Hoy vamos a hablar de una peculiar cinta de ciencia ficción llamada Equilibrium, una obra cinematográfica tan amada como odiada por los espectadores.
En un régimen totalitario de una sociedad futura, se ha conseguido eliminar la guerra a base de suprimir todas las emociones mediante un fármaco llamado Prozium. Los libros, el arte y la música están estrictamente prohibidos, y los sentimientos se consideran crímenes que deben ser castigados con la muerte. En paralelo, ha nacido un movimiento rebelde que rechaza renunciar a sus emociones y viven como prófugos en las ruinas fuera de la ciudad. Preston (Christian Bale) es un agente de élite del gobierno cuya misión consiste en ejecutar a quienes desobedezcan las reglas establecidas. Un día, se le rompe el frasco de su dosis y no tiene tiempo para conseguir otra. Se ve entonces abrumado por toda una serie de emociones que le hacen acabar abandonando sus férreas creencias. A sabiendas de que si es descubierto eso significará su fin, debe fingir que sigue careciendo de sentimientos para poder sobrevivir mientras emprende una lucha contra el orden imperante.
Como veis no se trata un argumento demasiado original y son muchas (y muy conocidas) las influencias sobre las que se basa: como la novela Farenheit 451 de Ray Bradbury y 1984 de George Orwell por citar un par. Sin embargo, hay algo muy propio y singular en esta película: El tipo de luchas de las que hace gala (pero esto lo trataré más adelante). Por cierto, otra cinta que trata este mismo tema y de la que ya os hable hace algún tiempo es Equals (una película del 2015 pero que no es de acción sino puro drama).
Con 20 millones de dólares de presupuesto muy bien invertidos, Equilibrium solo logró recaudar 5'3 millones; y su estrepitoso fracaso comercial en EE.UU. en 2002 la privó de una distribución en el mercado internacional condenándola al ostracismo.
Por este motivo, la película no se estrenó en cines en España y, además, no tuvo un doblaje en castellano hasta 12 años espués de su estreno, en 2014 (en latino fue mucho antes).
Sin embargo, su descubrimiento a nivel mundial fue producido por el boca a boca y gracias a su distribución en internet, lo que la ensalzó como obra de culto para muchos.
Como os decía antes, el aliciente de la película es que todo está adornado por originales escenas de acción que crean su propio estilo. No vais a ver nada igual en ningún otro film de acción, ahora bien, otra cosa es que os parezcan demasiado inverosímiles y os causen rechazo.
En efecto, las secuencias de acción son, visualmente, lo más impactante, tanto aquellas protagonizadas por unos disparos imposibles como las que involucran combates cuerpo a cuerpo con espadas.
Esta cinta inventó un arte marcial al que denominaron Gun Kata (algo así como artes marciales con armas de fuego) y prácticamente todas las escenas de acción de la película giran en torno a él.
El coreógrafo de peleas de la película Jim Vickers y el director Kurt Wimmer tuvieron un ligero desacuerdo sobre cómo el arte marcial del Gun Kata debía ser realizado en la pantalla. Wimmer quería que fuese de estilo fluido y suave, mientras que Vickers, entrenado en karate-estilo duro entre otras cosas, lo modificó un poco.
Así, Wimmer (que apostaba por algo más fluido) y Vickers (que prefería algo más rígido) tuvieron discrepancias por cual estilo decantarse. Finalmente, fueron más las influencias de Vickers las usadas en la mayoría de secuencias.
Wimmer tuvo la oportunidad de poner en práctica sus propias ideas en su siguiente película, Ultravioleta del 2006, y no ha dirigido ninguna otra desde entonces porque fue excluido de la fase de edición de la cinta y acabó muy decepcionado.
El director siempre tuvo claro que quería a Christian Bale para interpretar a John Preston tras verle en American psycho dos años antes, y el contaje de muertos de la película asciende a 236 (si no me equivoco, 118 de ellos atribuidos a Bale). Además, cuenta con interesantes caras conocidas como habréis podido ver por las imágenes que he puesto de fondo en el vídeo.
Por cierto: Aunque no lo parezca, los actores no utilizaron cables en ningún momento (por lo que todas las acrobacias que desafían la gravedad se hicieron a través de medios convencionales). Por ejemplo, la voltereta hacia atrás fuera de la motocicleta se hizo con un trampolín.
En conclusión: Sin parecerme ninguna obra maestra, como peli de acción me entretuvo, tiene buenos momentos y Christian Bale lo hace genial. Pero no hay voy a mentiros: Equilibrium es una película menor en las filmografías de la mayoría de sus responsables, y por sus peculiares características puede despertar animadversión a determinado público. Avisados estáis.
¿Y tú? ¿Ya viste esta película? ¿Qué te pareció?
¿La recomendarías?
Las tan discutidas escenas de pelas... ¿te gustaron?
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