Hoy la cosa va de romances... sí, idilios amorosos y esas cosas... y claro, del cine de ciencia de ficción, por supuesto. Esta primera parte comprende los años 1977 hasta el 2008 (por orden cronológico).
1. Leia y Han Solo, primera trilogía de Star Wars (1977-83)
Hablar de Star Wars son palabras mayores, y una de las primeras cosas que vienen a la mente es ese idilio amoroso que se traían entre manos Han Solo y Leia. Bueno, y el hermano de Leia primeramente también, porque vamos, digamos que en su momento, también se la quería beneficiar. Pero bueno, por ese entonces no sabía que eran familia, y las hormonas de la juventud y esas cosas, supongo que lo excusan...
2. Rick Deckard y Rachel, Blade Runner (1982)
Deckar es un cazareplicantes... Bien, también él lo es... ¿O no? Bueno, eso dependerá de la versión que hayáis visto. Pero lo que resulta invariable, es su romance con Rachel, que indudablemente, no era humana. Uno podría pensar, viendo la película, que durante el rodaje saltaban chispas, y ciertamente así fue. Pero no chispas y química amorosa, no, porque en realidad, no se tragaban. Vamos, que ¡no se podrían ver ni en pintura!
3. Kyle Reese y Sarah Connor, Terminator (1988)
Cuando todavía uno no andaba perdido entre tantas secuelas y precuelas, era entendible -y muy ocurrente-, que Kyle Reese fuese el padre enviado por su hijo al pasado. El romance con Sarah duró poco (solo un día frenético, huyendo de las manos de un temible Terminator), pero suficiente como para consumar, con un disparo certero -hay que decirlo-, la concepción del futuro héroe de la resistencia: Johnn Connor.
4. James Cole y doctora Kathryn Railly, 12 monos (1995)
James Cole conoce a la doctora Kathryn, en las peores de las condiciones: drogado, babeando y diciendo cosas propias de un chalado en medio de un episodio psicótico de libro. Pero ocurren cosas, se desatan sucesos, y rendida por su historia, ella acaba irremediablemente enamorada de ese peculiar viajero del tiempo.
5. Vincent e Irene Cassini, Gattaca (1997)
Vincent rehúsa su condición y se las ingenia para codearse con una élite que lo repudiaría sin miramientos, si supiera quién y cómo es realmente: un humano de genética defectuosa. Pero lo que no ha ganado por genética, lo suple con su ingenio, pudiendo de este modo hasta enamorar a Irene. No es un idilio que tome mucho protagonismo en el film, pero es digno de recordar y tiene su parte atrayente.
6. Leeloo y Korben Dallas, Fifth Element (1997)
Cuando reconstruyen a la hermosa Leeloo, no sabían nada sobre quién es, y lo que puede lograr. Por suerte para ella, en su huída se encuentra con el siempre carismático Bruce Willis -en esta cinta encarnando a Korben Dallas-, y como no, se desencadena el romance. Podría parecer el típico idilio de turno que siempre suele haber en las películas, pero en el desenlace final de la película resulta ser algo determinante.
7. Neo y Trinity, Trilogía de The Matrix (1999-2003)
Neo y Trinity reúnen todos los ingredientes necesarios para acabar enamorándose. Y si además lo ha predicho el sacrosanto oráculo, pues no cabe más que rendirse a la evidencia. Su relación de amor se va desarrollando a lo largo de la trama, y viven una atracción irresistible que culminará en amor al final de la película.
8. Evan y Kayleigh Miller, El efecto mariposa (2004)
El pobre Evan ha estado enamorado de Kayleigh desde siempre. Pero sus viajes para cambiar el pasado, siempre terminan mal. El eje central de esta cinta es el amor entre ambos, pero curiosamente, no resulta empalagoso por el modo como se enfoca el argumento.
9. Anakin Skywalker y Padmé (2005)
Padmé ya es una adolescente en vías de convertirse en adulta durante La amenaza fantasma, mientras que Anakin, es un niño (haciendo que la fijación de éste por ella en El ataque de los clones, se sienta bastante edípica, y por qué no decirlo, algo fuera de lugar). Pero contra todo pronóstico, y en un idilio realmente intenso e impredecible, Padmé acaba casándose en secreto con el entonces Caballero Jedi, Anakin Skywalker.
10. WALL•E y EVE en WALL•E (2008)
Vamos a terminar con una relación amorosa más graciosa e inocente: la del apreciado y divertido WALL•E, con la robot de última generación EVE.
El flechazo del simpático robot basureo se ve correspondido a medida que avanza la película, con una EVE que no puede resistirse a su cordial y afectuoso comportamiento. Es una relación que no trasciende en la película y que no imprime demasiada importancia a la trama, pero es lo suficiente entrañable como para mencionarla.
Pues bien, estos han sido algunos de los amoríos en películas de ciencia ficción comprendidas entre 1977 y 2008.