Descubren una galaxia que no debería existir

Descubren una galaxia que no debería existir

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Primero de todo, quiero recordaros que la estación espacial china Tiangong-1 se ha estrellado sin mayores consecuencias en el océano pacífico sur.
A todo esto, señalar que esto no significa que los chinos se queden si estación, porque la Tiangong-2 sigue en órbita y la seguirá la Tiangog-3 (que será la base de la gran estación espacial china, que esperan, se pondrá en marcha en la década de 2020).
Recordemos que la ISS debería funcionar por lo menos hasta el año 2024, y que hay prevista una estación orbital lunar a partir del 2030. Más adelante, pero en fechas similares, se prevé una estación lunar en la superficie de la Luna.
Un calendario apretadito, como vemos, que personalmente dudo que se lleve a cabo en los términos que se han planteado...
Si me muestro a veces un poco escéptico con todo lo relacionado con el espacio, es porque bastantes noticias publicadas en los medios de las que me hice eco en su momento, nunca se cumplieron (o si se cumplen, lo hacen bastantes años después de lo anunciado).
Bien, vamos con lo de hoy...

Un reciente estudio publicado en la revista «Nature», muestra una peculiar agrupación de estrellas que desafía las teorías sobre la evolución del Universo.

En una galaxia muy lejana, a 6.500 millones de años luz, los astrónomos han detectado algo totalmente imprevisto. A diferencia de lo que ocurre en el resto del Universo, allí ocurre algo extraño: apenas hay una mínima cantidad de materia oscura (desafiando de este modo, las ideas sobre cómo se forman las galaxias).
Según Pieter van Dokkum (primer autor de la investigación y astrofísico en la Universidad de Yale): " Encontrar una galaxia sin materia oscura es inesperado, porque esta sustancia invisible y misteriosa, es el aspecto dominante en cualquiera de ellas".

Si uno conoce las leyes gravitatorias y observa una galaxia, descubrirá que rota mucho más rápido de lo que debería. Simplemente, la masa de sus estrellas no basta para impulsarla hasta la velocidad que alcanzan.
Esta contradicción hizo pensar que existía algo (una materia distinta que denominamos oscura), que no emitía ni reflejaba luz, y que poseía unos efectos sobre la gravedad más abundante que la convencional (la que podemos ver).
En realidad nunca se ha detectado de forma directa esta materia oscura, pero para que las observaciones sean las que son, se teoriza que debería existir.
Cuando empezamos a tener la tecnología suficiente como para observar las galaxias en su amplitud (y fuimos capaces de hacer los primeros modelos simulados decentes de las mismas), nos dimos cuenta que para que se comportasen del modo como se comportan, no es suficiente con lo que podemos observar.
Para que lo que vemos fuese posible, había que recalcular las cosas en función de otro agente que no podemos ver, ni tocar: lo llamamos materia oscura, y representa el 27% de la materia y energía del universo. Lo que podemos tocar, oler o sentir, es solo el 5% de todo el universo. No deja de ser raro, por más que lo repitamos.

La materia oscura como vemos, son meros cálculos y suposiciones: jamás se ha demostrado, y no faltan científicos que dicen que en realidad, no existe (y hasta algunos proponen modelos alternativos en los que sin su presencia, los resultados parecen encajar igualmente con lo observado).
Si la materia oscura forma un 27% de lo que existe en el universo (y se considera que constituye el 80 por ciento de toda su masa), y nuestra materia ordinaria solo ocupa un 5%, ¿qué forma el otro 68%?

Aquí es donde entra en juego la enigmática energía oscura (causante de la aceleración en la expansión de nuestro universo). La energía oscura, sería en realidad una especie "campo"; es decir, una manera de actuar de esa energía que ocupa todo el espacio.

Pero volvamos a esa singular galaxia del principio...
La materia oscura se cree que es lo más parecido a una «semilla» galáctica.
Como si se tratara de un imán cósmico, se piensa que es la gravedad de la materia oscura la que concentra el gas generado después del Big Bang en algunos puntos. Gracias a eso, este gas se calienta tanto que permite el nacimiento de miles y millones de estrellas, que acaban «suspendidas» en el velo de las galaxias.

Esas semillas se han encontrado en todas las galaxias estudiadas. Salvo en una: en NGC 1052-DF2.
Encontrar una galaxia sin esa semilla de materia oscura, es como encontrarse con un adulto que no ha pasado por la niñez. Y eso ha pasado.
Lo cierto es que DF2 es muy extraña. A diferencia de las otras, no tiene una zona densa o un gran agujero negro en su zona central.

De hecho, DF2 es tan dispersa como un fantasma, puesto que permite ver el espacio que hay detrás de ella.
La materia oscura, no detectada nunca, podría existir o, según otros científicos, ser un error de los cálculos: una prueba de que hay que ajustar las ecuaciones de la gravedad.
En resumen, este grupo internacional de astrónomos ha realizado una observación que podría cambiar las teorías sobre cómo se forman las galaxias.
Hasta ahora, que cada galaxia estuviera repleta de materia oscura era un indicador de que nuestra teoría actual podía ser cierta. Pero encontrar una excepción, indica que estas teorías están ante un importante escollo. ¿Cómo podrían explicar lo observado en DF2?
En cualquier caso, se trata solo de una observación. Ahora, tanto los autores del trabajo como otros grupos de astrónomos de todo el mundo, tratarán de buscar más galaxias sin materia oscura. Encontremos lo que encontremos, es seguro que será del máximo interés para la ciencia.

¿Eres de los que creen esto de la materia y la energía oscura, o lo ves un cuento fruto de nuestro desconocimiento?
¿Prosperarán futuros modelos que expliquen lo observado, sin aludir a ellas?
¿Y qué te parece el descubrimiento de esta singular galaxia? ¿Cambia en algo las cosas?

Fuentes:

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