Desde su lanzamiento en noviembre de 2022, ChatGPT ha sido utilizado por millones de personas en todo el mundo. Este programa tiene la capacidad de responder preguntas mediante el uso de un lenguaje que se asemeja al de los seres humanos y es capaz de imitar diversos estilos de escritura.
Hace poco, Microsoft anunció que integrará una variante de esta tecnología en sus programas de Office, como Word, Excel, PowerPoint y Outlook.
En los últimos meses, ha habido un aumento en la inquietud acerca de los posibles peligros de la inteligencia artificial, como su habilidad para eliminar empleos y propagar información falsa.
Mientras la Unión Europea se encuentra trabajando en la primera legislación del mundo sobre inteligencia artificial, ChatGPT ha sido bloqueado en varios países incluyendo China, Irán, Corea del Norte y Rusia.
Sorprendentemente, Italia se ha unido a estos países, convirtiéndose en el primer país occidental en bloquear el acceso al programa de inteligencia artificial.
Un grupo de expertos en inteligencia artificial y líderes de la industria tecnológica, incluyendo a Elon Musk, han solicitado una pausa de seis meses en el entrenamiento de sistemas de inteligencia artificial avanzados. Su argumento es que estos sistemas representan una amenaza potencial para la humanidad.
La petición, respaldada por más de 1.000 personas, destaca una carrera "fuera de control" en el desarrollo de esta tecnología. Además, el organismo regulador italiano ha anunciado que bloqueará el chatbot de OpenAI y llevará a cabo una investigación para determinar si cumple con el Reglamento General de Protección de Datos.
Las autoridades italianas han comunicado que la prohibición e investigación del asunto entrarán en vigor de manera inmediata.
Por lo visto, existen preocupaciones acerca de cómo ChatGPT y otros chatbots similares pueden engañar y manipular a las personas, lo que ha llevado a pedir mayor control gubernamental sobre estos sistemas.
En definitiva, se alega que la sociedad actual no cuenta con suficientes medidas de protección frente al potencial daño que la inteligencia artificial puede causar.
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