La nave TESS (The Transiting Exoplanet Survey Satellite) será lanzada por la NASA en 2017, y se convertirá en la primera que explore exoplanetas de todo el cielo, fijándose especialmente en los mundos pequeños y rocosos alrededor de estrellas cercanas más allá del Sistema Solar, en lo que se denomina zona habitable (región alrededor de una estrella donde puede existir agua líquida).
TESS será el sucesor del telescopio espacial Kepler, que ha descubierto más de 100 exoplanetas confirmados y miles de candidatos desde su lanzamiento.
La nueva nave, diseñada por el Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial, va a utilizar una serie de cámaras de campo amplio para explorar alrededor de dos millones de las estrellas más cercanas de nuestro vecindario galáctico. Explorará un área del cielo 400 veces más grande que cualquier otra misión previa y será capaz de estudiar la luz de diferentes tipos de estrellas. No solo las que son similares al Sol, sino también las de clase M, que son más pequeñas y frías (y mucho más abundantes en la galaxia).
TESS será el sucesor del telescopio espacial Kepler, que ha descubierto más de 100 exoplanetas confirmados y miles de candidatos desde su lanzamiento.
La nueva nave, diseñada por el Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial, va a utilizar una serie de cámaras de campo amplio para explorar alrededor de dos millones de las estrellas más cercanas de nuestro vecindario galáctico. Explorará un área del cielo 400 veces más grande que cualquier otra misión previa y será capaz de estudiar la luz de diferentes tipos de estrellas. No solo las que son similares al Sol, sino también las de clase M, que son más pequeñas y frías (y mucho más abundantes en la galaxia).
Según los cálculos de los científicos obtenidos por los datos de Kepler, un planeta como el nuestro puede existir a solo 6,5 años luz de distancia.
Los responsables de TESS confían en que la sonda encuentre hasta 1.000 exoplanetas en sus primeros dos años de búsqueda. Cuando un exoplaneta cercano haya sido identificado, el futuro telescopio espacial James Webb, el mejor que se haya construido jamás, será capaz de analizar su atmósfera en busca de indicios de vida.
TESS será capaz de detectar cambios increíblemente pequeños en la intensidad de la luz de una estrella cuando un planeta del tamaño de la Tierra pase por delante. El tránsito de la Tierra por delante del Sol, visto desde el exterior del Sistema Solar, causaría una disminución en la luz del Sol de 85 partes por millón (y TESS está diseñada para detectar una disminución de la intensidad de la luz todavía menor, de aproximadamente 40 partes por millón).
Fuentes: