5 Cosas que te has preguntado alguna vez

¿Cómo lo hace el Curiosity para hacerse selfies?
Seguramente os habréis preguntado alguna vez cómo lo hace el rover curiosity para fotografiarse a sí mismo. Pues bien, resulta que tiene un brazo telescópico para hacerse estos selfies, pero... ¿Y cómo es que no se ve? El truco está en que la cámara que está colocada al final de dicho brazo robótico, combina diferentes fotos para la toma final. Si os fijáis un poco, algunas veces pueden verse las sombras de los distintos ángulos del brazo. Los selfies de este entrañable rover se han convertido en una de las maneras en que el Curiosity nos va enseñando qué ve en Marte y cómo es su día a día trabajando.

 

¿Cuánto tarda el sol para dar una vuelta a la Vía láctea?
Eso es algo, que no por ser en cierto modo muy evidente, deja de ser una pregunta que casi nadie se hace.  Para que nos hagamos una idea de las dimensiones del Universo (y en concreto, de nuestra galaxia), hay un dato muy curioso que quizá no sabíais, y es que el Sol tarda, atención, 225 millones de años en dar una vuelta completa a la Vía Láctea. ¿Increíble, no?
Ya pero igual ocurre que el sol orbita muy lento nuestra galaxia... bueno, en realidad el Sol se mueve alrededor del centro galáctico, describiendo una órbita inmensa a la velocidad de 792.000 kilómetros por hora (o lo que es lo mismo: 220 km/s).

¿Existe algún ser inmortal?
Todos en alguna ocasión nos hemos preguntado eso, me parece. Y la repuesta no es "El ser humano" (o al menos, no de momento). Hasta que llegue ese día, actualmente ya existe una pequeña medusa de apenas un centímetro de tamaño, que es inmortal. Se llama Turritopsis nutricula, y en ciertas condiciones de estrés, esta criatura puede ir en sentido opuesto al reloj biológico, de forma que sus células se convierten de nuevo en un pólipo, la estructura juvenil de cualquier medusa. Al parecer, es capaz de repetir este proceso, infinitas veces... Esta medusa es originaria de los mares del Caribe, pero se ha extendido por todo el mundo.

Una pregusta que todo el mundo se hace es: ¿Cuánto pesa todo lo construido por el hombre en la Tierra?. Bien, quizá sea una pregunta friki que nadie se hace, pero no por ello, deja de ser menos curiosa su respuesta. Los productos creados por nuestra tecnología pesan ya 30 billones de toneladas, y son más numerosos que todas las especies vivas del planeta. Todo lo construido por los seres humanos para mantenernos vivos sobre la Tierra, se llamada tecnósfera, y comprende desde casas, fábricas, granjas, carreteras, aeropuertos... y también utensilios menores como teléfonos móviles, sistemas informáticos, cepillos de dientes... lo que sea... Claro, visto así ya no parece tan extraordinario que todo eso supere en peso, a todas las formas de vida del planeta, ¿verdad? ¿O sí?
El alcance de la huella humana en el planeta, equivale a más de 50 kilos por cada metro cuadrado de la superficie terrestre. En su escala actual, la tecnósfera es un nuevo fenómeno importante de este planeta y que está evolucionando extraordinariamente rápido.

¿Sabes por qué nos produce risa cuando nos hacen cosquillas?
Una pregunta que te has hecho una y mil veces... (O probablemente no) Bueno, Según estudios realizados por científicos de la Universidad de Tubinga, la risa que es provocada por las cosquillas, es en realidad un mecanismo de defensa. Cuando haces cosquillas a alguien, en realidad estas estimulando las fibras nerviosas  que causan dolor. Increíble, pero cierto. Ojo, que estoy hablando de cosquillas por contacto físico, no cuando te ríes por un chiste.
Las risas de alegría y de diversión, activan áreas del cerebro que controlan las reacciones faciales y vocales, pero sólo las cosquillas activan el hipotálamo, la región vinculada al dolor.
Se ve que este tipo de risa de cosquillas indica sumisión, un reconocimiento de derrota. O dicho de otro modo: Es probable que el cosquilleo sea interpretado por el organismo como una amenaza, y que la risa sea una señal social de sumisión para evitar salir lastimado o para desactivar una situación alarmante.
Según los estudios, al momento de recibir cosquillas se activa en el cerebro la parte que anticipa el dolor, por esta razón es posible atacar de forma accidental a la persona que está tratando de hacerte cosquillas.
Esto explica por qué no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos: nuestro cerebro es consecuente de que no hay necesidad de provocar una respuesta a la acción, ni preocuparse de nada.