos hacia adelante.

Para cuando Chase y JK estuvieron a la vista, sus ojos se habían ajustado a la oscuridad y el brillo relativo molestaba su visión. Rodó hasta allí y se balanceó fuera de la bici.

-"Ahí está," dijo JK. "Pensé que habías encontrado la forma de montar sobre el agua."

Chase estaba ahora tumbado, con la cabeza apoyada en una mano. "Así que ya habías montado en bicis antes."

Nicky trataba de dar una patada en el mismo sitio donde JK lo había hecho antes; "Nop. Primera vez." Golpeó la palanca justo cuando JK estaba a punto de ayudarla y la plegó. Se la entregó a él, un poco aliviada y un poco reluctante de hacerlo.

-"Y, ¿es la misma clase de exposiciones?" preguntó JK a Chase.

-"Uh... de ese tipo," dijo Chase. "Tienen un Mundo de la Ciencia en Frisco," le explicó a Nicky.

Nicky se sentó y se abrazó las rodillas. "¿Un Mundo de la Ciencia?
¡Eso no tiene ningún sentido!"

-"No hay ciencia allí," añadió JK.

-"Lo sé, es como... lo llaman el Pabellón de Ciencia y Tecnología. Tienen esos pabellones que te sugieren que vayas en tu hora libre. Aunque es un escenario similar... ¿conoces la bola que cuando la tocas se te queda el pelo de punta?"

Nicky asintió. "Para demostrar la electricidad estática, sí, pero ¿no hay...? "

-"No me preguntes," protestó Chase, "Lo sé. De todos modos, tienen lo mismo excepto que cuando la tocas comienza a crecer. De modo que lo hice y todo el mundo se rie, y cuando apagan la bola mi pelo es, como...super largo."

JK se rió. "¡Tú con pelo largo. Ja! ¿Muy largo?"

-"Pues, hasta mi trasero. Y podía swish it around y sentirlo sobre mi espalda y demás..."

-"Pero, ¿qué tiene eso que ver con la ciencia? Es todo demo de software," dijo Nicky.

-"Es una temática, supongo. Mostrar a la gente cosas familiares. Tenían un zoo también, y un almacén de compras, eso era realmente lo más impresionante... "

-"Un zoo, ¿eh?" dijo Nicky contemplando su pequeña creación. "¿Con geckos en ese zoo?"

-"No," dijo él. "Aunque sí un lagarto gigante de algún tipo."

-"Todo bonito o impresionante, ¿cierto?" dijo ella.

El gecko estaba vibrando la lengua en su nariz. Ella le había dado una bífida y la abanicaba en su nariz.

-"Supongo que sí. No me acuerdo de ningún animal feo o desimpresionante, pero, probablemente, nadie lo haría." se rió. "Había un unicornio allí, recuerdo eso."

Nicky siseó como respuesta y el gecko corrió alborotado hasta el extreno alejado de su mano.

-"Los unicornios apestan. ¿Porqué tendría que estar en un zoo? Si pueden hacerlo todo allí, ¿porqué no tener animales mezclados con humanos? ¿Porqué tiene que haber la misma vieja mierda?"

-"Eso es cierto, es muy poco creativo en estos momentos. Aunque está muy mejorado," dijo Chase. "Yo solía vivir allí."

-"Chase estuvo en Frisco antes de que fuera Frisco," dijo JK.

-"Oh ¿sí?" dijo Nicky, sorprendida. "¿Hacías código allí?"

-"Eso creo..." dijo Chase apretando los ojos en una pantomima de recordar.

Los tres rieron.

-"Sí. Aún era un esfuerzo de ayuda para aquellos lisiados por el Terremoto. Y buscaban a cualquiera que supiera código... por aquel entonces tenías realmente que bajar hasta San Francisco, o lo que quedaba de él, para hacer conexión satélite"

-"¡Ajá!" dijo Nicky. El hermano de un amigo del instituto también había ido y ella había pensado que era valiente. "¿Cuánto tiempo estuviste allí?"

-"Hasta la mayor parte del 2031, supongo. Diez u once meses. Por supuesto, fue sólo un abrir y cerrar de ojos para mí. Si no hubiera sido retrocedido en una habitación diferente desde donde había sido procesado para el enlace satélite ni siquiera habría notado que algo había ocurrido."

-"Wow," dijo Nicky. Había oído sobre la transición retroceso-a-almacenado pero nunca había conocido a nadie que hubiera pasado por ella. Parecía tan injusto.

-"No es tan malo ahora" dijo Chase. "Hacen grabación completa de tu tiempo en Frisco, aunque pasado un cierto punto..."

-"¿Quién quiere sentarse durante once meses de vida?" dijo JK.

-"Exactamente," dijo Chase. "Se te sitúa en Frisco, una vez que te quedas una cierta cantidad de tiempo."

-"Supongo que puedes pasar hacia adelante las partes aburridas o vergonzosas," dijo Nicky, dando un golpe al gecko para despertarlo.

-"Tu amiguito desearía poder pasar hacia adelante esta parte," dijo JK. "Está pensando: vámonos a casa, Nicky, tengo hambre." JK imitó al gecko con tal voz de soprano que hizo que la pequeña criatura lo mirara.

-"Uno de mis planes era configurar un servicio que editara las grabaciones de la vida de la gente por ellos," dijo Chase. "Pero..."

-"Nadie regresa, prácticamente," concluyó Nicky. "Eres el primero que conozco."

-"Sí," dijo JK. "Asustas a la naturaleza. ¿cuál es tu problema? ¡Todos los demás lo pasan genial en Frisco!"

Chase simplemente se encogió de hombros.

"Cuéntale a Nicky lo que haces ahora," le dijo JK a Chase. Cuando el viejo hizo rodar sus ojos, JK le susurró a su reloj: "Hace menus para todos los productos RistReloj."

-"Por favor, mantenga su RistReloj a la altura de sus ojos para posicionamiento retinal," dijo la tranquila voz de Chase desde el reloj de JK.

-"Por favor, mantega su RistReloj a la altura de su culo para posicionamiento rectal," imitó el verdadero Chase.

Soltaron unas carcajadas y el sonido repentino sobresaltó al gecko.

-"¡Sabía que tu voz sonaba familiar!" dijo Nicky.

* * * * *

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18-May-2018, 12:45
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Nicky (VI)

Nicky había planeado su paseo a casa para el máximo placer y mínimo peligro. Aunque el aire sería más limpio con un poco más de lluvia, estaba feliz de tener una franja de días secos tras el húmedo invierno. Respirando profundamente, se preguntaba por la milésima vez si debía ponerse una máscara...

("Muy de maldita tonta.")

...concluìa por milésimoprimera vez.

Paseaba por el límite del barrio Acres Placenteros. Los árboles frondosos sobresalían de las barras de la verja de 6 metros de altura. Eran unos cuantos bloques en los que podía oler el verde e imaginar el oxígeno deslizándose hacia su corriente sanguínea.

("Mejor que un O-tubo."), pensó, ("El oxígeno robado siempre sabe mejor.")

Dejó atrás la garita en las puertas de entrada y miró en el interior con curiosidad. Vió el perfil de un CocheLoco frente a una casa, sus aletas le otorgaban una silueta reconocible. La primera vez que había visto anunciado el diminuto coche; que mostraba una docena o así de payasos saltando fuera de él aunque, claramente, sólo tenía espacio para uno; se había figurado que acabaría muerto en el agua, a pesar de alcanzar ciento treinta kilómetros hasta la recarga.

("Supongo que por eso no soy una cazadora de tendencias...")

Un bloque o así más allá de la garita, vió a una persona junto a la puerta, con una gran bulto de algo sobre el suelo a su lado. Se oyó el familiar "kracl" y el bulto, que era una persona cubierta con sábanas, saltó con el flujo de la electricidad.

("Oh mierda."), pensó Nicky deteniéndose de inmediato.

El guarda devolvía su táser a la funda y regresaba perezosamente hacia la garita. La descubrió y echó mano al láser.

Nicky miró al bulto-persona que brillaba y se retorcía.

-"Ellos, sabes, sólo están aquí porque el aire es mejor. Dos personas murieron el año pasado por privación de o-dos, sabes," dijo ella repitiéndose en su nerviosismo.

El guarda se detuvo frente a ella, la visera del sobrero le ensombrecía los ojos.

-"Ella no tiene permiso para acampar en la propiedad, señorita." se alejó paseando.

Nicky continuó, insensibilizada. Luego giró en redondo.

-"¡Como si electrocutarla fuese a ayudar!" gritó sintiéndose débil.

Sus palabras no tuvieron efecto perceptible en las larguiruchas zancadas del guarda.

Mientras Nicky pasaba el convulsivo cuerpo, pudo oir un llanto, pero siguió caminando.

("Al menos no está muerta...")

Acres Placenteros llegaba a su fín y estaba separado del Enclave de la Alegría por una autopista. Decidió pasear por el lateral de la vía, ya que, de lo contrario, tendría que pasar bajo ella a través de un apestoso y horripilante túnel subterráneo.

("Jodida seguridad. Torturar a una anciana para proteger un puñado de casas vacías.")

Siguió el pequeño sendero durante un par de nerviosos minutos junto al flujo de silbante metal hasta que se hundía bajo la autopista. Le dijo a su reloj que encendiera su campo de halo y, por un segundo, creyó que ya había usado todos sus minutos, pero entonces brilló lo suficiente para ver. Estaba feliz de tenerlo, por la luz y también por la protección, normalmente había algunas personas durmiendo allí. Ninguna esa noche, sin embargo.

Como siempre, a Nicky le agradó salir de la sombra del puente de la autopista, incluso aunque el patio ferroviario tampoco era el lugar más seguro. Pero podía continuar por espacios abiertos amplios aquí fuera, donde no había muchos lugares desde los que hipotéticos atacantes pudieran embestir. Imaginó que sería capaz de encender el campo defensivo a tiempo si alguién llegaba corriendo a través del campo, de modo que apagó el halo.

-"Ni siquiera está tan oscuro", dijo Nicky desdeñosamente a su mitad asustada.

De hecho, parecía más iluminado de lo normal. Podía ver las rocas individuales tiznadas hasta el carbón entre las largas pistas muertas, las ramas de un arbusto que parecía como trigo.

En frente vió un vagón que tenía una leve aura alrededor. Caminó hasta el coche y se detuvo a escuchar. No podía oir nada y decidió proceder campo a través para ahorrar minutos.

Rodeó el artefacto y descubrió un foco entrenado sobre él, iluminando un extraño diseño. El diseño parecía nuevo: una imagen colorista de un gordo sentado sobre una bola de baloncesto fumando un canuto enorme.

"Pásalo, gordito, Pásalo, gordito, Pásalo a los chicoz-b y las chicaz-b"

Eran algunas de las palabras que Nicky leyó sin entender. Lo que implicaba que era un puzzle; quien lo había puesto allí era uno de los grandes.

No pudo reconocer ninguna marca.

("Quizá Nike, con el baloncesto... quizá Marlboro, no, los de Phillip Morris siempre lo deletrearían "Phásalo"...)

Algo sobre las connotaciones negativas de la obesidad que recordó de las clases. Y la imagen era tan tosca, la pintura no era sólida en algunos lugares...

El miedo la sacó a tirones de su ensueño cuando recordó dónde estaba. Se giró en redondo con rapidez, dejando el sólido muro del vagón a su espalda y miró alrededor lo mejor que pudo con el foco en su cara. Un poco a su derecha notó otro vagón iluminado y lo que parecían ser dos figuras de cara a él.

("Eran ellos las personas tras esas cosas?") , pensó aprensiva pero curiosa.

- "Campo defensivo" dijo y el mientras el halo la rodeaba, se dirigió hacia ellos.

("¿Qué estaban haciendo?")

Parecía como si estuvieran trabajando en un cuadro similar al otro. Mientras se acercaba, pudo oir un siseo empezar y terminar y el murmullo de sus voces. El barbudo se detuvo y agitó algo que hacìa un sonido de "clink", viendo a Nicky mientras lo hacìa.

-"Buenas noches," dijo él con una formalidad burlona.

-"Hey," dijo Nicky entrando en la zona del foco.

El otro la miró, su cara negra angular no mostraba nada.

El primero, que llevaba su pelo dentro de gruesas ropas marrones, preguntó:

-"¿Te gusta el espectáculo?"

-¿Un espectáculo? Ella notó que no estaban pintando desde cero, sino que trazaban sobre un diseño previo.

- "¿Porqué estáis haciendo ésto?" preguntó ella, se sintió estúpida pero preguntó de todos modos.

-"Estamos restaurando algo de la mejor arte de Vancouver," dijo el hombre negro calvo con cara seria. "Estas obras datan de principios de los noventa."

-"Son pinturas," dijo Nicky, comprendiendo.

Se alegró de no haber preguntado si eran anuncios. La pintura de formas entrelazadas en la que estaban trabajando llenaba la superficie entera excepto por un pequeño trozo donde se ajaba alrededor de las letras NC. Pero entonces, Nicky se dió cuenta de que no eran formas entrelazadas después de todo...

("Eran letras.")

-"Virus," leyó en voz alta. "¿Virus NC?"

-"Nacional Canadiense es la marca del vagón," dijo el hombre calvo. "Virus es la etiqueta." tiró la lata que estaba sosteniendo y se alejó caminando.

-"Los artistas de Graffiti tenían nombres en código, o etiquetas, que usaban para firmar sus obras," dijo el hombre de la barba. "Tráeme otra naranja, ¿quieres, Andre?"

Andre estaba abriendo una tienda verde pequeña junto al vagón: "Si tenemos una."

-"Estas pinturas son realmente difíciles de encontrar. Krylon dejó de hacerlas cuando el radiado se hizo grande," dijo el barbudo. Bostezó y tiró de sus ropas del pelo como para mantenerse alerta.

-"¿Porqué simplemente no radiáis estas cosas?" dijo Nicky. "Se puede escanear y ajustar los niveles de color."

El de la barba soltó una carcajada, un vistazo de dientes tatuados. Andre volvió y le entregó una lata. Le quitó el tapón él mismo.

- "Hey Andre, quiere saber porqué simplemente no radiamos estas cosas."

Andre resopló ppr la nariz. Nicky sintió que su cara empezaba a arder.

El hombre de barba alzó las manos como si hubiera detectado su molestia creciente. "Vale, había unos artistas de graffiti en los ochenta, noventa... Usaban la ciudad como un lienzo. Hacían estos murales, a veces con permiso de los dueños del muro, a veces sin él."

-"Nornalmente sin," añadió Andre entre sus siseos de lata.

-"Sí bueno, algunos decidieron que no era justo guardar todo este talento en la ciudad...así que se colaban en los patios ferroviarios por la noche." Señaló la pintura con el pulgar. "Y pintaban enteros algunos trenes de carga."

Nicky esperaba el mensaje. "Aajá."

-"Bueno, me refiero a que... pintaron los que estaban activos. Y la gente que conducía los trenes no tenía tiempo para repintar por encima...no podían, simplemente, radiarlos como ahora. De modo que, imagina ésto: Vas camino a, no sé, tu silo de grano. Vas en tu camión por mitad de Saskatchewan. Ves las vías del tren y te paras porque hay un tren llegando."

-"¿Y estos vagones van en el tren?" supuso Nicky.

-"¡Exactamente!" dijo hombre con barba, chocando ambas manos. "Así que este tipo está sentado allí, recibiendo un espectáculo artístico sorpresa. De modo que estos artistas de graffiti básicamente exportaban cultura urbana al campo."

Andre miró a su amigo, sus dientes blancos mostraban una ligera sonrisa.
-"¿Exportando cultura urbana?.Exportando ego, más bien." Nicky se rió.

-"¡Lo digo en serio!" dijo el hombre de barba con ojos brillantes.

Nicky vió que no era tan viejo como había pensado al principio. No estaba acostumbrada a ver gente jóvenes con barbas.

-"Sé que era ego, también, y ellos no pensaban en ello de esa forma, exactamente...pero esa es la belleza del asunto. Todo era un poco accidental. Y para llegar a tu cuestión, la escena del grafitti original murió con la tecnología de radiado porque era super difícil conseguir pintura y, aunque llegaras a completar una obra, sería borrada por radiado en un segundo. Hubo algunos escritores que probaron hacer obras radiadas..."

Andre negó con la cabeza; "No es lo nismo, no es lo mismo."

-"Ya," el de barba encogió un hombro. "Estaba bastante acabado."

-"Por eso sería un sacrilegio radiarlas," supuso Nicky.

-"¡Exactamente. Exactamente!" dijo el hombre de barba. Puso una mano en su pecho. "Mi nombre es Simón," dijo. "Este es Andre."

-"Nicky." saludó, aún no preparada para apagar su campo y estrechar manos.

-"Bueno, Nicky," dijo Simon. "Me alegra que vinieras a nuestro expectáculo de arte.¿De dónde eres?"

Nicky sonrió al entenderlo por primera vez: "Un espectáculo de arte."

Los tres se rieron por eso.

-"Tú debes de ser una artista," dijo Andre sin girarse.

-"Parecido," dijo Nicky. "No como ésto, en realidad. Nada de pintura.. Hago animalillos."

Les hubiera mostrado el gecko pero siempre se ocultaba cuando su campo estaba activado.

("No es representativo de mi estilo, de todas formas.")

Sintió una necesidad de impresionar a esta extraña pareja pero se le trabó la lengua. Como siempre.

-"Oh vale," continuó Simon cuando quedó claro que ella no iba a elaborar. "¿Clonado, cortado, esa clase de cosas?" Su mirada mostraba interés.

-"Sí. Tengo unas series de cortes de perros cobaya de tipo temática mítica," dijo ella tratando de no titubear.

("Dios, eso ha sonado pretencioso.")

"Suena ñam," dijo él apreciativamente. "¿Expones el agún sitio?"

-"No no," dijo Nicky, ya deseando no haber dicho nada. "Sólo estoy mareando. No he tenido oportunidad de patrocinio. Nadie toca los biológicos."

-"Bien por tí." dijo Andre. "Eso indica que tú eres lo real."

Nicky temió que estuviera burlándose de ella, incluso aunque Simon estaba asintiendo con la cabeza, y ella no tenía energía para averiguar de qué demonios estaban hablando.

-"Tengo que irme," dijo ella de repente con una débil sonrisa. "Adios."

Se alejó paseando fuera del extraño círculo de luz hacia casa.

* * * * *
CONTINUARÁ

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19-May-2018, 10:56
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Doug (III)

Tan pronto como Doug cerró la puerta tras él, sintió que algo le golpeaba en la parte inferior de su cuerpo. Algo blando. Curioseó y la levantó.

-"Olivia," dijo mirando sus ojos verdes. "¿Intentas matarme?"

-"Hola papá," dijo ella con una tranquila sonrisa que desmentía su estado de proyectil humano momentos antes.

Ella se lanzó hacia adelante y le plantó un beso.

- "¿Qué me has traido?" dijo Doug dejándola en el suelo.

-"SB papá, SB," dijo ella abrazándose las piernas.

Sólo Bromeando o no, no era lo que él quería oir con el gas del McDonald's con turbulencias en su tripa.

("Debería haberle traído uno de esos juguetes de allí.")

Caminó hacia el salón fingiendo que Olivia no estaba escalando por su pierna. Su esposa estaba viendo una comedia.

-"Hey cariño," dijo ella mirándole brevemente.

-"Parece que he cogido un parásito en algún sitio, Cheryl," dijo con voz seria. Olivia soltó risitas apagadas.

Ahora tenía la atención total de Cheryl. Su cara, relajada de mirar el programa, hacía ahora un ciclo entre asombro y fingida preocupación.

-"Aquí abajo en mi pierna," dijo Doug apoyando las manos en las caderas.

Cheryl se inclinó sobre el brazo del sofá y vió a Olivia.

- "Uh oh," dijo ella sonriendo. "Eso tiene muy mal aspecto, Doug. Porque, casi parece....casi parece una niña pequeña."

-"¡Soy una niña pequeña!" dijo Olivia. "No un paracaídas."

-"Sí," dijo Doug. "Creo que es el parásito niñapequeñus otra vez. Voy a tener que operar."

Él agitó sus largos dedos de pianista y descendió sobre Olivia. Le hizo cosquillas métodica y despiadadamente.

-"¡Papáaaaaaaa!" gritó.

-"Dios, el parásito hace mucho ruido ciertamente," dijo Cheryl con una mueca.

-"Probablemente sólo es gas siendo liberado," explicó Doug parando por un segundo.

Olivia aprovechó el momento para agarrarse más fuerte.

-"Hmm. Este es de los resistentes. ¿Me echarías una mano con la operación?"

-"¡Claro!"

Al ver a su madre levantarse del sofá, Olivia cedió la derrota y se soltó.

-"El crecimiento se ha detenido por sí solo." anotó Doug.

-"El crecimiento," Cheryl resopló mientras iba a la cocina.

Doug, de inmediato, se acercó a la televisión y desactivó la ampliación de imagen. Cheryl sienpre llenaba la habitación a su propia elección, pero a Doug le gustaba pequeña. La imagen se encogió cómicanente hasta unos treinta centímetros. Él se pavoneó alrededor de la mesa mientras la audiencia invisible rugía. Cuando quedó en silencio, dijo: "...Y por eso siempre me cito localmente."

La audiencia explotó y Doug bajó el volumen un poco.

Olivia se había lanzado sobre el sofá. Su cuerpecito estaba estirado para ocupar el mayor espacio posible.
("No era mucho.")

Doug se sentó en el otro lado.

-"¿Bueno?" dijo él. "¿Qué ha pasado hoy?"

-"Cosas estúpidas. Nada" dijo ella con sus rubios rizos enmarcando su cara y los brazos a los lados como una muñeca.

Doug esperó.

-"Como... ir a la escuela. Hoy había una chica nueva con zapatos feos."

Eso era extraño. A mitad de curso.

-"¿Es que se cerró su escuela también?"

-"A lo mejor. No lo sé. Esta nueva escuela es tan estúpida. Ni siquiera tienen juegos en el recreo, los niños tienen que hacerlos por su cuenta."

-"Eso es una lástima," dijo Doug vagamente.

Recordó haber leído en la carta a los padres que iban a tenerlos tras la mudanza a Frisco. La escuela iba expandir sus opciones de juego en el recreo:

"¡La mudanza nos permitirá comprometernos con sus hijos, tanto en las tareas como en los juegos, de una forma inimaginable de aquí en adelante!"

Doug se había dicho a sí mismo que sólo era la copia del anuncio, o una "extensa en palabras" copia del anuncio mejor dicho, pero aún así se sentía culpable.

Había un nuevo cómico de escenario hoy. Un tipo realmente viejo con ligera joroba.

-"Bueno, ¿qué pasa con Usted?", estaba diciendo mientras extendía la palma de la mano.

Doug se dió cuenta, más por la voz que por el lenguaje corporal, que era Jerry Seinfeld.

-"Pues que firmas por ese plan y te transportan instantáneamente a ese lugar....ese lugar que parece como San Francisco, suena como San Francisco pero, en realidad, es sólo una caja guardada en alguna habitación en algún lugar. Yo entendí esa parte: e como enviar por e-mail tu cerebro."

La audiencia rugió al chiste del viejo Jerry y él alzó una mano para silenciarla.

Doug suspiró.

-"Pero... ¿qué pasa con tu cuerpo?. Supuestamente, se lo llevan a alguna localización secreta... y le hacen algo. Perdónenme pero, ¿no suena eso a algo por lo que deberían pagarte a tí por hacerlo? ¡En mis tiempos sacabas una cena y un par de copas, al menos!"

Doug soltó una carcajada a pesar de sì mismo. Olivia le miró con cara pétrea.

-"Es gracioso, ¿eh?" dijo Doug.

-"Graciosa apariencia," dijo Olivia rebotando una de las líneas favoritas de Doug.

-"Envio," dijo el reloj de Doug.

Doug se levantó, preguntándose quién era. Pidió a su reloj que le mostrara lo que había allí fuera y vió una foto, lanzada hacia su ojo, de un chico joven chino con una caja.
Abrió la puerta y, por un horrible momento, se dió cuenta de que no podía pagarle. A punto estuvo de cerrarle la puerta pero quedó de pie paralizado cuando el chico le entregó la caja y se marchó.

("Cheryl ya había pagado, gracias a dios.")

Cerró y pasó la cerradura tras él. Se quitó los zapatos, insensible y mecánicamente.

Mientras caminaba hacia la cocina con la caja empezó a enfadarse con Cheryl.

("¿Porqué estaba pidiendo la cena? ¡No tenía nada más que hacer salvo la cena! ¿Le restaba tiempo para ver la TV?")

Le entregó la caja sin palabras y observó cómo la vaciaba en el wok. Gruesos tallarines negros se deslizaron entre la siseante mezcla de verduras.

-"Sólo tenía tallarines finos," dijo ella.

Doug asintió respirando por la nariz.
-"Parece rico," se forzó a decir.

Quería decir algo constructivo, algo como...

("¿Sabes, Cheryl?, no me importa recoger algo camino a casa. Los envíos son tan caros.")

Pero el envío nunca había sido caro antes. Ella cocinaba porque le gustaba y pprque tenía tiempo, no para ahorrar dinero.

("¿Y si comenzaba a sospechar sobre el problema financiero que tenían, sobre cómo había fastidiado él las cosas?")

-"¿Cómo te fue en el trabajo?", preguntó ella alzando la vista mientras espolvoreaba pedacitos de
anacardo en la sartén.

-"Estresante, ese chico nuevo de Chan es un completo idiota."

-"¿Y qué?" dijo Cheryl sorprendida. "Probablemente te estará besando el culo ahora mismo."

-"Mmm," dijo Doug, sacando un anacardo de la sarten.

("Chan huele sangre en el agua".)

-"Todo irá bien," dijo Cheryl con una confianza que casi le rompe el corazón a Doug. "Tienes 20 años de experiencia bajo el cinturón."

-"Bueno, el cinturón está apretando un poco," dijo Doug.

-"Tendrás que hacer un agujero nuevo, entonces," dijo Cheryl con una sonrisa distraída.

-"Heh," dijo Doug, molesto.

Esperó unos segundos y dijo, como si no tuviera relación alguna, "¿Sabes...?, alguien me anunció en el ascensor hoy."

Sabía que estaba mal pero no pudo evitar extender la ansiedad un poco.

Ella buscaba algo en la nevera.

-"¿En el trabajo? El ascensor del trabajo. No nuestro ascensor."

-"Nuestro ascensor. Justo hace unos minutos."

Ella no dijo nada. Doug sintió un conato de culpa y sacó un par de platos.

-"Probablemente no es nada," dijo él.

-"Hmm," dijo ella sirviendo la comida en los platos a cucharadas.

-"Wow, esto huele estupendo," dijo Doug confiando en levantar la nube sobre la cara de su esposa. "Hablaré con seguridad sobre ello,"

Rebuscó por el cajón de los cubiertos por algunos palillos.

Ella asintió y dijo: "Olivia, la cena."

* * * * *

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19-May-2018, 11:00
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Doug (IV)

("¿Porqué tenemos que tener esas jodidas cosas los Viernes?") pensó Doug sabiendo la respuesta.

Las reuniones semanales solían programarse los Lunes, pero Harris ahora se reunía con el equipo Frisco los Lunes.

("Pero no necesita estar conmutando la hora. Prácticamente, podía estar en ambos lugares al mismo tiempo, ¿no era esa la belleza del asunto?")

Doug empujó atrás la silla de su escritorio y se reclinó hasta donde pudo, esperando que le llamaran para la reunión.

Estiró las piernas pero no se atrevió a poner los pies encima de la mesa. Con los brazos cruzados y la cabeza ladeada, miró a través del trozo que faltaba en la ventana hacia las montañas.

("¿Se podría escalar tan arriba?")

Imaginó el aire crispado, los senderos ventosos y el panorama...¡el panorama! La ciudad parecería algo ridículo, colocado en su lugar por la distancia y la geografía monolítica. Más que en el silencio, más que en el aire limpio, fue pensar en este lugar encogido hasta la nada lo que dejó a Doug más calmado.

-"Patterson," dijo Lauden asomando su cabeza por la puerta. "Harris está aquí. Vamos a ello."

Su sonrisa bien podría haberse caído al suelo y rodado hasta algún lugar inalcanzable porque la cara de Doug fue una mueca para el resto del día.

Recogió sus documentos rápidamente...

("El idiota no me cogerá con los pantalones bajados de nuevo.")

...y lanzó una mirada hacia las montañas antes de cerrar la puerta.

("¿Qué es lo que me ha impedido ir allí?")

Era ridículo que hubiera vivido aquí la vida entera y ni siquiera hubiera ido a pasar una tarde.

("Conduciré hasta allí arriba con Olivia and Cheryl algún día, sólo para ver lo alto que se puede llegar.")

("Asumiendo que haya carreteras y asumiendo que aún tuvieras un coche, imbécil")

Caminó ppr el pasillo, casi tambaleante, torpe y sordo.

("Claro que, nunca pensaste en ir allí cuando tenías coche.")

Se asombró al notar en sí mismo una carencia de aliento...

("¿Es un ataque de pánico?. Ridículo.")

Sintió un golpe en el hombro. Era el chico nuevo, también caminando a la sala de reuniones.

-"Lo siento, Doug," dijo con su casi tímida sonrisa. Su pelo parecía un poco alborotado. Le recordó a Doug a la nuca de su sobrino. "Hey, fuí un idiota el otro..."

-"Sip," le cortó Doug tirando para abrir la puerta y sujetándola para darle paso, observándole, con su torpeza desapareciendo a cada momento.

("El idiota se está haciendo listo. Harris, probablemente, le ha metido en cintura.")

Para cuando tomó asiento, su respiración volvía a ser normal. Miró alrededor a sus compañeros de trabajo y notó niveles de tensión más elevados de lo normal.

("¿Porqué no podíamos hacer estas cosas los Martes, al menos?")

Recordó las viejas reuniones matinales de los Lunes, la gente apartando bizcochos mientras entregaba sus informes con una semana entera por delante para llenar los agujeros.

Stevens fue el último en sentarse. Doug no lo había visto desde que se trasladó. Parecía más delgado pero no tanto para que fuese realmente obvio.

("Ha adelgazado gradualmente.")

Stevens sabía hacer las cosas apropiadas y por mucho que él soliera burlarse por ello, Doug entendía la diferencia entre él estar aquí y Stevens en Frisco.

Recordó una coversación que habían tenido cuando Frisco era sólo una novedad vacacional para los ricos. Stevens estaba quejándose de que su esposa le presionaba para ir.

- "Piensa que estamos hechos de dinero. Ella no entiende que tenemos que ser productivos como pareja. No podemos simplemente repartir mitad y mitad. El mercado está bien ahora pero..." había mirado a Doug con envidia. "No puedo entender cómo lo consigues sin que tu esposa trabaje."

Doug, entonces, había sonreído misteriosamente, ignorado la adulación nerviosa que siempre aparecía en su estómago cuando pensaba en sus finanzas. Funcionaba, siempre lo hacía. Pero ahora Stevens le miraba como si le hubiera mentido.

"¿Porqué no estás tú en Frisco?", parecía estar diciendo. ¿Qué tienes fucionando aquí?"

Stevens no era muy listo.

Pero Harris lo era, en un sentido brusco. Stevens lo averiguaría bastante pronto. Realmente, él no sabía porqué no arreglaba las cosas
con su jefe. No llevaría mucho tiempo.

-"Mi esposa dejó el empleo para criar a nuestra hija y cuando quiso volver, los empleos se habían ido a Frisco. De modo que decidió esperar hasta que nos mudáramos allí. Pero no tengo suficientes ahorros para el pago de un paquete Oro y no hay forma de conseguir empleos decentes sin él. Como mucho conseguiría un empleo decente en un traje barato y mala colonia..."

Stevens ya estaba en mitad de su informe y Doug no había notado ni que había empezado. Eran números, en su mayoría y los números le aburrían.
("Parte del problema, ¿verdad Patterson?")

Cuentas del billón de dólares habían sido impresionantes cuando era un joven de 17 años como Chan y como, ciertamente, el idiota, que tenía una mirada de interés en la cara. Aunque parecía cansado mientras navegaba ocioso por sus notas.

-"Aún no me has dicho si estamos aumentando nuestros números en términos de clientes-carne contra los clientes-Frisco," dijo Harris. Se peinó el lateral de la cabeza y Doug percibió que no tenía orejas.

-"Bueno, sólo un poco. Nuestra división de ingreso es 80/20, pero nuestra división de trabajo aún es 75/25," dijo Stevens alzando una mano de precaución.

Doug no pudo resistir mirar de nuevo a Harris. Había oído que era una apariencia popular entre los ejecutivos de Frisco y le daba una apariencia pulcra, contundente.

("¿Se había cambiado los ojos también? ¿Habían sido grises los ojos de Harris?")

Doug presintió que saberlo, comentarlo, podía significar la diferencia entre mantener y perder su empleo.

Lauden dió el siguiente informe.

-"De las cuatro subculturas en el área de Vancouver sobre las que hemos amasado datos, estamos viendo un retorno del 10%..."

Harris no parecía impresionado al tonar sus notas ocasionales.

Stevens recibió una llamada. Su boca se movía en silencio mientras Lauden continuó durante un rato y concluyó con su mantra: "produce investigaciones posteriores."

-"¿Puedes venir mañana para terminar la investigación?" dijo Harris sin mirar a Lauden. "Buscamos perfiles no estudios prometedores."

Otra razón por la que las reuniones en Viernes apestan: el Sábado se quedaba sentado allí como una virgen vestal temblorosa, esperando ser sacrificada a los dioses de la terminación.

Los labios de Lauden se abrieron ligeramente como si no pudiera creer que le arrebataban otra vez su fin de semana. Inerte, asintió. "Claro." Doug admiró la nota de desánimo.

Harris llevó los ojos directamente hacia Doug.

-"Bien. No vamos a aceptar nuevas cuentas que no sean de Frisco para el siguiente mes. Para manejar las que tenemos, mantendremos una plantilla esquelética...Lauden liderará el equipo aquí y será, estrictamente, investiación, nada de análisis."

Lauden se lamió los labios.

-"Bueno," dijo en un tono de 'seamos francos'. "Si no hay clientes no queda mucho que investigar."

Harris asintió. "Cierto. Sin embargo, hay algunos grupos antiguos sobre los que nuestros clientes en Frisco pueden informarse."

El silencio fue incómodo. Las cejas de Chan se habían arqueado de incredulidad pero no dijo nada. Doug sólo sonrió amargamente.

("Los Infiltrados. Perfecto.")

La mirada de Harris barrió la sala como una ametralladora. Sus maneras joviales habituales habían desaparecido. Doug sólo lo había visto de este modo durante los fusilamientos masivos.

("Lo cual podría significar...")

-"Las cosas se están calentando en Frisco," dijo mirando directamente a Doug. "Las cosas son muy interesantes y muy competitivas. Las subculturas se están manifestando por sí solas en nuevas formas inclasificadas y tiene a la industria en un alboroto. Alex dice que necesitanos a todos nuestros analistas en Frisco..." hizo una pausa. "...para la semana que viene."

("Oh, joder.")

-"¿Doug?" dijo Harris.

Doug negó con la cabeza. "Aún hay algunos cabos sueltos..."

-"Siempre los hay," dijo Harris secamente, "¿David?" miró a Chan.

Chan sonrió ampliamente. "Allí estoy. Mañana si me necesita."

("Pues claro."), pensó Doug observando la textura de pino de la mesa. ("Pues claro que el jodidillo está preparado. Sin obligaciones, sin esposa, sólo esa ojiplática tarta que arrastra por todos lados.")

-"El Lunes estará bien, David,", dijo Harris. Suspiró y Doug quedó sosprendido del nivel de cansancio en él. Su cara estaba fresca, sus ojos eran ágiles...pero los hologramas nunca tenían que parecer cansados.

("¿Cómo cambiaba eso las negociaciones, ahora que el lenguaje corporal no era un factor?")

-"Necesitaremos, al menos, un hombre experimentado si vamos a hacer cualquier tipo de investigación decente aquí," dijo Lauden, asintiendo y mirando a Doug.

("Mi buen viejo Lauden. Somos dos viejos lobos enfermos vigilándonos el culo el uno al otro.")

-"Muy bien, entonces. Tengo que prepararme para otra reunión. En realidad, las reuniones se han apilado durante las próximas 12 horas." dijo Harris con su risa indescifrable. "Ya no haré comprobaciones semanales con vosotros pero nos reuniremos el próximo Viernes para terminar los detalles de nuestros nuevos objetivos de investigación."

("Nuestros disminuídos nuevos objetivos, querrás decir."), pensó Doug y casi inmediatamente se recriminó ppr ello. ("No seas tan capullo orgulloso. Tienes suerte de conservar el empleo.")

-"Muy bien, tened un buen fin de semana," dijo Harris y desapareció.

No fue hasta que lo hizo que Doug notó lo cuidadoso que había sido en otras reuniones de esperar hasta que todos se hubieran marchado para desconectar.

("Me pregunto... ¿se está acostumbrando o es que ya no le importa el shock que puede provocarnos?")

-"Buen fin de semana," dijo Lauden. "No es muy probable."

-"Petardos para tí, tío," dijo Chan. "Aún así, probablemente tenga algo que ver con el hecho de que todo el mundo trabaja 14 horas al día allí."

-"¿En serio?" dijo Doug.

Chan se levantó. "Sí. bueno-bueno-bueno, tenemos que ser competitivos,
todos los demás trabajan 14 horas, no necesitas dormir tanto" dijo de camino a la puerta.

Acabada estaba la timidez mostrada una hora antes, tan acabada como el mismo Chan estaría el Lunes.

-"No te envidio, Chan," dijo Lauden tras él. "Será duro."

Chan soltó una carcajada. "El futuro, tío. Lo mueves o lo pierdes." desapareció por el pasillo dejando a Lauden y a Doug a solas.

Lauden sólo negó con la cabeza e hizo rodar los ojos. Doug se rió. Para Lauden, esto era el equivalente del asesinato del protagonista.

-"Muy bien, lobo de operaciones, nos quedan un par de horas," dijo Doug guiando el camino de vuelta a sus oficinas.


* * * * *

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19-May-2018, 11:14
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Doug (V)

El TrenCeleste salió de la estación con una pequeña sacudida, empujando a todo el mundo de un modo coreografiado que nadie resintió.

("Quizá se pueda ser así con la vida. Aceptar los golpes como si fueran enviados sin intención por una máquina.")

Ciertamente, ahora se sentía un poco de esa forma. Cuando el TrenCeleste traqueteaba por sus vías ningún desastre del día le preoucupaba. Había conseguido un asiento en el tren incluso con una vista parcial de la ventana a través de la cual veía una mezcla serendipitosa de gente pequeña con los brazos en ángulo recto. Una vaga sonrisa jugaba en sus labios mientras observaba el sol reflejado en los edificios, los cables del puente sobre el agua...

("Quizá es sólo por esto por lo que pagan.")

...la dorada vieja canción de Eric B.Rakim "Pagado al Completo" sonando en su cabeza.

Recordó el escarnio que Olivia había expresado cuando él había destrozado unos cuantas rimas un tiempo atrás: "Papi, el hip hop es música de viejos."

("Culpable de los cargos.")

*<Thinkin' of a master plan,
ain't nothing but sweat inside my
hand.>

<Pensando en un plan maestro,
no hay nada salvo sudor dentro de mi mano>

La siguiente parada bloqueaba su vista pero un puñado de chicos entraron y resultaron muy entretenidos. Esta parada estaba cerca de St. Edmond, una escuela absurdamente cara que estaba henorragiando alumnos hacia Frisco. Doug podía saber ésto sólo por el disminuído tamaño de los grupos que cogían esta parada. Pero era, resolutivamente, una hemorragia contínua.

("Mientras que otras escuelas se derrumban más rápido que un castillo de naipes.")

Y sabía porqué. La escuela de Olivia era de buen precio mientras que la de St. Edmond sacaba beneficios con tres alumnos por clase. Podían permitirse llevar dos escuelas a la vez.

A él no le gustaba eso. Recordó cómo se sentía siendo el chico nuevo y la cantidad de puntos de identidad duramente ganados que volvieron a cero.

Su mamá le había trasladado desde una las últimas escuelas con fondo público a la escuela de Kits North y le había llevado un año entero recalibrarse.

Cuando su antigua escuela se cerró, el influjo de viejos colegas de clase lo empeoró todo. Él ya no encajaba en ningún cliché: demasiado pobre para uno o demasiado rico para el otro. Le había dado, sin embargo, los inicios de una carrera de observación y análisis de la cultura de la juventud.

("Mi carrera."), pensó Doug mirando a los chicos frente a él y anotando mecánicamente sus pequeños indicadores. ("Vaya carrera. Chupar la sangre de inocentes y hacer que me llenen el estómago.")

Pero pensó ésto con cierta ecuanimidad: reconocía que él era sólo crítico sobre la caza de tendencias cuando el trabajo iba mal.
Aunque la idea de ser el parásito en la cadena alimenticia era más difícil de despachar cuanto más viejo se hacía.

("Quizá Harris sabía ésto, eso era lo que estaba detrás de la urgencia.")

Pero debido a su negligencia financiera, su total negligencia, había sido incapaz de coger la indirecta. En realidad, era un milagro que Harris hubiera parado para darle este empleo fingido, tan ridículo y risible como lo era la misión de Los Infiltrados.

Un Doug más joven se habría burlado de la sentimentalidad de su jefe, quizá incluso la hubiera explotado, pero ahora sólo sentía la gratitud de un animal sarnoso al que le tiran un hueso. Y, en serio, sería un idiota si esperara que Harris no esperaba alguna clase de retorno por su inversión.

Miró a los chicos que tenía delante y se preguntó si habrían oìdo alguna vez algo sobre Los Inflitrados o si ésto se había vuelto un conocimiento oscuro de su profesión.

Los Infiltrados eran una subcultura, probablemente mítica, que inventaron las subculturas para vender a los cazadores de tendencias, para así invertir ese dinero y hacer realidad esas subculturas. Luego, más tarde, vendían al mejor postor la prueba de que esas subculturas eran falsas.

Cuando Doug estaba destacando en los años '20s, muchos de sus colegas se habían secado, preocupados de que cada nueva pista les condujese a una trampa camuflada. Justo cuando la industria se habìa habituado a un nivel de estabilidad como comentaristas culturales, una colección de descontentos les había metido el miedo de Dios en el cuerpo: su etiqueta, una "i" dentro de un círculo que surgía por todos lados y parecía que su número era infinito. Doug, sin reputación que perder, lo despachó como una campaña de marca encubierta y fue descarado y valiente allí donde sus colegas habían sido cautos. A Harris le había gustado su moxy y le asendió rápidamente.

Doug pensó en la cara de Harris de hoy y suspiró.

-"Kinsey sólo es un culoborde," dijo un chico regordete con su cara moteada con manchas rojas. "Si él puede tener esos estúpidos pinchos en su ceja, ¿porqué no puedo yo perforarme las orejas?"

El chico al que estaba hablando asintió, un chico delgado de ojos grandes con una mochila absurdamente grande. A su izquierda, una chica alta dijo;

- "Bueno, el Sr. Kinsey tampoco lleva uniforme y eso es norma."

-"Lo sé pero, porqué," dijo el regordete. "Por otro lado, tienes a todos esos profesores sabelotodo que consiguen hacer todo lo que quieren."

Otra chica, a su lado, añadió: "Sí como el Sr.Randall y su espada..."

-"Exacto," dijo el regordete, "¡Un ejemplo perfecto! Randall consigue llevar por ahí un arma..."

-"Tú puedes sacar un ojo con tus orejas," dijo la chica alta.

El chico regordete hizo un sonido exasperado.

-"...O puedes sacas una oreja con tu ojo," añadió el delgado con tímida sonrisa.

La chica alta sacudió la cabeza y soltó una risita. Las cejas del regordete se arquearon un poco con el descarrilamiento conversacional, hasta que la chica a su lado le dió un codazo. "Es broma, Steve, no seas tan estirado."

Steve se tocó el brazo en el lugar del impacto, mirándola, sonrió reluctante.

-"Aunque es injusto," dijo el delgado, "La escuela es demasiado estricta."

El tren se detuvo y el cuarteto se inclinó adelante un poco para permitir el flujo. Doug miró a otro lado, espiando ocasionalmente al grupo. Le alegró haber traído sombrero, el de borde afilado no era ni de cerca tan práctico para el espionaje como su fino pate.

Steve miró a la chica a su lado. Podría haber sido su hermana. Ambos tenían el mismo pelo rubio y manchas.
-"¿Lo hiciste todo bien en el test de historia?" preguntó ella bajando la vista. Ella era unos centímetros más alta.

-"Sí. El de opciones múltiples fue fácil. Pero la cuestión de ensayo era difícil. ¿Que necesitó el desmantelamiento del gobierno durante los años '20s? ¿Qué pusiste tú?"

La chica marcaba los puntos en el aire con la mano sin sujetar la barra. "Necesitaba una economía más eficiente, Combatír la corrupción, sin tomar la acción militar contra los terroristas ecológistas... uh. . . creo que eso era todo lo que puse."

-"Mierda, olvidé lo de la corrupción," dijo el delgado.

-"Y yo olvidé todas." dijo el alto y todos se rieron. "Pero ¡esa era una pregunta tan injusta! Apenas dimos nada sobre el gobierno en clase. Era casi todo Fondo Monetario Internacional. Sí, ¿cuándo se convirtió el IMF en el Concilio de Intereses Corporativos Unidos?"

-"2023," dijo Steve.

-"No, eso fue cuando el CICU se trasladó a la Casa Blanca," dijo la chica con pecas. "Cambiaron el nombre en el 2008."

El delagado asintió. Doug lo había identificado como el chico nuevo: las arrugas de su uniforme y si timudez general le delataban.

-"Bueno, el CICU no es impprtante hoy..." dijo Steve expansivamente. "Hoy es todo sobre... ¡el GEDS!" miró alrededor, asintiendo y sonriendo.

Pasaron unos segundos antes de que lo rubia lo descifrara y dijo: "Guerrero Elfo: Disputa Sangrienta." Todos rieron.

"Aajá," dijo el delgado.

-"¡Eso iba yo a decir!" dijo la alta. "¡No me acordé de eso en el test!"

Doug notó un adolescente de más edad, vestido con una chaqueta moteada,
burlarse por la mención de la serie popular de fantasía. Ninguno de ellos captó su mirada y Doug quedó extrañamente aliviado.

No podía realmente oir a los adolescentes ahora pero su lenguaje corporal era interesante. La chica alta y su exagerada carencia de pistas, sus agarres obvios al brazo del delgado. Steve y su blanda mirada hacia la rubia. La seria observancia de la rubia. El delgado... el delgado estaba, en realidad, mirándo justo hacia él.

Doug mantuvo la mirada hasta que el chico miró a otra parte y, luego, evitó mirarle. Steve dió un leve brinco, bromeó con blandir una espada y dijo: "¡Venid, valientes!" El adolescente hipster hizo rodar los ojos ante ésto y el delgado lo captó. Doug observaba, casi con tristeza, como el chico devolvía la mirada a Steve con nuevos ojos, ojos que sospechaban que su nuevo amigo Steve no era tendencia. Doug miró al hipster, se preguntó si sabía lo corrosivo que era, se preguntò si él estaba corrompido de cinismo hasta el núcleo. Quiso agarrar al hipster y zarandearlo, decirle que conocía a alguien que trabajaba para la persona que diseñó la campaña para hacer de esas estúpidas chaquetas la nueva ola de tendencia urbana.

En vez de eso, caminó hacia la puerta.

Siguió a los chicos, sintiéndose ligeramente bobo pero mayormente en lo cierto sobre perseguir su urgencia de salir varias paradas antes de casa.

("...las partes atraídas al inmaculado entusiasmo de los Guerreros Elfos y las repelidas por hipsters de chaqueta pre-empaquetada de sarcasmo.")

Tomó nota mental para llevarle algo a Olivia después. Alzó la mano del reloj hasta la cabeza para usar el fono y dijo: "Cheryl."

Para cuando salió de las escaleras, ella respondía:"¿Trabajas hasta tarde?"

-"Sí," dijo Doug. "¿Porqué no os adelantáis, tú y Olive. Voy a comer algo aquí."

Los chicos se encaminaron al cine.

-"Muy bien," dijo su esposa en acuerdo. "Suerte que has llamado antes de que empezara a cocinar."

-"Oh, lo sé," dijo Doug escaneando los carteles de comida. "Sé lo que es bueno para mí."

Se despidió y desconectó, tratando de decidir sobre la cena mientras la gente se arremolinaba en torno a él.
KFC estaba regalando un juguete con sus cenas, de modo que pulsó por un cuarto de carne de pollo usando su pañuelo porque la pantalla estaba grasienta y esperó. Tuvo que aguardar lo justo para contemplar lo anti-higiénico que, probablemente, sería el interior de la máquina si el exterior estaba tan sucio. Cuando la caja humeante salió hacia él para llevar, casi olvida el juguete, que había caído en un contenedor separado.

Sentado a una mesilla naranja y beige con vista a la entrada del cine, colocó su sombrero en el asiento contiguo y comenzó su cena. Mientras masticaba un muslo de pollo, leyó la fina impresión de advertencia en el lateral de la caja:

PUEDE CONTENER TRAZAS DE CACAHUETE Y ADN HUMANO,

Doug hizo rodar los ojos.

("¿Y qué no?")

Miró el juguete, que era más o menos como una bolsa de plástico de algodón blanco.

("Recién recogido de la plantación del Coronel!"), escupió el cerebro de Doug.

Sin embargo, al girarla, reveló ser una peluca, barba y gafas de moldura negra.

("Oh, perfecto."), pensó Doug amargamente.

Aunque Olivia podría parecer mona como el Coronel, justo unas semanas antes, ella le había pedido a Cheryl que recortara sus cejas porque parecían como "las de un chico". Aunque a él le gustaron las gafas. Las sacó y se las puso. Tenían lentes limpias hasta que, naturalmente, las embadurnó con sus dedos con pollo.

Percibió a un hombre algunas mesas más allá, bebiendo algo y observándole. Cuando se levantó, vió y reconoció la atenta mirada en la cara colorada del viejo y, en lugar de llevar la caja a la papelera, la dejó allí. Caminó hacia el cine, parando para absorver el holoclip del Guerrero Elfo: Disputa Sangrienta sobre la entrada. Una diminimuta figura se doblaba sobre un camarada slain.

La cámara avanzó despacio mientras la figura estaba de pie, encuadrando su cara angulosa y sombría, ampliando más cerca. Cuando sólo el ojo reluciente era visible, el avance se detuvo. Sólo se oyó su respiración ronca por un momento y, luego, dentro del ojo, un fuego explotó a la vida.

Doug no vió la secuencia de venganza Acuchilla Y Rebana que siguió después, sólo alzó su reloj hasta la placa de pago. Miró atrás hacia el patio del KFC y notó que el hombre se habìa acercado hasta su mesa sin que el guarda de seguridad lo percibiera. Hubo un suave "ping" y el registrador de dinero le informó de que la campaña estaba ya acabando: ¿Continuar?. Doug dijo que sí y se produjo un resplandor de luz como si tomara su foto. Apareció una versión élfica giratoria de Doug, con gafas y todo. Era asombroso pero no lo que quería. Navegó por la configuración por defecto hasta que encontró uno que no era tan viejo.

Se quedó con un joven elfo de ojos grises con bermudas de piel de ciervo y un arco cruzando el pecho. El registrador preguntó si quería armas extra: se podía conseguir desde un carro con catapulta hasta una electro-cimitarra, pero tras comprobarlas se quedó con su arco y daga de plata. Había un montón de otras cuestiones sobre atuendo y comida, pero él sólo escogió lo básico.

Le dijo el número de cabina y la encontró, usando su reloj para abrirla. La puerta se cerró tras él y se hizo la más completa oscuridad de modo que tuvo tantear en busca del yelmo que colgaba desde arriba.

Mientras se ajustaba el yelmo a su altura, escuchó voces que surgían desde otras cabinas de techo abierto.

El sol apenas estaba elevándose cuando la banda de aventureros caminó a través del claro de un bosque. Uno de ellos, un rechoncho elfo con ballesta, mantenía la mano alzada. Los otros: un mago encapuchado, una gerrera elfa con cota de malla y una elfa bajita con una uzi, se detuvieron.

El elfo rechoncho apuntó su ballesta a un arbusto que crujía levemente y conectó la mira láser: "Sal o sé muerto."

El arbusto crujió algo más y, al fín, se separó para revelar a un joven y esbelto elfo con las manos separadas en súplica.

-"¿Qué armas tenéis vos?" dijo el elfo rechoncho.

El elfo pulsó la cuerda del arco y giró para mostrar la daga que llevaba en la espalda, encajada en el cinto de sus bermudas de piel de ciervo.

-"Por favor, guerreros, mi nombre es Doug. Deseo unirme a vuestra partida."

El elfo rechoncho miró a sus camaradas. Ellos se encogieron de hombros pero él no estaba plenanente satisfecho por ésto.

-"¿Cómo sabemos que no es un agente del Mineral Sobreengendrado?"

-"¿Porqué no pruebas tu hechizo de Revelación, Mike?" preguntó la elfa de la cota de malla.

-"Ya OK," dijo la figura encapuchada buscando en un zurrón de cuero y lanzando polvo brillante sobre Doug.

Doug se sintió un poco incómodo, confió que no mostrase su cara real. Fue como si pudiera sentirlo miestras giraba a su alrededor aunque sabía que ése no podía ser el caso. Cuando llegó a su cabeza, unas palabras de fuego surgieron sobre él:

NEUTRAL. CASA
CIUDAD: Brentwood Mall.

-"Bien hallado, amigo Brentwoodiano," dijo Steve, golpeándole sobre el hombro. El personaje de Doug se tambaleó por el impacto aunque Doug permaneció firme en la cabina. Steve apoyó los puños en sus caderas y asintió mientras miraba al elfo más pequeño.

-"Vos debéis venir con nosotros ya que acabamos de venir de Brentwood. O, más bien, acabamos de escapar de Brentwood."

-"¿Escapar?" dijo Doug. "¿Qué significáis vos con ésto?" puso una mirada alarmada y miró cara por cara.
-"El bastardo Sobreengendrado mató a cada último de nuestros buenos conciudadanos," dijo la elfa con cota de mallas. "Y, luego, antes de que pudiéramos darles adecuado funeral, les maldijo para atacarnos...como muertos vivientes."

-"¡Gran Zeus!" dijo Doug sabiendo que estaba fudging sus mitologìas y confiando en que no les importara. "Te refieres a...¿Zombies?"

-"Seguían viniendo y viniendo," dijo la otra elfa disparando una salva de su uzi al aire. "Fue totalmente asombroso."

-"Conserva tu munición," dijo Steven severamente mientras los otros se reían. "Asombrosamente terrible, eso es. Nuestros propios hijos, amigos, familia, manipulados por fuerzas malignas hasta el punto que tuvimos que...abatirlos..." negó con la cabeza y se giró hacia Doug con los puños aún en las caderas. "Esta es Elsie, por cierto. Nuestro usuario de magia responde al nombre de Mike, la amazona de las coletas es Christina y yo soy Steven. Siempre nos viene bien un alma valiente."

Doug asintió con cuidado de no sonreir pues el yelmo recogía movimientos faciales misteriosamente bien.

Habiendo hecho las presentaciones, continuaron el camino al que se dirigían, Christina y Steven iban en cabeza y los otros tres iban juntos.

-"¿Has jugado mucho antes?" dijo Elsie. "Yo no. Por eso tengo la uzi. Para... como...compensar lo cutre que soy."

Doug negó con la cabeza, mirando en tirno al bosque. "No, no desde...no mucho. Ninguna de las series de Guerrero Elfo."

El detalle era muy crisp y, aunque que la gente tenía un raro titubeo ocasional, eran enteramente creíbles.

-"He completado dos de ellas," dijo Mike. "Steven las ha terminado todas."
-"¿Cómo llegaste a ser usuario de magia?" preguntó Doug.

Más adelante, Christina estaba comprando su brújula y diciéndole algo a Steven.

-"Bueno, Steven dijo que iba conmigo. Dice que soy misterioso," dijo Mike riéndose un poco. "Creo que me gusta la magia."

-"Sí, yo iba a ser usuaria de magia también," dijo Elsie mirando a Mike. "Son lo más. Pero entonces Mike me mostró todo el asunto del lanzamiento de hechizos." giró su mano espasmódicamente. "Y me quedé como...olvídalo...demasiado complicado."

La mano de Mike se movió en rápidos gestos y una bola de fuego surgió brillando lentamente a la vida. Sus ojos resplandecían mientras el hechizo se completaba.

-"Lo más," dijo Doug.

Mike deshizo el hechizo con los mismos gestos en orden inverso y el fuego se desvaneció.

Elsie aplaudió, sus manos eran un poco borrosas por la velocidad: "¡Asombroso!"

-"Es mucho más sensible en el servidor," dijo Mike con una sonrisa. "Cuando lanzo desde casa tengo que repetirlo como tres veces antes de que funcione. Mi configuración es tan cutre y el retardo es, como, olvídalo."

El bosque se había despejado y había una ciudad de torres retorcidas en la distancia. Doug se les quedó mirando, pensando sobre las montañas que podía ver desde su oficina.

("¿Era eso humo saliendo de ellas?")

Doug levantó la mano para darse sombra en los ojos y sintió su mano real golpear el yelmo. Su cuerpo dió una extraña sacudida.

-"Cuidado," dijo Mike. "Puedes reiniciarlo si lo golpeas lo bastante fuerte, son muy sensibles."

No era humo, era algo volando. Volaba hacia ellos.

- "Hey, uh, ¿véis vosotros eso, tíos? Hey, Steven," dijo Doug.

Pero Steven ya estaba en ello. Había sacado un telescopio de bronce de su mochila, lo extendió y lo llevó hasta su ojo. Todo el mundo se detuvo.

-"¿Qué es eso?" dijo Christina con voz grave.

Steven estaba cerrando el telescopio, lo guardó sin decir nada. Fue como si el...

¡Shing!

...cuando desenvainó su espada ancha fuera a ser su única respuesta.

Pero luego dijo: "Minerales." Un segundo después, cuando los animales aladimos eran casi discernibles, miró a las caras de todo el mundo. "Minerales montados en dragones."

<NdT: Intraducible: Ores (Minerales) se asemeja a Orcs (Orcos) >

Mientras todos en torno a él estaban listos para la batalla, Doug se dió cuenta de que no había comprado flechas para su arco. Tomó la daga en su mano, una diminuta hoja plateada para pelar pescado y esperó la muerte.

* * * * *

Artifacs
19-May-2018, 13:01
(15) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
Bajo licencia Creative Commons Attribution-
NonCommercial-ShareAlike License. (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/)
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Eileen (IV)

Eileen estaba en la oscuridad. No literalmente pues su traje nunca paraba de transmitir visuales de los túneles por los que estaba corriendo,bien iluminados y detallados en sus retinas. Pero no tenía nada del resto de flujo de datos a los que estaba acostumbrada. Sin el enlace satélite, todo lo que tenía para continuar era la información que ella misma había reunido.

Continuó por el túnel, eligiendo una dirección al azar. Una vez que había intuído lo que estaba haciendo, apareció una solicitud que ofrecía tomar el control de los movimientos repetitivos de sus piernas. Ella lo permitió pero después, casi lo estaba lamentando pues no había nada más que hacer. A diferencia de cuando estaba con enlace satélite, no había información fresca sobre sus objetivos que leer, ni mapas que consultar, ni co-agentes con los que charlar.

No es que ella fuera de mucho charlar. Eileen había sido siempre más del tipo trabajadora perseverante, pero le gustaba el murmullo de voces humanas de fondo mientras navegaba por los nuevos datos. Siempre era más feliz cuando estaba ocupada, cuando sus manos estaban activas.

Ahora, con nada que observar salvo los muros deslizándose ante ella, empezaba a sentirse un poco desconectada de su cuerpo, como si fuese un extraño artefacto sobre el que montaba. Se obligó a concentrarse, a sentir el latido de sus miembros, a notar la forma de los charcos del suelo frente a ella.

El silencio era mejor que la charla casual, supuso. Recordó una misión en Uganda sobre la destrucción de alguna planta de embotellado que no cumplía con las nuevas normativas. Mary había estado hablando a una dura novata llamada Karen, burlándose de ella un poco.

-"¿Porqué has pintado una calavera en tu máscara, Karen?" había dicho Mary por el comunicador.

No hubo respuesta.

-"¿Es porque te justa joder calaveras, Karen?" dijo Mary con voz dulce.

Karen ignoró también ésto. Los cuatro corrieron en silencio durante algunos segundos en una fina línea negra.

-"Quiero decir, no hay problema si te gusta ese tipo de cosas, Karen... "

La calavera giró hacia ella: "Cierralabocasoperr..."

Hubo un "thwock" enfermizo y el traje de todos se aceleró al 500%. El de todos excepto el de Karen pues estaba de rodillas con un machete dividiendo su cabeza. Eileen fue hacia ella y mientras desenganchaba el cuchillo...

("Francotirador")

...,se sintió atontada. ¿De quién fue la culpa? No fue de Karen por mirar hacia otro lado. No fue del jefe por proteger su inversión. No fue de Uganda por proteger sus intereses. No fue de Mary por nacer siendo una bocazas. Y no fue de ella por no decirle a Mary que cerrase el pico.

Simplemente, fue.

Nada parecía ser un corte limpio para Eileen y ella había asumido que siempre sería de ese modo.

Pero él había crecido en su interior. Cuando el doctor le había dicho que el bebé había sido exitosamente embrioclonado como un chico, esa fue la primera patada en su interior. Cuando lo vió luchar por respirar en la atmósfera esterilizada de la incubadora clónica, empezó a creer. Y cuando habían limpiado el gel, nunca demasiado gentilmente y le habían pasado a su mismísimo niño de ojos arrugados, carne de su carne, ella lo supo. Había una cosa en la vida de lo que estaba segura.

("Jeremy me necesita. Y si piensan que pueden mantenerle en algún infierno electrónico mientras estoy viva...")

Una alerta surgió y los impulsos eléctricos que contrajeron los músculos de sus piernas la deceleraron hasta parar frente a una sucia escalera.

-"¿QUÉ CAMINO?"

La alerta estaba parpadeando y ella la desactivó.

("Ésta es una de la veces en las que tener un mapa con el que cruzar referencias sería verdaderamente útil."), rumió Eileen para sí, mirando el túnel que continuaba.

Nunca había volado a ciegas antes y recordó que había algo en su entrenamiento sobre ello.

("¿qué era? Eso es... el odómetro interno.")

-"¿Distancia cubierta?"

-"Ocho punto cuatro kilómetros," respondió su traje.

-"¿Dirección?"

-"Ocurre al Noroeste."

Eso está bien. No demasiado lejos del objetivo. Arriba y fuera. decidió agarrando los horribles peldaños.

Eileen emergió del túnel sintiendo el aire nocturno y el tropel de sonidos a su alrededor. Estaba al 200% de velocidad normal, siguiendo por las aceras y curvas, agradecida de que no estuviera en un barrio con paseantes de perros o corredores.

En el momento en que pisó la acera, redujo al 150%, mirando alrededor en busca de ojos acechantes. Nada. Una furgoneta completó una curva y la alcanzó. Eileen la fijó como objetivo y mantuvo su ritmo. Observó una señal:

CENTRO DE LA CIUDAD- 1KM.

Sonrió bajo la máscara.

-"Los pollos van a casa para el asado," dijo con la voz de Megan.

O, para ser más precisos, la voz de Megan como sonaba llegando a través del enlace del comunicador: aplanada y digitalizada, algo que tenía que ver con que ciertos alcances de sonido eran más detectables por el enemigo. Eileen sospechaba que lo habían echo para hacerles sonar como robots, incluso entre ellos.

Había muchas cosas que hacían así, cosas que habían parecido bobas para Eileen al principio pero, tras algunas misiones, comenzó a ver que ayudaban.

Ahora estaba en el sector minorista y tenía que competir con las aceras, coches aparcados y luces brillantes. Ella, o más bien, esa maldita máscara en la que Mary había dibujado, estaba llamando la atención y girando cabezas. Iba contra el protocolo ser tan visible pero no le importó. Era bastante imparable en una multitud como ésta incluso si un equipo de seguridad era activado para lidiar con ella.

Captó visión del mercado de Usted en el que había estado ayer. Tuvo una súbita fantasía de capturar a aquel pequeño bastardo de jefe allí en carne y hueso. Sacaría información de él. Disfrutaría haciéndolo. Se deslizó en el callejón junto al mercado y se ocultó tras una pila de cajas alineadas con el edificio. Le parecieron extrañas dado que Usted no tenía realmente productos. Movió con rapidez sus cuchillas y abrió una. Vacía.

Su traje, al notar la proximidad de una puerta, le indicó que tenía una cerradura magnética de combinación de fácil apertura. Ella lo hizo así y se deslizó dentro hasta una sala bastante diáfana. Tenía unas cuantas cajas como las que había visto en el callejón, tras algunos golpes vió que también estaban vacías. Aumentó la entrada de audio pero no escuchó voces.

Entró en un recibidor bien alfombrado que conducía a la oficina delantera donde había estado ayer, incluso podía ver a la gente pasar por la ventana y se sintió vulnerable en su traje negro contra el interior mayormente blanco.

Pero reptó por el pasillo mirando por los umbrales alineados.

La CABINA DEMO #3 y #2 estaban vacías, salas totalmente despejadas pero la #1 era una oficina con un hombre sentado en ella. Ella deceleró a velocidad normal.

El hombre le daba la espalda pero la invitó a entrar.

-"Entre," dijo él mientras consultaba unas páginas.

Hambrienta de datos, Eileen las escaneó pero estaban encriptadas o eran galimatías. Miró por la sala, incluyendo los estantes de libros, el escritirio gigante de roble, la vista como sería desde un edificio de cincuenta plantas.

("¿Era esa la Estatua de la Libertad junto al Puente Golden Gate?")

El hombre rió.

-"Toda una vista, ¿eh? Especíalmente desde la primera planta."

Ella se giró para mirarle. Era un hombre de amplios hombros, con sus mangas enrolladas para mostrar unos brazos carnosos. Su cara era un constante patrón cambiante, un borrón de facciones. Ella le pidió al traje que la descifrara. Su traje le respondió que allí no había nadie.

-"¿Porqué no se sienta? Esa de ahí es bastante cómoda," dijo él.

Ella la tocó para asegurarse de que estaba allí. Nadie allí.

-"Así que, ¿Teniendo problemas con Usted?" dijo el hombre levantándose del asiento.

Ella se sintió igual que con aquel jefe de ayer. Esto era ridículo. Ella no había venido aquí para que la arrastraran adelante y atrás entre intermediarios.

-"Así estamos," concluyó el hombre. Puso las palmas sobre la mesa. "Quizá podamos solucionar algo."

Ella se sentó con el audio abierto desconectado.

-"Quién eres," dijo ella, su voz digitalizada desentonaba la pregunta en una afirmación.

-"Me llamo Paul," dijo él.

-"Trabajas para Usted."

-"No."

Eileen hizo una pausa. Él cruzó los brazos y esperó. Ella cerró los puños y continuó.

-"Entonces porqué estás aquí."

-"Reunimos datos sobre Usted. Uno de los míos te vió en la entrada trasera y decidí que sería bueno conocerte."

Eileen miró alrededor, escaneó en busca de micros y resultó todo limpio.

-"Este lugar estará monitorizado por Usted."

Paul negó con la cabeza. "Estos mercados son células sin conexión con las operaciones reales de Usted. He estado usando ésta como base de operaciones durante un mes, ahora. Es bastante conveniente, estas salas son muy caras de instalar y llaman la atención. Es como ocultarse a plena vista."

Eileen miró alrededor, tratando de averiguar si Paul era de alguna utilidad para ella. Sus ojos cayeron sobre la Estatua de la Libertad, percibió una pequeña "i" en un cìrculo sobre los libros que la dama sostenìa.

-"No confío en tí," dijo ella.

Paul se rió, una llana risita.

-"Extraños compañeros de cama. Si hubiera sabido hace 15 años que estaría negociando un trato con uno de vosotros, merodeadores de medianoche... vosotros, psicóticos esquiroles..."

Él se reprimió y soltó la misma risita.

-"Pero aquí estoy. Y aquí estás. Y sé que no trajiste ese traje negro del retiro para dar una vuelta a la manzana."

Ella se congeló ante la mención del traje negro.

Paul hizo un gesto de restar importancia.

- "Ahora sabemos mucho sobre tí que habría sido muy útil... entonces."

Paul miró por la ventana.

-"Mira, todo trata sobre información. Supusimos que eráis ex-soldados. Si hubiéramos sabido que érais civiles, un grupo en constante cambio, habríamos tenido una estrategia enteramente distinta."

Eileen estaba mirando por la ventana, concentrándose en una sección de la ciudad. Amplió la imagen y la ilusión se destruyó, los diminutos puntos de los coches permanecieron siendo puntos, pero mayores.

("¿Estrategia? ¿Trataba él de convencerla de que él era parte de...")

-"Pero los soldados habrían sido muy caros. Porque sabrían que la velocidad del traje tenía un precio...estarían perdiendo años de sus vidas. Aunque tú no sabías eso. No sabías que serías una bruja seca y marchita a los cuarenta." Paul hizo una pausa y Eileen pudo sentir sus ojos sobre su cuerpo, huesudo y lacio. Humillación y rabia latían a través de ella.

-"Así que por eso usaron civiles. Pero ese no es el motivo de que usaran mujeres infértiles."

Se obligó a sí misma a responder.

- "Eramos mejores en multi-tarea que los hombres y no teníamos demandas familiares que tenía la gente...normal," dijo odiándose por haber usado la palabra normal.

-"Las demandas de familia."

Eileen vaciló. "Sí."

-"Lo que habìa de especial sobre las mujeres estériles, Eileen, era que érais fácilmente manipulables. Para que cuando estuviérais en vuestro veinte aceptáseis la idea de que no podríais tener hijos. Pero había algo más."

Eso era cierto. Eileen había estado en una pista de carrera, trabajando como una manager en formación para el Gap. Incluso había superado su irascibilidad adolescente hasta el punto de que podía ir a ver a sus amigas enseñarle sus bebès. Fue su doctor quien le había hablado sobre el puesto cuando ella había acudido para ver si su cuerpo había cambiado lo suficiente en el último año para hacer viable un implante de útero.

-"Es un tipo de empleo de seguridad," había dicho el doctor. "Están buscando mujeres sin hijos de tu edad.", se encogió de hombros. "Es diferente de doblar jerseys. Y pagan muy bien. En realidad creí que era un error la primera vez que lo leí."

Había estado sentada en la mesa de examen: "¿Me puedo vestir?"

-"Sí, sí," dijo él, paginando su pad mientras se vestía. "¿Eileen?"

-"¿Sí?" dijo ella imaginando que vería algo de esperanza en la pantalla, aguardó ansiosa.

Pero él no estaba pensando en su útero: "Si contactas con ellos, asegúrate de decirles que te hablé.de ello. Yo me llevo una comisión."

Esto había sido sólo una de las muchas indignidades a que nacer sin útero la había expuesto. Pero cuando la piel de Jeremy se había secado lo suficiente para tocarla, piel suave como nada sobre la tierra...

-"Valió la pena," dijo en voz alta. Su voz robótica cargaba una autoridad que ella no sentía.

("Si no recuperaba a Jeremy, ¿aún habría valido la pena?")

Paul, también perdido en su ensueño, alzó la vista. Con voz medida de enfado, dijo: "Supongo que tienes que creer éso. ¿Cómo si no... podrías vivir habiendo matado...no sé, ¿cuál fue tu marca de muertos al final de tus diez misiones?"

-"Yo no llevaba la cuenta," dijo Eileen.

Otros habrían dicho que muchos, pero ella nunca tuvo particular orgullo en ello. Pero toda esta charla sobre cómo podría ella vivir con ello era tonta. Los objetivos eran personas de los que nunca había oído hablar en países de los que nunca había oído hablar. Siemore había serias amenazas al libre mercado, dictadores que tasaban más de lo que las corporaciones podían permitirse.
A veces el mercado necesitaba una pequeña ayuda para mantener el equilibrio y ellas eran esa pequeña ayuda.

-"No llevabas la cuenta." la voz de Paul era reflexiva. "Nosotros tampoco. No eran realmente los números, era el miedo. Cada vez que conseguíamos ir a algún lugar, los trajes aparecían. Porque, claro está, estábamos bajo el fuego de los topos. Pero hemos aprendido. Hemos aprendido a dar tenias a los topos. ¿Sabías que si le das una tenia a un topo, su dueño destruirá hasta 25 topos perfectamente sanos?"

Eileen no sabía de qué demonios le estaba hablando y permaneció en silencio.

Paul sacó una calculadora sobredimensionada de su escritorio.

-"¿Qué tal ésto, entonces... sabías que las probabilidades de nacer sin útero cuando se es concebida en un radio de 50 kilómetros de un vertedero radiactivo es de uno a cien? La solución para una fuente bastante considerable de empleados..."

Estaba cansada de aquello.

-"Dónde almacena Usted los cuerpos."

Paul dejó la calculadora sobre su mesa con un "click".

-"¿Buscas a alguien?"

Ella asintió con un rápido golpe.

Él la evaluó.

-"¿Es hijo o hija?"

-"Nieto. Jeremy Ellis — "

Paul le indicó ahora que callase. Tras una pausa continuó.

-"No sé dónde está. Probablemente, Usted tampoco sabe dónde está. Registran cientos de reclamaciones sobre personas desaparecidas por día. Pero raramente de partes tan capaces y concentradas como tú, Sra. Ellis."

-"Eileen," dijo de inmediato, se sintió ridícula al hacerlo.

-"Eileen."

Paul se sentó en el escritorio, juntó sus manos sobre una rodilla y la estudió: "Eileen, Tengo una propuesta. Tú continuas tu búsqueda de tu nieto y nos dejas ayudarte."

-"Porqué harías eso."

-"Estás buscando la misma información que nosotros pero tú tienes motivación y un conjunto de habilidades único gracias a tu traje y experiencia. Si nos dejas, conectaremos un alimentador de datos a tu traje. Veremos a través de tus ojos. Oiremos a través de tus oídos porque queremos averiguar más sobre Usted, porque tenemos un gran interés en guiarte hacia tu nieto. Además, podrás hacer conexión satélite con uno de nuestros portales anónimos."

-"Portales anónimos...no existe tal cosa," dijo ella.

Paul suprimió una carcajada: "No, tienes razón. Es aún mejor: te disfraza totalmente como un usuario medio. Créeme, no queremos que tus viejos jefes sepan que estás activa. Eres más útil para nosotros si estás viva."

Eileen no quiso considerar lo que ese ominoso "nosotros" haría con la información o si estaban de algún modo conectados con los insurgentes de los años '20s.

("pero sea cual sea su objetivo, van en serio y están bien organizados. Este Paul tiene el mismo hábito autoritario y confiado de Oscar, mi enlace de campo en Operaciones Negras.")

Y, la verdad sea dicha, ella no tenía realmente ninguna pista más. El rastro de Jeremy se había secado y, sin enlace satélite, ella estaba muy limitada.

-"Muy bien," dijo ella. "Conectadme."
* * * * *
CONTINUARÁ

Artifacs
20-May-2018, 11:40
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Eileen (V)

Cuando Eileen salió de la oficina un rato después, sintió que no había negociado muy bien. Ni siquiera sabìa realmente si había tenido la oportunidad de regatear. Su amiguito Paul la había tratado como si estuviera contratándola para un empleo.

Salió por dónde había entrado, sujetando en la mano el dispositivo, un adaptador redondo diminuto y escaneó el callejón. Nada salvo algunas ratas.

("¿Sería prudente hacerlo aquí?")

Escaneó el aparado y el traje le dijo que aquello no estaba en su base de datos y que instalarlo antes del enlace satélite era extremadamente peligroso.

("Si tuviera enlace satélite sería capaz de identificarlo...parcialmente, al menos. Probablemente no es un algo estándar. Por lo que sé, incluso podría controlarme. Pero tampoco puedo hacer enlace satélite antes de instalarlo.")

Eileen aceleró y salió calle abajo. Aún había una buena cantidad de tráfico de peatones así que, bajó al 250% y tomó la carretera. Estaba lo bastante oscuro para que su cara enmascarada se interpretase como un producto de la imaginación.

("Un hombre interesante.")

No la había tratado como una anciana inútil. Reconocía que ella era valiosa. La charla sobre las mujeres estériles no había sido placentera pero, hasta dónde ella sabía, podía haber sido cierta.

Para cuando hubo terminado su décima misión, se había sentido menos como un comando veterano y más como alguien que había escapado por accidente de un molinillo de carne. Pero le habían dado dinero e incluso la oportunidad de un trabajo a tiempo parcial. Ella les había dado las gracias pero se había negado, quería concentrarse en su nueva vida como madre. Habría rellenado su zócalo espinal pero era irreversible y, además, no tenía que verlo a diario ni nada parecido. A veces le picaba un poco pero eso era todo.

La calle cambió a una sección aún más adinerada, con concesionarios de coches diminutos y tiendas de ropa,como la del Ejercito de Salvación; y su antiguo lugar de trabajo: Gap Auténtico. Una joven peliroja empujó la puerta del mercado de Tommygirl y se alejó caminado animadamente, miraba a su alrededor con ojos como dardos. Una sonrisa se extendía por su cara segundos antes de que el sujetador que había robado ardiera en llamas. A la velocidad a la que Eileen estaba yendo, vió la sonrisa pasar a un grito con minucioso detalle.

Eileen hizo lo que había sido entrenada a hacer cuando la gente se moría a su alrededor: seguir corriendo. Tras unos agonizantes segundos, la puerta del Tommygirl se abrió y empleado salió corriendo despacio con el extintor. La mujer ardiente desapareció tras una nube blanca pero Eileen sabía que era demasiado tarde. El químico antirobo había hecho su trabajo.

(...)

Eileen estaba un bloque más allá, Vió que el Puente Burrard etaba adelante y vió su cubo-agujero.

("Perfecto.")

Bajo el puente encontró un pasadizo sobresaliendo de una de las masivas jácenas y descendió por él. Fuera de toda vista, escuchó el viento y la reverberación de los cables y trató de averiguar cómo iba hacerlo. El diminuto dispositivo se posaba en su mano como una peligrosa semilla. Paul había dicho que todo lo que tenía que hacer era acercarlo a su zócalo y el aparato haría el resto.

Posicionó el adaptador en una pequeñita grieta de la jácena, moviendo su mano con cuidado. Justo cuando lo dejó, una ráfaga de viento lo hizo rodar hacia el borde. Afortunadamente, ella aún estaba acelerada y lo cogió a tiempo.

("¿Habría sido tan difícil poner bolsillos en estas cosas?"), se preguntó buscando alrededor un lugar mejor.

Acabó colocando el dispositivo bajo el trasero, asumiendo que, si fuese un aparato muy delicado, Paul se lo habría mencionado.

No estaba deseando llegar a la siguiente parte. Recordaba la desconexión bastante vivamente por sus días más jóvenes y estaba en entornos más placenteros entonces: a unos pasos del cuarto de baño o la cama de un hospital si la misión había sido particularmente desafiante.

("Bueno, probablemente, Jeremy tampoco está en entornos placenteros.")

Tras reducir hasta el 100% y modificar todas sus otras configuraciones para ser lo más humana como pudo, se quitó la máscara. Su visión del agua cambió del digital vivo a la mancha miope pero un sonoro olor de metal y mar la golpeó. Respiró algunas veces y arqueó la espalda, sintiendo el zócalo.

("Jeremy podría estar marinado en algún tanque en algún lugar o algo peor. Rápido ahora, inclínate... ")

Yank.

De inmediato, tuvo que dejar de respirar: era como fuego. Pero no podía parar de respirar.

("Fuego fuego o dios mío mis brazos mis articulaciones o dios o dios")

El viento era como un millar de latigazos helados y ahora sus ojos, sus ojos eran dos carbones ardiendo.

("oh mierda ojoder")

Sintió ceder su vejiga, no había sabido que tenía esa necesidad.

Cuando el traje silenció el dolor, lo almacenó lejos de ella.
Su mano, buscando bajo su nalga, levantó el dispositivo como un pedacito de carne.

("empiezo a ver blanco no puedo dejar que el blanco me coma Jeremy no le dejes".)

Levantó el guisante y lo soltó sobre la espalda de su traje, su codo hacía el giro de una marioneta y el dolor le azotaba la cara

("un camión blanco gigante.")

El guisante rodó entre el traje y el zócalo y cayó dentro como la bola número ocho.

-"Conexión eatablecida, trasmitiendo..." dijo una voz baja.

* * * * *

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20-May-2018, 11:49
(17) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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Paul (III)

Paul estaba sentado en su oficina. Observaba varias ventanas aparecer al mismo tiempo. Una graficaba los datos recibidos: un pico incrementando. Otra informaba con señales vitales: rápidamente medicadas a la estabilidad. La ventana de visuales mostraba el hormigón y la jácena: la máscara de Eileen seguía chafada y arrugada bajo ella. Oyó el vago sonido de las olas del océano.

Un ángel surgió sobre su hombro: "Recuerda," decía a coro, "Tienes una reunión en Barriguilla Amarilla con..."

Paul se sacudió el recordador y desactivó su mezclacaras. Tras ésto, se reveló su cara de ojos grises sin orejas y se portó hacia un bullicioso restaurante.

Un camarero gordo tremendo sirvió una copa sobre el mantél blanco: "Bienvenido de vuelta, señor."

-"Gracias. Estoy esperando a alguien."

El camarero asintió y se marchó.

Paul alzó la copa y dió un sorbo, tenía gusto a hierro y arándanos. En otra mesa había un par de mujeres charlando intensamente. Una de ellas sujetaba con una mano una consola plana que señalaba con la otra. Era una tabla física con pantalla táctil. Se la entregó a la otra mujer y le indicó algo.

Paul observó el lenguaje corporal de la primera mujer y dedujo que era comercial. Cuando miró a la segunda, notó que sus labios estaban cambiando. Ella ponía sus dedos en ellos y sonreía mientras pasaba un ciclo de opciones de labios diferentes. Al final, alzó la vista hacia la vendedora con una pregunta en sus ojos.

Paul dió un largo sorbo de su copa pensando sobre lo interesante que era que hubiera sido creada una versión Frisco del espejo de maquillaje con su asesor y todo. Incluso el diseño de la tabla era interesante: parecía uno de esos antiguos lectores de libros más que las ventanas normales en mitad del aire. Deseó tener tiempo de seguir esas cosas en lugar de reunirse con un ejecutivo del Marlboro para hablar sobre cómo mejorar sus antiguos productos.

("Doug Doug Doug. Te necesito aquí, Patterson. Aquí hay demasiados malabarismos para mí solo.")

Al principio pensó que Doug se resistía para negociar un aumento de sueldo pero estaba actuando demasiado raro para eso.

("¿Planeaba acaso desertar a otra agencia? Quizá el motivo es más simple."), pensó Paul sacando inmediatamente un archivo sobre Doug que había compilado años atrás.

El PIN de La cuenta bancaria aún era el mismo. Navegó por él y encontró una letanía de pecados financieros, pagos atrasados y números negativos.

("Sólo un asunto económico.") pensó en de darle efectivo para los gastos de mudanza.

Pero eso podría causar tensiones con el resto de empleados. Y Doug podía ofenderse con bastante facilidad. Así que tendría que darle el dinero a la moda de la mano izquierda.

Y una vez tuviera a Doug aquí, podría realmente iniciar los preparativos para el Sesquicentenario.

-"¿De qué te estás riendo ahí, Paul?" dijo un hombre sentado frente a él con una mueca traviesa fingiendo mirar las ventanas delante de Paul. "¿Fotos sucias?"

Paul, sabiendo que el ejecutivo de Marlboro no había visto nada, abrió la ventana horaria para que pudiera ver lo tarde que era.

-"Ya sé, ya sé," dijo. "Perdón."

-"¿Atasco en el tráfico?" dijo Paul con una sonrisa ladeada, deslizando las visuales de Eileen a un lado y las finanzas de Doug al otro.

-"Ésa era una de mis favoritas," dijo el ejecutivo con una carcajada.
"Soy demasiado viejo para inventar una nueva colección de excusas."

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Artifacs
21-May-2018, 11:25
(18) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
NonCommercial-ShareAlike License. (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/)
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Nicky (VII)

Nicky despertó de buen humor. Era uno de esos días en que el sol compensaba cualquier dormitorio mal pintado y daba a las casas más sencillas un brillo contagioso.

Quedó tendida sobre su futón durante unos minutos, vagando de un lado a otro. Eventualmente, su reloj explotó.

-"¡So perra perezosa! ¡Arriba! ¿Quieres dormir todo...?"

Silenció la alarma de un manotazo.

("Dios, mi voz es estridente. ¿Quién querría despertarse con ella?")

Mirando a su cama vacía supuso que nadie. Pero su humor era tal que sonrió a su auto-compasión.

Le dijo al reloj que tocara Ojos Ausentes, una banda centavo-core con un cantante de voz dulce angelical. La escuchó por los altavoces en lugar de su clóquea directamente ya que el bajo pesado hacía vibrar sus huesos auditivos de forma desagradable.

Convirtió el futón en un sofà, gruñendo por su peso. Lo dejó sin hacer con la esperanza de que, en algún lugar y de algún modo, estaría volviendo loca a Kath.

(...)

Caminó fuera de la habitación, saltando con Ojos Ausentes y su propia electricidad.

Encendió la ducha y se desnudó, entrando cuando el agua fue lo bastante cálida. Se recogió el pelo antes de empaparlo y tuvo que pensar durante un minuto dónde había estado la pasada noche. Caminó mucho, recordaba, sintiéndose culpable al pensar en lo que su mamá habría pensado de su desenmascarada y despreocupada existencia.

("Mamá incluso había llevado la máscara por la casa los días de Alerta Gris.")

Se dió un lavado rápido de cara y (...) cuando estaba empezando la espalda, la ducha se apagó con un "click".

-¡Joder!

Se apoyó en el muro de la ducha con loa ojos cerrados con fuerza por la fustración. Su piel se erizó de inmediato.

-"Maldita..." dijo agarrando la toalla y secándose.

("...venga ya, ahora hay mucha menos gente que usa agua, ¿poque no nos dan un poquito más? Avaros madafakas.")

Diez minutos al día parecía suficiente a la oficina de alquiler pero, en realidad era un visto y no visto.

-Recogió sus ropas y volvió a su habitación tratando de recuperar el buen humor de unos minutos antes pero la luz de la ventana ahora era más reclamatoria que hospitalaria.

Cogió un sujetador de la silla y se lo puso mientras miraba por la ventana, retando a cualquiera a mirar: su ritual diario, misma parte de indiferencia que de exhibicionismo. A menudo había alguien paseando ahí fuera, como aquel tipo allí ahora con su perro. Sólo que nunca nadie miraba hacia arriba. Se puso una camiseta amarilla y un par de espinilleras altas.

Se trenzó el pelo con diestros movimientos de sus dedos. Ver al perro le hizo pensar en el trabajo con sus chiripas.

("Sí, debería ponerme a ello...después del desayuno")

Terminó sus trenzas. Comprobó que quedaran bien simétricas. Parecía que caían bien, los chicos pensaban que eran bonitas y las chicas se asombraban por la habilidad del trenzado: era sencillo para ella pero no para todo el mundo.

Bajó las escaleras pensando sobre la noche anterior.

("Esas dos exposiciones de arte..."), suspiró sacando unos cereales y un pan.

("Lo raro es que...no me inspiraron en absoluto. Me estaban drenando.")

Roció el pan y se sirvió algunos Encantos Afortunados.

("Esa horrible exposición de Mike Narc, joder. ¿Es eso lo que se tiene que hacer? ¿No podrían simplemente darte el dinero basándose en tu obra y no en lo bien que presentas tu imagen?")

Se sentó a la mesa de la cocina y observó al gecko que movía su lengua hacia ella con rapidez desde la jaula. Se metió una gran cucharada de cereales en la boca y observó la caja.

("¡Colecciona Todos los Colores y Gana!"), sugería la caja de cereales.
Antes de poder leer más, notó que el gecko tenía una pata fuera y trataba de enganchar un trozo de cereal extraviado. Ella lo acercó con la cuchara y miró cómo intentaba comérselo.

("Y esos tipos del patio ferroviario...era guay pero...un poco psico.")

No podía imaginarse trabajar así...allí fuera, sin nada ni nadie tras eso.

("Mas o menos como lo hace JK.")

Eso era la parte atractiva de JK, originalmente, pero nunca pensó en degradar su trabajo de esa forma.

("Bien para él, quiero decir, obviamente tiene a alguien que paga su alquiler...")

Cuando terminó la tostada, dejó los platos en la pila y sacó una lata de café del armario. Su reloj comenzó a sonar justo cuando se sentó en el sofá del salón.

("Seguramente será...sip, Mamá, justo a tiempo.")

Su mamá llamaba un par de veces a la semana, casi siempre a las 11. Era casi como si esperara por las pocas ocasiones en las que podía llamar sin parecer necesitada, pero la exactitud de las llamadas era enervante.

("Debe de ser difícil lidiar con todo ese tiempo extra, sin tener que dormir."), pensó con cierta culpabilidad..

Su reloj había parado de sonar y ella abrió el café. Puso los pies sobre la mesa y observó a las chiripas agitarse por ahí en la caja con su irritintante gimoteo.

-"Oh, os daré de comer pronto," dijo ella.

Se preguntó si debería hacer mudas a las chiripas míticas y decidió que eso haría de una galería un lugar menos difícil de soportar.

("Tampoco es que haya expuesto en una galería."), pensó amargamente.

Se preguntó porqué al ver la exposición de Narc; que tenía temática similar incluso aunque odiara admitirlo; no le había dado esperanza.

("Parecerá como que le estoy imitando...")

Ese pensamiento la puso enferma.

Nicky pasó el resto de la mañaba alimentando a sus animales y limpiando un poco. Luego, decidió que sorprendería a su madre con una visita a Frisco y, tras un parco examen del laboratorio, despegó hacia la estación del TrenCeleste.

("La familia primero."), pensó mientras tiraba de la puerta para cerrarla.

("Lleva allí meses y no le he hecho una visita apropiada.")

El TrenCeleste estaba a unos pocos bloques de su casa. Había cinta amarilla a lo largo de la entrada y un letrero decía que el servicio se había limitado a la hora punta sólo en esa estación.

Nicky suspiró y se quedó allí por un momento sopesando la opción del paseo de 30-minutos con la opción de volver al laboratorio.

("A mamá le alegrará verme...y quizá pueda pedirle algo para el taxi de vuelta a casa.")

Casi caminó hacia Gastown pero decidió que no. Le habría gustado ver el viejo barrio. JK le había dicho que era muy diferente ahora que no había ninguna construcción, pero no quería caminar entre Hastings y Main para llegar allí pues tendría que pasar por encima de la gente que dormía por todas las aceras, gente enferma y triste, sin dinero, que esperaba la muerte. Nicky nunca había podido insensibilizarse del todo ante ellos.

("Vale, había hecho inversiones estúpidas pero también eran desafortunados.")

Su papá era de los resistentes. Esto fue una de las primeras cosas que había dicho sobre Frisco: "Ninguno de esos arruinados viene pidiendo cuando caminas hacia algún sitio."

Eso molestaba a Nicky pero no podía discutir del todo cuando era él quien manejaba sus inversiones, su dinero para emergencias.

Nicky empezó a sentir calor a pesar del aire frío, las sombras del mediodía eran muy cortas para ofrecer cobijo. Estaba en un barrio residencial bastante abierto, sin muchas comunidades valladas. Por la ventana de una de ellas vió un letrero en negrita:

"Cerrado y Activado a Prueba de Ladrones".

Unas cuantas casas más allá había otro. Parecía ser una elección popular de los que se mudaban a Frisco. Sonaba familiar...

("¿Se fue Mamá con ellos?")

No se acordaba, sólo se acordaba de la descripción excesiva de alto calibre que había persuadido a su madre.

("Ojalá hubiera meado antes de salir.")

Podía sentir ahora los efectos de esa lata de café. Bueno. tendría que aguantarse. Recordó, como hacía a menudo en esas circunstancias, la Perfercción de Mave Slamstein. Era una de esas obras de arte genético que vió una vez en una clase de inatituto sobre tendencias artísticas aplicadas.

Era un bebé humano, un recién nacido rosa, tumbado sobre un cojín gigante púrpura. Dando pataditas y mazazos con sus puñitos como bellotas pero en total silencio. La cámara rotaba despacio alrededor y enfocaba su casa. Toda la clase jadeó al unísono pues el bebé no tenía orificios en absoluto. Ni boca, ni ojos, un bultito donde debería estar la nariz.

Luego, la profesora cambió al siguiente vídeo. Le llevó un rato con esas viejas máquinas y apareció otra vez la cara del bebé...

-"¿Le cuesta un poco respirar?"

...preguntó una voz conocida. Una máscara pequeñita surgió en la cara del bebè y se dibujaron en ella dos ojitos de colores.

La clase había reído.

-"El GE Humomaster sienta...bien, ¡a todo el mundo!"

Y se oyó una risita de bebé.

En vez de aprender las partes destacadas de esa lección...

("Que el mercado jugaba una parte importante en el desarrollo de, incluso, el arte de impacto y cómo esa campaña en particular inclinaba la opinión pública sobre la experimentación con clones.")

...Nicky se había quedado hipnotizada ante la primera visión del bebé.

("Perfección.")

Había investigado la historia de la artista en busca de pistas sobre si era sincero o irónico el título, los detalles sobre cuánto tiempo sobrevivió el bebé, cómo financió un proyecto con ADN humano...

Nicky habría adorado trabajar con la arcilla original, tal como era, y estaba amargada de que sólo los billonarios pudieran permitirse los permisos del genoma.

Pero aquello había sido cuando tenía 15. Ahora era lo bastante mayor para apreciar la belleza y asequibilidad de un lienzo pequeño.

("Dame una chiripa cualquier día.")

Quizá algún día pero, por ahora, ella prefería los milagros menores a los frankensteins. Sabía que tendría que desarrolarlos algún día pero si se sentía mal cuando una chiripa no estaba sana...

("¿Cómo podía lidiar con un clon humano?. Los clones humanos nunca estaban del todo sanos.")

-¿Es eso un...¡sí!"

Nicky vió un par de arcos dorados sobre el horizonte y lo invertió mentalmente en forma de WC.

-¡Cuarto de Baño, yuju!

Aceleró tratando de ver si había gente dentro. Cruzó en diagonal hacia el restaurante, aliviada de ver gente moviéndose en el interior.

("Extraño...no hay puerta en este lado...")

Luego, vió el letrero:

-"Este McDonald's es de uso exclusivo de la comunidad de Acres de Arces. Sólo acceso subterráneo. Lamentamos el inconveniente."

Nicky se quedó mirando por un agujero a un ancianito sedado bebiendo su té cerca de la ventana y, luego, siguió andando. Escuchó la risita de Perfección del bebé en su cabeza: ¡No necesita hacer pis!, ¡No hay basura dentro, no hay basura fuera!

Para cuando giró hacia la Calle Robson estaba a punto de explotar.

-"¿Cuánto falta para llegar?", preguntó a su reloj.

-"La oficina de Usted está a 65 metros," dijo el reloj.

-"¿Cuánto falta para que mi vejiga explote?"

-"El RistReloj Deportivo no monitoriza ese órgano en esta versión. ¿Quieres que te avise si esta función queda disponible?"

Nicky entró en la oficina de Usted. Marchó directa hacia el primer escritorio que vió y forzó una sonrisa.

- "Hey, vengo a una sesión de charla con mi mamá pero primero necesito usar su aseo."

La mujer tras la mesa le brindó una sonrisa de disculpa.

- "Lo siento..."

("Y yo siento que no entiendas la palabra NECESITO, perra.")

Nicky no dijo nada y caminó hacia una puerta que conducía a un pasillo blanco con habitaciones a ambos lados. Estaban vacías, de modo que siguió hacia la habitación de atrás.

- "Señorita," llamó una voz.
"No hay..."

Nicky empujó la última puerta y salió a un callejón.

-"Oh."

Miró atrás y vió a la chica del mostrador agitarse un poco en el umbral antes de cerrar la puerta.

("Creo que los Friscanos no necesitan toilettes.").

Miró el extremo del callejón hacia la calle.

("No hay mucha gente.")

Nadie parecía estar mirando entre las tiendas. Meditó unos segundos antes de agacharse detrás de algunas cajas.

Observó su pis recorrer el asfalto, alrededor de las cajas rectangulares con el logo de Usted. Se subió la cremallera y caminó con cuidado por el callejón hacia la puerta delantera otra vez. Tomó aliento y entró caminando en la oficina.

("Toma dos.")

Afortunadamente, la mujer estaba ocupada con algunos clientes, una familia entera. Nicky fue hacia el hombre, que apartó la vista de los documentos que estaba escaneando y le ofreció un asiento.

-"En realidad, vengo a hablar con una Friscana. Mi mamá. Me ha dado un cupón."

-"Miraré si tenemos sitios libres", dijo alzando la mano.

Nicky sonrió y decidió no decirle que había tres salas libres.

-"Ah, bien, tiene suerte, sí tenemos una cabina disponible ahora mismo. Normalmente están reservadas. ¿Puedo ver el cupón, por favor?" le indicó la placa de pago.

Nicky lo buscó en su reloj y lo acercó a la placa.

Un hombre de mayor edad, de unos sesenta, entró. El vendedor le saludó.

-"Eataré con usted cuando la haya atendido."

Nicky no miró a la vendedora pero oía su parloteo cuando el hombre la conducía hacia la puerta de la cabina. Una de las salas estaba en uso, un hombre, una mujer y un convincente traje de oficina en ella.

- "Entrevistas," dijo su guía. "Asuntos sin atención adecuada."

Señaló a una puerta: "La llamada está destinada al emisor del cupón...tiene 15 minutos."

("Eso ha sonado como en una prisión."), pensó ella mientras entraba en la blanca sala.

Cerró la puerta y quedó a solas en la sala, vacía salvo por una silla. Esperó a que empezara y justo cuando empezaba a ponerse nerviosa, una voz dijo:

-"Nodo conectado, resolviendo entorno."

La sala parpadeó a la vida, escaneando el espacio en busca de objetos. La silla y Nicky se bañaron del fuego cruzado del escáner. Nicky escuchó un tintineo y el murmullo de voces.

-"No puedo verla.", oyó la voz de su madre.

Luego, todo se llenó de color. La resolución aumentaba y su madre, que miraba alrededor ansiosamente, la vió de repente.

-"¡Nicky! Estoy aquí."

-"Hola mamá," dijo Nicky.

Se sentó y miró alrededor. Estaban en un café con decoración de jungla. Un loro aterrizó en la mesa y graznó.

-"¡Bienvenida al Café Lluviaforestal! ¡Graa!"

Cuando aleteó para volar, una pluma cayó lentamente y Nicky pensó que era un detalle bonito.

-"Nuevo peinado, ya veo," dijo su mamá.

-"Y tú eres ahora rubia," dijo Nicky.
("Y unos 20 años más joven.")

-"Estaba tan contenta de que llamases, ¡Pensé que nunca ibas a usar el cupón!"

Nicky ignoró el tono recriminante. Miró a las otras mesas: algunas familias, algunas parejas. Incluso había una mesa con gente jugando al bridge. Todo el mundo parecía joven como su Mamá. Podrían haber sido hermanas.

- "¿Vienes aquí a menudo?"

Su mamá rió: "Sí, durante unas cuantas horas al día. Es divertido para los ex-Vancouveritas...con todo eso de la lluvia y demás."

-"Unas cuantas horas,¿eh?" dijo Nicky sonriendo. "Suena como a mi vida."

Su mamá sonrió sardónicanente: "Supongo...."

-"¿Trabaja mucho papá?"

La mamá asintió: "Más que antes. La semana pasada no vino a casa. Transición, expansión. Ahora tiene dos secretarias," dijo con una risilla. "Parece realmente...energizado por todo eso."

Nicky no quería oir más sobre eso. El modo en que su mamá decía "secretarias" le recordaba cuando Papá le había hablado sobre sus aventuras, aunque ella no le entendió en aquel momento: "A veces las fusiones son acuerdos exclusivos," había dicho él sujentándole la mano. "Y a veces no lo son." él había mirado hacia la puerta del cuarto de baño donde su mamá se había encerrado. "Pero no significa que la fusión original no tenga beneficios." le había apretado la mano y Nicky había asentido mientras repetía lo que recordaba que había oído en la clase de negocios de sexto grado. "Lee sienpre la letra paqueña", él había sonreído ampliamente entonces y la había abrazado.

Un chimpancé apareció con una tetera pero su mamá declinó. El "chimpa" emitió un grito de ofensa, alzó su brazo y se marcho

-"¿Qué tal le va a tu grupo de Mah-Jongg?" dijo Nicky.

Los ojos de su mamá se iluminaron:"Oh, es estupendo. Ahora jugamos en un entorno fantástico...somos gigantes en la China antigua o algo así. Cuando jugamos una ficha, se aplastan esas aldeas de campesinos y si nos cansamos, ¡nos apoyamos en una montaña! Es tan divertido. En realidad, estaba en mitad de una partida cuando llamaste, por eso me llevó un rato llegar hasta aquí. Todo el mundo estaba molesto." soltó una carcajada y cuando vió la cara de culpabilidad de Nicky, dijo, "No por que yo dejara el juego; somos una banda de viejos jugadores, ellos también tienen hijos; sino por que estaban celosos."

-"¿Cómo lo sabes...?" dijo Nicky, "¿que son viejos? ¿No decías que los habías conocido aquí?"

-"Oh, se puede saber a los primeros cinco minutos. Por cómo hablan, los estilos, a veces. Nadie tendría un peinado como el tuyo, por ejemplo. Y no todo el mundo quiere parecer joven. Jonah, un viejo cabra cabezota, dice que es exactamente el mismo. To le creo. Aunque es distinguido, mientras que las mujeres parecemos sólo viejas." otra carcajada que agotaba a Nicky. "Tu aspecto es maravilloso, Nicky, incluso con esas... ese peinado único. Ha pasado tiempo desde nuestro último cara-a-cara, empezaba a preocuparne. Con ese estilo de vida que llevas."

Nicky suspiró.

("Aquí viene de nuevo...")

-"Mamá, mi estilo de vida no es nada sobre lo que tengas que preocuparte. Suena aburrido comparado con la destrucción de aldeas de campesinos."

-"Es sólo que hablas como tu tío... con el estilo de vida del artista, pensando que está bien simplemente pasar el tiempo. Ya sabes lo que le ocurrió a él."

-"Sí, Mamá," dijo Nicky. "Pero yo no estoy empezando una revolución, exactamente."

-"Ni él lo estaba," dijo su mamá rápidamente. "Él sólo estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado socializado con el tipo equivocado de gente."

-"Ah, venga ya," dijo Nicky, burlándose de la negación de su mamá. "Él trabajaba para la compañía donde encontraron las lanzaderas."

A ella siempre le había divertido la idea de que su Tío Max era parte del grupo insurgente. Incluso habían hecho una película unos años atrás sobre las Palancas Inofensivas.

-"¿En realidad crees...," dijo su mamá empujándola con el dedo, "...que un pariente de tu padre sería parte de un grupo terrorista que destruyó equipo por millones de dólares y puso en peligro cientos de vidas sólo para evitar que levantaran otra valla publicitaria?"

Nicky arqueó una ceja y se encogió de hombros: "Bueno, no era sólo otra valla. Era la Luna."

-"Aún así," dijo Mamá. "Tu..." fue interrumpida por un rugido repentino.

-"Uh oh amigos," dijo un anunciante. "Parece que va a ver un....¡Retumba la Jungla!"

En la sala, un lateral se apartó para revelar una inmensa extensión de sabana. Había una manada de leones descansando a un lado y, aproximándose con paso casual, varios simios grises. Un león rugió de nuevo y un gorila respondió con un osado grito de colmillos.

Una comadreja saltó sobre su mesa. llevaba un casco puntiagudo y un bloc de notas: "Hagan sus apuestas," chillaba por ahí con un grueso puro.
"Dos a uno contra los grises."

-"Ooooh, Me gustan esas apuestas," dijo su mamá. "Pondré $500 en los leones."

La comadreja asintió brevemente y saltó fuera de la mesa.

- "Les queda un minuto," dijo una voz.

-"Oh, Mamá," dijo Nicky llamando su atención. "Mi tiempo se acaba. Tengo que irme."

Ella titubeó. "Pero te vas a perder el show. Es muy bueno...puedes escoger un campeón que cabalga contigo y todo. Ver la pelea desde su perspectiva."

-"La próxima vez, supongo."

-"Se acabó las apuestas, amigos. Para esos con problemas cardíacos se aconseja que... ¡salgan corriendo de aquí!" dijo el anunciante.

Nicky notó que era una pitón que había reptado hasta el pedestal del micrófono. Sintió ganas de ver el comienzo de la pelea pero le preocupaba que si se quedaba por más tiempo, comenzarìan a cobrarle automámticamente. Y eso, simplemente, no iba a suceder..."

Con las manos frente a ella, caminó hacia donde recordaba que estaba la puerta y tanteó hasta encontrar el pomo. Se tropezó con el grupo de bridge al hacerlo y se disculpó. A ellos no pareció importarles.

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Artifacs
21-May-2018, 11:51
(19) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
NonCommercial-ShareAlike License. (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/)
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Nicky (VIII)

A Nicky le alegró ver que Gassy Jack aún reinaba sobre Gastown. La desgastada estatua de plomo la obervó caminar hacia el apartamento de JK. Le impactó lo silencioso que estaba. JK no había mentido sobre la ausencia de construcción.

Llegó hasta su vestíbulo y lo llamó.

- "Hey, Estoy abajo en las escaleras."

-"¡Hey, yo también!" JK entró al vestíbulo cargando una enorme bolsa de harpillería y su bici colgando torpemente del brazo.

-"Mal momento, supongo," dijo Nicky levantando la bici de sus manos.

-"En realidad, un muy buen momento."

Sacó la bolsa de tela a la calle y la apoyó suavemente en el bordillo. Señaló su reloj.

- "Direcciones para las fiestas de esta noche."

-"¿Esta noche?" dijo Nicky. "¡Genial!"

-"Díselo a todos los que conozcas. Yo voy a estar corriendo de aquí para allá preparándolo todo." comprobó su reloj. "Chase se pasará, se supone."

-"¿En coche?" dijo Nicky tratando de ayudar a que JK mirase a la carretera.

-"No sé, por eso llevaré el caballo," dijo señalando la bici. "Mierda, debería llevar...", alzó la vista hacia su apartamento. "No," decidió sonriendo a Nicky levemente. "Perdón, Soy un poco desastre. Siempre un patata antes del estreno. ¿Qué hay de nuevo?"

-"Nada, sólo que pensaba que quería ver el viejo barrio. Es de locos lo silencioso que está."

-"Sip. Sobre todo de noche. Este fue uno de los barrios que se vació del todo." JK se sentó en su bolsa. Llevaba un mono ancho y sus manos estaban marrones de polvo.

-"¿Son esas las semillas?" preguntó ella.

JK le dió un manotazo a la bolsa, asintiendo "Iba a ser mayor, pero hay suficientes."

-"Amigo, has hecho un buen montón." dijo Nicky. "Estoy celosa."

Ella pensó en sus chiripas y las elaboradas formas que había usado para evitar tabajar en ellas ese día.

-"Yo estoy celoso de tí," dijo JK, "Vagando ppr la ciudad. Llevando peinados dulces."

Ambos se rieron por su jerga adolesente.

-"Quiero decir, ¡mírame!" dijo indicando sus manos marrones y aplaudiendo para limpiarlas. "He estado demasiado ocupado para comer, imáginate para vestirme. Ha pasado un buen tiempo desde que caminaba por ahí contemplando a... nadie, como la artista de moda estafadora Truco Nicky."

Nicky sonrió. "Ya. lo sé. Lo he he estado pensando. Es que, no sé, asusta ver a la gente sacar su arte por ahí. Es como si hubiera un enorme vacío entre trabajar en mis chiripas y mostrarlas en algún sitio."

JK asintió. "Es un asunto de equilibrio." miró hacia la carretera empujando las gafas sobre su nariz. "Entre no tener tiempo y tener demasiado. Sólo tienes que trabajar en ello."

Nicky notó una grieta en una de las lentes que no había visto antes pero no le preguntó sobre ello en caso de que lo hubiera hecho èl mismo a conciencia. Miró hacia la carretera en vez de al coche que se aproximaba y JK se levantó. Era un Nissan Piraña, azul y pulcro. Paró delante de ellos. Al menos no era uno de esos estúpidos CocheLocos.

Él sopesó su bolsa: "Muy bien, te veo esta noche. Truco."

La ventana de Chase se volvió transparente y activó el altavoz exterior: "¿Te llevamos a algún sitio, Nicky?"

Ella negó con la cabeza y notó que aún tenía la bici de JK. Levantó la bici interrogativamente.

JK estaba poniendo el saco en el asiento trasero:"Uh, ¿te importa quedarte con ella, Nicky? no quiero joder este tapizado"

-"Voy a tener que cobrarte una tasa de almacén.," dijo con una sonrisa.

-"¡Estupendo!" la saludó y desapareció dentro del coche. "Envíame la factura."

Chase aún estaba esperando por si ella necesitaba un chófer.

- "No, gracias." dijo ella señalando a la bici.

La mirada sorprendida de Chase fue muy satisfactoria.

Ella no pretendía en realidad montar en la bici pero, unos bloques después de calles silenciosas y ligera torpeza la convencieron de era bobo cargarla. La desplegó y, tras un coche que pasaba, se subió encima y pedaleó.

Observó la carretera gris bajo ella, deleitada por la velocidad.

("Al diablo con el TrenCeleste")

Echó la cabeza hacia atrás y sintió el viento golpear, tirando de sus coletas. Oyó que un coche venía tras ella y se echó a un lado para detenerse cuando pasara. Aminoró un poco y pasó. Ella puso mirada inocente mientras se balanceaba de puntillas sobre la bici, consciente de su extravagancia.

("¿Dónde consiguió JK esta cosa, por cierto??

Sintiéndose audaz, decidió correr por Hastings y Main, la ruta más directa a casa. Robó miradas hacia la bici cuando se hizo camino hacia Hastings: ladeando las ruedas elásticamente, un marco plateado oscuro tan convolucionado y fino que la hacía marearse al mirar, dos grandes botones de freno y otros dos bajo ellos.

("Hey, ¿para qué son éstos?")

-"¡Ahhhgg!" gritó el anciano con las manos frente a la cara temiendo que Nicky pasara por encima de su cuerpo de metro y medio.

Apretó los pulgares y oprimió también los misteriosos dos botones...

("no frena no frena empieza a hundirse...")

.. los liberó y la bici...¡dió un salto en el aire!. Voló sobre el anciano, aterrizó más adelante y la entrepierna de Nicky quedó incluso más cerca del duro asiento.

("Ouch ¡joder! Gracias a dios estoy OK ou magullada pero OK"), pensó mientras apretaba los frenos y desmontaba aturdida.

("Qué vergüenza, ¿lo ha visto alguien?")

La calle lateral que mostraba la vista de Hastings tenía algunos sin techo echados aquí y allá.

Nicky miró alrededor y plegó la...

("estúpida trampa mortal de...")

...bici, pero nadie parecía ni ligeramente interesado en ella. Nicky giró hacia Hastings y comprobó la escena. Las había visto peores, una docena de bultos por la calle pero sólo un par de zombies revolviendo por ahí.

("Quizá los más móviles encuentran alguna sombra durante el día...), pensó, pero luego notó que habían desbandado el rebaño.

Había una furgoneta negra con tres o cuatro peesonas fuera de ella.

-"Eric Palmerson, tu deuda a sido comorada por by Sony Holdings Ltd.,", entonaba uno con voz aburrida. "¿Estás por ahí? ¿Puedes pagarla hoy?"

El hombre, presumiblimente Eric, con una triste y asombrada mirada en su cara trató de alejarse caminando pero le frenaron.

-"En ese caso, Sony Holdings Ltd. ha solicitado que sea realicado en una fábrica de su elección hasta que la suma laboral iguale la deuda. Gacias por su cooperación."

Ayudaron a Eric a subir a la parte de atrás de la furgoneta, diciendo algo que Nicky no pudo oir.

Nicky pasó andando y uno de los guardias, la mujer, la miró durante un momento demasiado largo. Nicky se rascó la ceja mostrando su reloj y la mujer buscó a otro candidato.

Justo cuando se relajó, sintió una mano en su hombro.

Las historias que había oído sobre gente solvente que era recogida por gente de seguridad que trataba de llenar sus cuotas le inundaron la mente, la hicieron retroceder, desplegar la bici y ...

-"Nicky, ¿verdad?" el tipo de seguridad se quitó las gafas y sonrió.

-"Sí."

Era aquel tipo del último año en la UBC.

("¿Cuál era su jodido nombre?")

-"Soy John. John Steiner."

-"Oh me acuerdo. ¿Cómo va?" Nicky se sintió estúpida de inmediato por la pregunta automática.

Se encogió de hombros y jugueteó con las gafas.

-"Muy bien, supongo. Esperando poder hacer la mudanza en un par de meses, trabajando hacia eso. Un colega me consiguió este empleo extra, me gustaría irme con un paquete Plata, al menos." '

-"Oh ya," dijo Nicky mitando tras él cuando le dió el pulgar de OK a su coleda. El resto de gente de seguridd estaba levantando un bulto en la calle. "¿Cómo es eso?"

-"Oh, está bien. Buenos días y malos. Los llevan a fábricas en West Indies, precioso clima allí, sin Alerta Gris debido a los sistemas de presión de aire i algo así. Vacaciones pagadas si me lo preguntas."

-"Vacaciones laborales," dijo Nicky.

-"Bueno, exactamente," dijo él sin sarcasmo. "Te hace pensar, Muchos de ellos van allí porque pusieron todos sus huevos en una cesta, hicieron inversiones bobas. Diversifica o muere no es sólo una cita reclamo."

Nicky seguía entre la ansiedad y el menosprecio.

Alguien enfadado le llamó: "Me voy.", dijo torpemente, pero se quedó allí.

En sus ojos, Nicky vió las señales de un intento de invitación a cenar y a una copa, tan claramente como que las nubes se reunen. Ella sonrió y se despidió.

-"Te veo por ahí," dió media vuelta y se alejó caminando. "Buena suerte en Frisco."

* * * * *

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21-May-2018, 11:54
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Doug (VI)

-"No es por que esté siempre allí," dijo Doud metiéndose algunos CacahueteZ más en la boca. "Quiero decir, la oficina va bastante suave sin Harris. Es por lo que representa."

Lauden estaba asintiendo. "Totalmente de acuerdo. Está definitvamente más en Frisco que aquí. Aún así, tiene la sala de juntas pinchada para las reuniones cara a cara, y eso no es barato. Muchas compañías ni siquiera hacen eso."

Terminó su cerveza y señaló a su vaso. El barman asintió casi imperceptiblemente.

-"A mí también," dijo Doud mirando el CacahueteZ en su mano.

("¿Cómo hacen para que la sal se quede pegada?.")

Los cacahuetes que había tenido de niño te dejaban las manos saladas y grasientas durante horas después...

-"¿...no crees?" preguntó Lauden.

-"Perdón, colega, me lo he perdido," dijo Doud culpable.

("Ahí estás, Patterson, ignorando a Lauden otra vez.")

-"Digo que Chan no sabe en lo que se mete,". repitió Lauden.

Llegaron sus cervezas.

- "Que disfruten Coors Bala Plateada," murmuró el barman.

-"Oh. Sí," coincidió Doug. "Cuanto más alto se sube, más dura la caída." hizo una pausa. "Lo sé por experiencia."

Lauden le dió un golpecito en la espalda. Ambos estaban en la barra, así que tenían que mirar el espejo para hacer contacto visual.

-"No es así, Doug. La gente habla pero la mayoría sólo supone que querías salir de la pista rápida. La mayoría de nosotros imaginábamos que te irías hace meses."

Doug percibió que casi había terminado su nueva cerveza.

("Será mejor que vaya despacio.")

No quería acabar llorando en el hombro de Lauden.

-"Ya, bueno. La investigación es mi primer amor, de todos modos. Buen trabajo honesto."

Lo habría rechazado como recolector de datos cinco años atrás pero ahora estaba contento por el suave aterrizaje.

-"Bueno, ya sabes, siempre lo he creìdo." dijo Lauden. "Incluso si el fundidor hace la mayor parte del trabajo."

Doug dió un respingo interior cuando notó que eso era algo que probablemente hubiera dicho él en el pasado. Observó a Lauden, dándole a la cerveza sin parar; ¡nunca lo había conocido por ser tan bebedor!; y miró al letrero del fondo del espejo: Bar y Taverna Coors.

Rascó el fondo del bowl: "¿Puede traer otro bowl de CacahueteZ?" le dijo a la espalda del barman.

Éste pareció considerarlo antes de asentir.

("Dame un respiro, colega. No eres el único que odia su empleo.")

¿Odiaba él su empleo? No estaba seguro. Odiaba su vida en este punto, eso sí lo sabía.

-"Lauden, ¿Amas tu empleo?"

Lauden acabó su cerveza y pidió otra ronda.

-"No. No, No lo amo. Pero no hay trabajo perfecto."

-"No, no hay trabajo perfecto," recordó la investigación que había empezado ese día, cotejando todos los datos conflictivos y cabos sueltos que tenían sobre Los Infiltrados. "¿Crees que Los Infiltrados existen?"

Lauden estaba masticando: "Bueno, no es fácil de saber," dijo cuando tragaba. "Quiero decir, cuando estuve indagando eran aún muy fuertes, con sentido de imagen. Pero eso fue hace seis, siete años. Ahora no se oye mucho sobre ellos."

-"Ya, la puntuación de la lista de cotilleo CHA es de cuatro. Menos de cuatro," dijo Doud. "¿Crees que pueden haber sido asimilados por las compañías para las que trabajaban? ¿Que en vez de ir subterráneos, van por arriba y legales? ¿Porqué habrían permanecido tan callados durante tanto tiempo, entonces?"

Lauden sonrió. "Quizá están planeando algo...", dijo con voz ominosa y alzando una poblada ceja.

Doug bufó por la broma de su colega y miró hacia la puerta meditabundo.

("Debería irme a casa pronto.")

Estaba a punto de mirar hacia otro lado cuando la puerta se abrió y entró una atractiva mujer.

Doug desvió la mirada a pesar de estar deseando que ella se acercase a ellos. Sólo para charlar.

("Podría preguntarle si había oído algo sobre Los Infiltrados. Estaría relacionado con el trabajo."), racionalizó.

Ella se acercó a ellos.

-"Hey Sam, lo siento, llego tarde," dijo ella subiéndose a un taburete con un bonito brinco. Tenìa pelo de ébano con adorno de estrellas y llevaba una bolsa escolar.

("Lauden, serás astuto...")

"No pasa nada... Doug, Cara. Cara, Doug," dijo Lauden reclinándose y presentándoles educadamente. Luego, sacó una grabadora.

-"Bien, ¿qué tienes para mí hoy?"

("Una informadora."), dedujo Doug y quedó decepcionado.

Cara señaló a Doug con una duda en sus...

("adorables.")

...ojos.

-"Es un compañero de la oficina, no hay problema," le dijo Lauden. "¿Has leído ya todo sobre Los Efímeros?" le preguntó a Doug.

-"Sólo por encima," se defendió.

-"Tengo algo realmente bueno hoy," dijo Cara sinceramente emocionada. "Una fiesta. Una fiesta secreta total. Esta noche. Mi amiga Amy también viene," dijo mirando a Doug.

Doug se excusó para ir al baño. Cuando llegó allí, le hizo saber a Cheryl que se quedaría a trabajar hasta tarde esa noche.

("Quizá hasta muy tarde.")

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22-May-2018, 12:43
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Nicky (IX)

Nicky tomó un pellizco de la diminuta caja del sofistócrata. "¡Gracias!"

El chico inclinó su bombín. "El placer es mío. No soy el más complenentario de la dopa para una fiesta como ésta, pero..." se encogió de hombros. "Esnifar es mi vicio."

Nicky respiró en lila, dió un soplido. "Ah, No me importa dejar mi nariz trabajar el doble durante una noche al año," dijo sintiéndose toda alegre.

El chico dió una carcajada. "¿Es ésto un evento anual?"

Ella negó con la cabeza, apenas conectada a su cuerpo con todas la dopa. Miró al remolino de gente, moviendo la mano con la corriente.

-"Es maravilloso, lo que quiera que sea eso," dijo el chico notando que no recibiría respuesta. "Los patricinadores están milagrosamente refrenados...ni siquiera hay vendedores aquí. Estuve en una fiesta de MAC la noche pasada...era tan grosera."

-"¿Tú fuiste a una fiesta de MAC?" dijo Nicky incrédula.

-"Mis amigos insistieron," dijo tirando del cuello de su camisa. "Y yo trato de mantener una mente abierta. Pero tenían modelos merodeando a la audiencia, besando a gente al azar... sólo para exhibir el lápiz de labios. Era terrorífico."

Nicky rompió a reir, imaginando al pobre sofistócrata manchado de carmín. Captó un nuevo aroma. "Oh, wow, ¿rosas?" Miró por el enorme hangar y vió un círculo de gente en torno a una cama de rosas creciendo rápidamente. JK estaba alejándose orgullosamente de allí con sus bolsas de trucos colgando de sus hombros. "¡Seguid regando!" gritó a la gente de la cama de rosas.

-"Él es el patrocinador," le dijo al sofistócrata.

JK captó su mirada y fue hacia ella. "¡Truco!" dijo sofocándola contra una bolsa que olía a tierra cuando la abrazó. "Así que has encontrado nuestras guarida secreta."

-"Sip, es un lugar excelente para ella. ¿Fue cara de alquilar?"

-"Mi colega Simon la encontró... cree que es un viejo hangar de aeropuerto... pero yo creo que aquí han cultivado hierba alguna vez porque el suelo es muy bueno"

-"¡Sólo espero que no llueva!" dijo el sofistócrata, señalando el techo con su paraguas.

-"¡Sólo espero que llueva!" dijo JK alzando tanto las cejas que hizo reir a Nicky. "Gira de mi siguiente actuación. Hablamos luego." se alejó andando, metiendo su mano en uno de sus saquitos.

-"Sabéis..." gritó JK a todos "creo que es hora de... ¡florecimiento naranja!"

Hubo un barullo de aplausos emocionados cuando JK empezó a esparcir semillas frente a él. Luego, caminó sobre ellas para enterrarlas en el suelo e indicó a la gente que le seguiera en su viaje en espiral. Ocho o nueve personas se unieron con jarras de plástico, aplaudiendo a ritmo todos juntos.

Nicky y el sofistócrata se quedaron atrás, en la periferia del círculo. "Parece que saben lo que hacer," dijo él.

Al alejarse, Nicky chocó con alguien detrás de ella.

-"Lo siento, whoa," dijo un tipo melenudo que dejó lo que estaba haciendo para mirar la fila de conga de los plantadores de semillas.

Nicky pensó que uno o dos de ellos le eran familiares, especialmente el tipo con el pañuelo en la xabeza.

("¿Estuvo él en algún show de arte?")

Cuando JK llegó al centro del círculo, lanzó un puñado de semillas en el aire y la fila de conga se dispersó hacia el perímetro, donde algunos brotes ya comenzaban a desplegarse.

Luego, JK dijo con voz de escenario: "¡Parece que está a punto de llover!"

Todo aquél que tenía jarra empezó a verter agua. Nicky se echó hacia adelante para echar un poco de su botella. Las plantas nacían allí donde el agua caía, prácticamente, crepitando de energía. JK se frotó la barbilla con satisfacción y se perdió entre la gente.

-"¡Qué cámisa más ñam!" dijo el tipo melenudo, sus labios aplastaban algo de chicle al tiempo que mostaban una sonrisa. "¿Dónde la conseguiste?"

Las flores naranja restallaron abriéndose plante una multitud extasiada.

-"Wow"

- "¡Aroma!" gritó alguien y se oyeron risitas.

Nicky miró a su camisa para recordar. Era rosa y mostraba a un mono tratando de sacudirse de encima una doble hélice que tenía pegada a los los dedos. "Es un diseño antiguo del ¿2010?, Olvidé dónde. La radié yo misma."

Los tipos la miraron durante algunos segundos más de los necesario y ella recordó porqué había considerado radiar el dibujo en la espalda.

-"¿Quieres chicle?" preguntó el melenudo ofreciéndole un paquete abierto de Zumba Cuerpo.

-"Claro," dijo Nicky cogiendo uno de anacardo.

Mientras lo hacía, alguien gritó ";¡Swuuus!" y un objeto negro giró en el aire. Melenudo saltó para cogerlo.

Nicky vió difícil seguir hablando con el sofistócrata, distraído por los saltitos de Melenudo. Un lanzamiento enérgico que mandó el swuus de vuelta a su compañero había revelado parte de su estómago musculoso.

-"¡Nike!" llamó cuando se arqueaba hacia su amigo.

("Delgado, enérgico y no del todo un desastre."

-"¡Swuuss!" dijo su amigo dando una patada de espaldas.

Nicky recordó haber leído un artículo sobre cómo los practicantes de swuus podían hacer bastante el indio ellos solos si eran lo bastante buenos para atraer a una multitud.

("Ayuda si son un par de tíos buenos.") pensó Nicky notando el gran número de chicas que estaban observándoles.

-"Nunca he sido de juegos," dijo el sofistócrata esnifando.

-"¿Ni siquiera los mentales?" dijo Nicky notando que lo había dicho gritando.

Se rió para cubrir su embarazo y el sentimiento de la risa recorriendo de su cuerpo fue delicioso.

("Oh dios, necesito una cita.")

-"Hey, es la chica científica." dijo una figura oscura cuando pasaba al lado de ella.

Llevaba sus rastas atadas en un pañuelo pero, cuando sonrió, ella le reconoció incluso sin la barba. Él llevaba una botella de vino abierta y tenía el corcho en la mano.

-"Hey, ¡calaveras en tus dientes! Te conocí en el patio de los trenes!" ella le golpeó en el brazo.

-"Wow," dijo él, "Eso suena a una canción." se quedó mirándola un segundo y luego la cogió del brazo. "Tengo que enseñarte algo," dijo guiándola lejos de allí.

Nicky le siguió entre tropiezos y miró atrás con una sonrisa de disculpa pero el sofistócrata ya se había girado. Ella casi podía oirle esnifar.

("Calaveras en tus dientes, ciertamente.")

-"Este es el lugar más genial en la historia de los lugares geniales,". declaró él mienteas caminaba por el hangar entre grupos de gente y flora alboratada.

Ella cogió la botella de vino y dió un trago.

-"¿Y tú lo encontraste?"

Él la miró y sonrió. "Sí, justo unos días después de conocerte. André y yo estábamos... te dije que estaría aquí porque las cosas científicas suceden aquí, ¿cierto?"

-"Tú no me dijiste nada de eso," dijo Nicky.

Ahora estaban subiendo las escaleras del extremo del edificio donde había una segunda planta.

-"Gran simposium aquí en verano. Muuuuy grande. Cuidado con los escalones."

-"¿Tú eres científico?" preguntó tropezando y sujetándose en su hombro.

Tuvo que apretarse a él para dejar pasar a dos chicas que bajaban. Una de ellas llevaba pantalones de púrpura chillón que atraía las miradas como moscas, en parte debido al modo en que su ropa interior metálica mantenía sus partes separadas.

-"Ese atuendo se lleva mucho en Detroit," dijo él.

-"¿Cuándo has estado en Detroit?"

-"La semana pasada...dos semanas pasadas, supongo."

Llegaron al segundo piso. La gente estaba sentada en grupos aquí y allá.

- "Al final escapé de la Ciudad del Motor."

-"Y ahora estás aquí explorando lugares para sinfonías aromáticas," dijo Nicky. "Buena vida."

-"Bueno, sólo pasó que me encontré con este sitio, en realidad, no estaba buscándolo. Andre y yo acampamos aquí... el patio ferroviario estaba un poco expuesto... y nadie vino a echarnos, así que..." se encogió de hombros y extendió las manos en expansivo gesto, presentando la fiesta.

La vista desde el saliente del segundo piso era fenomenal, diferente: círculos de plantas de diferentes tamaños en varios estados de florecimiento y decadencia, la gente reunida alrededor de ellos. Desde este lugar privilegiado, a Nicky le parecieron células. Se sentó en el borde roto del suelo, balanceando las piernas a punto de perder una sandalia. Cuando se apretaba la sandalia alguien le dió un toque en el hombro.

Se giró y vió a Simon: "Tú, malvado."
Él se sentó a su lado y élla cogió su pañuelo y le susurró: "No has alquilado este sitio."

Su sonrisa calavera parecía demasiado apropiada ahora. Ella imaginó lo que pasaría si el equipo de seguridad del dueño apareciera ahora mismo.

("Sería una masacre, como en esos documentales sobre los años '20s...")

-"No te preocupes," dijo él apoyando una mano en su hombro. "Quien sea el dueño de este edificio está en Frisco ahora mismo, ocupado en vivir en la nueva frontera. Ni siquiera se molestó en poner cerradura en la puerta. Si no compró una, ¿contrataría acaso un equipo de seguridad?"

Este argumento tranquilizó a Nicky pero aún estaba enfadada.

("¿Cuánta gente estaría aquí si supieran la verdad?")

Imaginó el piso de abajo entero entrando en pánico, gritando en estampida hacia la salida...

("¡Jesús! ¡Qué jodidos irresponsables!)

Se giró hacia la otra persona en su otro lado, ignorando a Simon. Era un tipo muy bebido pero de aspecto afable, un poco mayor que el resto del grupo.

Él se encontró con la mirada de Nicky: "Estaba pensando en que me gustaría hacer un viaje a las montañas," dijo todo de una vez e indicando con la cabeza en dirección a ellas. Estaba demasiado oscuro para verlas pero las líneas de las luces de los ascensores celestes se veían con claridad. "¿Has estado tú allí arriba en las montañas?"

Ella asintió, observando el semblante serio del tipo: estaba quedándose sin pelo y el fino bigotillo le recordaba a alguien de alguna película antigua.

-"Son bonitas," dijo él meciendo la cabeza de nuevo hacia ellas. "¿Son bonitas?"

Ella pensó en su viaje de ski: su papá flirteando con la instructora, los calambres dolorosos de su periodo, partes frondosas entre la nieve falsa. "Ví un ciervo," mintió ella, "Tenía una barbita blanca, justo aquí," dijo señalando su propia barbilla.

-"Ja ja," él dió una carcajada. "Como una barbita." Se tocó su propia barbilla.

Ella se rió también. Miró a su otro lado pero Simon se había ido dejando el vino allí. Ella se hizo con la botella.

-"¿Qué piensas de mi pelo," dijo tocándose la cabeza.

Nicky le observó, el vino la hacía intrépida. "Está más o menos limpio." decidió. "Combina con tu cara y el bigote y demás."

-"Chan no sabe de lo que habla, ¿verdad?" Al ver la mirada de duda de Nicky, elaboró: "El tipo del trabajo. Cree que parezco un...perdedor. Que debería arreglármelo."

-"Ah, entonces Chan está lleno de mierda," dijo ella.

Cuando terminaron de reirse, él se miró el traje arrugado y un ave de resignación se posó lentamente sobre sus hombros.

Allí abajo, cerca de uno de los círculos, ella vió a Simon hablando con JK, que estaba cavando laboriosamente. También había una chica con ellos y estaban mirando hacia arriba al segundo piso. La chica señaló en la dirección de
Nicky y Simon miró y asintió.

Nicky miró para otro lado, un poco alarmada por la atención. Luego, el hombre a su lado saludó: "Mi amiguita.", susurró.

-"Ah," dijo ella.

Dió un trago de vino, el envoltorio plateado le raspaba el labio y captó el aroma de las plantas de abajo.

- "Mmm, ¿es eso romero?"

La aquilina nariz del hombre cosquilleó pero no dijo nada. Ella le ofreció la botella. Él negó con la cabeza en la forma convulsiva del que muestra que el cuerpo sabe cuando demasiado es demasiado.

Segundos después, habló: "Una experiencia sensorial compartida es parte integral de una fiesta o reunión. La mayoría de las subculturas usan müsica pero los Efimeralistas usan una selección de plantas para crear una atmósfera con el sentido del olfato."

Nicky, sorprendida, se inclinó por encima para ver si estaba hablando con alguien al lado de él. No había nadie. Sintió que le quitaban la botella.

-"¡Eh, no!"

-"Heno es para los caballos," dijo Simon. "¿Aún no ha reventado la fiesta la seguridad?"

-"Ja," dijo ella pero no pudo evitar devolverle la sonrisa. Él despedía un vago olor a algo.

("¿Aceite, almizcle?")

-"¿Cómo conociste a JK?" demandó ella. "Sr. Detroit."

-"Por correspondencia desde hace mucho tiempo," dijo entregándole la botella, la barbilla le goteaba de rojo. "Por correo." Se sentó en su sitio de costumbre que estaba libre. El tipo calvo había desaparecido.

"¿Cartas? ¿Porqué ... "

-"Cartas no, objetos. Veamos... me envió un boli con una chica desnuda. Yo le respondí un copete de piña. Me envió el boceto de una lata con el interior por fuera, le envié una reina de un ajedréz tallada en hielo."

-"Tuve uno de esos una vez." dijo Nicky. "No duran mucho."

-"Dudo que ésta tampoco. Tendría que preguntarle qué recibió."

-"Sigue."

-"OK. Le envié el redrojo de la litera, me envió... no me acuerdo...
no, fue una recibo de 2036."

-"No enviábais antigüedades, definitivamente," dijo Nicky.
"Esto no es algún club de marchantes"

-"No, sólo eran cosas," dijo Simon. "Lo siguiente que envié fue una partícula subatómica...JK dijo que nunca le llegó..."

-"¡Ja!" dijo Nicky.

Miró hacia la fiesta de abajo, buscando a los practicantes de swuus.

("Deben de haberse ido. Demasiado.oscuro, de todos modos. Demasiada gente que comprobar.")

-"...y él me envió una caja vacía con algo invisible dentro."

-"Vaya par de bufones vosotros dos."

-"A nuestro pequeño modo. Luego..."

-"Le enviaste hojas de té, para 'T', pero no por correo," dijo ella, sacándose el chicle insípido.

Sus cejas se dispararon: "¡Cierto! ¿Cómo lo has...". Notó que ella buscaba algún sitio donde dejar el chicle y él extendió la palma de su mano. Ella lo dejó allí antes de que cambiara de idea. Él se metió el chicle en la boca tanquilamente.

-"¡Eeeeerrrg!" dijo ella, balanceando las piernas en desagradable deleite.

Él se encogió de hombros.

-"Ni siquiera tiene sabor," dijo ella terminando el vino.

-"Oh, tiene sabor," dijo con una enorme sonrisa. "Sabe a vino. Y al interior de tu boca."

Ella soltó una risita.

-"Pero sólo hay un modo seguro de saberlo," dijo él inclinándose y dándole un beso.

Nicky suspiró, feliz, pero sin querer que la situación degenerase en una sesión de besos hacia-ninguna-parte y le interrumpió.

-"Consíguenos más vino," dijo ella, deshaciéndose de uno de sus temores. "O algo."

-"Muy bien," dijo saltando sobre sus pies.

Llevaba zapatos de aspecto industrial.

("¿Qué hacía él por dinero, por cierto? No enviaba mierda por correo por nada...)


Nicky miró alrededor pensando que este evento no había costado nada. Sonrió al ver a Simon tropezar bajando las escaleras, caminó hacia JK y Nicky murmuró, "No, no lleva dopa. Aparte de la que parece que su cerebro crea por sí solo todo el tiempo..."

Deseó no haber usado toda el agua en las plantas. Ahora su boca estaba seca. Buscó en torno suyo presas fáciles. No quería levantarse y perder el sitio o su pañuelo.

Simon estaba asintiendo a JK y caminaban hacia una esquina del hangar donde la gente llevaba palos negros de algún tipo.
Descubrió a Andre con cara casi invisible en la creciente oscuridad. Estaba saludando a Simon.

-"Sí, bueno, claro que la mayoría de mi gente ya está por allí..."

Nicky volvió hacia atrás la cabeza ante la voz familiar: era el sofistócrata.

-"¿Conseguiste subir, ¿eh?" dijo ella con ganas de hablar.

-"Hey Nicky," dijo Chase, que era el que hablaba con el sofistócrata. "George y yo estábamos hablando de los amigos que se han ido a Frisco."

Se agachó en lo que Nicky había empezado a pensar como el lugar de Simon. Llevaba canisa rojo brillante y un pañuelo amarillo en su pelo que le daban un aspecto más joven.

-"Yo diría que tengo 50... mitad arriba y abajo."

-"¿Tantos aquí?" dijo George el sofistócrata que no se dignó a sentarse. Sólo se plantaba allí apoyando las manos en el mango del paraguas. "Me siento prácticamente varado. Cada llamada que recibo es de un nuevo fabuloso club o restaurante que se siente obligado a invitarme a la inauguración."

Ella miró a Chase para ver que él esperaba sus números. "Perdí muchos amigos cuando me metí en genética,"
dijo Nicky sorprendida de que aún hubiera amargura en su voz después de tantos años y con su actual buen humor. "Pensé que estaba perdiendo el tiempo. Así que, estar aquí es sólo lo último de una serie de decisiones impopulares."

-"La mayoría de tus amigos están aquí, entonces," dijo Chase.

Se encogió de hombros y asintió. Nicky recordó el tiempo que Chase había estado en Frisco...o como lo llamaban antes de que el consorcio Usted lo controlara.

-"Alguno de tus amigos quedó atrapado?".

Chase estaba asintiendo. "Sí, bastantes murieron en el Quake II. Sus cuerpos fueron destruídos. Alguna genté pensó que ese fue el punto de giro hacia el Frisco actual. Mucha gente con talento que había ido para una liberación temporal de codigo se quedó allí para siempre."

-"Varado para siempre. Señor mío," exhaló George.

Chase se encogió de hombros. "Na. A la mayoría no le importa. Son frikis del código, recuerda. Eventualmente se habrían quedado de todos modos.."

-"Tú no," dijo Nicky.

-"Ya. Raro, ¿no? Por eso volví, ¿recuerdas que te conté sobre el Pabellón de Ciencia? Sólo fue un día o así."

-"¿Y?" dijo Nicky.

-"Y... fue extraño. Estar rodeado de gente que me consideraba su amigo. Tratar de averiguar qué cuerpos habían muerto era diferente debido a eso, o debido a que el tiempo había pasado. Se quejaban de Usted, mayormente. Sobre el modo en que las cosas se habían vuelto más restrictivas...pero también se quejaban de todos los recién llegados y cómo ellos diluían las comunidades que habían tenido...Me dijeron tres personas de San Francisco que odiaban el nombre Frisco. Era difícil saber si estaban genuínamente descontentos o sólo siendo elitistas."

Nicky se resistió a darle a George una mirada mordaz: "Bueno, al menos son codificadores. No perdían el tiempo aprendiendo habilidades obsoletas como la ingeniería genética."

-"El aprendizaje nunca es una pérdida de tiempo, incluso en ciencia considerada arcaica," George lo pronunció de una manera que habría sido irritante si no fuese por que él ya no tenía 20 años.
-"Aunque la genética hoy por hoy es un poco como saber caligrafía después de Gutenberg."

-"Entiendo que tus pequeñas criaturas son, en realidad, muy buenas," dijo Chase. "JK me dijo que debería haberte pedido que trajeses alguna contigo, ya sabes, como parte de ésto."

-¿Él dijo eso?" dijo Nicky con asombro, terror y deleite en colisión dentro de ella.

-"¡Sí!" dijo Chase, riendo. "De camino en el coche."

-"¿Qué planean ahora?" se inclinó hacia adelante sobre su paraguas, mirando con sonrisa de interés la acción de debajo.

Los palos resultaron ser antorchas y pronto todas las esquinas estaban vibrando con luz. JK aún estaba trabajando en el centro y Nicky observó su figura, la sensación de aturdimiento empezaba a derretirse.

Ella nunca lo había pensado... era estúpido, en verdad, pero no lo había hecho...quizá este entorno era el lugar perfecto para sus chiripas. Podían correr por ahí, sorprendiendo a la gente con sus rarezas, impresionando a un par de personas que notaran su temática común...

("Wow.")

Quiso preguntar a Chase lo que JK había dicho exactamente pero se sintió culpable por ello.

Chase se puso la mano en la cabeza y Nicky notó la primera gota. Oyó quejidos y jadeos en torno suyo, el sonido de golpe del paraguas de George y escaneó a la gente buscando a JK.

("Estará decepcionado, o bueno, ha sido divertido...")

Lo encontró cerca de una antorcha con su gran cara inclinada hacia la lluvia. Segundos después, ella vió porqué. Por todo el hangar crecían plantas. Y si subían rápido antes, ahora subían furiosas.

Una chica gritó cuando una rama se enrolló en su pierna pero su amiga la desenganchó y ambas se pusieron a reir hasta que la siguiente rama exprimiera otro grito.
Nicky pensaba que era la chica de los pantalones chillones.

("Demasiada moda para tanto equilibrio...")

El aire sabía rico y dulve y el suelo estaba cubierto de verde.

-"Tendremos algunos problemas para salir de aquí," apuntó George.

-"¿Se ha convertido esa cosa en una porción de hierba?" preguntó Chase,
asintiendo al paraguas.

-"Un machete sería ahora estupendo." dijo George.

Nicky se carcajeó, le imaginó dando cortes con ojos ausentes.

("Traerá uno la próxima vez, no hay duda")

Simon apareció a la vista, parecía empapado por dos personas, su pañuelo había desaparecido y su pelo se pegaba en todo lo que tocaba.

Ella le hacía el gesto de: vamos, venga.

-"¿Qué?" dijo ella.

Él saltaba arriba y abajo. Se levantó y se despidió de Chase y George.

"¿Qué?" repitió, pero él la cogió del brazo y la guió escaleras abajo.

Abajo en el suelo era como un bosque, barro y matería de plantas formándose en el suelo. Simon, daba patadas a botellas de agua vacías por el camino. Dió con ella unos cuantos giros hasta que llegaron al trozo en el centro.

JK estaba allí arrodillado y apoyado con las palmas, sonriendo extasiado y la boca y dientes manchados de rojo. Se limpió la mano en el mono. "¡Funcionó, Truco!"

Nicky miró en torno al resto de bocas, bocas rojas y sonrientes.

("¿Qué demonios...?

Por detrás, Simon le empujó en la boca algo gande y velloso. Antes de que ella pudiera sacarlo, el zumo se derramó por su garganta.

("¡Fresas!)

Masticó y tragó.

-"¡Ñam!"

Simon se tomó tiempo para comer y ofrecerle una para que elegir. Ella sacó una de la rama y la terminó en.dos mordiscos. Empezó a buscar por el arbusto para recoger para ella misma, vió salir una de un brote verde y movió la mano hacia ella.

Simon la cogió por las muñecas: "Demasiado verde. Espera, espera, espera," decía mientras maduraba más y más. Ella luchaba hasta que le dió un codazo y él la soltó. "¡OK!"

Su mano se disparó y la cogió, pero antes de meterla en la boca supo que ya se había puesto mala. Se giró y la lanzó a la boca de Simon. Él masticó, con decisión al principio y obligación poco después. La tragó haciendo un esfuerzo titánico: "Perfecta en su punto."

Nicky estaba buscando por la mata, consciente de las otras manos por todos lados.

("Suerte que Simon me ha dado la pista antes.")

Él se puso a recoger a su lado y ella le dió un golpe de cadera sonriendo. Encontró otra, una pequeña con una forma adorable. La lluvia caía fuerte ahora, lavando el zumo de su cara hacia su camisa. Le alegró que fuese rosa.

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22-May-2018, 17:11
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Doug (VII)

Tras ser esposado y vendado, Doug iba a la deriva. Estaba exhausto...
(...)

-"Te estás ablandando, mierda inútil," dijo ella.

("Llévalo con calma.")

-"Perdón."

-"¿Perdón... qué?"

-"Perdón... ama."

-"Eso está mejor, gusano llorón," dijo ella azotándole el pecho.

(Ouch. Joder)

Doug cerró los ojos bajo la venda y trató de averiguar porqué las bonitas bromas estándar sonaban como insultos. Siempre le habían parecido como algo poco divertido y esteriotipado, sólo charla dura sexual. Pero solía excitarle ver a Cheryl tan agresiva, tan diferente de su yo normal.

(...)

Escuchó a Cheryl rebuscar en su caja de juguetes pensando sobre lo ocurrido dos navidades atrás cuando él le había regalado su kit de iniciación.

En una reunión de personal, Doug había estado anunciando a campana que aún tenía que hacer la compra del regalo para Cheryl y Lauden había sugerido una marca japonesa llamada DominaTrix Aplenty por su buen precio y construcción. Un poco esteriotipado, supuso Doug, pero, qué demonios. Al fín, resultó que ella le había regalado La Guía Completa del Último Idiota. No fue una coincidencia tan enorme, supuso, S/M estaba en alza ese año con el estreno de aquella película. Pero, maldición, ¿acaso le hizo todo aquello parecer alguna vez ser el mejor de los maridos?.

Incluso aunque el juego era bastante suave, a Doug le divertía ver a su esposa en una buena sesión de látigo. Pero los últimos tres meses había sido diferente. Él lo sentía más personal, de algún modo. Cuando le llamaba cosas, él pensaba sobre su chapuza financiera y se preguntaba si aquellos nombres no serían precisos, en realidad. Cuando habìa estado en la cima de la agencia, la idea de ser tratado como esclavo era divertida, incluso seductora en su novedad. Pero él ya no estaba en la cima de la agencia.

(...)

De pronto, sintió moverse la cama cuando ella cambió de posición. Luego sintió un toque en la espalda.

(...)

-"¿Qué... qué es ésto?" dijo Cheryl calladamente, su voz era agitada y fuera del papel.

-"¿qué es qué... Cheryl...Ama?"

Ella estaba frotando un punto en su espalda. "¿Es un...tatuaje? ¿Un logo? ¿Qué... qué es ésto, Doug?"

Oir su nombre implicaba que el juego se había terminado.

-"No lo sé."

-"¿Qué quieres decir con No lo sé?" su voz era de frenético disgusto. "¿No pensabas que lo vería?"

-"Yo, honestanente; no sé de lo que..."

-"Oh, Doug," dijo ella con grave decepción.

Se levantó de la cama. (...)

-"¿Me dirás, al menos, lo que es?" preguntó Doug.

Cheryl hizo un sonido denotando molestia cuando salió del dormitorio.
Doug se dió la vuelta y trató de quitarse la venda con los pulgares.

("Demasiado apretado. Mierda. ¿Qué es lo que hay en mi espalda? Ella había dicho logo. ¿Era éso lo que era?")

Doug recordó, unos pocos años atrás, cuando Cheryl había sugerido que se hicieran logos cada uno por su aniversario. Había visto un episodio de Oprah sobre ello y pensó que sería romántico. Aunque a Doug no le entusiasmó la idea pues recordaba a alguien hablar sobre alguien que se había hecho uno con el nombre mal escrito. Y, a diferencia de un tatuaje, esas cosas eran permanentes.
Por supuesto, él sabía cuándo había ocurrido lo que fuera que era: esa noche en la que él, Lauden y esa chica habían ido a esa fiesta.

-"¿Cariño?" llamó. ¿Qué hora es?

Quizá estaba sirviendo el desayuno. Podía oir voces... Olivia se había levantado. Confió en que Cheryl le diría que no entrase. No sería la primera vez que ella veía a su Papi atado hasta arriba, pero no se sentía con ganas de dar largas explicaciones antes de tomar café.

Quizá pudiera llamar a Lauden y preguntarle lo que habìa ocurrido.
Recordaba que, después de salir del Coors, habían ido al Pilar. Recordaba que la chica quedó impresionada con la comida; pero probablemente, era fácilmente impresionable. Bueno, ciertamente lo era, pues se había reído mucho con los chistes de Doug.

Su reloj sonó. Cheryl respondió.

("¡Otro chico de los envíos!. Dios la maldiga. ¡¿El desayuno también?!"), Doug echaba humo.

Pero luego, recordó con culpabilidad cómo había luchado contra Lauden por la cuenta del Pilar. Por no mencionar su insistencia en comprar algo de dopa antes de ir a la fiesta. La cerveza y la belleza siempre le convertían en un derrochador.

Tras la dopa, los recuerdos de esa noche se interrumpían en diminutas secuencias. Lauden en el taxi, despidiéndose con la mano de él y la chica; La chica caminando por la cerretera con él hacia un extraño lugar; Él contándole a ella lo precioso que era su pelo...

("Oh dios ¿se había acostado con ella?")

...La fiesta misma y él, de pie, inmóvil en el remolino de todo tipo de rarezas y césped, observando crecer esa cosa planta mural, inhalando el humo de algo...

La puerta del dormitorio se abrió y se cerró. Aguardó a que Cheryl dijera algo pero sólo la oía vestirse. Al fín, ella dijo: "¿Estás dormido?"

-"No."

-"Eso es un cambio," dijo ella tratando de sonar leve pero sonando amargada.

Doug oyó el tintineo de llaves.

-"¿Sabes, Doug?," dijo Cheryl mientras le liberaba, distinguiendo las palabras. "He tenido ofertas."

Sus manos cayeron y él las dejó caer.
("¿Ofertas de empleo?")

Se obligó a respirar.

("¿Y si quería ahora irse a buscar un empleo en Frisco?")

Siempre habían querido ir como una familia pero Doug sabía que estaba ansiosa por volver a la fuerza laboral...

("¿Y si quería ahora el dinero para mejorarse?")

Se alborotó frenéticamente en busca de una excusa. Tiró de la venda y cerró los ojos, cegado por la brillante luz matinal.

Cheryl, totalmente vestida, estaba lanzando las esposas en la caja de juguetes.

-"Tienes suerte de que fuera un idiota," dijo ella, su cara estaba compuesta de tristeza.

Cerró la caja de juguetes y la empujó fuera de la vista.

("Oh. ESE tipo de oferta.")

La miró a la cara, no sabía qué decir. Suspiró otra vez.

-"Oh, deja esa mierda," dijo Cheryl saliendo de la habitación.

Se levantó, frotándose ausente sus muñecas magulladas y dió pasitos hacia el cuarto de baño. Se giró y miró su espalda para ver sobre lo que trataba todo el jaleo. Tuvo que ponerse de puntillas para hacerlo.

Era un pequeño círculo con una "i" dentro de èl. Le llevó unos segundos relacionarlo como la etiqueta de Los Infiltrados. Lo frotó...era un tatuaje. Probablemente radiado cuando estuvo distraído en la fiesta.
Levantó la tapa y orinó. Trató de recomponer sus recuerdos de la fiesta pero todo lo que tenía eran fragmentos. Podía visualizar el edificio en el que estuvo: el techo mayormente destruído y las estrellas. El suelo cubierto de tierra.

("O la habían llevado dentro o habían quitado el suelo.")

También había algún tipo de música pero no podía recordar de dónde venía, si era la gente la que la hacía o qué...

("¡Y los humos!")

El incienso estaba por todos lados pero no picaba ni ahogaba...justo lo contrario, hacía sentir sus pulmones infinitos, como si pudiera respirar ese aire frío y delicioso para siempre.

Mientras el agua bajaba en espiral por la taza, recordó la planta mural. Sólo podía verse de lejos, no tenía sentido de cerca. Tenías que ir hasta una plataforma superior alejada y, entonces, se podía ver el diseño espiral.

Había pensado que, quizá, si encontraba un lugar lo bastante alto, podría ver los esquemas de su vida.

* * * * *

Doug daba animados pasos por el centro comercial tratando de no arrastrar a Olivia.

-"Vamos, chica," dijo, "Tenemos que ir con mamá dentro de una hora."

-"Eso es mucho tiempo," se quejó Olivia tratando de parar en una ventana que mostraba la última banda del chico, vestida a cuadros. Uno de los miembros estaba burlándose de la audiencia con la lengua fuera y Doug frunció el ceño.

("Encantador."), pensó notando que su irritación paternal implicaba que la agencia que reunió a Pole Position habìa hecho bien su trabajo.

-"Habrá tiempo para comprar ventanas después de que Papi haya hecho lo que tiene que hacer." prometió jovialmente.

Escaneó los nombres de la tiendas, vió uno que parecía prometedor: Logo XXX.

Se paró en la pantalla, Marca Prometedora, Obra de Piel,
Musculado, Bod Mods de Todas Clases, y tras unos segundos, una rubia alta vestida con una bata caminó por dentro de la pantalla.

- "Hola ahí," dijo el holograma desatándose el cinturón, "Acabo de terminar un trabajo en Logo XXX que me moría por enseñarte..."

Siguieron caminando. No hizo lista específica de lo que él necesitaba y parecía que iba plantear todo tipo de preguntas en la mente de nueve años de Olivia. Un segundo después: "¿Papi?"

-"¿Si, Oliviaceite?" dijo él deseando que no hubieran parado.

-"¿Cuándo nos vamos a Frisco?"

-"¿Porqué lo preguntas?" dijo tratando de mantener la agudeza de su voz, deseando que hubiera sido una inocente pregunta sobre sexo.

Llegaron a un escalador.

("Vamos, está aquí, en algún lugar...")

-"Porque Savana, la nueva, se fue hace unos dìas. Tiene tanta suerte. Mi escuela es tan cutre."

("Cutre es todo lo que puedo permitirme, mi dulce niñita.")

El escalador se movía despacio pero Doug no tenía energía para andar. Evitando los ojos de Olivia, encontró la tienda que estaba buscando.

-"Allí está," dijo Doud señalando.

Olivia giró la cabeza. "¿Dónde?"

La pantalla de la ventana del Dr. Bodmodz era comparativamente austera, más como de hospital que de lupanar. El interior no había cambiado mucho desde que había estado aquí con los amigos unos veinte años atrás.

("Jesús.")

La recepcionista se apoyaba en el marco de la puerta. Era una señora en sus últimos sesenta con un corte de pelo conservador. A Doug le alegró: siempre se sentía bobo al discutir estas cosas con alguien más joven que él.

-"Uh, hola," le dijo a la señora de sólidos ojos negros pero con sonrisa de bienvenida. "Me gustaría quitarme un tatuaje."

Ella asintió y Doug apreció sus maneras profesionales.

("Nada de sarcasmo aquí.")

-"Puede usar la cabina uno. ¿Y para la señorita?"

Olivia soltó una risilla pero era demasiado tímida para responderle a la mujer.

-"Papi, ¿puedo hacerme un tatuaje?" susurró ella.

-"Claro, cariño," dijo él contento de que ella estaría ocupada.

Antes de entrar en la cabina, miró a su carita de satisfacción: "¡Pero nada de implantes!"

Ella negó con la cabeza y sus rizos rubios se balancearon. La señora le estaba mostrando cómo elegir un dibujo.

Doug cerró y atrancó la cabina. Una caricatura de un amiguito redondo con esmoquin apareció: "Hola, Soy el Doctor... "

-"Quitar tatuaje," dijo Doud para ver si podía saltarse la introducción. El dibujo gorjeó: "¡No hay problema! Ppr favor, muestre el área el tatuaje." Doug lo hizo.

Un rayo de luz escaneó rápidamente su cuerpo y proyectó una imagen ampliada del tatuaje.

("Ojalá que Lauden haya venido a la fiesta. Podría preguntarle lo que pasó.")

-"Diagnóstico: tratar este tatuaje costará $130.54 y llevará menos de un segundo. Debe saber que el tatuaje, en realidad, no desaparece. El área es radiada con el mismo.color qie su piel circundante. ¿Desea la operación?"

("Debo de haber balbuceado algo sobre mi misión de Los Infiltrados y algún chico pensó que sería divertido etiquetarme una i dentro del círculo. Sí."), pensó entrecerrando los ojos para ver la imagen ampliada.

("Incluso es borrosa...lo hizo con algún chisme barato portátil.")

Justo cuando empezaba a sentirse mejor, notó que era borrosa de forma extrañamente regular.

-"Amplía imagen al 500%," dijo.

Ahora la imagen ocupaba la mayor parte del muro de la cabina y estaba claramente hecha con números y letras, tan densamente empaquetados, que semejaban una imagen sólida.

("Santo dios, ¿qué demonios es ésto?").

Se quedó de pie allí durante un segundo.

El doctor de dibujos empezó a dar golpecitos en el suelo con el pie: "¿Y bien?"

En un soplo de inspiración, usó su reloj para escanear la imagen.

- "Esta imagen parece ser un archivo encriptado. Desencriptando...", dijo el reloj.

-"Tengo otros pacientes, ¿sabe?," dijo el doctor, irritado "Y, francamente, estoy perdiendo mi.paciencia con..."

-"Vale," dijo Doud.

El tatuaje quedó limpio.

-"Desencriptado completo. Conectando..."

-¿Conectando...a qué?

Su reloj proyectó en su retina una oficina. Había un hombre en su escritorio cuyas facciones estaban cambiando constantemente.

-"Hola Doug," dijo él buscando algo. "Me alegro de que te pusieras en contacto."

-"¡Desconecta!," dijo Doud entrando pánico.

El silencio en la cabina fue súbito y completo. El doctor de dibujos se había ido. Esperó un segundo para que su reloj sonara, pero no lo hizo..

("¿Quién demonios era ese?")

Se vistió y abrió la puerta.

- "¡Recuerde pagar a la enfermera a la salida!" , le indicó la voz del doctor tras él.

La enfermera alzó la vista cuando él cerró la puerta de la cabina.

-"¿Todo ha ido bien?" preguntó preocupada al ver su mirada afligida.

-"Estoy...todo va bien," dijo él.

Olivia se giró y le mostró una sonrisa. Tenía un vívido tercer ojo de largas pestañas en mitad de.la frente.

- "¿No es precisoso?. ¡Igual que Ultrachica Suprema!"

-"Muy bonito, cariño," dijo con sonrisa fatigada.

La enfermera había calculado el total. Doug tocó la placa de pago con su reloj, ya saboreando los Big Macs que estaría comiendo cada día de la siguiente semana.

-"Gacias por venir a Dr. Bodmodz... la cirugía más divertida de toda la ciudad." dijo ella.

Salieron de la tienda y les llevó un tiempo regresar al punto se encuentro. Naturalmente, el nuevo album de Pole Position: ¿En Qué Posición Quieres Mi Pole? fue comprado por el camino. Llegaron algunos minutos tarde pero Cheryl aún estaba de compras. Él escaneó a la pequeña multitud buscándola, imaginando que cada minuto adicional arrancaba dinero de su cuenta.

-"Ooh, sólo soy un sucio mono grasiento," cantaba en voz baja Olivia a dúo con su reloj. "Ooh, si me miras el bum puedes ver," ella dijo. "¿Quieres oir, Papi?"

-"No, pequeña," dijo distraídamente apollado en la barandilla.

Escaleras abajo en la planta inferior, había un poco de conmoción.

La seguridad del centro trataba de acompañar a alguien hacia la salida. Era una mujer joven de vestido chillón. Estaba gritando algo y Doug
trató de oir lo que decía.

-"¡No podéis controlarme!" decía con sus labios pintados doblados de rabia.

Un guarda de seguridad alzó una mano para tranquilizarla mientras llevaba la otra hacia su pistola.

-"No, ¡que os dén! ¡No voy a irme hasta que consiga lo que quiero!"

El guarda de seguridad, sonriendo, dió unos pasos hacia ella con la mano aún extendida. Ella le agarró por la muñeca y le retorció el brazo hasta que mantuvo al hombre con una presa en el cuello.

De pronto, el resto de guardas fue apuntado por una pistola que parecía absurdamente grande en su mano. Ella la agitaba alrededor frenéticamente, haciendo huir a los clientes.

Doug cogió a Olivia y la separó de la barandilla.

La mujer golpeó al guarda que tenía agarrado con el culata de la pistola y éste dejó de resistirse. Otro guarda alzó las manos con los ojos abiertos por la conmoción.

- "¡Lo quiero grátis!" le gritó.

Doug suspiró aliviado y dejó libre a Olivia, sintiéndose bobo. Olivia volvió a la barandilla y observó.

El guarda negó con la cabeza y la mujer le disparó en el ojo. Su cuerpo se derrumbó como un castillo de naipes. Su cabeza golpeó el suelo.con un "splick" húmedo y la sangre se concentró alrededor de ella. Parecía, desde el ángulo picado de Doug, un halo rojo.

La mujer, dió una patada al bulto gimoteante a sus pies y caminó hacia la salida.

-"¡Sois una jodidas ovejas!" gritó a los clientes del centro comercial moviendo la mira saler por la masa acurrucada. "¡Hacéis todo lo que os dicen!"

El otro guarda de seguridad se había recuperado y se erguía en posición arrodillada deslizando la pistola fuera de la funda lentamente con torturadora precaución mientras la mujer harangueaba a la multitud.

-"¡Pagáis todo lo que os dicen que paguéis!. Bien, pues...¡que les dén...! "

Le llevó apenas un segundo girarse y disparar al guarda, que cayó con una herida axfisiante en la garganta.

- "¡Liberaos vosotros mismos!" gritó disparando al aire, un disparo por cada palabra: "¡Liberaos...Vosotros...Mismos!"

Cada uno de los tres disparos soltó una bandera plateada que se desplegó desde el techo en cúpula del centro.comercial. Las banderas decían: Paquete Plata de Usted, ¡Ahora es Grátis! y Restricciones Aplicadas.

La mujer desapareció y la mayoría de la gente ya se había dispersado pero había un barullo sano. La gente estaba señalando las banderas y sonriendo, si era a causa de la sorprendente oferta o a causa de que probaban que todo había sido una escena, era difícil de saber.

-"¿Porqué siguen allí tirados, Papi?" dijo Olivia con voz aburrida.

Él miró sobre la barandilla a los dos guardas que, ciertamente, parecían convincentemente muertos. Le vino la perturbante idea de que habían decidido llevar la ahogante estrategia de mercado a un nuevo extremo pero no lo dijo en voz alta.

-"Creo que es para mantenernos atentos." dijo. "Probablemente haya toda una escena secundaria con bolsas de cadáveres o zombies o viudas de luto."

Aunque, principalmente, él estaba confundido con la oferta. El Plata no era tan malo. No tenía ninguno de los frills pero no era el equivalente de ropas de plástico como lo era el Bronce. Tenía cierta dignidad y quizá, tras pocos años podía trabajar hasta el Oro...

-"Olivia, ¿pero qué...?" exclamó Cheryl con sus brazos llenosde paquetes de Deportes Gap y Camino Seguro.

-"¡Soy Ultrachica Suprema!", cantó Olivia.

Ella se frotó la sienes con loa dedos alrededor de su tercer ojo.

- "Yo predigo que... ¡hay algo de chocolate para mí en esa bolsa!" dijo ella.

Cheryl le dió una sonrisa lánguida.

- "Quizá cuando volvamos al coche...bueno, a casa," corrigió.

Doug sintió una punzada de culpabilidad...

("¿Quién va al centro comercial en taxi?")

...y la sublimó cogiendo algunos paquetes que llevaba.

-"Tengo algo aquí para tí," dijo señalando con la barbilla una bolsa de Secretos Victorianos.

-"Es una réplica exacta de los que solían usar en los burdeles en 1900."

Él miró dentro y vió el mango de un látigo.

-"Yiiijaaa,", dijo alzando las cejas.

("Juguetes sexuales de época.")

Cheryl era tan 18—34. Empezaron a salir del centro comercial.

-"¿Algún problema con tu...?" empezó Cheryl.

-"No, no, era sólo una obra radiada de broma," dijo Doud, desesperado por dejar el asunto. No podía pensar en ello en ese momento. "Debe de haber ocurrido en la fiesta."

Cheryl cogió a Olivia de la mano, negaba con la cabeA cuando miraba su nuevo tatuaje.

-"Tiene fotos de escuela la semana que viene, ¿sabes?"

Doug se golpeó la frente.

- "Oh, maldición."

Llegaron al escalador. Doug señaló una de las banderas.

- "¿Has visto el anuncio...?"

-"Por eso llegué tarde, estaba llena de miedo," dijo con una mueca. "Esas estúpidas cosas me engañan siempre."

Llegaron al nivel donde yacían los cuerpos y Cheryl agitó la cabeza.

- "Van demasiado lejos."

Doug, normalmente, habría señalado a los adolescentes con capucha que curioseaban en torno a los cuerpos y dicho que reacción positiva compensaba su ligera desaprovación... demográficamente hablando. Pero no quería empezar una charla de tiendas ahora mismo. Quería tantear las aguas.

-"Sí," dijo él. "pero es una muy buena oferta. Estoy tentado de apuntarnos."

Las cejas de Cheryl se elevaron.

- "¿Apuntarnos? ¿al Plata? Estás bromeando. Estás bromeando, ¿verdad??"

Doug sonrió con valentía, temblando por sentro.

-"No, en serio," dijo levemente, "Piensa en el dinero que ahorraríamos."

Le peinó un rizo a Olivia mientras escuchaba a Pole Position.

-"¿Qué pasa si en el trabajo te necesitan allí?" dijo con un tono histérico ascendente. "Me refiero a que, el dinero que ahorraramos si estuviéramos en Frisco, podría volver en un empleo que diera dinero en vez de..."

Doug estaba riendo con las manos en los bolsillos y paseando.
Le dolía el pecho por la insinceridad de la risa, pero funcionó.

-"Serás capullo," dijo Cheryl golpeándole en el brazo.

-"No me sorprende que ese anunciobte asustara," dijo él. "¡Eres una boba!

Olivia, captando sólo el final de la frase cantó.

- "¡Tú boba madafaka!"

Todos se rieron, dejaron el centro comercial y entraron en un taxi que parecía esperarles.

* * * * *

Artifacs
22-May-2018, 17:38
(23) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
NonCommercial-ShareAlike License. (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/)
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Eileen (VI)

Eileen caminó por los pasillos plateados de la estación espacial.

Los diseños octagonales en las paredes cambiaban cuando los miraba. Cuando los tocaba sentía un tacto helado subirle por el brazo. No se suponía que ella estuviera allí.

Rodeó una esquina y escuchó voces. Reconoció una y la otra no. La segunda era un poco amortiguada.

-"...no puedo venderlos por separado. Es un trato por el paquete, me temo."

-"Once dólares es demasiado caro," dijo el desconocido. "Los elementos químivos de las unidades valen siete dólares, como mucho."

Eileen llegó a una puerta de donde parecían surgir las voces y quedó de pie delante, tan silenciosa como pudo.

-"Bueno, hay más que los costes de producción," dijo la voz con irritación creciente.

Esto avivó la memoria de Eileen.

("¡Era Oscar! su viejo enlace de campo. ¿Qué hacía él aquí?")

-"Había costes de embarque y de recolección. Y no es que fueras a querer compuetos químicos derretidos."

Una risita extraña. "No, los preferimos enteros. Es cierto.", hizo una pausa. "Nueve dólares."

Eileen se inclinó más cerca de la puerta.

-"Me han dicho que no baje de diez ni un céntimo," dijo él.

("Bien hecho, Oscar, se firme con...quien sea ese")

-"Pero éstos son modelos discontínuos," dijo la voz subiendo una octaba, casi gimoteando. "Reserva antigua. Ni siquiera se necesitan ya."

Eileen casi contuvo la respiración esperando la respuesta. Por alguna razón, parecía ser importante.

Oscar no respondió.

Hubo un sonido de frustración: "Pues bien. Que sean diez. Vosotros, los humanos, sois buenos vendiendo."

("¿Humanos?")

Oscar soltó una carcajada. "Será mejor que sí. Nuestra cultura se ha centrado en el comercio durante siglos."

-"La nuestra se ha centrado en obtener comida. Ese es el problema. Demasiado hambrientos."

-"Hablando sobre éso, ¿quieres abrir uno para celebrar el trato?"

-"Una excelente idea. Pensaba que nunca preguntarías. Me gusta, particularmente, el sabor a clón."

("Oh dios oh dios."), pensó Eileen.

Ella buscó, frenética, alguna forma de abrir la puerta. Mientras sus dedos arañaban el frío metal, notó lo joven que era, sus pequeñitos dedos como salchichas.

("¿Porqué soy una niña pequeña?")

-"Aquí tienes," dijo Oscar jovialmente. "Un joven clón. ¿Necesitas un cuchillo?"

("¡Jeremy!") gritó Eileen en silencio. Dió empujones a la puerta de metal pero ni siquiera se oyó el sonido. Sus brazos eran bracitos inútiles de niña pequeña, enfriándose y enfriándose.

-"No con tal tierna carne. Usaré mis...¿cómo las llamáis?...¿gorras?"

-"Garras," dio Oscar.

El resto de lo que dijo quedó apagado por horribles desgarrar-quebrar-sorber.

Eileen cerró los ojos con fuerza. Golpeó el frío muro hasta que no sintió más sus puños y se dió cuenta de que estaba golpeando un suelo de cemento.

Tras despertar, le llevó unos segundos recordar dónde estaba. La alcoba bajo el puente era un lugar diferente a la luz del amanecer y ella quedó tumbada de lado un rato, mirando el agua y oyendo el tráfico por encima. Se sentó y tosió una masa de flema del mismo color que el hormigón en el que había dormido.

De pronto comprendió de dónde venía su náusea. Una noche de aire sin filtrar.

("Desagradable.")

Se puso la máscara y cuando estuvo muy segura de que no iba a vomitar, la selló. Su visión aumentó de inmediato, su respiración se despejó.

-"Qué horrible, horrible sueño.", dijo.

Silenció el ruído de los coches y subió el del agua, dejándo que la apaciguara.

Se preguntó porqué su cerebro había llamado a Oscar en el sueño. No podía recordar mucho sobre él salvo su voz. Aunque lo había conocido en persona, no recordaba su cara. Tenía una constitución media y se peinaba con raya en medio. Era un poco osado y había realizado su entrevista final.

-"¿Podrías explicarme, con tus propias palabras, las razones históricas de la inquietud actual que se extiende por las regiones africanas?"

Ella no había sabido que era su entrevista final, lo que era bueno pues habría estado mucho más nerviosa. Aquellas eran cuestiones difíciles y la historia no era uno de sus fuertes.

-"Bueno...," había dicho ella. La entrevista había tenido lugar en un edificio muy elegante que nunca había visto antes. "Muchos de esos países...regiones, no podían repagar sus préstamos al CICU.", había hecho una pausa confiando en que no le preguntaría sobre lo que las siglas significaban.

("¿Corporación algo Unida algo?")

Él no lo preguntó.

-"Y algunas de ellas se negaron a hacer los cambios necesarios para el streamlining. En vez de entregar el poder al proveedor de servicio, los gobiernos blanquearon el dinero."

-"Aajá," había dicho Oscar con tono aburrido pero esperando que ella continuase.

De pronto recordó algo.

- "Estaba viendo la TV con una amiga una vez y salió un informe que mostraba una persona en Cuba, una de las regiones que habían defectuado, cómo obtenía cuidados médicos grátis. Ella había empezado a llorar porque su papá estaba en el hospital y sólo podían permitirse servicios de tercer nivel. Pero aquél anciano en Cuba tenía su propia cama y la gente sonreía..."

-"¿Qué sentiste tú?," Oscar preguntó concentrado de pronto.

-"Bueno," había dicho deseando poder saber lo que él quería oir. "Parecía injusto que usaran el dinero para eso cuando nos lo debían a nosotros."

-"¿Pero cómo te sentiste?" había repitido Oscar.

-"Bastante enfadada." había dicho Eileen, reluctante a admtirlo.

No le gustaba estar enfadada, ya daba bastante lástima ser la mitad de una mujer, no le gustaba sonar como un hombre. Pero Oscar había asentido y hecho una nota antes de cambiar a otro tena.

Era su forma de preguntar un montòn de cuestiones, todas con tonos diferentes. Después te dabas cuenta de que sólo dos o tres realmente importaban. Le agradó que él fuera más listo que ella, especialmente tras el lío en Zimbabwe, su voz de analista había estado increíblemente tranquila. Él le daba sentido. Ella había estado a punto de tirar la toalla.

Ahora Oscar parecía muy lejos. Había tenido muchas palabras sobre mantenerse en contacto con el resto de su unidad, pero habían sido sólo palabras. Ahora, a la luz de lo que Paul había dicho, se preguntaba si el resto se habría sentido avergonzado por lo que habían hecho.

Eileen no sabía lo que pensar. En aquél tiempo le habìa parecido que era lo único que podía hacer: ayudar a estabilizar la economía ayudaría a todo el mundo. Un empleo emocionante, bien pagado y, ciertamente, ella había viajado más que nadie que conociera, incluso aunque no pudiera hablar de ello.

Aunque, por lo que Paul había dicho, sonaba como si él hubiera estado en el otro bando. Bueno, quizá tabajar en ambos bandos implicaba que ella no ayudaba a uno más que al otro.

("Deja que los grandes cerebros averigüen el resto")

Se levantó sin trazas de mareo gracias a las drogas que el traje le proporcionaba. Se concentró en el icono de correo y lo abrió.

-"Hola, Eileen," dijo la voz de Paul. "Estaré muy ocupado todo el día de hoy así que, he dejado este mensaje para informarte de lo que está pasando. Ahora tienes enlace satélite por via de un confusor. Tienes acceso sin revelar que tu traje está en acción."

Media docena de iconos aparecieron simultáneamente sobre la periferia visual de Eileen, pilas diminutas de papel los identificaban como documentos.

-"He preparado algunos dossiers para que leas mientras esperas. Son casi todo lo que sabemos sobre la tecnología de Usted. Lo que será más relevante para tu misión es lo que hay en Escondites."

Hubo una pausa, un murmullo y luego, la voz de Paul de nuevo: "No sabemos exactamente cuando te necesitaremos, de modo que, estate preparada.
Ten cuidado"

(click)

Eileen asintió para sí misma, complacida con lo educado que era Paul.

Era mejor que se moviera ahora pero se sentó en el hormigón y miró los documentos. Nunca le habían dado tanta información antes y la halagó tanto como la preocupó.

("¿Qué esperaba él de ella?")

1- Posesiones de Usted: Públicas y Encubiertas.
2- Procesos de Usted: Efectos a Largo Plazo.
3- Escondites de Usted: Teoría y Datos.
4- Debilidades de Usted: Fallos de Sistema...

Eileen abrió el de Escondites, como Paul había sugerido.

La inteligencia artificial usada para crear las operaciones de Usted y la ejecución-mantenimiento de Frisco es la única "entidad" que sabe cómo los cuerpos de sus clientes llegan a su escondite o dónde está el mismo. Esta extrema seguridad es necesaria, como afirman los representantes del consorcio Usted, para prevenir la vulnerabilidad de ataques o toma de rehenes. A pesar de la falta de datos, el sentido común señala algunas pocas posibilidades sobre el almacén de los cuerpos post-transferidos:

1. Ninguno [Destruídos]

2. Fondo del Mar

3. Estación Orbital

4. Regiones Extranjeras

5. Bajo Tierra

Eileen suspiró. Todas ellas sonaban probables para ella. Deseó que Jeremy estuviera aquí. Tenía la inteligencia de su hermano Leo. Recordó la vez en la que habían ido al parque, Jeremy no tendría más de nueve. Se sentaron en sus sitios, extendieron una sombrilla e iban a empezar el picnic cuando un gran tanque plateado de juguete llegó rodando hacia ellos.

Eileen se sorprendió primero y lo señaló a Jeremy. Jeremy lo miró brevemente y luego miró alrededor. El cañón del tanque había lanzado pasta roja pringosa sobre ellos.

Eileen había saltado sobre sus pies tratando desesperadamente de recordar de su entrenamiento de qué color era el napalm. Luego, oyó la risa, vió a los pequeños rufianes, uno de ellos levantó su puño y gritó:

-¡Humanos uno. Clones cero!"

Ella había mirado a Jeremy, y él dijo: "Chicos de la escuela."
Pero él estaba concentrado en el tanque, dando golpecitos a algo en su reloj. Eileen pensó que estaba en shock y le dijo para restar importancia.

La mayor parte de la pasta roja había golpeado la cesta del picnic pero nada había caído dentro así que, Eileen la abrió y sacó los sandwiches y las cajas de bebidas. Abrió una y trató de dársela a Jeremy, pero él aún estaba tocando su reloj, aunque ahora sonreía.

Eileen siguió su mirada justo a tiempo para ver el tanque de control remoto subir el bordillo y entrar en el tráfico. El chico que había chillado antes retrocedió al ver su juguete aplastado por un camión. Jeremy cogió la bebida de la mano aturdida de Eileen.

Observó al chico beber inocentemente y quedó doblemente sorprendida: no sólo había alcanzado su objetivo sino que no había necesitado regodearse de ello. Había dejado el marcador en empate y ahí terminaba el asunto.

El sol era alto ahora. El área de sombra encogía, la línea de sol avanzaba indetectable hacia ella. Le urgió la necesidad de salir: quedarse allí sentada recordando la ponía nerviosa. Pero no quería arriesgarse a plena luz del día.

Se alejó cuanto pudo de la línea solar, se sentó con las piernas.cruzadas y le dijo al traje que redujera su metabolismo al mínimo pero con alerta de mensajes.

El traje mantuvo un reloj digital en la esquina inferior derecha de su visual, los minutos pasaron como segundos.

Era una lástima que reducir el tiempo no la hiciera más joven. No es que le importara ser vieja, comparada con Mary. Se había ajustado a ser una anciana sin ningún esfuerzo.

* * * * *

"No puedo creer que esos bastardos no nos avisaran," había dicho Mary un día después de la reunión, con la nariz casi tocando el espejo mientras se miraba a los dientes. Ellas dos eran las últimas en la sala de vestuario.

Las últimas misiones habían requerida mucha velocidad y el metabolismo acelerado había tomado el control. Eileen había corrido,
sellando el vestidor y pulsando su código.

-"El contrato decía algo, ¿verdad?"

Mary resopló y cogió su kit de maquillaje: "¿Te refieres a los Efectos Desconocidos de la Tecnologìa Experimental'?" sacó su peinador y lo encendió. "Lo hacían sonar como cáncer o algo, no ésto."

Deslizaba el peinador atrás y adelante, brúscamente. "O sea, con cáncer sólo te ponen bajo aquéllo y te lo sacan. Lo he tenido dos veces. Pero estas arrugas...¡dios!"

Eileen no dijo nada. De una forma extraña, se sentía aliviada por la cara de la anciana en el espejo que le devolvía la mirada. Observó a Mary enterrarse bajo el kit de maquillaje y le alegró no tener que preocuparse ya por todas esas cosas. Significaba que su soltería no era tan conspicua, tan lastimosa. Para una persona de la calle, ella podría haber sido una viuda.

-"¿De qué te ries?" disparó Mary golpeando el colorete como si estuviera sacudiendo una alfombra.

-"De tí. Eres tan guapa y aún te quejas."

-"¡Hmph!" replicó aplacada.

Y, resultó, con arrugas o sin ellas, que se había casado un año antes de dejarlo. Mary siempre conseguía lo que quería y nunca estaba satisfecha.

Después de que el sol plopped en el agua, Eileen le dijo al traje que aumentara su velocidad. Su reloj aminoró pero, antes de que ella pudiera empezar a aventurarse fuera del agujero, el traje le dió un mensaje de error.

-"Recalibración en progreso..."

Había pasado mucho tiempo desde que había estado en el traje. Había olvidado del todo la regla de los cinco minutos, una de las básicas. Suspiró y se sentó de nuevo conectando con Mis Noticias para matar el tiempo.

Una chica de enormes pechos de 18 o así apareció y habló directamente con Eileen.

-"¡El paquete Plata de Usted es ahora grátis!", dijo la presentadora con un tono de voz enocionado. "Usted ha decidido hacer que su popular paquete esté disponible para todo el que lo quiera, sin importar ingresos." la presentadora se abrazó a sí misma en un gesto extasiado que casi hace estallar sus pechos en su camiseta.

- "¡Además, el paquete Plata incluye todo lo básico del paquete Bronce! Una elección personal de casi 50,000 apariciones disponibles. . . una docena de teleportes por día... asesoramiento grátis de ajuste de realidad y... mucho más!", al fin, respiró.

Dos opciones apatecieron para Eileen:
VER A STACY TOCARSE
HÁGALO POR USTED

Eileen desconectó, aturdida.

Stacy le guiño un ojo.

-"Brian, antes de irte, si lo Hace por Usted ahora, se lleva grátis una sesión de chat privado conmigo. Yo adoro a los tejanos..."

Eileen desconectó de nuevo, esta vez con éxito.

Estaba un poco confundida por lo directa que se había vuelto la red de noticias desde el último enlace.

("¿No las presentaba antes un caballero más viejo? Un hombre sofisticado con un brillo en su ojo, bastante atractivo?")

Abrió Mi Perfil

("¡Ja ja!"), pensó.

El confusor que Paul había configurado para ocultar su identidad tenía la identidad de Brian, un chico de Texas de 18 años.

Era oscuro ahora y el traje había completado su recalibración así que, se abrió camino hacia el puente, dando a su humilde refugio un vistazo final. Los faros batían a un paso más normal mientras su traje aceleraba.

Se dirigió a la ciudad, un lugar muy diferente del que había sido cuando era una niña. Mientras corría la colina, reflexionó que sólo la geografía permanecía igual, sólo las colinas y montañas. Iba por el sur hacia Hastings, evitando las pilas de deshecho humano que campaba allí. Era difícil no odiarlos, aunque lo intentò...eran símbolos del fracaso, la fina fina línea entre brillantes especuladores y temerarios idiotas. Se detuvo al pie de una de ellos, una mujer de unos cuarenta, preguntándose que mercado se había derrumbado para haberla dejado sin amigos ni dinero.

El bulto infestado de plástico abrió los ojos y miró a Eileen.

-"¿Mamá?" murmuró. "Muy temprano para la escuela." Cerró los ojos de nuevo.

("Siempre ha sido perezosa, supongo.")

Miró la calle de cuerpos y las vacantes en los escaparates de las tiendas, incluso los cristales golpeados eran viejos y polvorientos.

Esta calle había ido de ser una línea de fracaso a ser una zona de moda y de vuelta a línea de fracaso.

Se alejó corriendo hacia el este, sorprendida de lo mucho que habìa cambiado una ciudad que no había visto desde la última dècada. Ella empezaba por la casa en la que vivía como una adolescente en la Avenida Comercial pero, en un capricho, se desvió hacia dentró de un callejón cuando localizó una salida de incendios. Trepó hasta el techo incustrado en piedra y congeló la imagen de la cámara de seguridad que encontró allí. Caminó hacia el borde y miró abajo hacia un valle que solía estar lleno de verde hasta que los desarrolladores lo segmentaron y llenaron de casas, casas ahora con ventanas entabladas y puertas atrancadas.

Aunque era verde en otra dirección a lo lejos. Aumentó la imagen del viejo patio ferroviario. Había trozos sanos de flora por el suelo, brotes trepando los lados de los vagones oxidados. Eso era extraño.

Se sentó en el borde del techo, dejando que sus piernas negras colgaran sobre la S de Camino Seguro. Le recordó cómo, cuando era niña, su tía había dibujado líneas sobre la S para hacerla parecer el signo del dólar. Algo tuvo que ver la compañía que compraba en los mercados de fruta de la Avenida. No había pensado en la Tía Marcie en años. Se fue a luchar a Surámérica y nunca había vuelto, como tanta gente perdida en el cambio de los tumultuosos años '20s. Marcie nunca había sido una favorita de la familia de todos modos.

Eileen se quedó de pie y paseó por el techo espasmódicamente. Vestida hasta arriba y sin lugar al que ir. Desde que abandonó, a menudo fantaseaba con volver a usar el traje. Dependientes groseros, rufianes de la escuela de Jeremy, ese tipo gordo de su barrio que se negaba a limpiar las cosas de su perro, todos ellos se acobardaban y arrepentían en el ojo de su mente cuando se encontraban con la Eileen del traje negro.

Agitaba sus cuchillos en el techo de piedra y lanzaba, clavaba, retorcía, sacaba...imaginaba intestinos arrastrados frente a ella como una cinta.

("¿Los intestinos de quién, Eileen?" Si hay una IA diriguendo el show, no hay objetivos. ¿Qué es una misión sin objetivos?") le preguntó una voz interior.

Eileen se quedó allí, moviendo sus cuchillos. No hacer nada salvo pensar la estaba agotando. Se sentía una anciana inútil, se tumbó sobre la cama de piedra y alquitrán y le pidió al traje que la sedara.

* * * * *

Artifacs
22-May-2018, 17:42
(24) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
NonCommercial-ShareAlike License. (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/)
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Nicky (X)

Nicky despertó con el ruído de la ducha.

-"Oh ¡mierda!" balbuceó, aún tan dormida que levantar la cabeza suponía un esfuerzo. Miró hacia Simon, que estaba totalmente dormido con su boca entreabierta.

("No sabe lo de la ducha.")

Se sentó tirando de la sábana con ella.

-"¿Cuánto me queda en la cuenta de agua?"

-"Tienes cinco minutos y veinte segundos," replicó el reloj.

Se levantó y se puso la bata. Miró de vuelta a Simon. Una pierna le sobresalía de la sábana.

Cuando supuso que habían pasado veinte segundos, llamó a la puerta. Cuando no recibió respuesta, prefirió entrar antes que despertar a Simon.

Andre estaba tapado con la cortina de ducha pero parwció alarmado de todos modos.

-"Sólo me quedan cinco minutos de agua para todo el día, ¿OK?" dijo en tono conversacional.

-"Oh mierda," dijo cerrando el agua de inmediato. "No sabía que había un contador. Lo siento."

-"No pasa nada," dijo Nicky saliendo del baño y cerrando la puerta.

Simon eataba despierto, mirándola con ojos somnolientos: "Buenos días."

Ella se sentó en el borde de la cama con la bata puesta.

("Me pregunto dónde estarán mis ropas entre tanto desastre.")

-"Qué estábais haciendo en..." le indicó la puerta del baño.

-"El contador de la ducha. Él no lo sabía."

-"Ah," dijo Simon tocando la espalda de su bata. "Bueno, no necesitabas ponerte eso."

Él retiró las sábanas y se pudo loa pantalones, saltando sobre ellos para meter el culo desnudo.

-"Es un fastidio. Lo entiendo durante la crisis de densidad pero...¿ahora?" dijo ella.

Él se ponía la camiseta cuando ella salió por la puerta.

Nicky estaba demasiado dormida y sólo pudo murmurar un callado "adios."

Andre salió de la ducha ya vestido del todo. Ella se cruzó con élby entró en el baño interrumpiendo sus disculpas con un click de la puerta tras ella.

Entró en la ducha y ajustó la temperatura, respirando entre el vapor.

(...)

Lavó el pelo rápidamente y se relajó otros minutos antes de apagar la ducha. Se puso una toalla y salió del baño, dejando la puerta abierta para que el vapor se disipara.

Sola en el dormitorio, buscó por los cajones algo que ponerse. Escogió unos pantalones púrpura y una blusa. Se examinó ante el espejo brevemente, decidiendo no trenzarse el pelo justo ahora.

("Venga ya, ¿a quién le importa?, el tipo ni siquiera lleva ropa interior.")

Sintiendo bastante ambilancia sobre si los encontraría o si se habrían marchado...

("Ambas opciones tienen sus cosas.")

...paseó escaleras abajo como si fuera una extraña en su propia casa. Oyó a alguien susurrar en el salón y cuando ella entró vió que era Simon metiendo una barrita de comida dentro de la jaula de las chiripas y diciéndoles mimitos. Andre estaba sentado en el sofá mirando el caleidoscopio que ella tenía en la mesa para el café.

"Hey," dijo Simon con su sonrisa brillante y calavérica.

Nicky le sonrió también.

-"No les des de comer," dijo mientras reriraba las manos del chico de la jaula. Notó que sus manos estaban sucias. "¿Cómo te has ensuaciado tan rápido?"

-"Al arreglarte la ducha," dijo.

-"Oh, ¡has hecho eso! ¡Gracias!"

-"No hay problema...sólo era una palanquita en el exterior de la casa,"
dijo Simon. "Ya apenas hacen comprobaciones in situ...pero diles que no sabes nada si te preguntan."

-"¿Acaso sé algo?" dijo Nicky confundida, alzando la ceja.

-"Como si fueran a venir..." dijo él. "Truco Nicky tiene razón."

-"¿Alguien más quiere té?" preguntó mirando a Andre.

-"Yo sí, por favor," dijo Simon.

-"Uh... claro," dijo Andre mirando por el prisma.

Parecía que ellos charlaban sobre algo serio cuando ella regresó con las latas.

-"¿Y son ésas sobre las que JK estuvo hablando?" dijo Simon, señalando a la jaula.

-"No, esas son mis chiripas...sólo perros cobaya que vendo a los turistas."

("Se están haciendo ya muy grandes para la jaula."), pensó Nicky mientras las miraba saltar una sobre otra.

-"Puedo enseñaros los otros diseños cuando acabemos el té. Intento no llevar comida al laborarorio."

Lo cual era mentira, pero necesitaba reunir energía antes de permitirles entrar en su santuario interior.

Sorbió su té tratando de pensar en la última vez que alguien, salvo JK, había visto el laboratorio. Casi se lo llegó a mostrar a aquél tipo que había recogido en la fiesta del Terror, pero él llevaba demasiados modificadores corporales y a ella le preocupó de que él quisiera terminar grátis el asunto una vez que hubiera visto su laboratorio. O, al menos, eso es lo que se había dicho a sí misma.

("Él era un friki, de todos modos...")

-"Ésta es una casa bonita," dijo Andre dejando el prisma.

Ella se encogió de hombros, sonriendo a la necesidad de conversación del chico.

-"Es increíble lo que un 30% de plazas vacantes puede hacer con los alquileres."

-"Mayor que eso, ahora...¿55, 60?" dijo Simon mirando a Andre.

-"Sesenta," dijo Andre.

-"¿Cómo lo sabéis?" les retó Nicky. "Vosotros acabáis de llegar y...¿ya sois expertos?"

Andre se encogió de hombros, incómodo. Simon dijo con ambigüedad,

-"Es uno de los más elevados del continente. Por eso estamos aquí."

Andre le hizo un gesto de aprobación a Simon. Nicky miró a uno y al otro, recordó su secretismo en el patio de trenes.

- "Vosotros tíos," se mofó, "parecéis un par de espías."

Volvió a la cocina. Su estómago estaba pidiendo entrar en modo saqueo. Sabía que no había nada en la nevera así que, fue a por los armarios y encontró un paquete de Oreos de Reese.

Lo llevó consigo al salón. André declinó pero Simon metió su mano sucia dentro, lamiéndose los labios. Ella se sentó en el sillón.

-"Así que, vendes estas cosas, ¿no?" dijo Andre, señalando a las chiripas.
Ella asintió mojando una galleta con el té.

-"Galleta lista," dijo Simon dando un mordisco a una. Ignoró la mueca de
Nicky y continuó. "¿Qué pasa si se mueren?"

-"Bueno," dijo Nicky, enrrolando la bolsa y aplaudiendo para limpiarse las manos. "Si es a principio del mes, estoy bien. Puedo comprar más material y cocinar algunas más. Si es a finales de mes, entonces, estoy jodida." ,se lamió un diente. "En realidad, probablemente podría ponerlo a crédito pero el sitio donde compro da sustancial descuento en el pago líquido."

Simon asintió. Por una vez, parecía serio.

-"¿Y qué hay de vosotros dos? ¿Qué mantiene vuestras pinturas y vinos?"

Simon sonrió mirando a Andre. Los labios de Andre estaban prácticamente pegados.

Nicky hizo rodar los ojos.

-"Bueno..." dijo Simon. "¿Podemos ver tu instalación?"

-"¡No!. ¡No hasta que respondáis a la pregunta!" dijo Nicky cruzándo los brazos.

-"Ayudamos a preparar fiestas de cumpleaños para los ricos," dijo Simon.

-"Claro, alguien os paga para que le echéis una fiesta," dijo Nicky sin creerlo.

Andre asintió y Simon se encogió de hombros. "No es una fiesta para él sino...más o menos."

-"Aajá," dijo ella escéptica y lanzando miradas a ambos que demostraban que no se creía una palabra de aquéllo.

Los condujo escaleras arriba de todos modos. Les hizo entrar primero.

-"¡No se toca nada!" decía mientras Andre subía la escala haciendo trabajar los tendones de sus muñecas. Simon se tomaba su tiempo así que,
Nicky tuvo que ayudarle con una palmada en el trasero.

Cuando ella llegó arriba, fue consciente de lo lleno que quedaba el lugar con tres personas dentro. Simon miraba por ahí con aprobación, tocando los estantes de metal, levantando los vasos

-"Guay."

-"Rómpelo y te rompo la cara," dijo Nicky, deslizándose a su lado para abrir sus diseños de chiripas mitológicas.

-"¿Tienes genomas en esa cosa?" dijo Andre señalando el ordenador. Miraba intencionadamente al equipo.

-"Sí," dijo ella ejecutando la chiripa de silicio Cíclope. Ladró y corrió ppr ahí con la lengüita colgando. Luego, ella ejecutó las otras dos e irrumpieron y jugaron todas juntas por el pequeño cubo-espacio proyectado que les permitía el ordenador.

-"Estas ya están listas."

-"¿Por qué no las has creado, entonces?" dijo Simon. Metió su dedo en el holograma para que las chiripas interactuaran. "¿No te queda más masa vistal?"

-"¿Masa vital? No, tengo bastante de eso," dijo sintiéndose cansada. "Es que no quiero crecerlas hasta que haya, ya sabes, algún lugar donde puedan ir."

-"¿Y puedes hacer eso aquí?" dijo Andre. "No necesitarías otro lugar para hacerlas?"

-"No, tengo bastante suerte." dijo Nicky. "Tengo un laboratorio de servicio completo aquí. Recogí las cosas de mi escuela cuando... "

-"Ya, JK nos lo dijo," dijo Simon con una sonrisa vaga.

-"¿Te contó eso?" dijo Nicky. Su confusión, sumada a la proximidad de los hombres, la hacía sentirse un poco desorientada.

-"¿Se podría añadir el enlace satélite?" preguntó Simon a Andre.

Andre no dudó. "Sí, ella ya tiene cubo-espacio. Sería sencillo."

-"¿De qué demonios estás vosotros...?"

-"Hey, Nicky," dijo Simon. "¿Te gustaría un empleo para salvar el mundo?"

* * * * *

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23-May-2018, 13:38
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Paul (IV)

-"Tomaré un Tequila Amanecer." declaró un chico de dibujos animados con cara de carne, mirando a la gente del bar con orgullo de ojos brillantes.

Saltó sobre un taburere al lado de Paul.

El chico llevaba la clásica Cara Fresca Fuera Borda, el cuerpo animado favorito de la gente que conseguía un cuerpo, diferente del propio, por primera vez. Mechones de pelo coloreados encima de las pecas y risa gigante.

- "¡No me lo puedo creer! Todo parece tan real." dijo el chico deslizando las palmas por la barra.

Paul alzó la vista hacia la TV.

("Todavía negra.")

-"¿Qué estás viendo?" dijo el chico.

El barman le tendió su vaso alto y el chico trató de pagar con su RistReloj.

-"Es automático," dijo el barman con sonrisa paternal.

El chico se golpeó la frwnre y se puso a reir. Un segundo después, estaba bebiendo y juntando los labios apreciativamenre.
Paul notó que el chico había generado una pajita sin fallar lo más mínimo.

("Casi demasiado fácilmente.")

-"Y...¿éste es el juego, o qué?" preguntó el chico de nuevo, señalando a la TV, mirando por todos lados al mismo tiempo.

-"No es muy interesante," dijo Paul.

Podría haberle permitido una mirada de invitación a la pantalla negra, pero el asunto de la pajita le dejó un poco suspicaz.

El chico se encogó de hombros, indicó con la cabeza a los documentos que había extendidos sobre la barra.

-"¿Llevas el trabajo contigo?" preguntó.

Paul se encogió de hombros, una mímica sutil del gesto del chico, curioso por ver lo que haría después.

El chico le miró, molesto.

-"No hablas mucho, ¿verdad?"

Saltó fuera del taburwte y cogió su bebida.

-"Encantado de charlar contigo." dijo un poco por encima del volumen normal.

Paul miró de nuevo a la TV. Ya no era negra. Había un indicio de azul predibujado en ella. Él hizo una llamada. Cuando conectó, el chico le miró con rapidez de insecto. Aunque Paul sabía que el chico no podía escuchar, le asustó un poco.

-"Qué hay," le dijo a la persona al otro lado de la línea con un ojo en el chico, que estaba mirando por la sala con su torpe sonrisa.

-"Doug y su familia están en la oficina," dijo la voz.

-"¿Y cuánto tiempo llevan allí?", preguntó Paul.

Alzó una mano hacia la TV y recorrió el menu, hizo algunas selecciones y señaló un lugar en el mapa. El cielo matinal gris en la TV se enderezó solo y la vista desde el techo se reemplazó con un borrón de coches y calles.

("Vaya chica."), pensó Paul, impresionado por la capacidad de respuesta de Eileen.

-"Unos dos minutos."

Paul se preguntó cuánto tiempo tardaría la transacción.

-"Intenta acercarte más, mira lo que pasa a través de la ventana frontal. Que no te vean, ignora a los vendedores, no pueden verte fuera de la sala."

Unas cuantas mesas allá, el joven había iniciado una conversación con alguien. También era joven y le mostraba al chico lo que él estaba viendo con gestos de entusiasmo. Paul pasó rápidamente a la vista trasera y la de barra llegaron fujos dr datos, enjambres de información representativa.

El chico, como Paul sospechaba, no era una persona en absoluto: era un agujero negro que succionaba información por el pequeño agujero que el joven bobo le había abierto con el acceso de invitado.

Pasó a visión normal. El joven estaba asintiendo y sonriendo a su comoañero de charla.

-"Están saliendo ahora" dijo la voz.

Paul estaba aturdido y olvidó al jiven por un nomento.

-"Pero la furgoneta de recogida no...¡esto no tiene ningún sentido!"

Miró a la TV y, con toda seguridad, salían Doug, su esposa y su hija alejándose de la oficina de Usted.

-"Espera."

En la pantalla, una furgoneta blanca con el logo de Usted se detuvo. Doug y su familia caminaron fuera de la pantalla cuando la furgoneta bkanca daba marcha atrás dentro del callejón.

-"¿Qué demonios?" dijo Paul.

-"No lo sé," respondió la voz. "¿Quieres que los siga?"

-"No, no te molestes," dijo Paul, "Es un milagro que no te hayan visto todavía. Supongo que tiene los pies fríos. Joder. Estupendo momento para eso."

Desconectó y trató de averiguar qué hacer con Eileen. Había asumido que Doug y su familia serían cargados en la furgoneta blanca y que ella podría seguirla.

("Maldita sea. ¡era perfecto! ¿Qué pasa contigo, Patterson?")

Conectó con Eileen de nuevo, determinado a salvar lo que pudiera. La furgoneta, seguramente, iría al escondite de los cuerpos, o a un depósito fuera del escondite.

- "Esa furgoneta blanca," le dijo con un tono que resonaba seguridad, "síguela."

Fue como dejar salir a un conejo de la nadriguera. Observó las visuales sacudirse por unos segundos, luego desconectó.

El barman se paró frente a él.

- "Necesita otra bebida," dijo.

Paul asintió cansadamente.

El chico estaba quieto, escuchando a una mujer con un sombrero y Paul descubrió lo que estaba pasando. Paul seleccionó una tarjeta de negocios, una que rezaba...

"Paul Harris
Seguridad de Datos."

...y se bebió de un trago el chupito que el barman le había servido. Asintió al barman agitando la tarjeta en el aire y se teletransportó lejos de allí.

La tarjeta hizo un arco sobre las cabezas de los clientes y aterrizó en el bolsillo de la camisa del chico. Nadie pareció notarlo.

* * * * *

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23-May-2018, 14:02
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Doug (VIII)

"¿Vienes a la cama, cariño?" llamó Cheryl desde el cuarto de baño.

-"No, aún no," dijo Doug, sacando cosas en el cajón de la chatarra. "Cheryl, ¿sabes dónde está la coca que Janice nos dió?"

Salió del baño con la toalla en la cabeza.

-"Está en el armario del licor. No vas a hacerlo ahora, ¿verdad? No te va ayudar a dormir."

-"Solo unas líneas." dijo Doug. "Trato de trabajar un poco. Hacer Brainstorming de unas cuantas ideas."

-"Muy bien," dijo ella. "Tendré que romper la caja y sacar nuestro juguete alguna otra noche."

-"Romperme a mí, querrás decir," dijo él pensando en el tamaño del látigo."

Ella se reía camino al dormitorio.

- "Buenas noches."

Doug entró en el salón y se desinfló en el sofá, dejando que los pensamientos volvieran a lo que había tratado de pensar desde que salió de la consulta del Dr. Bodmodz.

("El tatuaje no había sido una simple broma...")

Sintió una irritación molesta por la boba explicación original de haber sido utilizado, por su vida complicándose aún más.

Encendió la TV. Un hombre de cara ruda estaba apretando los tornillos a un esqueleto.

- "Mira, no podemos llevárnoslo. Los cadáveres nos están siguiendo. Tendrenos suerte de salir vivos."

La toma giró alrededor y enfocó a una mujer angustiada. Su peinado rebelde y su mono le parecieron a Doug absurdamente limpios.

("Él está hecho un rastrojo. Ella está maquillada para una fiesta.")

-"No podemos llevarle en la lanzadera," decía ella cogiendo el brazo del hombre. "Que venga conmigo, en la lanzadera."

El hombre era enfermizo pero pálido y apuesto. Volvió los ojos verdes al hombre hecho un rastrojo.

- "Por favor," decía tosiendo un poco.

-"Necesitamos todo el espacio para la mercancía. ¿Sabes cuánta gente morirá si no llevamos ésto a Méjico? Piensa en Frida, en Diego... " se interrumpió para mirar al hombre enfermizo con labios curvados. "Nuestra gente. Gente real."

La mujer rompió a llorar.

-"Lo siento, Susanita," decía el hombre poniéndose manos a la obra, atormillando viciosamente. "Esto es una guerra."

Doug se tambaleó del sofá y abrió el armario del licor. Encontró el globo cerca del fondo del espejo.

("Bien")

Le había preocupado que Olivia pudiera usarlo para sus muñecas. Lo llevó consigo a la mesa del café y se sentó en el sillón más cercano.

El anuncio era uno de esos tipo atmosférico con un primer plano gradual sobre una lata vacía. Había un susurro de cuerdas. Doug abrió el paquete de coca, que estaba hecho para semejar el globo de un contrabandista, y puso una pequeña cantidad en el espejo.

Doug separó la hoja con su agujero en forma de botella de Coke y cortó unas líneas oscureciendo parcialmente la frase "Coca va mejor con Coke". El objeto promocional venía también con un tubito pero lo había perdido años atrás así que, Doug lo hizo con su propia nariz.

El show había empezado otra vez y Doug lo vió durante unos segundos. El hombre enfermo estaba siendo embalado dentro de la lanzadera por la mujer y ambos compartieron una última mirada llena de anhelo antes de que ella cerrara el compartimento.
Doug miró al espejo. Quedaban tres líneas,

(...)

-"¿Se ha ido?" preguntó el hombre tosco. La mujer asuntió con cara triste. "Lo siento, Susanita. No podemos arriesgarnos. No me gusta ésto más que a tí."

El flujo sanguíneo de Doug empezó a animarse. Giró la perspectiva de la TV para tener una vista de arriba a abajo. A veces, si se echaba lo bastante atrás, se podía ver los alrededores del set de rodaje de la película y ésto siempre le asombraba.

("Nada, ahora mismo.")

(...)

Doug apagó la TV, harto de ella. Era una vergüenza que tuvieran que hacer una serie de TV de mierda de una buena película. Aunque Doug sabía que el éxito de la película de Palancas Inofensivas la hacía irrestible. La película original había sido capaz de describir la tagedia de los terroristas y la revuelta condenada de un modo que la serie nunca lograba trasmitir.

("Debería haber trabajado para la TV, mostrarles a esos idiotas cómo se hace."), pensó Doug.

Sus pensamientos iban en un cochete de pólvora blanca.

("Eso es el trabajo creativo. El trabajo que hace a la gente pensar en vez de hacer a la gente pensar algo.").

Doug se dió cuenta de que estaba sentado en la oscuridad.

-"Encender luces," dijo y se sorprendió un poco de encontrar una línea sobre el espejo.

(...)

Se levantó y dejó el espejo de vuelta a su sitio. Golpeó las manos una contra la otra.

-"Bien, caballeros, es hora de trabajar."

Se sentó en el sofá y encendió la TV.

Mientras que una parte de su cerebro absorvìa el color y el ruído, otra parte deseaba estar en la industria de la TV y poder así justificar su trabajo.

- "Ésta es mi clase de trabajo.", dijo,

Segundos después, antes de que los canales subieran el nivel de alcance de la emisión y le distrajeran realmente, apagó la TV.

("OK, trabajo de verdad."), pensó mientras golpeaba el respaldo del sofá con la cabeza.

Construyó el informe en su mente, imaginando a Harris sentado frente a él.

("Mejor. Harris era esa planta.")

Doug se levantó del sofá y se sentó en el sillón. Su lenguaje corporal se hizo un poco firme cuando se dirigió a la planta, alta e inmóvil.

-"He investigado la subcultura de Los Infiltrados, como me pidió y he regresado con datos interesantes."

Hizo una pausa y continuó.

- "Oh, ni yo tampoco. Nadie está más sorprendido que yo de que tu jodida caza del ganso salvaje me condujese a otro sitio distinto al de andar en círculos. Pero resulta que me proporcionaron, con bastante ingenio, un medio para contactar con uno de ellos."

Doug hizo otra pausa, asintió, se rascò la nariz y escuchó atentamente al Harris floral.

- "No, naturalmente, es absurdo pensar que ellos... por supuesto, por eso...¡mire!" dijo Doug agitado. "Este contacto...podría ser muy bien un impostor."

Asintió.

- "Probablemente. Sí, usted tiene razòn pero aún así, la sofisticación del modo en que ellos... "

Una larga pausa.

-"¡Escúchate madafaka sin orejas, tú no sabes...! "

Doug observó a la planta por unos segundos y luego suspiró.

-"Dejaré el escritorio despejado para el final de la jornada."

Apoyó su barbilla angulada sobre la mano.

("No ha ido muy bien.")

Miró a la planta y decidió que no podía fingir que era Olivia para darle las malas noticias...incluso si pudiera practicar, era demasiado alta.

Una voz en su interior le dijo:

("Nunca tendràs a Los Infiltrados en tu mira. Ningún caza-tendencias los ha tenido nunca.")

Eran demasiado listos o nunca existieron, en primer lugar.

("Alguien se está riendo de tí.")

Pensó sobre la cara mezclada, el fácil hola, el entorno inocuo y notó que él estaba riendo entre dientes.

("¿Quién querría hacerle ésto a él? ¿A quié había el nunca...?")

-"Lauden."

("Por supuesto. Cielo santo, ¡Lauden!")

Aún estaba enfadado por el asunto Ripper.

("Él estuvo allí esa noche, él...joder, ¡incluso me emborrachó!')

Doug empezaba a entender.

("El tatuaje de la "i"...¿no podía haberse inventado algo un poquito menos sutil?")

Aún así, era el modo más astuto al que tenía que darle crèdito.

Miró su reloj.

("Medianoche pasadas, pero, qué demonios.")

Navegó por su reloj y restableció la conexión que había desconectado tan apresuradamente en la tienda de tatuajes.

En los pocos segundos que llevó comunicar, se preguntaba porqué se había asustado tan fácilmente.

("Bueno, habían estado lo bastante cerca como para, practicamente, tatuarme el culo...")

La misma oficina se radió a la superficie de su retina y el mismo hombre estaba allí. Esta vez, sin embargo, estaba mirando por la ventana.

-"¡Doug!" dijo con voz de bienvenida que no anulaba enteramente la frialdad de su lenta máscara cambiante.

-"¡Lauden!" exclamó Doug sarcásticamente.

El hombre no respondió, sólo se quedó allí de pie.

-"Deshazte de esa estúpida máscara, Lauden," escupió Doug, irritado de que siguiera con ella.

-"Ah... éso es. Lauden es compañero tuyo," dijo el hombre. Cruzó los brazos y dijo tranquilamente. "Mi nombre no es importante, Doug."

-"¿Estás seguro que no es Primer Infiltrador?" se burló Doug.

-"Bastante seguro."

Doug, usando los controles manuales, amplió la imagen del escritorio. Estaba lleno de archivos pero eran galimatías.

-"Ésos ni siquiera son reales, son falsos."

-"Están encriptados," dijo la voz del hombre. "Recibo bastantes visitas aquì. Muchos de estos documentos son sensibles. El tuyo, por ejemplo."

Una mano, gigantesca por el aumento, levantó uno.

Doug volvió a vista normal y dejó al hombre en la toma.

-"Esposa Cheryl. Hija Olivia."

-"Muy bien, Lauden. Has prestado atención alguna vez en los últimos veinte años que llevamos trabajando juntos," dijo Doug sarcásticamente.

Pero una voz en su mente le estaba diciendo:" éste no es Lauden.
Lauden apenas podía manejar el trabajo de campo de un caza-tendencias, ni hablar entonces de este montaje."

-"Nacido '99. Entró en la fuerza laboral con dieciséis." El hombre alzó la mirada. "Un par de años antes de que las leyes laborales se desfasaran... ¿mentiste sobre tu edad?"

-"No," dijo Doug. "era a tiempo parcial, oficialmente. Freelance."

-"¿Así que, no mentiste?"

Doug estaba impresionado por lo rápido que respondía las preguntas de aquél hombre y tuvo que obligarse a no elaborar.

-"No."

El hombre dejó los documentos sobre la mesa, se apoyó en ella y miró directamente Doug. Doug tuvo que recordarse que el hombre no podía verle, que sólo veía un icono pulsante en el aire.

-"Es una lástima."

-"¿Qué?" dijo Doug.

La coca estaba, en verdad, fallándole esa noche. Se sentía nervioso y sin maniobra por la situación.

-"Estaba listo para pagarte un montón de dinero por mentir."
La afirmación se quedó colgando allí, como una ventosidad y Doug no pudo resistirse a esnifarla.

-"¿Como...cuánto? y sobre... ¿mentir sobre qué?"

-"Bueno," dijo el hombre rodeando el escritorio. Extendió los dedos y los apretó contra la mesa. "Tenenos fondos dicrecionales. Es decir, un fondo para la discreción." se rió un poco.

-"¿Qué pasa con el tatuaje?"

El hombre rió de nuevo de manera duferente.

-"Un poco dramático, supongo. Pero queríamos probarte. Si no lo hubieras descubiero, no habríamos sabido que eras más que una amenaza.
Ahora que eres más que una amenaza...estanos justo en una inflexión precaria."

Doug deseaba haber bebido algo, su garganta estaba seca, pero no quería moverse.

-"¿Cuánto?"

-"Estamos dispuestos a pagar $500,000 para mantener en silencio lo que viste en la fiesta. Sin informes, sin sumarios."

("No es bastante, no es bastante."),

Invocó un tono de voz indignado.

-"¿Medio millón? Veo eso ir y venir en una hora. ¿Y tú quieres que retenga información valiosa a mis amigos y colegas?"

Doug estaba sudando a mares, afortunadamente, el hombre no podía verle. Trató de mantener la compostura.

-"En la fiesta, ¿Qué fue lo que viste que...?" comenzó el hombre.

-"Olvida la fiesta," escupió Doug.

("Porque, oh dios, yo, de verdad, lo he hecho.")

Su voz escaló una octava.

- "¿Quieres que yo, un veterano de esta industria cortagargantas altamente competitiva, regale información sobre la subcultura más elusiva y deseada de la historia por, por..."

("Céntrate, céntrate.")

-"...menos de un millón?"

-"¿Un millón? Tú no has tenido nada que valga un millón de dólares en tu... "

-"¡Ridículo! Esta conversación se ha terminado."

Doug le indicó al reloj su farol.

-"Espera, espera," dijo el hombre alzando la mano. "Podríamos...podríamos arreglarlo con 750."

("¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!")

-"No. No podría. No podría traicionar a mis colegas."

El hombre alzó la mirada. Suspiró.

-"Doug, ésto son sólo negocios. Y no vayas de puritano. Vosotros sois parásitos que ordeñan a las comunidades y culturas cada gota de beneficio que podéis exprimir de ellos."

Doug no supo que decir a eso.

- "No puedo arriesgarlo todo por menos de un millón. Tengo que pensar en mi familia."

-"Es más de lo que pagamos normalmente."

...

Artifacs
23-May-2018, 14:05
(27) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
NonCommercial-ShareAlike License. (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/)
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Doug (VIII) (Cont.)

Doug le observó.

-"Tú no crees que éste es el primer arreglo que hemos hecho, ¿verdad?", dijo el hombre.

Eso también dolió, incluso aunque no se decía de un modo gloating...incluso aunque era, probablemente, cierto.

Los caza-tendencias podían ser muy fáciles de sobornar. Después de todo, ellos sólo vendían información.
Doug permaneció en silencio durante algunos segundos.

-"De acuerdo."

El hombre se giró e hizo algunos ajustes con los documrntos sobre el escritorio.

- "Está hecho. El dinero está depositado en tu cuenta, listado como un bonus de actuación de tu empresa. Te pediría que borrases mi conexión de tu reloj. No es que no haya disfrutado de tu compañìa." dijo el hombre.

Doug no estaba pensando en nada salvo en setecientos cincuenta mil jodidos dólares.

("¡Eso es Oro, baby!")

- "Aajá."

-"Adios, Doug." el hombre y la oficina desaparecieron..

Frotándose los ojos nerviosamente.

- "Aumentar luces."

Golpeando en su reloj:

-"Balance $752,982.12."

("¡Cielo santo cielo santo!")

Doug se puso de pie de un salto.

("Silencio...Olivia está durmiendo.") le advirtió la parte cuerda de su cerebro en torbellino.

-"Cielo santo cielo santo!" susurró mientras subía corriendo las escaleras hacia su dormitorio.

("¡Oro! ¡He encontrado Oro!")

Encendió las luces.

-"¡Nos vamos a Frisco!" dijo.

El bulto de pelo rubio y sábanas concentradas se movió ligeramente.

Se agachó al lado de su esposa y le dió un abrazo espasmódico.

-"¡Nos vamos a Frisco, Cheryl...!"

Ella abrió un ojo.

-"¡...y nos vamos con el Oro!"

Los dos ojos.

-"Doug, te odio cuando tomas coca antes de dornir," murmuró volviendo la cabeza lejos de él. "Apaga las luces."

Él comenzó a reir como un maníaco, incluso a sus oídos. La mentira vino fácil a sus labios.

- "Cariño, tengo la palabra de Harris de que la oficina central me quiere en Frisco mañana. Todos los jefes analistas, en realidad. ¡Y tengo un bonus que significa que podemos ir con estilo!"

Nada durante unos segundos, luego:

-¿Mañana?"

-"Sí. Siento mencionarlo a estas horas, cariño. Yo...quería que fuese una sorpresa."

Giró sobre su espalda y miro por la habitación, pensando que ésta podía ser la última noche que pasaría allí en un largo tiempo. Cuando miró de nuevo a Cheryl, ella estaba apoyada sobre sus codos mirándole.

-"Una sorpresa," repitió, "Sabía que pasaba algo raro."

-"Bueno, yo estaba esperando que se arreglaran algunas cosas,"
dijo Doug, dando tironcitos del elástico de su sujetador, culpable y alegremente.

Comprobó su reloj.

-"La oficina de Usted abre a las seis. Aún tenemos algunas horas."

Cheryl se incorporó y se puso la bata.

-"Bueno, no necesitamos hacer la maleta," dijo. "Pero deberíamos vaciar la nevera."

Doug asintió.

-"Y llamar al cerrajero para asegurar la casa. Poner la casa en venta. Me pregunto si nos harán buenas ofertas a esta hora de la noche?"

Cheryl se rió. Le vió operar su reloj y le acarició su coronilla calva.

-"Una vida entera nueva." dijo ilusionadamente.

-"¡Uuuuh, ésto es emocionante!"

Cuando ella salía del dormitorio , Doug alzó la vista con ojos brillantes.

-"No vayas haciendo ruído por ahí. Olivia debería dormir bien."

Conectó con un cerrajero.

-"Sí, Necesito cerrar mi residencia... sí, esperaré."

-"Oh claro, Olivia suele dormir," Cheryl dijo con una sonrisa, cerrando la puerta con cuidado.

("Podría ser la última vez que durmiera.")

Doug respiró profundamente, sentado sobre el lado de la cama y escuchando la música de espera.

Resultó que el cerrajero disponible más temprano llegaría a las 5:
30, de modo que Doug consiguió algunas horas de sueño a pesar de la coca y la emoción. Cuando despertó, fue con el ruído de Cheryl cerrando su caja de juguetes.

-"Has dormido algo, ¿eh?" dijo ella.

Su pelo estaba peinado con cintas y rizos.

-"¿Qué hora es?" dijo Doug mirando el reloj.

-"Un poco más de las cinco," dijo Cheryl, empujando la caja de juegos contra la pared y sentándose sobre ella.

Doug se incorporó en la cama y miró la habitación.

- "¿Has ordenado ésto?"

Cheryl le miró con sus ojos oscuros y la barbilla apoyada en sus manos.
Sonrió y se encogió de hombros.

- "En caso de que volvamos. Ya sabes cómo odio volver a una casa hecha un desastre."

Doug asintió, puso los pies en el suelo. Sabía lo bastante como para no decir que ya no volverían.

("Cada persona se prepara para estas cosas de forma diferente. Aunque cualquier arqueólogo futuro quedaría muy decepciondo.")

Les gustaban las cosas desordenadas, como en la escena de un crimen, como el Vesubio y Pompeya.

-"Voy a despertar a Lady Olivia," dijo él.

Caminó al dormitorio, encontró una caja etiquetada...

FOTOS-COSAS FAMILIA

...sobresaliendo del armario. Levantó la tapa con el pie y vió la vieja foto de su abuelo tocando el saxo.

La recogió.

Cheryl apareció tras él y le cogió por la cintura.

- "He escaneado un montón de viejas foto," dijo.

-"Bien pensado, amor," dijo Doug.

Automaticamente, sus ojos se fijaron en el marco sepia de la postal, su olor, las cosas que no serían digitalizadas... la devolvió a la caja, casi con rudeza.

-"Voy a hacer el desayuno," dijo Cheryl empujando la caja fuera de la vista.

-"Oki-doki," dijo Doug, sonriendo ausentemente mientras entraba en el cuarto de su hija.

Olivia era un diminuto paquete sobre la cama.

-"Encender luces, gradual." dijo Doug allí de pie, observando las sombras desaparecer de la cara de su hija, el revoloteo de mariposa de sus pestañas.

("La última vez que veré éso.")

Miró por su habitación, determinado a no dejar que la melancolía oscureciese su buena suerte, su momento de triunfo arrancado de las fauces de...etc, etc.

Cuando la luz era próxima a la completa, vió que las paredes estaban cubiertas del logo de Pole Position, radiado por todas partes, incluso solapado, un horrible naranja ostentoso.

("Creo que ese album venía con un radiador.")

-"Paaaaa," gimoteó Olivia, girando y ocultando la cara. "Es teeempranooo."

-"¿Te gustaría saltarte la escuela hoy?"

Su cabeza se echó hacia atrás y sus ojos se estrecharon.

-"SB, ¿verdad?"

Doug sonrió.

-"Nada de bromas. Si te levantas y te vistes en cinco minutos, no tendrás que ir a la escuela."

Luego dió la vuelta y salió del cuarto tratando de no mirar el culo ilustrado naranja del logo de Pole Position.

Abajo en la cocina, Cheryl estaba rociando N'Aceite sobre una tostada. La añadió a la, ya considerable, pila y le lanzó a Doug una mirada de duda.

-"¿Tú qué crees? Estaba por empezar algo más ambicioso pero no sabía si querías empezar todo este asunto con el estómago lleno o vacío."

Doug asintió con el miedo filtrándose en él mientras recordaba los incontables artículos y enteros programas dedicados a preparse para Usted. Los había ignorado deliberadamente. Pero no había nada que hacer llegados a este punto, de modo que cogió una tostada tranquilamente y le dió un mordisco.

- "Mi tummy dice: estómago lleno," dijo con la boca llena y recibió como premio un ligero descenso de arrugas en la frente de Cheryl.

Olivia entró vestida con su cuello de tortuga blanco y dijo: "Cuatro minutos, veinticuatro segundos."

Cheryl le tendió un vaso de zumo de naranja que obedientemente se bebió y voluntariamente cogió una rebanada de pan tostado. Su flequillo se curvaba hacia abajo y tapaba su tatuaje del tercer ojo. Doug se preguntó si los chicos de la escuela se habían burlado de ella.

-"Cerrajeros UPS," dijo el reloj de Doug con voz cansada e impaciente.

El ritmo cardíaco de Doug se aceleró y él tomó el control.

-"Zapatos, chaqueta," ordenó a Olivia cogiéndole el vaso a medio terminar y señalando hacia la puerta.
-"Ahora voy, un minuto," le dijo al reloj.

Le ofreció el vaso a Cheryl, pero ella declinó. Se lo terminó él en tres rápidos tragos y dejó el vaso en el fregadero. Tomó la mano de ella y la guió hacia la puerta para que no tratara de limpiar los platos.

Abrió la puerta mientras se ponía la chaqueta y apresuró a todo el mundo a que saliera. Cerró justo cuando el suave "ding" del ascensor anunció la llegada del cerrajero.

-"¿A dónde vamos?" demandó Olivia, al fín.

-"De viaje," dijo Doug, tratando de reir misteriosamente.

El cerrajero se acercó con un saludo civil.

-"Envio de servicio por Doug Patterson," dijo.

-"Ése soy yo" dijo Doug, aprobando ojiplático los dispositivos ofrecidos.

El tipo de UPS miró su equipo y asintió.

-"Éstos son...¿El Especial de Frisco?"

-"Correcto." lanzó una mirada a Olivia mientras la sorpresa crecía en su cara, le guiñó un ojo.

El tipp de UPS le contó el contrato verbal sobre el procedimiento y Doug asintió obediente mientras, en realidad, escuchaba los susurros de emoción de Olivia hacia Cheryl.

Bajando en el ascensor, Olivia preguntó qué paquete iban a comprar.

-"Oro, por supuesto," dijo Doug.

Olivia indicó su aprobación con rápido movimiento cabeza.
Todo era como debería ser y Doug sintió su corazón saltar un poco ante la idea de que él había subsistido de nuevo, otro grado superado que podía haber sido un fracaso.

Mientras salía del ascensor, Doug percibió un pequeñeo centelleo tras él y antes de que las puertas se cerrasen, vió el logo del Pole Position en la pared del ascensor.

- "¡Olivia!" recriminó quitándole la radiocaja de la mano.

Ella hizo rodar sus ojos.

-"Consigo cinco Pole-puntos cada vez que marco una pared vacía."

-"¿Pole-puntos?" dijo Cheryl. "¿De qué estás hablando?"

Doug deseó no saberlo. Espió por las puertas del vestíbulo, vió un taxi que llegaba para recogerlos.

Olivia siguió impacientemente. "Bueno- bueno-bueno, si haces cien consigues entrar en el concurso para ganar una cita..."

Doug empujó la puerta y salió hacia el taxi. El TrenCeleste pasaba por encima, saliendo de la estación. Mientras conducía a su familia dentro del vehículo, vió algo como la estela del tren.

("¿Cuerdas?, ¿Ramas?")

-"¿Y qué harías en una cita con estos tipos?" preguntó Cheryl con una falsa sonrisa mirando la foto de la banda en la radiocaja.

Doug cerró la puerta con fuerza y le dijo a la rejilla del taxi dónde ir.

-"Besar..." dijo Olivia, sacando afuera los labios.

Cheryl se carcajeó alegremente y Doug arregló una sonrisa incómoda.

"Las chicas de nueve años no besan chicos." dijo tratando de mantener un tono ligero.

Olivia se mantuvo en silencio, mirando la foto en la radiocaja.
Recordó cómo Jill había fanfarroneado con que ella iba conseguir un cuerpo huchi-mama una vez que su familia llegara a Frisco.

- "Entonces voy a encontrar a Patricio P.P.," Jill había dicho con sus manos en la cintura y sacando su pecho huesudo. "Y voy a decir ¡Venga, PPP, Enséñame Tu Bum!'"

Las cuatro o cinco chicas que estaban escuchando habían explotado en risitas.

Una de los chicos mayores la había visto e imitó la pectoral declaración a sus amigos. Jill había corrido hacia el baño, entonces, pero no pudo adelantar las llamadas de gato y "hoots" de burla. No había importado, de todos modos, ella se fue a la semana siguiente. Olivia deseó haber sabido cuándo se iba con antelación. Se sintió un poco molesta por no poder fanfarronear o algo parecido.

Pero no quería quejarse. Papá había estado actuando raro últimamente. Incluso ahora: estaba mirando por la ventana cuando no había nada que ver salvo montañas grises. Pararon en una luz roja y ella vió un gran planta, tan grande que estaba encorvada sobre la acera. Encontraba muchas más plantas desde que había hecho un projecto de clase de último curso sobre cómo las plantas ayudan a respirar a la gente porque ellas comían dócsido de carbón. El profesor decía que si todos cultivábamos plantas exteriores, ¡se comerían la contaminación gris muy rápido!

Olivia había plantado la única que había regado en clase en el exterior del edificio pero, luego, se había olvidado de ella.

Se detuvieron en su destino y salieron del taxi. Había luz fuera pero nadie se había levantado aún. Fueron a una tienda de aspecto bastante aburrido y sus padres se cogieron de las manos y se miraban el uno al otro con caras amorosas.
Su mamá apoyaba una mano sobre su hombro, apretándolo ocasionalmente.

Un joven apareció y les condujo a un escritorio. Todos se sentaron y a Olivia le molestó que fuera una de esas sillas altas que le dejaban los pies oscilando como una estúpida.

-"Los primeros clientes del día," dijo el joven.

Tenía una sonrisa que mostraba las encías y un estupendo pelo rubio que parecía suave.

-"Antes de empezar, tenemos una película corta de animación hecha especialmente para nuestros clientes más jóvenes," dijo asintiendo a Olivia. "Básicamente, explica el proceso y el viaje en adelante; y es menos aburrido que el mambo jambo legal que tenemos que aclarar con los padres. ¿Qué piensas tú, chiquitina?"

Olivia, al ser referida directamente, sólo pudo asentir en silencio.

("Menos aburrido está bien."), supuso ella.

Él confirmó como si quedara complacido e impresionado por su respuesta y el reloj de Olivia le avisó de un vídeo entrante: -"¿te gustaría verlo?". Ella seleccionó la opacidad y el volumen al 50% pues también quería mantener un ojo en aquél asunto y abrió la película.

¡Cómo Divertirse Con Usted! era el título. Mickey Mouse marchaba dentro del cuadro llevando una camisa de golf y su habitual sonrisa.

-"¡Hey, niños y niñas!" chilló. "He oído que os váis de viaje...¡un viaje diferente a cualquier viaje en la historia!"

El fondo cambió a un rebaño de ganado.

-"Ni los cowboys... " decía Mickey con un sombrero de diez galones, "ni los astronautas..." decía Mickey en un traje espacial frente a un fondo de estrellas, "...¡han experimentado la aventura que estáis a punto de empezar hoy!"

Papá miraba los documetos.

-"¿Qué diferencia ha dicho que tiene el Platino?"

-"Bueno, por un extra mensual de $1,500 por persona, su cuerpo se limpiará a diario, se estimulan los músculos para que no se atrofien..."

Papá había estado negando con la cabeza desde que el dinero salió mencionado.

-"¿Hacen pedicuras?" dijo Mamá en tono sarcástico.

El hombre se rió y coincidió con la risa de Mickey.

-"Aún no, madam, aún no... quizá en la próxima versión."

Olivia se concentró de nuevo en su película. Mickey tenía sus manos posadas sobre una palanca al lado de una caja de cristal. Goofy estaba dentro con su nariz contra el vidrio para ver lo que Mickey estaba haciendo.

-"En realidad, no es tan complicado," dijo Mickey. "Lo que ocurre durante el proceso de mejora es ésto... "

La nariz de Goofy se sacudió hacia atrás cuando Mickey tiró de la palanca hacia abajo. Un embudo en la parte superior de la caja tembló y succionó el fantasma fuera del cuerpo de Goofy, dejando el cuerpo vacío colapsarse sobre el suelo. El cuerpo comenzó a roncar y unas Zzz salían de su narizota.

El punto de vista siguió al elongado fantasma mientras se deslizaba por la tubería unida a la caja.

- "La mente de Goofy; o lo que quede de ella je, je; se transfiere desde su cuerpo de carne a un cuerpo enteramente digital; ¡un cuerpo que nunca se cansa, enferma o necesita ir al baño!"

A Olivia le gustó cómo sonaba éso. Ella odiaba tener que pedir permiso en mitad de la clase para hacer pis, era tan vergonzoso. Escuchó brevemente a Papá hablar sobre cuánta memoria y almacenamiento tenían, pero perdió el interés.

Al fantasma de Goofy le llevó unos cuantos giros y dobleces antes de surgir del final de una tuberìa sobre el paseo de un parque impresionante. congelado en el momento del ocaso, la muchedumbre de gente estaba inmóvil en mitad de la zancada.

-"Y no hay nada que te impida personalizar tu nuevo cuerpo de Usted una vez has llegado...¡tu imaginación es el límite!"

Goofy, otra vez sólido, transformaba con un toque la nariz y orejas en versiones más pequeñas, hacía su propia piel unos tonos más pálida y sacaba unas gafas de sol del aire. Mickey entró caminando en el cuadro e hizo lo mismo y ambos se pusieron las gafas al mismo tiempo.

Mickey chasqueó los dedos y el impresionante parque tembló a la ruidosa vida. Minnie se apresuró y le dió un "Muak" a Micky. Pinocho y Campanilla cogieron cada uno un brazo de Goofy y le escoltaron hacia el atardecer. Antes de que se hicieran demasiado pequeños para distinguirlos en la multitud, Goofy se giró y dijo: "¡Disfrute de Usted! ¡Jiuk!"

La película terminó y Olivia miró alrededor. Su papá aún estaba mirando el contrato, navegando por el texto. pero ambos, el joven y su mamá la estaban mirando a ella.

Papá alzó la vista, asintió.

-"OK, empecemos. ¿Estáis listas?"

Mamá asintió. Olivia asintió confiando en que la succión de su espírito fuese tan sencilla como la succión de sus cavidades.

-"De acuerdo, Quiero que cada uno de ustedes se concentre en el sello de pasaporte que ven delante suyo," dijo el joven.

Un rayo retinal salió de algún lugar de la sala, no de su reloj. Olivia vió aparecer delante suyo un librito con su nombre. Tenía un pequeño símbolo redondo que latía ligeramente. Cuando ella lo miró, se sintió mareada y un poco como si se estuviera cayendo.

-"Bon voyage," dijo el representante y las luces se apagaron.

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Artifacs
24-May-2018, 09:07
(28) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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Eileen (VII)

La furgoneta de Usted retractó la plataforma vuelta a ella misma e inició el motor. Lo que fuera que había recogido en el callejón, había quedado acortinado por la plataforma incluso desde la posición aventajada de Eileen desde la azotea.

Escaneó el vehículo y el traje lo identificó como originario de
Beijing además de otros veintiocho puntos de información como arañazos, golpes, parches, ángulos de visión trasera...que reducían las opciones de perderlo.

La furgoneta era toda blanca, incluso en las ventanas. La única cosa que distraía de su forma era el logo borroso de Usted.

Eileen activó el traje al 500% cuando el vehículo salió a la calle, notando de inmediato un par de notches en el techo que su ángulo había ocultado antes. Segundos después su traje los identificó como ranuras para recogida en helicoptero.

("Pégate al techo, entonces.")

El siguiente edificio estaba lo bastante cerca como para saltar, aunque ella prefirió que el traje tomara el control de sus piernas y confirmar así que la distancia era aceptable.

("Es tonto arriesgarse. Especialmente si eres mala adivinando distancias.")

Recordó un incidente cuando había lanzado granadas en modo manual. Habían impactado contra un muro y rodado hacia atrás. Mary le estuvo recordando el incidente durante largo tiempo.

- "Eileen lanza como una niña pequeña." se había burlado haciendo reir a todo el mundo.

El siguiente edificio tenía un techo de cristal que cubría una piscina de tamaño olímpico.

("Debe de estar bien nadar ahí"), pensó Eileen mientras corría y observaba al nadador que cortaba el agua bajo ella.

El traje detectó su concentración y susurró: "Difícil de eliminar cuerpo a cuerpo, ochenta y cuatro metros de la posición actual. Sugiero arma de proyectil."

Eileen suspiró mientras sus pies pisaban musicalmente el suelo de vudrio. El siguiente edificio parecía un salto lejano y su taje aceleró su carrera para prepararlo. A medio camino en el aire, vió que no iba a llegar a la siguiente cornisa. El Terror la pinchó como un torpe asesino, pero su traje alzó sus manos para que golpearan sobre los peldaños de una escala al mismo tiempo que sus pies. El traje le suminstró un relajante y la subió hasta el ruinoso edificio.

Estaba corriendo de nuevo en automático, como si fuese en un coche paralelo a la furgoneta de Usted. La droga, como siempre, la desorientaba. Su cerebro sabía que aún debería estar jadeando pero su cuerpo lo negaba, acusaba al cerebro de estar exagerando.

Otro salto, menos dramático, la hizo aterrizar sobre una plataforma de cemento completada con un heliopuerto. El traje vió primero al guardia o, mejor dicho, el movimiento del humo de su cigarro. Sus caladas eran furtivas. Con una mano mantenía abierta la puerta a una pequeña escalera.

("Oh, deprisa, ¡termina!") pensó ansiosa Eileen.

Su pelo revuelto le recordaba al de Jeremy.

-"Fácil de eliminar cuerpo a cuerpo. Veinte metros de la posición actual," susurró el traje.

Al estar en automático con misión prioritaria de seguimiento secreto, le inyectó adrenalpro y alzó una mano en perparación para el golpe fatal sobre un obejtivo armado. Su visión se dividió entee la furgoneta de Usted y la silueta del objetivo con puntos verdes sobre las zonas de ataque sugeridas y su arma coloreada en rojo.

La adrenalpro hizo que el cuerpo y cerebro de Eileen se comunicaran de nuevo. Loalizó la escala y tomó control manual parando a pocos metros del fumador. La parte de su visión que seguía la furgoneta empezó a llenarse de avisos. Ella sabía que, simplemente, debería eliminarlo, pero no podía hacerlo, no con esos mechones.

-"¡Buu!" dijo ella sintiéndose ridícula pero sin ninguna otra idea mejor.

Aceleró el traje y, cuando el hombre giró a cámara lenta, ella corrió por el otro lado llegando hasta la escaleras. Empezó a descender justo cuando el cigarro tocaba el cemento soltando ascuas. Él le daba la espalda y ni siquiera había sacado el arma para cuando ella llegó a abajo.

El traje estaba gritando por la furgoneta, apenas una mota brillante en el horizonte, cuando ella retomó las aceras.

- "Sí, sí," murmuró ella, "todo irá bien."

Resultó que la furgoneta estaba ociosa en un semáforo y Eileen estaba a punto de saltar sobre ella.

("¿Y no sería una imagen preciosa si el helicóptero descendiera mientras estás tumbada allí como un oso negro en la nieve?"), le castigó su otra mitad.

Aunque ella no sabía lo que haría si la furgoneta fuese recogida: no podría agarrarse muy bien a sus ruedas. Lo ideal sería entrar dentro del vehículo pero existía el riesgo de que tuviera alguna trampa y, ciertamente, estaría vigilada de algún modo.

Mientrad acechaba desde las sombras de un callejón cercano, se dió cuenta que de tenía más sentido seguirla en un coche.

Aün a plena velocidad, se lanzó hacia la fila de coches parados en el semáforo encontrando, al fín, una Pick Up. Cuando estuviera dentro del coche reduciría el traje para ahorrar energía. La Pick Up era una de esas camionetas con adornos de cromo pero se acomodaba perfectamente a lo que Eileen necesitaba. Saltó a la parte de carga y se agachó fuera de vista justo cuando el semáforo pasó a verde.

Cuando la camioneta empezó a rodar, puso el traje a velocidad normal y tomó una posición donde pudiera ver la furgoneta sin ser descubierta.

Mientras se acomodaba, vió una caja en la esquina y descubrió que la camioneta era una perrera móvil que transportaba un par de perros de mirada maligna. Antes de que pudiera preocuparse, pasaron por un badén y la puerta de la perrera de plástico se abrió.

("Oh no,"), suspiró Eileen.

Demasiadas emociones esa mañana. Apenas necesitaba ya adrenalpro.

El perro le mostró los dientes pero Eileen puso un pie en la puerta y le sonrió. Los perros eran, a menudo, más difíciles que los humanos. No se sorprendían tan fácilmente y sus puntos objetivo eran más pequeños y difíciles de alcanzar.

La furgoneta de Usted estaba a un par de coches. El conductor de la camioneta, invisible para Eileen a través de la ventana negra opaca, tenía bastante prisa, a diferencia de quien quiera que conducía la furgoneta de Usted. Según sus datos, había mantenido velocidad constante y era probable que fuera autopilotada.

El perro apretó el hocico contra el plástico. Ella miró al perro ignorando los datos de eliminación. Era un bonito-feo perro, con ojos amarillentos. Hacía ese movimiento de sacudir la barbilla que lo calificaba como desembarcado. Era uno de esos ajustes genéticos que había funcionado. La mayoría no funcionaban.

Eileen recordó haber oído a un vecino parlotear sobre su terrier modificado: "¡No más caca y recogedor!"

Había una compañía llamada Monsanto que garantizaba el comportamiento estable. Si la mascota se volvía agresiva, pagaban los costes de hospital y dispensaban una nueva de tipo similar. Era cara pero mucha gente se suscribía. Luego se descubrió que usaban los animales rechazados para juegos de caza extrema y muchos dueños se enfadaron.

Más adelante había un túnel con el cemento pintado como un anillo de fuego con letras que decían:

BIENVENIDO AL INFIERNO

Bajo ellas:

AHORA, ¿NO DESEA HABER ESCUCHADO A PELE?

Los anuncios dirigídos a los conductores eran, a menudo, confusos para Eileen, ella no conducía desde hacía años y siempre le hacían sentirse vieja.

Era Jeremy quien tenía que explicarle a ella las campañas que salían y ella escuchaba y sonreía obediente pero eran aburridas como chistes diseccionados, o parecían obvias o convolucionadas.

Cuando la furgoneta de Usted entró en el túnel, Eileen aceleró al 250% y se agachó preparada. Un túnel era un lugar perfecto para un aterrizaje discreto. Le dijo al traje que buscara irregularidades en la carretera que pudieran sugerir algún hoyo. El yahoo que conducía su camioneta estaba cambiando de carril y acelerando y Eileen estaba ansiosa de que se alineara con la furgoneta de Usted.

Era posible que pudiese ver al conductor o a la vigilancia de la furgoneta. Puesto que ella no era una ancianita a merced del conductor sino una máquina de matar, resolvió que era hora de empezar a actuar como tal. De lo contrario, nunca recuperaría a Jeremy.

Dejó a la ancianita en su casa de Sunset Beach y le preguntó al traje sobre el modo más eficiente de secuestar el vehículo. Segundos de procesado después, le mostró cómo.

-"Quita la maneta hierro de su compartimento," le susurró mostrándole cómo había una barra guardada bajo el piso de la camioneta.

Luego, colocó un punto de mira en la ventana negra.

-"Velocidad al 312% y empuja la maneta de hierro en este punto. Quita la ventana y entra en la cabina."

Le mostró cómo hacer palanca en la ventana y luego golpear el hierro para romperla. Después le dibujo una X para permitir la entrada.

-"88% de muerte instantánea. ¿Ejecuto el programa?"

Ella verificó porqué el procentaje era tan bajo. Unos cuantos detalles después mostraron que un 22% de los dueños de camionetas Ford optaban por un cristal de seguridad; 31% optaban por la conducción automática; 28% tenían pasajeros adicionales.

El traje le preguntó si quería planear para estas contingencias.

Eileen negó con la cabeza. La furgoneta salió del túnel hacia el sol y su brillo blanco la sorprendió. Hizo que el traje confirmara las.marcas de identificación, repasando su plan mientras lo comprobaba. Odiaba hacer nada por debajo del 90%.
A su lado, el perro se golpeaba contra la puerta de plástico con sus colmillos raspándola audiblemente, como si supiera lo que estaba planeando. Entonces, se le ocurrió una idea.

Pasó a velocidad normal mirando hacia adelante. Pasaron dos semáforos en verde antes de llegar a uno amarillo y tuvo un momento de ansiedad cuando vió que la furgoneta de Usted iba a pasar de largo. Pero se detuvo y el momento de las ruedas de la camioneta continuaba. Eileen pasó al 500%. Rápida pero con calma, abrió la puerta de la perrera y agarró el collar del perro con dos.dedos.

Las piernas del perro se sacudían.ligeramente cuando ella lo sacó suavemente de la jaula. Tenía los ojos fijos y las fauces se abrían.lentamente. Eileen se puso el lomo del perro sobre la espalda y lo levantó hasta dejarlo encima de la cabina y, al fin, lo posicionó donde el traje le había dicho que estaría el pasajero.

Sus patas se deslizaron por el parabrisas hasta quedar en el capó del vehículo. Eileen suspiró de alivio. El perro ya estaba sobre sus pies, enfadado como nunca, ladrando lentamente como loco.

Se tumbó en la parte de atrás, observando las puertas. Durante algunos locos segundos, no ocurrió nada. La puerta lateral empezó a abrirse.

("A partir de aquí, ya está hecho...sólo es cuestión de hacerlo limpio o sucio."),

Observó la nuca de una mujer de pelo largo salir del coche.

Uno, dos pasos de la puerta y Eileen deslizó sus piernas sobre el maletero de la camioneta. Sus pies tocaron el asfalto y cuando la mujer seguía tras la mascota, Eileen estaba dentro de la cabina cerrando la puerta.

Y, justo a tiempo, también. La lus del frente seguía amarilla.

("¿Cuál es el acelerador?") entró en pánico.

Miró a la mujer y vió que se dirigía hacia su perro.

("Bien.")

Puso las manos en el volante y trató de recordar la última vez que había conducido. Justo entonces, hubo un repentino:

booom

Se agachó y giró la cabeza pensando que habían disparado a la ventana, pero solo fue el sonido prolongado de la puerta cerrándose.

-"Oh!" exclamó volviendo al 100% y pasando el seguro de la puerta.

Miró al lado para comprobar que la mujer había escapado a una isla de tráfico y observaba la camioneta con ira impotente con el perro en su pecho.

("Buen tiempo de reacción."), pensó mientras la luz pasó a verde.

Aceleró con precaución, tras unos segundos, pudo relajarse. Consultó su visión trasera y vió que la mujer estaba hablando a su reloj. Tuvo un momento de ansiedad mientras trataba de recordar si Ford era la compañía que podía hacer explotar el coche en caso de robo. Le preguntó al traje

-"Según la FAQ, Ford ofrece una variedad de opciones que van desde la simple desactivación a la inundación de la cabina con gas letal."

-"¿Qué porcentaje de compradoras 18-34 eligen ése?"

-" 18% compran esa opción y sólo el 3% usa gas letal".

Eileen no veía más opciones que las que deducía por la cabina: sin auto-conducción, sin orificios internos de ventilación, ni siquiera tenía sistema de audio. La dueña era una simple chica común. Le alegró no haber tenido que eliminarla.

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Artifacs
24-May-2018, 12:31
(29) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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Paul (V)

Paul miró por la sala. Era una cámara de piedra con una estatua en medio: la figura gigante de una diosa con cabeza de dragón y físico de dudosa escultura.

Caminó en torno a ella, apartando la mirada de su lasciva mueca y relucientes ojos verdes para mirar en el espejo de cuerpo entero que ella portaba a modo de escudo.

Observó el cuerpo que le habían asignado: tenía un corte de pelo de marine, una sonrisa de rigor mortis y un ligero tick en su mandíbula cuadrada.

("Un Gran Músculo. Bastante clásico."), pensó Paul observando el resto de la cámara. Beats meeting at a restaurant.

Miró el entorno una vez más antes de salir por las puertas de acero que se abrieron a su paso.

Estaba en un pasillo alineado con armas poco adornadas salvo por un escudo con gruesos tubos de ensayo tallado en el suelo.

Sin detenerse en la decoración, Paul recorrió el pasillo, pasó un calibre .45, un radiador de onda, un rifle francotirador, un fusor de hueso, un lanzagranadas, una pistola de plasma, un yakuza especial, un táser masivo, un coctail Molotov...

("Aquí está.")

Se acercó a la botella y ésta saltó hacia su mano.

Así armado, Paul siguió pasillo abajo hacia un par de puertas dobles. Se abrieron solas, crujiendo, Paul salió andando con una cara que mostraba lo afortunado que se sentía de haber seguido su intuición al darle a aquél chico de la barra su tarjeta de negocios.

Las puertas tronaron tras él al cerrarse.

- "¡Un Nuevo Aventurero Entra al Castillo de Frankenstein!" entonó una voz.

Paul miró alrededor rápidamente tomando el corto pasillo iluminado por globos que se disparaban entre ellos corrientes eléctricas. Bajó corriendo por una pendiente y el muro próximo a él explotó en pedazos de roca de olor agrio. Se apartó hacia atrás a tiempo escuchando una voz trás él: "¡Voy a quemarte el ombligo!"

Lo intentó por otro camino. Su corazón le latìa como loco, el eco de sus pisadas rebotaba por el pasillo grisáceo. Al volver la esquina, vió un yakuza especial sobre el suelo y detuvo sus pasos. Escuchó unos segundos para comprobar si alguien le seguía pero no oyó nada.

Se preguntó si debería recoger el arma más poderosa.

("Las cuchillas giratorias serían mucho más útiles que los cócteles en combate cerrado. Pero podría no ser capaz de llevar ambas y tengo que llevar el Molotov...")

Paul acabó por deslizarse el yakuza especial al hombro y continuar. Entró a un gran salón dominado por una enorme mesa de banquetes.

Se estaba preguntando cómo habían muerto los comensales derribados sobre los esqueletos, cuando el arco de piedra sobre su cabeza desprendió escombros de roca gris.

("Mierda."), pensó Paul esquivando alrededor rápidamente.

Segundos después, el suelo salpicaba tierra y Paul empezó a correr hacia el extremo opuesto de la sala.

("Francotirador.")

Acababa de localizar al francotirador vestido de balaclava cuando una bala le golpeó el hombro.

("Maldición.")

Saltó sobre la mesa y corrió zigzagueando mientras localizaba al francotirador en un balcón a alta altura. Dejó volar el Molotov. Su corazón se encogió al errar el balcón por completo, la botella chocó con el muro y lo llenó de llamas. Una nueva botella apareció en su mano.

El francotirador reía con burla.

- "Bonita arma, novato. Estate quieto mientras te fragueo."

Pero unos cuantos zags después, Paul había alcanzado el muro y estaba a salvo bajo la caja. La tierra en torno a él salpicaba mientras el francotirador trataba futilmente de alcanzar los ángulos.

-"Voy a usar el jodido lanzamisiles también," se quejó el francotirador. "De acuerdo, novato. No vale la pena fraguearte pero voy a bajar de todos modos."

Paul, con su pecho golpeando, notó que el esqueleto a su lado tenía una corona. Asintió paternalmente al rey, cuya calavera parecía sonreirle. El cáliz y el cetro eran bobitos detalles, pensó Paul.

Entonces, un vórtice de energía surgió a los pies del rey que regeneraba todo lo que tocaba, deslizando hacia arriba el esqueleto y recomponiendo su carne y sus ropas.

-"Wow," dijo el francotirador, que estaba de pronto a su lado. Señaló con su rifle al rey, que estaba recuperando una cara apuesta junto a su ropa púrpura. "¿Cómo has activado éso?"

-"Yo..." dijo Paul decidiendo que no quería admitir que no él había tenido nada que ver con ello y mostrarse así dispensable.

El rey se levantó y sacó una uzi de sus ropas en un movimiento fluído. Fragueó al francotirador, que cayó al suelo dando pasos atrás en silencio y se disolvió en um charco verde de huesos. Apuntó a Paul y éste esperó los disparos sintiéndo la estúpida botella en su mano y deseando, con instrucciones o no, haber escogido un arma decente.

-"¿Eres Paul?" dijo el rey.

Paul asintió.

-"Bien. Nos vemos en la sala del espejo."

El cañón de la uzi centelleó y las balas impactaron contra su cuerpo.

Tras disolverse en una pasta verde y un breve parpadeo de oscuridad,
Paul reapareció en la sala de la estatua de la diosa.

("Supongo que èsta es la sala del espejo.")

El rey entró segundos después y Paul vió que el atuendo negro tenía el blasón de los tubos de ensayo cruzados en su pecho. El mismo que había visto un poco antes. También llevaba un Molotov en la mano, en.lugar de la uzi. Retrocedió y, por un segundo, Paul pensó que iba a fraguearlo de nuevo pero el rey lanzó la botella al espejo.

Se rompió y cubrió el espejo de llamas de gasolina. Una vez que quedó fundido un agujero lo bastante grande, el rey entró por él. Paul le siguió.

En el otro lado del portal estaba lo que parecía ser el infierno.

(" Oh, los chicos y sus juegos. Pocas cosas cambian.")

Paul miró atrás y vió que un cuerpo reptiliano escanmoso guardaba el portal en este lado. Por delante, el rey estaba de pie al borde de un precipicio, con los brazos cruzados mientras miraba la escena de abajo. Cuando Paul se unió a él, vió una cola puntiaguda que le sobresalía bajo las ropas púrpuras.

Paul decidió sentarse en el borde, balanceando las piernas mientras observaba las escenas de tortura amorosamente diseñadas de más abajo. El rey se sentó también. Paul notó que le salían cuernos retorcidos y tenía una facción más oscura.

-"¿Y porqué el Molotov?" preguntó Paul.

-"Es un arma de mierda," dijo el rey demonio. "Nadie la escoge voluntariamente."

Paul asintió. "Me he dado cuenta."

El rey demonio resopló.

-"Sentía curiosidad por ver si llegarías al Gran Salón. PantalónOscuro han estado esperando allí dos días."

-"¿Dos días de tiempo real?"

El rey demonio asintió.

-"Sí. Apesta. Jodido campista. Ni siquiera sé porqué le dejamos entrar." Negó con la cabeza. "En realidad, ni siquiera creo que sea un clón por mucha mierda que diga HoraDelFilo."

-"Suoongo que no hay forma de probar éso en Frisco," dijo Paul.

-"Ya, tenemos que seguir las nominaciones," dijo el rey demonio.
"Pero en realidad tampoco importa. Nunca llegará a élite. Puede correr por Frankenstein todo lo que quiera, no me importa una mierda."

-"¿Y llegó a élite el chico que ví en el bar?"

-"Sí," dijo el rey demonio. "El paletobots."

-"Paletobots. Muy inteligente," dijo Paul. "Las Instituciones y los bancos han tratado de ser in-crackeables, para hacer la protección resistente al aire, pero con los datos personales de gente, el enfoque ha caído sobre hacerlos fáciles de compartir. De modo que habéis explotado ésto haciendo que los paletobots vayan de bar en bar haciendo que la gente les muestre pequeños datos." Paul asintió admirablemente. "Es como pedir a alguien su permiso de conducir para ver la foto y también memorizar la fecha de cumpleaños y la dirección. Excepto que miles de veces al día sin riesgo de ser detectado."

El rey demonio sonrió mostrando dientes afilados.

- "Sí, es un hackeo elegante. Aunque no se me ocurrió a mí. ¿Porqué pediste verme?"

-"El primer tipo con el que hablé mencionó a los miembros de tu grupo," dijo Paul cuidadosamente.

("Y conociendo a los de 12 años, me imaginé que Jericida, el miembro élite de los ReplicanteZ, tenía una posibilidad considerable de ser Jeremy Ellis, el inocente chico de Eileen.")

Paul sonrió mientras decía triunfalmente.

-"Y oí sobre tí. Con base en
Vancouver, originalmente, ¿cierto?"

-"Érase una vez," dijo Jeremy mirando el Infierno.

Paul ocultó su sonrisa y se dijo a sí mismo ser cuidadoso. Estaba acostumbrado a que su mezclacaras escondiera sus reacciones pero este entorno no lo permitía.

Miró hacia Jeremy.

-"Estoy investigando señales de actividad subversiva en Frisco."

-"Ya, sabía que ese asunto de Seguridad de Datos era mentira," dijo
Jeremy con una mueca. "Bueno, los ReplicanteZ no venderán los paletobots durante algunos meses. Puedes quedarte con nuestros bots desechados cuando nos aburramos de ellos. Aunque tengo que decirte que los pagarás hasta la nariz."

-"No," dijo Paul, sorprendido de la vehemencia elocuente dentro de la cabeza del chico de doce años. "No me interesa la tecnología de los paletobots. En lo que estoy interesado es lo que representa. Me refiero a que, obviamente, vosotros no sois una subcultura genuína pero, en unos cuantos años, podrías ser..."

-"¿Qué demonios quieres decir con éso" dijo Jeremy levantándose.

-"Bueno, vega ya," Paul se encogió de hombros permaneciendo donde estaba. "Sois un puñado de chicos hackeando por ahí. Apenas es algo del nivel de los Guerreros Del Código." se giró para encararle, aún sentado. "Ellos tenían un manifesto."

Jeremy expulsó aire por la boca.

-"Tío, estás lleno de mierda. ¿A quién demonios le importa un manifesto? Esos perdedores estaban estríctamente en internet, tío. Eran un montón de chichos de guión con buena fuerza de proceso, eso es todo. ¿Qué hicieron?. Salir en la MTV. Gran mierda."

Paul coinció pero fue un poco más lejos. "¿Acaso vosotros sois diferentes?"

-"¡Joder, sí!" dijo Jeremy, su rabia petulante parecía extraña con sus facciones de realeza. "Somos clones. La gente nos trata como jodidos errores, tío, rechazos de fábrica. Ahí fuera, somos demasiado pocos, pero en Frisco somos una fuerza que hay que computar. Los que nos odian no pueden jodernos aquí."

Paul notó la calidad bien llevada del enfado pero había pasión inconfundible también.

("¿Qué altura tendrá este chico?")

Paul dijo: "Los prejuicios mueren con dificultad."

Jeremy sacó una recortada de su capa y la cargó con un golpe de muñeca. Paul esperaba que la reunión se interrumpiría en breve.
Entones, Jeremy se dió la vuelta y disparó sobre un pterodáctilo de huesos. La persona que lo estaba montando conaiguió devolver una bola de plasma mientras caìa al abismo pero Jeremy la esquivó dando un paso lateral.

-"Muchas cosas mueren difícilmente." Jeremy lanzó la escopeta al suelo. "Lo gracioso es que podemos hacer un cuerpo con ombligo y hacerlo aparecer aquí. Pero no queremos ser como ellos. Tienen miedo de Frisco, miedo del poder ilimitado que tenemos. Tienen miedo de volverse inhumanos aquí. Pero nosostros estamos acostumbrados a ser monstruos."

Paul asintió sintiendo la emoción del descubrimiento que solía sentir cuando veía un vena bruta de sangre nueva.

Jeremy se giró hacia él. Paul sintió los ojos del chico observarle y oyó su voz: "Así que, no me importa lo qe pienses de nosotros. No importa.cómo nos clasifiques. Vamos a ser una fuerza en Frisco."

-"Te creo," dijo Paul sinceramente. "Pero, ¿cómo vais a mantener en.secreto vuestras identidades? ¿Qué hay de...vuestros padres?", casi dijo Eileen.

Jeremy hizo una pausa.

- "Sí, padres es el término correcto." se burló. "A veces, vosotros los liberales sois peores que los que nos odian."

-"¿Saben vuestros padres lo que estáis haciendo?" dijo Paul con un zumbido liberal bajo su piel.

-"No. Todos tenemos pieles diferentes para diferentes ocasiones." Mostró su apariencia de rey demonio. "Éste es mi traje de trabajo, por ejemplo. Obviamente, cuando estoy con mi abuela parezco distinto. Ahora no es un problema puesto que ella no se ha mudado aquí todavía...todo lo nuevo la asusta." Se encogió de hombros, aceptando éso.

Paul, por dentro, sonreía ante la idea de una Eileen asustada y a lo poco que se conocían el uno al otro.

-"Estoy esperando a reunir suficiente dinero para personarlizar una casa para ella. Pensé que serìa más rápido pero ha habido un montón de trabajo base que cubrir aquí."

-"Proablemente está muy preocupada," tanteó Paul.

-"Lo sé." Una mirada incómoda pasó sobre su cara. "Ocurrirá pronto. Hemos tenido muchas oportunidades que teníamos que aprovechar. Cosas para el fururo." indicó con la barbilla a la gente que del abismo. "Ésto, por ejemplo."

Paul asintió como si supiera todo sobre el asunto, como si fuera real y no sólo hologramas bien construídos.

-"Vosotros no hacéis todo esto solos, ¿verdad?"

-"No no, el equipo de diseñadores hace todo lo visual. Nosotros hicimos la parte final. Podemos hacer cosas como el Castillo Frankenstein, cosas básicas así, pero...bueno, no se pueden ver pero mucho de ésto es realmente complicado. De modo que surgen ideas, como el abismo de tortura y demás. Se necesita saber cómo sobreeacribir la habilidad del invitado para teltrasportarse o ajustar su entrada sensorial."

-"Nunca he oído nada de eso.", dijo Paul nervioso de repente por el hecho de no podía teleportarse.

Miró tras él lo lejos que estaba el portal.

("Bastante lejos.")

-"Bueno. Si los Friscops supieran que están parcheados ésto sería considerado bastante underground."

Paul tomó nota mental de la jerga de los Operadores de Sistenas de Frisco.

Jeremy señaló el abismo. "¿Ves lo ocupado que está ahora? Tiene el doble de capacidad. Se supone que el Infierno está lleno de gente, después de todo. No está cerca de la capacidad pero...aún nos renta bastante dinero."

-"¿Nunca se os ocurrido que podríais usar vuestras habilidades para hacer cosas con un impacto más amplio?" preguntó Paul.

-"Claro," disparó Jeremy. "Hacer un mundo recreativo para esos sickos es estrictamente por el dinero. Hemos hecho planes."

Paul alzó una escéptica ceja.

Jeremy mordió el anzuelo. "Vamos a lanzar un barco pirata."

-"¿Un barco pirata? ¿Te refieres, por la bahía?"

Jeremy asintió con mueca diabólica.

-"¿Qué vais a hacer con él?"

-"¿Tú que crees? ¿Qué es lo que mejor hacen los barcos pirata?," dijo Jeremy con los ojos brillando de vida. "Saqueo y pillaje."

* * * * *

Artifacs
25-May-2018, 14:35
(30) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
NonCommercial-ShareAlike License. (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/)
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Nicky (XI)

Nicky se reclinó en el asiento sintiendo el sol en la cara. Pedaleó tranquilamente por la calle con sólo un coche que evitar, pensando sobre cómo el mundo se ajustaba a ella perfectamente.

("Váyase, visite Frisco. Nosotros, pacientes, heredaremos la tierra.")

Localizó una rama trepando sobre el poste de un semáforo y frenó.

No desmontó de la bici, sólo la inclinó a un lado del poste.
Sacando una de las bolsitas de su riñonera, cogió una hoja y la selló dentro de la bolsa. Luego, habló con su reloj.

-"Muestra E21. Esquina de Cordova y Princess. Sana, Una planta de un metro de altura creciendo desde un trozo de tierra hasta un poste de cemento."

Tiró un poco de donde la rama estaba colgando, sorprendida de lo segura que estaba.

Un coche de color verde claro estaba parado cerca. Nicky miró molesta a las ventanas tintadas antes de continuar. Estaba contenta de llevar la máscara que Simon le había insitido que llevara, no por manía suya sino por ser un disfraz bastante inconspicuo.

-"No es lo mismo que pasear por ahí de noche," le había dicho con ojos grandes y suplicantes. "Absorbes más aire cuando vas en bici y, dursnte el día, la contaminación es siempre peor."

Habían estado comiendo pues ella había le invitado a él y a Andre a cenar para celebrar su nuevo empleo salvando el mundo.

-"Pero, ¿qué hay de esas plantas milagrosas?," había replicado ella. "¿No contrarrestarán los niveles superiores?"

-"Quizá algún día," había dicho él metiéndose un tomate-choco entero en la boca. "Pero ahora no hay forma de que unas cuantas judías vayan a filtrar los gases de un billón de coches mejicanos."

Andre había susurrado algo sobre cómo éso sonaba como si los mejicanos tuvieran la culpa, cuando, en realidad, conducían tanto como ellos.

-"Sólo digo...oh, que le den," dijo Simon tirando la máscara sobre la mesa del café. "No la lleves, entonces."

-"Necesitaré un par de pulmones antes de los sesenta, de todos modos," dijo ella tranquilamente.

-"Claro, eso tiene mucho sentido. Gasta $100,000 en un par de pulmones porque no quisiste gastar $10 en un filtro."

Él se resignó y pasaron el resto de la cena hablando sobre el tiempo que Andre había pasado en Méjico. Había estado ayudando a ZapataTV, aunque tras un tiempo se había desilusionado y lo había dejado.

- "Sólo fue un empleo," había dicho él.

-"Hey, no hay empleos vergonzosos," había dicho Nicky refrescando el vaso de todos con vino tinto. "¡Recordad que estamos celebrando!"

-"Yo celebro la incorporación de un talento a la camarilla." dijo
Simon, alzando su vaso.

-"Sí," dijo Andre sonriendo. "Por éso."

Nicky había brindado en voz baja, una parte de ella decía: ("Yo celebro que me paguen. Son raros, estos chicos.")

Nicky seguía pedaleando en buscabde más muestras. Con Andre y Simon en mente. Parecían confiados de un modo naif. Habìa esperado de ellos algún cambio tras la noche que habían pasado juntos, que dejasen de fingur ser misteriosos agentes en una misión. Quería que tuvieran los pies en el suelo, con cabeza fría y duros: o sea, normales. Pero en vez de éso, la habían involucrado en esta extraña tarea que tenían.

-"...Así que, sólo hacéis lo que siempre hacéis y él os paga por ello." había dicho Nicky después de cenar, tratando de entender entre la niebla del vino.

Simon asintió. "Sí, bueno, ¿has oído sobre la abatida del anuncio en Detroit?"

Nicky no había oído nada.

-"Bien, Me alegra. Eso significa que no funcionó. Ford había comprado cada centrímetro de espacio publicitario, cada cartel, cada anuncio para promocionar su nuevo coche. Sólo porque podía, porque Detroit era pobre. Así que, yo y algunos amigos fuimos y ajustamos algunos de los anuncios para que atrajese la atención sobre la admiración de Henry Ford por Hitler. Paul vió lo que estaba pasando y contactó conmigo. Dijo que quería patrovinarme." Simon se inclinó hacia adelante para comprobar de nuevo que el vino se había terminado. "Mierda. Al principio pensé que era como, de Nissan o algo. Pero resultó que no. Es sólo un activista político con mucho dinero. De modo que me dió un montón de dinero y pude contratar a algunos de los mejores escritores de grafitti de la ciudad para bombaedear el lugar. Fue increíble."

-"Así nos conocimos." dijo Andre.

-"Sí, bueno," dijo Simon con una sonrisa falsa. "Alquilé algunos malos escritores también."

Todos se rieron.

-"Que te den, jefemari" dijo Andre.

Simon se reía con todo el cuerpo, cayó de lado y tumbó la botella de vino vacía. Nicky había estado feliz y orgullosa de estar con ellos esa noche, con tan humor frívolo, e incluso ahora con su sobriedad cínica sabía que eran más interesantes que la mayoría de la gente que había conocido.

No había visto ni un brote de verde durante algunos bloques, de modo que se forzó a observar mejor. Había una muestra con buen aspecto enrredada en la verja de Acres Placenteros y se subió a la acera con la bici para recogerla.

Tras embolsarla, vió al guarda de seguridad de pie fuera de la garita. Le hizo el gesto con el dedo, "ven aquí". Nicky subió a la bici pero no se movió.

("¿Iba a pelearse con ella por tomar una muestra?")

Volvió a la carretera y empezó a pedalear hacia èl.

("¡Hey! ¿Acaso no es aquél bobo que había electrocutado a la anciana sin techo? No, ése tenía turno de noche...")
No,

-"Tengo que amonestarla por subir el vehículo a la acera, señorita" informó él.

("¡Demonios! ¡Es él!")

Decidió que seguiría su camino, pedaleando más rápido. Cuando el guarda percibió que ella no iba a parar, sacó su táser.

Ella sintió el corazón en la garganta pero siguió pedaleando mientras pulsaba el botón que no era el botón del freno y vigilando cuanquier movimiento del guarda.

Él era paciente y ella apenas estaba a tres metros cuando el dedo del guarda apretó el gatillo. Ella dejó de apretar el botón y su columna se sacudió un poco con el repentino salto.

("¡Estoy volando!")

La alegría pasó a terror cuando descendía y veía que la bici se aplastarìa contra el suelo, dejando sus muestras a merced del hombre de la sonrisilla sádica.

("¿Porqué siempre hago estas estupideces...")

La bici recorría el aire.

("...tan maravillosas, emocionantes e hiláricas?"), concluyó después de que la bici aterrizara sobre la carretera con imposible suavidad sin disminuir una pizca.

Cuando llegó a casa, maletín y bolsillos llenos de bolsas de muestras, la bici ya no rodaba bien. Sonrió cuando identificó la obstrucción en los radios...

("El cable del táser.")

... y extrajo el ovillado y sucio souvenir. Lo mantuvo frente a ella y le dijo: "Ya no electrocutarás a nadie nunca más, ¿verdad?"

Caminó por la gran casa, que parecí mayor y más vacía ahora que Andre y Simon se habían ido. Había sentido lo mismo que cuando se marchó Kathy y saberlo no hizo que la melancolía desapareciera.

("Siempre hay espacio para la soledad!") pensó Nicky regalándose una sonrisa.

Ellos se habían quedado durante algunos días pero se habían marchado para volver a sus tiendas de campaña. O eso suponía ella. No había preguntado porque no quiso parecer entrometida. No sabía el tipo de relación que tenían ahora que tenía este empleo. Era una extraña progresión social: de extraños a amantes, de amantes a compañeros de trabajo.

No había nada en la nevera pero encontró un sandwich Skippy en el armario. Lo devoró mkrando las botellas de vino que habìa dejado atrás, las enormes bolsas de basura esperaban su atención.

("Mierda. Será mejor que vaya al depósito.") gruñía cuando un pensamiento feliz la interrumpió.

¡Tenía dinero! Ella, como la gente normal, ¡podía llamar al camión de la basura y pagar una recogida!

Pero también le tentó la idea de ir allí en bici.

("Apuesto a que no tardo más de cinco minutos.") pensó ante la revelación de cómo la maquina sencilla encogía la geografía.

Deseando tener otra cosa mejor que hacer que escabecharse zumo de la nevera para hacer pasar el sandwich, se limpió de migas las manps y subió al laboratorio.

Su reloj le anunció una llamada y le preocupó que fuera su nuevo jefe llamando temprano por alguna razón. Pero resultó ser su mamá. Ella aceptó la llamada.

- "¡Hola Mamá!

-"¡Qué animada estás!" dijo ella con voz sorprendida.

-"Sip. ¡Tengo un empleo!"

-"¡Un empleo! ¿En...Vancouver?"

-"Sí. Trabajo biológico que puedo hacer en casa." Nicky arastró una silla y se subió a ella para bajar la escalera del laboratorio.

-"¿Trabajo biológico? ¿Para qué compañía?"

-"Es para un billonario excéntrico," dijo Nicky, con la respuesta preparada. "Hace proyectos públicos de arte."

-"¡Cualquiera que haga obras biológicas estos días debe de ser un
excéntrico!" dijo su madre con su voz aún alegre. "¿Le conoces en persona?"

-"No, aún no. Hicimos la entrevista por e-mail. Fuí recomendada." Nicky metió el cable del táser dentro de un tubo de ensayo como una extraña flor.

-"¡E-mail! Qué formal."

-"Sip," dijo élla. "Se reunirá conmigo esta noche. Han.configurado..." Nicky pensó en algo. "¡Hey Mamá, puedo tenerte en visual! ¡Mi cubo-espacio se ha configurado para Frisco!"

Casi inmediatamente se arrepintió de haberselo dicho. Sus defensas de privacidad habían caído.

-"¡Oh!" exclamó su madre. "Bien, sólo un segundo, Estoy en el baño."

Hubo un sonido de alguien emergiendo del agua.

Fue la misma duda de su madre la que la tranquilizó un poco. Escaneó la habitación buscando algo condenable, no vió nada, escaneó de nuevo.

- "Avísame cuando estés decente, Mamá."

Se quitó la chaqueta y maletín, dejándolos sobre el mostrador.

-"¡Ya voy!" canturreó su Mamá.

Nicky snorted at her corniness, poniendo el reloj a hablar con el ordenador. Segundos después, el salón de su mamá apareció en el pequeño cubo. Era una replica de uno de Vancouver en el que Nicky había crecido, de modo que reconocía cada diminuto fragmento y adorno sin tener que ampliar la imagen.

-"¡Bien!" dijo su Mamá, levantándose del sillón. Miró alrededor.

- "¡Parece un verdadero laboratorio!! Y oh dios mío, ¡eres enorme!"

Se inclinó hacia atrás para contemplar a su hija con las manos en la cintura.

-"¡Eso debe ser lo que parezco a los aldeanos chinos en el juego Mah-Jongg!"

Nicky gruño y acercó la cara a la caja.

Mamá se echó hacia atrás y chilló, cayendo de rodillas y gritando algo en otro idioma.

-"¿Qué significa éso?" preguntó Nicky riendo.

-"No lo sé. Es lo que gritan antes de pisarlos." dijo ella levantándose y limpiándose las rodillas por hábito.

Observó alrededor de nuevo.

- "¿Y todo ese equipo vino de la escuela? ¡No tenía ni idea de que fuera tanto!"

Nicky observó su mostrador reluciente , sus antiguos tubos de ensayo, su HornoFácil a través de los ojos de su madre.

-"Por eso, básicamente, conseguí el empleo, porque puedo hacer todo lo que necesitan desde aquí."

-"Eso es estupendo, Nicky. Relacionado con el Arte, además, perfecto para tí. Simplemente estupendo," y las dos saborearon aquello durante unos segundos. "Espero que sea un hombre agradable. ¿Viene hoy?"

-"Sí," dijo Nicky, comprobando su reloj, mirando su bolsa de muestras involuntariamente.

-"Entonces te dejaré que sigas trabajando. Volveré al baño. Una de pas mejores cosas de Frisco es que puedes hablar en el baño sin preocuparte de mojar el rejol por accidente."

-"OK Mamá, Te llamaré pronto."

-"Adios," dijo ella.

Vació la bolsa de muestras en la pequeña pila del mostrador, pensando sobre su mamá en el baño, llamando a todos sus parientes, unovtras otro.

("¿Qué hace con todo ese tiempo? ¿Sin dormir para descansar de los días?")

Resolvió ser más comprensiva con las constantes llamadas de su madre, deseando que todas las llamadas pudieran ser tan mutuamente satisfactoriad con lo había sido ésta.

Anotando el número de muestra, puso el trozo de rana en el HornoFácil y lo configuró en regresión. Segundos después, emitió un "ding" y, tras comprobar el horno para asegurse que lo había degenecidado totalmente,
escaneó los datos y los agrupó con la información verbal que habìa grabado en el lugar.

Tras hacer unas cuantas, empezó a preguntarse si había un modo de hacerlo de una vez pero decidió hacerlas de una en una: tenía tiempo antes de que su jefe llegase, de modo que no trató de hacer nada demasiado complicado aún.

Pero era emocionante pensar sobre el aprendizaje del uso de las herramientas de su mercado, no sólo la parte de conatrucción, sino el mercado en su totalidad.

("Que me paguen por trabajar en genética...La profesora Cho estaría verde de envidia.")

Cuando terminó, hizo algunas investigaciones siguiendo las indicaciones de los datos. Ya bastante cerca de la hora, sonó su reloj.

Ella lo recibió en el cubo-espacio de inmediato.

- "Hola."

El hombrecillo de amplios hombros asintió con las manos a la espalda.

-"¿Tú eres Nicky?"

Nicky asintió.

-"Soy Paul," dijo él mirando por el laboatorio . Nicky le devolvió el favor, notando que Paul no tenía entorno y aparecía sobre su mostrador plateado. Debido a ésto, él ocupaba el cubo entero. Si su madre parecía tenía el tamaño de una figurita, él tenía el de una muñeca.

Llevaba una camisa casual de golf y pantalones de pinzas con un borrón cambianre donde debería estar su cara.

-"¿Simon y Andre te han contado lo que estarás haciendo?"

-"Basicamente," dijo ella asintiendo. "Muy básicamente. Dijeron que necesitas hacer obra biológica...análisis, duplicados...y que está relacionado se alguna manera con el protecto se JK. Aunque ueron bastante escuetos. Todo es muy misterioso," dijo ella con ligereza.

Paul se rió aún con las manos en los bolsillos.

-"Bueno, bien por ellos. Se lo toman en serio. Es la primera vez en un largo tiempo que trabajo con agentes de forma tan directa como ésta." pareció estar pensando sobre algo, luego, la miró. "Bueno, bien podemos empezar. ¿Qué tal vas con la recogida de muestras?"

Nicky dió una palmada a la pila sobre el mostrador.

-"Están pasando muchas cosas ahí fuera. Recogí veinte sin ningún mucho esfuerzo."

-"Eso es estupendo. ¿Y la gente te dió algún problema...?"

-"No recogiendo muestras," dijo Nicky. "Algunas personas se quedaron mirando pero eso fue todo."

El borrón de Paul pulsó emocionadamente.

-"Es un mundo diferente del de hace, incluso, cinco años atrás. Podían haber cogido mucha estática de seguridad. También podían haberse deshecho de las plantas."

Nicky miró el cable del táser que sobresalía del vaso.

- "Hubo ub pequeño problema con un guarda a causa de mi bici, no de la recogida. Pero pude saltarle por encima."

Paul se rió. "¿Un tipo mayor?"

Nicky trató de recordar, visualizar su cara.

-"Podría ser."

-"Me preeguntó si se acordará de las huelgas de bici de los años 20. Corríamos por las calles en manadas, por aquel entonces. ¿Y saltaste sobre él?" Se carcajeó de nuevo. "Estupendo. Me alegra oir que las bicis están arraigando otra vez."

Nicky se preguntó si él tenía algo que ver con la bici de JK pero no quiso preguntar y parecer boba.

("No es responsable de todo.")

- "Cogí diez de las muestras y las degeneticé. Los datos parecen muy consistentes."

Ella movió la página de resultados hacia el cubo y ésta apareció en las manos de Paul. Él la escaneó y asintió. Miró la página durantevunos segundos, sacó otro archivo y comparó ambas páginas.

-"¿Dirías que los patrones indican que las esporas aéreas tienen menos éxito que las transportadas por seres vivos?"

-"No hay datos suficientes," dijo Nicky de inmediato, sintiendo la emoción que la agarrotaba durante las preguntas trampa de la escuela. "Se debería apuntar que la metodología de recogida altera los datos...tomé rutas que los cargueros vivos podrían haber tomado."

Él la miró, asintió y volvió a la página de datos.

Ella se sintió tonta, comobsi hubiera sobrereaccionado.

("Él no estaba, necesariamente, buscando datos de la dureza del diamante.").

-"Es más como anécdota," comenzó ella y, cuando vió que él no la interrumpía por ser irrelevante, continuó. "La Lilas que encontré en una rotonda tienen más probabilidades de haber sido aéreas. Y la camisa que llevé a la fiesta de JK estaba cubierta de esporas pero las cepillé sobre una pila de tierra cerca de casa y no crecieron. Eran bastante pegajosas."

-"Hmm," dijo él.

Pasaron algunos segundos y Nicky sacó su coraje.

-"Ayudaría si yo supiera los resultados deseados del experimento..."

Las escuela le había enseñado que el cliente siempre tenía un resultado deseado. Sólo era una cuestión de aplicar esa enseñanza en ese momento.

Paul siguió mirando los datos unos momentos, luego, los dejó a un lado. Nicky aguardaba el discurso de confidencialida pero no tuvo lugar.

-"Me gustaría hacer salvaje la ciudad."

Nicky se mordió el labio.

- "¿Salvaje?"

-"Vancouver solía ser un pulmón, un bosque. Me gustaría que el desierto se retirara."

-"Oh." Nicky quiso decir algo más pero no pudo pensar en nada salvo en: Qué bonito.

Le alegró haber cobrado por la recogida de muestras por adelantado.

("Bonito mientras duró, supongo")

Paul había regresado a los datos de nuevo.

- "Esto está funcionando bien. Idealmente, serían árboles pero no hay tiempo suficiente."

Campanas de alarma sonaron en la cabeza de Nicky. Imaginó una bomba de relojería enterrada en algún sitio, lista para explotar Vancouver a la edad de piedra.

- "¿Tiempo?"

Paul la observó y Nicky trató de suavizar su cara.

("Es tan injusto. Él puede verme pero yo no puedo verle a él.")

-"¿Sabes?, en realidad no veo ningún parecido."

-"¿Parecido?" dijo Nicky.

-"Max. Tu tío. Ambos fuimos Palancas Inofensivas." cruzó los brazos.

-"¿Tú fuiste amigo de mi tío?" dijo Nicky.

-"Bueno, éramos colegas. Camaradas, supongo. ¿Llegaste a conocerle?"

-"Sí."

Era una de sus primeras memorias, una reunió de familia, un hombre grande con pelo en los nudillos.

-"Una vez."

-"Nunca nos llevamos bien" dijo Paul, "Tras impedir los carteles en la Luna, estábamos peleando constantemente. Peleando sobre cómo pelear. Él quería seguir pounding away. Yo quería llegar la bajo la piel. Ambos tuvimos nuestro apoyo y nos separamos."

-"Es curioso, la película decíavque os desbandásteis," dijo Nicky. "Pero se que no era cierto porque Max desapareció."

-"Max fue asesinado de la forma más efectiva...fue desaparecido. ¿Quizá se marchó a luchar en Cuba? ¿Quizá cambió de identidad? No hay respuestas sólidas y tampoco oposición sólida. Pero le mataron...ninguna otra cosa lo hubiera detenido."

Nicky no dijo nada, un poco desorientada de oir esta fría explicación de asesinato por un hombre en camisa de golf.

-"Cuando revisé tu historial, quedé bastante impactado al descubrir la conexión. Él siempre mantenía no tener familia. Quedé un poco conmovido, en verdad. A menudo...pienso en tu tío."

Nicky asintió.

Paul alzó la mano y negó con la cabeza.

- "No, eso... lo hace sonar como si le recordase con cariño. La verdad es que, el bastardo está en mi cabeza, engordando ahí dentro, cuestionando cada movimiento que hago. Deben de haber sido las reuniones, las reuniones post-lunares que tuvimos. Discutíamos hasta que se nos secaba la garganta y el cerebro."

Nicky empezó a degenetizar el resto de muestras, sólo para hacer algo con las manos.

-"Mi padre también le odiaba.." ella encendió el HornoFácil.

Paul suspiró.

-"Yo no lo odiaba. Aunque sentí...rencor culpable cuando desapareció. Sentí que yo había probado tener la razón, que él tomaba riesgos innecesarios. Pero ahora, casi siento que todo ocurrió, simplemente, en el momento equivocado. Si hubiera sido diez años antes, las cosas habrían sido diferentes. Los periódicos aún informaban sobre las actividades corporativas, el gobierno aún tenía algunos vestigios de poder... "

-"Max también odiaba el gobierno," dijo Nicky.

-"Sí, oh sí, lo sé," dijo Paul. "Creo que esa maldita película se centró en éso por razones políticas. Pero mi argumento es que el tiempo juega una gran parte de todo."

-"De acuerdo," dijo Nicky. "Pero si quieres que haga horas extra, yo espero tiempo y medio."

Paul se rió. "Bastante justo."

Habiendo terminado con el resto de muestras, cogió la página de datos y la inundó con los nuevos resultados.

Cuando se la pasó a Paul, dijo él: "Eso es maravilloso, Nicky. Mucho más de lo esperado. Tendremos mucho de lo que hablar esta noche. Tengo reunión con JK, Simon y Andre."

-"Suerte que no tengas que dormir," dijo Nicky.

-"Ja," dijo él, minimizándo la página y guardándola en el bolsillo. "Siento haber hablado tanto sobre tu tío. Han pasado...años, en realidad desde que he podido hablarle a alguien sobre él. Haré que Simon y JK te expliquen todo lo concerniente sobre el resto del proyecto."

-"Está bien. No me molesta,".

Nicky no entendìa si él decía que era demasiado peligroso hablar sobre su tío o si su relación con él lo había hecho posible. Él tenía una mezcla de incomodidad y franqueza y evasión que casi parecía casual.

* * * * *

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26-May-2018, 10:33
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Nicky (XII)

Andre y Nicky estaban sentados a la mesa junto a la ventana del Starbucks. Nicky no lo estaba pasando bien porque no quería mirar por la ventana a la caja de los paraguas. Se suponía que serían discretos, como Simon indicó; y ella no quería mirar a Andre. La conversación llegó a su fín tan rápidamente que no habìa sido necesaria mucha molienda.

Andre se sentaba allí, sorbiendo su chocolate con la banda traslúcida de su tatuaje alrededor de su muñeca, inusualmente visible. Ella sólo le había echado un vistazo antes. Los huesecillos y ligamentos se deslizaban adelante y atrás mientras inclinaba su copa.

-"Hermano, sabía que se tatuaría el cuerpo entero así," dijo él, viendo hacia dónde miraba Nicky.

Nicky asintió. Avergonzada de haber sido descubierta, miró de nuevo hacia la caja que rezaba: "¡Desperdicios Tilley: ¡Pruebe un paraguas orgánico!"

Al fín, se giró y dijo,

-"Debe de haber tenido una apariencia única."

Él resopló.

-"Oh sí. El Gran Hermano también. El guardaespaldas de Jah Pimp era amigo de mi hermana. Una vez, en una barbacoa en nuestro patio trasero, se quitó la camisa. Asustó a todo el mundo."

Nicky imaginó ver pedazos de perrito caliente masticados cayéndole por el esófago trasparente hasta la panza.

- "Debe de haber sido impactante."

Ella vió a alguien por la calle sacar un paraguas, mirarlo y dejarlo otra vez en la caja.

- "¡Maldición!" dijo Nicky.
"Si son grátis, ¡por el amor de dios!"

Andre sonrió.

-"Son de apariencia extraña. Y parece que no va a llover."

Entones, una persona agarró uno de camino al TrenCeleste y otros dos se sirvieron ellos mismos.

- "Tan pronto como lo hace una persona..." dijo Andre.

JK había tenido la idea de hacer paraguas portadores de esporas y Simon había querido ver cuál era el mejor método de reparto. Andre y Nicky los fueron entregando mano por mano, lo que se le daba bien a Nicky. Se había quedado levantada casi toda la noche, esclavizada sobre el HornoFácil haciendo paraguas de muestras.

Tras unos segundos, Nicky apartó la mirada de la ventana, escaneó el café para ver si ellos atraían la atención.

No que ella pudiera ver. Ella y Andre no eran de las parejas más inocuas pero un glamuroso y ruidoso trío atraía la mayoría de las miradas. Miró a su tatuaje.

-"¿Y porqué se lo hizo? ¿En el cuerpo entero?" preguntó ella.

Se encogió de hombros.

-"Decía que fue porque la gente blanca iba a quedarse mirándole de todos modos así que, les daría algo que mirar."

-"Ah," dijo Nicky sintiéndose extraña y blanca.

-"Pero..." Andre tamborileó sus dedos sobre la mesa. "También fue sólo para mostrar que tenía empleo. Ese modificador corporal..." negó con la cabeza. "Dinero serio."

La mesa para tres próxima a ellos estaba hablando sobre mods corporales.

-"Rachel, si lo quieres, ¡pues hazlo! ¿Cuál es el problema?"

Nicky se preguntó si su conversación había sido espoleada por la suya con Andre.

-"¿Sientes aquí que la gente se queda mirándote?" preguntó Nicky.

-"Sí, se quedan mirando..." la cabeza de Andre se inclinó y quedó pensativo. "Pero es diferente. Hay menos miedo aquí. Más curiosidad. En Detroit miraban como si supieran. Saben de lo que se trata...les robarías, les matarías a la mínima oportunidad... que eres, probablemente u africano perezoso. Y mierdas de esas."

Nicky sintió una punzada con el "africano perezoso." Era una de las frases favoritas de su padre. Era su opinión de que a ellos les hiría mucho mejor si los "africanos perezoso" desfasaran sus gobiernos y entraran en el programa. "Nos harán daño a todos," decía tras terminar el presupuesto familiar. Él nunca culpaba directamente a los africanos por su punzante asignación pero la insinuación estaba allí.

-"¿Crees que...sería mejor en Frisco?" dijo ella y de inmediato se arrepintió de decirlo.

Él soltó un bufido.

-"¿Que crees tú?"

-"Bueno, me refiero que...puedes escoger la apariencia que quieras en
Frisco."

Andre alzó las manos.

-"¿Cuántos amigos negros pueden permitirse mudarse a Frisco? E incluso siendo un negro rico, no puede, simplemente, cambiar. Todos sus contactos de negocios saben que es negro. Todos sus amigos saben que es negro. Si cambia, todo el mundo pensaría que se avergüenza de quién es."

Ella asintió y miró a Andre.

-"Si tuviera dinero para ir a Frisco, Iría a Detroit."

Andre se rió: "Tú no quieres ir a Detroit. Créeme."

Nicky se encogió de hombros, feliz de que él estuviera riendo ahora.

-"No sólo Detroit. Por todos sitios. Halifax. Miami."

-"Oh," dijo Andre. "¿Sabes lo que cuesta volar a Miami? ¡Unos $10,000!"

-"¿En serio?"

-"Sí," dijo Andre. "Mi tía vive allí, me enteré de eso por mi madre. Sólo porque los ricos agotan el combustible de volar por el espacio,

-¿Cómo voy a pagar esa cantidad de dinero?'"

Se rieron lo bastante alto como para atraer la atención de los tres charlatanes de al lado. Uno de ellos les dió una mirada de "hablad más bajo".

-"Hey, Andre," dijo la voz de Simon.

-"Sí," dijo Andre a su reloj.

-"Ya hemos terminado aquí." dijo Simon. "¿Cómo váis vosotros?"

Andre miró a Nicky como diciendo "¿de qué está hablando este tío?

- "No estamos haciendo nada. Vosotros los entregábais en mano y nosotros vigilabámos."

-"Ya ya. OK bueno pues contad vuestras unidades y nos encontraremos en casa de Nicky, ¿de acuerdo?"

-"Sí."

Nicky dió unos cuantos sorbos más de café y salieron caminando tras coger los abrigos. Andre no tenía abrigo, sólo un jersey de punto.

- "¿Y si llueve?" preguntó ella señalando a su jersey.

-"Abriré mi paraguas," dijo él con acento inglés.

Estaban en mitad de la carretera cuando deacubrieron que no habían nada que contar. Los paraguas se habían acabado.

Se dirigieron a las escaleras del TrenCeleste. Mientras esperaban en la plataforma, Nicky quiso preguntarle cómo se sentía por la tensión entre los jamaicanos y africanos, pero justo ahora, la cara de André estaba plácida y expectante y ella no quiso remover las aguas.

-"Sabes," dijo él. "Apuesto que tardaron más entregándolos en mano." sonrió. "Se lo dije a Simon pero no me creyó. El chico piensa que puede encantar el mundo."

-"¿Ah, sí?" dijo Nicky sonriendo.

-"Demonios, sí. Es ridículo. La otra noche estábamos trabajando en una obra y un guarda de seguridad nos vió entrar en el callejón, nos gritó y empezó a correr. Metí las latas en la mochila y me alejé caminando rápido y veo que Simon se queda allí de pie, esperando con la sonrisa en la cara."

Nicky podía imaginarlo.

-"¿Qué hiciste?"

-"Le agarré por el pelo y lo saqué a rastras."

-"¿Se enfadó?"

-"No cuando vió que el tipo tenía una pistola. Él sabe que no se puede discutir con eso."

Nicky esperó que fuese un táser pero no preguntó.

-"¿No hay guardas de seguridad en Detroit?"

Andre la miró como si estuviera loca.
-"Pues claro que hay. Por eso tuvo tantos problemas allí, arruinando todos esos anuncios de Ford. Si Paul no hubiera pagado sus fianzas, la furgoneta le hubiera cogido. Seguro. Estarìa trabajando en turnos de 14-horas en alguna tienda en algún lugar mientras hablamos."

* * * * *

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26-May-2018, 12:25
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Doug (IX)

El primer sonido que escuchó Doug fue el crujir de la madera. La media luz de la sala en la que estaba le permitía ver una cuantas figuras oscuras pero se las arregló para salir de la hamaca en la que estaba tumbado. Una vez en el suelo, notó que el balanceo sólo provenía de la hamaca. Localizando una fina línea de luz que surgía de la puerta, se abrió camino hasta ella y buscó el pomo al tacto.

Se abrió hacia una cubierta de popa bajo un cielo azul listado de nubes.

-"Cielo santo. Todo parece tan real."

Doug se hizo sombra sobre los ojos por la repentina luz y notó algo extraño con su mano. Antes de que pudiera registrarlo totalmente, vió dos esqueletos tumbados sobre la cubierta, uno mayor que otro.

-("Bueno, esto es algo terrible."), pensó cerrando la puerta tras él.

Al sonido de la puerta, la cabeza del esqueleto pequeño giró y chilló horriblemente.

-"¡Olivia!" dijo el esqueleto mayor incorporándose sobre los codos y apoyándole una mano en el hombro.

-"No."

-"Pero es, es... " dijo el pequeño esqueleto señalando a Doug con su diminuta mano huesuda, temblando de terror exagerado. "¡Un esqueleto!"

Doug miró su cuerpo bastante seguro de que carecía de carne. Dió golpes con su pie huesudo en la cubierta y hacían un sonido cliqueante.

-("Jesus.")

-"Esto es que hemos recibido demasiado sol aquí," dijo el esqueleto de Cheryl.

Su mandíbula oscilaba arriba y abajo con cada palabra, no como una animación sino de un modo más realista.

-"Parece que has tomado demasiado el sol" dijo Doud, su voz le sonaba totalmente normal.

Olivia rompió a reir.

-"Estás gracioso, Papá."

Doug mirò sus huesos largos y blanqueados. Hizo la ola, aplaudió y luego, hizo la pose de El Corredor. Olivia gritaba por la risa. En mitad de un movimiento de baile, él se tropezó con una tabla suelta y cayó. No sintió dolor hasta que Cheryl gritó.

("Hoy es un día de muchos gritos."), pensó Doug mientras se levantaba empujándose con un brazo y gateaba sobre sus pies. El otro brazo se había salido del codo y yacía sobre la cubierta.

-"Mamá, esto no es real," dijo Olivia.

Cheryl estaba mirando a Doug a través de los huesos de sus dedos y todo el cuerpo tenso.

Doug trató de mover el miembro perdido y el hueso saltó por la cubierts como un pez terrorífico. Doug hizo que le diera un pulgar arriba y las manos de Cheryl cayeron lentamente de su cara.

Él se levantó y recogió su brazo, incapaz de resistirse a saludar a Cheryl con él, que le esperaba con los brazos cruzados.

-"El hueso de la mano conecta al heso del codo..." cantó él mientras lo colocaba en su sitio y esperaba lo mejor.

Un fantasma pequeñito con maletín de doctor apareció y le echó un vistazo al brazo, lo examinó y dijo: "$75."

Absorto, Doug asintió. El Doctor abrió su maletín y se puso a trabajar. Un segundo después de zumbante actividad, el Doctor osciló el dedo hacia él y desapareció.

-"¿A qué estás asintiendo, Doug?" preguntó Cheryl ansiosamente.

-"A nada, nada," dijo Doud mientras movía el brazo. "Como nuevo. Chico, menudo barco tenemos, ¿eh?"

Caminó hasta el borde de la cubierta y miró por encima, observando la olas ondular y brillar. Estaba impresionado con el nivel de aleatoriedad, que era también evidente en las velas que se sacudían por encima.

Trató de recordar los términos náuticos que había aprendido de pequeño en las simulaciones navales.

("¿Cuál era babor y cuál estribor?"), no pudo acordarse así que, señaló a la copa que encumbraba uno de los masivos mástiles.

-"Ése es el nido del cuervo. Es donde se quedaba el vigía para anunciar tierra."

Paseó hacia el frontal del barco con las manos estrechadas a la espalda. Sin mirar, se giró hacia su hija, que estaba cerca de sus talones golpeándose la barbilla con el dedo.

- "Me pregunto si esa sirena aún está atada al frontal del barco?"

-"¡Sirena!" dijo Olivia.

Ella se inclinó sobre el borde, Cheryl corrió para cogerla por la muñeca mirando a Doug con dos agujeros negros.

-"¡Hey, hay una sirena allí! Aunque es de madera." miró a su padre. "¿cómo lo sabías?"

-"Oh, tu papá sabe un par de cosas sobre barcos," dijo Doud fingiendo el pavoneo de un capitán. "Me voy a mi puesto," dijo caminando hacia una pequeña cabina que contenía el timón.

-"¿Podemos nadar luego?" le preguntó Olivia a Cheryl.

Doug miró atrás...Cheryl ya estaba negando con el cráneo. Él quedó aliviado, había algo con el agua que le aterrorizaba. No había forma de que hubieran programado un entorno tan infinito. Estaba seguro de que cualquier persona que cayera dentro de esa aleatoriedad nunca sería encontrada de nuevo.

-"Seguramente hay tiburones," dijo Cheryl.

La cabina tenía escaleras que conducían abajo. Había un olor almizclado bajo la cubierta que Doug apreciaba incluso sin nariz de igual modo que veía una lámpara de aceite sin la ventaja de globos oculares.

-"Los tiburones no comen esqueletos," se burló Olivia.

Doug encendió la lámpara y abrió las trampillas del techo para que entrase luz. Se sentó al escritorio poniendo los pies huesudos sobre la mesa.

Cheryl emitió un sonido de asombro. Había visto un gran libro forrado en cuero y lo abrió.

-"Ése es el diario del Capitán," dijo Doud, "y yo soy..."

-"Shh," dijo Cheryl. "28 de Marzo, 2036: La familia Patterson, Doug, Cheryl, y Olivia, están en el final de su largo viaje hacia Frisco. Dentro de cuatro horas llegarán a puerto."

-"Cuatro horas," se quejó Olivia. "Buu."

Ella se alejó caminado del escritorio y gravitó por un gran espejo oval adornado con marco de plata.

-"Oh, hay algo apareciendo," dijo Cheryl.

Un sonido de arañazos surgía del libro.

-"Olivia descubrió el espejo mágico."

-"¡Tengo piel!" dijo ella.

El pequeño esqueleto estaba inclinando el espejo así y asá.

Doug y Cheryl fueron hacia el espejo y comprobaron que el reflejo mostraba a los tres como seres humanos andróginos de pelo rubio y vestidos con monos blancos.

-"¿De qué te ries?" dijo la andrógina Cheryl. "Tú estás igual de raro."

-"Se mira la parte que quieres cambiar," dijo Olivia. "Mirad a vuestros ojos."

Ellos lo hicieron y mientras Olivia inclinaba el espejo, los iris cambiaban de azul a blanco y negro carbón. Doug se apartó del espejo y los dos esqueletos le miraron.

Doug bajó la vista hacia sus brazos andróginos.

-"¿Aún tengo los ojos negros?"

Los esqueletos le examinaron y asintieron, volviendo rápidamente al espejo. Doug volvió al escritorio y se sentó, disfrutando del sentimiento de la carne de nuevo sobre sus huesos. Hojeó el diario del Capitán pero al no encontrar nada nuevo, subió las escaleras.

No había gran cosa en la pequeña cabina salvo el timón así que, salió a la cubierta y observó el horizonte. Era un poco ondulante por el calor pero no había indicios de tierra. Tampoco le importó. Se inclinó sobre la barandilla y alzó la vista al cielo, disfrutándolo aún más por lo diferente que sería si hubieran venido con un paquete Bronce o Plata. Los espacios muertos no esenciales como el cielo estarían cubiertos de anuncios comerciales...las nubes, al menos, serían logos. La audible agitación realista del agua sería reemplazada con fragmentos de nuevas canciones pop.

Respiró el aire salino con satisfacción, relajado como no lo había estado en semanas. Meses. Sintió que algo se derretía dentro de su pecho.

-"¿De que te ries?" preguntó Cheryl al salir.

-"De esas mejillas."

Cheryl las tocó auto-conscientemente.

- "Siento que voy a probar algo diferente. Normalmente me cambiaría el estilo del pelo pero quiero a mi pelo tal como es."

-"Igual que yo," dijo Doud y se inclinó para besarla.

Cheryl se inclinó poniendo distancia.

- "Eeee."

-"¿Qué quieres decir con eeee?"

Cheryl le empujó hacia la escalera.

- "Es como besar a Undra Massimos. Ves a ponerte algo más Doug."

-"Creí que querías probar algo nuevo." dijo cogiéndola por la cintura y acercándola.

Ella le esquivó.

-"¡No...así de... nuevo!" dijo ella.

Doug levantó las manos en señal de rendición y bajó por la escalera.

("No así de nuevo"), pensó Doug cariñosamente. ("Así es Cheryl hasta la T. Todas las opciones del mundo y ella elige esas mejillas.")

-"OK, ¡he terminado!" dijo una diminuta mujer india con traje de danza del vientre.

Iluminó a Doug con una brilliante sonrisa blanca cuando pasaba a su lado. Aturdido, él la observó subir la escalera y vió que Olivia tenía la misma estatura que antes pero con una dotación alarmantemente madura. Sin palabras, apartó la mirada y se dejó caer en la silla del Capitán.

Oyó el disgusto de Cheryl con alivio, feliz de que uno de ellos fuera capaz de reaccionar. Los gritos vagaron por todo el barco.

("Gracias a dios que ella actua tan conservadora como yo.")

Se levanto y caminó hacia el espejo, haciendo muecas al andrógino de quijada blanda del espejo.

("Puedo mirar a cualquier sitio que quiera cambiar. Debo ser un buen ejemplo para Olivia en este asunto.")

Lo moderno ganó, aunque sólo por defecto; y él empezó por sus dedos, dándose las mismas manos de pianista que nunca había aplicado a ese arte.

Minutos después, lo puso todo al estilo Doug salvo el pelo. Había miles de longitudes y variaciones de color pero iban desde el corte cepillo hasta totalmente calvo. Nada por en medio. Buscó otros estilos que fueran conspícuos por su ausencia. Los peinados morenos saltaban desde un corto estilo afro hasta una melena masivamente cómica, especialmente diseñada para gente blanca en las fiestas. Doug decidió que lo que no podía llevar era la bien mantenida pero larga melena afro preferida por los africanos.

Era curioso que los rebeldes locales como los Palancas Inofensivas ya se habían convertido en héroes mientras que sus aliados extranjeros era aún terroristas inmencionables.

Se sentó frente al espejo como un hombre calvo durante unos minutos. Parecía que le habían rapado la orla de monje en señal de vergüenza. No le pareció bien así que, con un suspiro, escogió el pelo largo.

Subió la escalera y fue a buscar al resto. El sol empezaba a ponerse. Encontró a Cheryl sentada sobre un gran montón de sacos blancos al lado de proa.

-"¿Es ese Doug bajo todo ese pelo?" dijo ella palmeando el lugar a su lado.

Doug miró los sacos sntes de sentarse. Había pintura gastada en ellos que decía: "Harina sin Refinar de Samuelson".

-"Mmmm, mmm. La cena está servida."

Cheryl se frotó la cabeza llena de pelo.

-"Nop, No me gusta. Apariencia muy anti-Doug. ¿Crees que hay tijeras en este barco?"

-"Lo dudo," dijo él consciente de tono neutro.

Ella bajó la vista hacia los sacos de harina.

-"¿Tienes hambre, Olivia?" gritó Cheryl al cielo.

-"No," la brusca respuesta llegó desde el nido del cuervo.

-"Tampoco es que haya comida aquí," dijo Cheryl con voz más animada.

Doug reconoció aquéllo como una de las veces que Cheryl les mantenía a todos a flote y decidió ponérselo a ella más fácil. Apoyó la cabeza en su regazo y se estiró sobre los sacos de harina.

-"Voy a cerrar los ojos un rato, Cher."

-"¿Por cuánto rato?" vino la voz del nido del cuervo.

Doug comprobó su reloj.

-"Unas horas más, cariño," dijo él.

-"Tienes mucho tiempo para escoger algo que llevar,". canturreó Cheryl a Olivia.

No hubo respuesta.

-"No vamos a dejar este barco contigo llevando esa pinta,"
dijo Cheryl como una afirmación constatada, rascando el cuello de Doug.

Doug cerró los ojos confiando en que la marea le ayudaría a solucionar su enmarañada bola de sentimientos, liberar los hilos de gratitud de los de la ansiedad.

Abrió los ojos. Cheryl había encontrado su propio sitio en los sacos de harina y cuando él se sentó vió el brillo de sus ojos en la oscuridad.

Ella se sentó también.

-"En verdad que no se puede dormir," dijo ella claramente sorprendida. "Recuerdo haber oído eso y pensar: Ya, claro. Sólo espera hasta que tenga un día en el que esté corriendo por ahí todo el tiempo, recogiendo a Olivia, cocinando..." Se detuvo. "Es extraño."

Él la envolvió con el brazo.

-"Ya nos acostumbraremos," dijo él sintiéndose recargado y fuerte de nuevo.

Se levantó, tomó la mano de Cheryl y caminaron juntos por el borde del barco. La luna y las estrellas eran cosas espectaculares, ligeramente mayores que en la vida. Cada cráter era distinto. Doug se preguntó si habían puesto el cartel en la Luna, ¿la Luna de Frisco también lo tendría?.

Cheryl notó hacia donde miraba y dijo.

-"Un tiempo atrás tuve una pesadilla en la que Frisco era todo dibujos animados. La Luna tenía esa cara realmente fea, esa cara de queso verde." Ella se rió.

-"¿Estabas preocupada por Frisco?"

Esto era difícil de absorber. Él siempre había asumido que ella, como todo el mundo, estaba emocionada por la mudanza.

-"No preocupada" dijo ella. "Sólo un poco...no lo sé. Es un gran ajuste. Una nueva fase en la historia humana y todo eso."

* * * * *

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26-May-2018, 12:27
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Doug (IX) (Continuación)

Doug asintió vagamente, recordando que el alto concepto de la mejora se había sedimentado sobre mensajes graduales de marketing... tratos especiales, niveles financieros bajos, nuevas características, más opciones. Él mismo no había considerado, en realidad, lo que sería desde entonces. Incluso cuando la posibilidad había caído sobre él, aún podía perderla y destruir las expectativas de su familia en el proceso, él no había estado visualizando el cuadro entero. Sobre este barco, los últimos meses parecían manchar de gris una juerga innecesaria de aterrorizada autocompansión. Doug estaba sorprendido y decepcionado de sí mismo.

-"Quiero decir. . . se acabó el dormir. Se acabó esperar a que salga Flo antes de poder jugar," continuó Cheryl.

-"Ah, Flo, Ni siquiera me despedí." dijo Doud.

No echaría de menos el periodo de su esposa pero echaría de menos su indigesto y tímido apodo; y lo hambrienta de sexo que ella estaba después.

-"¿Que es lo estás deseando aquí?", dijo Cheryl immediatamente. "Trabajar. Salir de casa y entrar en el mundo real. No puedo esperar."

-"¿En serio?" dijo Doud sorprendido por su vehemencia.

-"Oh cariño," dijo ella. "Estaba tan aburrida. ¿Te acuerdas de ese día en el centro comercial? ¿cuando estabas contándome ese sin sentido del paquete Plata? Estuve a punto de volverme loca. He estado bastante poco con Olivia, también, el último ratito." le miró culpablemente. "He estado actuando ausente en general."

Él le peinó el cabello recordando la útima vez que tuvieron sexo...pensó que ella parecía más dura, menos lúdica de lo normal.

-"Bueno. me alegro de oirte decir eso. Creí que era yo."

-"Lo siento," dijo ella apretando la cara en el pecho de Doug.

-"No lo sientas." dijo Doud deseando.poder confesar también.

Se sentaron allí, meciéndose hacia atrás y adelante.

-"Ésto es raro," dijo Cheryl. "Estoy llorando pero no estoy abochornada." Se secó los ojos. "¿Hinchada?"

Doug miró.

-"Nop."

-"¿Crees que Olivia se instalará aquí?" dijo su esposa.

Doug percibió por el tono de su voz que Cheryl consideraba la desobediencia de Olivia su fracaso como madre. Su miedo y culpabilidad le impedían pensar con lucidez, creativamente.

Pero él era capaz de éso. Doug miró por el lado del barco. Ligeras curvas de luz centelleaban sobre la superficie. Parecía que se movían más rápido, que daba un sentido de urgencia al problema.

-"¿Porque escogió ese cuerpo, crees tú?"

-"Es por ese estúpido vídeo," dijo Cheryl. "Por Pole Position. Había una parte donde el cantante entraba en él con una bailarina del vientre. ¿Bailame Todo? Algo así. Estaba haciendo la cena la semana pasada y ella lo vió, al menos, una docena de veces. Sabía que debería haberle dicho algo."

-"Hmm," dijo Doud empezando a sonreir.

-"No es gracioso, Doug," dijo Cheryl. "Estamos en un lugar totalmente diferente. Nadie nos conoce. Ella parece tan diferente...¡nadie diría siquiera que somos una familia!"

-"Yo sé lo que hacer," dijo él.

Minutos después de ponerse de acuerdo, se dirigieron a la base del nido del cuervo.

-"Olivia," dijo Doud.

-"Qué."

-"Sabes que tu físico no es apropiado para una chica de tu edad y tamaño," dijo él con voz razonable.
Hubo una pausa.

-"Y qué."

-"Que tu madre y yo creemos que no deberías empezar en tu nueva escuela con un cuerpo así. Además de que los chicos se reirán de tí."

-"Me dan igual los chicos estúpidos."


-"También está el hecho de que tu madre está preocupada de que la gente no piense que somos una familia porque no te pareces en absoluto."

No hubo respuesta.

Doug continuó.

-"Todo lo que queremos que hagas es que tengas un cuerpo que sea normal para una chica de tu edad. En tu 15° cumpleaños te dejaremos llevar los pechos que quieras."

-"¡15!" llegó la réplica burlona del nido del cuervo. "¡Faltan seis años! ¿Y si las chicas de mi edad ya tienen pechos grandes?"

Doug miró a Olivia.

-"Bueno, si más de la mitad de tu clase tiene...ese tipo de cuerpo, entonces vale. Simplemente no queremos que vayas en tu primer día así."

Hubo silencio. Luego: -"10."

-"14."

-"12."

-"13. Y ése es el tope, Olivia."

Hubo silencio y and Doug estaba satisfecho. Él empezarìa extra alto, sabiendo que ella era la hija de su padre. 13 era normal, de todos modos. Segundos después, Olivia bajó sin mirarles y fue bajo la cubierta.

Cuando regresó, tenía el físico de una niña de nueve años. El disfraz de bailarina del vientre había encogido apropiadamente.

-"Los sentía raros, de todas formas," dijo ella desafiante.

-"Aún es... " Cheryl hizo un gesto hacia la cara de Olivia que comunicaba el color de piel.

Sin responder, Doug llevó a Cheryl abajo al espejo y se hicieron algunos ajustes ellos mismos. Cuando salieron, Olivia estaba de rodillas sobre los sacos de harina, mirando el amanecer por un telescopio. Parecía una niña de nuevo, con una mirada desinteresada que evitaba mirarles deliberadamente.

Ella hizo una toma doble.

-"Pensé que era una mulata al principio," dijo ella. "Bueno, ahora sabrán que somos una familia."

Doug puso su brazo marrón indú al lado del de Olivia.

-"Coincidencia perfecta."

-"¿De dónde has sacado el telescopio?" preguntó Cheryl.

-"Estaba en el nido del cuervo," dijo ella, sopesándolo. Apoyó las piernas sobre los sacos, perfectamente plácida. Doug sintió un brote de orgullo: aún tenía el don para resolver problemas creativos. El arte de comprometerse y mantener feliz al cliente.

-"Apesta un poco," dijo Olivia entregándoselo a su madre. "Ni siquiera amplìa la imagen."

Cheryl lo miró desde un sentido y luego, desde el otro. Giró el extremo.

Doug observó a su esposa en el sol, su pelo negro y su piel marrón brillaban.

-"Creo que veo algo," dijo Cheryl. "Tierra."

* * * * *

El tranvía campanilleó y se lanzó hacia adelante sacándolos de los muelles. Doug echó una mirada atrás hacia su barco y apreció la majestuosidad entre todas las chalupas y lanchas ammarradas allì. El hombre de cuello de buey que lo había amarrado le había felicitado pese a que llegaban inmigrantes Oro durante todo el día.

Mientras empezaban una estrecha colina alineada con casas y tiendas, un guía turístico permanecìa de pie en el pasillo.

-"Bueno," dijo, "parece que tenemos hoy muchos amigos Plata... ¿Todos venís mediante paquetes grátis?" Un par asintieron. "Bien por vosotros, una compra increíble."

El guía turístico era un imponente gordo de mejillas rojas. La colección de pasajeros estrellas de cine parecían incómodos...demasiado emocionados por su nueva belleza, demasiado atentos al personaje del guía. Doug miró a su familia y pensó que destscaban de los tipos Plata por su recato en la elección de apariencia.

-"¡Bienvenidos. ..a. ..Frisco!" dijo el guía turístico grandilocuentemente y hubo una explosión de aplausos. "La mayoría de vosotros sabe que fue creado como medida de emergencia tras los terremiotos pero desde esa época ha habido incontables trillones de dólares invertidos en él para asegurar que tiene la mejor realidad que el dinero puede comprar."

Un tipo sentado delante de Doug soltó una carcajada al ver algo fuera de la ventana. El guía turístico lo notó y sonrió.

-"Aquellos de vosotros con paquetes Oro o Platino tenéis relojes con un botón lateral. Si os gustan los anuncios, como a este hombre, podéis girarlo hacia la izquierda y ver lo que ve la gente de Plata y Bronce."

Doug lo hizo y las ventanas de las pintorescas casas mostraban un anuncio de Budweiser diminuto de tres segundos de una rubia dando un exprimiendo el trasero de un gordo. Doug miró al guía turístico y vió que su uniforme oscuro formal era un montaje multicolor de docenas de logos.

El tranvía estaba en la cresta de la colina.

-"Un experimento sin igual en la sinergia corporativa, Frisco es una colección de nodos diferentes sólo limitados por la imaginación."

Desde aquél punto aventajado, Frisco yacía ante ellos como un colorido paraiso de colinas, un El Dorado con el puente Golden Gate, al fín, dorado.

Doug trató de recordar las últimas imágenes que había visto de San
Francisco, algunos noticias sobre cómo los nuevos servidores de Usted que se construían en la ciudad en ruinas eran capaces de resistir movimientos tectónicos y cualquier otro truco desagradable de la Madre Naturaleza.

-"Estas unidades podían caer al mar y seguir on-line," había dicho el técnico y Doug recordó su mandíbula golpeada y el abollado casco como el de un bombero; por alguna razón, con el mismo siniestro heroismo...pero no recordaba las imágenes de la ciudad tras él. Las imágenes de Frisco habían suplantado a las de San Francisco en la consciencia pública. Como cuandp la hija de una estrella de cine se hace más popular que su madre...fama, libre de pudge o envejecimiento.

Había dos o tres dead ringers por estrellas de cine en torno a Doug.

- "¿No es ésa Kathleen Depp?" le murmuró a su esposa y ella le dió un codazo.

Ella siempre encontraba de mal gusto señalar el mal gusto. Ambas, ella y Olivia, miraban obedientemente por la ventana.

-"Allí está la iglesia que vimos," dijo ella a Olivia, señalando la misteriosa estructura blanca. No tenía cruz pero no había error de su significancia.

Cuando los jadeos y frotados de nuca de los pasajeros del tranvía disminuyeron, el guía turístico golpeó una palanca y el tranvía continuó su camino.

Volviendo la vista a la ventana frontal, continuó su discurso: "Esta es la Calle Nuevo Castro," dijo y el tranvía ganó velocidad como en una montaña rusa.

Esta parte de la ciudad estaba llena de vida, a diferencia de las fachadas de las tiendas camimo arriba. Había gente paseando por las aceras, mirando menus delante de restaurantes, curioseando los escaparates de las tiendas repletas de ropa. Doug notó que los maniquís eran iguales que en la vida real, a pesar de que allí se podía crear tan fácilmente uno viviente como uno de cara vacía.

Suspiros de horror y dedos señalando atrajeron su atención hacia un anciano que luchaba por cruzar la calle directamente delante del tranvía. Al fín, comprendió, el guía turístico miró alrededor y saltó a la acción. Si cuerpo se estiraba mientras goleaba la palanca de parada y hubo un terrible rechinar mientras el tranvía frenaba.

Doug lo observó con un interés profesional...las gafas del anciano estampándose contra la ventana del tranvia, la mirada agonizante del guía turístico, los nudillos blancos de la estrella de cine falsa delante suya.

Olivia le miró mareada y aburrida. Cheryl, mientras tanto, apartó la mirada del anciano y se lamió el labio mirando a Doug. Doug
comprobó sus relojes. Olivia, como él, tenían los relojes configurados en Bronce mientras que Cheryl estaba en Oro. Doug giró su botón.

"...creme brulee." estaba diciendo el guía turístico, todo rastro de agonía había desaparecido de su cara. "Los mejores chefs del mundo. Sólo porque no necesita comer no significa que no pueda regalarse un banquete." El anciano no se encontraba ya a la vista.

Doug miró a lo que el guía turístico estaba asintiendo. Era un restaurante de bastante buena apariencia con un pequeño letrero: el Festín de Midas. Los pasajeros delante de Doug se estaban riendo de nuevo y él puso el reloj a Bronce. Un club fue reemplazado por una tienda de lotería...

("¡Sáquele una Loto más a la Vida!")

...y el anciano reapareció más adelante atendido por bonitas enfermeras que le habían puesto un catéter de Coca-Cola en el brazo. Había un pequeño helicóptero blanco en la carretera con las aspas girando lentamente

Le llevaron caminando hasta un lado de la carretera y antes de regresar a su cóptero uno de ellas le puso un par de gafas de Piedra De Riñón en la cara para reemplazar las antiguas.El guía turístico sakudó a las enfermeras cuando despegaron y puso el tranvía en marcha de nuevo. Cuando pasaron rodando por el anciano, le saludó.

-"¿Porqué le están saludando?," decía Olivia indignada. "¡Si no es real!

-"¿Quién no es real, cariño?" preguntó Cheryl mirando alrededor.

-"La gente Bronce recibe un anuncio para mirones," resumió Doug.

-"Ah," dijo Cheryl sin interés. "Deberíamos acordarnos de dónde está este restaurante, cariño."

Doug asintió, sorprendido de que su esposa aún pensara geográficamente. Se giró hacia Olivia.

-"¿Cuándo supiste que era un anuncio?"

-"Justo cuando lo ví," dijo Olivia abriendo y cerrando su telescopio. "¿Porqué iba alguien a andar así?
Aquí no hay gente vieja."

Doug asintió, orgulloso. El desprecio por los anuncios de pacotilla y la gente que se los tragaba enteros eran la semilla de una carrera en marketing.

("Mucho más estable que la caza de tendencias.") pensó mientras la ansiedad de volver al trabajo le sorbía el cerebro.

Al menos, Chan ya no podía burlarse de edad. Pero incluso sin estómago, aún sentía que las mariposas empezaban a revolotear.

-"Teletraspórtese a un restaurante como Lucky y podrá cenar con Mafioso justo antes de que empiece la guerra de tartas...y apueste qué banda ganará." estaba diciendo el guía turístico cuando el tranvía rodó pasando un cartel luminoso.

Dos hombres con sobrero salieron de un Viejomóbil negro y entraron. El último llevaba un estuche de violín y les disparó una oscura mirada justo antes de entrar en el restaurante.

-"Ésto me recuerda a algo..." dijo Cheryl. "...Disneylandia."

-"Bueno, yo no podría saberlo," se quejó Olivia.

La culpabilidad se filtró por la cara de Cheryl. El pasado año, cuando Paula, la amiga de Olivia, se fue allí, ellos no podían permitírse enviarla.

Doug sonrió. "¿Prefieres ir de visita allí o vivir aquí?"

-"Ambos," dijo Olivia.

Doug sonrió y alborotó el pelo de Olivia.

-"Pide lo imposible, negocia a partir de ahí." le dijo él.

Segundos después, Olivia giró la cabeza y escuchó algo que Doug no podía ver. Él pasó a Bronce y una pequeña niña con coletas y pantalones cortos apareció en el pasillo.

-"...Además, la Disneylandia de Frisco tiene bueno-bueno-bueno tántas bonitas actuaciones como las de Pole Position y Underwhere," estaba diciendo con ojis brillantea de emoción, su piel era tan oscura.como la de Olivia. Ella no miró a Doug.

("Ah mierda"), pensó él sorprendido de lo rápido que eran los capta-drones en localizar palabras clave como Disneylandia.

("Tengo que hacer algo rápido o nunca oiré el final de ésto.")

-"¿No es bonito, Cheryl? Olivia tiene una amiga imaginaria."

Olivia lo oyó pero no reconoció tal hecho.

-"Pensé que hablar con gente falsa era bobo," dijo él con ligereza con una mueca.

Ella giró el botón a Oro dándole una mirada de molestia.

El guía turístico acababa de señalar el zoo de mascotas y el Mundo de la Ciencia.

-"Y ésto es sólo un aperitivo de las atracciones en Frisco," dijo él echando el freno. "Podéis salir aquí o continuar hasta los distritos residenciales y de negocios. Recordad, aquellos de vosotros con paquetes que permiten el portado podéis simplemente decirle a vuestro reloj el destino."

Algunos salieron y Olivia se estiró en el asiento. Una pareja se consultaron el uno al otro y luego desaparcieron. Era menos desconcertante de lo que Doug había inaginado. Más gente subió y Olivia tuvo que dejar espacio.

-"¿Porqué no se teletrasportan allí, simplemente?" preguntó a Cheryl en un susurro.

-"Soko tienen algunos portes al día," respondió murmurando Cheryl.

-"Todos a bordo" dijo el regordete guía turístico acomodándose en el asiento del conductor y agarrando la palanca.

Con un "clang" y "yank", el tranvía aceleró y el entorno se volvió un borrón de rayas de luz y color. Doug apreciaba el hecho de que ésto transmitía un sentido de la cantidad de lugares y cosas emocionantes que hacer sin tener, realmente, que crearlas.

Los colores se diluían lentamente mientras el tranvía. se detenía en el distrito de negocios. A diferencia de la calle Nuevo Castro, este lugar sólo tenía unas cuantas personas caminando entre edificios que se estiraban hacia el cielo más alto de lo que el ojo podía ver. Doug supuso que la mayoría de la gente que venía aquí se portaba de lugar a lugar.

-"Éste es el distrito de negocios," dijo el guía turístico.

-"Os veo a las dos esta noche," dijo Doud rozando mejillas extrañas con sus labios camino a la salida.

Otro hombre, vestido mucho más apropiadamente que Doug, salió delante de él. Doug, deseando no haber llevado un atuendo casual, caminó por la acera y miró atrás cómo su familia le observaba.
Sonriendo, alzó una mano de despedida y caminó con propósito en la misma dirección del otro hombre hasta que el tranvía se había desvanecido de la vista.

Su sonrisa cayó y le preguntó una dirección al hombre a su lado.

* * * * *

Artifacs
27-May-2018, 11:10
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Eileen (VIII)

El conector espinal de Eileen le picaba pero ella resistió la urgencia de rascárselo y mantuvo las manos en el volante. El traje no estaba hecho para sentarse... correr, sí; saltar, seguro, pero algo en el ángulo al sentarse estiraba el material de forma incómoda. Ella no quiso tocsrlo y arriesgarse a desconectarlo. Sospechaba que la desconexión súbita del flujo de drogas y electricidad prodría matarla.

("¿Qué pasará cuando encuentre a Jeremy?")

Se movió en el asiento y trató de pensar en otras cosas.

Aunque al principio estaba un poco nerviosa de conducir, había estado bien desde que había seguido la furgoneta de Usted por la autopista. Estaba bastante relajada. Había pasado una década, al menos, desde que se encontró frente al volante por última vez.

("¿Como era esa canción? ¡Nunca-se-olvida, cómo-conducir!" Algo así.")

Conduciendo por la autopista, casi deseó que la furgoneta de Usted acelerara un poco. ni siquiera cambiaba de carril. Basado en su regularidad, su traje eataba ahora 90% seguro de que era autopilotada, lo que tenía sentido. Pasó bajo otro peaje preguntándose si la cámara que le cobraría a la dueña del vehículo también mantendría el registro de la localización de Eileen.

("Nada como conducir con música."),

Pensó por un segundo hacer que el traje le pinchara alguna canción pero no pudo recordar ninguna específica. La camioneta tenía radio así que, la encendió y la puso a buscar emisoras. Se paró en una de canciones antiguas que tocaba una que le sonaba familiar y la bloqueó. No sabía el nombre de la banda pero le gustaban las guitarras.

("Se oyen con tan poca frecuencia estos días. ¿Cuál era esa banda que Jeremy solía escuchar? ¿Clon Dron? Sonaba como cuernos vikingos, tan negativa...")

Resolvió que una vez lo trajese de vuelta le mostraría tipos diferentes de müsica. Jungla de Balasperdidas, por ejempko, la banda sonora de su juventud. Aunque cuando su padre había sacado sus viejos CDs y le había mostrado las fotos arrugadas y amarillentas de conciertos punk, era todo en vano. A ella no le podía importar menos.

La furgoneta de Usted hacía camino hacia la rampa de salida y
Eileen se sorprendió de descubrir que ya estaban en New West. Había buscado casas aquí hace años pero le había parecido demasiado lejos por aquel tiempo, demasiado suburbano. Aunque, ciertamente, había crecido de forma agradable con muchas tiendas por las calles y comunidades de buen aspecto y con poco tráfico. Se preguntó si había cometido un error al comprar esa propiedad en la ciudad, quizá Jeremy hubiera conocido a chicos diferentes en vez de esos jugadores online...

Escuchó un golpeteo metálico desde atrás. Mientras se aplicaba una dosis de adrenalpro y aceleraba al 500%, su traje le informó que se vehículo había sido disparado 18 veces desde un helicóptero en rápida aproximación. Había miy poco tráfico en la carretera, cosa que Eileen agradecía. Abrió la puerta y se colgó de ella viendo cómo aparecían en la ventana de la cabina flores de impacto de bala que caían a sus pies en el suelo de la camioneta. Se estaba moviendo muy rápido, de modo que el traje tomó el control de los impulsos nerviosos de los músculos de la pierna apropiada

Había empezado un pequeño incendio en la cabina y para cuando soltó la puerta, una nube negra rizaba el asiento de plástico. Tenía sus piernas aceleradas un poco. Eran borrosas como si estuviera montada en una alfombra mágica. Corrió frente a la camioneta hacia el carril por donde había entrado la furgoneta de Usted.

El traje le suminstraba las imáenes del cóptero por detrás que aún disparaba a la camioneta con ráfagas de ametralladora. El logo de Ford tenía un emblema al ladi del anuncio de un jokey sobre el nuevo paquete de seguridad: ¿Le han robado el coche Ford últimamente?

Supuso que tendría suerte si no era uno de esos nuevos freelancers: no habrían enviaro un pájaro remoto, no habrían malgastado balas en el suelo de la camioneta.

Manteniendo la posición de la furgoneta, fue capaz de reducir lo bastante para tomar control manual de sus piernas. Oyó el crujido y, luego, la explosión de la camioneta. Confió en que no hubiera nadie cerca aunque eso era preocupación, realmente, del hekicópotero.

Se concentró en la furgoneta que hacía un giro en una calle bastante transitada. Le pidió al trajec la proximidad de cualquier oficina de Usted y le indicó que había una algunos bloques más allá. No valía la pena ir por los techos de los edificios así quez, zigzagueó por las calles. No podía evitar ser vista, no a plena luz del día y en una calle llena de compradores como ésta, pero moviéndose erráticamente podía evitar ser vista dos veces. Era un procedimiento de emergencia del entrenamiento que había recibido: la gente querrá creer que están viendo ilusiones.

Lo estaba haciendo bien hasta que vió el indicador de energía baja parpadear. Entonces se detuvo y observó el pequeño icono de una batería hueca centelleando en la esquina de su visual.

Un chico joven con gafas de francotirador la señaló a sus amigos y ella empezó a correr con piernas torpes al no estar en automático.

La fuente de energía era baja. Peligrosamente baja y el traje no funcionaba con pilas. Ella era la fuente de energía. Casi había usado su marchito cuerpo del todo.

("¿Cuánto tiempo hasta que...?")

No pudo preguntar al traje. Su manual de operaciones no tenía descrito ningún icono de energía. Era algo que los agentes jóvenes no necesitaban saber. Se obligó a concentrarse, a seguir en movimiento, ampliando la imagen del callejón en el que la furgoneta estaba entrando ahora marcha atrás con el continuo biip, biip, biip.

Este callejón tenía un pequeño rellano casi imperceptible salvo por una pirámide de cajas. Las cajas de Usted, le dijo el traje, eran del mismo tamaño y color que las que ella había visto anteriormente. La oficina de The New West era muy similar a la oficina de Vancouver, con diferentes ladrillos adosados a sus vecinos. Ella pensó que los representantes, que estaban asintiendo animadamente a los clientes, tenían diferente estilo de peinado pero no quiso preguntar al traje una comparación.

Por la calle había una alcoba con una puerta negra y un pequeño letrero la identificaba como un portal de juegos conectado a Frisco. Se detuvo en ella para atraer menos la atención. Las rampas de la furgoneta salieron bloqueando la vista del callejón. Eileen revisó sus opciones: aquello era, obviamente, otra recogida y ella necesitaba conservar su energía. No podía seguirla a pie. No podía robar otro coche sin un gasto considerable de recursos.

("¡Céntrate! Eileen, so boba vieja, ¡céntrate!")

Las rampas volvían adentro y la furgoneta puso el motor en marcha.

("No puedo perder el objetivo.")

Eileen esperó hasta que las ruedas empezaran a acelerar. Una vez que se había despejado el callejón, saltó sobre su parachoques y escaneó las puertas traseras en busca de una grieta.

("Nada.")

Escaneó de nuevo aumentado la imagen.


("Nada. Literalmente nada")

No había puertas. Las grietas aparentes en el metal blanco sólo tenían un centímetro de profundidad.

Eileen se subió al techo, se tumbó mirando hacia el cielo y pensó que estaba a punto de morir.

La pequeña batería parpadeaba incluso con los ojos cerrados.

* * * * *

La señal de aviso no le llegó a Paul en forma de un icono de batería. Supuso que era algún flotador digital en su extremo. Él estaba, después de todo, observando el progreso de Eileen en la superficie de una piscina de agua. Al otro extremo, la gente paseaba por el jardín de la iglesia meditabunda y serena.

La señal de aviso de Paul llegó cuando la furgoneta de Usted entró en la rampa de autopista hacia Vancouver, Paul sintió un nudo en el estómago.

("Simplemente, está transportando entre las dos oficinas.")

Abrió una conexión.

-"Aquí Paul. Mira, es como sospechábamos...la furgoneta es un señuelo."

-"Hooolaaa Paaaaul," dijo Eileen.

Si no supiera que ella estaba tumbada sobre el techo de la furgoneta, habría pensado que estaba borracha.

-"Lo siento," continuó ella más normal. "Es que había reducido velocidad para conservar energía. Tu información no resutó ser muy buena."

-"Lo sé, lo sé pero teníamos que seguir hasta saberlo con seguridad. Voy a compensarte ésto, Eileen. He recibido una buena pista sobre el escondite," mintió, "Pero necesito algo de tiempo para comprobarlo. ¿Hay algún lugar donde puedas ir mientras tanto?"

Hubo un sonido extraño.

- "Oh, claro..." dijo ella haciendo el sonido extraño de nuevo.

Paul percibió que la risa de ella sonaba extraña por el filtro digital del traje.

-"Vale, estupendo Eileen," dijo él. "Aguanta firme." esperó un segundo pero ella no dijo nada más. "Hablaremos pronto."

Él desconectó. Ella sonaba enferma.

- "Mierda," siseó él y un transeunte vestido de monje alzó una ceja.

* * * * *

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28-May-2018, 09:52
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Paul (VI)

-"Lo siento," dijo Paul incluso aunque estaba bastante seguro de que el monje era parte del decorado. Mientras veía la figura alejarse con las manos a la espalda, su pelo le hizo pensar en Doug.

("¿Porqué había ido a la oficina de Usted y se había marchado después? ¿Vió algo allí dentro que lo asustó?)

Nunca hubiera imaginado que Doug dejara pasar una oportunidad para ir a Frisco. Le necesitaba aquí para seguir docenas de piatas que él no podía atender personalmente. Estaba a punto de perder su ventaja.

Entre eso y derrochar tiempo con el señuelo de Usted, lo único que había ido bien era la Operación Paraguas, como Simon la llamaba.

("Esa es lo bueno de las tácticas variadas."), pensó Paul desconectando la piscina.

Las señales de la autopista que Eileen había visto, alguien tendría que trabajar eventualmente wn ellas. Como con los monos y las máquinas de escribir. Simon había informado de la entrega de cerca de mil paraguas y Nicky confirmaba la correspondiente explosión de flora. Evidentemente, Tilley se llevaba el crédito de ello, afirmando que un compromiso con el entorno siempre había sido parte de su propuesta de misión. Eso estaba bien. Si los resultados preliminares de las semillas eran la mitad de precisos, Vancouver sería una selva urbana a tiempo para el simposium.

("Hay tantas cosas que hacer. Aún así, valdrá la pena...el 150 cumpleaños debería ser especial.")

Paul caminó por el frontal de la iglesia pensando.

("Conseguir otro proveedor de bicicletas, Ver cómo despejar las vías del TrenCeleste. Informar al equipo de Budapest...oh mierda, y a los bolivianos.")

-"Nota mental," dijo Paul y su pequeño angel apareció sobre su hombro con su pose emplumada.

- "Budapest y Bolivia," dijo caminando por las grandes dobles puertas.

Su voz hacía un pequeño eco en el pasillo. Otro monje que rellenaba el agua bendita, le dió la misma mirada. Esta vez no se molestó en disculparse, sólo encontró un banco próximo y se sentó.

Se podría pensar que dado que se habían molestado en hacer un templo para ellos mismos, también harían un par de monjes diferentes en lugar de "cortar y pegar".

Paul miró a la gente que poblaba la iglesia preguntándose si les importaba. Eran Friscanos medios, 20-30 en apariencia, vestidos con los atuendos que habían generado para el día. Había más mujeres que hombres pero lo que había de inusual en ellos era que ninguno tenía la mano en la oreja atendiendo llamadas. En la iglesia no había servicio de comunicación.

Otro monje cortar-y-pegar pasó caminando con una copa en la mano y la ira de Paul aumentó de nuevo. Había una infinidar de entornos infinitamente variados en la Tierra y los creadores de Frisco pintaban sobre ellos figuritas de palo.

-"Wow, parece que estás de buen humor," dijo una voz a su lado.

Un joven con gafas de sol y amplia sonrisa se sentó en el banco. "¿Quién se ha muerto?"

-"Nosotros," dijo Paul.

-"Oh no," dijo con voz de luto, su cara decayó como una fruta madura ante la cara de Paul.

("El chico era listo pero, ¿hasta dónde llegaba?")

-"¿Qué piensas cuando ves éso?" dijo Paul señalando a los dos monjes, uno en el altar y el otro limpiando una ventana.

-"Que el que hizo las texturas era un maldito vago." dijo Jeremy empujando las gafas de sol de nuevo hacia su nariz. "Pero así es aquí, tío. No sólo con las texturas. Es la arquitectura y la seguridad. Por eso hay tantos agujeros para las ratas como nosotros."

Paul le miró, esperando que hubiera cambiado su cara de zombie por la de una rata, pero su cara volvió a ser normal.

-"Sólo pereza, ¿eh?"

-"Bueno," suspiró Jeremy. "Vale, Es así. Tengo un amigo que hace texturas para personajes ambientales. Hace maravillas y siempre recurren a él. Quieren, digamos, 75 por día, de modo que no tiene tiempo en los detalles. Los hace con molde. Ha echo algunos hombres sepia salvajes para un ambiente en Atlantis."

-"Así que no es sólo pereza," confirmó Paul.

-"No, también es la corporación maligna que le oprime." dijo Jeremy en tono de mofa.

-"¿Crees en el mal?" dijo Paul sin sorpresa.

Jeremy cruzó los brazos.

- "No. Pero tú sí."

Paul rió un poco. Quedó en silencio durante un rato, luego, miró a su alrededor.

-"¿No sientes que es como en una película de gansters: ¿Crees en el Mal?" dijo él, alargando la A.

Jeremy resopló. "Sí, por eso teníamos que encontrarnos aquí. Es dramático."

Hubo algo en la forma que dijo dramático que llamó la atención de Paul; había un entusiasmo allí que perforaba su velo fatigado.

-"No es que las corporaciones sean malvadas. Son sólo aburridas."

Jeremy sonrió. "Muy cierto."

Paul sentía que estaba avanzando, rozando los muros del pasillo que podía conducirle a la confianza de Jeremy.

-"Pero aburridas en sentido serio. Me gusta la variedad. Más allá de eso...tengo la teoría de que la diversidad es algo realmente importante. Quizá más importante que el bien o el mal. Cuanto menos diversidad, menos elecciones tenemos, menos métodos para encontrar la felicidad."

Jeremy se encogió de hombros.

-"Supongo..."

Paul se detuvo ahí. Recordó el discurso que Jeremy le había dado en el Infierno de Frankestein y trató de olvidar que era un niño de 12 años.

-"Las corporaciones tienen un velado interés en reducir la diversidad dado que funcionan con más beneficios cuando pueden masificar sus productos, culturales o de otro tipo. Dicen que deberíamos suprimir nuestras texturas, que el código biológico es demasiado erróneo. Que es hora de rascarlo y empezar de cero. Pero quizá no son errores sino ¿características?"

Jeremy asintió pensativo.

- "Los errores pueden convertirse en características...así pasa con los clones, también. Tengo...una sensibilidad al estímulo. Puedo, por así decirlo, apagarme si recibo demasiado. Pero también me permite concentrarme y por eso soy tan bueno haciendo código. Pensaban que era algo biológico, algo en la región cerebral de Lee así que, no me preocupaba ser sobre-estimulado cuando me mejoré."

Paul parecía interesado.

-"¿Y?"

Miró alrededor para dar a algo de espacio a Jeremy. Algunas personas habían entrado y había tres monjes idénticos en la sala.

-"Vine de Bronce porque es grátis. Tenía un generador de clave para mejorar a Oro pero, ya sabes, hay muchos anuncios."

Paul asintió.

-"Ahora me gustan, no soy del tipo rebelde de 20." dijo mirándole con una sonrisilla., "Pero hay muchos anuncios. Pasé mi primer día en el mirador. Lo pasaba bien...es como, ya sabes, cuando comes muy buena comida y quieres seguir comiendo. Era así. Miraba el agua y había una ola de Coca-Cola en ella. Oh sí. Entraba en un bar y la canción de la cerveza era impresionante. Tomaba algunos cacahueteZ y el sabor me recordaba a una Budweiser."

-"Los cacahueteZ tienen ese efecto, a veces," dijo Paul sonriendo.

-"Bueno, ya, vale," dijo quitándose las gafas y rascándose la nariz. "Pero éra como...bueno, quizá sólo tenía sed."

-"Tienes un bulto en la nariz," dijo Paul impresionado.

-"Obra de Fobos," dijo Jeremy extendiendo los brazos como si todo su cuerpo fuese un traje hecho a medida. "Él es increíble. Te hablaré de Fobos después," dijo encarando a Paul.

La gente estaba de pie en torno a ellos y se levantaron también. La música empezó y Paul vió a un grupo de monjes reuniéndose atrás.

Cuando miró a Jeremy, se había puesto las gafas.

(...)


"...la tierra prometida a la que la gente siente aún la necesidad de buscar significado..., pues ofrece algo más allá de los cinco sentidos," decía uno de los monjes con cara radiante.

Paul vió que el orador tenía una toga blanca mientras que la del resto era gris.

-"¿Qué es ésto?" preguntó Paul.

-"La IA que opera Frisco generó esta espiritualidad," dijo Jeremy. "Usan algún algoritmo de necesidad humana.
Falso, si me preguntas."

Una caja blanca con el logo de Usted fué llevada hasta el altar. El monje de blanco la alzó delante suya.

-"Un precioso objeto sin entrada ni salida..."

Jeremy exhaló ruidosamente.

- "Hacen lo mismo siempre. Parlotean sobre la estúpida caja un rato y luego te muestran que no hay nada en ella. Normalmente cambio a Bronce cuando las cosas son tan aburridas," dijo Jeremy. "Pero éste es el único lugar donde no hay diferencia."

-"Ah," dijo Paul notando que los constructores de este sitio, de Frisco, eran conscientes de la importancia del silencio.

A cierto nivel, sabían que la constante barrage de anuncios era algo de lo que escapar y él notó la inconsistencia. Y había algo sobre la caja que le recordaba a...

("¡la furgoneta!")

La furgoneta blanca que Eileen estaba siguiendo.

("Wow. Eso daba miedo. ¿Podía la IA tener un simbolismo o estética, un gusto por su cuenta?")

Miró a los monjes y al resto de la gente.

-"¿Están aquí todas estas personas por el servicio?"

-"Probablemente, no," dijo Jeremy. "Al final hay unos minutos en los que se puede pedir a los monjes que se hagan cambios en Frisco. A mí no me gusta rogar... " dejó de hablar al notar la mirada de ira de su compañero de banco. "Da igual," murmuró mirando a Paul. "¿Quieres...quieres venir conmigo? ¿A mi casa?"

Paul asintió, encandilado por su torpeza.

-"Pórtanos a 3ffe:b00:cl8:l:290:27ff:fel7:fc0f," dijo Jeremy. "¿De acuerdo?"

Arriba en el altar, el monje estaba partiendo la caja en dos como si estuviera partiendo pan.

-"¿Estás de acuerdo?"

-"Sí."

* * * * *

Estaban en un pequeño vestíbulo. Jeremy, treinta centímetros más bajo e, inconfundiblemente, siendo él mismo; dejó caer su regordete trasero sobre una silla y cogió el receptor del fono. Era una modelo de botón pero por la velocidad que pulsaba los números, estaba acostumbrado a usarlo. Ignoró a Paul completamente unos segundos.

-"Oh, hola," dijo una mujer tras Paul. "¡Debes de ser uno de los amigos de Jeremy!"

Una mujer bajita y briosa estaba de pie en el umbral sujetando un plato de galletas.

Paul, tratando de reconciliar esta Eileen de pelo canoso con la asesina de traje negro, cogió una.

-"Soy Falsabuela. ¿Venis a jugar a algunos juegos?"

-"Uh..."

Jeremy colgó el fono con un golpe.

-"¡Jeremy!" le riñó Eileen.

Él suspiró.

-"Perdón, Falsabuela." Cogió un puñado de galletas y sonrió. "Nos vamos arriba a jugar juegos."

-"Eso pensaba," dijo ella mirando a Paul con un brillo en el ojo.

Nervioso aún por Eileen, siguió a Jeremy escaleras arriba. Dió un mordisco a la galleta que resultó insípida y dura.

La puerta del dormitorio de Jeremy tenía un letrero brillante, que decía: "¡Sólo JugadoreZ!"; y una tarjeta de hotel para las puertas colgada del pomo. Jeremy la giró en la posición de "No Molestar" y mantuvo la puerta abierta.

Paul asintió y entró.

Jeremy cerró la puerta tras él.

- "¡Quédate un rato... quédate
para siempre!" dijo Jeremy con una bien ensayada voz maligna mientras pasaba delante de Paul. Dejó las galletas en una cesta papelera y se sentó delante de su cubo-espacio encendiendo la fuente de alimentación de una patada.

("Claramente, el señor de su dominio.")

Alguien llamó a la puerta.

"Uh ¡entra Falsabuela! "

La puerta de abrió y Falsabuela entró con un plato de galletas.

- "Pensé que vosotros, chicos, podríais querer unas cuantas más"

Paul sonrió.

-"No gracias, Falsabuela," dijo Jeremy.

Ella salió herida pero con una sonrisa.

Jeremy suspiró y cerró la puerta.

- "Sólo estoy demasiado bien."

Se tiró en el sillón con todo el peso del mundo bajo él. Extrajo un archivo de código y jugueteó con èl.

-"Todos los detalles son perfectos. Pero podría haber hecho las galletas un poco mejores, al menos."

Paul sonrió levemente.

("Déjale hablar.")

-"Originalmente, hice mi habitación un poco mayor de lo que era en realidad pero luego, la cambié. Ella lo notó. En verdad, me dejé una cosa."

Se levantó y abrió la puerta del armario. Llamas, gritos y una horrible olor explotaron del Infieno.

- "Para cuando trabajo mucho en ello. Debería cerrarlo, en realidad. Lo vendimos el otro día por una cantidad boba de dinero."

-"Siempre es agradable tener una puerta trasera." dijo Paul ignorando el bragging.

-"Lo cerraré cuando ella llegue. Quiero que todo sea exacto, perfecto. Por cierto," dijo Jeremy tímido,
"No he invertido demasiado tiempo en Falsabuela. Ella no es así para nada..."

("No sabes ni la mitad del asunto"), pensó Paul suprimiendo una sonrisa.

-"Ella es..." la voz de Jeremy encontró un obstáculo, sus nasales se hincharon y giró el pedazo de código.

En cuestión de segundos, las manos de
Jeremy habían pasado de estrujarlo a modelarlo suavemente en un polígono. Cuando volvió la mirada, su cara mostraba una sonrisa serena que tranquilizó a Paul.

-"Ella es muy diferente. Una mujer asombrosa."

Paul, simplemente ajustó su humor manualmente. Paul lo había intentado la primera vez que llegó pero no le gustaba la sensación.

("Tenlo en cuenta, Oculto mis sentimientos."), reflexionó Paul.

-¿Es a quién estabas llamando cuando llegamos aquí?"

Jeremy giró el código y lo dividió en dos antes de responder.

-"Sí."

-"Pero ella no responde."

-"Creo que... ella prodría haberse... ido de vacaciones." Jeremy jugueteaba el código en las manos.

-"Oh," dijo Paul, esperando.

Guardó el código en el almacenamiento y miró resentido a Paul.

-"Mira," dijo Jeremy. "Si desease dejarte que vinieras al barco pirata, ¿la escontrarías por mí?"

-"¿Encontrarla?"

-"Bueno... tampoco es que esté escondida en algún sitio. Lo peor que podría haber ocurrido es que se cayera o..." el obstáculo de nuevo. "Yo podría volver pero les lleva al menos dos semanas para procesar la maldita solicitud..."

Paul asintió.

-"¿Y si se encuentra algo en el viaje...?"

-"El botín será repartido equitativamente," dijo Jeremy.

-"Entonces, trato hecho," dijo Paul suavemente. "Tengo varios agentes en Vancouver que pueden investigarlo."

-"Probablemente no sea..."

-"Nada, pero es mejor investigarlo."

Jeremy había sacado de nuevo el código y lo masajeaba.

-"Gracias."

* * * * *

-"Estupendo, has vuelto," dijo Chan segundos de teleportarse. "Esa misión del culto durmiente ha resultado cosas increibles."

-"Súper, pero dáselo a Ryan. Lo veré antes de la reunión del Lunes," dijo Paul sentado a su mesa.

("Ahora, vete.")

-"Aparentemente, se inducen una especie de éstasis, ven visones. Un sueño común de que trabajan en una línea de montaje de una fábrica y hay un tipo loco por ahí hablando de lo simbólico, de cómo nos hemos esclavizado a las máquinas..."

Paul estaba asintiendo tratando de mantener la calma.

- "Claro, vale, interesante. Sólo dáselo a Ryan."

Chan le miró tan vacío de emoción que Paul pensó que dejaría activado su mezclacaras.

- "Tenemos que movernos sobre èsto," dijo Chan. "El 7% ha oído sobre ello y el 0.1% lo practica. Tenemos que hacer más estudios ahora o no podremos superar a la competencia."

Paul miró a Chan hasta que el joven apartó la mirada.

-"Correré ese riesgo, David."

Chan desapareció.

("Pique port. Pobre peep.")

Ryan apareció con sonrisa de disculpa.

-"Alguien quiere verte."

-"¿Quién?"

Ryan se encogió de hombros.

-"Entró desde la calle."

Paul le dió a su asistente una oscura mirada.

-"Bueno pues no puedo..."

Se abrió la puerta y un delgado indú entró.

-"Hola, Sr Harris."

-"¿Doug?" dijo Paul al reconocer la voz.

Doug asintió.

Ryan sonrió y desapareció con su moviento de gato de Cheshire.

-"¡Estaba justo pensando en tí! ¡Bienvenido a Frisco, Patterson!" Paul se levantó rodeó el escritorio para darle un abrazo a su empleado más veterano.

("¿Cómo demonios has llegado hasta aquí?"), pensó Paul mientras palmeaba la espalda de Doug.

-"Gracis," dijo Doug, un poco incómodo por la cálida acogida sin precedentes.

Paul le examinó.

-"¿Cuándo llegaste?"

-"Nuestro barco amarró hace una hora."

-"Ah."

("¿Quizá volvió a la oficina de Usted? Pero me habrían avisado...")

-"Bueno, aquí estás."

Paul se volvió a sentar a su mesa y sacó un documento.

- "Y justo a tiempo, también."

Doug simplemente asintió.

-"¿Viniste en vagón?"

-"Aajá."

-"Bien. Te da mejor sentido del lugar, en vez de portarse todo el rato. A Olivia debe de haberle encantado, ¿no?" afirmó Paul conscientemente.

-"Bueno..." dijo Doug inclinando la cabeza. "Ella es... más difícil de sorprender hoy en día. Ya conoces a los pre-adolescentes."

Paul rió como lo hacía la persona de Harris.

-"¡Más me vale! ¡Nos vamos a pique si no lo hiciera."

Doug estaba sonriendo pero su mirada era distante.

("Jesús. Ni Jeremy ni Eileen saben la mitad de lo que está pasando en la vida del otro y ahora Doug parece saber demasiado. Hacer de padre, suerte que yo..."), Paul dejó desvanecer el pensamiento.


-"Sólo quiero agradecerle," dijo Doug. "Por darme el espacio para...atar los cabos sueltos en casa. La mayoría de la gente me habría despedido."

Paul asintió solemne y notó que Doug tenía pelo largo. Decidió no comentar nada sobre ello y miró el documento que había sacado, fingiendo estudiarlo.

-"¿Qué sabes sobre los piratas, Doug?"

-"Los de los ordenadores o los del yo-jo-jó?"

Paul alzó la vista, sonrió: "Ambos."


* * * * *

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29-May-2018, 10:37
(36) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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Nicky (XIII)

Las puertas del ascensor se abrieron.

-"Ustedes no están autorizados a estar en esta planta," les dijo una voz que sonaba como si tuviera una resfriado. "La Seguridad va en camino."

Nicky miró a JK cuando salieron al pasillo.

JK sonrió. "Ya, como si Abrir la Puerta de Emergencia hiciera Sonar la Alarma, también," dijo tras leer el letrero de la puerta que había abierto.

Un horrible chirrido hizo a Nicky pensar que el letrero iba en serio.
Su corazón dió un salto pero resultó ser sólo las viejas visagras. Entraron hacia una sala con escaleras y empezaron a subir. Nicky observó las baldosas de marfíl

-"Jesús, hasta la escalera es de alta clase. ¿Cómo sabéis de este lugar?"

-"Yo vivía aquí antes con mis amigos... ¿hace tres años? Ellos vivían en otra casa antes de irse a Frisco."

Llegaron al final de la escalera y él encontró un problema para abrir la puerta.

- "No me digas que la han cerrado con llave..."

Se abrió un poco y, luego, empujó con el hombro.

("La primera vez que le veo usar esos músculos."), pensó Nicky mientras la puerta se abría y derribaba a JK hacia el interior.

La escalera, iluminada con gusto como estaba, se llenó de luz natural. JK se levantó en el umbral con las manos a la cintura de su mono de jardinero, curioseando.

-"Sip," dijo él mirando atrás hacia
Nicky con reflejos solares en sus gafas. "Apuesto a que encontrarás ésto bastante inspirador."

Nicky entró a un parque increíblemente grande que estaba en la azotea del edificio. Mirando a la puerta, vió lo que la estaba bloqueando: uno de los arbustos de JK, ahora parcialmente arrancado. Paseando por ahí con JK, vió que no era el único.

-"Wow," dijo ella quitándose los zapatos "¿Plantas aquí?"

("Mmmm, cesped").

-"¡Nop!" dijo JK, buscando en su bolsa. "Estos son los hijos de la Operación Paraguas. Quizá el local de fiestas. Buen aire, buen terreno, buen viento..."

Sacó algunas bolsas de muestras.

- "Yo voy a podar un poco pero tú deberías comprobar esos árboles de allí."

Nicky se dirigió hacia la dirección que él indicó, viendo eventualmente los árboles de los que hablaba. Estaban casi todos camuflados por las matas y ramas de JK pero, más allá de eso, no sabía porqué él quería que ella los viera. Apoyó una mano en una rama gruesa.

("Nunca me he podido resistir a un buen árbol.")

Dejó los zapatos en la base y trepó torpemente. Se alegró de tener plantas callosas que rwflejaban que la última vez que había subido a un árbol no tenía esa ventaja.

("¿Dónde fue?. Probablemente, en en el Lago Trout antes de que lo vallaran.")

A medio camino encontró un asiento cómodp entre las ramas. Desde arriba pudo ver que el parque no era tan grande, sólo tenía un plano estudiado para dar esa impresión. Desde allí, también pude ver que las filas de atrapahumos y las zonas adjacentes parecían helechos.

Balanceó los pies vigorosamente y hubobun repetino movimiento em la base del árbol que atrajo su atención. Un mapache tan grande como un perro y tan valiente, tenía sus patas apotadas en la base del tronco como si no pudiera decidirse a subir o seguir su camino.

-"Hola ahí abajo." dijo Nicky confiando en que sus zapatos no le pareciesen interesantes.

Sin interés por conversar, saltó al suelo con audible sonido de sus patas. Cuando desapareció tras un arbusto, ella soltó un grito de deleite

-"¡Lo he visto!" llamó a JK.

("¿Cómo demonios subirá hasta aquí arriba?") se preguntó ella.

Resultaba difícil imaginarlo escalando la brillante torre que ella había visto en su camino ascendente.

-¡Un mapache!

No habìa visto a uno de esos ladronzuelos desde la infancia aunque, por aquel entonces, no les tenía aprecio. Le amargaba que los arroñeros hubieran sobrevivido mientras que su Shamus había desaparecido junto con el resto de los gatos. Su maestra le había pillado una vez tirando piedras a un mapache en un callejón.

-"Uno bufó a Shamus una vez," le había explicado malhumorada al director de la escuela.

-"Bueno, los mapaches no lo mataron," le había explicado el director, experto en lidiar con niños con el sindrone de Furia Felina. "Nosotros lo hicimos." Nicky no había estado interesada en la explicación sobre que la raza de gatos afectivos y sin uñas tan populares también resultaban ser susceptibles a cierta enfermedad genética.

-"Yo quería uno con uñas," había dicho Nicky mirando a la pantalla de ¡Las Bicicletas Matan!. "Pero, en vez de eso, mi mamá me consiguió uno de los otros."

-"Bueno, claro," dijo él con amplia sonrisa. "Ella, sin duda, apreciaba sus cortinas."

It had put Nicky off pets for a long time and probably onto
genetics. Even now, she didn't view what she made as pets, and
she never made two identical.

-"Nota mental: mapaches delbtamaño de osos," le dijo a su reloj.

("Eso costará mucho pero no soy yo quien paga.")

-"Osos del tamaño de ardillas," añadió sonriendo para sí.

-"¡Te dije que te inspiraría!" dijo JK desde abajo.

-"Los osos serán divertidos...nunca he podido permitirme los genomas de alto precio."

-"Oh, seguramente no habrá licencias para ellos. Pagamos por los materiales en bruto, nada más. Bueno, la plantilla del paraguas fue llevado un poco en secreto. Creo que buscaron a alguien en Noruega para hacerlo. Una escultora de orgánico. Bueno, ¿cuál has visto?"

-"¿Qué escultora?" dijo Nicky confusa.

-"Qué mapache."

-"¿Hay más de uno?" ella buscó con la mirada en el arbusto por el que había desaparecido.

JK estaba de pie investigando aldo en el suelo.

-"Hay toda una banda. Podrían ser familia aunque no he visto ningún bebé."

A Nicky le gustó eso.

-"Banda. Banda de mapaches."

JK se sentó.

-"¿No es genial, Nicholas? ¿Que estemos haciendo todo ésto en vez de sólo sentarnos por ahí en galerías de arte?"

Nicky sintió una cierta emoción.

-"O sentarnos por ahí en las jaulas de nuestros salones, hablando..."

-"Me alegré tanto de que quisieras unirte," dijo JK. "Sabía que Paul lo tenía en mente desde el principio."

-"Yo pensaba qe sólo me quería como una tècnica de laboratorio," dijo Nicky. "No tenía ni idea... aún no me lo creo."

-"Es porque no te fijas en las intenciones. No eres una lectora de intenciones. Tú vas directa hacia adelante," dijo él tocándose la frente y señalando hacia adelante.

("Excepto cuando estoy vendiendo a los turistas."), pensó ella visualizando sus perros cobaya.

-"Voy a tomar estas muestras para analizarlas y hacer un segundo lote de semillas que combinen estas plantas fértiles con las que atraen a los insectos."

-"Atractivas a los insectos, ¿eh? ¿Bulbos modelados?"

-"Na. Huelen a carne podrida. No quise usarlos en la fiesta,"

-"¡Oh, basil! ¡Ah! ¿Son éso rosas? Hey, ¿es un cadaver lo que huelo?" imaginó Nicky, en voz alta.

JK se rió.

-"Mmmm..." Se lamió los labios.

-"Así que, piensas poner las semillas más apestosas y las más promiscuas..."

-"Pre-cisamente." Se tumbó y miró a Nicky. "Munca he podido hacer polinización cruzada con mis plantas...siempre surgían dificultades."

-"Y yo nunca he podido permitirme dejar libres a mis animales. Siempre he tenido que venderlos. Éso no se parece mucho al arte, más bien a la costura."

JK asintió y miró al arbusto. La mata se movió pero no salió nada.

- "Es curioso. Puedo ver el parque como solía ser y como es ahora. Un lugar decorado cuidadosamente para la gente que podía permitírselo. Aún me gusta. Solía venir aquí de noche y oler las plantas."

-"Yo he conseguido mi dosis de clorofila al pasar por Acres Placenteros," dijo Nicky viendo algo en una rama superior del árbol.

Ella se puso de pie con cuidado e investigó. ResultO ser un montón de hojas viejas pero le recordaban a in nido que había visto una vez...¿o lo había visto en una película?

-"Pájaros," le dijo al reloj.

Nicky se agachó sobre su rama y se dejó caer a tierra. JK le indicó la salida con la barbilla y ella estuvo de acuerdo.

-"Los pájaros son buenos," dijo JK. "Reparten las semillas."

-"Mis animales no son simples medios para tus hierbas," replicó Nicky.

-"¡Ja!" dijo JK.

Cuando descendían en el ascensor, Nicky le preguntó a JK si había visto mucho a Andre y Simon.

-"¿Aún no se han quedado a vivir en tu casa?" JK respondió sorprendido.

-"En realidad, no." dijo Nicky decidiedo que un ocasional revolcón no contaba.

Caminaron por el vestíbulo vigilado por agresivos letreros y cámaras de seguridad. Fuera del edificio había una furgoneta aparcada.

-"Wow, el barrio va derecho al infierno," dijo JK. "Nunca se hubieran atrevido a conducir esa furgoneta hasta aquí hace un año."

Había un par de guardas de seguridad hablando con un hombre handrajoso. Cuando ellos pasaron al lado, Nicky pensó que había algo familiar en él.

-"Doug Patterson," entonaba la mujer. "Su deuda la ha comprado Microsoft América. ¿Puede pagarla hoy?"

Él la observaba con expresión vacía y, de pronto, Nicky dejó de caminar.

-"Tú eres aquél tipo de la fiesta, el borracho que habló conmigo," dijo ella mirándole a la cara y a la calva.

Él se giró hacia la voz pero sus ojos estaban ausentes.

El guarda corrió rápidamente junto al resto.

-"En ese caso, Microsoft América ha solicitado que sea recolocado a una fábrica de su elección para empezar a trabajar. Gracias por su colaboración."

Llevaron a Doug hasta el interior de la furgoneta y él no hizo ni un sonido. El guarda de seguridad que llevaba gafas de sol señaló el camino durante un momento y luego, apartó la mirada.

-"¿Parece que es conocido tuyo?" dijo JK mientras de alejaban caminando.

-"Definitivamente era el tipo que conocí en tu fiesta...¿no lo viste tú con la..." se señaló la coronilla.

-"No, pero," se encogió de hombros. "Oí que mi amiga Kerry estuvo allí y tampoco la ví."

-"No, era él, recuerdo su nombre. Doug. Hablamos sobre las montañas." Ella oyó cómo la furgoneta arrancaba detrás ellos.

-"Supongo que él sólo estaba paseando..."

-"No, él estaba con alguien más. Una chica que ví por ahí. Y él vestìa como si viniera del trabajo."

-"Quizá fue despedido. Las compañías tienen que reducir plantilla para
Frisco," dijo JK. "O eso he oído. En.realidad, he oIdo que los días de trabajo de 20 horas son la norma para muchos Friscanos. Cuatro horas de ocio y de vuelta la faena."

-"Ah," dijo ella mirando hacia atrás.

La furgoneta era ahora diminuta y desapareció al doblar una esquina.

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29-May-2018, 10:40
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Nicky (XIII) (Continuación)

Nicky se acostumbró a tabajar con su pequeño jefe bastante pronto.

-"¿Seguro que no te importa?" estaba diciendo Paul.

Él se había instalado en el cubo-espacio con un sillón confortable y una pequeña chimenea.

-"Claro que estoy segura." dijo Nicky, retorciendo y anudando el lince de silicio en el que estaba trabajando en otro cubo.

Habían dividido el gran cubo en dos pequeños a unos metros del mostrador del laboratorio. Ella estaba teniendo problemas con el estómago de los linces.

("Es bueno tener compañía.")

Sobre la última semana o así, las visitas de Paul habían llegado a ser cada vez más proactivas. Al principio, le ponía nerviosa tenerlo por ahí. A ella le preocupaba que pudiera arruinar el trato, pero le entretenían tanto las conversaciones que ese sentimiento se fue disipando eventualmente.

-"Me alegro de oirte decir eso,", dijo Paul. "Normalmente, pasó el rato en los bares de Frisco. Sólo por rodearme de gente pero nunca he sido una persona de ir a los bares."

Nicky asintió.

-"Se que ésto suena un poco raro pero estar contigo me serena. Me reúno con muchas personalidades que me alteran. Hablar contigo me tranquiliza."

Nicky miró al hombrecillo de dentro del cubo.

-¿Es que soy un...sedante? "Pues vaaaale. Intenta no dormirte."

-"No lo tomes en el mal sentido," dijo él agitando la mano.

-"¿No puedes ajustar tu humor automáticamente?" dijo ella haciendo un gesto de mover una palanca.

-"Bueno, sí, pero... tiene un efecto acumulativo extraño en tu... espíritu. En mi experiencia, creo que sólo puedo hablar libremente contigo. Han pasado algunos años."

Nicky guardó los datos del lince, configuró su dieta a vegetariana y lo puso a funcionar.

Lo observó crecer, desplegando los músculos atrofiados y comprobó el tiempo cuando murió. Era bastante mediocre.

-"Y bueno... ¿qué ha cambiado?"

Él había estado escaneando un documento amarillo.

-"¿Hmm?"

Nicky configuró un programa de simulación con mil linces y el cubo-espacio se dividió en subcubos. Mil pequeños bebes comenzaron a crecer. Era más lento así pero tendría mejores estadísticas. Tener a Paul en el cubo también ralentacizaba un poco el proceso pero no le importó.

-"¿Qué ha cambiado para que sientas que puedes hablar libremente?"

-"Bueno, durante años, a finales de los 20, había genuino peligro en hacer lo que yo hacía. La gente desaparecía, las corporaciones estaban nerviosas y tan deseosas de actuar como un general en la reserva. Mi táctica era diferente de la de tu tío, requería que dedicara mucho tiempo a establecerme y distinguirme en la compañía donde trabajaba."

-"¿De qué era tu compañía?" preguntó Nicky.

-"De seguridad de datos."

Nicky reconocía una respuesta preparada en cuanto la oía, ella misma tenía unas cuantas propias.

- "¿Que cambió para hablar libremente?" dijo ella sin apartar la mirada de su trabajo.

Paul se inclinó hacia adelante en.su asiento y apoyó los codos en las rodillas.

- "Yo he..." se detuvo, titubeó de frustación.

-"Oh, para ya," dijo Nicky. "No me lo digas si no quieres."

-"La verdad es...no he tenido que ejercitar este tipo de secretismo durante años. Sólo es un hábito. Tampoco es que tenga caza-tendencias acampados fuera de mi casa. Los Infiltrados se han vuelto míticos."

-"Casi suena como si te diera pena."

-"Bueno, hubo una emoción y camadería. Yo trabajaba con gente y los últimos diez años no he hecho sino mover dinero de un lado a otro."

-"Hora del Curry" dijo el reloj de Nicky.

- "Espera un poco," dijo ella a ambos, a Paul y al reloj.

Bajó la escalera tratando de pensar en Paul como otro invitado más de la casa. Respondió a la puerta y cogió la caja de cartón esperando a que la chica repartidora le mostrara la placa de pago.

("Claro que quizá él me lo está contando porque no soy importante.")

-"Perdón, soy nueva," dijo la chica ofreciéndole a que Nicky tocara.

Normalmente, pedir comida a domicilio era una novedad esquisita para Nicky, pero ahora tenía prisa por cerrar la puerta.

-"Gracias por elegir Hora del Curry."

Ella asintió y cerró la puerta.

Cuando volvió al laboratorio, los linces eran abuelos. Puso la caja sobre el mostrador y la abrió. Se puso a comer en silencio mirando de vez en cuando a Paul que parecía enfrascado en lo que fuera que estaba leyendo. Cuando estaba usando el último trozo de pan para mojar en la salsa, los linces murieron y el ordenador entonó la marcha funebre.

Paul alzó la vista y rió.

-"Oh, ¿Qué has pedido?"

-"Curry especial."

-"Ah.." dijo. "¿Cocinas algo?"

-"¿Desde cero? No, en verdad, no. Demasiado caro. Normalmente recojo las cenas en el Camino Seguro."

-"A mí me solía gustar cocinar. Nunca se me dió muy bien..." agitó los dedos delante de su cara. "Me encanta cortar ajo. El olor se queda en mis dedos el día entero."

Nicky se preguntó a qué se parecìa el ajo. Los recuerdos de Paul le evocaban a su padre, que se quejaba hasta que mamá cocinó una vez a la semana. Ella odiaba los Domingos. Nunca había conectado con los dos antes pero Paul probablemente tenía la misma edad que su padre.

Se concentró en los datos de los linces. Las simulaciones, de media, habían vivido casi tanto como el primero. Funcionaban biológicamente como herbívoros pero...

("¿Su agresividad era innata o aprendida?")

-"Bueno, parece que hemos conseguido un diseño funcional de lince vegetariano," dijo ella. "Les he dejado las uñas."

-"¡Bien, bien!" entonó Paul. "¿Y son nativos de esta área?"

-"No, al menos no ésta generación. Los locales rechazan el estómago."

-"¡Aún así, linces! ¿Puedes imaginarlo? Vienes a este lugar en el extremo del mundo, un lugar del que es difícil oir hablar, a la sombra de una montaña. Viajas alrededor de él en un vagón ligero, mirando hacia abajo a una ciudad sobrecogida por plantas de todo tipo. De noche, echas un vistazo a unos ojos que brillan en un arbusto, que saltan antes dr que sepas lo que está pasando."

Nicky sonrió, atormentada por la visión y su entusiasmo.

-"¿Te refieres al TrenCeleste?"

-"Sí...¿sabías que es el único sistema de transporte público funcional de la costa oeste?"

-"¿Por eso va a suceder aquí?"

-"Es una de las razones...he vivido aquí demasiados años, no se olvida," dijo él. "Me mudé aquí en los '20s."

-"¿Desde dónde?" Nicky guardó el lince y despejó las cajas de comida usando la bolsa para limpiar las mijagas.

-"Antes de eso vivía en Nueva York. Pasé dos años trabajando con un grupo sobre detalles de los espacios públicos. Acabó mal."

Nicky estaba trabajando con la herramienta de esterilizado en forma de varita mágica por el mostador. Cuando llegó hasta el cubo de Paul, dijo: "Discúlpeme," como si pasase una aspirado bajobsus.pies.

-"¿Y qué pasó?" preguntó Nicky.

-"Bueno, la mujer con la que vivía era una bibliotecaria de la Biblioteca Pública. Había trabajado allí durante un año cuando se anunció la compra de Barnes & Noble. Fue el final de su mundo."

-"¿La despidieron?" preguntó Nicky navegando por la lista de animales en progreso.

-"Bueno, sí, pero eso no fue el problema. Fue...más que esa biblioteca en particular era una de las últimas públicas que quedaban. Habían pensado que las ciudades grandes tuvieran una, al menos, apoyada por donaciones individuales...pero las donaciones de caridad bajaron antes de que pudieran suscribirse. Obviamente, las bibliotecarias más sensibles se especializaron como buscadoras de datos o vendedoras de libros y para cuando se vendió la biblioteca de Nueva York, aquellos que permanecieron eran corazones duros."

-"Y tu...esta mujer no era una de las sensibles,"
dijo Nicky tratando de recordar lo que sabía sobre bibliotecas. Recordaba ver un thriller histórico en el que el asesino era un bibliotecario pero ella nunca lo adivinó porque era muy educado.

("¿Tenía la película algo que ver con el alquiler de libros?")

-"No, Ana no era sensible. Ella...recuerdo una vez...que estábamos en la frontera de Canada y los Estados Unidos, cuando aún sólo había una. El guarda nos preguntó tantas preguntas, para los estándares de Anna, que ella sacó medio cuerpo por la ventanilla del coche y empezó a preguntarle: ¿Porqué la gente lo pasa peor cruzando la frontera que en un vertedero con peligro biológico?. Ese tipo de cosas." dijo con risa triste. "Acabaron mandándonos de vuelta a casa."

Nicky sonrió, aunque no entendió la anécdota. Se preguntaba si esta Anna tendría problemas con ella por hacer animales. Recordó haber visto algo sobre el movimientol anti-Frankenstein. Aunque le gustó la idea de alguien que sacaba el cuerpo por la ventanilla del coche y hablaba tan descarademente.

- "¿Qué le...? no tienes que decírmelo si no quieres pero...¿qué pasó con ella?"

Paul no estaba escuchando, estaba navegando por un directorio.

-"Ni siquiera tengo una foto para mostrarte," dijo en el mismo tono melancólico. "¿Qué ocurrió? Bueno. Los Bibliotecarios, los que quedaron, estaban bastante conprometidos. Hicimos una petición al NYPL con manifestaciones públicas...delante de los dos leones para tener imágenes bonitas que mostrar a los medios. Despotricamos contra Barnes & Noble y cuando eso no funcionó, arruinamos sus tiendas."

-"¿Tú destrozaste tiendas?" dijo Nicky, alarmada por el modo casual con el que lo había dicho.

-"No todas." dijo Paul. "Sólo la media docena que habían abierto cerca de la biblioteca. Tenían su misma arquitectura, las mismas lámparas y mesas de lectura..."

-"Wow, eso ha cambiado..." dijo Nicky, pensando en la última visita que había hecho a Medios B&N para comprar una película como regalo de cumpleaños para su madre. No recordaba haber visto ninguna sección de libros.

-"Claro que ha cambiado. Sólo fueron así hasta que la gente se olvidó de cómo eran las bibliotecas. Como el precio depredatorio: una vez que la competencia está fuera del camino, los precios se disparan. Ahora la gente la recuerda como reliquias de otra era, algo fuera de lugar en el mundo. Que es justo como trataron la muerte de Anne, como una tagedia al estilo clásico, la historia de una mujer nacida en el tiempo equivocado. Pero era una afirmación, no una tragedia. El cuadro de ella caída entre los leomes con los brazos extendidos y la sangre manando de las venas abiertas de sus muñecas. Incluso murió con el pelo canoso atado en una moño. En su intento de ser Todas las Bibliotecarias, supongo."

Nicky había parado totalmente lo que estaba haciendo. La parte sobre la sangre hizo que el curry le diera unas vueltas en el estómago pero pudo visualizar la imagen, por alguna razón, en blanco y negro. El pelo de Anne pareciendo una peluca en su cuerpo joven.

-"Se rieron de su pelo en un programa de debates," dijo Paul suspirando.

-"Eso es horrible," dijo Nicky, deseando poder mirar la cara de Paul.

-"Se puso todo fuera de contexto y pareció ridículo," dijo él. "Incluso ese gesto tan bello."

-"Y la gente es bastante estúpida sobre el pelo, para empezar."
dijo Nicky. "Me encontré a un tipo que se estaba quedando calvo y que no quería arreglárselo. Yo pensé que quedaba bonito. Pero, evidentemente, la gente del trabajo se reía de él sobre ello."

Nicky pensó incluso que quizá había sido despedido por eso.

-"Huh. Sí, Conozco a alguien así. Doug es el último calvo del mundo. Yo le respeto por eso."

El corazón de Nicky dió un salto. Recordó con atención recorriendo la escena de hoy.

-"El tipo calvo que conozco ha sido recogido hoy por una furgoneta. Estoy casi segura de que era el mismo tipo. Parecía bastante absorto. Le llamaron Doug algo."

-"¿Qué? No Doug Patterson."

-"¡Sì! Doug Patterson. Ese era el nombre."

Paul se levantó: "¿Dónde encontraste a Doug?"

-"En una fiesta. En realidad, era una fiesta de JK... "

-"¿Se han llevado a Doug una furgoneta de deudor? Pero si él está..."

-"Bueno...se llevaron a un Doug. Estará de camino a una fábrica de Microsoft América ahora mismo."

-"Su cuerpo, tal vez." dijo Paul caminando y perdido en pensamientos.

Nicky obsevó al diminuto hombre andar adelante y atrás murmurándose cosas y volvió a sus experimentos. Cuando volvió la mirada, ya se había ido.

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30-May-2018, 10:10
(38) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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Doug (X)

Para cuando llegó a casa, Cheryl era de raza blanca. Doug no dijo nada sobre el asunto, simplemente miró su nuevo apartamento. Era del mismo tamaño y apariencia que su casa en Vancouver pero con una habitación extra. Doug miró dentro.

-"Me imagino que ésto puede ser el estudio," estaba diciendo Cheryl que miraba junto a él.

La habitaciòn tenía paredes cristalinas semi opacas, un cubo diáfano.

-"Recibe mucha luz." bromeó Doug.

-"Prueba a tocar las paredes," dijo ella a modo de demostración.

Cuando ella movía los dedos por la superficie, ésta cambiaba el espectro de color.

-"La casa entera era así cuando llegamos. Parecía algo sacado de una película de ciencia ficción," dijo Cheryl.

Doug pensó brevemente en cuántas cosas de Frisco se inspiraban, o quizá limitaban, por ese género.

-"Has trabajado mucho," dijo Doud, asintiendo a su esposa apreciativamente mientras salían de la habitaciòn.

-"Me imagino que dejaré esa habitaciòn para tí," dijo Cheryl. "Si resulta que no la usamos mucho, podemos borrarla. Reducirá nuestra mensalidad en...," consultó una página que surgió en el aire. "...$542."

Doug asintió, un poco aturdido y se sentó en el sofá.

-"Esta aplicación doméstica es verdaderamente fácil de usar," dijo Cheryl arrugándola hacia la nada. "Aparecen los números y se tiene acceso a las cuentas y haces recomendaciones."

Doug asintió, sintiéndo que se bloqueaba.

-"¿Y bien? ¿Cómo fue en la oficina? ¿Recibiste la bienvenida del héroe?"

-"Sí. Es que todo...hay mucho que procesar," dijo Doud acurrucándose en el sofá. Era más blando y mucho más limpio que el viejo. "Así que, se acabó la limpieza aquí, ¿eh?" dijo él, no muy seguro de dónde empezar con el tema del trabajo.

-"No," dijo Cheryl. "Aunque el manual dice que se tiene que desfragmentar cada cierto tiempo o puede haber problemas. Es sólo un interruptor, lo hice hoy."

-"¿Problemas?"

-"Sólo problemas. Un poco ominoso, ¿no?"

Doug se forzo a reir.

-"Sólo demasiado, no hay mucho tiempo para cocinar y limpiar. Envié mi currículum hoy. Presumo que los viejos bastardos me querrán de vuelta pero tendré que renegociar mi salario. Me admitirán si no tengo otras ofertas. Además, al mirar las finanzas... será mejor que toquemos el suelo corriendo."

Doug sabía que debería sentirse aliviado pero, en vez de eso, sentía que su entusiasmo se hundía.

-"No vamos tan mal. Tú puedes tomarte un tiempo para acostumbrarte a todo ésto. Relájate."

-"Relájate tú," dijo Cheryl. "He tenido el culo sentado durante el último año, Doug."

Doug asintió. sabía que había sido difícil para ella. Él solo quería...algún sitio a donde ir que no estuviese tan fijado en los negocios.
-"¿Dónde está Olivia?" dijo él de repente pensando en la pequeña chica con las piernas colgando que había dejado atrás en Vancouver. Rudamente, su cerebro le recordó su nueva y no bienvenida madurez.

La sonrisa de Cheryl era agridulce.

- "Está en su habitaciòn. Ha tenido un día bastante duro." suspiró. "Oh, me siento horrible pero me alegro de que lo hiciera."

-"¿Qué pasó?" dijo Doud sentándose en el sofá.

-"Llegó llorando. Dijo que todo iba bien hasta que alguien le preguntó porqué era, ya sabes, indú. Cuando ella le dijo que era a causa de ese vídeo de Pole Position, ellos se rieron y empezaron a burlarse. Evidentemente," se encogió de hombros, "Pole Position sólo había sido el capricho de la semana pasada. Así que, se mofaron de ella, bailaron alrededor suyo y le hicieron monadas imitando al cantante..."

-"Oh. Bueno, eso explica porqué estás... " se pellizcó su propia piel.

-"Sí," dijo Cheryl. "Pensé que le haría sentirse mejor."

-"Yo no me la cambio." dijo Doud. "Es un éxito en la oficina. Harris piensa que va conmigo, que parezco un Rajá Imperial. Singh, el de contabilidad, es ahora mi mejor amigo."

Una criatura con forma de clip apareció bajo el sofá cuando dijo Harris y tocó su, cómicamente sobredimensionado, reloj.

-"¡Tres horas hasta la próxima reunión con el Sr. Harris! dijo en sotto voce. Doug la ignoró.

-"De algún modo, sabía que esa sería tu actitud," dijo Cheryl con mirada resignada. "Ella quiere cambiar de colegio."

-"¡Absolutamente no!" se enfadó Doug.
-"¿Porqué?" dijo Olivia, apareciendo de repente allí de pie. Estaba sollozando, abrazada a un pomposo oso Barra de Azúcar. Parecía incluso más joven de lo que era en Vancouver pero Doug estaba demasiado enojado para tener simpatía.

-"No puedes lloriquear, simplemente... porque no puedes, señorita,"
dijo Doud. "¡A tu cuarto!"

La cara de Olivia mudó del desafío a la miseria y al desafío de nuevo. Al fín, rompió a llorar. El oso colgaba lánguido de su pequeño puño.

Cheryl le lanzó a Doug LA mirada y cuando Doug volvió la vista, un panel de nivel apareció sobre la cabeza de Olivia marcado como Sobrecarga de Humor Parental. Con los ojos, Cheryl deslizó hacia abajo los niveles de rabia y tristeza. Las lágrimas de Olivia se secaron.

-"Cariño," dijo Doud. "Continúa. Estaré listo en un minuto."

Ella le parpadeó con sus grandes ojos azules y desapareció.

-"Está siendo manipuladora," dijo Cheryl.

-"Contigo hacen dos," contraatacó Doug.

Cheryl se encogió de hombros.

-"Se estaba poniendo histérica."

-"Estaba llorando. ¿Y de dónde ha sacado ese oso de peluche? El paquete Oro se suponía que era libre de anuncios."

-"Vino con la cama," dijo Cheryl.

-"Estupendo," dijo Doug sarcástico. "Me voy al estudio."

Cerró la puerta y se sentó en mitad de la habitaciòn. Al menos, allí se estaba en silencio. Doug abrió su panel de humor. Su enfado estaba, según aquéllo, peligrosamente alto pero estaba cayendo en pequeñas cantidades. Respiró y lo observó caer.

Minutos después, salió y subió las escaleras. Llamó a la puerta de Olivia. No hubo respuesta y, segundos después, la abrió de todos modos. El creciente barullo de música pop le sacudió pero él osó entrar y cerrar la puerta.

("Si uno ya no tiene tímpanos, ¿porqué duelen?") se preguntó Doug.

Olivia apagó la música pero no alzó la vista de lo que estaba leyendo.

-"¿Qué es éso?" preguntó Doug.

-"Podìas habérmelo dicho." dijo Olivia. "Seguramente también te reías de mí."

-"¿Que yo podía habértelo dicho? ¿Sobre lo de Pole Position, quieres decir?"

-"Creí que eras un caza-tendencias," dijo ella amargamente. "Podías, al menos, habérselo contado a tu propia hija."

-"Pero yo no trato con detalles específicos, cariño, yo sólo analizo tendencias..."

-"Lo que sea," dijo ella volviendo a su documento."

Doug miró el texto brillante. Parecía poesía o algo así pero, cuando lo leyó, supo que eran letras de canciones.

-"Sí, bajo la piel somos todos iguales, baby. Pórtate hasta aquí y baila conmigo,... " leyó en voz alta hasta que Olivia lo minimizó.

-"Estoy estudiando," dijo ella, cruzando los brazos. "Éste es el grupo de moda. Ojos Reptilianos."

-"¿Tienen ojos de apariencia rara?" preguntó Doug bromeando consigo mismo.

-"Aún no he visto el vídeo," dijo ella mirándole.

-"Bueno, estarás a la última para mañana," dijo Doud. "¿Te vas a molestar con fruslerias como los deberes escolares?"

-"Tengo toda la noche," dijo Olivia. "La escuela no empieza hasta las ocho."

-"Suerte tienes," dijo Doud. "Yo tengo que volver en un par de horas."

Ella se encogió de hombros. "Al menos no tienes que volver para ver a los chicos más malvados del mundo."

Doug suspiró, sonrió, le zarandeó el hombro suavemente, pensó sobre cómo Chan había hecho bromas sobre su tinte dérmico."

-"¿Porqué Papi?" dijo ella. "Odio esta escuela, ¿Puedo..."

Él negó con la cabeza, se obligò a mirarla a los ojos.

-"Tienes que ser fuerte, Olive. Hay chicos así en todas las escuelas."

-"Ya, pero...si pudiera empezar de nuevo, yo... " vió cómo la cabeza de Doug negaba lentamente. "No puedo esperar hasta que consiga un trabajo. Estoy tan harta de aquì. Una de las chicas de la escuela ya tiene su propio apartamento."

Doug, fingiendo que no lo había herido, se levantó.

- "Hazme saber cuándo tengas habilidades de marketing." dijo con una leve sontisa. "Te ayudaré a escribir el currículum."

* * * * *

Las nuevas llegadas estaban agrupándose en torno al muelle. Un cargamento entero había llegado minutos antes...afortunamente, después de que Doug hubiera encontrado a Harris y al pirata.

-"Me preguntaba cómo llega hasta aquí la gente Plata y Bronce,"
dijo Doud señalando hacia el muelle. "Son un montón."

-"También hay típicos Estaño," dijo el pirata. "Echa un vistazo a Mini y Maxi allí."

Le indicó con la barbilla a un hombre de, al menos, tres metros de altura con un diminuto compañero montado sobre sus hombros.

- "Siempre hay algún bufón que maxifica la opción de altura. Creo que..."

Lo que fuera que el pirata pensaba se perdió entre las campanillas de los tranvías que se acercaban y el creciente rugido de la multitud.

-"Yo casi prefiero la...actitud festiva," decía Harris cruzado de brazos. Estaba escaneandp a la gente con avidez. "Mirad a esa persona allí con piel de reptil. Eso no estaba disponible cuando yo llegué aquí."

-"Es alguna promoción," dijo el pirata. "Una banda de chicos. Te dan un album grátis."

-"¿Ojos Reptilianos?" preguntó Doug.

-"Sí," dijo el pirata un poco reluctante de admitirlo.

-"No llevas ni un día aquí y ya estás por encima de las tendencias," dijo Harris. "Te dije que era el mejor que tengo," le dijo al pirata.

A pesar de ser consciente del ego de su jefe, Doug sintió el pecho más ligero.

El pirata gruñó, sin mostrarse impresionado.

-"Éste esJeremy, Doug... es nuestro último y el más grande. Ha.profundizado bastante con la esena Cracker en Frisco y te llevará a un asalto de datos de lo más desafiante." miró a Doug arqueando una ceja. "¿Estás listo para ello?"

("Con un discurso así, realmente quieres que vaya...")

Él asintió.

"Es mejor que el infierno de quedarme sentado a mi mesa..."

-"De acuerdo, entonces, os dejaré a los dos con vuestra aventura." dijo Harris guiñando un ojo a Jeremy y desapareció.

Solo con el fornido hombre, Doug estaba un poco intimidado. El pirata era una caricatura de virilidad: pecho peludo sobresaliendo del cuello de la camisa, los biceps estirando el tejido, una daga saliendo de una funda a la cintura.

Jeremy lo pilló mirándola y sacó la daga que relucía al sol. Se afeitó algunos pelos del antebrazo.

-"Bonita, ¿eh?" dijo. "La original no lo hacìa pero hice algunaos cambios. Ni siquiera tenía parche."

Doug estaba sorprendido.

-"¿Sin parche?. ¿Qué es un pirara sin un parche?"

-"¡Exacto!" Jeremy enfundó la daga. "Sólo un marinero sucio, básicamente."

-"Pero decidiste no llevar pata de palo." dijo Doud.

Jeremy le mostró una sonrisa de queja.

-"Eso ya es demasiado. Venga ya, soy un pirata joven."

Doug se preguntó cuán joven era. En.realidad tampoco le importaba pero trató de adivinarlo de todos modos. Él reaccionaba como un chico en una pandilla de chicos pero sabìa mucho más sobre piratas que un chico medio...

("podría ser sólo un chico no medio."), pensó simplificando.

-"Bien, vamos a que nos sellen los pasaportes," dijo Jeremy estirándo su cuerpo inclinado lánguidamente contra el edificio. "Quítate el reloj o sospecharán. No reciben muchos novatos en la oficina de pasaportes."

Caminaron hacia una pequeña cabaña situada en una parte de los muelles.

Doug miró su reloj y se lo quitó.

- "Supongo que no necesitaremos cambiar a Plata o Bronce."

Jeremy le dió una mirada de enfado.

- "Ni siquiera lo necesitas para éso. Sólo es porque RistReloj es parte del consorcio. Planean añadirle nuevas funciones algún día pero quieren que la gente se acostumbre a él por ahora. ¿No has visto lo inútil que es? Todo lo que es: un control de volumen. No se puede cambiar de emisora, sólo el volumen."

Doug asintió. Jeremy tenía razón.pero sentía su muñeca rara sin él.

Había alguien más en la oficina de pasaporte.

-"Me dijeron la semana pasada que podría partir esta semana." estaba.diciendo una mujer de mediana edad "Mi tía está en el hospital."

Un hombre de unos cincuenta con sobrero de pico levantó un dedo.

"Estoy accediendo al audio de su última visita," dijo con tono tranquilo. Luego, la voz diferente de su reloj dijo: "Hay un tiempo de procesamiento mientras su cuerpo se recupera y se revive, una semana para Platino, dos semanas para el resto de paquetes."

Luego, el oficial dijo con la voz de la mujer: "Bien, eso estaría bien."

El oficial de pasaporte sonrió educadamente al terminar la grabación.

-"Aquí dice que tiene paquete Plata."

La mujer resopló y se marchó.

-"Tenga un buen día," gritó el hombre tras ella. "Siguiente."

Sus ojos tranquilos examinaron a Doug y Jeremy.

Jeremy puso un pasaporte sobre el mostrador y buscó en.los bolsillos mientras el oficial lo recogía.

-"Me marcho." dijo Jeremy, sacando un pequeño control remoto con un botón. "Y no hay nada que usted pueda hacer para evitarlo."

La sonrisa del oficial nunca se alteraba.

- "Puede haber un tiempo de procesado de una a dos semanas..."

Jeremy pulsó el botón y sonrió.

El oficial selló su pasaporte.

-"De uno a dos segundos." dijo y extendió la mano hacia Doug. "Pasaporte."

Para su mayor sorpresa, Doug lo tenía ya en su mano. Se lo pasó al hombre que gesticulaba de impaciencia.

-"¿Ves ahora porqué no se necesita el reloj?" dijo el oficial mientras le sellaba el pasaporte. "El Poder la Mente..."

-"Me estoy sintiendo un poco cansado," dijo Jeremy en el tono tranquilo y mesurado del oficial. "La oficina de pasapprte se cierra por mantenimiento."

El oficial le lanzó de vuelta el pasaporte a Doug, cogió el remoto de la mano inerte de Jeremy y apretó el botón. La mano de Jeremy se disparó y recuperó el remoto de la mano del oficial.

-"Vámonos," dijo Jeremy saliendo.

Doug miró atrás hacia el oficial cuya sonrisa estaba, lentamente, volviendo a su cara.

* * * * *

Artifacs
30-May-2018, 16:13
(39) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
NonCommercial-ShareAlike License. (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/)
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Doug (X) (Continuación)

Caminaron hacia el muelle. Otro tranvía distante anunciaba su salida con la campanilla. El muelle estaba bastante despejado ahora y el SS Nuevo Mundo se alejaba deslizándose en el mar. Había un barco arribando y Doug escaneó el horizonte mirando lo que parecía un barco pirata.

-"Allá vamos," dijo Jeremy.

Media docena de hombres esperaba al mismo barco. Llevaban camisas a rayas y el pelo alborotado por el viento.

- "Por su propia seguridad, por favor, no interfiera con el proceso de atraque," decía uno de los hombres.

Jeremy le mostró al hombre su pasaporte y él asintió. Caminó hacia otro hombre y ambos colocaron la rampa pasarela. Doug imitó a Jeremy.

Tras colocarla, el hombre dijo.

- "Vuelvan pronto, Doug Patterson y Jeremy Ellis."

Jeremy lo ignoró totalmente pero Doug le dió las gracias mientras caminaba por la pasarela.

Jeremy fue directo bajo la cubierta y Doug le siguió. Para cuando entró al camarote del capitán, Jeremy ya estaba de rodillas. Algo en el modo en que Jeremy espiaba por la claraboya le dijo que era un chico joven.

-"Sólo están allí de pie...¿porqué no están...?" el cuerpo de Jerem se relajó. "Vale, ya están desatando el barco." Miró a Doug con una sonrisa burlona. "Fiuu."

-"Fiuu."

Jeremy miró por la claraboya de nuevo.

-"Ha estado cerca. Casi me vuelvo loco cuando el tipo de pasaportes se desconectó...seguro que investigan el asunto."

-"Ese dispositivo que tienes es bastante interesante." dijo Doud.

Jeremy se encogió de hombros.

-"Aún así, casi la fatidiamos."

-"¡Eso habría sido horrible!"

-"En serio."

-"¡Hibiera tenido que volver a la oficina!"

Jeremy puso los ojos en blanco.

-"El trato con Paul se habría fastidiado, también. Sé que sólo estás aquí para asegurarse de coger su parte del botín. Supongo que está demasiado ocupado para venir personalmente. Cosa que me alegra mientras mantenga su parte del acuerdo."

-"Ah," dijo Doud, fingiendo una sonrisa mientras recordaba las palabras de Harris.

("Quiero que te empapes de cada palabra de jerga, cada valor, cada matiz subcultural. Este asunto de los ReplicanteZ va a ser un pelotazo. No quiero asustarle así que, le he dicho que quiero participar en algunos datos que está robando. No creo que sean valiosos pero actúa como si los quisieras de verdad, muestra decepción si no los consigues.")

Cuando el muelle empezó a retroceder, Doug se sentó en una hamaca y miró a su alrededor. Era idéntico en cada detalle al barco en el que había venido: el espejo, el escritorio falso del capitán, el óxido en los bordes de las claraboyas... Parecía como si hubiese pasado mucho tiempo desde que había llegado allí pero no podría ser más de un día.

("No dormir destruye el concepto del tiempo.")

Jeremy se había instalado en el escritorio. Tenía girado su parche y estaba trayendo código que flotaba en el aire. Le recordó a Doug la primera vez que había visto a la gente trabajar con código en un cubo-espacio, lo parecido a la escultura que resultaba. Doug se preguntó porqué Jeremy no había hecho su parche transparente.

("Quizá el disfraz no estaba hecho para el mundo exterior, quizá estaba destinado a subrayar la identidad misma del pirata. O quizá no se le había ocurrido.")

Jeremy emitió un sonido de irritación, desenfundó la daga y la puso sobre la mesa. Mientras hacía ésto, percibió que Doug le estaba mirando.

- "¿Qué?"

-"¿Cuál es el plan, Capitán?" dijo Doud.

Jeremy volvió al código.

-"El plan es...que me dejes en paz un par de minutos para comprobar ésto."

-"vale, vaale," dijo Doud, paseando hacia fuera de la habitación. Subió la escalera hasta la cubierta. El olor de la sal y los graznidos de las gaviotas le relajó, le hizo sentirse en control aunque era Jeremy quien dirigía el show. Era un sentimiento familiar, casi acogedor.

Quería que Jeremy se sintiese en su elemento para poder observar y aprender. El ego que había perdido sería recuperado con intereses cuando desplegara los detalles de una subcultura fresca para sus clientes. Pero era importante ser sutil. Cheryl a menudo le acusaba de empezar la casa por el tejado.

Cuando era joven, pensaba que éso hacían todos en el mundo de los negocios. Se acordó del incidente con Lauden.

-"Le dije a nuestro contacto que aguantaríamos hasta la semana que viene antes de vender los datos," le había dicho Lauden.

La subcultura en cuestión había sido un grupo de chicos que coleccionaban discos DVD. Una artística banda que creìa que había belleza en las grabaciones degeneradas y gorjeantes, que intercambiaba cables y unidades reproductoras tan grandes como maletines.

-"Hay una gran convención el próximo fin de semana y no quieren ir con prisas con la prensa."

Doug recordó haber asentido.

("¿Se supone que tengo que creer que ha puesto meses de investigación en ésto y está dispuesto a arriesgar que sea captado por otra agencia por lo que le ha dicho un contacto?")

Doug se había convencido de que Lauden estaba listo para irse a otra agencia. Aunque Doug no había hecho mucho del trabajo, éso no excusaba que Lauden le hiciera parecer idiota. Él había estado ocupado estableciéndose en la oficina más que ayudando a su compañero. Eso apestaba, sí, pero Lauden tampoco se había quejado.

Así que, para cuando la reunión del Viernes tuvo lugar, Doug había pasado la noche del Jueves imprimiendo el informe. Le había sido grata la solidez de aquéllo cuando Harris había mirado a Lauden y él había sacado el informe de su maletín y lo había puesto con un golpe sobre la mesa.

Los ojos de Lauden habían crecido por la sorpresa, su boca se había abierto, pero todas las miradas estaban sobre Doug.

-"Los Riperos. Retro-moda,
caballeros," había empezado él. "No es fácil de que se vuelva un beneficio inmediato, pero será suficiente para cubrir el coste de la larga carrera. ¿Recordáis la locura por las pantallas convexas de hace unos años? ¿Las que hacían la imagen más 'cálida'?"

Él los tuvo a todos en el bolsillo, entonces. Lauden no había dicho nada.
¿Pero que iba a decir él? ¿Que estaba sentado sobre una propiedad suya? Hubiera sido despedido allí mismo. Su boca permaneció sellada durante toda la reunión. De hecho, no le volvió a dirigir la palabra durante tres años, después de aquello.

Tampoco es que Doug lo hubiera notado. Tuvo una buena carrera de diez años sin obstáculos. Era sólo que se aproximaba a la treintena y había sido un año de malas pistas.

("Por no mencionar a ese chico psicópata que había lanzado bolas incendiarias en mi coche...")

Tras el ataque, tuvo un par de semanas en el hospital para contemplar las paredes. Lauden había ido a verle junto con la banda de amigos del trabajo y aquello le hizo reafirmar su juicio original sobre su compañero de trabajo.
Aparentemente, había sido muy firme en aguantar el informe.

Pero, ¿porqué? Al final, era beneficio de todos que una subcultura fuese anunciada en los medios principales. Una subcultura aislaba una parte vibrante de la experiencia humana y lo que todo caza-tendencias hacía era ponerla a disposición de las masas.

Ese Lauden se tomó las quejas lo bastante en serio como para violar el protocolo convenciendo a Doug de que él era un débil mental peligroso.

Doug tuvo la misma impresión cuando recordó la cara de ira en la cara del chico incendiario.

("Pero se tiene que romper algunos huevos.") pensó inclinando el codo sobre la barandilla y mirando la silueta de Frisco.

("Microsoft no había construído Frisco escuchando las quejas de la gente, ¿verdad?. Demonios, mira las pirámides...")

La sombra de Jeremy, alargada sobre las tablas de madera, distrajo a Doug de sus pensamientos. Jeremy colocó un pequeño objeto en el mástil del barco. Era rechoncho y dorado y a Doug le recordaba una marmita.

-"Ok," dijo Jeremy tomando aire.

-"¿Vamos a empezar a usar el timòn para desviarnos hacia el borde del mundo algún día?" dijo Doud. "Le dije a mi esposa que estaría en casa para la cena."

-"No, el timón de estos barcos cutres no funciona,"
dijo Jeremy. "Funcionan electrónicamente."

-"Oh, sè que no funcionan pero pensé que harías algunas de tus modis," dijo Doud soltando jerga casualmente.

-"Ya lo hemos hecho. Pronto, cuando lo gires fuera de curso, arreciará el viento. Intentamos también ir ppr debajo pero no hay nada salvo arrecifes."

-"¿Habéis ido...bajo el agua?" dijo Doud, horrorizado ante la idea de entrar voluntariamente en el vacío. "¿Y qué hay?"

Jeremy cambió de idea y puso el objeto dorado al otro lado del mástil.

-"Ni una maldita cosa. Bajamos con submarinos, usamos bots para explorar el maldito fondo entero. Pensamos que habría algo, una pérdida de tiempo. Nos llevó una semana entera."

-"¿Y ahora?"

-"Ahora lo intentamos...por arriba.", dijo examinando el objeto dorado.

Doug le pinchó, desesando saber en qué demonios se estaba metiendo.

- "¿Y esa marmita va a..."

-"Es una lámpara."

Doug asintió, confiando en que las habilidades de código de Jeremy fuesen mejores que las de su arte visual.

- "¿Y esa lámpara va a hacer qué, exactamente?"

-"Bueno, me llevaría todo el día explicarte lo que va hacer, exactamente."

Se estaba poniendo nerviosamente cortante. Frotó el objeto una veces y lo puso sobre las tablas de madera.

- "Basta decir que nos llevará donde queremos ir."

Doug miró el rudo boceto de lámpara, el humo surgía de la boquilla y empezó a preocuparse.

-"No le hará nada serio al barco, ¿verdad?" dijo él, oyendo cómo crecía el ávido borboteo del agua, como si anticipase una comida.

-"Relájate," estava diciendo Jeremy pero sonaba lejano.

El humo era blanco de baja resolución y llenó rápidamente su campo visual.

("Al menos no me hace toser.")

El blanco del humo aumentó sin gradientes pero su cuerpo enteró era tan perfectamete visible que Doug pensó que estaba flotando. Ésto, añadido al miedo y la irritación, estaba empezando a provocarle náuseas.

("Todo está en tu cabeza, Patterson, recuerda. No tienes cuerpo.")

A pesar de todo, sus tripas se revolvieron.

-"Perdón por ésto," vino la voz de Jeremy. "No sabía que el proceso tardaría tanto. En las simulaciones sólo eran una bocanada de humo y empezaba."

-"¿Porqué la has hecho para que suelte humo? ¿Qué hay de malo con la maldita barra de progreso?" gritó Doug.

-"Barra de progreso," se burló Jeremy. "De acuerdo, abuelo."

Doug se mordió la lengua.

("Será mierdecilla")

-"Espero que no esté congelado..." la voz de Jeremy había disminuido su engreimiento.

("¿Congelado?")

El estómago de Doug dió un vuelco.

("¿Con quién demonios me envía Harris...? no puede romper el sistema, ¿verdad? ¿Qué me hará a mí un sistema roto?")

Antes de que el pánico llegase a histeria, abrió su panel de humor y deslizó hacia abajo sus niveles de miedo.

(" Oh dios eso está mejor.")

Antes de cerrarlo, su entorno empezó a fundirse en negro como una televisión pasada de moda y su miedo ascendió de muevo.

("Estoy saltando a por mi propia sombra."), pensó enfadado.

Doug, ahora bastante calmado, se interesó en ver que cuando su ira subía, su miedo bajaba.

-"Bueno..." dijo él, mirando alrededor.

El barco aún era el barco y el mar aún era el mar. Respiró de alivio. Buscó a Jeremy y lo vió alzando la vista al cielo con una sonrisa en la cara. Con algo de urgencia, Doug siguió la vista y vió una bandera negra.

("La Jolly Roger.")

-"Dios, qué terrorífico," dijo Doud, notando que en vez de huesos había dos tubos de ensayo.

-"¿Tenemos que hacer todo ésto?"

-"Súbe el barco," le gritó Jeremy a la bandera y Doug vió el ojo de la calavera hacer un guiño.

- "Quizá es mejor que te sientes." dijo Jeremy.

Doug observó a Jeremy mientras se sentaba sobre las gastadas tablas. Abrió la boca para hablar y una ráfaga repentina de aire lo tumbó junto a Jeremy. Luchando por erguirse usando los codos, intentó mirar qué demonios estaba pasando.

El modo en que las velas se movían al principio le hizo pensar que estaban rotas y que saldrían volando pero el ritmo cambió a un compás repetitivo que impulsaba al barco.

("Son alas. Ha hecho que las velas actüen como alas.")

-"¿No has notado que no hay aviones ni reactores en Frisco?" , dijo Jeremy.

-"Uh... no, en realidad no."


("Llevo aquí un total de treinta horas así que, perdóneme el señor si no he hecho el examen de opciones de transporte.")

-"Eso es porque no quieren que nos asomemos a ver los áticos."

-"¿A qué altura subimos?" preguntó Doug, mirando al, quizá ilimitado, cielo.

-"Tan alto como podamos," dijo Jeremy. "Tan alto como lo hayan construído."

Se elevaron durante un buen ratillo. Doug miraba por el lateral. El vago borrón de tirrra se hacía cada vez más pequeño.

-"¿Crees que aún estamos subiendo?"

-"No," dijo Jeremy. "Hemos pasado ese conjunto de nubes tres veces," dijo él. "Estoy bastante seguro de que hemos alcanzado el bucle, pero vamos a comprobarlo." Jeremy señaló y la bandera guiñó de muevo.

Mientras se aproximaban, las nubes parecían bloques de baja resolución pero, cuando se acercaron más, Doug vió que no eran nubes en absoluto sino inmensas masas de cajas blancas interconectadas. Jeremy lanzó una escalera de cuerda para bajar a la bizarra estructura.

-"Muy bien, tú defiende el fuerte aquí." dijo Jeremy emocionado.

Doug asintió, aliviado. Aguantó la escala mientras Jeremy descendìa. El pirata piso suavemente con un pie la estructura encajada, la comprobó y bajó sobre ella. Doug notó su corazón en la garganta al imaginar a Jeremy cayendo hasta el océano.
Jeremy estaba botando arriba y abajo sobre la nube.

-"Sólido," gritó

-"A mi no me parece sólido," gritó Doug en respuesta.

Jeremy se sentó y arrancó una de las cajas de la estructura.

- "Cielo santo."

Doug miró hacia abajo.

-"Cielo santo qué."

-"¿Ves estos flujos de datos?" dijo Jeremy con voz trémula y chillona. "¡cielo santo santísimo!"

-"Lo que veo es a tí mirando una caja blanca."

Jeremy emitió un sonido de enojo.

Doug le observó durante un rato. Sabía que esos locos del código podían pasar horas y horas conbsus.cosas sin apenas descansar para comer o dormir.

("Y ahora que no se tiene que dormir o comer, puedes estarte aquí por muuucho tiempo, Patterson.")

(...)

Se sentó sobre cubierta apoyado en un lado. Tuvo una idea interesante. Una idea muy interesante, de hecho.

-"Hey, Jeremy, me estaba preguntando..."

Una caja apareció por el borde y cayó al lado de Doug.

-"Telepórtate hasta tu jefe con éso," gritó la voz distraída de Jeremy. "Puedes dsrme las gracias luego."

-"Bueno, uh. . . ¿me puedes prestar ese aparatito que usaste con el tipo de pasaportes?" preguntó Doug preparado para la negativa.

En su lugar, el pequeño remoto negro voló hacia su otro lado. Doug lo recogió y leyó la etiqueta que había en él:

"El Botón OV oo".

* * * * *

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31-May-2018, 10:20
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Paul (VII)

Paul estaba sentado a su mesa onservando la caja.

Al mirar el flujo de datos, vió una caja estallando con información, una oposición densa y frenética del sereno contenedor.

Él empezó a recogerla y, pensando como un hombre de organización, su mente se tambabaleó ante la ingenuidad de las operaciones de Usted.

Una vez que la persona tenía su mente copiada digitalmente en la tienda de Usted, sus cuerpos físicos con cerebros en bioestasis recibían instrucciones a través de sus relojes para salir caminando de la oficina y rondar al azar por la ciudad.

Paul estaba asombrado del siguiente paso pues las furgonetas de deudores se enviaban automáticamente con solicitudes de recogida de esas personas. No sólo era un uso brillante de la ya existente infraestructura, sino también mostraba una increíble comprensión de la naturaleza humana. El equipo de recogida confundiría la bioestasis con demencia y el público en general simplemente asumiría que habían más personas sin hogar estos días.

Los cuerpos eran un producto potencial del proceso y la IA había descubierto un medio rentable de utilizar esos activos.

("Pero el hecho que supiera que no podía transportarlos directamente hasta las fábricas...éso era bastante ingenioso.") pensó Paul con cierta aprensión.

-"Paul," dijo Chan, apareciendo de pie de pronto ante él. "¿Has tenido ocasión de mirar el archivo de los Soñadores?"

Él resistió la urgencia de cubrir la caja blanca.

- "Fuera de aquí."

Los ojos de Chan cayeron hacia la caja blanca.

-"¡Nunca se transporta nadie directamente a mi oficina! ¡Fuera de aquí!" rugió Paul.

Chan se desvaneció, asustado.

Aunque sabía Chan no podía haber comprendido lo que era la caja, el incidente le recordó a Paul lo importante que era la información. La reputada oferta de Usted, que incluía negar la entrega de cualquier información concerniente a sí misma, era una salvaguarda muy buena pero asumía que el único motivo que la gente tenía era un motivo lucrativo. Y ése es sólo uno de muchos.

Otra salvaguarda era que los datos de la caja sólo detallaban operaciones que señalaban al centro de control. El conocimiento maestro real de los datos se interrumpía desde la red, sólo acesible mediante interfaz física. Y pocas personas tendrían la habilidad para conseguir este acceso.

Paul, no obstante, era una de ellas. Inició una llamada.

-"Eileen," dijo él tratando de contener la temblorosa emoción de su voz. "Sé dónde están los cuerpos."

Eileen estaba cansada de todo aquéllo.

Ella sabía que se debía en parte a que estaba funcionando en modo de baja energía, pero sus emociones no estaban demasiado desincronizadas con su perezoso cuerpo. Había estado aturdida desde el descubrimiento de que las furgonetas de Usted eran señuelos que recorrían un circuito interminable de una oficina a otra para enviar y recoger absolutamente nada.

Podía haberse rendido, entonces. Podía haber rezado y tirado del conector espinal pero Paul la había convencido de aguantar un poco más.

("Y ahora navego el lento barco hacia el Infierno.")

Era un hovercraft, en realidad, y llevaba en él un día. Al menos, gracias al avión y la camioneta había podido ahorrar energía. Pero el hovercraft botaba lo justo para convencer al traje de que estaba en un peligro pptencial y mantenía a Eileen llena de estimulantes.

("¿Porqué le hice caso?")

Paul había presentado argumentos convincentes.

("Dijo que estaba tras la pista de la localización real. Dijo que era vital que siguiera el plan o los bastardos que habían raptado a Jeremy escaparían una y otra vez.")

El hovercraft dió otro saltó y envió una punzada de dolor a la espalda de Eileen. Parte de su cerebro registraba que había algo diferente en ese salto.

("¿algo más seco?")

Se levantó como pudo y miró de nuevo por la ventana. No había nada, por lo que sabía podría incluso estar en Vancouver o podía estar agarrada al techo de la furgoneta de Usted.

-"je je," bromeó.

Tras casi una semana de estasis bajo el puente donde Paul la había despertado, su voz había perdido la sinceridad inicial de su ruego de que siguiese conectada. Él sonaba ahora como un hombre de negocios, el matiz de emoción le preocupaba.

No parecía el tipo de hombre que se excitaba. Le había dicho que se preparara para el transporte y, cinco minutos después, una gran camioneta negra se había detenido junto al puente y abría las puertas traseras.

Desde estonces, había estado dentro de una caja u otra, con el traje como única compañía. El traje podía decirle varias cosas: la latitud y longitud exactas, que aquél hovercraft tenía veinte años de servicio y era autopilotado y que sus propias reservas de energía eran críticas. Eileen se acostumbró a la batería parpadeante en la esquina, ya no la veía conscientemente. Estaba aturdidamente sorprendida de no estar muerta aún. Le recordó una vez en un viaje de carretera con un coche de gasolina. Ella y su prima habían parado en la única gasolinera que quedaba en Ohio y...

Se rió un poco al recordarlo. Deseaba que Jeremy estuviera allí para divertirse con la historia.

("Habría puesto los ojos en blanco, debido a su edad, pero habría pensado de era divertido.")

-"Agente." dijo el traje.

("¿Me he imaginado eso?")

-"¿Hola?" dijo ella.

-"Estás cerca de tu destino, agente," dijo Paul.

Sonaba incluso más reservado de lo normal. No le gustó que ya no la llamara por su nombre. Era como si tratase de poner distancia entre ellos.

("Como si se preparase para perderme.")

-"De acuerdo, Paul," dijo ella usando su nombre deliberadamente.

-"Por favor, sé profesional y evita usar nombres. Te acompañaré todo el camino, veré lo que tú ves. También tengo a un experto conmigo, un experto en burlar sistemas de seguridad. Tenemos que seguir sus instrucciones al pie de la letra o no completaremos tu misión."

-"¿Encontraré a ...?"

-"Alcanzarás tu objetivo principal," dijo él interrumpiéndola.

No hubo ninguna otra comunicación hasta que el hovercraft se detuvo. Ella abrió la escotilla y salió hacia la oscuridad. Saltó de la máquina al suelo rocoso y escaneó los 360 grados de la zona. Había una estructura muy iluminada a medio kilómetro al noroeste.

-"Dirígite hacia éso." dijo Paul.

Eileen empezó a correr a velocidad normal confiando en que Paul no le pidiese más.

"Tus coordenadas apenas son exactas," dijo ella para distraerle.

Él no respondió.

Debería estar contenta de haber salido del hovercraft pero no sentía gran cosa acerca de nada. Notó una ténue familiaridad en la aproximación: el terreno y la instalación iluminada le recordaron a sus misiones en África.

("Pensé que nunca iría allí sola.")

Identificó un pequeño edificio, un autobús y la silueta de una estructura que no pudo reconocer. Pidió al traje que investigara posibilidades.

-"Boeing Spaceliner 2031-AU," le dijo.

("¿Qué demonios estaba haciendo un transporte espacial allí?")

-"Ahora salta esa verja y pon ruta de abeja hacia el transporte espacial." dijo la voz de Paul.

Ella podía oirle consultando a alguien más.

- "No sabemos qué tipo de seguridad esperar así que, procede con extrema precaución."

Ella sonrió al oir las palabras, le recordaron al chiste de que "procede con extrema precaución" es el código para "extermina con extremo daño."

Aceleró caundo se acercaba a la verja. Siempre había sido buena saltando verjas.

El traje absorbió fácilmente la descarga eléctrica: apenas era suficiente para matar a un animal pequeño. El cable rizado en la cima le pareció un toque puramente decorativo. Saltó al otro lado y quedó en posición de combate como si esperase múltiples objetivos.

("Dejo sanos los huesos siempre que puedo.")

Se encaminó hacia el Spaceliner, estaba un poco asustada por la ausencia de centinelas. El traje escaneó en busca de movimientos humanos pero el único sonido era el "chit chit chit" de sus pies sobre la grava mientras corría. Llegó a la cola del Spaceliner, confiando en que las tres toberas gigantes no explotasen a la vida, otro protencial peligro que el traje le alertaba.

-"No está programado para volar hasta dentro de media hora." dijo Paul, viendo la alerta. "¡Allí! ¿ves las escaleras? Sube por ellas."

Eileen se puso a ello. En vez de la pasarela acordeón que ponían normalmente, habìa una escalera con ruedas que llegaba al suelo. Rodeó la escalera comprobando que no había nadie y esprintó hacia arriba. Una luz fluyó por la puerta abierta del Spaceliner.

Instintivamente, se impulsó sobre su último paso y rodó a través de la puerta aterrizando con las palmas en el suelo. La parte de ella que estaba segura de la trampa y que esperaba las balas atravesándola quedó decepcionada.

-"Relájate. Pasa a velocidad normal. ¿Agente? Relájate."

Eileen sintió su pecho inflarse y colapsar, inflarse y colapsar, escuchando el sonido de su respiración en el proceso. Al principio pensó que estaba alucinando, que su sueño esporádico le gastaba una broma y que su traje también estaba en ella. Le mostraba objetivos por todos lados, dibujando puntos de mira sobre la gente tan rápidamente como podía procesar. El Spaceliner entero estaba lleno de gente sentada en sus asientos.

-"¡Agente! Relájate. No pueden verte."

Eileen se quedó donde estaba, quieta y en silencio. Era cierto que nadie la miraba. Era cierto que nadie parecía agitado por la figura de traje negro y cara pintada que había entado rodando por la puerta.

Se levantó despacio.

Apagó la insistente señal del traje de que los matara a todos. Los puntos de mira eran tan densos que tenía problemas para ver las caras. Los pasajeros estaban bien vestidos, sus caras estaban relajadas. Si estuviera viendo ésto por la TV, Eileen no habría notado nada inusual.

-"Tendría que haber un asiento libre...33A," dijo Paul. "Allí está. Ves hacia él."

Eileen caminó por el pasillo. El 33A era un asiento de ventanilla. El 33B estaba ocupado por una señora de unos cuarenta años con el pelo peinado a la moda. Se quedó allí esperando a que la mujer hiciera algo pero no hacía nada salvo respirar y mirar hacia el frente.

-"Entra de una vez, agente. Aprieta el culo y siéntate en el asiento."

("Dios, cómo odio a los ejecutivos con micrófono.")

Pero hizo lo que le decía, pasando sobre las rodillas de la señora y tratando de entender los complicados arneses. Nunca había montado en uno de esos transportes espaciales pero que la maldijeran si iba a esperar a que Paul le dijera cómo hacerlo.

Resultaba que era bastante obvio: Pestaña A en el zócalo B con una vuelta en C y un lazo alrededor de D.

Tan pronto lo tuvo ajustado, la puerta de la aeronave siseó hasta cerrarse.

-"¡Fantástico! Buen trabajo, agente," dijo Paul riendo. "Qué suspense oh dios... Vale, a partir de aquí funciona en automático."

Nada ocurrió durante un rato, sólo el sonido de los motores encendiéndose. Ella miró a sus amigos pasajeros, la vista no era muy distinta de la de un vuelo medio. Todo el mundo miraba al frente.

-"Bienvenidos al vuelo 0001 desde Nunavut," dijo Paul. "Este es un vuelo directo al almacén de cuerpos que orbita la Tierra. Aquellos que sean máquinas asesinas cibernéticas se les pide que se desconecten hasta que las luces del cinturón de seguridad se apaguen. Tristemente, no hay película durante el vuelo puesto que sus cerebros están bloqueados en bioestasis. Pero esperamos que se diviertan con las Líneas Espaciales Usted."

Para cuando Paul hubo acabado de bromear, Eileen asumió que él sabía exactamente lo que iba a pasar una vez había embarcado, pero ahora ya no estaba tan segura.

* * * * *

-"Vale. mira allí a la izquierda..." dijo él. "Espera, no. Mira a la derecha, éso parece un terminal, allí abajo."

Eileen se detuvo.

-"No tienes un mapa."

-"No, nosotros... "

-"Qué estás buscando," dijo ella.

-"Si tenemos acceso al terminal, podemos buscar quién está almacenado aquí," dijo él sonando nervioso.

("Maldita sea. Esto me huele a traición.")

-"Esa caja, abajo en el pasillo " continuó él.

Eileen le preguntó al traje y éste identificó la caja con grandes letras rojas como un Almacén para Mantenimiento.

-"Ah," dijo la voz de Paul, molesta.

Eileen le pidió al traje que buscase sumistradores de datos y una luz ténue se iluminó dentro de la pared. Siguió el camino hasta la luz y, tras unos giros por un laberinto blanco para ratas, se encontró de frente con un terminal.

-"Aquí está tu terminal," dijo ella. "¿Necesitas conexión directa?"

Pausa.

-"Sí."

Ella arrancó el teclado...

("No es necesario, las contraseñas que se usan en estas estaciones llevaría días introducirlas por teclado.")

...y metió su dedo índice en el zócalo.

-"Parchéalo a tu hacker," dijo ella mientras su vista se distorsionaba un segundo por la nueva conexión.

"Fantástico. Eres una profesional." dijo entusiasmado.

-"Lo sé," disparó ella. Aún estaba molesta de correr por ahí sin un mapa. "¿Ha entrado ya tu hacker?"

Pausa.

-"No"

Más silencio.

-"No, dice que llevará un ratillo. Agente, después de recuperar los datos sobre la meta de tu misión, tendremos que ponerlos en práctica."

-"Sí", tradujo ella.

Una vez que supieran que Jeremy eataba allí, aún tendría que encontrarle.

-"Tiene sentido usar este tiempo para hacer un poco de reconocimiento, ¿no crees?"

-"Lo creo," dijo ella, satisfecha por el tono de Paul.

-"Si retrocedes el camino hasta el muelle de atraque, podemos ver lo que ocurre con las nuevas llegadas. Cómo se almacenan y demás."

Ella ya estaba corriendo: "De acuerdo."

Eileen pensó que hubiera sido mejor hacerlo desde el principio pero Paul empezó a darle direcciones tras el atraque de la aeronave.

Regresó a la sala octogonal donde habían aterrizado. La puerta del Spaceliner estaba sellada así que, caminó pasillo abajo por donde sus dóciles amigos de viaje habían caminado en filas. Llegó hasta un umbral y miró. El traje compensó de inmediato el nivel de oscuridad interior e identificó cuatro objetivos tumbados en camas individuales situadas en cada pared.

Continuando por el pasillo, encontró otra sala idéntica. Le recordaba a habitaciones de motel: sin detalles pero en las que aún se podía vivir.

El estilo no combinaba con la esplendorosa imagen de los "resorts" de la estación espacial pero los huéspedes no se quejaban. Eileen recordó haber querido visitar un "resort" espacial cuando era adolescente. Había visto una emisión de la MTV que abría con imágenes de un "resort" con temas de rock de fondo. La gravedad parecía un poco desajustada: el VJ que entrevistaba a Prince no paraba de flotar por ahí. Eileen dejó de querer ir cuando supo que habían estabilizado la gravedad.

("Ésa era la parte divertida.")

Un hombre desnudo salió corriendo de una habitación.

("Bueno, quizá aún quede algo divertido después de todo.")

Persiguió sus firmes nalgas pasillo abajo. Le alcanzó y corrió junto a él. Tendría unos cuarenta y era muy apuesto pese a la expresión neutra de su cara. Ella bajó la vista hacia su asunto, que botaba libremente a cada zancada.

-"Venga, venga, agente," dijo Paul.

Eileen había olvidado que Paul seguía allí, viendo lo que ella veía.
("¡Qué vergüenza!")

Miró hacia adelante. El pasillo terminaba en una pared de vidrio con puertas. A travès del cristal, Eileen vió más gente desnuda corriendo. Le pareció reconocer a alguien que estaba en su vuelo pero no podía saberlo con certeza sin ver las ropas.

Siguió al hombre por la puerta hasta la pista de carrera. Ésta rodeaba una inmensa sala donde gente desnuda de todo tipo se ejercitaba de un modo sudoroso y metódico. Evitando a los corredores, observó que un anciano en una máquina de pesas tiraba de una maneta hasta que no podía tirar más y, luego, caminaba hasta otra máquina y se sentaba.

Oyó reirse a Paul. :"Ésto es brillante. Poniendo a la gente a hacer deporte. ¡Qué perfecta optimización de coste!"

-"¿Estás de broma?" dijo Eileen. "El Spaceliner, la estación...¡ésto cuesta millones!"

-"Ya, pero éstos son sólo los Platino, los clientes de élite. Tienen al resto de cuerpos generando suficiente dinero para hacer diez estaciones como ésta."

Algo sobre aquél asunto la incomodaba y Eileen trató de averiguar lo que era mientras observaba a la gente. Cada cierto tiempo, alguien dejaba la pista y alguien dejaba la sala de pesas. Nadie esperaba ocioso su turno.

Caminó hacia el lado opuesto de la sala donde había una puerta.

Su entorno pareció desvanecerse de pronto. Ella acabó tendida en el suelo y uno de los corredores estuvo a punto de pisarla.

-"Agente, ¿qué ha sido éso?", dijo Paul.

Eileen sabía lo que era.

("Mi batería.")

Pero estaba tan cerca que no estaba segura de que Paul lo supiera.

- "No lo sé."

-"Quizá deberías volver al termimal. Quizá tienen defensas que no has detectado."

Ella volvió y cruzó las puertas de cristal evitando a tres corredores que entraban. La resolución empezó a parpadear y confió en que Paul no lo percibiera. Se sentía avergonzada de lo débil que estaba.

-"Sal de ahí, agente. Podrían tener un campo en esa habitación que está afectando a tu traje."

Ella corrió de vuelta al pasillo. El problema de imagen surgió de nuevo pero no era muy evidente entre las paredes blancas.

-"Tiene sentido que tengan otras medidas defensivas. Esperábamos sólo centinelas araña o algo parecido," zumbaba Paul en su oído.

Eileen sabía más que él. Cuanto más dinero tenía una operación y más energía, tantas menos medidas de seguridad necesitaban. Ése déspota en Hawaii, por ejemplo, tenía arañas mecánicas gigantes que habían aterrorizado y cautivado a los medios pero él era débil. Esa fue la única vez que las había visto. Sólo eran armas más grandes y amenazadoras que dependían de la habilidad de sus operadores.

-"Con barrigas blandas que podías patear con la bota.", dijo ella recordando la satisfacción de mandar dos de ellas al vertedero.

("Tuviste una carrera bastante buena, Eileen.")

Su visión estaba haciendo ahora cosas muy extrañas y un aviso rojo estaba parpadeando:

APAGADO DEL SISTEMA.

Pero ella ya estaba justo delante del terminal y pudo meter el dedo en el conector usando el tacto.

Sintió la onda a través de ella como se siente una ligera brisa cuando estás enfermo. Aún podía oir la voz de Paul pero se interrumpía. Estaba muy cansada pero sabía que sólo le esperaba dolor. Una vez que el traje estuviera inactivo, el abuso acumulativo al que había sometido su vieja y marchita cáscara calaría hasta sus huesos y, probablemente, los fundiría.

No podía mantener la cabeza erguida de forma constante. El traje había dejado de suministrarle drogas. Ya podía sentir el dolor en sus articulaciones.

("El dolor está llegando, rodando por la vía sin sonar el silbato.")

Se sentó contra la pared deslizándose para mantener el dedo en el zócalo.

("¿Qué harán con mi cuerpo?")

Tuvo la imagen de su cuerpo rígido apoyado en la máquina de pesas, con sus manos en las manetas, a punto de caer y romperse mientras la oscuridad corría hacia ella.


* * * * *

Artifacs
31-May-2018, 10:29
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Doug (XI)

Ambos caminaron por el sendero sin decir nada durante cinco minutos. Doug examinaba los árboles de alrededor e inhalaba el aroma de pino.

("Bueno, Patterson, al fín has llegado hasta las montañas.")

- "Bueno," empezó a preguntar Harris con una sonrisa. "¿qué te parece mi nueva oficina?"

-"Es estupenda," dijo Doug mientras el sendero hacía orilla en un mirador que mostraba un valle profundo y verde. "El tamaño no está mal."

-"Sí, Aquí no me tropiezo con cajas exactamente, ¿verdad?" la carcajada de Harris fue inmensa como el valle, con la cabeza echada hacía atrás.

Doug alzó las cejas ante la hilaridad tan poco característica de su jefe.

-"Es falso, por supuesto," dijo Harris arrancando una hoja de un árbol y manoseándola. "Pero es excepcionalmente bueno. Es inspirador."

Le tendió la hoja a Doug y éste la inspeccionó obedientemente.
La giró por la parte venosa y se quedó observando un bichillo correr por ella. Cuando alzó la vista, su jefe le observaba a él con el mismo interés. Doug sintió que su ansiedad empezaba a elevarse y tuvo que reprimirse de ajustarla. Harris apartó la mirada.

Habían subido colina arriba y Harris le había guiado todo el camino.

("¿Qué demonios quiere?"), pensó Doug.

Al fín había conseguido establecerse en una rutina. Su trabajo era intenso pero desafiante y Olivia se las había apañado para perder su estatus de perdedora en la escuela. Sin cena o sueño que los reuniera, Cheryl y Doug apenas hablaban. Había hablado con ella sobre hacer un viaje a la tienda de Marquis pero sus agendas aún no habían coincidido. Ella estaba totalmente ocupada con cuatro o cinco entrevistas de trabajo por día.

-"Bien, sobre el asunto de los ReplicanteZ..." dijo Harris. "Tu informe no recomendaba cuando deberímos vender los datos."

Se oyó un trueno que hizo saltar a Doug.

-"Bueno," dijo él confiando en que Harris no hubiera visto su espasmo. "Es sólo un informe preliminar."

- "Claro, claro," dijo Harris impaciente. "Ah, lluvia."

Doug sintió las gotas, cada vez mayores, golpear su ropa y su pelo. Casi quiso sugerir portarse a otro sitio, sólo por cambiar de tema, pero vió que Harris estaba a gusto bajo la lluvia.

-"¿Y bien, debemos vender los datos, Doug?"

-"Los hallazgos preliminares son fuertes pero necesitamos más investigación," dijo él, sintiendo que era Lauden quien movía sus labios, metafóricamente.

Harris se detuvo y se giró para mirarle.

-"¿Se ha desconectado mi detector de mentiras?"

-"No," Doug miró de vuelta a Harris. "El grupo es muy joven, harán cosas más grandes..." balbuceó Doug. "Yo sólo...," bajó la mirada. "En realidad, no lo sé."

- "Bien," dijo Harris con una curiosa sonrisa que Doug no había visto antes. "Éso está bien."

Cruzaron el puente que conectaba dos parcelas y Doug observó cómo las gotas de lluvia caían sobre las aceitosas tablas de madera negra.
Harris se apoyó en la barandilla y miró abajo. Doug hizo lo mismo.

-"El hecho de que te cuestiones a tí mismo, de que tases las cosas más allá del valor inmediato del mercado..." Harris sonrió. "Éso es lo que necesito."

Doug no sabía lo que decir. No estaba de acuerdo, éso sólo le hacía más débil, impráctico.

-"Quiero que dirijas la agencia por mí, Doug."

Doug respiró profundamente y miró al cielo de carbón. Agarró la barandilla del puente con sus largos dedos y no sintió nada. Ninguna exaltación ni temor.

-"Bueno yo..."

-"Tengo otro proyecto que merece mi total atención," dijo Harris girándose para mirarle. "Así que, te dejaré a tí al mando."

La lluvia estaba aumentando ahora y Doug sentía las gotas recorrer sus mejillas, ligeramente sosprendido de lo mucho que había cambiado, de cómo la promoción sólo parecía complicar las cosas. Luego, sintiendo un pequeño objeto en su bolsillo, recordó que tenía opciones. Sintió que la carga se aligeraba.

-"Por fín, una sonrisa," dijo Harris examinando a Doug. "Tómate un segundo para... digerirlo, supongo."

Un relámpago cruzó el cielo y llamó la atención de Doug hacia algo largo y metálico al otro lado del valle. Amplió la imagen y vió lo que parecía una estación espacial, estrellada pero intacta.

Harris notó hacia dónde miraba.

- "Oh, éso es sólo un boceto," dijo él. "Para algo en lo que estoy trabajando."

* * * * *

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31-May-2018, 10:46
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Nicky (XIV) (Último capítulo del Personaje)

El lince saltó sobre el capó de un coche y rugió a los viandantes. Le siguieron los gritos y el pandemonium, la acera espumeó de gente. La cámara retrocedió para incluir a un presentador de aspecto preocupado que observaba a la multitud en pánico.

Miró hacia la cámara.

-"Los compradores de la Calle Robson quedaron aterrorizados hoy por un animal," dijo el presentador.

Tras él, el lince saltó hacia el carrito de un bebé y se quedó congelado en el aire. Surgió una nueva toma de una joven agarrando su bolso con fuerza.

-"No podía creerlo. Al principio pensé que era uno de esos anuncios, pero luego el animal salió corriendo y me dí cuenta de que era real. Es como si estuvieran tomando el control de..."

Una toma diferente de un anciano con una gorra de béisbol: "Estuve así de cerca de él. Saqué mi pistola pero no conseguí un disparo limpio. Había muchos paisanos en el mismo barco.Todos hablamos sobre ello después...no recuerdo a qué se parecía, exactamente, sólo recuerdo los dientes, esos dientes afilados como agujas."

"Estadio," dijo el TrenCeleste, "Esta estación es Estadio."

Nicky apartó la mirada del informe de noticias. Sabía que nada parecido a la re-ordenanza podìa suceder. Ella había hecho los linces con la agresividad justa para luchar si eran arrinconados, para defemderse por sí mismos.

Una sofistócrata que pasó por delante llamó su atención. Era la única otra persona que no estaba mirando las noticias. Estaba leyendo un libro. Nicky trató de ver la tapa pero no tenía ángulo. La chica tendría la misma edad que ella y pasaba las páginas suavemente. Nicky pensó que leería más libros de papel si no tuviese miedo de que se le cayeran las hojas o de que no las tuviera todas. Odiaba éso. Además, como cualquier otra antigüedad, eran caros.

Imaginó lo que sería poder ir a la biblioteca y conseguir cualquier libro que quisiera. Los nuevos también. Qué cosa increíble para alguien pobre como ella. Le recordó a la historia de Paul sobre la última biblioteca, el modo en que su voz se había silenciado del todo. Y pesar sobre eso le recordó su proyectó especial y una alegría recorrió su columna.

("Pronto, pronto.")

Alzó la vista de nuevo hacia las noticias. Los testigos habían terminado sus letanías de horror y la imagen había regresado al presentador.

-"Ninguna baja ha sido informada aún por ataque de lince. Pero se ha avisado a los residentes de Vancouver y las áreas circundantes de que permanezcan en sus casas. ¿Sandra?"

Sandra, vestida con un bikini dorado le devolvió la sonrisa.

-"Gacias Dave. Informo desde Frisco, donde los amigos de Usted tienen algunas noticias bastante emocionantes."

Ella señaló su entorno y la cámara hizo una toma de una piscina rodeada de gente hermosa desnuda con sus partes pixeladas por la cadena de TV.Sandra observó a una pareja deslizarse por un tobogán azul y chapotear en agua coloreada de oro brillante.

-"Como pueden ver, hay una nueva atracción en Frisco. Estas preciosas piscinas han abierto hoy sus puertas para celebrar la oferta de financiación del 0.9% del paquete Oro."

Detuvo a un hombre de pelo corto que corría tras una chica chillona, golpeándole con el micro en la cara.

-"Parece que se lo está pasando bien."

-"Oh, es genial." dijo él pasándose la mano por el pelo pegajoso por el agua.

Otro hombre asomó la cabeza detrás de Sandra.

-"Cuando estaba creciendo, siempre quise salir al sol y al agua, pero la contaminación, ya sabes" dijo encogiéndose de hombros.

Sandra parecía ignorante del otro hombre, que manejaba algo a su espalda; y asentía con simpatía.

-"¡Es hora de que me divierta al sol!" concluyó él con una sonrisa.

De pronto. el bikini de Sandra se cayó y ella se llevó las manos a los pechos. Los dos hombres la cogieron y la cargaron hacia la piscina.

-"¡Ha hablado Sandra Lumis, informando desde Friscoooooo!" se apañó a decir antes de caer al agua.

Dave reapareció sonriendo y moviendo la cabeza tristemente con el lince congelado detrás.

- "En orden de noticias de hoy: Exibición en Waterfront, la seguridad rechaza una patera de africanos que intentaba infiltrarse en Vancouver ayer por la noche."

Corte de una esena oscura con sonidos de disparos y gritos.

-"Esta estación, Mundo de la Ciencia de la Calle Main."

Nicky se levantó. La sofistócrata retiró un pedazo rectangular de papel de las páginas de atrás y la usó para marcar la página actual. Nicky reconoció el marcador colorido como dinero en papel.

("Ordenada.".) pensó Nicky observando a la chica estirarse las solapas mientras se abrían las puertas.

Salió del TrenCeleste junto a un par de personas. Cuando bajaba las escaleras, vió que las puertas no se habían cerrado. Unas cuantas personas salían con aspecto molesto y Nicky supuso que era el retraso.

("Más y más retrasos, más y más estaciones cerradas.")

Confió en que Paul supiera de lo que estaba hablando cuando dijo que el sistema sólo necesitaba "algunas modificaciones". Ella aún podía recordar sus manitas enmarcando el argumento: "Deshazte de los anuncios, despeja de plantas las vías y tendremos un monorail automático que inspirará al mundo."

Cuando llegó al final de las escaleras, se encaminó hacia el patio de trenes. Algunos bloques más allá, vió el cartel medio terminado. Miró cuidadosamente las siluetas de las dos bailarinas y a una forma no identificable en la esquina donde solía estar el logo. Decidió que ésta versión no se parecía en nada a la última que había visto. Estaba estrañamente congelada, tenía una especie de belleza por su indistinción. Era sorprendente verla en el espacio principal del lateral de un edificio, visible desde el TrenCeleste y desde la carretera.

("Tampoco es que haya muchos coches es la carretera.") pensó Nicky mirando alrededor.

Vió a un ciclista aproximándose y siguió caminando sonriendo. Se preguntó si sería JK o Simon. No podía saberlo a esa distancia. Cuando pasó a su lado, vió que no era ninguno de ellos. No era nadie que conociera en absoluto.

Mientras el ciclista de chaqueta azul se alejaba de ella, trató de descifrar sus sentimientos de indignación y emoción. Lo que fuese qie los había iniciado, se había quedado y los había aumentado, pero también fuera de su control. Justo como se había sentido ella con sus animales, la docena de saltarinas, voladoras y corredoras bestias que ella había construído.

-"Nicky ha construído un arca," había canturreado JK mientras que el corazón de Nicky se encogía y la casa de fieras volaba desde el patio de trenes. Él había notado su humor y le había palmeado en el hombro.

- "Tienes que dejarles ir. Nunca fueron tuyos," había dicho JK y, al principio, ella pensó que se refería a que era Paul quien había pagado por ellos.

Pero ahora, al haber visto imágenes de sus animales por toda la ciudad, se dió cuenta de que él habría pasado por lo mismo cada vez que dejaba volar sus esporas para que formaran parte del mundo.

-"Ella no quiere irse." había dicho Nicky al acecarse a la mariposa gigante posada quieta en una percha de metal retorcido. Sus alas verdes y amarillas se mecían ligeramente cuando Nicky la había sostenído en su muñeca, pero no se había movido. Ella quiso levantarla pero sintió los ojos de JK y le devolvió una mirada culpable.

-"Ten fè, Nicholas," dijo él con tiernos ojos compasivos.

Hubo un revoloteo y la mariposa se marchó volando.

Cuando se aproximaba al patio de trenes, se preguntó porqué no había más animales allí. Estaba relativamente despejado de humanos. Sin embargo, no había mucho refugio o comida, sólo una alfombrilla ocasional de matitas que cubría el suelo polvoriento.

Había visto más de un guarda de seguridad echar a un mapache de un árbol de una comunidad.

("Por otro lado, a los mapaches tampoco les importa no ser bienvenidos."), pensó feliz de haber tenido éxito al aumentar su velocidad sin afectar su andar gracioso.

("Quizá vuelvan los elefantes algún día."), pensó al acercarse a un vagón y llamar a la puerta con la palma de la mano.

("Para morir en el cementerio de trenes.")

Aunque el modo en que iban las cosas, podría no quedar ninguno salvaje. JK le había dicho que había visto uno que se dejaba guiar plácidamente con una correa por un adolescente de aspecto bruto.

La puerta del vagón se abrió y Simon se asomó fuera, adormilado.

-"Simon Dormilón está empanado," dijo Nicky sentándose en la cabecera de la cama. "¿Qué haces? Sólo quedan 93 días hasta el simposio, ya sabes, no hay tiempo para dormir."

Paul había iniciado la cuenta atrás en 100 y la llamaba "la pantalla final". Éso le hizo a ella preguntarse por cuánto tiempo había estado él planeando la reunión de los disidentes, artistas y científicos.

Simon se sentó en el umbral con las piernas dobladas.

-"Lo sé, estuve levantado toda la noche de ayer clavando esas estúpidas cuchillas en el TrenCeleste. Será mejor que funcionen."

-"Simon, tienes una reunión con los Anarquistas de Van Este dentro de media hora en el... " le recordó su reloj educadamente y él lo silenció de un manotazo.

-"¿Para cortar las ramas? ¿No las veràn?"

Simon se inclinó hacia dentro del vagón y cogió una lata de café Starbucks.

"Sí, pero pudimos generar un orden de trabajo en su sistema para hacerlo." Dió un sorbo del café humeante.

-"Paul tiene a alguien que puede hacer que su sistema haga cualquier cosa. Ha sido automático durante diez años, incluso los contratos de los anuncios. Va a conseguir que el sistema rechace todos los contratos nuevos, que diga que no tiene espacio, así que, una vez que pase el mes, estará hecho."

-"Aajá," dijo ella incapaz de imaginarlo sin anuncios.

("¿Dónde mirará la gente?")

Recordó a la sofistócrata que había visto y tuvo la bizarra imagen de un vagón del TrenCeleste lleno de gente leyendo libros.

-"93 días," musitó Simon dando otro sorbo, "Y ya me estoy quedando sin pies."

-"¿En serio?" dijo Nicky. "Yo no he hecho mucho más que antes."

Simon se encogió de hombros.

"Ya, pero tú eres el talento y él no es dueño de tu trasero."

Nicky sintió una punzada cuando dijo "talento."

-"Sí, Andre me dijo que Paul pagaba tus fianzas."

Simon asintió, dió otro trago de café.

-"Ahh, Sólo me estoy desahogando. Odio tener un jefe. Nunca me lo reprocha. Si él quisiera, podría haber comprado la deuda en vez de pagarla, pero no quiere."

Se tiró del pelo.

-"Y es un proyecto increíble en el que tabajar. Muéstrame a alguien que organice un encuentro tan radical para señalar el 150 aniversario de la entidad corporativa."

Nicky alzó una ceja.

- "Bueno, Estoy segura de que la mamá de la entidad corporativa está planeando algo... ."

Simon rió mostrando sus dientes calavera.

-"¿Porqué se preocupa tanto Paul por todo ésto?" dijo Nicky esperando no haber dicho nada estúpido. "¿Qué ocurrió en..." hizo la cuenta, "...1886?"

-"Hubo un gran proyecto de ley que regía que una corporación privada sería como persona natural. Que tendría todos los derechos de un individuo pero ninguna responsabilidad."

Miró por el patio de trenes.

- "En realidad, era una compañía ferroviaria. Santa Clara
County Vs. Southern Pacific Railroad."

-"Eso suena...raro," dijo Nicky.

Un montón de legislación y regulaciòn gubernamental le sonaba raro

-"Ya. . . llevó unos 100 años pero, eventualmente, las corporaciones crecieron hasta el punto de que eran más poderosas que los gobiernos y decidieron que les debían a sus accionistas la disolución del viejo e ineficaz mecanismo democrático."

-"Supongo que pensaste sobre todo ésto antes de conocer a Paul,"
dijo Nicky.

Ella vió un conejo ocultarse tras un vagón.

-"Sí, ya sabes, malgasté un par de años en la escuela," dijo Simon. "Durante mucho tiempo deseé haber estado en los 20s, cuando toda la acción se vino abajo. Por eso encuentro interesante a Paul. Él vivió todo éso pero, a diferencia del resto de la gente que estuvo activa entonces, él aún está implicado. Será interesante conocer al hombre en persona."

Nicky le miró astutamente.

-"¿A qué te refieres?"

-"Paul va a venir aquí para el simposio."

Nicky parpadeó.

-"¿Aquí? Pero. ..¿quién regresa de Frisco?"

-"Paul lo hace, supongo. Había tenido que terminar unos asuntos en Frisco, pero supongo que ahora ha encontado a alguien que lo haga por él."

-"¿A qué asuntos se dedica, exactamente?"

Simon asintió.

- "Él nunca ha ofrecido esa información."

-"¿Y tú nunca has preguntado? ¿Un bastardo entrometido como tú?"

Sonrió y negó con la cabeza.

- "Me dió...miedo hacerlo. Ya sé que va a ser un asunto provechoso, si prde hacer todo ésto. Y por consiguiente..."

Nicky esperó, mirando su cara pensativa.

Simon saltó del suelo y golpeó el lateral del vagón.

-"Vale. Vale, Se lo preguntaré. Cara a cara." miró a su reloj. "Tengo que pirarme."

-"¿A dónde sales?"

-"A reunirme con esos viejos amigos, los Anarquistas. Trabajan en las casas de hospedaje, comida, duchas. Va a ver miles de personas aquí y necesitamos asegurar una infraestructura básica."

Nicky asintió, le agradó que Simon tuviera certeza de éso.

Se agachó dentro del vagón y cogió su mochila. Se la puso, dió unos cuantos pasos y se giró.

-"Siento tener que irme."

Nicky hizo una mueca triste.

"Hago todo este camino para pasar el rato contigo..."

Él sonrió cuando se alejaba.

-"Mentira, no viniste a verme. Pero aunque sé a quién viniste a ver, estuvo bien charlar contigo, Nicky."

Nicky le observò alejarse com sus pies aplastando la gravilla y el polvo.

Cuando Simon quedó fuera de vista, ella saltó fuera del vagón y corrió hacia un vagón con puerta verde. La puerta estaba oxidada y le llevó un par de empujones abrirla.

-"Hola ahí dentro..." llamó a la oscuridad interior.

No conseguía ver nada al principio pero, luego, apareció el brillo de un ojo.

-"Perdón por manteneros encerrados la noche pasada," dijo ella, acariciando la melena de bebé de Ben y rascando su oreja.

Frank saltó al suelo y paseó alrededor de sus piernas, casi haciéndola caer.

- "¡Wow! ¡Te estás haciendo grande!" dijo Nicky con una carcajada.

Frank la miró interrogativamente y ella le dió una palmada en la cabeza. Él empujó su mano y ronroneó de un modo que le trasmitió un cosquilleo por la espina.

("Mis leones.")

Había tenido la idea cuando vió las fotos de la Biblioteca Püblica de Nueva York después de que la historia que Paul le contó se le quedara grabada durante algunos días. Descubrió que los dos leones de piedra que flaqueaban la entrada se llamaban Paciencia y Fortaleza. Paciencia era un nombre pasable, pero Fortaleza era un poco pretencioso. Leyó un poco más y descubrió que el tipo que popularizó la biblioteca era el mismo que descubrió la electricidad. De modo que ella les dió los nombres en su honor.

Se alejó un poco de ellos y sonrió cuando oyó que sus pasos la seguían. Cuando los sintió cerca de los talones, se giró y alzó las manos de un cierto modo. Ben, sin dudarlo, se acercó para detenerse directamente bajo su mano. Ella esperó al segundo, pero Frank no apareció. Ella empujó la cabeza de Ben y él se colocó en posición sentada.

-"Bien, Ben, bien..." dijo ella retirando un paquete de su bolsa y abrièndolo.

Comprobó dos veces que era tofu especiado amtes de dárselo. No quería que saboreara la carne. Buscó a Frank para ver si estaba viendo la escena. La estaba viendo pero parecía contento de lamer su pelo gris.

-"¡Frank!" dijo ella y él se levantó casi culpable y trotó hacia ella.

Incluso con ojos opacos, su cara tenía una mirada expresiva y amistosa. Era el juguetón, el estúpido y ella no podía reñirle.

Tenía bastante rato, de todos modos. Noventa y tres días o así para enseñarle a detenerse a su lado.

("¿Qué pensaría Paul de ellos?"), se preguntó de repente.

Se imaginó a sí misma, flanqueada.por los leones de color pétreo, frente a un Paul de cara pálida y desmezclada, su cuerpo débil por el almacenamiento, sus ojos penetrantes.

("¿Sería viejo, tan viejo como Papá?")

Pensó en lo que ella podría decirle pero todo sonaba estúpido. La bola de emoción y nerviosismo giró en su estómago cuando imaginó su reacción ante los leones.

("¿Se asustaría? ¿Se sentiría halagado? ¿Ambos?")

Se sentó en el suelo y jugó con Frank. Mientras luchaban, Ben se sentaba al lado, tranquilo.

Cuando el TrenCeleste se aproximó, ella paró para mirar, sosteniendo la pata de Ben. Cuando el tren tomó la curva, las cuchillas delanteras de metal gastado reciclado lanzaban chispas aquí y allí.

* * * * *

Artifacs
01-Jun-2018, 16:33
1° Revisión en Txt, de la Traducción Casera de Todos in Silico (580 KB) (http://artifacs.webcindario.com/back/Todos_In_Silico.txt)

El archivo incluye también los tres últimos capítulos que no he posteado aún y las erratas (casi todas, creo) corregidas.

Admin
01-Jun-2018, 19:33
1° Revisión en Txt, de la Traducción Casera de Todos in Silico (580 KB) (http://artifacs.webcindario.com/back/Todos_In_Silico.txt)

El archivo incluye también los tres últimos capítulos que no he posteado aún y las erratas (casi todas, creo) corregidas.
Algo pasa con las palabras con tilde (da carácteres raros)... :pensar:

Artifacs
02-Jun-2018, 10:15
Admin, prueba con el charset UTF-8.

Artifacs
28-Jul-2018, 09:30
Ya Disponible TODOS IN SILICO en Html y PDF

TODOS IN SILICO en HTML (https://artifacs.webcindario.com/back/todosinsilico.html)

prueba de TODOS IN SILICO en PDF (https://mega.nz/#!WyAUGIwL!ksTPL6z7UpL9tnoHGRYv-0GhZDUPN1H6ef7VBVW60ZQ)

Un saludo

MisteriosaExistencia
29-Jul-2018, 18:30
Ya Disponible TODOS IN SILICO en Html y PDF

TODOS IN SILICO en HTML (https://artifacs.webcindario.com/back/todosinsilico.html)

prueba de TODOS IN SILICO en PDF (https://mega.nz/#!WyAUGIwL!ksTPL6z7UpL9tnoHGRYv-0GhZDUPN1H6ef7VBVW60ZQ)

Un saludo

Muchas gracias.