Ufología, los OVNIS (¿Ciencia o Pseudociencia?)

Ufología, los OVNIS (¿Ciencia o Pseudociencia?)

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La base de la Ufología es la creencia de que seres extraterrestres nos están visitando a bordo de sus portentosas naves espaciales. Lo cierto es que los OVNI existen, siempre y cuando seamos rigurosos y nos atengamos a lo que significan esas siglas, es decir; Objeto Volador No Identificado. Un ovni simplemente es algo que vemos en el cielo y no sabemos lo qué es. La cuestión que se nos plantea es si alguno de esos avistamientos son naves de otras civilizaciones. Pero la verdad es que después de más de medio siglo de fenómeno ovni, seguimos sin tener pruebas que lo demuestren. No hay pruebas, y en el mejor de los casos, lo único que hay son testimonios.

La fiebre de avistamientos de platillos volantes coincide con la era McCarthy y su paranoia conspiracionista y anticomunista. La fuerza aérea de EEUU muestra interés por las observaciones de platillos volantes. Para el ejército la cuestión puede ser muy seria; ¿Y si esos supuestos platillos volantes son dispositivos desarrollados por la Unión Soviética? ¿Estarían los soviéticos violando el espacio aéreo norteamericano? Una pregunta inquietante y que de ser cierta, necesitaría una respuesta por parte de los EEUU. Así pues, no resulta extraño que el ejército de EEUU pusiese en marcha distintas investigaciones para tratar de averiguar qué hay detrás de todos esos avistamientos. 

La investigación que se puso en marcha por la fuerza aérea estadounidense, el Proyecto Libro Azul, concluyó lo siguiente;
1. Los ovnis investigados y evaluados por la fuerza aérea no dieron nunca indicio alguno de ser una amenaza para la seguridad nacional.
2. No ha habido ninguna prueba presentada ante la fuerza aérea, o descubierta por la misma, que indique que los avistamientos clasificados como no identificados representen adelantos, o principios tecnológicos, que estén más allá del conocimiento científico actual.
3. No ha habido ninguna prueba que indique que los avistamientos clasificados como no identificados correspondan a vehículos extraterrestres.

En el proyecto Libro Azul, se realizó una clasificación de la naturaleza de los distintos avistamientos de los que se habían tenido noticia hasta la fecha;
27,6%     acontecimientos astronómicos
23,7%     aviones
17,1%     satélites
14,2%     fraudes
4,1%      globos meteorológicos
9,6%      insuficiente información
1,9%      información en proceso
1,8%      no identificados

Es decir, el 86,7% de los avistamientos tenían explicación, el resto, o no se sabe que fueron, o no se tenía la suficiente información, o todavía se estaba analizando. Es a este 13,3% restante a lo que se suelen agarrar los creyentes en las visitas extraterrestres.

Imaginemos que tenemos una bolsa que contiene 200 bolas, entonces usted empieza a extraer bolas de la bolsa y observa que todas son de color rojo. Continúa hasta que ha extraído 173 bolas de la bolsa. Por lo que en el interior quedan 27 bolas, bien, ahora supongamos que usted está obligado a apostar sobre el color de las bolas que quedan en el interior de la bolsa, antes de apostar miramos a las 173 bolas que hemos extraído, y confirmamos una vez más que son todas rojas. Yo no sé usted, pero me parece que lo más sensato será apostar a que las bolas que quedan en la bolsa también son rojas. Llegados a este punto, cambiemos “bolas en la bolsa” por “avistamientos de ovni”, y bolas rojas por “casos explicados”, y observaremos que nuestra apuesta final es que los casos que quedan son explicables.

Tras los resultados del Proyecto Libro Azul, la fuerza aérea decidió, ya en 1966, dar por zanjado el asunto de los OVNI. Llegaron a la conclusión de que no eran una amenaza para la seguridad nacional y ni mucho menos naves extraterrestres. No obstante, y para cerrar el tema por completo, las fuerzas aéreas contrataron a un grupo de científicos independientes dirigidos por el Dr. Edward U. Condon, de la Universidad de Colorado, para que se estudiara todos los aspectos del fenómeno. A este grupo se le conoció como el Comité Condon. Los resultados fueron demoledores. No es que sólo se concluyera que los OVNI no eran naves extraterrestres, es que además se reconocía que el estudio de los OVNI no había aportado nada a la ciencia, e incluso, se recomendaba a los profesores que tenían alumnos con intereses en estos temas, que intentaran reorientar las miras de dichos alumnos hacia la astronomía y la meteorología.

Uno de los argumentos más usados para contrarrestar los resultados de las investigaciones ha sido el argumento de la conspiración, es decir; Los extraterrestres han llegado a nuestro planeta y han pactado con los gobiernos del mundo para ocultar su presencia. Pensemos un poco; Los extraterrestres viajan miles de años luz para llegar a la Tierra y una vez aquí, pactan con los gobiernos para ocultar su presencia. Pero luego, por la noche, salen a pasearse en sus flamantes naves con todas las luces encendidas. Un comportamiento un poco tonto para unos seres que se supone que son inteligentes.
O también, y si damos veracidad a los avistamientos; Tanto si quieren ser vistos pero “oscuros gobiernos terrestres” se lo impiden, como si nos visitan a escondidas para no ser vistos (pero pese a ello los observamos), estaríamos hablando de extraterrestres sumamente obtusos e incompetentes.

extraterrestre

Unas 200.000 personas al año visitan Roswell (a raíz del famoso caso Roswell) y gastan unos 5 millones de dólares en recuerdos y servicios de hotelería. Para una ciudad de menos de 50.000 habitantes en medio del desierto, es mucho dinero. Quizás esto explique la gran cantidad de testigos locales que aseguran haber visto OVNIS, enanos verdes, o casi cualquier cosa que el turista quiera escuchar.
El informe oficial es categórico; El accidente de Roswell no involucra a ninguna nave de otro planeta, solo resultó serun globo destinado a detectar las ondas sísmicas que pudieran provocar las pruebas nucleares soviéticas”.

La otra “prueba irrefutable” del incidente, según los ufólogos, es el video de la autopsia realizada al cadáver -aunque algunos afirman que estaba vivo al momento de diseccionarlo- extraterrestre. Sin embargo, John Humphreys, responsable de los efectos especiales de la película "Charlie y la fábrica de chocolate", reconoció ser el autor del video, y que la “autopsia” en realidad implicaba a un “muñeco de látex relleno de hígados de pollo". Esto no ha hecho ni mella en la fe de los fanáticos.

La falta de rigor y pensamiento crítico en todas las supuestas investigaciones OVNI, que concluyen que estamos siendo visitados por ETs, ha sido y sigue siendo, una buena fuente para que el mito no acabe por desaparecer nunca. No resulta muy difícil encontrar revistas, libros, programas de televisión, etc, donde se realizan afirmaciones tremendamente extraordinarias y sensacionalistas sin aportar las debidas pruebas que apoyen dichas afirmaciones.

Los defensores de las visitas extraterrestres suelen basarse en testimonios. Hay multitud de estudios psicológicos que demuestran lo limitados y poco fiables que somos los humanos a la hora de recordar lo que hemos vivido. Es más; Actualmente ya se ha demostrado científicamente que el cerebro nos engaña: albergamos recuerdos falsos e inventados, que son vividos como si fueran verdaderamente reales. En efecto, es una nueva evidencia, la existencia de los falsos recuerdos y, lo que es más importante, la observación de los procesos cerebrales que permiten su formación. Muchas terapias psicológicas (particularmente indicadas en los casos de traumas infantiles), tienden a revivir recuerdos de esas experiencias para proceder a su curación mediante la integración consciente del trauma en la psicología del sujeto. Pero por lo visto, la recuperación de un recuerdo no significa que realmente haya ocurrido.

No es del todo difícil encontrar en los cielos cosas que no sabemos identificar. Pero si no sabemos que es ese “algo” que estamos viendo, no deberíamos concluir que es alguna clase de nave espacial extraterrestre.

Si nos regimos estrictamente por la definición "objeto volante no identificado", en mi opinión existen. Hasta pienso que el cosmos alberga vida inteligente y con capacidad tecnológica superior a la nuestra. Pero es cuando se pretende involucrar conspiraciones gubernamentales que supuestamente nos engañan y ocultan la existencia de civilizaciones extraterrestres, cuando empieza mi desconfianza.

Generalmente, los que difunden los temas conspiratorios son por un lado personas que niegan la llegada del hombre en la Luna y lo consideran un montaje engañoso, y por otro, los que aseguran que en la Luna encontramos extraterrestres y los gobiernos lo encubren. Véase la contradicción de negar la llegada a la Luna, al mismo tiempo que se asegura el descubrimiento de seres extraterrestres en ella. Pero así son los conspiranóicos.

Actualmente, ni siquiera la famosa organización SETI (que busca evidencias extraterrestres desde hace años con la ayuda de millones de personas sin intereses políticos y gubernamentales), dice haberlos encontrado hasta el momento.

Phil Plait , astrónomo muy reconocido entre sus pares y cada vez más popular entre el público en general., comenta; “Si hay por aquí naves alienígenas abduciéndonos y jugando con nuestros aviones, sería razonable que la gente que pasa más tiempo observando el cielo fuesen los que los viesen más a menudo.” Los astrónomos aficionados son, de lejos, el grupo que más horas al año pasa mirando para arriba. Si estamos siendo invadidos, ellos deberían ser testigos de una inmensa cantidad de OVNI. Pero no lo son. “¿Por qué no? ¡Porque ellos comprenden el cielo! Saben cuándo una luz titilante es Venus, o un satélite, o una detonación nuclear, o un globo de aire caliente, y por eso no informan de ello”, declara.  Si los alienígenas estuviesen aquí, los astrónomos aficionados los observarían cosntantemente.

La Ufología vive una nueva Edad de Oro con el respaldo de incondicionales aficionados, creyentes, famosos y numerosas publicaciones que han convertido el misterio en un suculento negocio.
Hoy la tecnología permite a los observadores rigurosos realizar una tarea más precisa, pero también facilita a los embaucadores llevar a cabo sus engaños con mayor efectividad (retoques fotográficos, vídeos falsos, etc). Sin embargo, no deja de ser sospechoso que tofos los vídeos y fotos de naves extraterrestres sean, en pleno siglo XXI, una castaña de miserable resolución.

En conclusión, lo único que tenemos son confusiones de fenómenos explicables con naves extraterrestres, mucho fraude, y una apabullante ausencia de pruebas. La Ufología no ha aportado absolutamente nada al saber de la humanidad, y es más, actualmente se parece y mucho a una religión.
La Iglesia Católica ha declarado que la creencia o no en la existencia de vida extraterrestre no compromete en absoluto la fe cristiana; De existir esas criaturas, también habrían sido creadas por Dios y estarían enteramente sometidas a Él. Curiosamente, la mayoría de personas que creen en la Ufología son fervorosos creyentes religiosos.


Fuentes:

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Comentarios

Excelente Radiografía

Muy buen artículo, es una excelente radiografía de lo que la ufología es. Un artículo conciso, directo y bastante claro que todo aficionado al tema debería tener en cuenta.
Un abrazo.
Saludos.

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