Un «monstruo» tecnológico de 9.000 millones de euros

Un «monstruo» tecnológico de 9.000 millones de euros

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Europa tiene el mayor acelerador de partículas del mundo: el LHC, que se trata de una máquina construida en un anillo de 27 km de circunferencia, en la frontera entre Francia y Suiza.
Ahora el CERN pretende superar esa gesta, y para ello, quiere construir un nuevo superacelerador de partículas que se convertirá en el mayor de la historia. Sería de 100 km (casi 4 veces más que el LHC), y diez veces más potente.

Los secretos mejor guardados del Universo, están tan celosamente guardados que consideran que se hace necesaria una nueva y más potente maquinaria subatómica para sacarlos a la luz. El coste estimado del proyecto es de unos 9.000 millonazos de euros.

Tras el histórico descubrimiento del bosón de Higgs en 2012, el actual colisionador (el LHC), no ha vuelto a descubrir nuevas partículas. Algunos físicos creen que los nuevos y cruciales descubrimientos que los expertos ansían, se conseguirían aumentando la energía de colisión significativamente.

A pesar de que con el hallazgo del Higgs en 2012 se completó el Modelo Estandar de la Física de Partículas (la teoría que contempla todos los componentes de la materia y las cuatro fuerzas que los gobiernan), lo cierto es que quedan enigmáticas cuestiones por resolver.

Los físicos que apoyan el proyecto, creen que una máquina capaz de operar a energías mucho más altas que las actuales, podría desvelar todavía más incógnitas.
A pesar del entusiasmo general, lo cierto es que no todo el mundo está convencido de que este «super colisionador» sea una buena inversión.

Sabine Hossenfelder, es una investigadora y divulgadora científica alemana especializada en física teórica y gravedad cuántica; y es autora de un libro explica de manera accesible al público general, conceptos fundamentales de física y cosmología.

Esta buena mujer ha analizado la noticia que hoy nos ocupa, y estas son sus reflexiones:
Desde finales de 1960, los físicos tenían una buena razón para construir un colisionador más grande. Y eso era porque las teorías de la materia elemental estaban incompletas.
Pero ahora, con el bosón de Higgs encontrado en 2012, la teoría está completa. Todo está listo y todo cuadra. No hay nada que falte. Todos los Pokemon fueron "atrapados", por así decirlo.

La única predicción realmente confiable que tenemos actualmente para la física más allá del modelo estándar, es que eventualmente deberíamos ver los efectos de la gravedad cuántica. Pero para eso, tendríamos que alcanzar energías 13 órdenes de magnitud más altas de lo que incluso el futuro colisionador plantea lograr. Está hazaña escapa (y escapará) del alcance tecnológico de la humanidad durante siglos.

Sabine no asegura que un colisionador más grande no podría encontrar algo nuevo, pero dice que actualmente no tenemos predicciones firmes y sólidas que indiquen que un colisionador más grande conduciría a ningún avance apreciable.

El modelo estándar bien podría ser todo lo observable en bastantes órdenes de magnitud de energía, y un colisionador como el que se pretende construir resulta insuficiente como para aportar nada nuevo.
Por tanto, lo único que podemos decir con garantías es que lo que observará un próximo colisionador más grande, será medir con algo más de precisión las propiedades de las partículas fundamentales ya conocidas. ¿Compensa tanta inversión, solo para eso?

Los físicos de partículas tuvieron una buena excusa para construir el LHC gracias a la firme predicción matemática del bosón de Higgs. Pero con el Higgs ya descubierto, este futurible colisionador de partículas más grande no tiene demasiado sentido. No hay ninguna razón para pensar que pueda haber una nueva Física, dentro del rango de energías que el nuevo colisionador puede alcanzar.

Según Hossenfelder, las enormes sumas que deben destinarse al proyecto, podrían gastarse mejor en otro tipo de instalaciones. Por ejemplo, en colocar un radiotelescopio en la cara oculta de la Luna, o un detector de ondas gravitacionales en órbita. Ambas instalaciones, según la física, serían apuestas mucho más seguras y provechosas.

Sea como sea, hoy por hoy no existen garantías absolutas de que este gran acelerador de partículas llegue a construirse.
El «desencanto» dejado por el LHC (que aparte del Higgs no ha conseguido revelar señales de la existencia de nuevas partículas, tal y como esperaban los físicos), ha hecho que sea difícil convencer a las partes interesadas para que respalden y financien un proyecto tan costoso.

Expresados los pros y los contras de este nuevo y ambicioso proyecto, que cada cual reflexione este asunto en función de sus conocimientos sobre la materia y su sentido común. Podéis decirme qué os parece todo esto, en la caja de comentarios.

Fuentes:

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Comentarios

Mucho dinero.

muy buena opinión la de la física, es mucho el dinero y hay todavía más campos de la física que investigar.

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