¿Pueden existir lunas orbitando lunas?

¿Pueden existir lunas orbitando lunas?

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Los movimientos de los objetos en el Universo actúan como un juego jerárquico de muñecas rusas, con cuerpos que orbitan por todas partes debido a la gravedad.
Así, la Luna gira alrededor de la Tierra, la Tierra gira alrededor del Sol, el Sol gira alrededor del centro de la Vía Láctea, y ésta orbita dentro del Grupo Local, que es una parte del supercúmulo de Virgo, etc.

La fuerza de la gravedad depende de la masa de cada objeto. La fuerza con que se atraen dos objetos es proporcional a su masa y disminuye rápidamente en el momento en que los separamos. De hecho, nosotros también atraemos objetos con nuestra fuerza gravitatoria, pero pesamos tan poco que no podemos percibirlo. En cambio, el Sol es tan grande que es capaz de mantenernos girando a su alrededor a pesar de estar muy lejos.

Newton se dio cuenta que la razón por la cual los planetas están en órbita alrededor del Sol está relacionada con la razón por la que los objetos caen hacia la Tierra cuando los soltamos.
En este sentido, podríamos preguntarnos por qué si el Sol está atrayendo los planetas, no se han precipitado ya hacia su interior. O por qué la Luna no cae sobre la Tierra al igual que una manzana cae del árbol.

El estado natural de los cuerpos no es el reposo, sino un movimiento constante en línea recta. Es decir, si no hubiera gravedad ni ninguna otra fuerza que actuara sobre ellos, todos se moverían en línea recta y a una velocidad constante para siempre.
La fuerza de la gravedad rompe esa inercia y desvía al planeta de su trayectoria recta. El Sol atrae al planeta, tira de él y el planeta cae hacia él.
Pero el planeta no cae hacia abajo en línea recta, sino que traza una parábola, porque la inercia le empuja hacia adelante mientras la gravedad tira de él hacia abajo.

Si nuestro planeta estuviese estacionario respecto a nuestra estrella, se hubiera estrellado por la fuerza de la gravedad. Pero en realidad, se mueve lateralmente a unos 30 km/s en relación al centro del Sol. Nuestro planeta no va lo suficientemente rápido como para poder escapar de la gravedad de la estrella, pero va lo suficientemente rápido como para que el Sol pueda acercarla.

En el caso de la Luna, sin la fuerza de atracción terrestre esta se alejaría flotando en el espacio. Pero gracias a esta combinación de velocidad y distancia de nuestro planeta, la Luna siempre está en equilibrio, ni cae ni se aleja. Si se moviera más rápido, se alejaría, si se moviera con más lentitud, caería. Bueno, si somos quisquillosos en realidad se aleja de la Tierra unos 4 cm/año.

Este oportuno movimiento que rige el sistema, es herencia del disco de acreción de formación de nuestro sistema solar.
Este se formó a partir de una nube de gas y polvo en rotación, la cual giraba alrededor de una nueva estrella en formación: nuestro Sol. El material que giraba a su alrededor, mediante choques, aglomeraciones y fusiones generó con el paso del tiempo los cuerpos que hoy conocemos.

Pues muy bien. Y la pregunta que hoy formulamos, es: ¿Pueden las lunas tener otras lunas?
Veamos: Cada objeto en el Universo está rodeado por una esfera invisible de gravedad (una zona sobre la cual su gravedad tiene influencia). Cualquier cosa dentro de este volumen tenderá a la órbita del objeto. Por lo tanto, si la Luna estuviera en medio del espacio sin ningún tipo de interacción, podría fácilmente tener múltiples lunas orbitando a su alrededor.
Sin embargo, nuestro satélite natural tiene problemas para retener algo debido a su cercanía con otros cuerpos mayores, ya que sus 'esferas de gravedad' se superponen a la suya. En este caso, la fuerza de gravedad de la Tierra es la principal fuente que lo impide.

Vayámonos lejos: Neptuno está tan lejos del Sol y es tan masivo que se podría imaginar una luna distante en su órbita, y alrededor de esta, podría haber otra luna. Podría, pero no os emocionéis: no parece ser el caso, es solo un ejemplo.
No hay lunas orbitando lunas en nuestro sistema solar (bien, o eso se piensa). La verdad es que como tantas otras cosas en materia astronómica, no lo sabemos seguro.

Los astrónomos afirman casi con certeza que no hay lunas en las lunas de nuestro sistema solar (a menos que sean tan pequeñas, que no podamos detectarlas), pero claro, aunque no lo parezca nuestro sistema solar guarda todavía muchas sorpresas.
Por ejemplo: estamos buscando vida en exoplanetas lejanos, sí, pero la verdad es que ni siquiera sabemos si la hay en nuestro propio sistema solar.

Pero atención, no es físicamente imposible que una luna orbite otra luna (sobre todo, cuando tenemos en cuenta la inmensidad del espacio).
En el sistema solar los astrónomos han localizado algunos asteroides peculiares con lunas, pero eso es debido a que son cuerpos pequeños y su órbita no es exactamente alrededor de un planeta.

La presencia de un planeta padre dotado de una fuerte carga gravitatoria haría muy difícil que su luna pudiera controlar un satélite propio.
En todo caso, debería existir un amplio espacio entre la luna y su planeta para que algo así sucediera: orbitando muy lejos de este, la luna quizá podría soportar un satélite propio.
Sin embargo, no sabemos si esto puede darse en alguna parte de la inmensidad del cosmos. Y es que, a estas alturas, todavía no hemos detectado ninguna luna fuera del sistema solar.

Sí, a finales de 2018 se habló de la posible detección de una exoluna orbitando un planeta gigante gaseoso a 8.000 años luz de distancia, pero todavía no se ha confirmado fehacientemente.
La verdad es que podrían transcurrir décadas hasta que se puedan detectar exolunas, y muchísimo más tiempo para hallar lunas que orbitan lunas.

Nuestros actuales métodos de detección de planetas, como el de aprovechar el paso de uno de ellos por la trayectoria de una estrella, nos permiten divisar enormes planetas del tamaño de Júpiter o planetas rocosos del tamaño de la Tierra.
Para Webster Cash, profesor de la Universidad de Colorado, una segunda luna sería además un fenómeno efímero. Esto es así porque la fuerza de las mareas del planeta tenderían a desestabilizar la órbita de la segunda luna.

¿Qué te parece? ¿Encontraremos algún día lunas orbitando lunas?
Y en caso de darse tal fenómeno... ¿Sería algo efímero y pasajero como afirma Webster Cash?
¿O es más común de lo que pensamos?


Fuentes:

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Comentarios

Mmmm

pero por definición, la luna es un satélite natural, y un satélite natural, no es un astro que gira entorno a un planeta? entonces si un objeto gira entorno a un satélite natural no sería un satélite...

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